14 de noviembre de 2021

RRR05 - El Medio Ambiente Del Reino De Los Cielos

 


Hay dos fuerzas poderosas en la naturaleza que influyen en la vida humana y determinan lo que será una persona. Estas dos fuerzas son la herencia genética y el medio ambiente. Ninguna de los dos por sí sola es suficiente para moldear una vida humana plena y útil. Herencia es una palabra que se usa para referirse a la forma en que ciertas características se transmiten de padres a hijos, generación tras generación. Debido a la herencia, cada bebé nace con características humanas que lo hacen distintivamente humano. 



Medio ambiente es una palabra que se usa para representar todas las condiciones e influencias externas que se vuelven parte de la vida de una persona y afectan su desarrollo. Incluido en la herencia de una persona está el color de su piel, cabello y ojos, estatura física, características faciales, temperamento y muchas otras características fisiológicas y biológicas. En el entorno de una persona se incluyen los alimentos que come, el aire que respira, el lugar donde vive, el hogar en el que se crió, los valores que se le enseñan, las enfermedades que puede tener y las ideas, personas y la educación a que está expuesto. Por lo tanto, se puede ver que el medio ambiente es un factor tan importante en lo que será una persona como lo es la herencia. ¡Quizás incluso más!

 

Debe quedar muy claro en nuestras mentes que la naturaleza del hombre se recibe a través de la herencia, pero el sustento, desarrollo y condicionamiento de esa naturaleza depende enteramente del medio ambiente. Por ejemplo, un niño puede nacer con aptitud para la música. Debido a su entorno, ese talento puede estar sin desarrollar, o puede convertirse en una estrella de rock o un violinista en una orquesta sinfónica. ¡El medio ambiente marcará la diferencia!

 

El primer y principal propósito de nuestro medio ambiente es sustentar la vida. El medio ambiente es aquello en lo que vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Sin él no viviríamos, ni nos moveríamos, ni tendríamos ninguna existencia. Dentro de cada organismo vivo está contenido el principio y el poder de la vida, pero en el medio ambiente está el poder de sostener y desarrollar esa vida, las condiciones de vida. Todo ser vivo requiere normalmente para su desarrollo un entorno que contenga aire, luz, calor, agua y alimentos. Cuando simplemente recordamos lo indispensable que es la comida para el crecimiento y el trabajo, y cuando tengamos en cuenta además que la provisión de alimentos la aporta el medio ambiente, nos daremos cuenta de inmediato de la importancia del significado y la verdad de que ¡sin medio ambiente no puede haber vida!

 

Casi las tres cuartas partes del cuerpo humano son agua. Otras sustancias importantes del organismo son el calcio, el fósforo y el carbono. Estas sustancias se denominan "elementos", ¡se encuentran entre las cien sustancias básicas de las que está hecho todo en el universo visible! Nuestro cuerpo físico está compuesto por algunos de los mismos elementos que el mundo que nos rodea, y sólo estando en armonía con ese mundo, sólo entremezclando lo que es con lo que somos, tenemos vida. Por ejemplo, a través de los poros de nuestra piel se evaporan más de 4 litros de agua diariamente de cada adulto sano. El agua tiene que ser reemplazada. ¿Y de dónde viene? ¡Del medio ambiente! Mientras tanto, nosotros respiramos, tomamos aire que podemos usar y exhalamos aire que ya no podemos usar. Del aire que inhala, nuestros pulmones toman oxígeno. Debemos tenerlo para vivir. No importa cuánta vida tengamos en nosotros, ni si sangre real fluye por nuestras venas, ¡debemos asimilar nuestro entorno para vivir! La herencia no es suficiente, indica únicamente las características propias de cada uno. Pero el medio ambiente es la forma en que esas características se desarrollarán, en las que esa semilla se mezclará con su entorno y obtendrá de él todo lo que necesita para crecer.

