Y sabemos que nuestro viejo hombre quedó ejecutado en el madero con él, para que se destruya el cuerpo pecador, para que ya no seamos esclavos del pecado... Romaniyim 6:6
El madero pone fin al hombre exterior, lo destruye totalmente y rompe la cáscara exterior. Ese es el "cuerpo pecador", que ha sido clavado en el madero pero que Yahshua nos recuerda que debemos "re-clavar" día tras día, negando esa carne que está muerta. En otras palabras, no escuchar a nuestro yo muerto.
El madero destruye nuestras opiniones, métodos, sabiduría, egocentrismo y todo lo demás. Una vez que esto sucede, el hombre interior puede salir libremente, y el ruaj puede funcionar. Es muy claro cuál es el camino que tenemos por delante.
Una vez que el quebrantamiento del hombre exterior se lleva a cabo, resulta fácil liberar nuestro ruaj. Cuando un hermano experimenta esto, aunque posea una mente brillante, una voluntad firme y unas emociones reservadas y profundas, todo el que lo conozca reconocerá que cuando tiene contacto con él, toca su ruaj y no sus virtudes humanas. Cada vez que otros tengan comunión con él, tocarán su ruaj, el ruaj puro de un hombre quebrantado. Una hermana puede ser rápida en sus acciones, de tal modo que todo el que la conoce lo nota. Tal vez sea rápida para pensar, hablar, confesar, escribir y tirar lo que ha escrito. Pero cuando otros la conocen, no notan su rapidez sino su ruaj, porque su misma persona ha sido quebrantada. El quebrantamiento del hombre exterior es un asunto crucial. No podemos escudarnos en nuestra debilidad para siempre. Después de estar bajo la obra quebrantadora del Adón por cinco o diez años, no tendremos el mismo sabor. Debemos permitir que el Adón se abra paso por medio de nosotros. Esto es lo más básico que el Adón requiere.
Dos Razones Por Las Que No Somos Quebrantados
¿Por qué muchas personas permanecen sin ningún cambio, a pesar de estar por años bajo la obra quebrantadora del Adón? ¿Y por qué otros tienen una voluntad férrea, una parte afectiva o mente tan fuerte, y aun así, el Adón puede quebrantarlos? Existen dos razones por las cuales sucede esto.
La primera razón es que los primeros viven en tinieblas y no pueden ver la mano de Elohim en acción. Elohim ciertamente está activo quebrantándolos, pero ellos no están conscientes de eso. Como no viven en la luz, su visión es muy reducida, porque sólo vemos la luz (somos iluminados) en Su Luz. Pero ellos sólo ven a los hombres y piensan que éstos son sus adversarios. O dan demasiada importancia a las circunstancias; las culpan de todo y se quejan de que son muy difíciles, que siempre les va mal, que el universo conspira en su contra, etc. Que el Adón nos conceda revelación para que podamos ver la mano de Elohim obrando. Que podamos arrodillarnos y decir: "Adón, esto procede de Ti. Sí, creo que esto viene de Ti, y lo acepto". Al menos debemos saber de quién es la mano que nos disciplina. Debemos reconocer esa mano y comprender que el quebrantamiento no proviene del mundo, de nuestra familia ni de los hermanos de la congregación. Debemos ver que es la mano de Elohim la que nos disciplina. Tenemos que recibir esta luz para aceptar y creer todo lo que el Adón hace, porque Él jamás se equivoca.
La segunda razón por la que muchos no son quebrantados es porque se aman demasiado a sí mismos. El amor propio es un gran obstáculo para el quebrantamiento. Tenemos que rogar al Adón que quite de nosotros todo amor propio. Cuando Elohim lo arranca de nosotros, tenemos que adorarle diciendo: "Adón, si ésta es tu obra, la acepto de todo corazón". Debemos recordar que todo mal entendido, toda queja y toda inconformidad se originan en el amor que nos tenemos en secreto. Debido a que nos amamos a nosotros mismos secretamente, tratamos de salvarnos. Muchas veces los problemas se originan en nuestros intentos de salvarnos a nosotros mismos.
