11 de marzo de 2021

CLE03-47 - Tzara'at: La Contaminación De Las Cosas Y De La Congregación


 

La Tzara'at En Las Vestimentas 01

 

En los últimos pasukim del capítulo 13 de Vayikra nos encontramos con un giro realmente extraño comenzando con el pasuk 47: la condición de tzara'at ahora es aplicada a objetos inanimados. No a personas, sino que a telas y a cueros. Obviamente ya no estamos hablando de enfermedades humanas como lo que ya vimos, pero la Torah continúa refiriéndose a estas decoloraciones y crecimientos en la tela y cuero como tzara'at, y la condición de esa tela y ese cuero es ritualmente impura. Esto es consistente con lo que hemos aprendido unos cuantos capítulos antes, que la impureza puede ser transmitida a cosas como ollas, tazones, y sillas, y otros objetos inanimados.

 

Es bueno hacer una pausa para recordar que el problema subyacente de la Tzara'at, la comida kosher, la impureza de la madre que ha dado a luz, y así sucesivamente, es de santidad versus impureza, por lo que la santidad y la impureza son incompatibles, mutuamente excluyentes... no pueden entrar en contacto una con la otra. Esto nos da la pauta del punto central del mensaje de Yahweh: Él es Kadosh, y no puede tolerar ninguna inmundicia o impureza, por lo cual es indispensable que nosotros, aun siendo redimidos por la sangre de Yahshua, seamos purificados.

 

 

Cuando ocurra una plaga de tzara'at (NEGÁ TZARA'AT) en una ropa de lana o en tela de lino, en el tejido o en el hilo del lino o la lana, o en un cuero o en algo hecho de cuero; si la plaga en la tela o en el cuero, en el tejido o en el hilo, en cualquier artículo de cuero, tiene manchas verdes o rojas, es plaga de tzara'at maligna. Vayikra 13:47-49

 

En las Escrituras, la vestimenta representa nuestra conducta externa, nuestra vida diaria. Por lo tanto, la tzara'at hallada en las vestiduras representa la inmundicia manifestada en la vida que uno lleva, en la conducta, en el contacto con otros. Hay tres clases de artículos de vestimenta mencionadas: lino, lana y cuero. Mientras el lino es de origen vegetal, la lana y el cuero son de origen animal. Como ya hemos estudiado en otros lugares, las vestimentas de lino representan la vestimenta que Mashíaj nos proporciona en Él mismo, mientras que las de lana representan la cobertura humana natural. Las prendas de cuero eran normalmente complementarias, y se usaban para el calzado mayormente, aunque también para cintos.

 

Como representan estas tres clases de vestiduras, nuestra conducta debe manifestar mansedumbre, sencillez y calidez hacia los demás. No debe haber tzara'at alguna —la expresión de pecado y rebeldía— en ninguna de estas tres clases de conducta.

 

Tener en cuenta la urdimbre y la trama en las vestiduras es tener en cuenta la forma de la confección de las vestiduras. La urdimbre va de abajo a arriba y de arriba a abajo. Así siendo, la urdimbre en las vestiduras representa nuestra conducta externa ante Elohim, o sea, nuestra relación vertical con Él. En nuestra conducta para con Elohim, no debe haber tzara'at alguna, no debe haber rebelión.

 

La trama va de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Por tanto, la trama representa nuestra conducta externa ante los demás, nuestra relación horizontal. Este aspecto de nuestra conducta debe ser puro, limpio, sin tzara'at ni rebelión alguna, "sometiéndonos unos a otros en amor".

 

En la conducta manifestada en nuestro andar diario hay entretejidos, es decir, una condición que incluye tanto a Elohim como al hombre. Nosotros no somos sólo piedras sueltas con una relación con Elohim, somos piedras de Su Edificio. Esa casa no somos nosotros individualmente, sino corporativamente, y eso implica ambos tipos de relación, que deben estar limpios de tzara'at. No estamos completos si estamos bien únicamente con Elohim o únicamente con los hombres. Por lo tanto, debemos ser apropiados tanto respecto a Elohim como respecto a los hombres. De este modo, en nuestra vestimenta, es decir, en nuestra conducta, no habrá tzara'at ni en la urdimbre ni en la trama.

 

 

Las infecciones verdosas o rojizas presentes en la vestimenta (pasuk 49) representan los cambios anormales y extraños en la vida y conducta de una persona. Nuestro vivir y conducta diarias deben ser normales. Sin embargo, la conducta de una persona puede cambiar de manera anormal y extraña. Esto es señal de enfermedad, señal de tzara'at. Esta descripción corresponde con la de prendas afectadas por el moho. El moho es un hongo que se encuentra tanto al aire libre como en lugares húmedos y con baja luminosidad, y que genera toxinas (micotoxinas) que hacen mucho daño a la salud humana. El moho crece mejor en condiciones cálidas y húmedas; ​ se reproducen y propagan mediante esporas, por lo que es fácil respirarlas y que penetren en nuestro organismo. Las esporas del moho pueden sobrevivir en variadas condiciones ambientales, incluso en extrema sequedad, a pesar de que esta no favorece su crecimiento normal (ver MOHO - LA TZARA'AT MODERNA).

 

Que la infección verdosa o rojiza que se propaga en la vestimenta se convirtiera en tzara'at maligna (corrosiva) representa el pecado que se extiende y se hace más maligno, pasando a ser parte de nuestra conducta cotidiana y común. Las palabras "maligno" o "corrosivo", según las traducciones, indican una infección de la especie que se propaga carcomiendo la cobertura (vestimenta) de la persona. Al principio, el pecado tal vez comenzó en pequeña escala y en un grado muy bajo. Pero ahora, el pecado se ha extendido devorando a la persona y se hace cada vez más maligno, ya no toca sólo la carne interna y la piel externa, se ha extendido a su cobertura, su conducta visible.

