Quien haya entre ustedes de todo su
pueblo, que su Elohim sea con él, y suba a Yahrushalayim que está en
Yahudah y edifique la Casa de Yahweh el Elohim de Yisrael; el ha'Elohim
que está en Yahrushalayim... Entonces se levantaron los jefes de los
clanes de Yahudah y de Binyamín, y los sacerdotes y los levitas, todos aquéllos
cuyo ruaj despertó ha'Elohim, y se prepararon para subir a edificar
la Casa de Yahweh que está en Yahrushalayim... Todos los utensilios de oro y de
plata eran cinco mil cuatrocientos. Todos los hizo llevar Sesbasar con
los que subieron del cautiverio de Bavel a Yahrushalayim. Ezrah 1:3, 5, 11
En él también a ustedes se los
edifica juntamente para Tabernáculo de Yahweh en el espíritu. Efesiyim 2:22
En el capítulo uno de Ezrah encontramos cinco
verbos muy cruciales: despertar, levantarse, subir, llevar y edificar. Primero,
vemos que Elohim despertó el ruaj de ellos. Nuestro ruaj necesita ser
despertado. Lo que necesitamos no es entusiasmarnos, analizar, ni resolvernos,
sino ser despertados en nuestro ruaj. Éste es el primero de los cinco verbos.
Luego, tenemos que levantarnos. Una vez que nuestro ruaj haya sido despertado,
tenemos que levantarnos. Éste es el segundo verbo. Después que nos hayamos
levantado, tenemos que subir. Todo aquel que está siendo restaurado es alguien
que está subiendo, no bajando. Siempre tenemos que subir al monte (ver la Serie CUY - "Cómo Ser Útiles Para
Yahweh"). Mientras somos restaurados, tenemos el sentir profundo
de que estamos subiendo. Regresar a la casa de Elohim equivale a subir al
monte.
Luego encontramos el
cuarto verbo. No debemos subir con las manos vacías; antes bien, debemos llevar
algo de oro y de plata, los cuales representan las experiencias de Mashiaj.
Todos los vasos y utensilios del templo representan las experiencias de los
distintos aspectos de Mashiaj. El pueblo de Elohim fue esparcido y todas las
experiencias espirituales fueron llevadas en cautiverio. Esto era una vergüenza
para ellos y para Elohim. Nabucodonosor puso todos estos vasos en el templo de
sus ídolos. ¡Cuán vergonzoso fue esto para el pueblo de Elohim, que eran
quienes debían guardar esas cosas! Aun hoy, algunos creyentes tienen verdaderas
experiencias de Mashiaj, pero se encuentran en Bavel. Ellos tienen experiencias
de Mashiaj, pero están cautivos, en el lugar de los ídolos. Sus experiencias
son correctas, pero están en el lugar equivocado. Estos vasos son auténticos,
pero en vez de estar en el templo de Elohim a donde pertenecen, están en un
templo de ídolos. Por lo tanto, necesitamos traerlos de regreso a
Yahrushalayim, y ésta es la tarea de la Novia.
Al ser restaurados
debemos traer con nosotros las experiencias de Mashiaj que hemos disfrutado. No
podemos tirarlas a la basura ni dejarlas en Bavel porque "hemos encontrado
algo nuevo", como están haciendo tantos creyentes al correr en busca de
novedades. Y porque han dejado atrás los utensilios del templo, sus
experiencias de Mashíaj, tantos de ellos se han convertido al judaísmo de
muerte, que no cree en Yahshua.
Tenemos vasos de oro y de
plata. En tipología, la plata representa la redención de Mashiaj, y el oro, la
naturaleza divina de Yahweh. Mientras vamos subiendo, debemos llevar con
nosotros nuestras experiencias de Mashiaj y de Su redención, y de Yahweh y de
Su naturaleza divina, ambos mezclados en nosotros. Al subir debemos llevar con
nosotros algo de Mashiaj y algo de Elohim. No debemos subir con las manos
vacías. Por lo menos debiéramos traer un vaso de oro y uno de plata.
