¿O no saben que su cuerpo es templo del espíritu de santidad que mora en ustedes y que recibieron de Elohim, y que ustedes no son suyos? porque los han comprado por un precio; por eso, glorifiquen a Elohim en su cuerpo. Qorintiyim Alef 6:19-20
El amor del Mashíaj nos impulsa, porque estamos convencidos de que uno murió por todos; por lo tanto, todos murieron. Y él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Qorintiyim Bet 5:14-15
La
Base De La Consagración
Después de que hemos nacido de
nuevo, Elohim todavía tiene mucho que hacer en nuestras vidas, y el servicio
que podemos rendirle a Él, es también abundante; sin embargo, esto requiere que
le entreguemos completamente nuestras vidas.
Si es verdad que Elohim requiere
que le entreguemos nuestras vidas, ¿en qué se basa para exigir tal cosa? Las
Escrituras nos muestran que la consagración se basa en el hecho de que fuimos
comprados. En Qorintiyim Alef se dice que fuimos comprados por precio. Nuestra
consagración se basa en la compra que Elohim hizo. Elohim nos compró nada menos
que con la sangre que Su amado Hijo derramó en el madero. La sangre preciosa
fue el precio que Elohim pagó para comprarnos y hacernos Su propiedad. EN
VIRTUD DE TAL TRANSACCIÓN, NO ES EL MUNDO NI NOSOTROS LOS QUE TENEMOS LA
AUTORIDAD SOBRE NUESTRAS VIDAS, SINO ELOHIM. Ante Sus ojos, nuestra
consagración no es algo opcional, sino que tiene una base legal. Nosotros no
tenemos más derecho sobre nuestra vida, es Él quien lo tiene, porque es Él
quien lo adquirió al pagar el precio estipulado.
Pero Él no sólo nos liberó de
nuestro antiguo amo comprándonos, además de eso, nos sacó de la esclavitud Y
NOS CONVIRTIÓ EN SUS HIJOS.
Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Elohim envió a su Hijo, al nacer de mujer nació bajo condena legal, para que redimiera a los que estaban bajo condena legal, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por cuanto ustedes son hijos, Elohim envió a nuestros corazones el espíritu de su Hijo, que clama: “Abba” (Padre). Así que ya no eres más esclavo, sino hijo; y si hijo, también eres heredero por voluntad de Elohim. GalutYah 4:4-7
EL ESCLAVO OBEDECE A SU AMO PORQUE
ES SU DEBER, PERO EL HIJO LO OBEDECE PORQUE LO AMA. ¡CUÁNTO MÁS UN ESCLAVO
LIBERADO QUE ES ADOPTADO COMO HIJO DEBERÍA OBEDECER POR AMOR!
Debemos conocer estos fundamentos
de manera que afecte nuestra vida diaria. Cada vez que ocurra algo que nos
lleve a discutir con Elohim, debemos arrodillarnos ante Él y decir: "Abba
Yahweh, soy el esclavo que compraste para hacerme Tu hijo. Mi derecho de
propiedad lo compraste con la sangre de Yahshua. Yo ya no me pertenezco, soy
parte de Tu familia, Tu hijo, y deseo serlo en obediencia. Incluso en este
asunto, deseo que Tú seas el Adón y que decidas por mí". Cada vez que
tengamos la oportunidad de decidir, debemos tomar en cuenta el fundamento de
nuestra consagración, este acto de compra y adopción, que es el cimiento en el
que nuestra vida se basa. Por lo tanto, debemos permanecer sobre tal fundamento
y nunca atrevernos a apartarnos de él. Si experimentamos sinceramente tal
consagración, entonces verdaderamente habremos comprendido qué es la base de la
consagración.
