En sus epístolas, especialmente en Timotio Bet, Shaúl trató minuciosamente el tema de la degradación de la congregación.
Ya sabes que se apartaron de mí
todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes. Timotio Bet 1:15
Él dijo que todos los que
estaban en Asia le volvieron la espalda. Esto indica que las congregaciones
establecidas por Shaúl en Asia le dieron la espalda. Los santos de aquellas
congregaciones no abandonaron a la persona de Shaúl, sino a su ministerio del
B'rit Hadashá, a la enseñanza de los apóstoles, la cual Shaúl predicaba.
Ellos abandonaron por
completo lo que Shaúl les había predicado, lo que les había suministrado, lo
que les había enseñado y lo que les había mostrado. Lo primero que sucedió al
degradarse la congregación fue que los creyentes le dieron la espalda a la
enseñanza de los apóstoles. Si a todos los que estamos en la restauración del
Ruaj hoy no nos interesara la enseñanza de los apóstoles predicada POR LAS
ESCRITURAS, sin interpretaciones personales, la congregación y la restauración
del Ruaj se degradarían. Permanecer en la enseñanza de los apóstoles es una
gracia enorme, pero aquellos que se deslizan en el tobogán de los legalismos
simplemente terminan por caer de la gracia.
Entonces, la restauración
comenzó en el B'rit Hadashá. Shaúl escribió Timotio Bet para recobrar la vida
de la congregación de los kadoshim que se había corrompido e inocularla con la
verdad. Esa fue una restauración.
El apóstol Yahanan
también escribió para recobrar. El Evangelio de Yahanan, sus epístolas, y el
libro de Hitgalut, todos fueron escritos para restaurar cosas perdidas. Cuando
leemos las epístolas a las siete congregaciones en el libro de Hitgalut,
podemos notar que éstas son epístolas de restauración. Algunas de las
congregaciones se habían corrompido y habían perdido su testimonio, así que las
siete epístolas fueron escritas con la finalidad de recobrarlas. La
restauración comenzó a fines del primer siglo y continúa incluso en nuestros
días. Al leer la historia de la congregación podemos ver que la restauración ha
ido avanzando siglo tras siglo, y podemos trazar la línea de la restauración
del Ruaj desde el final del primer siglo hasta hoy. Esta restauración se ha ido
engrandeciendo constantemente hasta alcanzar, en la actualidad, una intensidad
sin precedentes. Aunque la restauración del Ruaj ya estaba presente aun antes
de esta "explosión hebraica" de las últimas décadas, no era notado
por la gente del mundo porque estaba escondida.
La congregación en
Corinto ciertamente era parte de la Novia, pero se había degradado; había perdido
algo. A estas alturas, Shaúl les escribe (Qorintiyim Alef 1:10-13) sus
epístolas, las cuales pueden considerarse libros de restauración; estas
epístolas restauraron la congregación en Corinto.
Al leer la segunda
epístola que Shaúl escribió a Timotio, podemos ver que para la época de Shaúl,
la congregación ya se había degradado. Algunos habían abandonado la fe
creyente; otros, como Alejandro el calderero, se oponían rotundamente al
apóstol (4:14). No obstante, Shaúl declaró que él había guardado la fe (pasuk
7).
Así, vemos que Timotio
Bet es también un libro de restauración. La congregación original sólo existió
durante aproximadamente medio siglo. Los apóstoles la habían establecido en un
período de no más de cincuenta años. Sin embargo, mientras aún vivían Kefá,
Yahanan y Shaúl, la congregación de Corinto no se mantuvo en su condición
original, sino que se degradó y se deformó. Por esta razón se escribieron las
epístolas. Después de escribirse las primeras epístolas, las demás que se
escribieron (Kefá Bet, 2 y Yahanan Gimel, Qorintiyim Bet, etc.) fueron todas
epístolas de restauración; porque estaban destinadas a recobrar la
congregación, la cual se había degradado.
Durante la época de
Yahanan ya había algunos que negaban que Mashiaj hubiera venido en la carne
(Yahanan Alef 4:2-3; Yahanan Bet 7). Otros afirmaban que originalmente Mashiaj
no era Hijo de Elohim, sino que llegó a serlo (Yahanan Alef 2:22-23). La
congregación en general se había degradado, o sea había sufrido un cambio de
forma. Por esta razón escribió Yahanan a los creyentes, para recobrarlos.
Durante la época de los apóstoles, existía tanto la congregación original como
las congragaciones de kadoshim que estaban siendo restauradas.
La Novia recobrada surge
poco después de establecerse la congregación original... Cuando el Ruaj
haKodesh envió al apóstol Shaúl de Antioquía a Asia, para que predicara la
Besorah y estableciera congregaciones locales, los judíos opositores se
infiltraron para estorbarle. Después de que las congregaciones fueron
establecidas, los gnósticos también intervinieron y causaron problemas. Así
vemos que tanto el judaísmo como el gnosticismo contribuyeron a que la
congregación cayera enferma. La congregación original no perduró por mucho
tiempo; sin embargo, Elohim no la abandonó, e hizo algo para restaurarla. Con
este propósito, Mashíaj, la Cabeza del Cuerpo, encargó a Kefá, Yahanan y Shaúl
que escribieran sus epístolas postreras, las cuales estaban destinadas a
recobrar las congregaciones.