 

La vida depende de esa unión: el organismo unido a su medio ambiente. El organismo no es más que una parte; su entorno es su complemento. Solo, aislado de su entorno, no existe. Nuestro entorno puede cambiarnos, pero primero tiene que sostenernos. Su poder transformador secreto moldea directamente el cuerpo y la mente y sostiene la vida misma.

 

Esta es una gran verdad en el mundo físico. Y como todas, no es más que una imagen maravillosa de las mayores realidades del mundo espiritual. En el mundo espiritual sucede exactamente lo mismo: ¡Sin medio ambiente no puede haber vida! Hablo, por supuesto, del ambiente espiritual del reino espiritual del Reino de los Cielos. ¿Qué significa esto en el mundo espiritual de Elohim y sus hijos? ¿No es simplemente la grandiosa y gloriosa verdad dicha por el primogénito de la Nueva Creación cuando dijo: "Sin Mí nada podéis hacer" (Yahanan 15:5)? A través de la poderosa obra de la regeneración, hemos sido engendrados en el reino del Reino de los Cielos como ORGANISMOS ESPIRITUALES, seres espirituales, engendrados por Elohim, la descendencia de nuestro Padre celestial. Se ha despertado dentro de nosotros un nuevo principio y poder de vida: la propia vida divina de Elohim, la vida del cielo.

 

Pero que cada hombre considere esto que ahora propongo: incluso en esta, nuestra Vida de Nueva Creación, necesitamos un SEGUNDO FACTOR, algo en lo que vivir, movernos y tener nuestro ser: ¡un MEDIO AMBIENTE! El Reino de los Cielos tiene un medio ambiente también. El mundo espiritual tiene un medio ambiente. El universo entero es un tipo y una sombra de esta gloriosa verdad. Todo organismo vivo tiene su entorno. Sin el entorno del mundo espiritual no podemos vivir divinamente como hijos de Elohim ni movernos ni nada. Sin el ambiente espiritual del Reino de los Cielos, la vida de filiación dentro de nosotros es como el cuerpo sin aire, el pez sin agua, el águila sin cielo.

 

 

El gran Hijo Modelo, Yahshua, caminó en la conciencia plena e iluminada de la interrelación entre el organismo y el medio ambiente. No vivió independiente de ese ambiente espiritual que rodea y envuelve a los hijos de Elohim. Yahshua declaró: "Créanme que YO SOY EN EL PADRE, y el Padre EN MÍ" (Yahanan 14:11). No era sólo el Padre EN EL HIJO (herencia), también era el Hijo EN EL PADRE (ambiente). El Padre fue el centro y la circunferencia de la vida de Yahshua. Ese bendito Mashiaj también oró por los hijos menores que luego seguirían Sus pasos, diciendo:

 

"Padre santo, protégelos con Tu Nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros lo somos. Para que todos sean uno; como tú, Padre, EN MÍ (herencia), y yo EN TI (medio ambiente), que también ellos sean UNO EN NOSOTROS (medio ambiente)". Yahanan 17:11, 21

 

Mashiaj sabía que como hijo Él era el organismo y Su Padre el medio ambiente. El Padre era AQUELLO EN QUE EL HIJO VIVÍA Y SE MOVÍA Y TENÍA SU SER. Aunque era el Hijo del Padre, de ninguna manera podía vivir independiente del Padre. ¿Y cuál es el medio ambiente de los hijos de Elohim hoy? ES ELOHIM EN MASHIAJ. Elohim en Mashiaj, Mashíaj en nosotros (herencia), y nosotros en Él (medio ambiente), es nuestro entorno en el que vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

 

