Toda Obra Debe
Realizarse En Sumisión
Mientras
vivimos en la tierra, nuestra primera pregunta no debe ser si debemos hacer
cierta cosa o no, ni siquiera si es "buena o mala", sino a quién
estamos sometiéndonos. Lo que cuenta no es hacer algo o no hacerlo, ni si el
resultado es bueno o malo, sino a quién nos sometemos. Sin sumisión no puede
llevarse a cabo la obra ni el servicio. Cuando Adam tomó del fruto, debió
preguntarse primero si al hacer lo que iba a hacer estaba en sumisión a Elohim.
La obra de un creyente en su totalidad debe provenir de la sumisión. Nada debe
ser hecho por iniciativa propia, ya que todo debe ser una respuesta de nuestra
parte. Debemos adoptar una posición pasiva en nuestras acciones, es decir, todo
lo que hagamos debe iniciarse en Elohim y no en nosotros.
Javá no
sólo estaba bajo la autoridad de Elohim sino también bajo la autoridad que El
había delegado en Adam. Ella tenía que someterse tanto a un doble mandato como
a una doble autoridad. Esto se aplica también a nosotros hoy. Lo único que Javá
pensó fue que el fruto era bueno para comer. No sabía a quién debía someterse
antes de tomarlo. Desde el comienzo, Elohim quiso que el hombre se sometiera en
vez de usar sus propias ideas. Sin embargo, Javá actuó conforme a sus propias
ideas y no en sumisión. Ella no se sometió a lo que Elohim había dispuesto ni a
la autoridad de Él. Por el contrario, ella se valió de sus propias ideas,
transgredió contra Elohim y cayó. La caída es el resultado de actuar sin
sumisión. La acción que no es fruto de la sumisión es rebelión.
Cuanto más
sumiso sea el hombre, menos actuará por su cuenta. En el comienzo de la
búsqueda del Adón por parte del hombre, se ve mucha actividad y poca sumisión.
A medida que se avanza, las actividades disminuyen y, al final, queda solamente
la sumisión. Muchas personas cuando se encuentran frente a la obra, tienden a
tomar decisiones; no les gusta quedarse quietos. No les preocupa si son sumisos
o no. A eso se debe que veamos tantas obras realizadas por el yo y no por
escuchar y obedecer.
El hombre
no debe hacer nada basándose en el conocimiento del bien y del mal. Sólo debe
actuar en obediencia. El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal produce un
fruto de INDEPENDENCIA, pero al Árbol de la Vida produce fruto de DEPENDENCIA.
Por eso la carne, hija del Rebelde, no puede someterse a la autoridad del
Padre, y por eso Él acepta únicamente lo que hacemos en el ruaj, nuestro nuevo
hombre.
El
principio de discernir entre el bien y el mal es el principio de conducirse
según lo que uno juzgue bueno o malo. Antes de que Adam y Javá tomaran el fruto
del árbol, el bien y el mal pertenecían sólo a Elohim. Si ellos no vivían en la
presencia de Elohim, no podían saber nada; porque tanto el bien como el mal
pertenecían sólo a Elohim. Pero después de que el hombre comió el fruto del
árbol del conocimiento del bien y del mal, encontró una fuente de
discernimiento entre lo bueno y lo malo aparte de Elohim. En consecuencia,
después de que cayó, no tuvo necesidad de acudir a Elohim, y podía salir
adelante solo; podía estar separado de Elohim y juzgar entre lo bueno y lo
malo. En esto consistió la caída. La redención nos hace aptos para que nos
volvamos a Elohim a fin de que el escoja por nosotros entre lo que es bueno y
lo que es malo.