La degradación que vemos hoy
es mucho peor que aquellas iniciales, y la confusión, miles de veces superior.
Por eso debemos ser preparados para convertirnos en lo que debemos: sal y luz
para el mundo. Debemos recuperar nuestro sabor, porque dentro de las religiones
lo perdimos en gran medida.
Siento que en la
restauración del Ruaj, la mayor necesidad es conducir a los santos a la verdad.
Ciertamente tenemos que ayudarlos a obtener la máxima educación espiritual. Eso
es lo que hoy estamos haciendo como un paso inicial, pero este paso deberá ser
seguido de muchos otros. No se nos ha dado una semilla para producir un árbol
que no da fruto, sino para producir mucho fruto, y eso quiere decir SEMBRAR EN
MUCHOS OTROS. Para eso debemos prepararnos, porque los tiempos son cortos y
malos.
Y todos los días continuaban sin
cesar enseñando en el Templo y por las casas, y proclamando la Buena Noticia de
que Yahshúa era el Mashíaj. MaAseh 5:42
Después de haber
aprendido la verdad, todavía es necesario que experimentemos a Mashiaj para que
Él llegue a ser nuestra realidad. De esta manera, al hablar con los demás, no
impartiremos conocimiento ni doctrinas, sino que ministraremos a Mashiaj. Por
ejemplo, si le hablamos a la gente de cuán beneficiosa es la manzana, pero no
les damos manzana para que la prueben, no importa cuán interesante sea nuestro
discurso, ellos no podrán disfrutar de los beneficios de la manzana. Al hablar
así, no suministramos nada concreto a los oyentes. La práctica apropiada
consiste en aprender a hablar y a ministrar a Mashiaj a los demás.
MaAseh 5:42 dice que los
primeros discípulos anunciaron la Besorah de Yahshua, el Mashiaj; esto quiere
decir que ANUNCIARON A YAHSHUA HA MASHIAJ COMO LA BESORAH. Lo que ellos
anunciaban no era una doctrina vacía ni un evangelio ambiguo, sino a un Yahshua
ha Mashiaj viviente, quien es la realidad y el contenido de la Besorah.
Después de esa
predicación, una vez que los hombres recibían la Besorah, espontáneamente
recibían a Yahshua ha Mashiaj.
A mí, que soy menos que el menor de
todos los santos, se me ha conferido este favor de anunciar entre los gentiles
la Buena Noticia de las inescrutables riquezas del Mashíaj. Efesiyim 3:8
Shaúl dice que él
anunciaba a la gente las inescrutables riquezas de Mashiaj como la Besorah.
Esto significa que Shaúl no anunciaba doctrinas; más bien, LES SUMINISTRABA A
LOS DEMÁS LAS RIQUEZAS DEL ADÓN YAHSHUA HA MASHIAJ DE UNA MANERA PRÁCTICA. Por
ejemplo, Shaúl nos dijo que Mashiaj poseía tanto divinidad como humanidad
(Romaniyim 1:3-4). Esto significa que Él era Elohim y hombre, poseyendo los
atributos divinos y las virtudes humanas. Este es un aspecto de las riquezas de
Mashiaj. Todos los atributos del Padre, del Hijo y del Ruaj, incluyendo el
amor, la luz, la santidad, la justicia, la vida, el poder, la autoridad, la paz
y el gozo, son aspectos de Sus inescrutables riquezas. Pero, ¿cómo pueden todas
estas riquezas llegar a ser nuestra experiencia en términos prácticos? ¿Cómo
podemos ministrar tal Mashiaj cuando hablamos con los demás?
Debemos decirle a la gente
que este Mashiaj, quien posee todas estas inescrutables riquezas, se hizo el
Ruaj vivificante.
Él es el Redentor que ha
efectuado la redención por nosotros, y es el Salvador, quien está esperando por
nosotros para salvarnos. Este Ruaj, al ser omnipresente, está en nuestro
corazón y en nuestra boca. En el momento en que confesamos, nos arrepentimos e
invocamos el nombre del Adón Yahshua, abriendo nuestra boca y creyendo en
nuestro corazón, este Ruaj entra en nosotros. Cuando el Ruaj entra en nosotros,
Él viene con todas Sus riquezas. Desde ese momento en adelante, cuando nosotros
le invocamos, le respiramos y le disfrutamos día a día, todas Sus riquezas
vienen a ser nuestra experiencia, y Sus atributos —tales como el amor, la luz,
la santidad y la justicia— llegan a ser nuestras virtudes.
Entonces, comprendemos
que nuestro amor no tiene fronteras, que nuestra paciencia es duradera y
trascendente, y que nuestro poder es prevaleciente. Después de hablar con las
personas, debemos también orar con ellas. Una vez que ellas oran, el Ruaj viene
a ellas y las capacita para tocar la realidad y para comprender a Mashiaj y
recibirle. Esta es la manera de ministrar a Mashiaj a las personas.
Primeramente debemos anunciarles la verdad y presentarles a Mashiaj claramente.
Luego, debemos orar con ellos, para que aquello que les ha sido anunciado les
sea suministrado en el ruaj y en términos prácticos, a fin de que puedan
recibir al Mashiaj que les hemos anunciado.
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