Debe llamarnos la
atención que en este pasaje bíblico se mencionan dos clases de utensilios:
tazones y tazas (1:9-10). Los tazones son cuencos, platos grandes, y las tazas
son usadas para comer y beber directamente de ellas. Así por lo tanto, ambas
clases de vasijas tienen como fin servir alimentos. De ambas había de oro y de
plata, y también había 29 cuchillos de sacrificio.
¿Qué experiencias han
tenido de la persona de Mashiaj? Esas experiencias deberían ser las tazas y
tazones que les sirvan para suministrar alimentos a los demás. Al subir para
participar de la vida de congregación de kadoshim, ¿subimos llevando algo en
nuestras manos? Tenemos que subir a la vida de congregación de kadoshim
llevando con nosotros tazas y tazones con los cuales servir alimentos que
nutran a los demás y sean una provisión para ellos. Estoy convencido de que
muchos de los amados santos que están hoy en la restauración, pueden dar
testimonio de cómo subieron a la vida de congregación de kadoshim llevando
consigo tazas y tazones a fin de abastecer a otros. Y ellos pueden dar
testimonio, a su vez, de que cuando vinieron a la vida de congregación de
kadoshim, también fueron nutridos. Así por lo tanto, ellos poseen algo que debe
nutrir a los demás, y otros también traen consigo nutrimento; de modo que
simplemente se alimentan los unos a los otros. En esto consiste la vida de
congregación de kadoshim. Ustedes traen algunos tazones, y yo traigo otros.
Ustedes traen algunas tazas, y yo traigo otras. Ustedes me dan de comer, y yo
los alimento a ustedes. Debemos suministrarnos alimento los unos a los otros.
Finalmente, tenemos que
ser edificados. Así que debemos ser despertados en nuestro ruaj, tenemos que
levantarnos, subir y llevar algo con nosotros y, por último, ser edificados y
edificar. Es preciso que nuestro ruaj sea despertado y nuestro cuerpo se
levante, y subamos a Yahrushalayim, trayendo con nosotros las experiencias de
Mashiaj (oro y plata), a fin de poder edificar la congregación de los kadoshim.
El Tanaj nos habla de ser
despertados en nuestro ruaj humano. La congregación de los kadoshim no es
meramente una sociedad humana, sino una edificación divina. No es un movimiento
humano, sino un mover divino. Por lo tanto, Elohim necesita nuestro ruaj; es
por eso que Él despierta nuestro ruaj. No analicemos ni razonemos tanto las
cosas con la mente, ni seamos tan emotivos ni tan resueltos al actuar. Todo lo
que necesitamos es que nuestro ruaj sea despertado. Una cosa es entender las
cosas con nuestra mente, y otra, ser despertados en nuestro ruaj. Temo que
algunos de nosotros entendamos claramente lo que es la restauración, pero
tengamos deficiencias con respecto a nuestro ruaj, y esto nos conduce a tener
deficiencias en nuestra experiencia práctica del ruaj. Que Elohim nos conceda
misericordia y hable a nuestro ruaj. Es preciso que Él quebrante nuestra alma,
que es la que siempre "se mete en el medio", pretendiendo usurpar la
función del ruaj, para que no "entendamos" las experiencias, sino que
las "conozcamos", en el sentido bíblico de conocer. Es menester que
Él nos libre de nuestros razonamientos y nos haga volvernos a nuestro ruaj.
Entonces no prestaremos tanta atención a nuestra mente, a nuestra parte emotiva
ni a nuestra voluntad, sino que, por haber sido despertados en nuestro ruaj,
avanzaremos con el Adón en Su recobro.