Los Creyentes Deben
Someterse A La Autoridad
Toda autoridad proviene de Elohim porque todo
fue dispuesto por Él. Si tratamos de encontrar de dónde proviene alguna
autoridad, descubriremos que en todos los casos proviene de Elohim. Él está por
encima de toda autoridad, toda autoridad está sometida a Él. Cuando nos
encontramos con la autoridad de Elohim, tocamos a Elohim mismo. En realidad,
Elohim no lleva a cabo Su obra por Su poder sino por Su autoridad. Él sustenta
todas las cosas por Su palabra, la cual equivale a Su autoridad. La autoridad
es lo que respalda el poder, y el poder es la manifestación de la autoridad. No
sabemos cómo trabaja la autoridad de Elohim, pero sí sabemos que es Elohim
quien lleva a cabo todas las cosas por medio de Su autoridad.
Cuando Yahshúa entró en Kefar Najum, vino a él un centurión y le rogó diciendo: "Maestro, mi criado está postrado en casa, paralítico, y sufre terribles dolores". Y le dijo: "Yo iré y lo sanaré". Respondió el centurión y dijo: "Maestro, yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Solamente di la palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también soy un hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando. Si digo a éste: "Ve", él va; si digo al otro: "Ven", él viene; y si digo a mi sirviente: "Haz esto", él lo hace". Mateo 8:5-9
El centurión cuyo siervo estaba enfermo sabía
que había una autoridad por encima de él a la cual debía someterse, de la misma
manera que él tenía soldados que se sometían a él. Por eso, él solamente
necesitaba que el Adón dijera una sola palabra, porque sabía que eso era
suficiente para que su siervo sanara. Él sabía que toda autoridad estaba en las
manos del Adón y creía en Su autoridad. Esta es la razón por la cual el Adón
dijo que no había hallado en Yisrael una fe tan grande como ésa. Encontrarse
con la autoridad de Elohim es lo mismo que encontrarse con Elohim. En la
actualidad Elohim delega autoridades en todo el universo. Todas las órbitas que
hay el universo son establecidas por Él, y todos los caminos de los hombres
fueron determinados por Él. Por lo tanto, todos ellos están bajo Su autoridad.
Ofender la autoridad de Elohim es ofender a Elohim. Por eso, el creyente debe
someterse a la autoridad.
Lo Primero Que
Aprende El Obrero Es A Someterse A La Autoridad
Nuestra
posición debe ser mantenernos bajo la autoridad de otros y, al mismo tiempo,
ejercer autoridad. Aparte de Elohim, todas las personas, incluyendo al Adón
Yahshua, tienen que someterse a las diferentes autoridades que rigen en la
tierra. ¿Por qué el Adón Yahshua debería someterse a las autoridades humanas,
siendo Él el Creador de todo? PORQUE ERA NECESARIO CUMPLIR Con TODA JUSTICIA.
Era necesario que el hombre-Elohim perfecto, el Hijo del hombre, cumpliese toda
obediencia.
Debemos
reconocer la autoridad en dondequiera que estemos. Tanto en el hogar como en la
escuela se halla la autoridad. Cuando uno ve un policía en la calle, aunque a
uno le parezca que no es una persona competente y que su nivel cultural está
por debajo del de uno, debe reconocer que es una autoridad delegada no sólo por
el gobierno, sino también por Elohim. Cuando algunos hermanos se reúnen, deben
percibir de inmediato el orden de autoridad que les corresponde. Cada uno debe
reconocer su posición. El que sirve en la obra debe saber quién tiene autoridad
sobre él, aunque hay algunos que nunca llegan a enterarse y, por lo tanto,
nunca se han sometido a nadie. No nos preocupemos pensando si algo es correcto
o incorrecto ni si es bueno o malo. En dondequiera que nos encontremos, lo
primero que debemos determinar es quién tiene la autoridad. Si uno sabe a quién
debe someterse, espontáneamente reconocerá la posición que a uno le corresponde
en el cuerpo y estará en la debida posición. Pero hay muchos creyentes que no
les pasa por la mente a quién deben someterse. Para ellos todo es confuso y no
saben qué posición adoptar. Lo primero y lo más importante que deben aprender
los que trabajan en la obra es la sumisión.