El
Motivo De La Consagración
El motivo de la consagración es el
amor de Elohim. Siempre que el Ruaj haKodesh imparte el amor de Elohim en
nuestro corazón, espontáneamente estaremos dispuestos a ser prisioneros de tal
amor y a consagrarnos a Elohim. Recordará usted que Shemot 21 hace referencia a
un esclavo que a pesar de haber culminado sus seis años de servicio y haber
obtenido así el derecho a ser liberado, declaró: "Yo amo a mi amo, no
saldré libre" (pasuk 5). Debido a eso, su amo lo llevó junto a la puerta y
le horadó la oreja con lezna. Él esclavo, al someterse a ese acto, dijo en
efecto: "Por amor a mi amo, quiero ser su esclavo para siempre". Él
podía haber sido libre, pero por amor repudió su libertad. En esto consiste una
consagración verdadera.
Leímos antes: "El amor del Mashíaj nos impulsa... para que los que viven ya no
vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos".
Esta es nuestra verdadera vida a partir del momento en que fuimos salvos, y
esta tiene que ser nuestra experiencia de cada día.
Todo aquel que ha tenido una
experiencia de verdadera consagración ha sido conmovido por lo menos una vez, o
posiblemente muchas veces, por el amor de Elohim. Si Él no nos conmueve con Su
amor, la consagración es una experiencia amarga; de hecho, es imposible. La
seguridad de nuestra consagración depende del fundamento en el que ella está
basada, pero la vitalidad, la firmeza y la dulzura de nuestra consagración
dependen del poder que la motiva, es decir, del amor de Elohim. La consagración
se produce cuando el Adón toca la vida de uno.
Alguien que conoce el amor del Adón
no requiere de súplicas para rendirse a Él, esto ocurre espontáneamente. Si
verdaderamente experimentamos el amor de Elohim, sentiremos que debemos
ofrecerle todo lo nuestro; sin embargo, al mismo tiempo sentiremos que nuestras
ofrendas más valiosas son como basura a la luz de Su amor. Si nos dejamos
conmover por el amor de Elohim, nuestra consagración será espontánea.
El
Significado De La Consagración
Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Elohim que le ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, consagrado y agradable a Yahweh, como su culto racional. Romaniyim 12:1
Trajo el segundo carnero, el carnero de la ordenación. Aharón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero, y lo inmolaron. Mosheh tomó un poco de su sangre y la puso en el lóbulo de la oreja derecha de Aharón, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho. Mosheh trajo entonces a los hijos de Aharón y puso un poco de la sangre sobre los lóbulos de sus orejas, y sobre los pulgares de sus manos derechas, y sobre los dedos gordos de sus pies derechos; y el resto de la sangre la roció Mosheh contra cada costado del altar. Tomó la grasa –el rabo gordo, toda la grasa alrededor de las entrañas, la protuberancia del hígado, y los dos riñones con su grasa– y el muslo derecho. De la canasta de panes ácimos que estaba delante de Yahweh, tomó una torta de pan ácimo, una torta de pan de aceite, y una galleta, y las colocó sobre las partes grasosas y sobre el muslo derecho. Puso todo esto en las manos de Aharón y en las manos de sus hijos, y lo elevó como ofrenda elevada delante de Yahweh. Vayikra 8:27-28
Romaniyim nos muestra que el
significado de la consagración es ser un "sacrificio". ¿Qué significa
la frase "ser un sacrificio"? ¿Qué es un sacrificio? La Escritura nos
muestra que siempre que algo es apartado de su posición y uso originales, y es
puesto en el altar de Elohim, específicamente para Él, ese objeto entonces se
convierte en un sacrificio. En el Tanaj, los hombres ofrecían bueyes y carneros
como sacrificios.
