LA ENSEÑANZA
El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. Mishlei 13:3
¿Qué es maldecir? Es DECIR MAL (mal-decir), hablar mal de alguien o de nosotros mismos. En este sentido tenemos que tener muchísimo cuidado con lo que decimos de nuestros hijos o de nuestros cónyuges, ya que ellos son el "primer blanco" de nuestras maldiciones. Es en el hogar donde se originan las más grandes bendiciones o maldiciones que pesan sobre la vida de una persona. Es en el hogar donde se originan los grandes traumas, las psicosis, hijos deprimidos, locos, a causa de padres que no conocen la Palabra de Elohim y por lo tanto, nunca supieron llevar a los suyos por el camino que Elohim estableció para la familia. Entonces una vez más, como está escrito: PERECEMOS A CAUSA DE NUESTRO DESCONOCIMIENTO DE LA PALABRA.
1. Maldiciones Que Nosotros Imponemos Sobre Los Demás
Yaakov le respondió a Laván, diciendo: "Yo tenía temor porque pensaba que podrías quitarme a tus hijas por la fuerza. Pero cualquiera sobre quien encuentres tus deidades no seguirá con vida. En presencia de nuestros parientes, señala lo que yo tenga tuyo y tómalo". Pues Yaakov no sabía que Rajel los había robado. Bereshit 31:31-32
Aquí sin querer, Yaakov maldijo a Rajel, quien era la que se había robado los ídolos. Como Yaakov no sabía esto, "maldijo" al ladrón y sin querer maldijo a Rajel, y ésta murió no mucho tiempo después.
Normalmente las maldiciones que proferimos son "sin darnos cuenta", cuando estamos enojados, con ira, proferimos insultos, ofensas, amarguras, odio, dolor... Pero no nos estamos dando cuenta de que está saliendo maldición de nuestra boca y eso podría afectar el resto de nuestras vidas.
Cuántas veces se dice a los hijos: "Eres un maldito", "Eres un inútil", "No sé para qué naciste", "No sirves para nada" "Estúpido", "Idiota", "Burro tenias que ser", "Vas a terminar en la prostitución", "No vas a cambiar nunca" "Eres igualito a tu padre/madre", etc.
¿Saben qué es esto? MALDICIONES, y la cosa es bastante grave, porque alcanzarán a los hijos. LA CALAMIDAD LLEGA AL HOMBRE POR LA ACUMULACIÓN PROGRESIVA DE MALDICIONES.
Meditemos en Mishlei 6:12-15:
El canalla, el malvado vive hablando perversidades, guiñando el ojo, barajando sus pies, señalando con el dedo. Hay duplicidad en su mente; planea lo malo todo el tiempo; provoca contiendas. Por eso vendrá sobre él la calamidad sin advertencia; en un momento quedará quebrantado sin remedio.
¿Qué ocurre cuando pronunciamos estas palabras? Bueno, HASATÁN LITERALMENTE TOMA TODAS Y CADA UNA DE NUESTRAS PALABRAS Y ASIGNA DEMONIOS PARA QUE LAS LLEVEN A CABO. La maldición comenzará a trabajar en la vida de nuestros hijos, maridos, esposas, amigos, etc., MUY LENTAMENTE, pero irá de seguro hacia el destino que nosotros mismos le imponemos. Cuanto más insistamos en repetir lo mismo, más firme resultará el objetivo.
¿Y por qué ocurre esto de esta manera? PORQUE ELOHIM PUSO AUTORIDAD Y PODER EN LO QUE HABLAMOS. Yahweh nos hizo semejantes a Él mismo, y Él lo hizo todo con el poder creativo de la palabra. Nosotros, como seres espirituales semejantes a Él, también tenemos poder y autoridad con la palabra, YA SEA PARA BIEN O PARA MAL. No lo olvidemos nunca: somos SEMEJANTES A Elohim.
Como un gorrión tiene que revolotear y la golondrina volar, así una maldición sin motivo tiene que caerle a uno mismo. Mishlei 26:2
La muerte y la vida están en el poder de la lengua; los que la aman comerán de su fruto. Mishlei 18:21
Si no tenemos conciencia de la autoridad y poder que tienen nuestras palabras podemos literalmente DESTRUIR la vida de los que amamos.
