Si queremos que Yahshua sane nuestras heridas psicológicas, en primer lugar tenemos que dejar que Él entre en nuestras vidas. Quiero que perciban que continúo hablando con ustedes, QUE SON CREYENTES. Muchos (no puedo decir que todos, porque no los conozco personalmente, pero sería bueno que hicieran una pausa y le preguntaran al Ruaj DÓNDE ESTÁN USTEDES, para que si acaso están en mal lugar, se muevan rápidamente adonde Él quiere que estén) han aceptado a Yahshua como su Salvador, pero muy pocos lo han aceptado como SU CABEZA.
Que Yahshua sea nuestra Cabeza quiere decir que Su Ruaj gobierna nuestro ruaj. Esto puede resultar fácil de decir y hasta parecer una obviedad, PERO EN LA PRÁCTICA REAL NO TODOS LO HAN HECHO. De hecho, la falta de frutos de muchos y su estancamiento prueba que no lo han hecho, o que tal vez algunas áreas permanezcan restringidas a Su entrada.
Él es siempre un caballero: ESPERARÁ A QUE NOSOTROS LE
ABRAMOS LA PUERTA PARA ENTRAR, pero debemos recordar que mientras no la
abrimos, él continúa afuera, golpeando.
Nosotros tuvimos en la cocina un grifo que goteaba y
llamamos a un plomero para que viniera a arreglarlo. ¿Qué tal que cuando
hubiera tocado a la puerta, le hubiéramos dicho que él no podía entrar, porque
el apartamento era nuestro y que tenía que arreglar el grifo desde afuera? Sin
duda, el grifo hubiera seguido goteando porque sin entrar al apartamento
hubiera sido imposible arreglarlo.
Lo mismo sucede si queremos que Mashíaj sane los traumas de
nuestras vidas. En primer lugar, tenemos que entregarle a Él nuestra vida, Él
no nos puede sanar si no le permitimos entrar en ella.
Tal vez digan: "Pero Yahshua siempre ha estado
conmigo". Eso es cierto. Él siempre está con nosotros, pero así como los
demonios permanecen fuera porque no tienen derecho de entrar, ASÍ TAMBIÉN SI NO
ABRIMOS LA PUERTA A MASHÍAJ ÉL PERMANECE FUERA. Además, no sólo debemos abrirle
la puerta principal, sino todas y cada una de nuestras habitaciones interiores.
Muchos le abren la puerta pero lo dejan en el vestíbulo.
Si yo toco a la puerta de tu casa y tú quieres que yo entre
¿qué haces? Me abres la puerta y me invitas a entrar. Si soy bienvenida, me
haces seguir a la sala y SI quieres que yo cene contigo, me invitas al comedor
a compartir tu mesa. Pero si quieres que yo sea el dueño de tu casa, me la vas
a mostrar toda y me dirás: "Mi casa está a tus órdenes, dime ¿cómo quieres
arreglarla, de qué color quieres que te pinte las paredes? Dime que quieres
hacer en ella y yo lo haré".
Lo mismo sucede en nuestras vidas con Mashíaj, Él no actúa
como ladrón, Él es muy respetuoso y no entra sin invitación; Él toca a la
puerta y espera. Si tú abres la puerta de tu vida, Él entra; pero nunca lo hará
sin tu invitación.
A veces no nos damos cuenta de muchas de nuestras conductas
ocultas, por eso nos dice el salmista
¿Quién se da cuenta de sus propios errores? Líbrame de faltas
inadvertidas. Guarda también a tu servidor de los pecados voluntarios, que no
tengan domino sobre mí; entonces seré intachable, libre de grave ofensa.
Mizmor 19:12-13
Él se daba cuenta de que existía la posibilidad de
auto-engaño. Muchos hoy se niegan siquiera a aceptar la posibilidad, creyendo
que tienen todo bajo control y que se conocen a sí mismos a fondo, aún cuando
la Palabra nos dice que nuestro corazón (nuestro interior) es engañoso y que
nadie lo conoce en verdad. Debemos siempre pedir "por las dudas",
acerca de aquellas cosas que nos son ocultas por nuestra propia alma.
Por eso debemos pedirle:
"Yahshua ha'Mashíaj, yo me
doy cuenta de que nunca te he abierto mi vida por completo, te acepté como mi
Salvador y Tú has estado siempre conmigo, pero nunca te he invitado a entrar en
mi casa y a que reines DE HECHO. Esperaba que lo hicieras desde afuera, pero
ahora comprendo que DEBES ENTRAR Y TOMAR POSESIÓN COMO EL REY QUE ERES. Hoy
quiero rendirme a ti. Te abro a ti la puerta de mi vida, te pido que entres y
traigas a la luz todos los residuos de mis pecados que he mantenido escondidos
y que Tu Sangre ya limpió. No son recuerdos que deba guardar sino cosas que Tu
sacrificio ya eliminó, así que quiero que me ayudes a retirarlas por completo.
Yahshua, yo ya te pertenecía, pero ahora deseo entregarme por completo, todas
mis partes —cuerpo, alma y ruaj— bajo tu luz y gobierno. Quiero que hagas de mí
lo que quieres que sea. Quiero que tú seas mi Adón, mi Maestro y mi Rey.
