¿Se Contradicen Las Escrituras?
Pero hay otros
que se refieren a este mandamiento al tratar de mostrar que las Escrituras se
contradicen. Algunos insisten en que las Escrituras se contradice, y señalan
que ordena no matar pero luego envía a los yisraelitas contra otros pueblos, a
exterminar naciones enemigas (Devarim 7:1-2,16; 12:31; Yahoshúa 6:12-21). De modo que ¿realmente
mandó Elohim: "No matarás"? ¿Y esto
hace categóricamente inadmisibles las guerras y la pena capital, como si fueran
contradicciones?
Como ya dijimos,
la correcta traducción de "No matarás" es "No asesinarás",
con esta simple frase ya encerramos la discusión, porque no es lo mismo matar
que asesinar.
Es digno de
notarse que de las 47 veces que se emplea RATSÁJ en las Escrituras Hebreas, 33
veces se hace con referencia a las ciudades de refugio de Yisrael, que acabamos
de estudiar. Otros pasukim indican que RATSÁJ generalmente aplicaba al acto de
quitar una vida humana ilegalmente, contrario a la ley de Elohim. Notemos las
cosas que se mencionan asociadas con ello en Hoshea 4:2:
El perjurio, la deshonestidad, y el asesinato, y el robo y el
adulterio son rampantes; crimen sobre crimen.
Como se muestra
en lo dicho respecto al castigo del asesino deliberado, no todo caso de quitar
una vida humana se consideraba asesinato, ni estaría prohibido por el sexto
mitzvah. Después del diluvio Yahweh le dijo significativamente a Noaj:
"Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre
será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Elohim hizo él al
hombre". Bereshit 9:6
Sí, aun antes de
dar a Yisrael un código de leyes, Elohim permitió la pena capital. "El
derramar la sangre del hombre" por medio de asesinarlo era lo que el Sexto
Mandamiento prohibía, no la ejecución legal de un asesino.
Esto nos ayuda a
reconocer lo apropiado del uso de RATSÁJ en conexión con el rey Ajav. El rey
codiciaba la viña de Navot y a fin de conseguirla dejó que mataran al hombre.
Esto no fue la ejecución legalmente justificada de alguien que hubiera cometido
una ofensa capital en Yisrael. Fue un acto ilegal que tiró una vida, algo
prohibido por el sexto mandamiento. Ajav era un "asesino" y merecía
morir.
Ocurrió algún tiempo después: Navot el yezreelita tenía una viña
en Yezreel, junto al palacio de Ajav, rey de Shomrón. Ajav le dijo a Navot:
"Dame tu viña para que me sirva como huerto de verduras, ya que está junto
a mi palacio. Yo te daré a cambio otra viña mejor. O si prefieres, te pagaré su
precio en dinero". Pero Navot le respondió: "¡Yahweh me libre de
darte lo que he heredado de mis padres!". Ajav se fue a su casa desanimado
y enfadado por la respuesta que le había dado Navot de Yezreel, porque le dijo:
"No te voy a dar lo que he heredado de mis padres". Se acostó en su
cama, volteó la cara y no quiso comer. Izével, su esposa, fue donde él y le
preguntó: "¿Por qué está tan desanimado tu ruaj que no quieres
comer?". Y él le respondió: "Porque hablé con Navot el yezreelita y
le propuse: "Véndeme tu viña por dinero; o si prefieres, te daré otra viña
por ella". Y él respondió: "No te voy a dar mi viña". Su esposa
Izével le dijo: "Ya es tiempo de que te muestres como rey sobre Yisrael.
Levántate, come algo, y alégrate; yo te voy a conseguir la viña de Navot de
Yezreel". Entonces ella escribió cartas en nombre de Ajav, las selló con
su anillo y las envió a los ancianos y los nobles que habitaban en la misma
ciudad con Navot. En las cartas escribió lo siguiente: "Proclamen un ayuno
y sienten a Navot frente a la asamblea. Sienten frente a él a dos hombres
perversos para que testifiquen contra él diciendo: "¡Tú has maldecido a
Elohim y al rey!". Entonces sáquenlo y apedréenlo hasta que muera".
Los hombres de su ciudad –los ancianos y los principales que vivían en su
ciudad– hicieron como les mandó Izével, tal como estaba escrito en las cartas
que ella había enviado: proclamaron un ayuno y sentaron a Navot frente a la
asamblea. Luego vinieron los dos hombres perversos y se sentaron frente a él; y
estos hombres perversos testificaron contra Navot públicamente, diciendo:
"Navot ha maldecido a Elohim y al rey". Entonces lo sacaron de la
ciudad y lo apedrearon hasta que murió. Melajim Alef 21:1-13
Pero, ¿qué hay
de las guerras de Yisrael? ¿Violaron el mandato que correctamente traducido
dice "No debes asesinar"?