Debemos considerar este asunto. A
la luz de las ofrendas del Tanaj. Cuando un carnero era sacrificado y ofrecido
en el altar, inmediatamente era separado de todo aquello con lo cual estuvo
antes vinculado. Los lazos que lo unían a su amo, a sus compañeros y a su
corral, eran cortados e incluso, una vez consumido por el fuego, él mismo
perdía su forma y tamaño originales. Lo mejor de él llegaba a convertirse en
olor grato para Elohim, y sólo quedaba un montón de cenizas. EL RESULTADO FINAL
DE QUE EL CARNERO FUESE OFRECIDO A ELOHIM ERA QUE ÉSTE ERA DESPOJADO DE TODO Y
ANIQUILADO COMPLETAMENTE. Ya que nuestra consagración es también una ofrenda a
Elohim, el resultado debe ser el mismo. Se debe renunciar a todo para que sea
quemado por Elohim hasta convertirse en cenizas, al grado en que absolutamente
todo ha sido aniquilado.
Algunos hermanos y hermanas
todavía abrigan la esperanza de que, una vez que se consagren, habrán de llegar
a ser personas notables en el mundo. Esto demuestra que no han renunciado a su
futuro. Él futuro al cual nos referimos no es el futuro que tenemos en el
mundo, sino nuestro futuro en el mundo creyente. Ya no podemos tener un futuro
en el mundo, según los padrones del mundo, con las expectativas del mundo.
Todos sabemos que es natural que
el mundo nos atraiga y nos ofrezca la posibilidad de un futuro, pero incluso el
llamado "mundo creyente" tiene demasiadas cosas de este mundo, y su
futuro está amarrado a este sistema. Sin embargo, en una persona consagrada,
todas estas expectativas deben ser llevadas a la muerte. Una persona
verdaderamente consagrada ha renunciado a su futuro, no sólo a su futuro en el
mundo, sino también a su llamado "futuro espiritual". Él ya no abriga
ninguna esperanza para sí mismo, toda su esperanza está en Elohim. Su vida
está, de manera pura y sencilla, en las manos de Elohim; ESTA PERSONA ES LO QUE
ELOHIM QUIERE QUE ÉL SEA Y HACE LO QUE ELOHIM QUIERE QUE ÉL HAGA. Esta persona
no sabe cuál vaya a ser el resultado de su entrega, y tampoco le importa. Lo
único que sabe es que él es un sacrificio que pertenece completamente a Elohim,
y esto es lo único importante para él. Así, el altar es, para siempre, el lugar
donde él está y el resultado es, para siempre, un montón de cenizas. Él ha
renunciado completamente a su futuro.
Este acto de renunciar a nuestro
futuro no lo hacemos a regañadientes, después de que por alguna razón las
esperanzas que teníamos para el futuro fueron demolidas; no, es una entrega
voluntaria que surge de nuestro interior "porque
el amor de Yahshua nos constriñe". Si nuestra consagración no está
bien fundada, tarde o temprano surgirán problemas en nuestro servicio y en
nuestra condición espiritual.
Hermanos y hermanas, la frescura
de esta consagración producida al renunciar a cualquier futuro prometedor, debe
ser resguardada en lo íntimo de nuestro ser. Nunca deje que su consagración
envejezca. Si ella envejece, es como si usted nunca se hubiese consagrado.
Debemos ser siempre como las cenizas en el altar, siempre ser enteramente para
la satisfacción de Elohim, y nuestro futuro debe ser LAS COSAS DE YAHWEH. Esto
debe ser siempre presente en nuestras vidas, porque Shaúl nos pide que seamos
SACRIFICIOS VIVOS, eso implica un sacrificio continuo, que dura toda nuestra
vida. Aún no hemos sido completamente consumidos en el fuego, no nos levantemos
del altar entonces hasta que Yahweh haya terminado Su obra en nosotros.
ENTONCES, UN SACRIFICIO NO ES OTRA
COSA QUE ALGO QUE HA SIDO APARTADO PARA ELOHIM Y PUESTO EN EL ALTAR, LO CUAL
IMPLICA UN CAMBIO DE POSICIÓN Y DE USO. SEA UN BUEY O UN CARNERO, SEA FLOR DE
HARINA O ACEITE, UNA VEZ QUE ES OFRECIDO COMO SACRIFICIO, YA NO SE HALLA EN LAS
MANOS DE QUIEN HACE LA OFRENDA Y ÉSTE YA NO PUEDE USARLO PARA SU PROPIO
BENEFICIO Y DELEITE.