Miles de santos preciosos de Elohim han sido elevados a nuevos y maravillosos reinos de comprensión y experiencia a medida que la gran verdad de "Mashiaj en ti" ha estallado dentro de sus corazones vivificados. Pero hoy les declaro que, mucho más magnífico es el hecho maravilloso de NUESTRO ESTAR EN MASHIAJ COMO CUERPO. Conocer a "Mashiaj en ti" es conocer la realidad de nuestra vida espiritual interior, pero descubrir que estamos "en Mashiaj" es aprehender el hecho de Mashiaj es nuestro entorno, nuestra esfera de existencia, el ámbito de nuestra nueva vida. Este medio ambiente es un mundo que nos rodea y también nos separa de todo lo que está fuera de Él. Este medio ambiente es tan fuerte que no sólo sostiene sino que también protege todo lo que está dentro de Él de todo lo que está fuera y lo amenaza, así como los vidrios de nuestras ventanas nos protegen del frío. Y al mismo tiempo proporciona, a todo el que esté dentro de él, todo lo que necesita, como nuestra atmósfera proporciona todo lo que se necesita para nuestra vida física. El Padre de gloria es verdaderamente nuestro medio ambiente. Él mismo es el entorno del mundo espiritual de sus hijos. ¡Vivimos por el Padre! Al trasladarnos al Reino del Hijo, hemos sido levantados a un medio ambiente nuevo y completamente diferente en los lugares celestiales, del cual Yahshua habló cuando dijo:

 

Como el Padre me amó, también yo los he amado; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Yahanan 15:9-10

 

A la luz de la unión de Mashiaj con el Padre, nuestra unión con Él se vuelve clara. Su vida en el Padre es la ley de nuestra vida en Él.

 

Nuestro pensamiento actual es muy simple. Buscamos mostrar el alcance ilimitado y el poder omnipotente de la atmósfera de este maravilloso Reino de los Cielos. El Ruaj de Elohim nos está trayendo una verdad de suma importancia, obligándonos a prestar atención a que el ruaj de revelación pueda desplegar sus maravillas en nuestros corazones. Hay un diseño profundo. Shaúl escribió que si alguno está en Mashiaj es una NUEVA CREACIÓN. No sólo es él mismo nuevo, sino que ahora VIVE EN UN NUEVO MUNDO, en un nuevo "planeta", por así decirlo, en un orden de cosas completamente nuevo. Las cosas, el medio ambiente de la vieja creación, han pasado y TODAS LAS COSAS SE HACEN NUEVAS. Cada cosa creada tiene su entorno apropiado. Todo organismo creado, en la tierra o en cualquier otro mundo, tiene que vivir, moverse y ser en su medio ambiente particular. Así es también con los hijos del Reino. ¡Ya no pueden vivir y crecer siendo gestados a imagen y semejanza de Elohim sin la diaria, constante, íntima y vital unión con el Padre! Yahshua lo expresó enérgicamente así:

 

PERMANEZCAN EN MÍ, y yo en ustedes. Como LA RAMA NO PUEDE LLEVAR FRUTO POR SÍ SOLA, si no permanece en la vid, ASÍ TAMPOCO USTEDES, SI NO PERMANECEN EN MÍ. Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste produce mucho fruto. Pero SEPARADOS DE MÍ, NADA PUEDEN HACER. Si alguien no permanece en mí, lo echan fuera, y se seca, como las ramas, que las recogen y las echan en el fuego, y las queman. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Yahanan 15:4-7

 

Necesitamos entender la literalidad de estas palabras en el plano espiritual. Yahshua nos compara con la rama de un árbol que, si es cortada, muere, que sólo puede producir fruto si está en el árbol, RECIBIENDO EL ALIMENTO TRANSPORTADO POR LA SAVIA. Y así es con nosotros como hijos espirituales: necesitamos PERMANECER EN MASHÍAJ, para recibir de Él nuestro alimento espiritual diario. Aquellos que "entran y salen" podrán recibir algo de alimento, pero jamás producirán fruto porque no permanecen. Mucho menos los que se desgajan y se van: se secan y mueren, aunque lo nieguen.

 

El organismo está compuesto de los mismos elementos que su entorno, ¡pero no puede vivir separado de su entorno! Los dos deben ser uno. El uno debe vivir del otro. Se nos ha hecho partícipes de la naturaleza divina, pero ese hecho nunca nos llevará a una filiación madura. ¡Debemos vivir por el Padre, injertados en el Hijo, en bendita comunión, participación y unión con Él!