NO, NO LO
VIOLARON. La verdad es que las Escrituras nunca usan el término RATSÁJ respecto
a ninguna de esas guerras. Cuando los yisraelitas guerreaban en obediencia al
mandato de Elohim, no estaban obrando ilegalmente. El que los autorizaba a
hacerlo y los dirigía era el Legislador Supremo. Estas guerras no tenían por
objeto conquistar territorios ilimitados, como es el caso con muchas guerras
nacionales de tiempos recientes. No fueron guerras motivadas por la avaricia
económica. Tampoco fueron guerras que violaban tratados de paz o pactos de no
agresión legalmente arreglados, como lo han sido algunas guerras de la historia
moderna.
No existe
absolutamente ninguna nación en la tierra hoy día que esté enteramente
compuesta de personas que adoran a Yahweh, a quienes Él dirija milagrosamente
por medio de profetas y que tengan una concesión divina para poseer cierta
porción de la Tierra. Pero todo eso fue cierto en el caso del antiguo Yisrael.
Yahweh había notado que los habitantes de Kenaán estaban empapados de
iniquidad, totalmente depravados, no se habían arrepentido dentro del tiempo de
gracia que se les había otorgado, y merecían la ejecución (Bereshit 15:13-21;
Vayikra 18:24-25). Elohim, como dueño de toda la Tierra, determinó utilizar a
su recién nacido pueblo de Yisrael como la mano ejecutora de los kenaanitas,
así como en otro momento usaría a los asirios y babilonios contra Yisrael. De
esta manera, Yisrael fue la mano del juicio de Elohim.
Por lo tanto,
cuando los yisraelitas ejecutaban los juicios legales y moralmente rectos de
Yahweh, o defendían la tierra que Elohim les dio, no se les podía culpar de
violar el mandato: "No debes asesinar", YA QUE ELLOS ERAN LOS
VENGADORES DE SANGRE ENVIADOS POR YAHWEH CONTRA LOS CRIMINALES DE KENAÁN.
¿Qué hay de los
creyentes? Si quieren soñar que están libres de las leyes, arriésguense. Pero
si ya han comprendido que la ley no ha sido abolida sino perfeccionada y
elevada a niveles más altos espirituales, comprenderán que no somos libres de
incumplir ni una til ni una jota de las Escrituras. Pero para los duros de
cerviz, vale la pena que recuerden que Yahweh ESTABLECIÓ CONVENIO CON LA
HUMANIDAD A TRAVÉS DE NOAJ DESPUÉS DEL DILUVIO:
De la sangre de vida de ustedes yo pediré cuentas: se las pediré a
toda bestia; al hombre también le pediré cuentas por la vida humana; a cada
hombre por la de su prójimo. "A cualquiera que derrame la sangre de un
hombre, otro hombre le derramará la suya; porque Elohim hizo al hombre a su
imagen". Bereshit 9:5-6
Ya que el Sexto
Mandamiento simplemente declaró lo que Elohim ya le había dicho a la entera
familia humana por medio de Noaj (y esto CONVERTIRÍA A TODOS EN NOÁJIDAS, al
final de cuentas, porque ni Avraham existía aún), todavía estamos obligados a
evitar el asesinar. En realidad, los capítulos finales de las Escrituras nos
advierten que los asesinos que no se arrepientan experimentarán la "muerte
segunda":
Pero, para los cobardes e incrédulos, para los abominables y
homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras y todos los
mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y azufre, que es la
muerte segunda". Hitgalut 21:8
Felices los que guardan sus mandamientos, para que tengan derecho
al árbol de la vida y para que entren en la ciudad por las puertas. Pero
excluidos quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas,
los idólatras y todo el que ama y practica la mentira. Hitgalut 22:14-15
Esto nos ayuda a
ver la importancia de no participar en quitar vidas humanas sin la autorización
específicamente declarada de Elohim.
De modo que la
traducción "No matarás" realmente no comunica el verdadero mensaje
del Sexto Mandamiento, como muchos han utilizado para torcer la verdad. La
traducción más correcta es: "No asesinarás". El entender esto nos
ayuda a reconocer que las guerras justas de Yisrael no violaron ese mandato. Y podemos
comprender mejor su significado en relación con nuestra conducta y actitud
respecto a tomar la vida de un ser humano.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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