RRR07 - Concepción, Gestación Y Nacimiento De Lo Alto
Retrocedamos unos dos milenios a la venerable ciudad del gran Rey. Es de noche. Un ciudadano va andando furtivamente por la calle, manteniéndose en las sombras. Habiendo logrado entrar en la casa donde se hospeda cierto maestro itinerante, el visitante le dice: "Rabí, sabemos que eres un maestro venido de Elohim; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, si no está Elohim con él". Todo esto está en el capítulo 3 de Yahanan.
Fue realmente una cosa valiente y atrevida para este
visitante nocturno. Por un lado, era un ciudadano distinguido, una autoridad
eclesiástica entre los judíos, miembro del renombrado Sanedrín, la Corte
Suprema de Yisrael. Por otro lado, el maestro a quien había venido a consultar,
aunque famoso por ciertas curaciones y enseñanzas, era sólo un rabino sin título
de Nazaret, en la provincia de Galilea.
Las primeras palabras del nuevo maestro son, sin embargo, asombrosas.
Las palabras que Yahshua dijo a Nicodemo están cargadas de significado divino, porque
en esa entrevista el Adón reveló verdades fundamentales con respecto al Reino
de Elohim. Yahshua le dijo de forma clara y directa: "En verdad, en verdad te digo, que el que no es engendrado de lo
alto, no puede ver el Reino de Elohim". ¡Qué afrenta tan inesperada y
asombrosa para este fariseo ejemplar, este miembro honorable del Sanedrín, este
experto profesional en Yisrael! El Reino de Elohim era un término con el que estaba
familiarizado desde la infancia. Creía que, en virtud de su derecho de
nacimiento como judío, ya era miembro de ese Reino. ¡Y ahora este
carpintero-maestro itinerante de la despreciada Nazaret se atreve a decirle que
a menos que sea engendrado de lo alto, nacido de arriba, nunca verá el Reino de
Elohim! Asombrado y confundido, pregunta a la defensiva: "¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por
segunda vez en el útero de su madre y nacer?". Pero Yahshua, de
ninguna manera ofendido por la tonta pregunta de su visitante, procede a
repetir, con mayor detalle y énfasis, los términos de entrada al Reino de
Elohim:
Yahshúa respondió: "En verdad, en verdad te digo que a menos que uno sea engendrado del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Elohim. Lo que ha sido engendrado de la carne, carne es; y lo que ha sido engendrado del espíritu, espíritu es. Yahanan 3:5-6
Estas cosas las estudiamos en otro lugar, de manera que
citaré brevemente:
Lo que comúnmente se traduce como "nacer de nuevo" es "ser
engendrado de lo alto". La expresión es GENNETHE ANOTHEN, y proviene de la
palabra GENNAO (G1080), engendrar, y ÁNODSEN (G509), de arriba.
Los hombres engendran; las mujeres dan a luz. Y así, en MattiYah 1:2, donde
leemos que Avraham engendró a Yitzjak, es evidente que Avraham en realidad no
dio a luz a Yitzjak. Avraham simplemente engendró a Yitzjak en el vientre de
Sarah, quien más tarde dio a luz a Yitzjak.
En MattiYah 1:20, el malaj del Adón se le apareció a Yósef y le dijo que tomara
a Miriam como su esposa, aunque estaba embarazada y muchos pensaban que era una
adúltera. El malaj le explicó: "porque
lo que se ha concebido en ella es del Ruaj haKodesh". La palabra
griega traducida "concebido" es nuevamente gennethen, de gennao. Es
evidente que Yahshua aún no había nacido en Belén. Vemos que la palabra se usa
aquí como concepción. El Ruaj haKodesh había actuado como el Padre para
engendrar un embrión dentro de Miriam.