Cuando Adam
cayó, el orden del universo fue destruido. Jamás debemos tratar de diferenciar
entre lo bueno y lo malo. Más bien, debemos someternos a la autoridad. El
hombre siempre está presto a juzgar lo que es bueno y lo que es malo. El
considera que esto es bueno y que aquello no lo es. Parece como si el juicio
del hombre fuera más claro que el de Elohim. Esto es, por tanto, una condición
caída e insensata y debe ser erradicada de nosotros, ya que no es otra cosa que
rebelión.
También
piensa en seguida en supuestas situaciones, sugiriendo probabilidades como "¿Y qué pasa si la autoridad delegada
quiere que haga algo malo?". Ya hablaremos de estas excepciones con
mayor profundidad, pero sépase desde ahora que plantear esas posibilidades no
proviene del ruaj sino de la carne, que aún antes de encontrarse con la
situación de tener que someterse, procura encontrar excepciones para aplicar.
La carne no quiere someterse a ninguna autoridad que no sea ella propia y su
satisfacción, y toda excusa "bueno-malo" proviene de ella. La
naturaleza satánica del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal está en la
carne, ella es la que esgrime argumentos tipo "bueno-malo". El ruaj,
por su parte, simplemente obedece sin cuestionarse.
En el caso
de que cualquier orden proveniente de una autoridad pretenda hacernos infringir
la Ley, tenemos instrucciones en las escrituras, en varios ejemplos. En primer
lugar, el caso de los amigos de Daniyel. Ellos fueron confrontados con la
muerte si decidían no obedecer la orden de adorar al rey, cosa a la cual se
negaron:
Ahora pues, ¿están listos para que al oír el sonido de la corneta, de la flauta, de la cítara, de la lira, del arpa, de la zampoña y de todo instrumento de música se postren y le rindan homenaje a la estatua que he hecho? Porque si no le rinden homenaje, en la misma hora los echarán en medio de un horno de fuego ardiente. ¿Y qué deidad será la que los pueda librar de mis manos?". Shadrakh, Meshakh y Abed-Nego respondieron y le dijeron al rey: "Oh Nabucodonosor, no necesitamos responderte sobre esto. Si es así, nuestro Elahá, a quien rendimos culto, puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, que sea de tu conocimiento, oh rey, que no vamos a rendir culto a tu deidad ni tampoco le vamos a dar homenaje a la estatua que has levantado". Daniyel 3:15-18
Ellos
fueron arrojados en el horno de fuego, del cual escaparon ilesos con la ayuda
del Adón. También tenemos el caso de los apóstoles:
"¿No les ordenamos estrictamente que no enseñaran en ese nombre? ¡Y miren cómo han llenado a Yahrushalayim de su enseñanza, y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre!". Pero Shimón Kefá y los demás Enviados contestaron: "Hay que obedecer a Elohim antes que a los hombres". Hechos 5:28-29
En ambos
casos los gobernantes que tenían la autoridad exigieron cosas que iban en
contra de Yahweh. En ninguno de los dos casos los yisraelitas se rebelaron:
simplemente expusieron el hecho de que lo que pedían era contrario a la Ley de
Yahweh, y se opusieron a obedecer, pero tampoco se resistieron al castigo. Los
amigos de Daniyel estuvieron dispuestos a sufrir la pena de ser lanzados en el
horno de fuego, y los discípulos se sintieron felices de haber sido azotados
por haber resistido la tentación de doblegarse ante los hombres. Ninguno de
ellos levantó una rebelión, no exigieron libertad, no reclamaron derechos ni
nada; simplemente expusieron los hechos. El creyente verdaderamente sujeto al
Ruaj se mantiene firme pero no se opone a la autoridad, aún si esa autoridad
decide matarlo.