2. Maldiciones Impuestas Por Brujos Y Hechiceros
Con el mismo principio, los brujos y hechiceros hacen sus conjuros (oraciones), ellos manejan muy bien las maldiciones, manejan muy bien el poder de la palabra y muchos acuden a ellos para conseguir algo a la fuerza, o para manipular situaciones. Ellos saben muy bien que están trabajando con haSatán. Y realmente es una lástima que el mismo creyente no conozca el poder de las palabras, por eso queda totalmente vulnerable a los ataques de hechicería o brujería, ¡porque no sabe defenderse, ni sabe atacar!
3. Maldiciones Autoimpuestas O Auto-maldiciones
Yaakov le respondió a su madre Rivkah: "Pero mi hermano Esaú es velludo y yo soy lampiño. Si mi padre me toca quedaré por tramposo delante de él y me conseguiré una maldición en vez de una bendición". Pero su madre le dijo: "QUE TU MALDICIÓN, HIJO MÍO, CAIGA SOBRE MÍ. Sólo haz lo que te digo y ve y escógemelos". Bereshit 27:6-13
En este caso fue una auto-maldición consciente. Muchas veces decimos que algo venga sobre nosotros en vez de nuestros hijos, pero no debe ser así. Elohim puede librarnos de toda situación difícil sin que nosotros lleguemos a la auto-maldición.
Rivkah pagó las consecuencias de esta auto-maldición y sufrió la separación de sus hijos hasta morir. Toda palabra que hablemos en negativo se volverá una realidad en nuestras vidas.
Debemos ser muy cuidadosos con lo que hablamos DE NOSOTROS MISMOS. Todo lo que establecemos sobre nuestras vidas lo recibiremos, todo lo que decimos lo recibiremos, todo lo que anunciamos veremos acontecer. Pensemos un poco en cada vez que hablamos y cómo "alcanzamos" siempre eso que pronunciamos, eso que "profetizamos" acerca de nosotros mismos.
Si por ejemplo declaramos: "Nunca me va a alcanzar el sueldo", así será; si decimos "Nunca me voy a curar de mi enfermedad", así será; si insistimos: "Voy a volverme loco/a", así será; si nos lamentamos: "Nadie me tiene en cuenta", así será... Así será con todo.
Sin embargo, quiero resaltar que LA INVERSA NO ES IGUAL. Es decir, ya que si nos maldecimos eso sucederá, algunos han concluido que entonces, bendecirnos nos traerá bienes, y salen a los gritos, como locos, a "declarar" bendiciones (que son casi siempre bienes materiales para sí mismos). No funciona de esta manera. Provocamos las maldiciones que hablamos, pero las bendiciones se consiguen de una única manera: POR OBEDIENCIA.
Por otra parte, acá queda bien claro lo que dijo Mashíaj:
Bendigan a los que los persiguen; bendigan y no maldigan. Romaniyim 12:14
Y lo que dijo Kefá:
No devuelvan mal por mal, ni maldición por maldición, sino al contrario, bendigan; pues para esto los han llamado, para que hereden bendición. Kefá Alef 3:9
BENDECIR TRAE BENDICIÓN, PORQUE ACTUAMOS COMO NUESTRO PADRE.
Ahora entendemos también por qué Elohim estableció que hablemos con salmos e himnos espirituales:
...hablando entre ustedes con salmos, con himnos y cánticos espirituales; cantando y alabando a Elohim en sus corazones... Efesiyim 5:19
Porque: "El que quiere amar la vida y ver días buenos refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígala. Porque los ojos de Yahweh están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones. Pero el rostro de Yahweh está contra aquéllos que hacen el mal". Kefá Alef 3:10-12
Es muy interesante que en los hogares donde abundan las palabras sucias, las groserías, maldiciones, griterías, maledicencias, también abundan LAS ENFERMEDADES.
Antes de comenzar con cualquier tipo de oración, es sumamente importante que TODOS en la familia hagan un compromiso de no hablar quejas, insultos, críticas, griterías, reclamos, derrota, amargura, sino que cambien el lenguaje familiar DE MALDICIÓN A BENDICIÓN. Los pleitos, las griterías, las contiendas, los desacuerdos y la intolerancia deben desaparecer PARA SIEMPRE del hogar, de lo contrario todo será un gran fracaso. De ahora en adelante cada uno personalmente cambiará su lenguaje a un lenguaje de BENDICIÓN. Si el ambiente de pleito, contienda y amargura continúan en el hogar, DE NADA SERVIRÁN LAS ORACIONES. Puede que los demás no deseen colaborar, pero la acción de cada uno de nosotros puede contrarrestar en buena medida su lenguaje de maldición.
