Hoy en día el cristianismo exhorta a las personas a que mejoren su comportamiento externo, pero Elohim le presta atención a algo mucho más elevado que esto. Lo que Elohim busca no es simplemente un cambio en la conducta del hombre, sino más bien que el hombre experimente UNA TRANSFORMACIÓN INTERNA EN VIDA. Él no desea que sólo manifestemos un cambio en nuestro modo de vivir, lo cual sería algo externo, sino más bien que seamos quebrantados en nuestro modo de ser, lo cual es algo interno.
El cambio externo de comportamiento recibe las alabanzas de los hombres, pero no puede agradar a Elohim. Lo que Elohim desea y lo que le agrada no es el mejoramiento externo de nuestra conducta, sino la transformación en vida y el quebrantamiento interno de nuestro modo de ser. La simple mejora de nuestro comportamiento hace que seamos personas buenas, pero no personas espirituales. A fin de ser espirituales, necesitamos ser quebrantados interiormente. Si no somos quebrantados, si no sufrimos ningún golpe y si no pasamos a través de la muerte, seremos personas que están enteras, pero no seremos personas que están llenas de vida.
Lo
que otros ven en el mejoramiento de nuestra conducta externa es nuestra
moralidad o ética, pero no nuestra espiritualidad. Muchas veces, de la misma
manera que nuestra inmoralidad es nuestra cobertura, así también nuestra
moralidad puede ser nuestra cobertura. Los incrédulos nos exigen que tengamos
un alto nivel de moralidad, lo cual es justo y razonable. Sin embargo, lo que
Elohim exige de nosotros es mucho más elevado que eso; ÉL EXIGE QUE SEAMOS
QUEBRANTADOS Y APLASTADOS PARA QUE EL MASHIAJ QUE ESTÁ EN NOSOTROS —EL MASHIAJ
GLORIOSO, EL MASHIAJ DE SANTIDAD— PUEDA VIVIR POR MEDIO DE NOSOTROS.
Hay
varias categorías de creyentes. Una de las categorías son los creyentes
degradados (que por supuesto, jamás se auto-identificarán a sí mismos). Desde
una perspectiva humana, los creyentes de esta categoría no parecen ser
creyentes en nada, porque viven y andan igual que los incrédulos. Éstos son
creyentes degradados. Otra categoría de creyentes son los creyentes que tienen
un buen comportamiento. En el pasado estos creyentes eran muy libertinos, pero
ahora se conducen ordenadamente; antes hacían lo malo, pero ahora hacen lo
bueno. A los ojos de los hombres, estos creyentes están por encima de la norma,
pero a los ojos de Elohim, ellos aún están muy por debajo de la norma, porque
lo que Elohim desea obtener no son ni creyentes degradados ni creyentes que según
la norma... humana.
Lo
que Elohim desea no es simplemente que seamos librados de los pecados, sino que
llevemos una vida en la que Mashiaj se exprese desde nuestro interior. Esto no
tiene que ver con lo bueno ni lo malo, con lo que es apropiado o inapropiado,
ni con lo que es moral o inmoral; más bien, tiene que ver con que Mashiaj sea
expresado en nuestro vivir desde nuestro interior. ESTO TIENE QUE VER CON MANAR
AGUAS VIVAS DE NUESTRO INTERIOR. Todos sabemos que desde que fuimos salvos,
tenemos a Elohim en nosotros como nuestra vida. Sin embargo, ¿quién es la
persona que vive, es Elohim o nosotros? ¿Somos nosotros la persona que vive y
se manifiesta o es Elohim? El meollo del asunto es si estamos dispuestos o no a
ser quebrantados y a pasar a través de la muerte. Si no estamos dispuestos a
ser quebrantados ni a experimentar la muerte, Elohim no podrá manifestarse
desde nuestro interior. Pero si estamos dispuestos a ser quebrantados y a
morir, Él podrá expresarse en nuestro vivir desde nuestro interior. Según las
Escrituras, negar nuestro yo es pasar por la muerte y el quebrantamiento.
