LA ARMADURA
Ahora me fortalezco con el gran
poder de Yahshua Ha Mashiaj y me coloco toda la armadura de nuestro Elohim,
para hacer frente a todas las artimañas
de haSatán.
Me ciño con el Cinturón de la Verdad, me protejo con la Coraza de Justicia, y calzo mis pies con el ánimo de proclamar la Besorah de la Paz. Tomo el Escudo de la Fe con el que apagaré todos los dardos de fuego del maligno. Tomo también el Casco de Salvación y la Espada del Ruaj, que es la Palabra de Elohim. Como guerrero enfrentaré las huestes del maligno recuperar todo lo que perdí yo, y mis antepasados, para cortar con estas maldiciones que se arrastran en mi familia, para que mis hijos no las sufran y sirvan plenamente a Yahweh.
EL MANÁ Y LA ORACIÓN
Una de las formas más eficaces y agradables de orar es
orar-leer la Palabra. Se trata de tomar pasajes de las Escrituras RELACIONADOS
CON EL TEMA (no cualquier pasaje) y leerlos aplicándolos a nosotros mismos,
como si fuéramos el salmista, o como si el Padre nos hablara a nosotros
directamente y nosotros le respondiéramos. Esto es simple de aplicar usando los
Tehilim a la alabanza y agradecimiento, al principio y final de las oraciones,
pero también podemos aprender a buscar otros pasajes que respondan a los temas
de nuestras oraciones.
Bendito eres Padre Eterno y Adón nuestro y Adón de nuestros padres Avraham, Yitzjak y Yaakov, bendito eres, bendito es tu Hijo, Yahshua ha Mashíaj, bendito es tu Reino y bendita es tu santa y divina palabra que nos instruye a acercarnos a Ti con corazones circuncidados, para alcanzar gracia, misericordia y oportuno socorro.
Por amor a Tu Nombre y por Tus eternas bondades, Elohim Eterno, nuestro Adón y Adón de nuestros padres, permite que nuestras oraciones lleguen ante Tu presencia, y no ocultes Tu Rostro de nosotros, porque no venimos ti con soberbia y terquedad, en nuestra justicia propia, a decir: "Somos justos y no pecamos"; no, sino que en verdad admitimos que fallamos, erramos y pecamos, nosotros y nuestros padres y nuestra gente.
Oré a Yahweh mi Elohim e hice confesión diciendo: "¡Por favor, Yahweh, Ha Él grande y temible, que guarda la Alianza y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos: Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente; hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus decretos. No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre han hablado a nuestros reyes, a nuestros gobernantes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, oh Yahweh, la justicia; y nuestra es la vergüenza del rostro, como en el día de hoy; de los hombres de Yahudah, de los habitantes de Yahrushalayim, de todo Yisrael, de los de cerca y de los de lejos, en todas las tierras a donde los has echado a causa de su rebelión con que se han rebelado contra ti. Daniyel 9:4-7
Somos culpables, traicionamos, robamos, hablamos hipocresía y difamamos, hacemos pecar y provocamos maldad, pecamos a propósito y con intención expresa, forzamos. Nos apegamos a la mentira y al engaño. Hemos dado malos consejos. Mentimos, nos airamos, hicimos burla. Nos rebelamos, fuimos en contra de Tu Palabra. Ofendimos, cometimos adulterio, nos desviamos.
Oh Yahweh, nuestra es la vergüenza del rostro; de nuestros reyes, de nuestros gobernantes y de nuestros padres; porque hemos pecado contra ti. De Yahweh nuestro Elohim son el tener misericordia y el perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él, y no hemos obedecido la voz de Yahweh nuestro Elohim, para andar en sus leyes, las cuales puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. Todo Yisrael ha transgredido tu ley, apartándose para no escuchar tu voz. Por ello han sido derramados sobre nosotros la maldición y el juramento que están escritos en la ley de Mosheh, siervo de h
a'Elohim, porque hemos pecado contra él. Daniyel 9:8-11
Pecamos, fuimos descuidados, hicimos daño, hostigamos, hicimos que nuestro padre y madre sufrieran, fuimos tercos, fuimos malvados, corrompidos, abominables, nos perdimos. Engañamos y nos desviamos de Tus preceptos y de Tus buenos juicios, pero no nos ha servido de nada.
Y él ha confirmado su palabra que habló contra nosotros y contra nuestros magistrados que nos gobernaban, trayendo sobre nosotros tan grande calamidad. Porque nunca se había hecho bajo el cielo un mal como el que se le ha hecho a Yahrushalayim. Como está escrito en la ley de Mosheh, toda esta calamidad nos ha sobrevenido, y no hemos implorado el favor de Yahweh nuestro Elohim, volviéndonos de nuestras maldades y prestando atención a tu verdad. Daniyel 9:12-13
Tú Eres justo por todo lo que sucede sobre nosotros, porque con verdad has hablado y nosotros somos los culpables. Tú Eres el magnífico Yahweh, lento para la ira y grande en misericordia. Piadoso y misericordioso, pecamos delante de Ti, perdónanos y sálvanos.
