Dile al pueblo yisraelita que me
traiga regalos; aceptarás regalos para mí de toda persona que los traiga de
corazón. Shemot 25:2
Según el Tanaj, una
ofrenda es algo creado por Elohim y preparado por Él, que luego ha entregado a
Sus hijos para que lo poseamos, lo disfrutemos, Y LO OFREZCAMOS DE NUEVO. Se
refiere a algo creado por Elohim que llega a ser nuestra experiencia. Por
ejemplo, supongamos que un yisraelita deseaba ofrecer un cordero a Elohim.
Aunque el cordero fue creado por Elohim y preparado por Él, la ofrenda debía
ser obtenida de manera justa. Él no podía robar un becerro y luego ofrecer este
becerro robado a Elohim. Después de poseer el becerro apropiadamente, él debía
disfrutarlo y experimentarlo, cuidarlo, engordarlo, porque toda ofrenda a
Yahweh debe ser siempre de lo mejor de lo mejor. Luego él podía ofrecer este
becerro a Elohim. El hecho de presentar una ofrenda a Elohim es un asunto de
experiencia. Todos los materiales preparados por Elohim deben llegar a ser
nuestra posición, disfrute, y experiencia. Luego mediante nuestra experiencia,
tenemos el derecho y la posición de ofrecer estos materiales a Elohim como
ofrenda elevada.
Los yisraelitas habían
obtenido todas estas cosas DESPOJANDO a los egipcios:
Los yisraelitas habían cumplido la
orden de Mosheh y habían pedido a los mitsritas objetos de plata y oro, y ropa.
Y Yahweh había dispuesto a los mitsritas favorablemente hacia el pueblo, y les
permitieron obtener lo que pedían; así despojaron a los mitsritas. Shemot
12:35-36
¿Significa estos que los
yisraelitas robaron a los egipcios? ¡De ninguna manera! Los egipcios habían
estado explotándolos por cientos de años, y cuando llegó el "jubileo"
de Yisrael, ellos simplemente PAGARON LO QUE LES DEBÍAN. Todas esas riquezas
que ellos llevaron fueron después entregadas para levantar el tabernáculo, que
es un tipo del templo que es Mashíaj, y que somos nosotros. Entonces los
yisraelitas despojaron al mundo de sus riquezas después de haber sido
injustamente esclavizados, y usaron lo que habían obtenido en el mundo para
edificar la Casa de Yahweh.
Así también nosotros
debemos actuar hoy. La mayoría cree que son libres, PERO SOMOS TODOS SIERVOS DE
ESTE SISTEMA. Sólo intenten salir de él, y lo comprobarán. No van a conseguir
librarse, PORQUE SOMOS SIERVOS. En esta etapa de restauración y reconstrucción
de la Casa de Yahweh, DESPOJAMOS AL MUNDO Y EDIFICAMOS, es decir, usamos los
recursos del mundo (correctamente adquiridos) y los llevamos a Su Casa para que
sea levantada. Esto, hoy como ayer, requiere de una acción interna tanto como
una externa. Nosotros hoy ya vemos la forma de las viejas sombras, pero aún
estamos en la mitad del camino. El cristianismo enseña que "ya vencimos
todo", y lo cierto es que SOMOS VENCEDORES EN MASHÍAJ, pero no aún en
nosotros mismos, porque no hemos sido completamente perfeccionados, lo seremos
en Su Segunda Venida. Por eso aún trabajamos en el mundo material para edificar
la Casa de Yahweh y ministrarlo a los perdidos, y para eso usamos los recursos
del mundo.
Debemos enfocar nuestro
interés primordial no en "mejorar nuestro nivel de vida", que no es
sino una excusa engañosa del sistema para esclavizarnos más aún, sino en
obtener lo necesario para sustentarnos y edificar la Casa de Yahweh.
Así que, teniendo el sustento y con
qué cubrirnos, estemos contentos con esto. Porque los que desean enriquecerse
caen en tentación y trampa, y en muchas pasiones insensatas y dañinas que
hunden a los hombres en ruina y perdición. Porque el amor al dinero es raíz de
todos los males; y codiciándolo algunos, se descarriaron de la fe y se
traspasaron a sí mismos con muchos dolores. Timotio Alef 6:8-10
Pero además, tenemos una
aplicación espiritual a estas cosas. En el Tanaj, una ofrenda se refiere a una
ofrenda elevada delante de Elohim. Además, la ofrenda elevada y la ofrenda
mecida se pertenecen mutuamente. En realidad, estas dos ofrendas forman un par.
La ofrenda elevada se refiere al Mashiaj elevado en los cielos, el Mashiaj en
ascensión. Si queremos tener una ofrenda elevada, debemos experimentar al
Mashiaj celestial. La ofrenda elevada representa a Mashiaj en resurrección.
Como el resucitado, Mashiaj es capaz de moverse. Él es activo y poderoso. Él
fue sepultado en la tumba, pero él rompió el lazo de la muerte y salió de la
tumba. La muerte no puede retenerlo.