 

El error más común en la vida de muchos del pueblo del Adón es el intento de vivir sin asimilar a Mashiaj como su medio ambiente, sin hacer de Él el absoluto centro de su existencia, la esfera de su vida. Amigos, familia, trabajo, diversión, hogar, pasatiempos, actividades mundanas: con demasiada frecuencia, estos son el entorno en el que vivimos. No hay palabras más solemnes o llamativas que la declaración de Yahshua:

 

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él. Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo EL QUE ME COME TAMBIÉN VIVIRÁ POR MÍ. Yahanan 6:56-57

 

Así como el hombre natural debe obtener sustento de su medio ambiente, así el hombre espiritual debe obtenerlo de su medio ambiente espiritual. El hombre espiritual debe llegar a saber cómo vivir según su medio ambiente.

 

Después de haber ganado la vida, debemos darle de comer. Es como tener un bebé, ¿qué comida le daremos? ¿Lo alimentaremos con conocimiento, o con belleza, o con prosperidad, o con bendiciones, o con ejercicios religiosos, o con credos, o con mandamientos, o con dones, o con poder, o con programas, o con experiencias? No; hay un lujo más raro que todas estas cosas, tan raro, de hecho, que pocos lo han probado nunca; tan delicioso, que los que lo han experimentado nunca volverán a vivir de otro alimento. Es esto:

 

No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Elohim. MattiYah 4:4

 

Yo tengo una comida para comer que ustedes no saben... Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra. Yahanan 4:32-34

 

Nada puede satisfacer el apetito del hijo sino esto: tiene hambre del pan que desciende del cielo. Nada más lo llenará. Nada más lo satisfará.

 

Yahshúa les dijo: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás". Yahanan 6:35

 

Todo el mundo sabe que el mundo tiene hambre. Tiene muchas carnes y muchas bebidas, pero el mundo hambriento se muere de hambre. Tiene muchas carnes y muchas bebidas, pero no contienen ningún alimento. No son más que agua azucarada. Tiene placeres, diversiones, excitación y obras, pero allí no hay alimento para el anhelo inmortal del ruaj. Tiene sociedad mundana, libros mundanos, acontecimientos mundanos, conocimiento mundano y deseos mundanos. Pero estas cosas simplemente intoxican.

 

El mundo de la congregación también tiene hambre. Está hambriento, de hecho. Oh, tiene muchas carnes y muchas bebidas, pero no hay alimento para el ruaj en ellas. Tiene rituales impresionantes, programas emocionantes, ceremonias conmovedoras, ordenanzas espléndidas, pompa, espectáculo, velas, incienso, templos, danzas, música, rituales, catedrales, sacerdotes, predicadores, credos, organización y abundancia de actividad. Su gente se involucra "en el trabajo". Lo hacen con todas sus fuerzas, pero en todo esto ALGO QUE NO ES MASHIAJ SE HA CONVERTIDO EN EL FACTOR CENTRAL. El centro se convierte en el movimiento, o el mensaje, o la organización, o el programa, o el ministerio, o la experiencia, o el método, o la personalidad o alguna otra cosa. Pero les declaro que todas estas cosas y actividades religiosas meramente intoxican y millones de creyentes están ebrios con ellas y en su risa ebria creen que conocen al Mashiaj viviente. Borrachos, drogados... ciegos y muertos.

 

¡No hay SUSTANCIA en ellos! Faltan los ingredientes divinos de la atmósfera celestial del Reino de los Cielos. Los hijos de Elohim no pueden vivir en ese medio ambiente. Así que nuestro ruaj aparta la mirada de todos ellos con indecible aversión.