 

 

Se lo enseñará al sacerdote; y el sacerdote, después de examinar la plaga, aislará el artículo afectado por siete días. En el séptimo día examinará la plaga: si la plaga se ha esparcido por la tela (sea en el tejido o en el hilo, o en el cuero, en cualquier artículo de cuero) es plaga de tzara'at maligna; es impura. La tela (sea un tejido o hilo de lana o lino, o cualquier artículo de cuero en la que se encuentre la plaga), deberán quemarla, porque es tzara'at maligna; la consumirán al fuego. Vayikra 13:50-52

 

La regla acerca de la Tzara'at en la tela y el cuero es que, si el tipo de infección de tzara'at es encontrado en la tela usada para las vestimentas, o en el cuero usado para prendas o zapatos o lo que fuera, entonces ese objeto es impuro y se debe tratar con él. Y el procedimiento es familiar y básico; el yisraelita trae el objeto o artículo de ropa del que se sospecha que tiene tzara'at al sacerdote, y si el sacerdote también entra en sospecha de que tiene tzara'at, el artículo es aislado por 7 días. Si después de los 7 días la infección se ha esparcido y se considera que es tzara'at, el objeto debe ser quemado porque es ritualmente impuro. Pero si la infección no se ha esparcido, entonces el articulo debe ser lavado con agua y luego aislado por 7 días más. Si la apariencia de la infección todavía está igual después de esos 7 días, la misma es considerada impura y debe ser quemada. Pero si la infección ha disminuido, entonces sólo la parte de la tela o del cuero que tenía la infección debía ser arrancada; si el resto del artículo permanecía libre de la infección entonces todo estaba bien. Pero si la infección regresaba al objeto después de retirada la parte afectada, entonces el objeto entero debía ser quemado.

 

Quemar la vestimenta al fuego significa eliminar la vida y conducta pecaminosas e inmundas. Cuando descubramos que algo pecaminoso en nosotros se vuelve cada vez peor, debemos eliminar esa cosa "quemándola", es decir, al tomar medidas severas con respecto a ella mediante el madero de Mashiaj.

 

Esto es también un símbolo del juicio final: si la vestimenta de la persona tiene tzara'at, deberá ser lanzada al "lago de fuego", que es la justicia de Yahshua (eshdat) para ser quemada. Esa cobertura no sirve y debe ser eliminada. Hablamos de la cobertura y no de la persona, vean bien las cosas como son.

 

Prenderle fuego a un vestido significa tomar medidas severas. A veces, en vez de tomar medidas tan severas, debemos tomar otra clase de medidas, a saber, el lavamiento del vestido. En cuanto a esto, los pasukim 53 y 54 dicen: "Si el sacerdote examina la infección, y ésta no se ha extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquier objeto de cuero, entonces el sacerdote mandará lavar el objeto en que esté la infección; y lo aislará otra vez por siete días". Lavar la vestimenta en la que no se extendió la infección representa tomar medidas con respecto a la posible flaqueza en nuestra vida y conducta. Quizás no se sepa con certeza si algo es realmente pecado y sólo se sospeche que lo sea. Si éste es el caso, basta con lavar el vestido. Esto es tomar medidas con respecto al asunto mediante el lavamiento del Ruaj de Elohim, quien es comparado al agua que sirve para lavarse.

 

Pero si el sacerdote ve que la plaga en la tela (sea en un tejido o en hilo, o en cualquier artículo de cuero) no se ha esparcido, el sacerdote mandará lavar el artículo afectado, y lo aislará por otros siete días. Y si, después de haberse lavado el artículo afectado, el sacerdote ve que la plaga no ha cambiado de color, aunque no se hubiera esparcido, es impura. La consumirán al fuego; es corrosión penetrante, sea en el exterior o en la parte interior. Vayikra 13:53-55

 

La corrosión leprosa, una tzara'at corrosiva más penetrante, es algo muy grave, porque representa al pecado que carcome, el cual cada vez es peor y más profundo, sin que su aspecto sea alterado mediante el arrepentimiento y la confesión. Ésta es la clase de pecado que puede dominar a una persona, devorándola y consumiéndola completamente.

 

En nuestra vida creyente, a diario necesitamos practicar dos cosas: el arrepentimiento y la confesión. Un día sin arrepentimiento y sin confesión no es un buen día. Así como debemos lavar nuestras manos una y otra vez, también debemos arrepentirnos y confesar nuestras faltas una y otra vez. Para eso los sacerdotes tenían el lavacro, para lavarse antes de entrar en la presencia del Adón. Cada día tenemos cosas por las cuales arrepentirnos y cosas que confesar. Si deseamos llevar una vida santa, necesitamos un lavamiento diario, y experimentamos este lavamiento mediante nuestro arrepentimiento y confesión.

 

Debemos arrepentirnos y confesar toda falta que hayamos cometido en nuestra vida matrimonial y en nuestra vida familiar. En nuestra vida matrimonial debemos estar dispuestos a pedirle perdón a nuestro cónyuge. Si no estamos dispuestos a pedirle perdón, tendremos problemas con nuestro marido o esposa. En la vida familiar, los padres deben estar dispuestos a pedir disculpas a sus hijos cuando los hayan ofendido. Las palabras "lo siento" implican arrepentimiento y confesión. También debemos pedir perdón a nuestros hermanos en la fe por lo que hayamos cometido de errado, inclusive en contra del Cuerpo, PERO NO HAY UN PERDÓN MEJOR QUE OTRO. No porque pidamos perdón en el Cuerpo dejamos de tener que pedir perdón en casa, si fuera el caso. No son compensativos. Tenemos que aprender a humillarnos y pedir perdón a todos, TODA VEZ QUE ERREMOS.

 

El perdón que Elohim otorga a Sus hijos tiene ciertos requisitos o condiciones. La condición principal es nuestra confesión, y la confesión es resultado de nuestro arrepentimiento. No podemos confesar algo si no nos hemos arrepentido.