Tener un lenguaje negativo, pesimista o de maldición DESACTIVA las oraciones de poder. Los creyentes que oran a Elohim por una situación, pero luego expresan negativismo, amargura, pesimismo, derrota, maldición en su lenguaje cotidiano, nunca verán contestadas sus oraciones, por esto es que hay muchos creyentes que por años oran por una situación que nunca se resuelve. Una de las bases que ya hemos mencionado es perdonar en primer lugar, y aplicar la bendición ante una situación de pleito es una forma de establecer el perdón.
El lenguaje que utilizamos para orar debe estar EN CONCORDANCIA con nuestro lenguaje cotidiano.
Cuidar La Calidad De Nuestros Pensamientos
Nuestra mente tiene importancia. En realidad, es decisiva.
"Pues según piensa un hombre en su corazón, así es él..." Mishlei 23:7
Las Escrituras dicen:
En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, piensen en esto. Filipiyim 4:8
Los pensamientos de amargura, rabia, malicia, envidia, rechazo, rebeldía, paranoia, odio y venganza traen peligro a nuestra estabilidad emocional, PORQUE SON PENSAMIENTOS ENFERMOS.
Igualmente cuando hay cosas negativas en la mente, pesimismo, depresión, negatividad, fatalismo, que ya no hay remedio, que no vale la pena el esfuerzo, que hay temores, que qué va a pasar, que hemos perdido la esperanza, que no se puede...
Esto es muy serio. Porque eso se puede descontrolar. Y si no sanamos de esos pensamientos enfermos terminaremos descontrolados, y nos enviarán a un psiquiatra, que nos dará "medicinas" que nos enfermarán más, como sabemos. Por eso hoy hay gente loca por doquier.
Debemos pensar como dijo Shaúl, en TODO lo que sea verdadero, respetable, justo, amable y digno de admiración. ¿Nuestros pensamientos adoran y glorifican a Elohim?
Muchos de nuestros fracasos espirituales se deben a nuestra mente y malos pensamientos. El pensar bien, el santificar nuestra mente, purificarla de todo mal pensamiento, y reafirmar cada día nuestra posición en Yahshua, ratificando nuestra identidad como hijos de Elohim, eliminando los pensamientos egoístas, los deseos de venganza, la paranoia, la malicia, etc., otorgará la posibilidad de crecer y madurar espiritualmente, y SANAR. Las enfermedades que padecemos por causa de las maldiciones que hemos permitido entrar, a causa de nuestra desobediencia a las órdenes claras y simples de Yahweh en Sus mandamientos.
Cuando los malos pensamientos tomen lugar en nuestra mente, tomemos la iniciativa de llevarlos cautivos a Yahshua a través de la oración y la lectura de su Palabra. No nos dejemos más seducir por malos pensamientos, saquémoslos pronto de la mente.
Entonces, ¿Cómo Rompemos Las Maldiciones Impuestas?
Por medio de la oración. Elohim nos proveyó de recursos inagotables en la oración, y acompañadas con un sincero arrepentimiento y cambio de actitud en nuestras vidas, hoy mismo Elohim puede dejar sin efecto toda palabra de amargura, muerte, ruina, enfermedad que hemos puesto alguna vez sobre nosotros, los nuestros y sobre nuestro prójimo.
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EL MANÁ
En su adversidad clamaron a Yahweh, y él los libró de sus angustias. Los sacó de profundas tinieblas, rompió sus ataduras. Que alaben a Yahweh por su amor, por sus maravillosas obras para la humanidad. Mizmor 107:13-15
Oh Yahweh, yo soy tu servidor, servidor tuyo, el hijo de tu servidora; tú has roto los lazos que me ataban. Sacrificaré una ofrenda de agradecimiento a ti e invocaré el nombre de Yahweh. Mizmor 116:16-17
Que le rindan honor a Yahweh, y proclamen su gloria en las costas. Yahweh saldrá como guerrero, como combatiente despierta su ira. Grita, ruge fuertemente, se abalanza sobre sus enemigos. YeshaYah 42:12-13
Cuando ustedes me invoquen, y vengan y oren a mí, yo les prestaré atención. Me buscarán y me hallarán, si me buscan con todo su corazón. Me dejaré hallar de ustedes –declara Yahweh– y les restauraré su suerte. Y los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares a donde los he desterrado –declara Yahweh– y los haré volver al lugar de donde los exilié. YirmeYah 29:12-14
LA ARMADURA
Ahora me fortalezco con el gran poder de Yahshua Ha Mashiaj y me coloco toda la armadura de nuestro Elohim, para hacer frente a todas las artimañas de haSatán.