 

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. MattiYah 5:6

 

No hay posibilidad de pasar hambre o sufrir desnutrición con esta comida. Es el alimento eterno del que pueden vivir los hijos de Elohim. Pero acaso, no dirán, ¿no es terriblemente cierto que la gran mayoría de los creyentes vive de palabras que han salido de la boca de Elohim? Viven de una revelación pasada, una palabra hablada a otra gente en otro momento, un credo histórico, lo que Elohim habló a través de San Agustín, o a través de Lutero, o a través de Calvino, o a través de tantos otros... Es pan duro, carne en mal estado, agua estancada y palabra muerta. Es una palabra que Elohim habló, pero no la palabra que el Ruaj está hablando. Es cereal que ha envejecido. Es una palabra que en algún día antiguo procedió de la boca de Elohim, pero no la palabra que procede HOY de la boca de Elohim. Es el maná de ayer, ha engendrado gusanos y apesta. Es verdad, pero no VERDAD PRESENTE. Pero el pan vivo del Mashiaj viviente en Su revelación viviente a Sus hijos elegidos en este día es comida que el mundo no conoce, comida que permanece para vida eterna. En la cosecha no se cosecha, pero el almacén está siempre lleno, ¡ÉSTE ES EL VERDADERO REPOSO DE YAHWEH! Este es el Eden sobre la tierra, el jardín de las delicias, donde el hombre no trabaja, no cosecha, pero se alimenta de todo árbol del huerto, de todo don de Elohim.

 

 

¿Podemos imaginarnos algo como esto? Un niño nace en un mundo que no tiene oído, ni vista, ni sentido del olfato, ni del gusto, ni del tacto, y no puede hablar. Muchos niños nacen con una o más de estas discapacidades, pero éste las tiene todas. No puede ver, oír, sentir, oler, saborear ni hablar. ¿HAY ALGUNA MANERA HUMANA POSIBLE DE LLEGAR A TAL NIÑO QUE VIVE EN TAL CUERPO? Está viviendo en un mundo lleno de seres humanos normales. Tiene la misma vida que hay en los demás. Pero no puede comunicarse con esos seres de ninguna manera. No puede ver lo que hay a su alrededor, ni oír. No tiene sentido del tacto y, por lo tanto, no sabría cuándo fue tocado. No tiene sentido del olfato ni del gusto, y no tiene comunicación con el mundo exterior ni aprecia nada en él. Este niño no tendría forma de aprender del mundo que lo rodea. No tiene idea de lo que es la humanidad. No hay forma de que pueda expresarse al mundo circundante. ¡Qué condición tan horrible! Pero por favor, abran sus ojos: HAY LITERALMENTE MULTITUDES DEL PUEBLO DE ELOHIM QUE OCUPAN ESA MISMA CONDICIÓN ESPIRITUALMENTE.

 

Supongamos que el niño crece, alcanzando al menos una madurez parcial. Entonces, un día, por un milagro, recibe la vista. No tenemos forma de saber cuáles serían las emociones en una persona así, al recibir la vista. De repente, de un mundo de oscuridad, la vista revelaría los seres y todas las proporciones del mundo que lo rodeaba. UN MUNDO NUEVO ENTERO LLEGARÍA REPENTINAMENTE A EXISTENCIA PARA ESA PERSONA. Nunca había siquiera soñado con un mundo así. Sería confuso, desconcertante, aterrador. La mente de una persona así no habría tenido forma de concebir nada de lo que ahora ven los ojos. SIN EMBARGO, ESTE MUNDO HABÍA ESTADO ALLÍ DURANTE TODA LA VIDA DE ESE INDIVIDUO. Esta persona había estado en el medio todo el tiempo. No era un mundo nuevo, sino nuevo para esta persona. Y, sin embargo, el niño todavía tendría poca concepción de este nuevo mundo. No tendría idea de lo que sería seguro o peligroso en este mundo. No tendría conocimiento de la belleza o la fealdad. No tendría sentido del valor de lo bueno o malo, o el significado de las cosas que ve. Una persona así no entendería la diferencia entre un árbol y un hombre. No sabría que un animal es un animal o que un pájaro es un pájaro. Todo esto habría estado alrededor de la persona todo el tiempo, pero él no lo sabía.