 

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Yahanan Alef 1:9

 

Si debemos llevar una vida santa, es necesario que conozcamos acerca del discernimiento en cuanto a la dieta, acerca de nuestro nacimiento y acerca de nuestra condición. Una vez que tengamos conocimiento de estas cosas, debemos darnos cuenta de que necesitamos arrepentirnos a diario. Debemos arrepentirnos debido a que es muy fácil cometer errores. Sobre todo, debemos arrepentirnos de lo que proviene de nuestro interior. Podemos usar como ejemplo la limpieza de nuestro cuerpo. Durante el día, tal vez nuestras manos no hayan tocado nada sucio; no obstante, lo que procede de nuestro interior sí nos ensucia. Por tanto, necesitamos un lavamiento diario, un "desintoxicante". El mismo principio se aplica a nuestra vida creyente. Aunque no hayamos tocado nada inmundo, aún debemos arrepentirnos de lo que procede del interior de nuestro ser. Esto significa que debemos arrepentirnos NO SÓLO DE LO QUE HACEMOS, SINO TAMBIÉN DE LO QUE SOMOS. Recordemos que somos el conjunto total de la inmundicia. Ya que es así, diariamente debemos arrepentirnos y confesar.

 

 

 

 

La Tzara'at En Las Vestimentas 02

 

Pero si el sacerdote ve que la parte afectada, después de haberse lavado, se ha oscurecido, la cortará del vestido, del cuero, de la urdimbre o de la trama. Y si aparece de nuevo en el vestido, la urdimbre o trama, o en cualquier cosa de cuero, extendiéndose en ellos, quemarás al fuego el artículo afectado. Vayikra 13:56-57

 

Arrancar el pedazo afectado que no se hubiera extendido representa la eliminación de la posible flaqueza en la vida y conducta de la persona. El oscurecimiento de la parte infectada en la vestimenta después de lavada es buena señal; es señal de sanidad, de restauración. No obstante, la parte que se ha oscurecido debe ser arrancada, debe ser cortada del vestido. Esto indica que debemos eliminar, mediante medidas exhaustivas, la flaqueza que sospechamos hay en nosotros.

 

El pasuk 57 habla del caso en que la infección se vuelve a extender en el vestido después de haber sido arrancada la parte infectada. La reaparición de la infección en la vestimenta es una mala señal; esto significa que la flaqueza se ha vuelto a manifestar, incluso después que la persona había tomado medidas con respecto a ella y la había eliminado. Muchos hermanos y hermanas "suben y bajan" en sus problemas espirituales, cayendo y volviendo a caer en los mismos. Pero nosotros no estamos en la época del Tanaj, cuando aún nuestro Adón no había venido. Hoy tenemos Su Vida en nuestro interior, y Él es nuestra fortaleza, de manera que, quienes suben y bajan en verdad están ENTRANDO Y SALIENDO DE SU PRESENCIA DE FORMA CONSTANTE. A veces tienen una relación superficial con Él, a veces sólo acuden a Él cuando están mal, a veces no quieren acudir cuando están mal porque les da vergüenza... La verdad, todas estas cosas NO PASAN DE EXCUSAS PARA EVITAR EL ARREPENTIMIENTO Y HUMILLACIÓN. Estas personas tienen caracteres tercos y no les "gusta" (a su carne) admitir errores. Viven contra-argumentando todo, diciendo primero una cosa y después lo contrario, tratando de tener siempre la razón o de mostrar que "sí están conectados con el Padre", lo cual muchas veces no es verdad. Uno de los primeros frutos de la rebeldía es la negación del hecho de que han sido apartados y puestos fuera del campamento.

 

Otro de los problemas es la comprensión de lo que significa "fuera del campamento". Para la mayoría esto equivale a una especie de expulsión del tipo "infierno eterno", Y NO PUEDEN ACEPTAR QUE PUEDAN SER SEPARADOS DE LA PRESENCIA DEL PADRE, NI SIQUIERA POR SUS PEORES PECADOS. En verdad, deberíamos comprender mejor esto como una especie de excomunión, en lo que la palabra misma significa: SIN-COMUNIÓN. Cuando estamos en estado de tzara'at, estamos bajo condena y debemos ser separados, puestos aparte de los demás y del Padre. Si estamos en rebelión, ESTAMOS AUTOMÁTICAMENTE FUERA DEL CAMPAMENTO. El tiempo que permanezcamos fuera de la comunión será determinado por nuestra propia rebeldía. Miriam estuvo fuera del campamento por una semana, el tiempo mínimo requerido. No seamos rebeldes, para que nuestro período no se extienda eternamente, y aprendamos a ver y distinguir la tzara'at que nos afecta y que afecta a tantos hermanos.

 

 

Sin embargo, si la plaga desaparece de la tela, tejido o hilo o de algún artículo de cuero que se haya lavado, lo lavarán otra vez, y será limpio. Vayikra 13:58

 

El lavamiento de la vestimenta una segunda vez después que la infección ha desaparecido al ser lavada significa que después de haber tomado medidas con respecto a la flaqueza una primera vez, uno debe tomar medidas más profundas una segunda vez. Esto también apunta a la segunda oportunidad en la semana de milenios y a los que son más débiles (recordando el hecho de que la mujer que daba a luz una niña tenía un doble período de purificación. La mujer representa a los creyentes más débiles, que son siempre los más rebeldes).

 

Un objeto cuya parte infectada había sido removida debía ser lavado, sumergido en agua, para poder usarlo nuevamente. Es interesante, nuevamente vemos que la idea de inmersión en el agua como el método de purificación de la impureza es presentada bien temprano aquí en Vayikra (aunque ya tenemos la mención inicial en el Diluvio), en varias ocasiones, más tarde en el ministerio de Yahanan el Inmersor, y luego finalmente en Mashiaj. ¿Por qué es la inmersión en el agua tan esencial para todos esos rituales y ministerios? ¿Acaso el agua tiene alguna propiedad inherente que cuando es usada como un ritual de purificación (como el bautismo) produce limpieza espiritual? Si vemos las aguas a través de las Escrituras, no preguntaremos "por qué", sino que comprenderemos realmente la intención de Yahweh por detrás de este símbolo del Ruaj haKodesh, que limpia y purifica. ¿Por qué no ser inmersos en aceite de oliva, que también es un símbolo del Ruaj? La respuesta de por qué la inmersión por agua era tan fundamental en el ministerio de Yahanan el Inmersor y de Yahshua, es porque el mismo se encuentra dentro de los patrones espirituales y el modelo establecido oficialmente aquí en Vayikra; un patrón demostrando cómo lo impuro puede convertirse en puro a través de la acción limpiadora del Ruaj haKodesh. El aceite simboliza unción, el agua, simboliza limpiar la impureza (recuerden el diluvio).

 

Esta es la ley para la plaga de tzara'at en tela, de lana o de lino, en tejido o en hilo, o en cualquier artículo de cuero, para declararlos limpios o impuros. Vayikra 13:59

 

Esto es exactamente lo que el último pasuk del capítulo 13 nos dice: que el propósito para estos procedimientos que determinan si uno tiene tzara'at no tiene que ver con plagas o enfermedades; sino que es para distinguir lo puro de lo impuro: "Esta es la ley para la plaga de tzara'at en tela, de lana o de lino, en tejido o en hilo, o en cualquier artículo de cuero, para declararlos limpios o impuros". ¿Están reconociendo que ésta es una de las obligaciones principales de las cuales un creyente es responsable? Nosotros debemos vivir nuestras vidas determinando lo que es puro y lo que es impuro, tanto lo interior como lo exterior, porque al final, resulta ser CÍCLICO: dado que somos lo que comemos y lo que nos contamina es lo que sale de adentro, debemos cuidar lo que ingerimos para no contaminarnos al sacar nada... esto, por supuesto, aplica al plano espiritual, aunque se ve también en el plano físico.

 

Nosotros debemos evitar todo lo que es espiritualmente impuro para nosotros, pero en verdad, esto no debe ser una obligación autoimpuesta, sino UNA CONSECUENCIA DIRECTA DE NUESTRA ALIMENTACIÓN ESPIRITUAL. Si comemos paganismos, eliminaremos paganismos, por decirlo de manera cruda y directa. No podemos sacar verdadera obediencia si nos alimentamos de desobediencia.

 

¿Cómo, exactamente, sabemos qué puede ser puro e impuro para nosotros? LEAN LA TORAH. Como Shaúl dice:

 

¿Qué armonía hay entre el Mashíaj y Belial? ¿Qué tienen en común el creyente y el no creyente? ¿Qué acuerdo puede haber entre el templo de Yahweh y los ídolos? Porque nosotros somos templo de Elohim vivo, como dijo Yahweh: "Habitaré y andaré entre ellos. Yo seré su Elohim, y ellos serán mi pueblo". "Por eso, ¡Salgan de en medio de ellos, y apártense! dice Yahweh. No toquen lo inmundo, y yo los recibiré; y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice Yahweh el Omnipotente". Qorintiyim Bet 6:15-18

 

Los puntos que hemos abarcado en este mensaje nos muestran que debemos hacer cuatro cosas: arrepentirnos, confesar, tomar medidas con respecto a ciertos asuntos y eliminar ciertos asuntos. Si debemos llevar una vida creyente santa, apropiada y normal, diariamente debemos arrepentirnos, confesar, tomar medidas con respecto a las flaquezas que tenemos e incluso con respecto a las que sospechamos tener, y eliminar todas esas flaquezas de nuestra conducta. Esto nos muestra que tomar medidas con respecto al pecado, la tzara'at y la rebelión incluye muchos detalles.

 

 

 

 

La Tzara'at En Una Casa 01

 

En los mensajes sobre Vayikra 13 vimos que podía haber tzara'at en una persona y también en sus vestiduras. En este mensaje consideraremos la tzara'at que hay en una casa, que se nos muestra en el capítulo 14. Entre la tzara'at de las vestimentas y la de una casa tenemos la purificación del metzorá, pero dejaremos ese tema para un capítulo separado.

 

Un detalle con respecto a esta última tzara'at mencionada es que el problema de la Tzara'at en una casa sólo afectaría después de que Yisrael entrara a la Tierra Prometida, Kenaán, ya que la casa sin duda debe ser una hecha de piedra o de ladrillo de barro; esta ley no tenía nada que ver con las tiendas que estos Yisraelitas errantes vivían actualmente. Hay muchas instrucciones en la Torah que corresponden a cosas que únicamente serian aplicables al entrar en la Tierra Prometida.

 

Todas las cosas que se abarcan en el libro de Vayikra son tipos. Estas cosas incluyen la casa mencionada en el capítulo 14. Con base en el principio de que Vayikra fue escrito en forma de tipos, podemos interpretar la casa en 14:33-53 como un tipo de la congregación, de la Casa de Yahweh. En calidad de creyentes del B'rit Hadashá, reconocemos que nuestra verdadera casa no es nuestra casa física, sino la congregación. Sin una vida de congregación apropiada, no tenemos hogar. Únicamente cuando estamos en la congregación y llevamos una vida de congregación apropiada, nos sentimos verdaderamente en casa. Muchos han testificado que, al entrar en la vida de congregación, se sintieron en casa. Por lo tanto, la casa en Vayikra 14 tipifica a la congregación, la cual es nuestra casa, nuestro hogar, y la tzara'at que hay en una casa representa los pecados y maldades presentes en una congregación (pasukim 33-48).