Me ciño con el Cinturón de la Verdad, me protejo con la Coraza de Justicia, y calzo mis pies con el ánimo de proclamar la Besorah de la Paz. Tomo el Escudo de la Fe con el que apagaré todos los dardos de fuego del maligno. Tomo también el Casco de Salvación y la Espada del Ruaj, que es la Palabra de Elohim. Como guerrero enfrentaré las huestes del maligno recuperar todo lo que perdí yo, y mis antepasados, para cortar con estas maldiciones que se arrastran en mi familia, para que mis hijos no las sufran y sirvan plenamente a Yahweh.
LA ORACIÓN
1. Oración De Quebrantamiento De Maldiciones Impuestas
Abba Kadosh, ten misericordia de mi, ten misericordia de mis antepasados. Confieso sus pecados, iniquidades y delitos y suplico perdón en esta hora, de todo corazón. También confieso mis iniquidades, mis delitos y pecados. He pecado contra Ti andando en oposición a Ti, Elohim de Yisrael, el único y verdadero Elohim.
He pecado y he hablado amargura, pobreza, ruina, enfermedad, negativismo.
Lo he hecho en mi hogar, lo he hecho contra mi prójimo. He sido malo/a y rebelde, desobediente e incrédulo/a. Pero ahora en arrepentimiento suplico me perdones por toda palabra ociosa, obscena, de amargura, dolor, enfermedad, ruina, pobreza, muerte y aún venganza que he hablado en mi hogar o en contra mi prójimo.
También pido perdón en nombre mío y de mis ancestros por toda PERVERSIDAD DE LABIOS que se ha practicado a lo largo de mis generaciones. Suplico humillado/a tu perdón, por tanta blasfemia, groserías, amenazas, insultos, griterías, perjurios, mentiras, engaños, calumnias, maldiciones y maldiciones a Elohim, que se han practicado a lo largo de mis generaciones pasadas, y desde hoy en más, que los dichos de mi boca y la oración de mi corazón sean gratos delante de ti, oh Adón Yahweh, Abba Kadosh, ¡purifica mis labios!
Amado Adón, conforme a todos Tus actos de justicia y misericordia, aparta las maldiciones que nos han alcanzado por la corrupción de nuestros dichos. En este momento, en virtud del poder y autoridad de la palabra: renuncio, arranco, deshago, quebranto y destruyo toda maldición que llegó a mí y a mi descendencia a causa de toda palabra de maledicencia que he pronunciado, a causa de toda palabra de amargura, ira, dolor, que he pronunciado en mi hogar sobre mí, sobre mi cónyuge, sobre mis hijos, y sobre toda palabra de maldición que mis antepasados hayan pronunciado en sus generaciones.
En el nombre de Yahshua ha Mashíaj, esas palabras quedan anuladas y ya no tienen poder, efecto ni influencia en la vida de mis hijos, ni en la vida de mi cónyuge, ni en mi vida.
Anulo todo decreto de pobreza, muerte y destrucción que hayan puesto sobre mi hogar y sobre mi familia y pronuncio que quedan destruidos en nombre de Yahshua ha Mashíaj, quien trae VIDA sobre nosotros, sobre mis hijos, sobre mí, sobre mi familia. No nos asaltará la muerte, la desgracia ni la calamidad, Yahweh es nuestro escudo y en Él estamos confiados. Nunca prosperarán las viejas maldiciones, ahora quedan totalmente inactivas y muertas. Toda maldición dejó de ser, en el poderoso nombre de Yahshua ha Mashiaj.
Ahora expulso a todos los demonios que ministran estas maldiciones. Quedan desalojados ahora mismo, se retiran de nuestras vidas, son disipados como humo, dispersados en la nada, en el poderoso nombre de Yahshua ha Mashiaj.
También pido lo mismo para toda palabra de maledicencia que puse sobre mi prójimo. Pronuncio que esas palabras ya no tienen poder, efecto ni influencia en la vida de mi prójimo. Nunca prosperarán, ahora quedan totalmente inactivas y muertas.