Sin llegar
a casos tan extremos como el de perder la vida, muchas veces nos rebelamos por
cosas infinitamente menores que esas, como el simple hecho de no caernos bien
una persona (y por eso nos negamos a aceptar su autoridad, más allá de que
tenga o no la razón), o porque somos naturalmente rebeldes y no aceptamos lo
que nos parecen "imposiciones", o por el motivo que sea, y en seguida
levantamos "peros", justificaciones para respaldar nuestra postura,
pero que, tanto siendo válidas como no, se oponen a la autoridad. El principio
que debemos tener siempre presente es que cualquier vez que nos negamos a
aceptar la autoridad, ESTAMOS RECHAZANDO LA AUTORIDAD DE YAHWEH. E inclusive en
el caso de que la autoridad tenga intenciones contrarias a las de Yahweh (y no
a nosotros, que quede clara la diferencia), ni siquiera así tenemos el derecho
de rebelarnos. Nos negaremos a la obediencia de forma pasiva pero aceptaremos
las consecuencias que pretendan imponernos, esa es la posición aceptable a
Yahweh.
El propio
Mashíaj es nuestro mejor ejemplo en este sentido. Él fue falsa e injustamente
acusado, sentenciado y muerto. Claro que eso era justamente necesario para que
así se convirtiera en el Cordero, el sacrificio perfecto. Así cómo ABBA TORNA
LOS MALES EN BIENES, ya que la muerte de un justo, siendo injusta, fue la base
de la salvación de la humanidad. Si nosotros nos llamamos imitadores de Mashíaj
(y deberíamos ser mucho más, porque estamos mezclándonos con Él), debemos
aceptar este hecho de que el Padre tiene siempre un propósito mejor que el que
vemos a primera vista, y que si permite que pasemos por lo que nosotros creemos
son injusticias (y que muchas veces no lo son, sino el resultado de nuestro mal
comportamiento —es decir, la "copa" que nos toca beber porque
nosotros mismos la hemos llenado—, y otras veces son las quejas de nuestra
carne que es hipócrita y engañosa, y que acusa a otros cuando debería mirarse a
sí misma), es porque ÉL TIENE UN OBJETIVO MUY SUPERIOR A FUTURO, que
generalmente implica nuestro crecimiento a través de la disciplina.
Sin La Autoridad De
La Cabeza No Hay Unidad En El Cuerpo
La pequeña
medida de sumisión que percibimos hoy no es suficiente. Algunos piensan que
basta con ser bautizados y salir de las denominaciones; pero no lo es. Hay
muchos estudiantes jóvenes que piensan que Elohim los incomoda cuando les
indica que se sometan a sus profesores; también hay muchas esposas que piensan
que Elohim las molesta cuando les pide que se sometan a su esposo, una persona
a la cual es imposible someterse. Existen muchos creyentes que todavía viven en
rebelión. Estos no han descubierto ni siquiera el nivel básico de la sumisión.
En las
Escrituras la sumisión se refiere a someterse a las autoridades delegadas por
Elohim. Él nos usa a "unos contra otros" para disciplinarnos a todos.
Así, no creamos que los únicos disciplinados en una situación en la cual
debemos someternos somos nosotros: del otro lado, el supuesto abusador también
está siendo disciplinado. Que aceptemos o no la disciplina depende de cada uno,
así que no podemos reclamar de los que abusan de la autoridad si nosotros
abusamos de la sumisión. TODOS ESTÁN SIENDO DESOBEDIENTES. Al Padre no le
importará las explicaciones que cada uno dé en el día del juicio para
justificar que uno desobedeció en la autoridad y el otro desobedeció en la
sumisión.
¡Cuán
superficial es la sumisión que se ha predicado hasta ahora! La sumisión es un
principio básico, PORQUE ES LO ÚNICO QUE EN VERDAD DESTRUYE EL REINO DE LAS
TINIEBLAS. La fuente de energía del Reino de haSatán es la rebeldía, la
independencia, la desobediencia, y lo que lo destruye es justamente LA
OBEDIENCIA ABSOLUTA, como la que Yahshua tuvo.
Si el
asunto de la autoridad no se resuelve, nada podrá estar bien. La fe es el principio
por el cual recibimos vida, mientras que la sumisión es el principio por el
cual nos conducimos diariamente y somos santificados. Todas las divisiones y
las denominaciones de hoy son producto de la rebelión, que es la falta de
sumisión. A fin de restaurar la autoridad, primero debemos restaurar la
sumisión. Muchos están acostumbrados a actuar como si fueran la cabeza; nunca
han aprendido a someterse. Pero nosotros debemos aprender la lección de la
sumisión, la cual debe ser parte de nuestro comportamiento.