El primer capítulo de
Ezrah comienza con la frase: "En el primer año de Ciro rey de
Persia". ¿Por qué no fue el segundo o el tercer año? ¿Por qué fue
precisamente el primer año? Porque la restauración es verdaderamente un nuevo
comienzo. Cuando llega la hora del cambio, YAHWEH MUEVE HASTA LA SITUACIÓN
MUNDIAL PARA QUE LAS COSAS ESTÉN A NUESTRO FAVOR. Él promovió un cambio de
gobierno que fuera favorable al retorno de los judíos, y el propio Ciro lo admite,
asegurando que Yahweh le ordenó que le levantara templo en Yahrushalayim. Si
hoy nuestro ruaj es despertado para participar de la restauración, entonces
éste será el primer año para nosotros, y es así PORQUE EL RUAJ ESTÁ MOVIENDO
LAS COSAS A NUESTRO FAVOR, PARA EL CRECIMIENTO DE LA NOVIA. Espero que entre
quienes leen estos mensajes haya muchos que comprendan que es hora de comenzar
sus vidas de congregación de kadoshim, porque ahora saben que tienen que subir
a Yahrushalayim.
Quizá algunos se pregunten:
"Si subimos a Yahrushalayim, ¿qué
pasará con los que no suban con nosotros?". No piensen tanto en esto,
¡simplemente suban! ¿Por qué tienen que pensar tanto en lo que otros vayan a
hacer? Si Elohim ha despertado su ruaj, ustedes tienen que subir, independientemente
de lo que los demás hagan, inclusive si esos "otros" son nuestra
propia familia. La historia dice que solamente un número muy pequeño de
aquellos que se hallaban en cautiverio retornó a Yahrushalayim; la mayoría
prefirió permanecer en cautividad.
Sabemos que además del
templo en Yahrushalayim, jamás el pueblo judío edificó otro templo en toda la
tierra; en lugar de eso, ellos edificaron muchas sinagogas. Ellos no se atreven
a edificar otro templo porque conocen bien el mandamiento dado por Elohim en
los capítulos 12, 14, 15 y 16 de Devarim. Si solamente tomamos la resolución de
levantarnos, pero no subimos a participar de la vida de congregación de
kadoshim apropiada, es posible que sirvamos a Elohim, pero sólo le podremos
servir en una sinagoga. No basta con tomar una resolución y levantarse
dispuestos a actuar para servir a Elohim, PORQUE ADEMÁS DE ESTO DEBEMOS SUBIR.
Jamás deberíamos servir a Elohim en un nivel inferior al fijado por Él; tenemos
que subir al monte. Algunos dicen que pueden predicar la Besorah allí donde se
encuentran. Sí, ciertamente ellos pueden predicar la Besorah en el nivel tan
bajo y deficiente en el que se encuentran y hasta seguramente dirán que cuentan
con la presencia de Elohim. En cierto sentido, concuerdo en que ellos cuentan
con la presencia de Elohim, pero cuentan con la presencia de Elohim en un nivel
muy bajo, sólo porque les tiene misericordia. ¡Todos debemos subir a
Yahrushalayim! ¡Subir al terreno de la unidad! ¡Subir al único terreno que le
corresponde a la congregación de kadoshim!
Estoy llena de alegría
porque por años el Ruaj me ha estado llamando para hacer algo que no quería
hacer, porque no creía que fuera capaz, y porque no era algo que me agradara, y
después de mucho discutir y rebelarme, hoy veo cómo Él se ocupa de todas las
cosas, cómo está moviendo los corazones, cómo tantos están siendo despertados y
levantados para subir, trayendo sus tazones de oro y plata para edificar. Luego
estarán edificando en muchos lugares, para multiplicación y crecimiento del
Templo y la Casa de Yahweh, que es la Novia del Cordero. Así que "fortalezcan las manos debilitadas y
las rodillas vacilantes, y enderecen para sus pies los caminos torcidos"
(Ivrim 12:12-13). Despierten, levántense, suban, lleven y edifiquen, éste es el
momento.
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