Nota: si se recuerda alguna maldición porque el Ruaj la trae a la memoria, renunciar a esa de forma específica.
La maldición dejó de ser en el poderoso nombre de Yahshua. Ahora echo fuera a todos los demonios que ministran estas maldiciones sobre mi prójimo... (nombre a las personas que maldijo). Quedan expulsados y desalojados ahora, se retiran, se disipan y dispersan, en el poderoso nombre de Yahshua ha Mashiaj.
También pido liberación de maldiciones de brujos, ocultistas y hechiceros que se hayan puesto sobre mí y sobre mi casa en cualquier momento del tiempo. No valen las hechicerías contra mí, ni contra mi casa. Quebranto, deshago, destruyo y arranco toda obra de ocultismo impuesta sobre mi vida por las maldiciones de otros. Se van ahora todos los demonios que ministran estas maldiciones, quedan inactivos, dispersos, se disipan ahora, en el nombre poderoso de Yahshua mi Adón.
Padre, Altísimo Kadosh de Yisrael, te pido que nos limpies completamente con la sangre de Yahshua ha Mashiaj. Gracias te damos porque por fe somos libres de toda maldición, de toda opresión, de todo derecho de haSatán sobre mi casa y sobre mí.
Renuncio y me opongo a haSatán, la serpiente antigua y a todas sus jerarquías. Me opongo a todos ahora, y confieso que ya no les daré lugar en mi vida. Los ato y echo fuera de mi vida y la de mi familia, y se van ahora.
Ven ahora Ruaj haKodesh, y llena toda mi casa interior y no permitas habitar allí a ningún espíritu inmundo. Tómame y satúrame por completo, suplico que permanezcas en mí y en toda mi casa. Suplico que no permitas que yo te apague. Enséñame, ayúdame y sáname.
Padre Eterno, te ruego que por tu Ruaj haKodesh, en este momento Tú mismo desalojes toda maldición por palabra impuesta de mi hogar y de mi cuerpo. Ven ahora y quema toda inmundicia, y ocupa Tú ahora esos lugares Abba Kadosh mi Elohim, Bendito Yahshua Ha Mashiaj, por todas las edades.
Gracias Padre Santo, porque te has levantado como gigante para liberarnos. Gracias por todo lo que nos das. Bendecimos tu Santo Nombre. Amén y amén.
2. Oración De Limpieza De Labios
Ninguna palabra obscena salga de su boca, sino la que sea buena para edificación según sea necesaria, para que imparta bondad a los que oyen. Y no entristezcan al espíritu de santidad de Elohim con el que fueron ustedes sellados para el día de la redención. Quítense de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad. Pero bien, sean bondadosos y misericordiosos unos con otros, perdonándose unos a otros, como Elohim también los perdonó a ustedes en el Mashíaj. Efesiyim 4:29-32
Padre amado: conforme a estos pasukim, ayúdanos a cuidar de nuestra boca y cada palabra que sale de ella. Ayúdame a no hablar duro, ayúdame a no insultar, a no reclamar, a no quejarme ni a murmurar, porque todo esto entristece inmensamente a tu Ruaj haKodesh que mora dentro mío. Por eso confieso todo pecado de amargura, enojos, ira gritos, maledicencias, pido perdón y renuncio y desalojo a estos espíritus inmundos de mi vida en el poderoso nombre de Yahshua.
Y guárdame de no ser agradecido, guárdame de creerme más que los demás, y de sentirme superior a los otros. Yo no quiero ser así, Padre mío, ayúdame a cambiar mi actitud, purifica mis labios.
Ayúdame a cambiar en lo más profundo de mi corazón, lávame más y más de mi maldad y haz de mí una persona bondadosa y mansa, hazme cada día más parecida a Yahshua.
Padre, necesito hoy que me renueves y hagas cosas nuevas conmigo. Necesito cambiar y ser liberado/a, por eso vengo a Ti, porque en mis fuerzas yo no puedo hacerlo. Ayúdame a terminar con ese vicio de no controlar mi lengua. Dame ahora un ruaj perdonador para que la amargura no tome ventaja de mí, dame misericordia para con los demás y que siempre hable sólo lo que edifica. En el poderoso nombre de Yahshua, te ruego, amén y amén.
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