1. ASPECTO INDIVIDUAL
¿Cómo es
Elohim?
"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en
el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás...". Shemot 20:4-5a
El segundo mandamiento va al meollo de nuestra relación con el Creador.
Tiene que ver con varias implicaciones: ¿Cómo conceptuamos a Elohim? ¿Cómo nos
lo explicamos o se lo explicamos a otros? Los ídolos son representaciones de
dioses falsos e inexistentes, pero ¿acaso podemos hacer uso de pinturas u otros
tipos de imágenes para representar al Elohim verdadero? Pero sobre todo, ¿cuál
es la forma correcta de adorar al único Elohim verdadero?
Al examinar el primer mandamiento aprendimos que no debemos permitir que
nada de la creación, incluso un ser humano, llegue a ser más importante para
nosotros que nuestro Creador. El segundo mandamiento explica que en nuestra
adoración no debemos reducir a Elohim a la semejanza de un objeto físico y ni
siquiera de un concepto espiritual. Puede que muchos tengan claro el asunto de
la representación física, pero muy pocos comprenden la idolatría espiritual.
Estudiaremos ambas.
El segundo mandamiento prohíbe explícitamente el uso de cualquier tipo
de símbolos o formas inanimadas en la adoración al Elohim vivo: "... ninguna semejanza de lo que esté arriba
en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra"
(Shemot 20:4). Pero de hecho Elohim creó una imagen de sí mismo aquí en la
tierra: el ser humano.
"Creó Elohim al hombre a su imagen, a imagen de Elohim lo creó;
varón y hembra los creó". Bereshit 1:27
Los seres humanos —descendientes de Adam y Javá— somos imágenes
vivientes del Elohim vivo. De todo lo que Yahweh creó, sólo nosotros fuimos
hechos a su semejanza:
"El día en que creó Elohim al hombre, a semejanza de Elohim lo
hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adam
(Hombre), el día en que fueron creados". Bereshit 5:1-2
Nuestro Creador es un Elohim vivo, no una estatua, figura o pintura
inanimada. Cualquier forma con la que tratemos de representarlo será estática,
y Él es un Elohim que fluye, porque es Ruaj. No podemos representar lo
espiritual a través de lo material, y de hecho éste también ha sido un problema
de comprensión al interpretar los cuadros que Él ha estado pintando a través de
las Escrituras. Toda forma en la que se lo quiera representar desvirtúa,
enturbia y limita nuestra percepción de lo que Él realmente es, dañando así
nuestra relación con Él.
De todas las cosas creadas en los cielos y en la tierra, sólo los seres
humanos reflejan de manera razonablemente realista una imagen del Elohim
viviente. De igual manera Yahshua ha Mashiaj, como humano, reflejó la imagen de
su Padre. Elohim no sólo hizo a los seres humanos a su imagen, sino que nos
creó para que lleguemos a ser aún más como Él.
Esa es la razón de nuestra existencia: desarrollar en nosotros Su mismo
carácter santo y justo. Esto no es por obras de justicia, ni por guardar
preceptos ni hacer cosas buenas o "portarnos bien", sino únicamente a
través del crecimiento de nuestro Mashíaj interior, que fortalece nuestro ruaj
y mata nuestra carne. Podemos pretender hacer en la carne todas las mismas
cosas que deberíamos hacer en el ruaj, y hasta se puede obtener una apariencia
que en nuestro plano material es muy aceptable, pero que no toca siquiera al
plano espiritual, ni llega al Trono.
Por eso es tan importante que entendamos claramente el propósito del
segundo mandamiento.
Adorar En Ruaj
Y En Verdad
Por todas estas cosas, es necesario que quienes entienden y lo adoran en
verdad le demuestren su amor obedeciendo sus mandamientos de corazón, no
cumpliendo ritos inútiles frente a determinado objeto o concepto. Yahshua dejó
esto bien claro cuando dijo: "Elohim
es ruaj; y los que le adoran, en ruaj y en verdad es necesario que adoren"
(Yahanan 4:24).
En nuestra adoración a Elohim ciertamente no debemos utilizar imágenes
ni ritos sin sentido. Yahshua explicó que "los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en ruaj y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren". Y porque la adoración es
una expresión de amor, si lo amamos, GUARDAREMOS SUS MANDAMIENTOS, no de forma
externa, como niños, sino como adultos que estamos ya preparándonos para entrar
en una etapa más avanzada y tenemos esos mandamientos como un tesoro en
nuestros corazones, y ya estamos comprendiendo que no se trata de guardarlos
con amor phileo sino con amor ágape.
El conocimiento y entendimiento de la verdad de Elohim son
indispensables para que se vaya formando el carácter santo, justo y perfecto
que Él quiere crear en nosotros (Kefá Bet 3:18).
Hijo mío, si aceptas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si pones
tu oído atento a la sabiduría y tu mente abierta al discernimiento; si llamas
al entendimiento y voceas al discernimiento, si lo buscas como se busca la
plata y vas en su búsqueda como tesoros, entonces entenderás el respeto a
Yahweh y alcanzarás conocimiento de Elohim. Mishlei 2:1-5
Una vez que empezamos a entender la revelación de Yahweh, ÉL NOS HACE
RESPONSABLES POR LO QUE SABEMOS. Ya no podremos alegar ignorancia. Debemos
aplicar a nuestra vida ese conocimiento. Los verdaderos adoradores de Elohim
son los que hacen lo que aprenden que deben hacer:
Porque los que sólo oyen la Torah no son justos delante de Elohim; los
que cumplen la Torah son los que serán justificados. Romaniyim 2:13
Pero sean practicantes de la palabra, y no solamente oidores, que se
engañan a sí mismos. Porque cuando alguien es oidor de la palabra y no hacedor
de ella, éste se parece al hombre que mira su cara natural en un espejo. Se
mira a sí mismo y se marcha, y en seguida olvida cómo era. Pero el que presta
atención a la perfecta ley de la libertad y que persevera en ella, sin ser
oidor olvidadizo sino como practicante activo, éste será feliz en lo que hace.
Yaakov 1:22-25
El apóstol Yahanan declaró sin rodeos:
El que dice: "Yo lo conozco" y no guarda sus mandamientos es
mentiroso, y la verdad no está en él. Yahanan Alef 2:4
Cuando obedecemos a Elohim ESTAMOS IMITANDO SU FORMA DE PENSAR Y DE
ACTUAR (Efesiyim 5:1), eso es algo claramente visible que cualquier persona
puede ver, y esto es en sí un acto de adoración. No necesitamos andar cantando
y gritando para decir que lo alabamos, MAYOR ALABANZA ES LA OBEDIENCIA A SUS
MANDATOS. Lo honramos y magnificamos por la forma en que vivimos, porque al
imitarlo lo representamos ante el mundo. Ésta es la verdadera adoración. Cuando
adoramos a Elohim en ruaj y en verdad, permitimos que Él vaya formando en
nosotros Su propio carácter justo y kadosh.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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