Dejemos De Juzgar
Aun cuando no
calumniemos a nadie, tal vez tengamos que hacer un esfuerzo concienzudo por no
erigirnos en jueces. Yahshua condenó tal actitud con las palabras:
"No juzguen, para que no los juzguen a ustedes. Porque con el
juicio con que ustedes juzguen los juzgarán, y con la medida con que midan los
medirán. "¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y dejas
de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿Cómo dirás a tu hermano:
"Déjame sacarte la paja de tu ojo", cuando tienes una viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces podrás ver para
sacar la paja del ojo de tu hermano. MattiYah 7:1-5
Ni siquiera
deberíamos pensar en ofrecernos a extraer una simple "paja" del ojo
de nuestro hermano, cuando una "viga" reduce nuestra capacidad para
emitir un juicio justo. De hecho, si en realidad entendemos el alcance de la
misericordia de Elohim, no nos sentiremos inclinados a juzgar a nuestros
hermanos espirituales. Ayudar a otros a ver sus errores es un asunto, pero juzgarlos
no nos corresponde. ¿Acaso seríamos capaces de comprenderlos como lo hace
nuestro Padre celestial? Con razón Yahshua nos advirtió que "dejáramos de
juzgar para que no fuéramos juzgados". Una evaluación sincera de nuestras
propias imperfecciones impedirá que juzguemos al prójimo de una manera que
Elohim consideraría injusta.
Si estamos
decididos a servir a Elohim hombro a hombro con nuestros hermanos, haremos más
que evitar erigirnos en jueces; seremos los primeros en mostrarles honra:
Que el amor sea sin fingimiento; aborrezcan lo malo y adhiéranse a
lo bueno: quiéranse como hermanos, con cariño mutuo; en cuanto a honra, que
cada cual dé preferencia al otro. Romaniyim 12:9-10
De hecho,
buscaremos su ventaja, no la nuestra, y efectuaremos con alegría tareas
humildes a favor de ellos:
Después que les lavó los pies, recogió su manto, se volvió a
sentar a la mesa y les dijo: "¿Entienden lo que he hecho con ustedes?
Ustedes me llaman Maestro y Adón; y dicen bien, porque lo soy. Pues bien, si
yo, el Maestro y el Adón, les lavé los pies, también ustedes deben lavarse los
pies unos a otros. Porque les he dado un ejemplo, para que ustedes también
hagan como yo hice con ustedes. "En verdad, en verdad les digo que el
siervo no es mayor que su amo, ni tampoco el enviado es mayor que el que lo
envió. Si saben estas cosas, serán felices si las practican". Yahanan
13:12-17
Que nadie busque su propio bien, sino el bien del otro. Qorintiyim
Alef 10:24
¿Cómo lograremos
mantener una disposición tan buena? Teniendo presente que cada uno de nuestros
hermanos TIENE A YAHSHUA EN SU INTERIOR COMO NOSOTROS LO TENEMOS, por eso todos
somos de gran valor para Yahweh, y teniendo presente que nos necesitamos unos a
otros, como los miembros del cuerpo dependen los unos de los otros. Todo lo que
hacemos a nuestros hermanos, al propio Yahshua lo hacemos. Entonces debemos
recordar que, cuando calumniamos a un hermano, estamos calumniando a Mashíaj.
Recordemos que
somos vasos de barro a quienes se nos ha encomendado el glorioso tesoro del
ministerio (Qorintiyim Bet 4:7). Si debemos llevar a cabo esta obra para la
alabanza de Yahweh, debemos mantener una posición honrosa ante él y su Hijo. La
única manera de lograrlo y así ser útiles a Elohim es no perdiendo nuestra
pureza moral y espiritual degradando a nuestros hermanos, odiándolos o
maltratándolos, de hecho o de pensamiento. Shaúl escribió al respecto:
Pero en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata,
sino también de madera y de barro. Además, hay unos para uso honroso y otros
para uso común. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para
honra, consagrado y útil para el Maestro, preparado para toda buena obra.