Aquellos que conocen al Adón van a el madero sin tomar el vinagre mezclado con hiel. Muchos van a el madero de mala gana; toman el vinagre con hiel tratando de atenuar sus sufrimientos. Aquellos que dicen: "La copa que el Padre me dio, ¿no la beberé?", no tomarán la copa de vinagre con hiel. Sólo tomarán una de las dos copas, no ambas. Estos no se aman a sí mismos. El amor propio es la raíz de nuestro problema. Que el Adón nos hable interiormente para que oremos diciendo: "Elohim mío, ahora entiendo que todo proviene de Ti; todas mis experiencias durante los últimos cinco, diez o veinte años han venido de Ti y han tenido el único propósito de que Tu vida se exprese en mí. He sido insensato por no haberlo visto antes. Por causa de mi amor propio he hecho lo posible por salvarme a mí mismo y he desperdiciado mucho de Tu tiempo. Ahora entiendo que esto ha sido obra de Tu mano, y me consagro sinceramente a Ti. Vuelvo a encomendar mi vida en Tus manos".
Las Heridas Del Quebrantamiento
Nadie es tan atrayente como la persona que ha pasado por el proceso de quebrantamiento. Una persona obstinada y egocéntrica sólo puede atraer a los demás después de que Elohim la quebranta. Veamos el caso de Yaakov en el Tanaj. El luchó con su hermano desde que ambos estaban en el vientre de su madre; él era astuto, problemático y artificioso, aunque pasó por muchos sufrimientos durante su vida. Cuando era joven huyó de su casa y fue estafado por Labán durante veinte años. Su amada esposa Rajel murió cuando iban de regreso a casa, y Yósef, el hijo que más quería, fue vendido. Muchos años después, su hijo Binyamín fue retenido en Egipto. Yaakov fue quebrantado por Elohim una y otra vez, y experimentó numerosos infortunios. Fue golpeado por Elohim en repetidas ocasiones. La historia de Yaakov es una historia de azotes de parte de Elohim (y valga esto para recordar a todos que Él disciplina A LOS QUE AMA, no los está castigando, pero tampoco tienen "vidas de prosperidad" según la mente actual).
Después de todos estos golpes cambió. Durante sus últimos años, Yaakov llegó a ser una persona realmente transparente. ¡Cuánta honra se le dio en Egipto cuando se presentó ante Faraón y habló con él! ¡Cuán hermoso es este cuadro! ¡Cuán claras fueron las bendiciones que dio a sus hijos y nietos! Al leer la última parte de su historia, no podemos evitar inclinarnos y adorar a Elohim. He ahí una persona madura, una persona que conocía a Elohim. Después de ser azotado por Elohim durante varias décadas, el hombre exterior de Yaakov fue quebrantado. En su edad madura encontramos un cuadro maravilloso. Todos tenemos algo de Yaakov en nosotros; tal vez no sólo un poco. Esperamos que el Adón pueda obrar en nosotros y que quebrante nuestro hombre exterior, al grado de que el hombre interior sea liberado y expresado por medio de nosotros. Esto es algo de gran valor y es el destino de los siervos del Adón. Sólo podremos servir y guiar a otros al Adón y al conocimiento de Elohim cuando alcancemos esto. Ninguna otra cosa producirá resultados; ni la teología ni las doctrinas ni el simple conocimiento de las Escrituras nos beneficiará. Lo único que será de provecho es que Elohim fluya de nuestro interior.
Cuando nuestro hombre exterior es golpeado, herido y humillado por toda clase de infortunios, las heridas y cicatrices que queden serán los canales por donde el ruaj fluya de nuestro interior. Temo que el yo de algunos hermanos y hermanas todavía se encuentre entero; nunca han sufrido ninguna herida ni disciplina, y no han cambiado en forma alguna. Que el Adón tenga misericordia de nosotros y establezca un camino recto delante de nosotros. Que podamos ver que ésta es la única manera de ir adelante, y que todas las heridas que hemos recibido de parte del Adón en estos últimos diez o veinte años han tenido como propósito alcanzar esta única meta. Por lo tanto, no debemos menospreciar la obra del Adón en nosotros. Que el Adón verdaderamente nos muestre lo que significa el quebrantamiento del hombre exterior. A menos que el hombre exterior sea quebrantado, todo lo que tengamos sólo estará en la esfera de nuestro intelecto y del conocimiento, y será inútil. Logre el Adón en nosotros un quebrantamiento completo.
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