 

Una vez más, esta persona continúa durante semanas o meses, y luego se realiza otro milagro y se le abren los oídos. OTRO MUNDO SE ABRE DE REPENTE A ESTE POR LA APERTURA DE LOS OÍDOS. Un nuevo mundo vasto y expansivo llega a este en el mundo del sonido. Oiría hablar a la gente y se preguntaría qué son esos sonidos. Oiría música y el canto de los pájaros, y se maravillaría de lo que oye. Todavía no tiene capacidad para evaluar los sonidos, por lo que debe haber un proceso de aprendizaje mediante el cual todos puedan ser ordenados y catalogados en función de lo que son, agradables o desagradables. Antes nunca tuvo los medios para siquiera soñar con algo como el sonido, habiendo estado encerrado en su propio mundo aparte de todo.

 

Créanme, hermanos, HAY UN MUNDO ALREDEDOR DE NOSOTROS QUE EL HOMBRE NATURAL NUNCA HA VISTO. Está ahí ahora y siempre lo ha estado. Y ¡maravíllense! ¡No necesitamos portales mágicos! Poco a poco Elohim está abriendo nuestros ojos espirituales y estamos contemplando con asombro cosas que no sospechamos ni soñamos que nos rodearon siempre. Con nuestros sentidos físicos no tenemos absolutamente ninguna comprensión de ese mundo, porque no ha habido forma de que se comunique con nosotros. Por eso dice:

 

Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del espíritu de Elohim, porque para él son locura; y no las puede comprender, porque hay que discernirlas espiritualmente. Qorintiyim Alef 2:14

 

Pero el Ruaj de Elohim abre la visión de sus escogidos en esta hora para que vean cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni ha entrado en corazón de hombre. Hay un reino, una dimensión de la realidad, una esfera de existencia, un mundo, un universo, un Reino que Elohim ha preparado para Sus hijos, y nos lo está revelando por Su Ruaj.

 

Emociones extrañas y maravillosas se agitan dentro de nosotros a medida que comenzamos a discernir el valor de las cosas que vemos con el ojo de la revelación. Estamos comenzando a experimentarlo, y estamos tratando de captar su certeza y su propósito e intención con mayor profundidad. Todos los días exploramos este maravilloso mundo del Reino de los Cielos que se abre ante nosotros. Sabemos que es la tierra que nuestro Padre celestial nos ha preparado desde antes de la fundación del mundo. No hay forma de que este mundo superior que nos rodea nos alcance hasta que Elohim abra un canal. Los malajim poderosos y las criaturas gloriosas en los reinos celestiales pueden poseer un deseo ardiente de hacernos comprender acerca de este nuevo mundo, pero no pueden hacerlo. Nunca, antes de que Elohim mismo nos vivifique y transforme por medio de Su Ruaj, se nos abrirá este nuevo mundo. Los hombres de mentalidad carnal piensan en el cielo en términos de calles doradas, arpas, zapatillas de oro, túnicas blancas, ramas de palmera, trompetas, etc. Pero el Reino es un mundo ajetreado en el que se logran grandes cosas. Es un reino activo y dinámico, está a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Por favor, recuerden que ÉL ESTÁ LEVANTANDO. Muchos quieren creer que este es el fin, que este estado parcial es la realidad de las cosas (y niegan el Milenio, no comprenden la necesidad de purificar el santuario, y desconocen tantas cosas). Aunque hoy comenzamos a experimentarlo, ESTE REINO AÚN NO TIENE TODA LA FUERZA QUE TENDRÁ. Aún es pequeño, así como nosotros lo somos. Entiendan también entonces que sus rechazos, rebeldías y demoras atrasan este crecimiento, causan daño al Cuerpo.