Timotio Bet 2:20-21
Quienes no se
comportan de acuerdo con los requisitos divinos son "vasos sin
honra". Por otra parte, si nosotros seguimos el camino de la
santificación, seremos "vasos para honra", santificados, o separados,
para el servicio a Yahweh y preparados para toda buena obra. De modo que cabe
preguntarse: "¿Soy un "vaso honroso"? ¿Soy una buena influencia
para mis hermanos? ¿Trabajo hombro a hombro con ellos?".
Cuando todos los
integrantes de la familia adoran a Yahweh, entre ellos reina un ambiente
acogedor, servicial y agradable. Cada cual tiene una personalidad diferente, pero
todos ocupan una posición honrosa. Algo parecido ocurre en la congregación.
Aunque todos somos diferentes —e imperfectos—, Elohim nos ha atraído a Sí mismo
mediante Mashiaj (Yahanan 6:44; 14:6). Yahweh y Yahshua nos aman, y no cabe
duda de que, como una familia unida, debemos amarnos unos a otros (Yahanan Alef
4:7-11).
En la Novia,
nuestra familia, también esperamos, y con razón, encontrar lealtad. El apóstol
Shaúl escribió:
"Deseo que en todo lugar los hombres se ocupen en orar,
alzando manos leales, libres de ira y debates" Timotio Alef 2:8
Shaúl vinculó
así la lealtad con las oraciones públicas expresadas "en todo lugar"
donde se reúnen los creyentes. Sólo los hombres leales deben representar en
oración a la congregación. Claro está, Elohim espera que todos nosotros le
seamos leales, no sólo a él, sino también a nuestros hermanos:
La conclusión del asunto, después de oírlo todo, es ésta: Respeta
a ha'Elohim y guarda sus mandamientos, pues esto es el deber de todo hombre.
Porque ha'Elohim traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea
bueno o sea malo. Eclesiastés 12:13-14
Por lo tanto,
resolvámonos a cooperar armoniosamente, como los miembros del cuerpo humano, y
a servir unidos como parte de la familia de adoradores de Yahweh. Sobre todo,
no olvidemos que nos necesitamos unos a otros y que disfrutaremos de Su
aprobación y bendiciones si seguimos sirviendo a Yahweh en el Cuerpo.
El
Odio Correcto
No obstante, en ciertas condiciones y en
determinadas ocasiones es apropiado odiar. La palabra que es utilizada para
odiar (a veces aborrecer o similares) en todas partes es SANÉ (H8130), de la
cual deriva SINÁ (H8135), que es ODIO.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su momento... tiempo de amar y tiempo de aborrecer (SANÉ);
tiempo de guerra y tiempo de paz. Kohelet/Eclesiastés 3:1,8
Incluso Yahweh odió a Esaú:
...pero odié (SANÉ) a Esaú. MalajiYah 1:2-3
Esto no se puede atribuir a ninguna
arbitrariedad de Elohim. Esaú demostró que no era merecedor del amor de Yahweh
al despreciar su primogenitura y venderla, con lo que vendía también las
promesas y bendiciones divinas vinculadas a dicha primogenitura. Además, se
propuso matar a su hermano Yaakov.
Elohim también odia los ojos altaneros, la
lengua falsa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que fabrica
proyectos perjudiciales, los pies que se apresuran a correr a la maldad, el
testigo falso, así como a cualquiera que envía contiendas entre hermanos, de
hecho, cualquier persona o cosa que se opone por completo a Él y a sus leyes
justas. (Mishlei 6:16-19; Devarim 16:22; YeshaYah 61:8; ZejarYah 8:17;
MalajiYah 2:16).
A los siervos de
Yahweh se les dice que "odien lo que es malo", y también que
"aborrezcan lo que es inicuo". Por eso el salmista David escribió con
aprobación de Elohim:
Oh Yahweh, tú sabes que odio a los que
te odian, y aborrezco a tus adversarios. Siento un perfecto odio hacia ellos;
los cuento como enemigos míos. Mizmor 139:21-22
La manifestación
no es nada suave, y con todo, David no fue reprendido. Todo ese odio es
apropiado, porque se basa en principio, no en pasión, en amor a la justicia, no
en egoísmo. David no estaba odiando a fulano o a zutano, SINO A TODOS LOS QUE
ODIABAN A YAHWEH, más allá de quienes fueran individualmente. Él estaba odiando
lo que esas personas estaban manifestando. Si no tenemos en nosotros esta FIRME
CAPACIDAD de odiar a los enemigos de Yahweh, no seremos capaces de ejecutar Su
justicia.