Gracias por lo que estás haciendo en mi vida, y que Tu Ruaj esté constantemente
mostrándome cómo obedecerte. Amén".
Renuncias
Ahora tomaremos nuestra lista y comenzaremos por la parte
del ocultismo, renunciando a todo contacto que hayas tenido con el mismo.
Recordemos que vivimos en una sociedad hundida en el ocultismo en medida muy
superior a como Sodoma y Gomorra lo estuvieron en su época, por lo que cuanto
más profundo vayamos, MÁS LIMPIOS Y LIBRES DE INFLUENCIAS ESTAREMOS.
Si llegaran a existir puertas abiertas al reino de las
tinieblas en la vida de alguien, también habrá datos en su historia que nos
darán señales de la presencia de ellas. En este mundo caído sentimos la
necesidad de una ayuda que va más allá de lo que un ser humano puede
ofrecernos; para conseguir fama, fortuna, información, protección, amor, o
venganza, buscamos poder en muchas fuentes, pero Yahweh quiere que le busquemos
a Él y su justicia (Mateo 6:33: "Más
bien, busquen primeramente el reino de Yahweh y su justicia, y todas estas
cosas se les darán por añadidura"), y entonces Él suplirá todas
nuestras necesidades.
Sin embargo, Él no siempre contesta nuestras oraciones de la
manera en que quisiéramos, y cuando esto sucede sentimos la tentación de buscar
ayuda en alguna otra fuente de poder y eso puede llevarnos a tener contacto con
el ocultismo. La búsqueda de ayuda en un poder diferente al de Yahweh, es una
señal de la presencia de puertas abiertas al reino de las tinieblas en la vida
de quien lo hace.
Por eso, no todo es tan evidente como decir "fui a ver
a una bruja". Existen cosas mucho más sutiles con las cuales estamos tan
familiarizados que no les prestamos atención ni les damos la importancia que
tienen en cuanto a que son fuentes de contaminación demoníaca, LO ACEPTEMOS O
NO. Los ejemplos siguientes nos muestran algunas de las vías sutiles en que
podemos llegar a tener contacto con ocultismo y así abrir nuestras vidas al
reino de las tinieblas. Hay mucha gente que por ignorancia cae en estos
peligros inminentes en el diario vivir.
1. Televisión, Libros, Y Juegos
Algunas vías sutiles que nos ponen en contacto con
ocultismo, espiritismo o aún con el satanismo son: ciertos libros, programas de
televisión o películas que muestran o exponen sesiones de espiritismo u otros
ritos, películas pornográficas o de horror. Esto nos introduce a nosotros y
también a nuestros hijos a las cosas "abominables" igual que si
hubiésemos participado en los ritos o en el horror que hemos visto, porque nos
da una experiencia vívida y nos hace "entrar" en la dimensión del
ocultismo.
Lo mismo sucede con los juegos con los cuales nosotros o
nuestros hijos nos divertimos, por ejemplo: el videogame "Dungeons and
Dragons" ("Calabozos y Dragones"), que empieza cazando dragones
con armas y rezos sencillos, sin embargo, en cada nivel los rezos y poderes
usados para entrar a los calabozos contienen más rasgos de espiritismo, y los
dragones que la persona mata para recibir más poder de ellos tienen la
apariencia de demonios hasta en los últimos niveles. La persona formula sus
propios encantos y recibe poderes del jefe supremo. Cuando el objetivo del
juego es ganar poder por medio de ritos mágicos, o si matar a un animal o a una
persona hace al que juega más poderoso, sabio o capaz y luego con ese poder o
sabiduría gana el siguiente enfrentamiento y así sucesivamente, estamos
tratando con algo que es muy peligroso. Muchos juegos, películas o canciones
recitan encantamientos que la mayoría cree se trata de palabras sin sentido
inventadas por los autores, cuando muchas veces son verdaderas invocaciones (ya
que si ellos consiguen que mucha gente las repita, "pagan las cuotas",
sobre todo cuando hay pactos de por medio).
Los seres humanos hemos sido creados para ser llenos de
poder proveniente de afuera de nosotros; pero este poder debe venir solamente
de Yahweh por medio del Ruaj haKodesh, por lo que Mashíaj hizo por nosotros en
el madero. Cualquier otro poder u otra vía para recibir poder al cual nos
expongamos, no viene de Yahweh y si lo hacemos, quiere decir que nos hemos
puesto a la disposición del enemigo.
"Un momento", podrían protestar, "¡es apenas
un juego!". Eso puede ser verdad en apariencia superficial; sin embargo,
si para participar en un juego tenemos que descubrir y usar poderes adicionales
a los que tenemos por naturaleza, ya no estamos "apenas" jugando,
sino que estamos usando poderes sobrenaturales que vienen de afuera de
nosotros, y entregando nuestras energías a estas entidades, y ya no es cuestión
de mejorar nuestras destrezas por el uso o el ensayo de nuestras capacidades
naturales, sino que estamos tratando con poderes sobrenaturales fuera de
Yahweh.
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