No
debemos simplemente atender a nuestras necesidades humanas, antes, debemos atender
a la necesidad de Elohim, porque Él promete ocuparse de las nuestras. Cuando el
Adón Yahshua se encarnó, Él estaba restringido y encarcelado y era incapaz de
liberarse de Su cuerpo humano. Sin embargo, por medio de Su muerte, Él fue
liberado. La "cáscara" de Su cuerpo humano fue quebrantada por medio
de la muerte para que la divinidad que estaba en su interior, el Mashiaj que
estaba en Él, pudiera ser liberado. El resultado de esta liberación fue que la
vida de Elohim pudo entrar en muchas personas y también en nosotros. Sin
embargo, inmediatamente después que Su vida entró en nosotros, Él quedó
confinado y constreñido en nosotros... una vez más.
Muchas
personas observan la Navidad pagana para celebrar el nacimiento de Yahshua,
pero jamás han experimentado el verdadero nacimiento de Yahshua en su interior.
¿En qué consiste experimentar el nacimiento de Yahshua? En que cuando una
persona es salva, Elohim entra en ella, en forma de semilla, para crecer en
nuestro interior, y hacernos verdaderas piedras vivas. Estas piedras vivas, SI
CRECEN, pueden ser edificadas en el Cuerpo que está siendo gestado hoy. De este
modo, el Adón Yahshua nace en ella y ella experimenta el nacimiento de Yahshua.
Sin embargo, cada vez que Yahshua nace en una persona, se encuentra con un
problema: queda confinado en el que ha sido salvo. Él nació como nazareno, y
este nazareno era un problema para Él, era algo que lo limitaba. Así que, esto
necesitaba ser quebrantado, ser partido, por el madero. Cuando el Adón sufrió
el golpe del madero, Su ser fue abierto y partido, y la vida fue liberada desde
Su interior. Sin embargo, cuando esta vida entró en Kefá, en Yahanan, en ustedes
y en mí, se encontró con el mismo problema, con el mismo impedimento. Todos
podemos testificar que Mashiaj ha sido plantado en nosotros; no obstante, no todos
pueden afirmar con seguridad que Mashiaj vive y se manifiesta o es liberado
desde nuestro interior.
Mashiaj Necesita Vasos Quebrantados Que Sean
Canales De Agua Viva
Mashiaj
no necesita vasos enteros, sino más bien, vasos que hayan sido quebrantados,
porque únicamente los vasos que han sido quebrantados pueden ser canales de
agua viva. Los vasos enteros únicamente pueden servir de cisternas que
contienen aguas de muerte. El mayor problema en la actualidad es lo difícil que
es encontrar heridas y cicatrices en la mayoría de los creyentes. La mayoría de
nosotros no tiene heridas, cicatrices, marcas de muerte o experiencias del
madero. AUNQUE HEMOS SIDO SALVOS Y, AUNQUE INDISCUTIBLEMENTE TENEMOS LA VIDA DE
MASHIAJ EN NOSOTROS, ESTA VIDA NO ENCUENTRA NINGUNA SALIDA. Esto no se debe a
que nuestro comportamiento sea demasiado deficiente o demasiado bueno, sino a
que todavía estamos muy enteros y somos inexpugnables. Debido a que no tenemos
heridas, Mashiaj no puede ser liberado desde nuestro interior.
Supongamos
que una persona es irascible y parece ser arrogante. Sería relativamente fácil
que ese tipo de persona llegara a ser humilde, ya que después de examinarse a
sí misma repetidas veces, condenaría su irritabilidad. Supongamos que otra
persona es mansa por naturaleza y aparentemente humilde. Le sería más difícil a
esta persona conocerse a sí misma; más bien, le resultaría más fácil volverse
orgullosa delante de Elohim... y este fue el caso de Iyov. No pensemos
"Eso a mí nunca me sucederá", porque cuando pensamos de esa manera,
estamos más cerca de caer de lo que creemos. Quizás esta persona mansa piense
que la otra persona es iracunda y arrogante, y que él mismo es manso y humilde.