Pero entonces,
dirán algunos, ¿eso no contradice el "amen a sus enemigos" que
Mashíaj también ordenó? La carne siempre encuentra contradicciones, pero el
ruaj pide sabiduría para ser esclarecido. ¿Cómo podría Mashíaj pedirnos una
cosa y Él hacer otra? De forma bastante simple, si nos damos cuenta que Él nos
ordena que amemos y no odiemos EN NUESTRO PLANO HUMANO, porque somos hombres y
si hiciéramos lo contrario, pecaríamos. Sin embargo, Él ES EL JUEZ DE TODA LA
TIERRA, QUIEN DICTARÁ JUICIO, y en ese sentido tiene la capacidad de decretar
la "muerte" del transgresor. Un juez no puede, como individuo, matar
a alguien en la calle, pero puede dictar sentencia de muerte para un criminal.
Y estamos hablando de la misma persona, pero en ámbitos diferentes de
actuación. Nosotros no somos el juez, el Juez es nuestro Cabeza. Nosotros
debemos amar a todos, incluyendo a los enemigos, porque de la justicia se
ocupará Él.
Ustedes los que aman a Yahweh, odien el
mal; él cuida las vidas de sus leales, de la mano de los malvados los libra.
Mizmor 97:10
Que el amor sea sin fingimiento;
aborrezcan lo malo y sigan a lo bueno... Romaniyim 12:9
Ahora bien, esto
es en cuanto a ODIAR EL MAL. Por lo tanto, por extensión, odiamos a los malos que
practican el mal MIENTRAS LO PRACTICAN. No podemos perdonar su comportamiento
bajo la excusa de que debemos amar a nuestro enemigo. Amar al enemigo no
significa aceptar lo que hace sino NO ODIARLO, NO MALDECIRLO, NO TOMAR
REPRESALIAS O VENGANZA, sino hacer todo lo contrario: devolver bien por mal.
Eso no significa estar de acuerdo con el mal que él realiza. No hay
contradicción sino para las mentes que son guiadas únicamente por la carne.
De manera que,
siendo que los que cometen el mal son aún enemigos de Yahshua, no son hermanos.
Por eso resulta IMPENSABLE odiar a un hermano. Un hermano puede estar
equivocado, ciertamente, pero nada justifica que lo odiemos, ni que guardemos
resentimiento. Un pequeño resentimiento es una espina clavada que, si no quitamos,
puede convertirse en aborrecimiento y odio. Y aunque eso sea
"secreto", es asesinato en el Reino de los Cielos. El que odia a su
hermano creyente realmente tiene asesinato en su corazón porque le desea mal,
contrario al propósito de Yahweh de bendecir a los que creen en su Hijo. Por lo
tanto todo creyente debe examinar su corazón y desarraigar cualquier odio o
amargura que tenga en su corazón para con un hermano creyente. Debe hacerlo
asunto de oración y hacer cuanto esté dentro de su poder por vencer ese
sentimiento.
La verdadera lealtad a Yahweh debe
impulsarnos a odiar lo que Él odia y a quien Él odia:
El vidente Yahú hijo de Janani le salió al encuentro y
le dijo al rey Yahoshafat: "¿Se debe ayudar al impío y hacer amistad con
los que aborrecen a Yahweh? Por eso es que la ira de Yahweh está contra ti.
Dibrey haYamim Bet 19:2
Pero este odio no procura causar daño a
otros y no es sinónimo de rencor o malevolencia. Más bien, expresa un total
aborrecimiento de lo que es inicuo, y evita lo que es malo y a los que odian
intensamente a Yahweh. (Romaniyim 12:9, 17, 19). Los creyentes con razón odian
a los enemigos declarados de Elohim, como haSatán y sus demonios, así como a
los hombres que de manera consciente y deliberada toman su posición contra Yahweh.
Sin embargo, ese odio, aún siendo apasionado, NO ES EN LA CARNE, ni implica
sentimientos carnales, comunes a las manifestaciones de odio.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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