Imagínense un par de gemelos que están a punto de nacer... debatiendo
si hay vida después del útero. Su pequeño y oscuro mundo ha estado inusualmente
activo últimamente, y ambos se dan cuenta de que sus días en el útero están
contados, un cambio está en el aire. Pero mientras uno de ellos sostiene que
hay mucho más en la existencia que su vida en el útero, el otro se niega a
creer en algo que nunca ha visto. Entonces, de repente, su mundo comienza a
colapsar. Sienten un tirón, una presión intensa. Hay dolor por primera vez. El
escéptico aguanta; el otro resbala. Su cabeza se desliza cada vez más firmemente
en un túnel oscuro. Hay dolor, más presión. "Está sucediendo", piensa
el otro, "este es el final". Y mientras se aferra a su vida, ve una
luz penetrante y escucha el último grito de su hermano. Luego silencio. Pero mientras
el que ha quedado llora por su hermano "perdido", éste en verdad yace
a salvo en los brazos de su madre. Ha sido bienvenido a una nueva familia y a
un mundo completamente nuevo: un mundo de luz deslumbrante, vastas distancias y
grandes oportunidades. Cosas inimaginables para un bebé en el útero. Y este
bebé ya nacido desearía poder decirle a su hermano que de hecho hay vida más
allá del útero y que es mejor que cualquier cosa imaginable. Pero no puede; su
hermano tendrá que verlo por sí mismo. ES EL NACIMIENTO LO QUE TRAE LA NUEVA
IDENTIDAD Y EL NUEVO MUNDO.
Quiero que lo vean en toda su magnitud y entiendan: EL NUEVO
NACIMIENTO ES LA RESURRECCIÓN. MORIREMOS AL VIEJO HOMBRE, SEREMOS DESCONECTADOS
DE NUESTRA VIEJA MADRE, Y NACEREMOS A UN NUEVO MUNDO, UN NUEVO REINO, CON TODA
LA PLENITUD DE MASHÍAJ EN NOSOTROS. Hemos sido engendrado y concebidos, estamos
siendo gestados, y en breve, si corremos bien la carrera, NACEREMOS.
Una vida humana comienza en el momento de la concepción, pero
en ese momento no es realmente una persona, tiene poca semejanza con el hombre
o la mujer en que algún día se convertirá. En el momento de la concepción, el
embrión se parece más a un pez que a un ser humano. Se producen muchos cambios importantes
a medida que el feto se desarrolla en el útero durante el período de gestación
de nueve meses. El período de formación finaliza con el inicio del parto.
Cuando el bebé está listo, un cambio en la química del cuerpo de la madre hace
que comiencen las contracciones que provocan el nacimiento. Las contracciones
continuas e intensificadas finalmente empujan al bebé a un mundo nuevo. El
médico corta el cordón umbilical y así corta la conexión entre la madre y el
niño. Los gritos del bebé transmiten la noticia de la llegada de una nueva
persona al mundo. Piensen en los grandes cambios que deben tener lugar en el
bebé en el momento del nacimiento. En un instante, después de horas de lucha, desde
un ambiente líquido, ahora está rodeado de aire. De la oscuridad total, ahora
está inundado de luz. De un mundo de confinamiento y silencio, ahora es llevado
a un mundo de libertad y comunicación. Debe comenzar a respirar de inmediato.
Ya no se nutrirá más de la sangre de su madre; debe empezar a comer. Hay de todo
para aprender, y el aprendizaje comienza de inmediato y nunca termina. ¡Es
emocionante, muy emocionante!
En el gran y maravilloso plan de Elohim, la experiencia del
nacimiento determina al ser humano, porque es por la concepción que el feto
previamente no nacido adquiere su identidad como un ser humano que vive y
respira independientemente. ¿Podemos ver que la identidad comienza con la
concepción? En la concepción adquirimos nuestra herencia genética: una parte de
nuestra madre, la otra de nuestro padre. En los seres humanos, esto sucede de
forma natural a través del esperma del padre fecundar el óvulo de la madre, pero
cuando hablamos de SER ENGENDRADOS DE LO ALTO, sabemos que habrá una mezcla
espiritual. Esta es una nueva encarnación, un nuevo milagro como el que realizó
Mashíaj al encarnar, aunque lo que nosotros recibimos es el Ruaj de Mashíaj, y
en él, el Ruaj del Padre puede manifestarse. Yahshua recibió de forma directa
la plenitud del Ruaj de Elohim, nosotros recibimos el Ruaj de Yahshua, Y EN AMBOS
CASOS TENEMOS UNA MEZCLA DEL MUNDO ESPIRITUAL CON EL MUNDO TERRENAL, nuevamente
Elohim encarnando en el hombre, ahora para levantar su Cuerpo.
No se dejen engañar por lo que les dicen que "están
tratando de hacerse dioses", que en su falsa humildad rechazan la acción
del Ruaj. Yahshua fue claro:
Yahshúa les respondió: "¿No está escrito en la Torah de ustedes: "Yo dije: Ustedes son elohim"? Si llamó "elohim" a aquéllos a quienes se le dirigió la palabra de Elohim (y la Escritura no se puede anular), ¿por qué me dicen ustedes a mí, a quien el Padre santificó y envió al mundo: "Tú blasfemas", porque dije que soy Hijo de Elohim?". Yahanan 10:34-36
Acusaron al propio Yahshua. Los que los acusan de afirmar
que ustedes son hijos de Elohim, son hijos espirituales de aquellos fariseos...
La naturaleza de nuestra concepción determina en quiénes nos
convertiremos. Nuestro linaje y genealogía es de suma importancia. Nuestra vida
es una creación única de Elohim. Somos una criatura especial en todo el vasto
universo de Elohim. Y es al nacer cuando se emite el certificado mediante el
cual el niño es registrado como ciudadano de su país y del mundo. Es al nacer
cuando se le da un nombre al niño, estableciendo para toda su vida su identidad
individual. Por eso, es bueno comprender que NO HEMOS NACIDO AÚN, como aseguran
tantos cristianos, y andan por la vida como fetos ciegos. No sólo en nuestros
países recibimos el nombre al nacer:
El que tiene oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones. Al que venza le daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y escrito en la piedrecita un nombre nuevo que nadie conoce sino el que lo recibe. Hitgalut 2:17
Naceremos ciertamente, a su tiempo, Y CADA UNO EN SU ORDEN:
Porque así como en Adam todos mueren, así también en el Mashíaj todos serán vivificados. Pero cada uno en su orden: las primicias ungidas; después, aquellos que son de Mashíaj, en su venida. Qorintiyim Alef 15:22-23
Es un misterio para todos nosotros, pero el hecho es que
Elohim ha ordenado que se produzca una transformación maravillosa a través de
todo este proceso de concepción, gestación y nacimiento.
Ahora espero que comprendamos mejor el estado en que nos
encontramos: somos bebés en el vientre, en gestación, y esto es a nivel individual,
independientemente unos de otros. Cuando uno cree en el Adón Yahshua,
inmediatamente es engendrado de lo alto, y recibe el embrión del nuevo hombre
en su interior. Individualmente, cada uno de nosotros somos "el vientre de
la mujer" donde este nuevo hombre debe crecer. Pero esto no es sólo en el
plano individual. En el plano corporativo, la mujer (la nueva humanidad) está
con dolores de parto para dar a luz al hijo varón corporativo, del cual
formamos parte. Entonces, tenemos una responsabilidad personal, en cuanto a que
somos "la mamá" de este bebé (y reconózcanlo: HAN SIDO MADRES MUY
NEGLIGENTES), pero este bebé forma, a su vez, parte de algo mayor: el Cuerpo de
Mashíaj.
Ahora también podemos comprender mejor nuestro conflicto
interior entre el viejo hombre y el nuevo hombre, Y LA IMPORTANCIA DE DAR A LUZ
AL NUEVO. Se han quedado atrás, se han resistido a engendrar su parte del hijo
varón (y si es así, no serán "arrebatados para el trono"), no han
querido alimentarse bien para que el bebé reciba los correctos nutrientes... y
cuando llega la hora de dar a luz, no hay fuerzas. De ustedes depende su
embarazo. Ninguna madre trata tan mal a su bebé como ustedes tratan a este
Mashíaj interior, NEGÁNDOSE A HACERLO CRECER PARA QUE NAZCA.
Este bebé, cuando sí crece dentro de ustedes, es la parte
que "se opone" a los deseos del viejo hombre. Ese bebé dejará de lado
a su madre y se volverá a su Padre, porque ha sido engendrado de Él, de lo
alto, y esa es ahora su naturaleza. Su naturaleza, su carácter, su estado de
ser, sus deseos, sus actitudes, su comportamiento, su comprensión, sus metas y
objetivos son completamente diferentes y opuestos a los nuestros de la carne.
