31 de julio de 2020

AHD060 - El Quinto Mandamiento - ''Honra A Tu Padre Y A Tu Madre'' 17




04 - Nuestros Hijos 02 - La Disciplina 04

La Educación En Casa Debe Erradicar Primero El Socialismo En Casa

En nuestros hogares, vivimos hoy día un tipo de "socialismo familiar" en el que queremos aplicar maneras y estilos de gobierno que no son bíblicos y traen principios equivocados probablemente de la forma como los padres fueron educados en sus colegios y en sus casas.


Veamos el ejemplo de la pelea por un juguete. Encontramos a nuestros hijos peleando por un juguete, los dos quieren tenerlo y mientras tiran del juguete, gritan: "¡Dámelo, es mío!", "¡No, es mío!". La reacción de los padres es quitar el juguete que "los hace pelear" y decir "si van a pelear por el juguete entonces se los quito". De este modo, el padre está culpando al juguete de la guerra entre hermanos, así como los gobiernos socialistas culpan a la riqueza de causar las guerras y las desigualdades en la sociedad.

Los verdaderos puntos acá son:

1. El concepto de propiedad

La idea de propiedad es una idea de Elohim. Elohim reconoce en su Palabra que los individuos tenemos propiedad privada y que los demás deben respetarla y no tomarla como suya. Él mismo defiende Su propia propiedad privada, cuando declara:

Pero la tierra no debe venderse sin derecho a reclamo, porque la tierra es mía; ustedes no son más que extranjeros que residen conmigo. Vayikra 25:23

"No robarás y "no codiciarás", son mitzvot específicos acerca del derecho a poseer algo que el otro no posee. Si la propiedad no fuera idea de Elohim, no existirían estos dos mandamientos, porque Él no consideraría correcto que algunos tengan cosas que otros no tienen y más bien daría mitzvot orientados a la "repartición equitativa de las riquezas" o la idea de "todo es de todos", PERO ESTO NO ES ASÍ. Ese principio, que tantos creen que es la base de la paz, es absolutamente injusto, porque desvaloriza el esfuerzo personal. Pero como podemos ver, está absolutamente relacionado con las ideas que se quieren inculcar en las nuevas generaciones.

2. El corazón del niño

El niño que ES dueño del juguete tiene dominio sobre éste, así que tiene la autoridad de decidir sobre él. Ni siquiera los padres pueden decidir sobre el juguete (excepto para retirarlo temporalmente como castigo). Podemos sugerirle que lo comparta, pero será SU decisión porque es SU juguete. El niño que quiere el juguete que NO ES suyo, está siendo motivado por un corazón con envidia y codicia que lo lleva a querer tomar posesión de algo que no es suyo.

Entonces, acá tenemos dos problemas que hay que tratar. Debemos trabajar principalmente con el niño que no es dueño y dejarle claro que el juguete es del hermano y que debió pedirlo prestado primero, que no debe tomarlo sin permiso y que, si su hermano decide no prestarlo, él puede ir y escoger otro juguete que sí sea suyo, pero no puede tocar ese otro. Finalmente, lo más importante de todo, es que no debe haber envidia ni codicia en su corazón. Por otro lado, se debe trabajar con el otro para que aprenda a compartir sus cosas. En una casa que comienza con la educación bíblica desde la cuna, en la cual los principios bíblicos son aplicados todos los días, es más fácil que los niños ya tengan incorporado el concepto de compartir, y además no habrá idea de competir, que es lo que provoca el comportamiento egoísta. El niño (que no sea bebé, es decir que ya tenga por lo menos 4-5 años) que no quiere compartir un juguete está limitando la diversión porque sabe que jugar juntos es siempre mejor, y si lo hace es porque quiere llamar la atención y "sentirse poderoso" sobre su hermano.

Se debe trabajar en la conciencia de los dos niños, porque es importante enseñar el principio de respetar la propiedad, así como es importante enseñar el principio de compartir; pero de nuevo, esto no puede suceder quebrando la voluntad del dueño, porque es quien tiene derecho a gobernar sobre su posesión.

Esta situación de envidia no educada es la que genera guerras y todo tipo de violencia en el mundo, cosas que sólo mudarán cuando sea cambiado el corazón del hombre, deje de tener un corazón de piedra y reciba uno de carne, con la Ley de Yahweh escrita en él.

La única idea que puede deshacer esta idea de socialismo que este sistema ha tratado de imponer de forma deliberadamente sutil, es una Educación de las Escrituras. DEBEMOS EMPEZAR POR NUESTROS HOGARES. Debemos convertirnos en padres que crían hijos que honrarán a sus padres.


Características De Carácter Necesarias Para Erradicar El Socialismo En Nuestros Hogares

1. FE

Fe en la palabra de Elohim, creyendo que es verdad, es guía y es suprema.

Leamos historias bíblicas. Las Escrituras deben ser la autoridad en nuestro hogar, y todo debemos someterlo a prueba a través de la Palabra. Las Escrituras deben ser el libro del razonamiento, el que construye nuestra cosmovisión.

¿Cómo razonar las Escrituras y enseñarlas a nuestros hijos? Debemos leer diariamente, en familia. Pensar en lo leído, que los niños puedan participar diciendo lo que comprendieron, y agregar a su comprensión lo que les haya faltado. Establecer ejercicios de "poner en práctica" lo que se haya aprendido.

2. DILIGENCIA

Empezar un trabajo y no parar hasta terminarlo. Desde pequeños, deben saber terminar lo que comienzan con diligencia de modo que al llegar a la juventud (13 a 19 años) ya empiecen a ser activamente productivos. A esta edad de la juventud pueden comenzar con trabajos pequeños que exigen perfiles sencillos (por ejemplo, pasear los perros, lavar los carros, empacar en una fábrica, hacer mandados, etc.).

Su diligencia hará que el mundo los promueva y escalarán cargos desde la juventud. Desde casa, se siembra este valor de la diligencia enseñándola en trabajos de casa y con las tareas personales, siempre orientados hacia el auto-sostenimiento.

Los hijos e hijas deben aprender a mantenerse a sí mismos primero, su ropa, necesidades personales, salidas y lujos serán cubiertos por ellos mismos y no por los padres, aun cuando los padres pueden seguir proveyendo techo, alimento y vestido.

3. AMOR FRATERNAL

Siendo creyentes hay dos leyes para obedecer: el amor a Yahweh y el amor al prójimo.

El cuidado es el resultado del amor. Éste no debe ser forzado sino voluntario, el amor es espontáneo, y comienza en casa. Es aquí donde aprendemos a amar a los otros, aún cuando sean personas difíciles de amar. Nadie amará a nuestro hijo como nosotros mismos.

Un aspecto importante del amor fraternal es el amor entre hermanos, pero quienes debemos modelarlo y enseñarlo somos los padres. En las etapas de la infancia y la juventud, es muy importante que los niños aprendan a establecer el amor fraternal, porque sobre esta base podrán avanzar al crecer, y pasar a practicar el amor ágape, el amor que sabe ir más allá de la exacta igualdad e imparcialidad. Si la persona no alcanza este nivel de amor, difícilmente será un buen padre, porque los padres deben tener este tipo de amor por sus hijos.














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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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