Shemot 25:2 menciona la
ofrenda elevada, y no la ofrenda mecida. El hecho de que los materiales habían
de ser presentados como una ofrenda elevada significa que estos materiales se
refieren a lo que hemos experimentado en resurrección. Todas las virtudes de la
persona y la obra de Mashiaj son ofrecidas a Elohim como ofrenda elevada en el
carácter de resurrección, en la posición de los lugares celestiales, y para la
edificación de Su Tabernáculo en la tierra. Los materiales que ofrecemos deben
tener el carácter de resurrección y una posición celestial. Esto indica que la
congregación es construida con materiales llenos del carácter de resurrección y
enteramente en una posición celestial.
Ya dijimos que los
materiales usados en la edificación de la congregación deben tener el carácter
de resurrección y la posición celestial. Si entendemos esto, no formaremos una
organización. La organización es natural, de la carne; no tiene nada que ver
con la resurrección.
La congregación no se
construye con materiales naturales, ni siquiera se edifica con Mashiaj
directamente. Por el contrario, es edificada con el Mashiaj que se ha
convertido en nuestra experiencia. La congregación es edificada no solamente
con el Mashiaj preparado por Elohim, sino con el que poseemos, disfrutamos y
experimentamos en resurrección y en los lugares celestiales. Necesitamos una
rica experiencia de la resurrección y ascensión de Mashiaj. No debemos ser
naturales ni terrenales. Por el contrario, debemos estar en resurrección y en
los lugares celestiales.
Los materiales para la
edificación de la congregación deben estar llenos del carácter de resurrección.
Incluso nuestro amor no debe ser un amor natural, sino un amor en resurrección.
Cuando estamos a punto de expresar amor por un hermano/a, debemos discernir si
este amor es natural o si está en resurrección, si viene del alma o del ruaj.
Debemos preguntarnos si ese amor es conforme a nuestro gusto natural, nuestras
tendencia y propósito naturales, o si está en resurrección.
Si está en resurrección,
significa que la vida natural ha sido crucificada y sepultada. Él amor en
resurrección está automáticamente en una posición celestial. Si tenemos una
ofrenda mecida, esta ofrenda es también una ofrenda elevada. Es algo en
resurrección y en los cielos. Todos los materiales deben ser las virtudes de la
persona y obra de Mashiaj que nosotros poseemos, disfrutamos, experimentamos y
ofrecemos a Elohim en resurrección como ofrenda elevada. Por lo tanto, nuestras
experiencias deben estar en resurrección y en los lugares celestiales. De esta
manera podremos tomar los recursos del mundo y ofrecerlos a Yahweh en ofrenda
elevada, porque nuestro corazón habrá sido depositado allí donde está nuestro
tesoro: en la Casa del Padre.
Se usaban doce clases de
materiales en la construcción del tabernáculo. Estos materiales pertenecían a
tres categorías: minerales, plantas y animales. En las Escrituras, la vida
animal representa la redención. Antes de la caída, Elohim no le dijo al hombre
que comiera animales. Él hombre todavía no había pecado, y por lo tanto no
necesitaba la redención representada por el hecho de comer animales. Matar la
vida animal con el derramamiento de sangre representa la redención.
La vida vegetal en las
Escrituras representa la vida que regenera, que produce vida. Antes de la caída
del hombre, todo lo que se necesitaba era esta vida regeneradora. Esta fue la
razón por la cual era necesario que el hombre comiera solamente de la vida
vegetal antes de la caída. Él hombre necesitaba la vida regeneradora que
produce. Pero después de la caída, él también necesitaba la vida animal para la
redención.
En las Escrituras, se
usan minerales para la construcción y para la lucha. Por supuesto, la lucha
también se relaciona con el edificio, porque en la Novia todos somos guerreros.
Primero, la vida de
Mashiaj es para la redención; segundo, para la regeneración; y tercero, para la
edificación. La vida de Mashiaj es una vida redentora, productiva y edificante.
La meta de Elohim no es la redención ni la regeneración. Su meta es el
edificio. Si queremos ser edificados como Tabernáculo de Elohim, necesitamos la
vida redentora y regeneradora. Si queremos ser edificados, necesitamos la vida
que regenera, y si deseamos ser regenerados, necesitamos la vida redentora.
La razón por la cual se
mencionan los minerales primero en 25:1-7 es que el edificio es la meta de
Elohim. Hemos visto muchas veces que el deseo de Elohim consistía en que el pueblo
hiciera un santuario para Él. Este santuario, este edificio, requiere ciertos
minerales. En la edificación de la Nueva Yahrushalayim, la consumación final
del edificio de Elohim, no habrá vida vegetal ni animal. Sólo habrá minerales:
las puertas de perla, las calles de oro, y la pared y los fundamentos de
piedras preciosas. Pero si queremos llegar a la meta de Elohim, necesitamos la
vida redentora, y también la regeneradora. La redención de Mashiaj y Su
regeneración son lo único que nos puede dar el edificio de Elohim. Por lo tanto,
las tres categorías de materiales son: los minerales, las plantas, y la vida
animal y muestran que la vida redentora sirve para vida generadora, y que la
vida generadora sirve para edificación.
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