Ahora pues, oh Yahweh Elohim nuestro –que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de la tierra de Mitsráyim y te hiciste de renombre, como en este día–, hemos pecado; hemos actuado impíamente. Oh Yahweh, conforme a tu justicia, apártense, por favor, tu ira y tu furor de sobre Yahrushalayim, tu ciudad, tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y por la maldad de nuestros padres, Yahrushalayim y tu pueblo han sido entregados al insulto en medio de todos los que nos rodean. Ahora pues, oh Elohim nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus ruegos, y por amor de ti mismo, oh Yahweh, haz que resplandezca tu rostro sobre tu santuario desolado. Inclina, oh Elohim mío, tu oído y escucha; abre tus ojos y mira nuestros lugares desolados y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre. Porque no estamos presentando nuestros ruegos delante de ti, confiados en nuestras obras de justicia, sino en tu gran misericordia. Escucha, oh Yahweh. Perdona, oh Yahweh. Atiende y actúa, oh Yahweh. Por amor de ti mismo no pongas dilación, oh Elohim mío; porque a tu ciudad y a tu pueblo se les llama por tu nombre". Daniyel 9:15-19
¿Quién es el
hombre que teme a Yahweh? Él le enseñará el camino que debe escoger. Gozará él
de bienestar, y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de Yahweh
es con los que le temen, y a ellos hará conocer Su Pacto de Gracia por
medio de nuestro Kohen Gadol, Yahshua ha Mashíaj, para que cubra nuestros
pecados con Su sangre preciosa y kadosh, y nos libre también de nuestra
naturaleza pecadora.
Feliz aquel a quien se le perdona su transgresión, a quien se le ha cubierto su pecado. Feliz el hombre a quien Yahweh no le cuenta su delito, y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras yo callaba, se gastaban mis huesos con mi angustioso gemir todo el día. Porque día y noche pesaba tu mano sobre mí; se secaba mí vigor como en sequía del verano. Por fin te declaré mi pecado, no te encubrí mi culpa; dije: "Confesaré mis transgresiones a Yahweh", y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Por eso, que ore a ti todo fiel al descubrir (su pecado), para que no lo alcancen las torrentes de impetuosas aguas. Mizmor 32:1-6
Estaba muerto/a en mis pecados, porque los escondía en mi corazón para que el mundo no los viera. Y era como escorpiones picando mi seno, como veneno ardiendo en mis entrañas, consumiéndome por dentro, hasta que el Ruaj lo expuso. Confieso mi pecado con alivio, porque mayor era la carga de mantenerlo escondido y estar apartado/a de tú Presencia. (CONFESAR EL O LOS PECADOS).
Mis ojos están siempre hacia Yahweh, porque Él sacará mis pies de la red. Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy sólo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis tormentos. Mira mi aflicción y mi trabajo, y perdona todos mis pecados, porque estoy arrepentido/a y no soporto más esta vida inicua.
Muéstrame, Yahweh, tus caminos; enséñame tus sendas, encamíname en tu verdad y enséñame, pues tú eres mi Elohim libertador, es a ti a quien busco todo el día. Acuérdate, oh Yahweh, de tu compasión y de tu fidelidad, que son eternas. No te acuerdes de los pecados de mi juventud, ni de mis transgresiones, sino recuérdame conforme a tu fidelidad, según tu bondad, oh Yahweh... En honor a tu nombre, oh Yahweh, perdona mi pecado, aunque sea grande. Mizmor 25:4-7,11
El Eterno salva, Él nos responderá por medio de Yahshua ha Mashíaj, en el día que lo invoquemos, porque Él conoce nuestra esencia, y recuerda que somos polvo. Socórrenos Abba, Padre de salvación por amor de Tu Nombre.
Protege mi vida y líbrame; que no quede avergonzado por haberme en ti refugiado. Mizmor 25:20
Concédenos tu amor y misericordia, por los méritos y en el nombre de Yahshua Ha Mashiaj.
Yahweh es mi luz y mi salvación, ¿a quién le temeré? Yahweh es la fortaleza de mi vida, ¿de quién me asustaré? Cuando se juntan contra mí los malhechores para devorar mi carne, son ellos, mis adversarios y enemigos, los que tropiezan y se caen. Aunque acampe contra mí un ejército, no temerá mi corazón; aunque se levante una guerra contra mí, yo permaneceré tranquilo. Sólo una cosa le he pedido a Yahweh, y esto es lo que buscaré: vivir en la Casa de Yahweh todos los días de mi vida, para admirar la hermosura de Yahweh, y para frecuentar su Templo. Porque él me esconderá en su pabellón en el día de calamidad; me ocultará en el refugio de su morada, sobre una roca me pondrá en alto. Entonces podré levantar la frente por encima de mis enemigos que me rodean, y ofreceré en su Carpa sacrificios de alegría: cantando y entonando alabanzas a Yahweh. Oye mi voz, Yahweh, cuando te llamo, ten compasión de mí, respóndeme. Mi corazón me ha dicho de tu parte: "Busca mi presencia". Y yo Yahweh, tu presencia buscaré. No escondas tu rostro de mí, no rechaces con ira a tu servidor; tú has sido mi ayuda, no me desampares ni me abandones; tú eres mi Elohim libertador. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, Yahweh en cambio me recogerá. Enséñame tu camino, Yahweh; guíame por sendero llano para escapar de mis adversarios. No me entregues a la voluntad de mis adversarios, que se han levantado contra mí falsos testigos y acusadores injustos. (Habría yo desmayado), si no fuera porque confío en que disfrutaré de la bondad de Yahweh en mi vida sobre la tierra. Espera en Yahweh; ¡sé fuerte y ten valor!, ¡Sí espera en Yahweh! Mizmor 27:1-14
Te damos gracias por la salvación perfecta que proveíste en tu Hijo Yahshua ha Mashíaj, por medio de quien hoy podemos acercarnos a Tu Presencia y elevar nuestras súplicas, y gracias a quien estamos siendo santificados para servirte como reyes y sacerdotes, porque sabemos que Tus promesas son firmes, y que
El verdadero sacrificio para Elohim es un espíritu arrepentido; tú no desprecias, oh Elohim, un corazón arrepentido y humillado. Mizmor 51:17
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