¿Qué es esto? Es un orgullo verdadero.
Algunos
de los santos no parecen tener mal genio, sino más bien parecen ser ovejas
mansas. Pero, cuando escuchan los mensajes, siempre piensan en cómo la palabra
se aplica a otros y no a ellos mismos. Cuando oyen un mensaje en cuanto al
quebrantamiento, piensan: "El
hermano Fulano tiene muy mal genio, no hay duda que él necesita ser
quebrantado. La hermana Mengana tampoco es muy buena que digamos; ella también
necesita ser quebrantada". Sin embargo, nunca se les ha ocurrido que
los que son mansos necesitan mucho más ser quebrantados que los malgeniados.
Con
frecuencia, a Elohim le resulta más fácil disciplinar a una persona terca de
buen carácter que a una persona dócil, pero de visible mal carácter. Un hermano
puede ser tan dócil en apariencia, que es como una pelota de caucho, a la cual no
hay forma de quebrantar porque siempre se dobla. Pareciera que todo mensaje,
toda disciplina, no es para ellos, todo resbala o rebota en estos hermanos...
pero son rápidos para "identificar", a su parecer a cuáles otros
hermanos y hermanas aplica el asunto. Cuando surge cierta situación, continúan
igual como si nada. Cuando su jefe le llama la atención por algo, a él no le
importa, ni modificará su conducta. Cuando algunos de los miembros de su
familia lo regañan, tal vez pidan perdón, pero continuarán en su comportamiento.
Como una pelota de caucho, este hermano rebota cada vez que alguien lo golpea y
vuelve a subir cada vez que alguien lo arroja contra el suelo. Una persona así
se muestra indiferente a todo; es inquebrantable. Sin embargo, si fuera como el
vidrio, se quebraría con el primer golpe.
Si
una hermana no puede ser quebrantada por su esposo, ni por su hijo ni por su
nuera, probablemente la gente la alabe diciendo que ella es verdaderamente
espiritual porque nadie la ha podido quebrantar. Sin embargo, debemos
comprender que debido a que ella no ha sido quebrantada ni puede serlo, Mashiaj
no puede vivir ni expresarse desde su interior. Muchos hermanos tienen
apariencia externa muy espiritual, son realmente hermanos que aman al Adón y
que quisieran servirlo... pero a su manera propia, aunque simulen que no es
así. Son hermanos y hermanas de caucho, que no pueden ser quebrantados, y sin
eso, Mashíaj no puede manifestarse en ellos y a través de ellos. Lo que manifiestan
estos hermanos y hermanas en su vivir es su propio yo, el cual aún sigue
intacto, es su distinguido y refinado yo, pero no es Mashiaj. Por lo tanto, a
Mashiaj le resulta imposible expresarse en el vivir de ella.
Ni
nuestra bondad natural, ni nuestras buenas obras ni nuestra moralidad pueden
representar a Mashiaj. Únicamente Mashiaj puede representar a Mashiaj. Nada que
sea nuestro, por bueno que sea, puede representar a Mashiaj. EL PROGRESO DE LA
VIDA ESPIRITUAL DE UN CREYENTE NO DEPENDE DE CUÁNTO ÉL HAYA CAMBIADO, SINO MÁS
BIEN, DE CUÁNTO HAYA SIDO QUEBRANTADO Y HASTA QUÉ ESTATURA MASHIAJ HAYA CRECIDO
EN ÉL.
EN
OTRAS PALABRAS, EL CRECIMIENTO DE UN CREYENTE DEPENDE DE QUE ÉL SEA QUEBRANTADO
Y DE QUE MASHIAJ AUMENTE EN ÉL.
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