9 de noviembre de 2020

CLE03 19 - Zévaj Shelamim, La Ofrenda De Paz 02

 

La Zévaj Shelamim 05

 

• Comer En Estado De Contaminación

 

La carne que toque algo impuro no deberá comerse; se consumirá al fuego. En cuanto a la otra carne, sólo el que esté limpio puede comer esa carne. Pero la persona que, en estado de inmundicia, coma carne del Zévaj Shelamim de Yahweh, esa persona será cortada de su parentela. Cuando una persona toque algo impuro, sea inmundicia humana o un animal impuro o alguna criatura impura, y coma carne de los Zévaj Shelamim de Yahweh, esa persona será cortada de su parentela. Vayikra 7:19-21

 

La carne de las ofrendas debe ser consumida solamente si la carne en sí y la persona que pretende comerla están en estado de pureza ritual. Este pasaje establece las prohibiciones y las penas por transgresiones intencionales de este requerimiento. La ofrenda por una transgresión involuntaria se encuentra en el capítulo 5, que estudiaremos más adelante.

 

Cuando se trasgrede cualquier mandamiento restrictivo para el que no se especifica un castigo, el transgresor era condenado a azotes. Sólo por las transgresiones mencionadas en los dos pasukim siguientes hay pena de "separación espiritual".

 

"...Toda persona no contaminada..." implica que la carne de una ofrenda de paz puede ser comida por cualquier persona apta para ello y no sólo por el dueño. Por eso podía convidar a otros.

 

Se puede ver una notable similitud entre comer de las ofrendas de paz en agradecimiento, que consistía en carne y pan, y comer la mesa del Adón. Comer la mesa del Adón Yahshua con una actitud de rechazo y desprecio hacia los hermanos, es como comer en un estado de impureza, y produce un juicio divino. Por causa de que los santos en Corinto no habían reconocido a sus hermanos como parte del mismo cuerpo, cayeron bajo juicio y muchos recibieron enfermedades y murieron antes de tiempo, como está escrito:

 

En cuanto a lo que les voy a decir ahora no los alabo; porque ustedes no se reúnen para lo mejor, sino para lo peor. Primeramente, he oído decir que cuando se reúnen como comunidad hay entre ustedes disensiones, y en parte lo creo; porque es preciso que haya entre ustedes hasta partidismos, para que se manifiesten entre ustedes los que son aprobados. Porque cuando ustedes se reúnen en un lugar, no es para comer la cena del Adón, pues cada cual se adelanta a comer su propia cena; y mientras unos tienen hambre, otros se emborrachan. ¿Es que no tienen casas en donde comer y beber? ¿O menosprecian la comunidad de Yahweh y avergüenzan a los que no tienen? ¿Qué les puedo decir? ¿Los alabaré? ¡En esto no los alabo! Qorintiyim Alef 11:27-32

 

El mensaje que se está dando al comer del pan, que simboliza la entrega de Mashíaj por su congregación, es que todos somos un cuerpo en él, como está escrito:

 

"Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan...". Qorintiyim Alef 10:17

 

Entonces, al tomar una parte de ese pan junto con los demás, hay una proclamación de unidad. El problema que hubo en Corinto fue que los que estaban tomando este pan, y así proclamaban su unidad con el cuerpo de los creyentes, luego vivían en divisiones y actitudes de crítica y desprecio hacia los demás.

 

No se puede proclamar una cosa y vivir otra. No se puede predicar algo que uno no vive. Esa actitud trae el juicio divino sobre el culpable:

 

Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe, sin discernir la realidad, come y bebe juicio para sí mismo. Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos han muerto. Qorintiyim Alef 11:28-30

 

En este caso el juicio produjo enfermedades y muerte antes de tiempo. Así que si hay muchos enfermos y algunos que mueren jóvenes en nuestras congregaciones, tendremos que preguntarnos: ¿qué tipo de actitudes tenemos entre nosotros?

 

• Ni Grasa Ni Sangre

 

Este punto ya lo estudiamos antes, junto con el capítulo 3.

 

• El Sacerdote Presenta La Ofrenda

 

Háblale así a los yisraelitas: La ofrenda a Yahweh de un Zévaj Shelamim debe presentarla el mismo que ofrezca el Zévaj Shelamim  a Yahweh: su propia mano presentará la ofrenda encendida de Yahweh. Presentará la grasa con el pecho, el pecho para que sea mecido como ofrenda mecida (TENUFÁ) delante de Yahweh; el sacerdote convertirá la grasa en humo sobre el altar... Vayikra 7:29-31

 

Este pasaje describe el ritual que se realiza con las partes de la ofrenda de paz que serán puestas en el Altar, y con las partes que serán presentadas como regalo a los Kohanim.

 

Antes de ser colocadas en el Altar o presentadas a los Kohanim, se las mece hacia los cuatro puntos cardinales (los cuatro lados del altar), y luego son elevadas y bajadas, tal como lo indican las palabras "ofrenda mecida". Este servicio se realiza sólo en el caso de las ofrendas de paz, para enseñar que uno de los aspectos fundamentales en satisfacernos con nuestra situación en la vida es el reconocimiento de que la persona es sierva de Elohim y que la shalom abarca también paz con el mundo.

 

• El Sacerdote Se Lleva Sus Partes

 

...el pecho irá para los hijos de Aharón. Y el muslo derecho de sus Zévaj Shelamim lo presentarán al sacerdote como donación; el de los hijos de Aharón que ofrezca la sangre y la grasa de las ofrendas de bienestar obtendrá el muslo derecho como su porción. Porque he tomado el pecho de la ofrenda de elevación y el muslo de la ofrenda de donación de los yisraelitas, de sus Zévaj Shelamim, y se las he dado a Aharón el sacerdote y a sus hijos como su asignación de parte de los yisraelitas para siempre. Vayikra 7:31b-34

 

El pecho es una ofrenda mecida (TENUFÁ), mientras que el muslo es una ofrenda elevada (TERUMÁ). El pecho es la morada del corazón donde reside el deseo, y el muslo representa la capacidad de desplazarse y el poder de sustentarse a sí mismo en cuanto a mantenerse en pie (recordemos a Yaakov) por lo que al alzar y mecer tales miembros reconocemos que estas funciones están al servicio de Elohim y bajo Su control.

 

La ofrenda mecida hace referencia a Mashiaj en Su resurrección. La mejor parte de la ofrenda de paz es para Elohim; ésta es consumida por el fuego y dada a Elohim. La parte amorosa, el pecho, es la porción asignada a nosotros, los servidores, para nuestro deleite.

 

Cuanto más ministremos Mashiaj como ofrenda de paz y cuanto más ofrezcamos Mashiaj como ofrenda de paz a Elohim, más será nuestra la capacidad de amar y el poder fortalecedor de Mashiaj. De esta manera, seremos más fuertes y firmes, y más amorosos.

 

Yahweh ha dado estas partes a los sacerdotes por estatuto para todas las eras. Esto significa que Elohim nos ha asignado a nosotros, los sacerdotes del B'rit Hadashá, la capacidad de amar y el poder fortalecedor de Mashiaj, como nuestra porción eterna para que la disfrutemos al servir a Elohim. Elohim nos ungió para que fuésemos sacerdotes, y nos asignó por porción la capacidad amorosa de Mashiaj y Su poder fortalecedor. Por tanto, podemos amar a Elohim y permanecer firmes en nuestro servicio sacerdotal a Él.

 

• Las Leyes De Las Ofrendas

 

Tal es la ley de la ofrenda quemada, la ofrenda de comida, la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa, la ofrenda de ordenación, y el Zévaj Shelamim, que le encargó Yahweh a Mosheh en el Monte Sinay, cuando mandó que los yisraelitas presentaran sus ofrendas a Yahweh, en el desierto de Sinay. Vayikra 7:37-38

 

Esto significa que nuestra consagración al sacerdocio tiene que realizarse tomando al Mashiaj que lo incluye todo como las cinco ofrendas y según las normas correspondientes.

 

El pasuk 37 nos habla de la consagración. Aquí la consagración no es una sexta ofrenda; más bien, las cinco ofrendas tienen como finalidad la consagración. En el tiempo de la consagración Elohim asignó estas ofrendas, con sus diferentes aspectos, para el deleite de los sacerdotes.

 

Hemos visto que en los capítulos del 1 al 5, las ofrendas siguen una secuencia particular: el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda de paz, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones. Esta secuencia no es conforme a la doctrina, sino conforme a nuestra experiencia práctica. Sin embargo, al darse las leyes de las cinco ofrendas, la secuencia cambia significativamente. Aquí la ley del holocausto es primero, después de lo cual viene la ley de la ofrenda de harina, la ofrenda por el pecado, la ofrenda por las transgresiones y la ofrenda de paz. Esta última secuencia concuerda con el cuadro total de la edificación de Elohim. Según el corazón de Elohim y Su deseo, Él dispuso que experimentemos a Mashiaj como cuatro clases de ofrendas: el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones. El holocausto es el requisito necesario para la ofrenda por el pecado, y la ofrenda de harina es el requisito necesario para la ofrenda por las transgresiones. De estas cuatro ofrendas, dos guardan relación con el requisito, y dos guardan relación con el resultado. La ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones tienen como finalidad ese resultado particular.

 

Estas cuatro ofrendas, en acción conjunta, tiene como resultado la paz. Esta paz es lo que Elohim desea. Según Su corazón, Elohim desea que nosotros disfrutemos de Su edificación, la cual se centra en Su Hijo, Mashiaj. Mashiaj es nuestro holocausto, nuestra ofrenda de harina, nuestra ofrenda por el pecado y nuestra ofrenda por las transgresiones a fin de que nosotros le disfrutemos como paz. En nuestra acción de gracias, en nuestros votos y en nuestras ofrendas voluntarias, disfrutamos a Mashiaj como nuestra paz con Elohim. Esta secuencia retrata la edificación de Elohim en su totalidad.

 

Así porque, en Vayikra 1—7 encontramos dos secuencias: la secuencia conforme a la experiencia y la secuencia conforme a la edificación de Elohim en su totalidad. Las cuatro ofrendas —el Oláh, la Minjá, el Jatát y el Ashám— tienen como finalidad que nosotros disfrutemos a Mashiaj como nuestra paz con Elohim en todo sentido.

 

 

 

 

La Zévaj Shelamim En Las Escrituras


1. "Ofrenda De Confesión"


Ahora vamos a echar un vistazo a cada una de estas 3 ocasiones citadas para dar la ofrenda de Paz, la Zévaj Shelamim. La primera ocasión, la "ofrenda de confesión", era usada cuando el creyente buscaba a Elohim para liberación de sus enemigos o para sanidad de enfermedades. Debido a que algún pecado desconocido era visto como la causa para opresión de un enemigo o de enfermarse, era lógico que la confesión de pecado fuera necesaria si él pensaba que esa era la razón de su conflicto. Ahora bien, esto mismo está declarando que estos pecados eran de la variedad de "no intencionales", ya que los mismos eran desconocidos para el creyente.

 

Los actos de mala conducta eran tratados por medio de otros sacrificios que nosotros todavía no hemos estudiado. Vamos a ver un par de ejemplos en las Escrituras acerca del uso práctico de la Ofrenda de Paz en la vida yisraelita:

 

Los yisraelitas avanzaron contra los binyaminitas el segundo día. Pero los binyaminitas salieron de HaGuivah contra ellos el segundo día y derribaron a 18,000 más de los yisraelitas, todos ellos combatientes. Entonces todos los yisraelitas, todo el ejército, subió y fue a Betel y se sentaron allí, llorando delante de Yahweh. Ayunaron aquel día hasta la noche, y presentaron ofrendas quemadas y ofrendas de paz a Yahweh. Los yisraelitas consultaron a Yahweh –porque el Arca de la Alianza de ha'Elohim estaba allá en aquéllos días, y Pinjás hijo de Elazar hijo de Aharón el sacerdote ministraba delante de Él en aquéllos días–, "¿Debemos hacerle la guerra otra vez a nuestros paisanos los binyaminitas, o no?". Yahweh respondió: "Suban, que mañana los entregaré en las manos de ustedes". Shoftim 20:24-28

 

Los hombres de Yisrael habían hecho un juramento en Mitspah: "Ninguno de nosotros dará a su hija en matrimonio a un binyaminita". El pueblo vino a Betel y se sentó allí delante de ha'Elohim hasta la noche. Gemían y lloraban amargamente, y decían: "Oh Yahweh, Elohim de Yisrael, ¿por qué ha sucedido esto en Yisrael, que falte ahora una tribu en Yisrael? Temprano al día siguiente, el pueblo edificó un altar allí, y trajeron ofrendas quemadas y Zévaj Shelamim. Shoftim 21:1-4

 

En estos dos casos los yisraelitas estaban perplejos de lo que les estaba pasando a ellos, por lo que primero ofrecieron un Oláh, el cual estaba destinado a atraer la atención y el favor de Elohim; y luego La Zévaj Shelamim, como una ofrenda de confesión de su condición pecaminosa y de falta de mérito.

 

2. "Ofrenda de Voto"

 

Vamos a ver ahora un segundo y diferente tipo de Zévaj Shelamim, cuando es llamada la "ofrenda de voto". Era típico de esos días hacer un voto a Elohim que si Él ayudaba con algún tipo de problema, o mostraba Su misericordia hacia uno por una necesidad especial, entonces la persona prometía hacer algo a cambio por Elohim. Cuando esa promesa, ese voto a Elohim era cumplido, el mismo era acabado con una ceremonia que incluía la Ofrenda de Paz.

 

La esencia de esta clase de Zévaj, esta "ofrenda de voto", es ilustrada muy bien en la historia de Yaakov huyendo de su hermano Esaú después de haberle engañado y obtenido el derecho a la primogenitura de su padre Yitzjak, que con derecho, por tradición, le pertenecía a Esaú.

 

Yaakov entonces hizo un voto, diciendo: "Si Elohim permanece conmigo, si me protege en este viaje que estoy haciendo, y me da pan para comer y ropa para vestir, y si vuelvo a salvo a la casa de mi padre, Yahweh será mi Elohim". Bereshit 28:20-21

 

...y Yaakov erigió un pilar en el sitio donde le había hablado, un pilar de piedra, y ofreció una libación sobre él y le derramó aceite. Yaakov le dio al sitio, donde Elohim le había hablado, el nombre de Bet-El, Casa del Poderoso. Bereshit 35:1-4,13-15

 

Yahweh ya había puesto sus principios en práctica mucho antes que Moshe y la Ley; pero habían llegado a degradarse y a pervertirse por su mal uso en cientos de culturas en existencia. Aquí nosotros tenemos a Yaakov, unos 500 años antes de darle a Moshe la Ley, llevando a cabo la clase de ofrenda Zévaj; todos los elementos del Zévaj, la Ofrenda de Paz, están presentes.

 

La piedra levantada, levantada por Yaakov es en hebreo MATSTSEBAH, que puede indicar un pilar de alguna clase, usado como un marcador, o un tipo de altar muy primitivo. Obviamente, como Yaakov está usándolo como un lugar de ofrenda a Yahweh, el mismo era más como altar que de un marcador de frontera.

 

Y la historia muestra el voto hecho por Yaakov ("Si me ayudas, Tú serás mi Elohim"), y luego muchos años más tarde, cuando Yaakov cumple su voto al hacer a Yahweh su Elohim, él levanta un Matstsebah, y ofrece libación y derrama aceite en el mismo como "una ofrenda de voto". La Ofrenda de Voto prescrita con tal detalle a Moshe en Vayikra 3, fue dada 5 siglos después de este incidente con Yaakov que nosotros encontramos en Bereshit; y aun cuando los principios y la esencia de la Ofrenda de Voto son los mismos, Elohim ha refinado y lo ha definido más aún. Cuando Yaakov levanta la piedra, hace un voto, y ofrece un sacrifico de aceite, él no estaba inventándose algo nuevo; lo que él hizo era costumbre y típico para esos días no sólo entre los hebreos, sino que entre la mayoría de las personas del Medio Este.

 

3. "Ofrenda Voluntaria"

 

La tercera clase de Ofrenda de Paz es en ocasiones llamada la "ofrenda voluntaria". La misma era bastante diferente de la clase de Ofrenda de Paz del "voto y confesión". Ya que en la ofrenda voluntaria el creyente no estaba en busca de algo por parte de Elohim; más bien, esto era sencillamente una expresión espontánea de gratitud a Yahweh. La misma era una ocasión bastante alegre.

 

Las tres clases de Ofrenda de Paz terminaban con una cena sagrada, que típicamente involucraba al creyente y al sacerdote. Estas situaciones eran, en general, gozosas en su naturaleza, aunque la ofrenda voluntaria era la más feliz.

 

Hoy ya no se ofrecen ofrendas literales de paz, de gozo y gratitud, pero su espíritu debería permanecer. Pocos, aun entre los supuestos "buenos" creyentes, se regocijan como debieran, como tienen el privilegio de hacerlo, en la paz y el amor de Elohim. Aunque en algunos casos esto se deba a que no aprecian debidamente lo que Elohim ha hecho por ellos, éste no es siempre el problema. Hay muchos creyentes que no comprenden que tienen el privilegio de ser felices en su creencia, y que es su deber también exponer al mundo la felicidad que esa relación les produce. Viven más a la sombra del madero que a su luz. Piensan que es pecaminoso ser felices, que aun una sonrisa podría ser inconveniente, y que la risa, sea inocente o no, es sacrílega. Señalan el hecho de que no hay registro de que Yahshua se hubiera reído o aun sonreído. Esto es verdad, pero tampoco hay registro de que Yahshua se hubiera peinado o bañado. Tales personas tratan de llevar la carga del mundo sobre sus hombros, y piensan que cualquier momento pasado en recreación no sólo es tiempo perdido, sino que es algo ciertamente irreligioso. Son "buenos" creyentes, pero no creyentes felices.

 

Si hubiesen vivido en el tiempo de Yahshua y si hubiesen estado entre sus seguidores, hubieran puesto en duda la conveniencia de que Yahshua asistiera a las bodas de Caná, y, de haberío acompañado, lo hubieran hecho de mala gana. Lo hubiera esperado con suma impaciencia. ¿Acaso no tenía una gran obra que realizar? ¿Cómo podía perder tiempo en fiestas sociales?

 

Si hubiesen sabido que tan sólo tenía tres años para trabajar, hubieran estado aún más perplejos. Esta clase de "buenos" creyentes habría creído que en las actividades sociales de Yahshua había algo malo. De hecho, lo dijeron ya en su época:

 

Pero vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tienen un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores". MattiYah 11:19

 

¿Cómo podía pasar tiempo comiendo y bebiendo con los pecadores? Aun los fariseos estaban perplejos por esto cuando señalaron el ayuno y la oración de los discípulos de Yahanan, para reprender implícitamente al Mashíaj, quien estaba en un banquete:

 

Después Leví le hizo un gran banquete en su casa, y había un gran número de publicanos y otros que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas se pusieron a murmurar contra los discípulos de él, diciendo: "¿Por qué ustedes comen y beben con los publicanos y pecadores?". Yahshúa les respondió: "Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento". Entonces ellos le dijeron: "Los discípulos de Yahanan ayunan muchas veces y hacen oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben". Yahshúa les dijo: "¿Acaso pueden ustedes hacer que los que están de bodas ayunen mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando les quitarán el novio. Entonces, en esos días ayunarán". Luka 5:29-35

 

Esto se escribe teniendo muy en cuenta los tiempos en que vivimos, al borde mismo de entrar (o no) en el Reino del Milenio. Si alguna vez hubo una época cuando la seriedad y la sobriedad deberían caracterizar las vidas de los seguidores del Mashíaj, éste es el momento. Están por ocurrir grandes y portentosos acontecimientos. Este no es momento para ocuparnos en pavadas y necedades. El Rey está a las puertas. Sin embargo, estos hechos no nos debieran hacer olvidar que somos hijos del Rey, que nuestros pecados han sido perdonados, y que tenemos el derecho de estar felices y de regocijarnos. Sobre todo, justamente por el hecho de que ESTÁ LLEGANDO. La obra debe ser terminada, y nosotros debemos participar en ella; pero algunos hablan como si todo dependiese de ellos. En sus oraciones le recuerdan a Elohim lo que se necesita hacerse, como si tuviesen miedo de que él se fuera a olvidar de algunos asuntos que para ellos son de mucha importancia. Son almas "buenas", ansiosas en todo momento de hacer lo correcto, pero nunca aprendieron a echar sus cargas sobre el Adón.

 

Están haciendo todo lo posible por llevar la carga y, aunque gimen bajo el peso, están determinados a no rendirse nunca. Luchan por avanzar y hacen mucho bien. Son obreros valiosos, y el Adón los ama sin duda alguna, aunque preferiría que se relajaran y disfrutaran de Él, ya que al final de cuentas, ÉL ES QUIEN HACE TODAS LAS COSAS. Pero con todo su trabajo y su esfuerzo, a estos creyentes les falta una cosa: la fe en Elohim. Les falta fe para creer que Aquel que empezó la obra también la debe terminar; que Él se interesa tanto o más por su obra que ellos mismos; que en este mismo momento Elohim está haciendo todo lo posible por adelantar su causa. En su religión encuentran poco gozo y mucha preocupación. Son como Marta, que trabajó y se preocupó, pero dejó de lado lo que era necesario. Miran con desaprobación a las Marías; se quejan ante el Adón de ellas, y experimentan dificultades en comprender cómo el Mashíaj pudo tomar el partido de María. Preguntan si la comida se hubiera terminado de preparar, de haber habido dos Marías y ninguna Marta. Esos creyentes trabajan y son fieles en su trabajo, pero por dentro sienten que otros no están cumpliendo con su parte, y que a ellos les toca demasiada carga.

 

Resalta la misma lección en el relato del hijo pródigo. El hijo mayor dijo nunca haber hecho lo malo. Siempre había trabajado mucho, y no había perdido tiempo en fiestas ni comilonas. Ahora que había vuelto el hijo menor, después de haber gastado su parte de la herencia en una vida disoluta, el mayor estaba enojado y no quería entrar en la fiesta que se realizaba en honor del hermano que había regresado a casa. De nada valió que el padre saliera a rogarle que entrase. Por el contrario, el hijo reprendió a su padre diciéndole que, apenas había vuelto el pródigo que había gastado sus bienes con rameras, el padre le había hecho una fiesta y había matado el becerro gordo, pero nunca había hecho nada por su hijo obediente (Luka 15:30).

 

En medio de los acontecimientos más solemnes, los creyentes debiéramos todos ser personas felices. Yahshua no mostró abatimiento ni desánimo, ni siquiera frente al madero. ¿Por qué no debemos ser felices, levantar fiestas y llenarnos de gozo, si el Rey está llegando? Elohim ha puesto una canción nueva en los corazones de los redimidos. Somos hijos del Altísimo. Caminamos con Elohim. Estamos felices en Su amor.

 

No todos los creyentes tienen la paz de Elohim en sus corazones como debieran tenerla, o como tienen el derecho de tenerla. Se han olvidado de la promesa del Mashíaj: "La paz les dejo... No se turbe su corazón, ni tengan miedo" (Yahanan 14:27). Los corazones de muchos están turbados. Tienen miedo. Se preocupan. Algún ser querido está fuera del redil y están tratando de hacerlo entrar con sus oraciones. Día y noche trabajan y oran. No dejan nada sin hacer en sus esfuerzos por lograr su salvación.

 

Si alguien puede ser salvo por las obras de otro, se proponen lograr ese propósito. No es que dejen a Elohim de lado. Oran y ruegan a Elohim. Oran como si hubiera que instar a Elohim. Posiblemente a los tales no se les ocurre que a Elohim le interesa mucho más que a ellos la conversión de esa alma. ¿Se les ha ocurrido que mucho antes de que empezaran a orar y a trabajar, Elohim había puesto en movimiento aquellos instrumentos que, de ser posible, lograrían el efecto deseado? Elohim no desea salvar a un hombre en contra de su voluntad, pero hay muchas cosas que puede hacer, y las está haciendo todas. Ciertamente toda rodilla se doblará ante Él, y toda boca confesará Su Nombre.

 

Somos propensos a querer hacer la obra de Elohim y pedirle su ayuda, cuando sería mejor si reconociésemos que la obra es de Elohim y cooperásemos con él. En el momento en que comprendemos esto, llega la paz al alma. La persona no dejará de trabajar ni de orar, sino que cambiará el énfasis, el foco. Comenzará a orar con fe pero también con tranquilidad, con la confianza de que Él escucha, y Él hará. Si realmente creemos que Elohim está obrando, si creemos que se interesa por la salvación de los hombres, oraremos más que nunca; pero dejaremos la responsabilidad con Elohim. Con gozo y alegría presentemos nuestras vidas y nuestros corazones a Elohim, en ofrenda de "olor grato".

 

 

 

 

Mashiaj Como Shalom Entre Yahweh Y Su Pueblo

 

Si su ofrenda es un Zévaj Shelamim –si ofrece algo de la manada, sea macho o hembra–, traerá delante de Yahweh uno sin tacha...

Los hijos de Aharón convertirán esto en humo sobre el altar, con la ofrenda quemada que esté sobre la leña que haya en el fuego, como ofrenda encendida, de olor grato a Yahweh. Y si su ofrenda para el Zévaj Shelamim a Yahweh es del rebaño, sea macho o hembra, ofrecerá una sin tacha. Si presenta una oveja como su ofrenda, la traerá delante de Yahweh...

Y si su ofrenda es una cabra, la traerá delante de Yahweh... 

Vayikra 3:1, 5-7, 12

 

El fuego del altar se mantendrá ardiendo, sin que se apague: cada mañana el sacerdote le echará leña, pondrá sobre él la ofrenda quemada, y convertirá en humo las partes grasas de la Zévaj Shelamim. Vayikra 6:12

 

Todo lo dicho en Vayikra referente a las ofrendas fue hablado por el Adón en una pequeña tienda, el Ojel Moed. En el desierto, lejos de millones de personas que se encontraban ocupadas en tantas cosas, el propio Elohim que creó el universo entró en una pequeña tienda. Todo lo que Elohim habló allí fue dicho para la eternidad. Por medio de estas maravillosas palabras de Elohim, aquel pequeño Mishkán poco a poco se convertirá en la Nueva Yahrushalayim. Cada aspecto de este hablar referente a Mashiaj y al deleite que nosotros, juntamente con Elohim, tenemos de Mashiaj se cumplirá en la Nueva Yahrushalayim. Allí, en la Nueva Yahrushalayim, sin duda comprenderemos que Mashiaj es nuestro holocausto, nuestra ofrenda de harina, nuestra ofrenda de paz, nuestra ofrenda por el pecado, nuestra ofrenda por las transgresiones, nuestra ofrenda mecida y nuestra ofrenda elevada. Al final, todas estas ofrendas redundarán en la Nueva Yahrushalayim.

 

En Vayikra, las ofrendas siguen una secuencia particular. Primero vemos el holocausto, luego la ofrenda de harina, y después la ofrenda de paz. El holocausto significa que debemos vivir absolutamente entregados a Elohim, y la ofrenda de harina indica que Mashiaj es nuestro alimento diario. Cuando llevamos una vida de absoluta entrega a Elohim y vivimos alimentándonos de Mashiaj, el resultado es paz. Tenemos paz con Elohim y unos con los otros. Esto significa que cuando Mashiaj nos satisface, Él llega a ser la paz entre nosotros y Elohim. Hoy estamos en esta paz, la cual es Mashiaj.

 

Podemos ver esta ofrenda de paz ilustrada muy claramente en la parábola del hijo pródigo:

 

"Traigan el ternero cebado y mátenlo. Comamos y alegrémonos, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido y lo hemos hallado". Y comenzaron a festejar. Luka 15:23-24

 

La ofrenda de paz está ilustrada aquí por el becerro gordo que fue disfrutado apaciblemente por el hijo pródigo que retornaba, o sea, el pecador, y el padre que lo recibe, o sea, Elohim. El hijo pródigo regresó en una condición lamentable, pero el padre fue amoroso y lo recibió inmediatamente. Después que el padre lo recibió, lo vistió y lo restauró a su posición de hijo, se le dio muerte al becerro gordo para el deleite de todos. Este becerro gordo muestra que Mashiaj es nuestra ofrenda de paz, la cual podemos disfrutar con el Elohim que nos recibe. El padre y el hijo que regresaba disfrutaron ricamente de la ofrenda de paz.

 

Mashiaj es Aquel por el cual y mediante el cual llevamos una vida de absoluta entrega a Elohim y delante de Elohim. Mashiaj es también Aquel de quien nos alimentamos cada día. Él es nuestra comida diaria. Ahora este Mashiaj es la paz que disfrutamos con Elohim y unos con otros. Así que, el holocausto, la ofrenda de harina y la ofrenda de paz son las ofrendas básicas que nos permiten disfrutar a Mashiaj como nuestra paz con Elohim y unos con otros. Éste es el significado de la secuencia de estas tres ofrendas.

 

Cuando nos salimos de Mashiaj, no tenemos shalom. Si estamos escasos de paz, estamos escasos de Mashiaj. La medida de paz que tenemos depende de cuánto Mashiaj tenemos. Por lo tanto, la paz es un factor que nos muestra en qué grado disfrutamos a Mashiaj.

 

No hay razón para que los miembros de la congregación no tengan paz. Sin embargo, no debemos intentar tener paz por nuestros propios esfuerzos. Cuanto más nos esforcemos por tener paz, menos paz tendremos. La única forma de tener paz consiste en disfrutar a Mashiaj cada día. Por la mañana, debemos tomar a Mashiaj como nuestro holocausto y ofrecerlo para satisfacer a Elohim. Luego, debemos tomarlo como nuestro alimento diario para suplir las necesidades específicas de ese día.

 

Debemos disfrutar a Mashiaj hoy y olvidarnos del día de ayer y del día de mañana. El día de ayer ya pasó, y aún no ha llegado el día de mañana. Ya que el día de ayer ya pasó, ninguno de nosotros debe permanecer más en él. Si ayer fracasamos o tuvimos éxito, eso ya pasó. Como creyentes, no tenemos el día de mañana; sólo tenemos el día de hoy. No se preocupen por el día de mañana: ¡vivan hoy! ¿Qué tenemos hoy? Tenemos a Mashiaj. Mashiaj es el hoy.

 

 

La Ofrenda De Paz Se Basa En Que Elohim Es Satisfecho Por El Oláh

 

La ofrenda de paz, de la cual Elohim y nosotros disfrutamos hoy, tiene como base que Mashiaj es el holocausto. Esto lo indican los siguientes pasukim:

 

Los hijos de Aharón convertirán esto en humo sobre el altar, sobre la ofrenda quemada que esté sobre la leña que haya en el fuego, como ofrenda encendida, de olor grato a Yahweh. Vayikra 3:5

 

El fuego del altar se mantendrá ardiendo, sin que se apague: cada mañana el sacerdote le echará leña, pondrá sobre él la ofrenda quemada, y convertirá en humo las partes grasas de la Zévaj Shelamim. Vayikra 6:12

 

Aquí vemos que el oláh provee la base sobre la cual Elohim recibe la ofrenda de paz. Basado en el holocausto consumido por el fuego, Elohim recibe la ofrenda de shalom.

 

La ofrenda de paz es también fruto del mutuo deleite que la ofrenda de harina proporciona tanto a Elohim como al hombre (7:37). Por una parte, la ofrenda de paz se basa en el holocausto; por otra, la ofrenda de paz es fruto del deleite que se tiene de la ofrenda de harina. Es decir, encontrarnos en shalom con Elohim depende de nuestra completa consagración y de nuestro vivir humano de Mashíaj, día tras día.

 

Esto no guarda relación con la doctrina, sino con la experiencia. Si debemos disfrutar a Mashiaj como nuestra paz de una manera práctica y diaria, primero tenemos que tomarlo como nuestro holocausto para satisfacción de Elohim, y después tenemos que alimentarnos de Él como ofrenda de harina al disfrutarlo como nuestro alimento. Entonces Mashiaj se convertirá en nuestra ofrenda de paz. Creo que todos hemos experimentado esto.

 

Aunque hemos experimentado a Mashiaj como las ofrendas, tal vez no hayamos tenido el conocimiento que comunican los cuadros en Vayikra. Al presentarnos estos cuadros, Vayikra usa muchos términos técnicos. Muchos de nosotros hemos experimentado a Mashiaj sin conocer estos términos técnicos. Uno de estos términos es Oláh, holocausto. Pero aún sin conocer el término, podemos experimentar una consagración diaria. Disfrutamos "usando" nuestro Mashíaj interior para someternos en todas las pruebas a Él a fin de ser sumisos y agradables, y presentamos este Mashiaj a Elohim para complacerlo. En esto consiste presentar Mashiaj a Elohim como holocausto.

 

Después de presentar Mashiaj a Elohim como holocausto, vamos a alimentarnos de Él. Esto es tomar a Mashiaj como ofrenda de harina, como nuestra provisión de vida, es el alimento que alimenta nuestra vida humana, haciéndonos aplicar la humanidad de Mashíaj. Ofrenda de harina es el término técnico que equivale a provisión de vida.

 

Cuando tomamos a Mashiaj como nuestro holocausto y como nuestra ofrenda de harina, tenemos paz. En lo profundo de nuestro ser tenemos una sensación de gozo y de que estamos bien con Elohim y que Él nos acepta. Quizás unos momentos antes tuvimos un problema, y debido a eso no nos sentíamos en paz con Elohim; pero ahora ya no hay problemas, y estamos en paz. Esto es disfrutar a Mashiaj como shalom, como Zévaj Shelamim. Todos podemos experimentar y disfrutar esto cada día.

 

 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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