 

Yahweh les habló a Mosheh y Aharón, diciendo: Cuando ustedes entren en la tierra de Kenaán que les doy como posesión, y yo coloque plaga de tzara'at sobre una casa en la tierra que ustedes posean, el dueño de la casa vendrá y le dirá al sacerdote: "Algo parecido a una plaga ha aparecido sobre mi casa". Vayikra 14:33-35

 

Vayikra 14:34 dice que Elohim pondría infección de tzara'at en alguna casa en la tierra poseída por Yisrael. Esto significa que cuando la condición de una congregación se vuelve anormal, Elohim hace que el pecado de tzara'at se ponga de manifiesto en dicha congregación, con lo cual Él les recuerda y advierte a los creyentes que ya no tienen un hogar donde vivir y que ya no pueden disfrutar de todas las bendiciones prometidas por Elohim en Su salvación.

 

Cuando la congregación se vuelve leprosa, enferma a causa de los pecados y las maldades cometidas, tenemos la sensación de que hemos perdido nuestro hogar, de que nos hemos quedado sin hogar. Más aún, cuando la congregación está enferma de tzara'at, perdemos nuestro deleite de Mashiaj. Ya que la vida de congregación ha dejado de ser apropiada, no podemos disfrutar de todas las bendiciones prometidas por Elohim en Su salvación.

 

El dueño de la casa debía acudir al sacerdote para informarle, porque como ya vimos, únicamente el sacerdote puede distinguir entre lo puro y lo impuro (QUE NO ES LO "BUENO Y LO MALO"). Esto significa que los hermanos que llevan la delantera o quienes se preocupan por la congregación acuden a la autoridad delegada, el representante del Adón, y le informan. Esto es lo que debemos hacer cuando la congregación está enferma.

 

El sacerdote hará que vacíen la casa antes de que entre el sacerdote a examinar la plaga, para que nada dentro de la casa quede impuro; después de eso el sacerdote entrará a examinar la casa. Vayikra 14:36

 

Esto significa hacer lo más que se pueda para prevenir y eliminar cualquier contagio. Si queremos detener el contagio, debemos tener cuidado con lo que hablamos, ya que los chismes propagarán la enfermedad. Por experiencia sabemos que los chismes hacen que la enfermedad contagiosa se propague en la congregación. Si escuchamos chismes, nos contaminaremos. Si nos guardamos de los chismes, ayudaremos a detener la propagación de la enfermedad contagiosa.

 

Después, el sacerdote entra y examina la casa. Esto representa el hecho de que el Adón viene a examinar. Tal examen no tiene como finalidad condenar, sino que es gracia con la finalidad de limpiar.

 

Si, cuando examine la plaga, se encuentra que la plaga en las paredes de la casa consiste de una líneas verdosas o rojizas que se ven más profundas que la pared, el sacerdote saldrá de la casa, a la entrada de la casa, y clausurará la casa por siete días. Vayikra 14:37-38

 

Esto significa que el problema de la congregación no es algo superficial, sino algo más profundo, por debajo de la superficie. La comunicación y comunión de la congregación deberá ser mantenida bajo observación durante un período completo de tiempo. Cuando se da esta clase de enfermedad en la vida de congregación, los ancianos, los hermanos responsables, deben hacer todo lo posible por estar atentos a la comunicación entre los santos y la comunión que ellos tienen entre sí durante un período completo. Cuanto más se practique esta clase de observación, mejor; siempre con la finalidad de erradicar toda raíz de murmuración y chisme.

 

Al séptimo día el sacerdote volverá. Si ve que la plaga se ha extendido por las paredes de la casa, el sacerdote mandará que se saquen las piedras que tienen la plaga y que las arrojen fuera de la ciudad en un lugar impuro. Vayikra 14:39-40

 

Examina la casa después de siete días, y si la infección se ha extendido en las paredes de la casa, manda que saquen las piedras en que está la infección y que las echen fuera de la ciudad a un lugar inmundo. Esto significa que, después de haberlo sometido a observación por un período completo de tiempo, si el problema de la congregación continúa extendiéndose, el creyente o creyentes involucrados en tal problema deberán ser separados de la comunión de la congregación y ser considerados inmundos, como los de afuera:

 

En el nombre de nuestro Adón Yahshúa, reunidos ustedes y mi espíritu con el poder de nuestro Adón Yahshúa, entreguen a ese al Satán para que reciba un castigo en su carne, a fin de que su espíritu se salve en el día del Adón Yahshúa el Mashíaj. La jactancia de ustedes no es buena. ¿No saben que un poco de levadura leuda toda la masa? Límpiense de la vieja levadura, para que sean una nueva masa sin levadura, como lo son; porque al Mashíaj, nuestro Cordero pascual, ya lo sacrificaron. Así que celebremos la Fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con el pan ácimo de sinceridad y de verdad. Les escribí en una carta que no se asocien con fornicarios. No me refería en absoluto a los que DE ESTE MUNDO son fornicarios, avaros, estafadores o idólatras, pues en tal caso tendrían que salir del mundo. Pero ahora les escribo que no se asocien con ninguno que, LLAMÁNDOSE HERMANO, sea fornicario, avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera coman. Pues, ¿por qué tengo yo que juzgar a los que están afuera? Ustedes deben juzgar a los que están adentro. Pues a los que están afuera Elohim los juzgará. Pero quiten al malvado de entre ustedes. Qorintiyim Alef 5:4-13

 

Esto significa que cuando la congregación padece de cierta enfermedad, los ancianos primero deben observar la situación. Si el problema empeora, se debe separar de la comunión, de la comunicación de la congregación, el origen del problema —el creyente o creyentes involucrados en la enfermedad, las piedras contaminadas— a fin de detener la propagación de la enfermedad y eliminarla. De hecho, tal vez se tenga que tomar medidas con respecto al problema desde diferentes ángulos. La manera en que hagamos frente a la situación dependerá de lo que hayamos observado y de la sabiduría que recibamos de parte de Elohim.

 

Deberán raspar completamente la casa por dentro, y el polvo que le quiten al rasparla lo tirarán fuera de la ciudad en un lugar impuro. Vayikra 14:41

 

Esto significa que, a causa de unos cuantos creyentes, será necesario depurar la congregación entera, y todo cuanto sea purgado deberá ser sacado de la congregación por ser inmundo.