 

Vamos a descubrir por el movimiento del Ruaj que este mundo espiritual ya existe aquí y ahora EN GESTACIÓN, y es la promesa de nuestra patria. El Ruaj es la promesa de nuestra vida eterna, y este "Reino en medio de ustedes" que es la manifestación de cada "Mashíaj en ti" es la semilla creciendo, el bebé gestándose, levantando la promesa del Reino futuro a plenitud. Yahshua vino y mostró el cielo, pero la gente no pudo verlo entonces. Ante sus propios ojos, Yahshua mostró el poder, la gloria y la vida de ese mundo brillante que nos rodeaba, pero la mayoría estaba ciega. No era el momento, como sabemos:

 

Entonces, tomando al ciego por la mano, lo sacó fuera de la aldea. Y después de mojarle los ojos con saliva e imponerle las manos, le preguntó: "¿Ves algo?". Él entonces alzó la vista y dijo: "Veo a los hombres, pero los veo como árboles que andan alrededor". Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos; el hombre fijó la vista resueltamente, y se le restauró la visión, y veía todo claramente. Mordejai 8:23-25

 

El ciego fue "curado" en dos pasos (siendo que Yahshua ya había curado a otros de una vez, como en la Era de Pésaj), para dejarnos un cuadro: en primer lugar, el hombre debía ser llevado fuera de la aldea (el mundo), después le mojó los ojos con saliva y le impuso las manos (le dio el Ruaj, como en la Era de Shavuot), pero el hombre aún no distinguía claramente. Entonces le impuso las manos por segunda vez (segunda venida, Era de Sukot) y finalmente el hombre pudo ver con toda claridad. Solamente veremos en plenitud en la Era de Sukot, si somos contados entre los vencedores.

 

 

Una mañana, el criado de Elishá se despertó y salió de la casa donde estaban de visita. Miró a su alrededor y vio que él y su maestro estaban rodeados por un gran y terrible ejército y le gritó a Elishá que le preguntara qué debían hacer. Estaba asustado más allá de lo creíble porque en su capacidad limitada no veía salida. Pero Elishá le respondió: "No temas, tenemos más con nosotros de lo que ellos tienen con ellos". Consideremos el asombro y la incredulidad del siervo, y oigamos sus pensamientos: "¿Qué te pasa, Elishá? Salí y escudriñé las montañas, vi a todo el ejército del enemigo allí. No veo a nadie aquí con nosotros". Entonces Elishá rogó al Adón que abriera los ojos del joven, y Elohim lo hizo. ¡Qué espectáculo vio! Todo el tiempo había estado en medio de los ejércitos de caballos y carros de fuego de Yahweh Y NO LO SABÍA. Había estado rodeado por el poder mismo de Elohim y el mundo de Elohim, pero no poseía la facultad que pudiera revelárselo. No podía ver, saborear, sentir, oler ni oír lo que le rodeaba. No había habido conexión entre él y este otro mundo hasta que Elohim abrió los ojos de su ruaj y se lo reveló.

 

Los hombres que presenciaron la demostración del primer teléfono realizada por Alexander Graham Bell, se negaron a creer que pudiera existir algo como un teléfono o una voz a través de un cable. Hay un mundo mucho más real que el nuestro en y alrededor de nosotros, y tratamos de contárselo a la gente, pero ellos nos informan que han visto todo lo que hay para ver y escuchado todo lo que hay para oír... y dicen que es porque tienen la Palabra de Elohim. Pero el Reino de los Cielos no es un libro, el Reino de los Cielos no es un lugar, ni el Reino de los Cielos es una era. Si la Palabra Viva (el Ruaj haKodesh de Mashíaj) no nos aviva la Palabra escrita (la Torah completa, y no por partes), no veremos la realidad espiritual de que la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros para poder ser hecho Ruaj vivificante, para que, hoy como ayer,  contemplemos Su gloria, la gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad. HOY COMO AYER, ESA MISMA PALABRA SE HACE CARNE EN NOSOTROS, cada vez que alguien es salvo. Yahshua está hoy encarnando en todos los que somos hijos de Elohim, a través de su Ruaj. ¡Este es el poder y la gloria del Reino de los Cielos en la tierra! ¡HalleluYah!

 

 





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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