En
El Cuerpo Se Expresa La Autoridad Más Elevada
La
expresión más elevada de la autoridad de Elohim se halla en el Cuerpo de
Mashiaj, el cual es la Novia, la suma de todas las congregaciones locales. Cada
congregación de una localidad puede ser llamada por sí misma "el Cuerpo"
o "la Congregación" (si responde realmente a los requisitos), pero la
totalidad real del Cuerpo de Mashíaj es la suma de todas las congregaciones
locales verdaderas, en todas partes del mundo.
Esta figura es una sinécdoque,
una expresión literaria que consiste en usar una parte de algo para referirse
al todo. En este caso, es la parte (la congregación local) la que se usa como
si fuera el todo (la Congregación completa).
A pesar de
que Elohim estableció sistemas de autoridad en el mundo, ninguna de esas
relaciones, ya sean con el gobierno o entre padres e hijos, esposos y esposas,
amos y siervos, pueden manifestar perfectamente la autoridad. Aunque Elohim
estableció muchas autoridades en la tierra, son solamente sistemas de
autoridad, y el hombre puede obedecerlos externamente sin someterse a ellos de
corazón. Por ejemplo, si el gobierno establece una ley, las personas pueden
obedecerla de corazón o superficialmente. No se puede determinar con certeza la
clase de obediencia de una persona. De la misma manera, tampoco se puede saber
si la sumisión de un hijo a sus padres es de corazón o es superficial. Por lo
tanto, la sumisión a la autoridad no puede ser tipificada por la sumisión de un
hijo a sus padres ni la de un siervo a su amo y mucho menos por la del pueblo
al gobierno.
Sin
sumisión, la autoridad de Elohim no puede ser establecida. Tampoco una sumisión
externa puede establecerla. Además, existen muchas clases de sumisión que se
basan en las diferentes clases de relaciones humanas; por ejemplo: padre e hijo
o amo y siervo. En ambos casos, las partes pueden estar distanciadas, odiarse,
amarse, etc. Por eso no podemos ver una sumisión absoluta ni perfecta en estas
relaciones.
Solamente
Mashiaj y la Congregación tienen la expresión más elevada de autoridad y
sumisión. Elohim no estableció la congregación para que fuera una organización,
sino para que sea el Cuerpo de Mashiaj. Pensamos que la congregación es la
reunión de creyentes que comparten la misma fe, o que ella existe cuando nos
reunimos con amor. Pero Elohim tiene otra perspectiva. La congregación no es
solamente un grupo de personas que se reúnen por una fe común a sus miembros ni
por tener el mismo amor; sino que también es el Cuerpo de Mashiaj, LA EXPRESIÓN
DE MASHÍAJ. Así como Yahshua fue la expresión corporal de Yahweh, la
Congregación es la expresión de Yahshua. La Congregación es el Cuerpo de
Mashiaj, y Mashiaj es la Cabeza de la Congregación. El padre y el hijo, el amo
y el siervo e inclusive el esposo y la esposa, pueden estar separados, pero el
Cuerpo y la Cabeza jamás pueden separarse. Ellos están unidos para siempre como
una sola unidad. De la misma manera, Mashiaj y la Congregación nunca pueden
estar separados el uno del otro.
Mashiaj y
la Congregación disfrutan de una sumisión y autoridad absolutas, las cuales
están muy por encima de todas las demás autoridades y sumisiones. Aunque los
padres amen a sus hijos, cometen errores y usan mal su autoridad. De la misma
manera, un gobierno puede decretar preceptos equivocados, y la autoridad de un
amo puede estar errada. En el mundo no solamente la sumisión es imperfecta sino
también la autoridad. Por tal razón, Elohim tiene que establecer una autoridad
y una sumisión perfectas, las cuales se encuentran en Mashiaj y la Congregación,
es decir, la Cabeza y el Cuerpo. Algunos padres les hacen daño a sus hijos;
algunos esposos a sus esposas; algunos amos a sus siervos, y algunos
gobernantes a sus ciudadanos. Pero jamás la cabeza querrá hacerle daño a su
propio cuerpo. Por lo tanto, la autoridad de la Cabeza nunca estará equivocada,
y es perfecta.
En este
sentido, la sumisión del cuerpo humano a la cabeza humana también es perfecta.
Tan pronto como la cabeza tiene un deseo, el dedo se mueve. No se necesitan
palabras ni usar la fuerza, y todo es armonioso. La voluntad de Elohim es que
nos sometamos perfectamente. Elohim debe conducirnos a una sumisión similar a
la del cuerpo cuando se somete a la cabeza. Solamente entonces, Elohim estará
satisfecho. Esta sumisión no puede ser representada por el esposo y la esposa,
ni en las demás relaciones humanas. La autoridad perfecta es de Elohim, y también
la sumisión perfecta. La autoridad y la sumisión son una misma cosa; no es como
en el mundo donde la autoridad y la sumisión son dos cosas diferentes. No es
necesario que la cabeza haga un gran esfuerzo al dar una orden para que el
Cuerpo responda; tan pronto como viene el pensamiento, el Cuerpo actúa. Existe
una perfecta armonía en esto. Si nos sometemos de la misma manera que un hijo
se somete a su padre o como una esposa se somete a su esposo, Elohim no estará
satisfecho. Elohim desea que nuestra sumisión sea como la del cuerpo a la
cabeza. No es una sumisión forzada, como ocurre en las naciones, sino como la
del cuerpo a la cabeza. Tan pronto la cabeza tiene una pequeña intención,
espontáneamente surge una sumisión armoniosa.
Si uno se
somete a Elohim continuamente, se dará cuenta de que las órdenes y la voluntad
de Elohim son completamente diferentes a lo que uno pensaba. Sus órdenes son
palabras que salen de Su boca, y Su voluntad es una idea que brota de Su
corazón. Una orden debe darse audiblemente, pero la voluntad no lo necesita. El
Adón Yahshua era sumiso no solamente a las palabras de Elohim, sino también a
Su voluntad. Cada vez que Elohim deseaba algo, el Adón respondía y lo hacía de
inmediato. ELOHIM DEBE FORJAR EN MASHIAJ Y LA CONGREGACIÓN UNA RELACIÓN COMO LA
DE MASHIAJ Y EL PADRE. Debe trabajar en nosotros hasta que nos sometamos a
Mashiaj de la misma manera como Mashiaj se somete a Él. Al comienzo de Su obra,
Elohim fue la cabeza de Mashiaj, y después hizo que Mashiaj fuera la Cabeza de
la Congregación. El tiene que trabajar en nosotros para que tengamos una
sumisión igual a la de Mashiaj, sin necesidad de la disciplina del Ruaj
haKodesh. Tan pronto como El tenga un deseo, nosotros debemos obedecer
inmediatamente. Más adelante en la obra de Elohim, El hará que los reinos de la
tierra sean el reino del Adón y de su Mashiaj. La primera parte ya se cumplió,
y la tercera parte no se ha cumplido todavía. Nosotros nos encontramos en la
mitad de la obra. Si la segunda parte de esta obra no se completa, la tercera
comenzará pero el que no esté listo no entrará en ella. ¿Estamos aquí para
someternos y para darle a Elohim una vía libre, o estamos aquí para
desobedecerle y limitarlo?
Elohim no
ha obtenido una autoridad absoluta en todo el universo. Pero Su autoridad debe
tener un éxito completo en la Congregación, ya que en ella no hay rebelión. La Congregación
es la segunda parte de su obra, lo cual es el punto crucial. Por esta razón,
Elohim reserva Su mayor gloria para nosotros. Si no hemos visto lo que es la
autoridad, no podremos avanzar. Si este asunto no ha sido resuelto en nosotros,
tampoco lo estará en los demás. Nosotros tenemos la responsabilidad de expresar
la autoridad de Elohim.
Elohim
dispuso todas las cosas. El Cuerpo y la Cabeza tienen la misma vida y la misma
naturaleza, por lo cual, la sumisión es espontánea y no ser sumiso es un
concepto extraño. Por ejemplo, si la mano se levanta según el deseo de la
cabeza, eso no tiene nada de raro; pero si la mano no se mueve, será muy
extraño; posiblemente la mano esté enferma. El Ruaj de vida que Elohim nos dio
es el mismo que está en el Adón. También la vida y la naturaleza que nos dio
son las mismas que tiene el Adón. Por eso, no existe posibilidad alguna de que
haya desorden o desobediencia. Algunos de los movimientos de nuestro Cuerpo son
conscientes, mientras que otros son inconscientes. La unidad entre la cabeza y
el cuerpo no depende solamente de una sumisión consciente sino de la sumisión
inconsciente, automática y mecánica. Como sucede con la respiración. Uno puede
respirar profundamente haciéndolo adrede, o puede respirar espontáneamente sin
darse cuenta. O como el corazón que palpita inconscientemente. No necesita que
le demos una orden para que lo haga. Esto es sumisión en vida. Para que el
cuerpo se someta a la cabeza, no es preciso que haya ruido ni imposición ni
fricción. Todo se da en armonía. No es suficiente que alguien se someta a las
órdenes. En éstas se expresa la voluntad, la cual a su vez contiene la ley de vida.
Solamente cuando uno se somete a la ley de vida, puede tener una sumisión
perfecta. Si la sumisión no es igual a la del cuerpo cuando se somete a la
cabeza, no se puede hablar de sumisión verdadera, ya que habrá en ella un
elemento de renuencia.
El Adón nos
puso en Su Cuerpo, donde la unión y la sumisión son perfectas. Es maravilloso
que la mente del Ruaj haKodesh pueda expresarse por los miembros del Cuerpo. No
existe posibilidad alguna de separar a dos miembros y hacerlos unidades
completas en sí mismas. Existe una armonía espontánea entre los miembros que va
más allá de las palabras humanas y de explicaciones acerca de la sumisión a la
autoridad; es la sumisión más perfecta que se pueda tener, así que, no es
necesario pensar intencionalmente en ella. Por esta misma razón, no podemos ser
miembros enfermos, ni miembros que hacen ruido o causan fricción. Estamos bajo
la autoridad de Elohim, y debemos tener una sumisión espontánea. La
congregación no es sólo el lugar donde tienen comunión los hermanos y hermanas,
sino también el lugar donde debe manifestarse la autoridad.
Rechazar La Autoridad
De Los Miembros Es Rechazar La Cabeza
La
autoridad que hay en el Cuerpo algunas veces se manifiesta indirectamente. El
cuerpo no sólo se somete a la cabeza, sino que también los miembros se someten
unos a otros y se ayudan mutuamente. Las manos no tienen contacto directo; así
que la cabeza mueve la mano derecha y también mueve la izquierda. La mano
izquierda no controla a la derecha, ni la derecha a la izquierda. La mano
tampoco ordena a los ojos que vean; sólo se lo informa a la cabeza, y ésta les
ordena a los ojos que vean. No importa cuán lejos puedan estar los miembros de
la cabeza, la relación con ella es la misma, y todo lo que hacen depende de la
cabeza. Si mis ojos ven, mis manos trabajan y mis pies andan, entonces yo puedo
ver, trabajar y movilizarme. Así que, muchas veces la decisión de los miembros
es la decisión de la cabeza. La autoridad de los miembros es la autoridad de la
cabeza.
La mano no
puede ver; por lo tanto, necesita la decisión de los ojos. No tiene sentido que
la mano le pida a la cabeza que vea ni que le ayude a ver. Esto es imposible,
pero muchas veces ése es el problema de los hijos de Elohim. en lugar de
pedirle a los "ojos" que Yahweh ha determinado, para que ellos vean
como Él les ha ordenado, nosotros oramos para que Él nos dé la visión (acá no
hablamos de nuestra visión personal sino de la visión corporativa, oramos
pidiendo "otros ojos"). En consecuencia, debemos tomar a los demás miembros
como autoridades delegadas por la Cabeza. La mano tiene su función; el pie la
suya, y los ojos la suya. Por lo cual debemos aceptar la función de otros como
nuestra, como siendo ambos parte del mismo Cuerpo.
El ojo no puede
decirle a la mano: "No te necesito"; ni tampoco la cabeza a los pies:
"No los necesito". Qorintiyim Alef 12:21
No podemos
rechazar la función de los demás miembros porque no es la nuestra, y ponernos a
pedir que Él nos dé esa función. NECESITAMOS EMPEZAR A PENSAR CORPORATIVAMENTE,
NO INDIVIDUALMENTE. Si el pie rechaza a la mano, está rechazando a la cabeza.
Si nosotros aceptamos la autoridad de los miembros, estaremos aceptando la
autoridad de la Cabeza. Cada miembro es mi autoridad dentro de la comunión:
Sométase el uno
al otro en temor a Elohim. Efesiyim 5:21
Aunque la
función de la mano es muy importante, debe aceptar la función de los pies
cuando tenga que trasladarse a otro lugar. La mano no puede detectar el color,
por lo cual necesita la autoridad de los ojos. La función de los miembros es su
autoridad. Esto es lo único que hace crecer al Cuerpo y que funciones de
verdad:
No hagan nada
por rivalidad ni por vanagloria, sino estimen humildemente a los demás como
superiores a ustedes mismos; no considerando cada cual solamente los intereses
propios, sino considerando cada uno también los intereses de los demás. Filipiyim
2:3-4
Es
imposible que un miembro sea todo el Cuerpo.
Pues el cuerpo
no consiste de un solo miembro, sino de muchos. Qorintiyim Alef 12:14
Por esta
razón, cada uno de nosotros debe mantenerse en su posición como miembro,
recibiendo la cooperación de la función de los demás miembros. No se trata
únicamente de ser complementados por los otros miembros que realizan funciones
que nosotros no realizamos, SINO MUCHO MÁS DE COMPLETARNOS CON LOS OTROS
MIEMBROS QUE SÍ REALIZAN LO MISMO QUE NOSOTROS. Cuando otros ven y escuchan, yo puedo ver y
escuchar, aún si mi propia función es ver y escuchar. Pero mi ver y escuchar no
es exactamente el mismo que el de otros miembros que también tienen esa
función, por lo que DEBEMOS COMPLEMENTARNOS PARA RECIBIR LA VISIÓN COMPLETA.
A lo largo
de los siglos Yahweh ha estado repartiendo Su visión a diferentes
"ojos" de Su Cuerpo, pero lamentablemente todos han asumido la idea
errónea de que, si yo soy ojo, DEBO SER EL ÚNICO. De manera que, si Yahweh me
ha dado una visión (revelación), esa debe ser la única, y todas las demás son
falsas. Pero el Adón puede levantar muchos ojos en diferentes lugares, cosa que
he comprobado de manera práctica en la tarea a que fui llamada a responder:
juntar las piezas para empezar a montar el rompecabezas. Las Escrituras
desmienten la idea de que la revelación es exclusivista, lo vemos a través de
los profetas, que Yahweh levantaba a veces simultáneamente en diferentes
lugares. Lo único que debemos tener en cuenta es LA COHERENCIA DE ESAS
REVELACIONES CON LAS ESCRITURAS. Debemos aprender a no retener la visión, sino
a colocarla junto a la de los demás, PARA PODER TENER LA IMAGEN COMPLETA.
Recibir la
función de los miembros es recibir las riquezas de la Cabeza. No hay ningún
miembro que sea independiente. Yo no soy más que un miembro. Un miembro no
puede hacer el trabajo de todo el Cuerpo. Lo que todos los miembros hacen es lo
que hace que el Cuerpo se mueva. En la actualidad, los ojos vieron algo, pero
la mano dice que no ha visto nada, así que se sienta y espera "hasta ver
algo" (cosa que nunca sucederá). El hombre desea tenerlo todo y hacerlo
todo; no quiere recibir la provisión de los demás miembros. Esto lo empobrece y
lleva la Congregación a una condición de pobreza. Cuando los ojos son
iluminados, todo el cuerpo recibe luz. Cuando los oídos oyen, todo el Cuerpo
oye. Todos los ojos necesitan alinearse para tener la única visión completa,
todos los oídos necesitan alinearse para escuchar el único mensaje completo.
Siempre
pensamos que el propósito de la autoridad es reprimirnos, castigarnos y avergonzarnos.
Estamos muy equivocados, porque Elohim no piensa así. Él usa Su autoridad para
suplir lo que nos falta. Elohim estableció Su autoridad para impartir Sus
riquezas y para suplir lo que les falta a los débiles. Elohim no puede esperar
hasta que alcancemos cierta etapa o hasta que hayan pasado años a fin de
mostrarnos algo. Si ése fuera el caso, deberíamos pasar por innumerables días
oscuros y dolorosos. Esto sería como cuando un ciego guía a otro ciego. ¡Cuánta
pérdida sufriría Elohim! Esta es la razón por la cual Él primero trabaja en las
personas a quienes va a usar, a fin de que cuando nos las dé como autoridad
para que nos ayuden a aprender a ser sumisos, podamos recibir lo que de otra
manera jamás podríamos recibir. Sus riquezas serán nuestras riquezas. Si
pasamos por alto esto, tendremos que pasar por muchos años sin recibir lo que
ellos ya aprendieron. El problema del concepto de que "la experiencia es
instransferible" es una realidad únicamente en este mundo caído en la
rebeldía, porque todo aquel que es sumiso, aceptará el consejo de la\
sabiduría.
La gracia
de Elohim para con nosotros es múltiple. Por un lado, viene a nosotros
directamente, lo cual sucede esporádicamente. Por otro lado, Elohim nos da Sus
riquezas de una manera indirecta. En la congregación Elohim ha establecido
hermanos y hermanas para que sean autoridades sobre nosotros, pero también ha
determinado que nosotros seamos ayudadores y complementos unos de otros. Por
medio del discernimiento de algunos, QUE VIENE A SER NUESTRO PORQUE SOMOS
CUERPO, podemos recibir las riquezas de Mashiaj sin tener que pasar por los
sufrimientos que ellos pasaron. En la Congregación hay mucha gracia para todos
y no para uno solo. Únicamente nuestra rebeldía natural nos aleja de este
beneficio. Por lo tanto, la autoridad viene a ser las riquezas de la
congregación. Las riquezas de un individuo son para muchos. Rebelarse es tomar
el camino de la pobreza, y rechazar la autoridad es rechazar el canal por el
cual se reciben la gracia y las riquezas.
Las Funciones
Delegadas Son La Autoridad Delegada
Nadie se
atreve a decir que no se va a someter a la autoridad del Adón. Pero también
debemos someternos a la autoridad coordinada de los miembros y darnos cuenta de
que todos los miembros están unidos, y si no queremos recibir ayuda de los
miembros, estaremos en rebelión. Algunas veces el Adón abastece a un miembro
directamente, y otras veces Él usa a un miembro para abastecer a otro. Cuando
la cabeza les dice a los ojos que vean, todo el cuerpo ve lo que los ojos
perciben; PORQUE CUANDO LOS OJOS VEN, TODO EL CUERPO VE. La función que le toca
a cada miembro, que es la autoridad que se le delega, también es la autoridad
de la Cabeza. Si hay algunos miembros que piensan que pueden ver por su propia
cuenta, estarán en rebelión. No podemos ser tan necios como para pensar que
somos omnipotentes.
No
olvidemos que somos simplemente miembros y, por ende, necesitamos recibir la
función de los demás miembros. Cuando nos sometemos a la autoridad de la
función de la vista, no habrá ninguna barrera entre nosotros y la Cabeza,
porque la provisión se halla en la autoridad. Quien tenga el don, tiene el
ministerio; y quien tenga el ministerio tiene la autoridad. Nadie más puede ver
excepto los ojos. Si queremos ver, debemos someternos a la autoridad de los
ojos y recibir su provisión. El ministerio delegado por Elohim es Su misma
autoridad; por lo tanto, nadie debe rechazarlo. Todos aceptan la autoridad
directa de Elohim, pero Elohim desea que nos sometamos a las autoridades indirectas,
es decir, a las autoridades delegadas, de tal manera que podamos recibir la
provisión espiritual.
Para los
incrédulos y los judíos, la sumisión es difícil, debido a que ellos no están
relacionados en vida con los demás incrédulos ni los judíos lo están entre
ellos. Pero nosotros estamos relacionados en vida, estamos injertados en el
mismo Cuerpo. Por lo tanto, no es difícil someternos, porque internamente todos
somos uno, y somos partícipes de la misma vida y del mismo Ruaj haKodesh, quien
dirige todas las cosas. La sumisión mutua nos lleva a un estado de gozo y de
descanso. Si tomamos todas las cargas sobre nuestros hombros, nos agotaremos.
Pero si las distribuimos entre todos los miembros, la tarea será liviana. Si
estamos dispuestos a dejarnos restringir por el Adón, hallaremos verdadero
reposo, porque en Su Cuerpo Él ha distribuido las tareas entre todos. Por lo
tanto, someternos a la autoridad de los miembros es un gran descanso. De lo
contrario, ocuparemos la posición de otros, y esto nos pondrá bajo mucha
presión. Para nosotros la sumisión debe ser espontánea, y la desobediencia, forzada.
¿Por qué tenemos que devorarnos unos a otros? ¿Por qué tenemos que criticarnos
los unos a los otros? Estas cosas deben ser extrañas para nosotros. Las células
no se critican unas a otras...
El Adón nos
ha enseñado no sólo que seamos sumisos en la familia y en la sociedad, sino
también en el Cuerpo, la Congregación. Si aprendemos a someternos en el Cuerpo,
aprenderemos a someternos en todo lo demás. Es aquí donde debemos comenzar. Por
lo tanto, la congregación es el lugar de la prueba. Si no aprendemos aquí, no
tendremos éxito en ningún otro lugar. Si aprendemos bien la lección en la
congregación, nuestro problema con el reino, con el mundo y con el universo
entero quedará resuelto.
Anteriormente
la autoridad y la sumisión para muchos de nosotros fueron algo objetivo o
teórico. Pero ahora la autoridad ha llegado a ser un asunto de vida. En otras
palabras, se ha hecho subjetiva y personal, para su aplicación corporativa. En
el Cuerpo de Mashiaj la autoridad y la sumisión están juntas en un sólo Cuerpo,
y ambas han llegado a ser aplicables, vivientes y unidas. Esta es la expresión
más elevada de la autoridad de Elohim. La autoridad y la sumisión se encuentran
en un sólo Cuerpo y allí llegan a la cumbre. Dejémonos perfeccionar aquí. De lo
contrario, no podremos seguir adelante. La autoridad se encuentra en el Cuerpo.
La Cabeza, la fuente de la autoridad, está en la Congregación a través de Su
autoridad delegada. Como en la congregación primitiva, en que los apóstoles y
ancianos fueran la cabeza delegada, y a su vez fueron luego reemplazados por
otros. Los miembros que funcionan según su medida y que disfrutan de la
provisión mutua de quienes representan la autoridad y de quienes se someten a
ella, también están en la congregación. Si no nos encontramos con la autoridad
aquí, no habrá esperanza para nosotros en ningún otro lugar.
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