Cuando nos presentamos a Elohim
como sacrificio, nos convertimos en alimento para Elohim, ofrenda grata, olor
fragante; somos para Su satisfacción. Entre las ofrendas de los yisraelitas,
eran ofrecidas a Elohim como alimento, tales como el carnero, el carnero, las
palomas y las tórtolas, las cuales servían de sacrificio. Cuando estos animales
eran ofrecidos como holocausto, eran quemados en el altar y llegaban a ser olor
grato, alimento para Elohim (Vayikra 3:11).
El hecho de que Elohim aceptara
tal sacrificio como olor grato, significaba que esto le satisfacía. Y esto era entonces
la persona ESTABA EN OBEDIENCIA. Él no se agradó de la ofrenda de Qayin/Caín
porque Qayin no tenía un corazón dispuesto al Padre e hizo una ofrenda de lo
que él quiso, no lo determinado. Qayin ofreció los frutos de su labranza, algo
que Yahweh no había pedido: fue una oferta del alma, no del ruaj, y por eso fue
rechazada. Debemos asegurarnos de ofrecer a Yahweh LO QUE ÉL PIDE, NO LO QUE
QUEREMOS.
El Propósito
De La Consagración
Ya que el significado de la
consagración es llegar a ser un sacrificio, lo que se ofrece es completamente
para Elohim. Él propósito de la consagración, por lo tanto, es que seamos
utilizados por Elohim, que trabajemos para Él. Pero, para poder trabajar para Elohim, primero debemos permitir que Elohim opere en nosotros.
La ofrenda de los sacrificios
mencionada en el Tanaj también arroja luz sobre este asunto. Cuando los carneros
y los chivos eran inmolados y ofrecidos a Elohim en holocausto, primero era
necesario que Elohim realizara una obra completa en ellos; es decir, debían ser
completamente consumidos por el fuego para hacerlos agradables y aceptables
para Elohim. Así también, nuestras obras deberán pasar por fuego y ser
probadas:
...la obra de cada uno será evidente, porque el día la descubrirá. Porque por el fuego se revelará; y a la obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará. Qorintiyim Alef 3:13
Si los sacrificios no eran
consumidos por el fuego, estarían crudos y malolientes y jamás podrían llegar a
ser aceptables ni agradables para Elohim. Hoy ocurre lo mismo con nuestra
consagración. Ya nos hemos ofrecido a Elohim; sin embargo, si primero no
permitimos que Elohim haga Su obra en nosotros, sino que salimos directamente a
trabajar para Él y servirle, como tantos pretenden en su entusiasmo almático,
tal trabajo y servicio estarán "crudos", sin preparación y
malolientes; jamás serán aceptados por Elohim y, mucho menos, podrán
satisfacerle.
SI QUEREMOS TOCAR LAS COSAS
ESPIRITUALES, DEBEMOS PRIMERO PERMITIR QUE ELOHIM OBRE EN NOSOTROS A FIN DE QUE
SEAMOS QUEBRANTADOS, SUBYUGADOS Y DISCIPLINADOS POR ÉL. Debemos ser severos con
nosotros mismos y preguntarnos si nuestra consagración tiene como fin obrar
para Elohim directamente o permitir que Él obre en nosotros primero. En
consecuencia, después de nuestra consagración no debemos estar ansiosos por
realizar algo para el Adón, sino que debemos permanecer en el altar y dejar que
Elohim obre en nosotros y nos consuma. Como resultado de Su acción consumidora,
llegaremos a ser capaces de trabajar para el Adón. Esta consagración, este
servicio, habrá madurado y estará en resurrección; será aceptable para Elohim y
le satisfará.
En conclusión, el objetivo de la
consagración es permitir que Elohim obre en nosotros con el fin de que obremos
para Él. Que todos nosotros, por la gracia del Adón, prosigamos y, juntos, sigamos
adelante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario