15 de diciembre de 2021

PE03-04 - Separarnos del mundo 02


 

Aquello De Lo Cual Debemos Separarnos

 

No se amolden a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento, de modo que puedan discernir cuál sea la voluntad de Elohim, lo bueno, lo agradable y lo íntegro. Romaniyim 12:2

 

En términos de nuestra vida diaria, el mundo lo constituyen aquellas personas, actividades y cosas que usurpan el lugar que Elohim debería ocupar en nuestro ser. Por lo tanto, todo eso debe ser objeto de las medidas que tomemos con respecto al mundo.

 

¿Cómo distinguiremos aquello que nos usurpa? y ¿con qué regla las mediremos? En primer lugar, tenemos que ver si estas cosas son superfluas. Podemos afirmar que cualquier cosa superflua ocupa el lugar que le corresponde a Elohim y nos posee; así por lo tanto, eso es algo que debemos llevar al Adón. Por ejemplo, el vestido con el cual satisfacemos nuestra necesidad de abrigo no llega a ser algo mundano, pero si uno le dedica excesiva atención al atavío y a los adornos, o si malgasta el dinero a fin de estar a la moda, entonces esta persona habrá ido más allá del ámbito de sus necesidades diarias.

 

En consecuencia, estos excesos han hecho que estas cosas conformen el mundo de esta persona.

 

¿Cuál es la norma que debe regular nuestras necesidades diarias con relación a personas, actividades y cosas? En las Escrituras no se menciona ninguna norma específica que gobierne estos asuntos. Elohim ha determinado que nazcamos en diferentes familias, que seamos educados de diversas maneras, que tengamos diferentes profesiones y que nos desenvolvamos en diferentes estratos sociales. Él Adón en Su soberanía ha permitido que haya esta diversidad en cuanto a los niveles y maneras de vida. Por lo tanto, nuestro nivel de vida deberá ser determinado por cada uno de nosotros en oración e inquiriendo por los pensamientos de Elohim al respecto. No podemos comparar nuestro nivel de vida con el de los demás, ni tampoco exigir que ellos estén de acuerdo con nuestro punto de vista y modo de pensar.

 

Desde el punto de vista divino, sí existe una norma absoluta con respecto de la cual podemos medir todos estos aspectos del mundo. Esta norma es Elohim mismo. Así como medimos el pecado conforme a la ley de Elohim, debemos medir nuestra relación con el mundo según la persona misma de Elohim. TODO LO QUE NO ES PROPIO DE ELOHIM Y TODO CUANTO SEA INCOMPATIBLE CON ÉL, ASÍ COMO TODO LO QUE NO ALCANZA EL NIVEL FIJADO POR ELOHIM COMO ACEPTABLE, ES MUNDANO Y PROFANO.

 

 

El Fundamento En Base Al Cual Nos Separamos Del Mundo

 

La base para hacer frente al mundo es la misma que para hacer frente al pecado. Debemos separarnos del mundo basados en el sentir interno nacido de la comunión. Pero aparte de esto, hay dos factores que influyen decisivamente en nuestro sentir con respecto al mundo: nuestro amor a Elohim y nuestro crecimiento espiritual en la vida divina.

 

Primero, cuando nuestro amor por Elohim hace que estemos ante Él, quien es la luz, su Ruaj haKodesh pone en evidencia el mundo en nosotros. Siempre que esta luz aparece, provoca que nos separemos del mundo.

 

Segundo, nuestro sentir interior hacia el mundo también depende de nuestro crecimiento espiritual. Cuanto más avancemos en la vida espiritual y en el conocimiento de Elohim, discerniremos el mundo con mayor profundidad.

 

Si queremos separarnos del mundo, debemos orientar nuestros esfuerzos hacia un único objetivo: CERRAR NUESTRA MENTE AL MUNDO. Por supuesto, es muy difícil cerrar nuestra mente a los pensamientos pecaminosos, porque el pecado vive dentro de nosotros, pero es mucho más difícil hacerlo cuando la tentación nos rodea constantemente. Las Escrituras declaran que el pecado mora en nosotros, pero nunca menciona que el mundo vive en nosotros. Ya que el mundo es algo externo, es más fácil rehusarse a pensar en él si modificamos nuestras vidas y las conformamos a Elohim y no al mundo, y si nos rodeamos de hermanos y hermanas que hacen lo mismo. Cuando nos esforzamos por separarnos del mundo, debemos ser decididos y violentos para echar fuera cualquier pensamiento del mundo. No sólo debemos cerrar la puerta, sino también levantar rejas, e incluso muros, alrededor de nosotros. De esta manera, podremos resolver cabalmente el problema del mundo.

 

 

Actividades Que El Mundo Considera Impropias Para Un Creyente

 

El hombre fue hecho para cargar la imagen y semejanza del Creador, y eso es lo que el mundo ve a través de los creyentes. Debemos evitar toda actividad que el mundo considere inapropiada para los creyentes. Como mínimo, nuestra vida debe conformarse a la norma establecida por aquellos que pertenecen al mundo. El mundo en general ha establecido para los creyentes reglas y normas, y si no las cumplimos, los decepcionaremos. No debemos dar pie a las críticas de los gentiles ni a comentarios tales como: "¿Los creyentes hacen estas cosas?". En el momento en que los gentiles les reconvienen de ese modo, habremos fracasado.

 

Los gentiles van a donde quieren, y si uno les dice que no es correcto, ellos discutirán argumentando lo contrario, pero si ustedes van a esos mismos lugares, el comentario será: "¿Así que ustedes también van a esos sitios?". Ciertas actividades son pecaminosas y cuando los gentiles las practican, ellos no dicen nada, pero cuando usted participa de ellas, lo promulgan por doquier. Por lo tanto, debemos abstenernos de todo lo que los gentiles consideren impropio. Este es uno de los requisitos mínimos. Cuando los incrédulos digan: "Los creyentes no deberían hacer esto", debemos apartarnos inmediatamente de eso.

 

Algunos jóvenes han sido salvos, pero sus padres no. Algunas veces estos jóvenes les piden algo a sus padres, quienes les responden diciendo: "¿Así que ustedes los creyentes también desean esas cosas?". SI HAY ALGO DE LO CUAL UN CREYENTE DEBERÍA SENTIRSE AVERGONZADO ES DE SER CORREGIDO POR UN GENTIL. Avraham mintió, y fue reprendido por Avimélej. Las Escrituras considera esta clase de hechos como los más deshonrosos. Debemos apartarnos y separarnos de todo aquello que los mundanos, los egipcios, juzgan que sea impropio.

 

 

1. Lo Que Es Incompatible Con El Propio Adón

 

Debemos eliminar de nuestras vidas todo aquello que sea incompatible con el Adón. Ya que el Adón sufrió humillaciones en esta tierra, nosotros no deberíamos buscar ninguna gloria terrenal. Tenemos que pasar por las mismas experiencias por las que pasó Yahshua. Debemos eliminar de nuestras vidas todo lo que sea incompatible con Mashíaj.

 

El Adón dijo que el discípulo no está sobre su maestro, ni el esclavo sobre su señor. Si el mundo trató a nuestro Adón de cierta manera, no debemos esperar que se nos trate de otra. Si nuestro Adón recibió cierto trato, no debemos entonces esperar que se nos trate de una manera distinta. Si no recibimos el mismo trato que nuestro Adón recibió, si el mundo nos aplaude y nos admira, hay algo en nosotros que no está bien y, con toda certeza, hay algo en nuestra relación con Mashíaj que no está bien.

 

Para seguir a Yahshua ha Mashiaj, debemos estar dispuestos a ser humillados, sin esperar gloria alguna. Seguir a Yahshua significa cargar nuestro madero y negar nuestro yo.

 

Entonces llamó a la gente, juntamente con sus discípulos, y les dijo: “Si alguno quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su madero y sígame. Mordejai 8:34

 

A aquellos que fueron los primeros en seguir al Adón, Él inmediatamente les dijo que tenían que cargar el madero si deseaban seguirle. Según el propio Adón, NEGARSE A SÍ MISMO Y CARGAR EL MADERO es la entrada principal. Este es el camino que hemos tomado, y podremos seguir al Adón únicamente si lo hacemos andando por Él. Nuestra relación con el mundo debe ser la misma y debe ser compatible con la relación que tiene el Adón con el mundo. No podemos tomar un camino diferente.

 

Pero lejos esté de mí el gloriarme sino en el madero de nuestro Adón Yahshúa el Mashíaj, por medio de quien el mundo quedó ejecutado para mí y yo para el mundo. GalutYah 6:14

 

Aquí se nos muestra que el madero eliminó toda relación que un creyente pueda tener con el mundo.

 

 

Los nuevos creyentes deben ser dirigidos por el Adón para que se percaten de que su condición debe ser igual a la del Adón. Ciertas personas hacen demasiadas preguntas, al preguntar por ejemplo: "Si hago esto, ¿estaré en el mundo? ¿Nos es permitido hacer esto o aquello?". No podemos decirles a las personas lo que tienen que hacer, cosa por cosa. Lo único que podemos asegurarles, como principio general, es que el mundo está en contra del madero y también está en contra de nuestro Adón. Si nuestro corazón está abierto y es dócil ante Elohim, cuando nos acerquemos a Él, espontáneamente la diferencia entre el mundo y el madero nos resultará obvia.

 

En cuanto nos acercamos al Adón, sabremos con exactitud lo qué es y lo que no es el mundo. En realidad, lo único que tenemos que preguntarnos es: "¿En qué consiste exactamente mi relación con este asunto? Y ¿qué clase de relación tenía el Adón Yahshua con este asunto cuando Él vivía en la tierra?". Siempre y cuando nuestra relación con el mundo sea la misma que el Adón tuvo mientras estuvo en la tierra, estaremos bien. Si nuestra posición es diferente a la del Adón Yahshua, algo está mal, hemos errado.

 

 

2. Todo Lo Que Apaga Nuestra Vida Espiritual

 

Es difícil enumerar cada cosa de lo que es el mundo, porque nunca terminaríamos, pero hay un principio básico: todo aquello que apague la vida espiritual es el mundo. El mundo es todo aquello que elimina nuestro celo por la oración, nos roba el interés por leer la Palabra de Elohim y nos impide testificar y proclamar nuestra fe delante de los hombres. Todo lo que nos impide acercarnos al Adón y confesar que creemos en Él es el mundo. El mundo es aquel ambiente que ahoga y seca a una persona; es cualquier cosa que disuade al hombre de amar y de anhelar a Yahweh con todo el corazón. Aquí vemos un principio muy amplio: el mundo es todo lo que hace deteriorar nuestra condición espiritual a los ojos del Adón. Debemos rechazar todo lo que apague nuestra vida espiritual.

 

Algunas personas dicen: "Si esto no tiene nada de pecaminoso, ¿todavía podría ser considerado mundano?". Son muchas las cosas que pueden "parecernos" buenas, pero después de que hemos participado de ellas una o dos veces, apagan el fuego espiritual que tenemos por dentro. Tales cosas debilitan nuestra conciencia delante de Elohim. Después que hemos participado de tales cosas, nuestra lectura de las Escrituras se hace insípida. Aunque tengamos tiempo para leer las Escrituras, no deseamos hacerlo. Después de participar en tales cosas nos sentimos vacíos y carecemos de testimonio ante los hombres. Quizás tales cosas no constituyan pecado, pero pueden apagar nuestra vida espiritual. Todo aquello que apague nuestra vida espiritual es el mundo, y debemos rechazarlo completamente.

 

 

3. Todo Lo Que Dé La Impresión De Que No Somos Creyentes

 

Hay que abordar otro asunto más: cómo nos relacionamos con los demás. Toda actividad o relación social que haga que escondamos nuestra lámpara debajo del almud pertenece al mundo. Muchas amistades, actividades y contactos con la gente mundana nos obligan a esconder nuestra luz. Por estar envueltos en todo esto, no podemos llevar erguida la cabeza para testificar que somos creyentes. Si usted se envuelve en ciertas conversaciones y, por cortesía, las escucha y se ríe con los incrédulos, sentirá que algo se ha apagado por dentro, aunque por fuera se sonría. Internamente sabe que eso es el mundo, pero por fuera, se siente obligado a ir tras el mismo. Sabe que es pecado, pero no lo denuncia. Debemos huir de esta clase de ambiente social. Muchos hijos de Elohim son gradualmente absorbidos por el mundo a causa de las diferentes actividades y contactos sociales en que se involucran indiscriminadamente.

 

Todo creyente debe saber desde un principio cuál es su posición y también tiene que tomar las decisiones respectivas. No queremos ser antisociales a propósito. Pero cuando estamos con la gente de este mundo, debemos mantener nuestra posición creyente. Nadie debe insultar la postura que hemos tomado como creyentes, al contrario, tienen que respetarla y verla. Cuando yo tomo esta postura, debo conservarla, aunque otros me critiquen.

 

Si queremos separarnos del mundo, debemos dejar claro que somos creyentes, siempre cuidando la manera en que hablamos. Si no podemos mantener esta postura delante de los demás, sería bueno que nos alejáramos de allí. En Mizmor 1:1 se nos dice que no debemos estar en camino de pecadores, ni sentarnos en silla de escarnecedores. Si andamos por camino de pecadores, terminaremos en el mismo lugar donde ellos están; y si nos sentamos en la silla de los escarnecedores, o los que se burlan, tarde o temprano, seremos iguales que ellos. El pecado y el escarnio son contagiosos, así que debemos aprender a huir de estos como se huye de los gérmenes infecciosos.

 

 

4. Acciones Que Los Creyentes Débiles Desaprueban

 

El mundo también lo constituyen las acciones que hacen tropezar a una conciencia débil. Los hijos de Elohim deben alejarse de ellas. Ya hablamos de las acciones que el mundo considera impropias. Examinemos ahora lo que las personas que recién empiezan en la vida creyente piensan que no se debe hacer.

 

Si un incrédulo considera que no debemos hacer algo, debemos evitarlo (si es algo de menor importancia, por supuesto), de lo contrario perderemos nuestro testimonio. De igual manera, debemos evitar realizar cualquier actividad que un creyente no apruebe en su presencia, aunque éste sea el más joven y débil de todos. Así por lo tanto, no son las palabras de un creyente fuerte, sino las palabras de un creyente débil las que determinan lo que debemos o no debemos hacer. Tal vez lo que él afirme que es incorrecto o indebido, no lo sea; sin embargo, no debemos ser tropiezo para los débiles. Si ellos piensan que vamos por el camino equivocado, los haremos tropezar. Shaúl dijo: "Todas las cosas me son lícitas, mas no todas son provechosas" (Qorintiyim Alef 6:12). Todas las cosas son lícitas, pero algunos las consideran mundanas, por lo tanto, no debemos hacerlas por el bien de ellos.

 

Shaúl usó como ejemplo: comer carne. Él dijo que si comer carne era ocasión de tropiezo para algún hermano, el jamás la comería. Esto no es fácil de hacer porque, ¿quién puede abstenerse de comer carne para siempre? Por supuesto, Shaúl no está sugiriendo que dejemos de comer carne. En Timotio Alef, él claramente establece que no estaba bien abstenerse de comer carne; sin embargo, nos muestra que estaba dispuesto a ser extremadamente cuidadoso. A él no le molestaba comer carne o no comerla, y sabía perfectamente lo que estaba haciendo, pero no aquellos que le seguían a él. Nosotros sabemos hasta donde podemos llegar, pero aquellos que nos siguen no lo saben. ¿Qué pasaría si ellos avanzaran? No hay nada malo si comemos carne, pero, después de un tiempo, aquellos que nos siguen tal vez vayan al templo, no sólo a comer lo sacrificado a los ídolos, sino a adorarlos. Muchas cosas no están directamente relacionadas con el mundo, pero debemos ser extremadamente cuidadosos al tocarlas, porque puede ser que para los demás sean mundanas.

 

 





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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