 

Entonces tomarán otras piedras para reponer esas piedras con ellas, y tomarán otra mezcla y volverán a recubrir la casa. Vayikra 14:42

 

Poner otras piedras en el lugar donde estaban las piedras que fueron quitadas significa que otros creyentes llenan el vacío que había quedado. Cuando la congregación se enferma de tzara'at, a menudo es necesario separar de la comunión de la congregación a los santos involucrados en el problema. Esto dejará un vacío, y debemos procurar llenar este vacío con otros creyentes, que el Padre mismo se encargará de traer. Nadie es insustituible, y quien insista en su comportamiento rebelde será sacado de la pared y substituido por una nueva piedra limpia.

 

Pues produzcan los frutos del arrepentimiento y no se pongan a decir dentro de ustedes mismos: "A Avraham tenemos por padre". Porque les digo que aun de estas piedras Yahweh puede levantarle hijos a Avraham. Luka 3:8

 

El volver a recubrir la casa con cal se refiere al proceso de blanqueamiento que el Ruaj está realizando en esa congregación. Como ya vimos antes, la tzara'at "blanquea" nuestros pecados internos, sacándolos a la luz y dejándolos blancos como la nieve. La nueva congregación también debía ser blanqueada, renovada con nuevas experiencias de las obras de gracia del Adón.

 

 

 


La Tzara'at En Una Casa 02

 

 

Sin embargo, a fin de resolver el problema de la tzara'at que hay en una casa, no es suficiente apartar a ciertos creyentes y luego llenar el vacío que queda con otros creyentes. Debemos también tener un nuevo comienzo en la vida de congregación, o sea, renovar la congregación con nuevas experiencias de las obras de gracia del Adón. Esto lo tipifica el hecho de que se tomaba otro yeso con el cual se recubría la casa. No se trata solamente de tomar medidas con respecto a un problema, sino de introducir las riquezas de Mashiaj en una manera nueva. Si no somos capaces de hacer esto y únicamente actuamos de forma legalista apartando a ciertas personas y reemplazándolas con otras, esto dejará vacía a la congregación, y en este vacío la congregación sufrirá aún más. Por tanto, los que llevan la delantera en la congregación deben orar, quizás con ayuno, para que la congregación pueda recibir algo nuevo en las experiencias de las obras de gracia de Mashiaj. Entonces la vida de congregación será renovada, será recubierta con nuevo yeso, y todos los miembros se sentirán contentos con la renovada vida de congregación.

 

Si la plaga irrumpe nuevamente en la casa, después que se hayan sacado las piedras y después que se haya raspado la casa y revocado nuevamente, el sacerdote vendrá a examinarla: si la plaga se ha extendido por la casa, es una plaga de tzara'at en la casa; está impura. Deberán derribar la casa -sus piedras y maderas y todo el revoque de la casa- y llevar todo a un lugar impuro fuera de la ciudad. Vayikra 14:43-45

 

Esto significa que, aun después de haber tomado las medidas correspondientes, si aparecen otros pecados graves, toda la congregación deberá ser derribada. Esto es muy lamentable. Si la situación de la congregación llega al punto en que no puede ser curada, limpiada, entonces se deberá poner fin a tal congregación.

 

Cualquiera que entre a la casa mientras esté clausurada quedará impuro hasta la tarde. Cualquiera que duerma en la casa deberá lavar sus ropas, y cualquiera que coma en la casa deberá lavar sus ropas. Vayikra 14:46-47

 

Cada vez que surge un problema en la vida de congregación, los que llevan la delantera deben esforzarse por obtener algo nuevo en la experiencia de Mashiaj a fin de que la congregación obtenga un nuevo comienzo. Este nuevo comienzo puede rescatar a la congregación enferma de los problemas que adolece. Sin embargo, si centramos toda nuestra atención en los problemas, habrá más problemas o éstos se intensificarán. Por tanto, debemos buscar —por medio de oración y ayuno— nuevas experiencias del Adón, experiencias que sirvan para rescatar la vida de congregación de su enfermedad. Esto significa que debemos hacer todo lo posible por hacer que el viejo día de enfermedad de la vida de congregación llegue a su fin y ayudar a la congregación a experimentar un nuevo comienzo.

 

Todos los que duermen o comen en la casa deberán también ser purificados. Esto indica que la limpieza debe alcanzar también a aquellas "aves de paso" que pasan y tocan, comen, reciben, pero no participan, porque también ellos son parte del problema, y deben ser limpiados también, en cuanto a su vivir y comportamiento. A muchos sólo les interesa la provisión y deleite que hay en la vida de congregación. A una persona así sólo le gusta pasarla bien en la congregación. Ella no va a las reuniones para servir a otros sino para ser servida, no lleva de comer, sino que espera que le den comida; no tiene ni la menor intención de participar en el servicio de la congregación porque no le interesa ser un servidor.

 

En el pasuk 47 podemos ver dos categorías de santos en la vida de congregación: los que vienen a la congregación a acostarse, a descansar, y los que vienen a la congregación a comer, a recibir la provisión y disfrutar. Aunque estos santos no participan de una manera positiva en el servicio de la congregación, porque no están dispuestos a hacerlo, sí son buenos para criticar a los demás. Ellos no profetizan en las reuniones, pero sí critican a los que lo hacen. Mientras se acuestan en la congregación y disfrutan de la provisión, hallan defectos en los demás. Estos santos también deben lavar sus vestiduras; esto significa que deben lavarse para limpiar su conducta y comportamiento.

 

Debemos pedirle al Adón que tenga misericordia y no permita que ninguno de nosotros sea de los que se acuestan ni de los que únicamente les interesa comer. Todos debemos ser personas que sirven en la congregación.

 

Sin embargo, si el sacerdote viene y ve que la plaga no se ha extendido por la casa después que revocaron nuevamente la casa, el sacerdote declarará limpia la casa, la plaga ha sanado. Vayikra 14:48

 

Esto significa que, si el pecado no continúa propagándose después que la congregación ha sido renovada con las nuevas experiencias de las obras de gracia del Adón, tal congregación es limpia y no tiene problemas.

 

La Purificación De La Tzara'at En Una Casa

 

Luego de todo esto, vemos la purificación de la tzara'at en una casa, esto es, la purificación en una congregación.

 

Para purificar la casa, tomará dos aves, madera de cedro, tela escarlata, e hisopo. Inmolará un ave sobre agua viva en una vasija de barro. Tomará la madera de cedro, el hisopo, la tela escarlata, y el ave viva, y las sumergirá en la sangre del ave inmolada y en el agua viva, y rociará sobre la casa siete veces. Vayikra 14:49-51

 

Vayikra revela que la tzara'at en la casa es limpiada del mismo modo que se limpia la tzara'at en una persona... PORQUE LA CASA ES CORPORATIVA, ES LA SUMA DE TODAS LAS PIEDRAS VIVAS. Esto significa que la congregación entera experimenta una vez más el sufrimiento, la muerte, la resurrección, la ascensión y la entrada en la gloria juntamente con Mashiaj. Para que una congregación sea purificada, ella debe experimentar nuevamente los procesos por los cuales pasó el Adón Yahshua.

 

Después de purificar la casa con la sangre del ave, el agua viva, el ave viva, la madera de cedro, el hisopo, y la tela escarlata, dejará libre al ave viva fuera de la ciudad en el campo raso. Así hará expiación por la casa, y quedará limpia. Vayikra 14:52-53

 

Esto significa que la congregación entera tiene que ser purificada con la sangre eternamente eficaz de Mashiaj y con Su Ruaj viviente y eterno. Por lo tanto, siempre dependemos de la sangre y del Ruaj, los cuales se ven a modo de tipo. En este tipo tenemos la sangre del ave inmolada, el agua y el aceite (esto ya lo estudiamos en la serie CTU - La Cebada, El Trigo Y Las Uvas, pero volveremos a repasarlo en breve en esta misma serie, porque todas estas son piezas del mismo rompecabezas). La sangre del ave representa la sangre de Mashiaj, el agua representa al Ruaj que purifica, y el aceite representa al Ruaj que unge. Cuando una congregación se enferma, necesita ser recobrada por estos dos elementos: la sangre de Mashiaj y el Ruaj.

 

Primero, suelta el ave viva en el campo abierto. Esto significa que la congregación entra juntamente con Mashiaj en la esfera y experiencia de Su resurrección y ascensión. Una vez que una congregación enferma es sanada, ciertamente no permanecerá en un nivel terrenal, sino que ascenderá a los cielos y volará en las alturas, irá a los "lugares celestiales" donde Él nos sienta a Su diestra. Nada podrá impedir, restringir, limitar ni atar a una congregación así regenerada. Mientras una congregación se encuentre en el nivel terrenal, será atada por los lazos terrenales. Pero cuando la congregación disfruta la resurrección y ascensión de Mashiaj, estará por encima de la tierra, disfrutando de la libertad que hay en los cielos.

 

Así la casa será expiada y quedará limpia, a fin de ser la morada mutua de Elohim y el hombre.

 

A menudo se presentan problemas en la congregación. Tal parece que es inevitable que haya problemas en la vida de congregación en esta dispensación, en la que todos estamos en parcialidad y más inclinados al viejo hombre que al nuevo.

 

Quizás cuando ustedes llegaron a la vida de congregación, disfrutaron de una luna de miel en ella. Sin embargo, esta luna de miel, al igual que la luna de miel en la vida matrimonial, y aún en nuestra vida individual con el Adón, no dura mucho tiempo. Es posible que durante la luna de miel que experimentamos en la vida de congregación, pensemos que la congregación es maravillosa, que es un verdadero paraíso. Sin embargo, una vez que se acaba la luna de miel, nuestros ojos son abiertos y vemos todos los problemas, defectos y deficiencias que hay en ella... y hasta agregamos algunos que vienen "según nuestra opinión". Al igual que los ojos de Adam y Javá fueron abiertos después que comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y se dieron cuenta de que estaban desnudos, así mismo se abren también nuestros ojos y vemos cosas que no son positivas ni agradables. No obstante, si nos quedamos viendo estas cosas, querremos una separación de la vida de congregación, y más tarde, un divorcio. Muchos optan por este camino, y se justifican en él.

 

Debemos darnos cuenta de que la congregación es el mejor lugar en la tierra para todos los creyentes, para todas LAS PIEDRAS. No hay mejor lugar para una piedra que ser parte de una Casa. ¿Qué haremos, entonces, con los problemas que se presentan en ella? Debemos orar pidiendo ser renovados constantemente en las experiencias de Mashiaj, porque ese es también el deseo del Padre. No debemos dedicar demasiado tiempo para orar por otros o por la situación; más bien, debemos orar por nosotros mismos a fin de que podamos impartir algo nuevo de Mashiaj a la vida de congregación. Se trata más de enfocarnos en lo que podemos DAR Y SERVIR, que en pedir que Él resuelva problemas que no son tales, sino oportunidades para crecer en servicio. Es de esta manera que una congregación enferma es sanada. La congregación debe ser sanada mediante las nuevas experiencias que tienen los nuevos creyentes, ahora edificándose todos juntamente en el Cuerpo.

 

Cuanto más experimentemos a Mashiaj de una manera nueva, más se sanará la congregación. Una congregación infectada no puede ser limpiada mediante discusiones, argumentos y debates. Cuanto más hagamos esto, más problemas habrá. Eso es CARNE, y la tzara'at justamente expone la carne, que es la cosa que debe ser ELIMINADA, no sólo individualmente, sino también corporativamente. Debemos orar por nosotros mismos y por la congregación para que, por medio de las nuevas experiencias de Mashiaj, nosotros —como miembros— y la congregación —en conjunto— podamos experimentar un nuevo comienzo y entrar en una nueva etapa. Ésta es la única manera en que una congregación infectada puede ser sanada.

 

 

 

 

Conclusión

 

Los capítulos 13 y 14 de Vayikra abarcan el asunto del pecado más detalladamente que cualquier otro capítulo de las Escrituras. Estos capítulos hablan del pecado que no sólo está presente en nuestro ser y en nuestra conducta, sino también en nuestra casa, en nuestra morada. Por lo tanto, hay que tener en cuenta tres cosas al tomar medidas con respecto al pecado: la tzara'at que hay en el cuerpo de uno, en sus vestiduras y en su casa. Una persona puede ser inmunda primero con relación a su cuerpo, y luego con relación a sus vestiduras, y también con relación a su casa, tanto la propia como la corporativa. Necesitamos ser purificados del pecado, de la tzara'at, en estos tres aspectos.

 

Si queremos eliminar estas tres clases de tzara'at, debemos arrepentirnos una y otra vez, incluso a cada hora. Por muy cuidadosos que seamos, no somos perfectos en nuestra conducta ni en nuestro contacto con los demás. La única persona perfecta es el Adón Yahshua. Su comportamiento fue perfecto en todo aspecto. Nosotros, en cambio, definitivamente no somos perfectos. Por nacimiento somos la inmundicia misma, y todo nuestro ser es inmundo. ¿Cómo, por lo tanto, podríamos ser perfectos? ¿Cómo podríamos ser puros? Para nosotros, esto es imposible. Por tanto, debemos arrepentirnos de nuestros fracasos, confesar nuestros errores y tomar medidas con respecto a nuestros fracasos y errores, e incluso buscar eliminarlos.

 

En Vayikra 13 se usan distintas palabras para describir y diagnosticar la tzara'at: hinchazón, erupción, mancha lustrosa, blanco, carne viva, crónica, furúnculo, mancha lustrosa de color blanca rojiza, tiña, pelo amarillento, verdosa, maligna. Si en nuestro estudio de este capítulo prestamos atención a todas estas expresiones, seremos iluminados respecto a lo repugnante que es la tzara'at. Veremos cuán problemática y contagiosa es la tzara'at. En particular, seremos iluminados en cuanto a la condición leprosa de nuestro propio ser, porque en todos estos detalles veremos un cuadro de nosotros mismos.

 

Si somos iluminados en cuanto a nosotros mismos, dejaremos de reclamar honra para nosotros mismos. ¿Cómo podría un leproso, una persona inmunda, considerarse digna de honra? Esto es imposible. No hay dignidad ni honra alguna en la tzara'at. Ninguno de nosotros debe ser honrado, estimado digno ni glorificado. ¿Quién, entonces, debe ser honrado? Solamente el Adón Yahshua es digno de recibir gloria y honra. Sólo Él debe ser honrado y glorificado.

 

Debido a que este capítulo nos presenta un cuadro tan claro de nuestra situación negativa, ciertamente nos ayuda a conocernos a nosotros mismos. Puedo testificar que me ha ayudado mucho estudiar este capítulo a través de los años. No me es fácil olvidar lo que soy, porque he sido alumbrada de una manera profunda y detallada por medio de Vayikra 13. He visto lo que soy en mí misma. A menudo este capítulo me recuerda que no tengo nada por lo cual sentirme orgullosa. Si no fuera por la misericordia del Adón, esta tzara'at se extendería por todo mi ser y me consumiría.

 

Vayikra 13 nos lleva a humillarnos. Este capítulo nos muestra que somos completamente leprosos, que somos el conjunto total de la rebelión. La rebelión está presente en cada parte de nuestro ser. En nosotros no hay sumisión, no hay sujeción, no hay obediencia. Por tanto, debemos llevar una vida de arrepentimiento y confesión, una vida en la que continuamente tomamos medidas con respecto a nuestras deficiencias y las eliminamos mediante el madero de Mashiaj. De este modo, podríamos llevar una vida santa.

 

Digo "podríamos" porque por experiencia sé que no podemos ser perfectos ni siquiera por un sólo día. Tal vez tengamos un buen comienzo en la mañana, pero no nos vaya muy bien el resto del día. ¿Han sido perfectos alguna vez, en llevar una vida santa durante todo un día? Yo no recuerdo jamás haber tenido un día así. ¿Y qué de ustedes?

 

El capítulo 13 de Vayikra revela que somos el conjunto total de la tzara'at. Cada aspecto de la inmundicia en la que nacimos guarda relación con la tzara'at, con la rebelión. La rebelión, la inmundicia, la tzara'at, el pecado: todos ellos son sinónimos. Decir que por nacimiento somos la inmundicia misma equivale a decir que por nacimiento somos la rebelión misma. Somos el conjunto total de la rebelión. Ya que ésta es nuestra situación, si deseamos llevar una vida santa, debemos arrepentirnos y confesar durante todo el día.

 

Consideremos la reacción de YeshaYah cuando vio la gloria de Elohim:

 

Entonces grité: "¡Pobre de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros y habito en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo, mis propios ojos han visto al Rey Yahweh de los Ejércitos". YeshaYah 6:1

 

Estas cosas dijo YeshaYah, porque vio Su gloria y habló acerca de Él. Yahanan 12:41

 

En cuanto a nuestra lengua, Yaakov dijo:

 

Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, llena de veneno mortal. Yaakov 3:8

 

Y también dijo:

 

Si alguno no ofende en palabra, éste es éste es varón perfecto, capaz también de frenar al cuerpo entero. Yaakov 3:2

 

¡Cuántos problemas son causados por nuestros labios y nuestra lengua! Cuando hablamos, es muy fácil decir algo pecaminoso, algo que requiere nuestro arrepentimiento y confesión. Lo que ha salido de nuestros labios y proviene del interior de nuestra raíz de pecado, debe ser CONFESADO con los mismos labios para que sean purificados. Pero esto también aplica a nuestros pensamientos e intenciones, debemos confesarlas al Adón para que Él nos limpie de ellos.

 

 





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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