Elohim no
nos ha escondido nada en cuanto a la autoridad. En la congregación, sea directa
o indirectamente, Él nos ha mostrado cómo someternos a la autoridad. Muchos
sólo saben que deben someterse a Elohim, pero no saben que deben sujetarse a
las autoridades. Debido a que todas las autoridades provienen de Elohim, toda
persona debe someterse a las autoridades. Todos los problemas del hombre se
deben a que viven fuera de la esfera de la autoridad de Elohim.
Hoy Elohim está
recobrando la unidad del Cuerpo de Mashiaj. Con el fin de obtener la unidad del
Cuerpo, debe existir primero la vida de la Cabeza y luego Su autoridad. Sin la
vida de la Cabeza, el Cuerpo no puede existir. Asimismo, sin la autoridad de la
Cabeza no se produce la unidad en el Cuerpo. Debemos permitir que la vida de la
Cabeza gobierne, para que el Cuerpo llegue a ser uno. Sólo cuando el gobierno
de la Cabeza es ejercido DE VERDAD en cada uno de los miembros, el Cuerpo se
levanta. Si cada piedra no vive REALMENTE en sumisión a Mashíaj en su día a
día, todo lo que llamen unidad o Cuerpo será falso, de palabra, porque no habrá
real ejad.
Elohim
requiere que nos sometamos no solamente a Él, sino también a las autoridades
que El delegó. Todos los miembros tienen que aprender a someterse los unos a
los otros. El Cuerpo es uno solo, y la Cabeza y el Cuerpo también son una sola
entidad. La voluntad de Elohim puede ser llevada a cabo solamente cuando la
autoridad de la Cabeza prevalece, porque Él quiere que la congregación sea Su
reino.
Algunos Aspectos De
La Sumisión A La Autoridad
El siervo
de Elohim verá la autoridad en el universo, en su congregación, en su hogar y
en la congregación. Si un hombre nunca se ha encontrado con la autoridad de
Elohim, no podrá someterse a Él. Esto no es cuestión de doctrina ni de teoría.
Si lo fuera, sería bastante abstracta. Algunos piensan que es muy difícil
someterse a la autoridad. Pero no lo es cuando uno se encuentra con Elohim. Si
no fuera por Su misericordia, nadie podría someterse a Su autoridad. Por esta
razón, debemos tener presentes algunos aspectos básicos:
- Se debe tener un ruaj de sumisión. Ese ruaj está en semilla en nuestro interior, si es que tenemos el ruaj de nuestro Adón. Él fue sumiso hasta la muerte. Nosotros tenemos Su ruaj, así que debemos hacer crecer todas sus características.
- Se necesita adiestramiento para aprender a ser sumiso. Algunas personas son como salvajes; no pueden someterse a nada ni a nadie. Cada hermano debe ser adiestrado para que se ubique en la debida posición. Quien ha aprendido la lección o quien ha sido adiestrado no se sentirá restringido, no importa el lugar que le hayan asignado, y se someterá espontáneamente.
- Debemos aprender a ser autoridades delegadas. El obrero de Elohim no solamente debe aprender a someterse a la autoridad, sino que también debe aprender a ser la autoridad delegada por Elohim en la congregación y en el hogar. Si Elohim le confía muchas cosas, y él aprende a someterse a la autoridad de Elohim, jamás se sentirá orgulloso de nada. Sin embargo, algunos que han aprendido a someterse a otros no saben cómo ser autoridad cuando Elohim los lleva a la obra. Por eso, no solamente debemos aprender a someternos a la autoridad, sino también a ejercer la autoridad y a adoptar la debida posición. La congregación sufre debido a que, por un lado, muchos no se someten y, por otro, muchos no saben ejercer la autoridad ni mantenerse en la posición apropiada.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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