Sólo él puede decir en nosotros: "No
soy del mundo. He sido engendrado de lo alto. Naceré en otro Reino. Pertenezco
a otro Rey. Estoy en medio del mundo con toda su perversidad y pecado y
tristeza y limitación y dolor y muerte, pero no pertenezco a él". Si
no pueden VIVIRLO (decirlo, cualquiera puede), es hora de que alimenten a ese
bebé. Me pregunto si pueden conseguir eso.
Oímos hablar de ser engendrados de lo alto, y muchos creen
que lo entienden. Desde que el cristianismo habla de "nacer de nuevo"
por sus malas traducciones, ya deberíamos comprender que SU COMPRENSIÓN ESTÁ
EQUIVOCADA. Ellos escuchan débilmente las verdades de la filiación e imaginan
que ya son hijos de Elohim COMPLETOS, NACIDOS. Sin embargo, sólo están siendo
gestados... SI LO ESTÁN. La mayoría no comprende que la responsabilidad de esa
gestación LES CORRESPONDE. Elohim hizo su parte, entregó la semilla, PERO EL
BEBÉ SE GESTA EN EL VIENTRE DE LA MUJER. Nosotros somos esa mujer
individualmente, la Novia es esa mujer corporativamente.
Los creyentes de todas las épocas han sido extremistas
lamentables, yéndose de un extremo a otro todo el tiempo. O se quedan cortos en la comprensión de todas
las grandes promesas de Elohim, o creen que ya las tienen, y tratan de
efectivizarlas en la fuerza de su carne... produciendo resultados terribles.
El cristianismo asegura que los cristianos ya han nacido de
nuevo... y al parecer no tienen mucho más que hacer por ahora, sino esperar
algún arrebatamiento y ser llevados a un cielo, y otras ideas muy poco
creíbles. Muchas veces he visto la siguiente afirmación: "Excepto que un hombre nazca de nuevo, NO PUEDE IR AL CIELO".
Esa declaración, me temo, ha sido la suma y la sustancia de la fe cristiana, y
han frustrado a tantos hermosos creyentes, obligándolos a caminar cuando aún no
han nacido. Bien, la concepción en el Reino de los Cielos es diferente a la
concepción de los hombres de la tierra, pero aun así, TIENE SUS TIEMPOS Y SU
PROCESO DE DESARROLLO.
Ser engendrado de lo alto es tener la genética espiritual de
un reino superior. El ruaj es más alto que la carne, aunque ambos deben crecer
juntos en un sólo cuerpo, porque así lo ha determinado Yahweh. ÉL USARÁ A LA
MUJER CAÍDA PARA DAR A LUZ AL HIJO VARÓN QUE SERÁ FORMADO CON TODO EL ORO, LA
PLATA, EL BRONCE Y EL HIERRO QUE PERTENECEN A ELOHIM, Y SERÁ ARREBATADO PARA EL
VERDADERO TRONO, CUANDO ESTE BEBÉ NAZCA. Mientras tanto, dentro del vientre ya
se está produciendo un proceso de SEPARACIÓN: el nuevo bebé se niega a ser
alimentado con la basura corrompida que la madre insiste en darle, producto del
viejo hombre, de la carne. Si la madre insiste en alimentarse de cosas
mundanas, almáticas y carnales, EL BEBÉ SE NEGARÁ A COMER Y NO CRECERÁ. Ese
alimento sirve para los embarazos de la carne, pero no para este embarazo de lo
alto. Alimenten correctamente a este bebé, y dejarán de sentir dolores, dejarán
de tener dudas, miedos, preguntas, dejarán de "no saber" y de
"no entender" LO QUE NO PUEDEN VER NI COMPRENDER CON LA MENTE DE LA
CARNE, y comenzarán a experimentar una nueva vida. Hagan crecer a este bebé
para que pueda nacer en su tiempo, que no tenga que posponer la fecha de parto,
para poder entrar en el Reino.
Nacer de la carne es una cosa, porque allí nacemos en un reino
natural, y sólo somos capaces de participar de las cosas naturales. Pero nacer del
Ruaj es nacer en un reino nuevo y más elevado, donde las cosas espirituales son
reveladas y hechas cada vez más claras ante nosotros... SI HACEMOS CRECER AL
BEBÉ. Si no, lo siento mucho, señores, pero continuarán tan ciegos como antes.
La falta de frutos de la mayoría de los creyentes (que llaman fruto a cualquier
porquería que fabrican en su carne), es la prueba fáctica de esto. Y sólo
veremos en plenitud DESPUÉS DE NACER. Sin ser engendrados de arriba es imposible
ver el reino de Elohim, porque a los hombres naturales no se les ha dado el
poder de ver las cosas espirituales.
El reino de la nueva concepción es el reino de la filiación.
Es el reino donde Yahshua ha Mashiaj, el Hijo de Elohim, vivió, se movió y tuvo
Su ser. No es que haya nacido de nuevo, porque nunca había pecado ni muerto y
no necesitaba la regeneración de los hombres comunes. Pero Él vivió y se movió
en el reino de la filiación plena y completa. Él vivió allí y nos abrió el
camino para entrar, para que podamos entrar ahora en el Reino de los Hijos de
Elohim. No es que haya muchos reinos, hay uno sólo, pero tiene muchas etapas,
facetas y partes. Yahshua ha Mashiaj, el Hijo de Elohim, vivió en un reino por
encima y más allá de los hombres ordinarios, porque mientras hemos vivido como
hijos de los hombres, Él vivió como el Hijo de Elohim. Mientras nosotros fuimos
de abajo, Él era de arriba. Aunque nuestros reinos han sido de la tierra, Él no
era de aquí. Si bien esto es innegablemente cierto para cualquier hombre honesto,
sin embargo, alabado sea el propósito eterno de Elohim: Yahshua ha Mashiaj llegó
a ser el Hijo del Hombre para que nosotros, que nacimos hijos de los hombres
pero por la fe en Yahshua somos engendrados ahora de lo alto, seamos hijos de
Elohim.
Regeneración, nueva concepción, gestación, ser hijos de
Elohim: todos estos son términos que la mayoría de los creyentes disfrutan. La
hermosa analogía es aceptada por todos. Pero el creyente promedio no tiene
absolutamente ninguna idea de las implicaciones trascendentales de esta nueva
concepción en la familia de Elohim, ni de las responsabilidades que la misma
implica. La mayoría piensa en ser un hijo de Elohim como una especie de título "honorario"
que les confiere un Elohim indulgente que los acepta como "pequeños hijos
humanos adoptados" a quienes planea dar como recompensa por aceptar su regalo
de la vida eterna construyéndoles un hermoso parque, un patio de recreo
celestial llamado "cielo". Este cielo está diseñado para que
disfruten por la eternidad, tocando, holgazaneando, corriendo, gritando, regocijándose,
visitando, tocando arpas, agitando ramas de palmera y haciendo cualquier otra
cosa inofensiva y sin pecado que sus corazones deseen.
Pero entendamos lo que realmente significa ser concebidos de
lo alto (recibir una nueva genética celestial y tener un Padre divino y una
madre terrenal, EXACTAMENTE COMO YAHSHUA), estar siendo gestados y finalmente
nacer dentro de la misma familia de Yahweh. Entendamos que no sólo naceremos en
el Reino de Yahweh, sino que también SEREMOS MIEMBROS DE SU FAMILIA. Su familia
es su Reino, sus hijos son su Cuerpo, Su autoridad es ejercida por el Cuerpo a
través de las órdenes de la Cabeza... toda una serie de conceptos bastante
diferentes a los de nuestro mundo material, ¿verdad? Pero lo que esto quiere
decir es que, en el momento en que NAZCAMOS DE HECHO, seremos ingresados de
hecho en el Reino y en la familia de Yahweh, y seremos HIJOS DE ELOHIM con todo
lo que eso implica. De manera que, haber sido concebidos por Él y estar siendo
engendrados (hacer crecer el bebé) indica que estamos siendo fortalecidos para
crecer y nacer a fin de convertirnos en todo lo que Él es, así como ya lo son
sus hijos que no han caído. Esto no es endiosarse. Es dar a César lo que es de
César, y a Elohim lo que le pertenece.
La nueva concepción es nada menos que recibir la semilla con
todo el potencial de la misma, para que crezca como lo que su genética indica: un
ser-Elohim, un hombre-Mashiaj. Vean bien lo que dice Shaúl que tenemos: "Mashiaj en ustedes, la esperanza de
gloria" (Qolasiyim 1:27). Mashíaj es ESPERANZA DE GLORIA. Es decir,
TODAVÍA NO ES UN HECHO. Es esperanza:
...pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Romaniyim 8:24-25
Mashíaj en nosotros es nuestra garantía, nuestra esperanza
DE QUE RECIBIREMOS LA HERENCIA COMPLETA. No es que ya la hayamos recibido en
plenitud, como tantos aseguran. Realmente son herederos legales y nadie les quitará
la herencia, pero como todo heredero que no tiene la edad apropiada, NO PODEMOS
RECIBIR LA HERENCIA AÚN. Allí está, esperándonos, esperando que nazcamos...
MIENTRAS NOSOTROS NOS NEGAMOS A ALIMENTAR AL BEBÉ. ¿Podrá nacer?
No hay un nueva concepción fuera de la concepción real de un
ser espiritual real que se convierte en el "hombre interior", el nuevo
hombre. Es mi ruaj vivificado por Su Ruaj, Elohim dando a luz Su propia vida
divina en nosotros, haciéndonos así vivos de entre los muertos, una nueva
criatura en el Plano Celestial. Muchos creyentes hablan con soltura sobre una "experiencia"
de nacer de nuevo, o un "cambio de corazón", ignorando por completo
lo que debe suceder para efectuar este cambio, para implementar esta realidad,
IGNORANDO QUE ESTAMOS EN ESPERANZA. Esta es la arrogancia de la carne, que
cuando se le dice "todavía no", salta y grita "¡YO YA
PUEDO!"... Y FALLA MISERABLEMENTE.
Nuestro Adón dijo: "tienen que ser engendrados", no
ya de la carne, sino del Ruaj. Los religiosos, tanto entonces como ahora, son
incapaces de captar la mayor de las verdades y sus asombrosas implicaciones...
pero también muchos pseudo-espirituales impacientes, que continúan siendo más
carnales de lo que creen. Normalmente, lo que los acusa es su falta de humildad
y amor por los "religiosos"...
Esto es exactamente lo que el apóstol Yahanan estaba
explicando cuando escribió:
A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron. Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de llegar a ser hijos de Elohim; no por sangre, ni por el deseo carnal, ni por la voluntad del hombre, sino por Yahweh. Yahanan 1:11-13
Esta es una realidad divina, pero también es una parábola, ilustración
o analogía. Es la imagen de un bebé que ha sido concebido, y está siendo desarrollado
en la oscuridad de un útero hasta la plenitud de los tiempos (tiempos que no
son decididos por los hombres impacientes...) y después, finalmente, nacerá a
la luz. Este nacimiento no será como los humanos. El bebé no nacerá como un
bebé humano, sino que nacerá como el propio Adam cuando fue creado: ya adulto y
pleno para ejercer sus funciones, que también serán muy superiores.
¡Qué maravillosas son estas cosas! ¡Están mucho más allá de
nuestra expresión o de la capacidad de los más elocuentes para describirlas! Es
un hecho maravilloso que la vida misma de Elohim se comunica al corazón de los
creyentes a través de la nueva concepción. Pero, ¿qué es la vida de Elohim? Es
el contenido de Elohim y es el mismo Elohim en nuestro interior. Todo lo que
está en Elohim y todo lo que Elohim mismo es, está en la vida de Elohim, y esa
vida ha sido depositada en nosotros. La naturaleza de Elohim está contenida en
la vida de Elohim, y Su sabiduría, conocimiento, voluntad, poder y gloria. Por
eso dice que:
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: "Conoce a Yahweh"; porque todos me conocerán... YirmeYah 31:34a
Ciertamente ESTO NO HA SUCEDIDO A PLENITUD, por más que es
verdad que el Ruaj nos instruye, revela, muestra cosas, NO LO ESTÁ HACIENDO CON
TODOS DE FORMA A QUE NO HAYA MÁS NECESIDAD DE QUE NADIE ENSEÑE A LOS DEMÁS. De
hecho, en el Milenio continuará habiendo enseñanza, porque "las naciones
serán regidas con vara de hierro" y "aprenderán justicia". Esto
implica un proceso de quebrantamiento por el que muchos deberán atravesar. No
señores, LA PLENITUD SÓLO LLEGARÁ COMO TAL EN LOS TIEMPOS DETERMINADOS POR
YAHWEH, no en los determinados por los hombrecitos apurados.
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