Yahweh desea que Su pueblo vea al mundo tal como es. Si el elemento del mundo permanece en nosotros, sufriremos pérdida en cuanto al cumplimiento del propósito de Elohim. Cuando los hijos de Yisrael estuvieron en el desierto, se acordaron del disfrute que tenían en Mitzrayim. Se acordaron del sabor de los puerros, las cebollas y los ajos (Bamidbar 11:5). Debido a que aún anhelaban estas cosas, tuvieron problemas en cuanto a su aprecio por el Tabernáculo de Elohim. Sucede lo mismo con los creyentes hoy en día. Muchos creyentes todavía están en Mitzrayim, y por esta razón no tienen nada que ver con el Tabernáculo de Elohim. Aún aquellos que han sido separados de Mitzrayim tal vez todavía recuerden los placeres de Mitzrayim, sus mentes vuelan atrás de aquellas cosas que "perdieron". Por lo tanto, es necesario que veamos un cuadro claro de lo que es en realidad la vida y el vivir en Mitzrayim.
Por el lado negativo, el
libro de Shemot nos revela el mundo. Y por el lado positivo, nos revela el
Tabernáculo de Elohim. Primero, este libro le muestra al pueblo de Elohim la
verdadera naturaleza, significado y consecuencias de vivir en Mitzrayim. El
propósito de Elohim al darnos esta revelación, es hacer que Su pueblo aborrezca
a Mitzrayim, lo deje atrás y se consagre a Elohim con miras a que Él obtenga Su
Tabernáculo. El principio es el mismo hoy en día. Si no somos separados del
mundo, no podemos convertirnos en el Tabernáculo de Elohim. Si vamos a edificar
el Tabernáculo de Elohim, debemos ver al mundo tal como éste es en realidad.
Además, debemos aborrecer la manera en que vive el mundo y debemos estar
dispuestos a rechazar tal modo de vivir, no sólo las partes que no nos gustan
de forma "natural", sino también aquellas que sí nos atraen, y, por
encima de todas las cosas, aquellas que consideramos "normales" y que
creemos no se pueden dejar de lado.
Si vemos el propósito de
Elohim tal como lo revela el libro de Shemot, nos resultará más fácil entender
el significado de las plagas. Si obtuviéramos una visión clara del mundo,
conoceríamos la actitud de Elohim hacia éste, y espontáneamente dejaríamos de
amarlo. La intención de Elohim al enviar las plagas no era solamente castigar a
los egipcios y sus dioses falsos, sino también poner de manifiesto el modo de
vivir egipcio, y su futilidad e inutilidad finales. La gente mundana está
embotada. Bajo la influencia de haSatán, que los mantiene hipnotizados, no se
dan cuenta lo que significa vivir sin Elohim en el mundo, no ven el precio que
están pagando, porque muchos creen que realmente aún tienen Su presencia. Pero
si la mayoría la experimentara de verdad, en plenitud, comprendería que lo que
tienen son ilusiones. Yahweh no se trasladará al mundo para agradarnos, de
manera que nuestra adoración será a la distancia. Él no nos abandonará, como
tampoco abandonó a los suyos cuando fueron enviados al exilio (a los que se
acordaron de Él), pero tampoco tendremos Su plena Presencia, y ciertamente Su
Casa no estará siendo edificada.
El mundo se opone al
edificio de Elohim, y el edificio de Elohim es contrario al mundo. El pueblo
escogido de Elohim es un factor determinante entre estas dos fuerzas opuestas.
Si el pueblo de Yahweh permanece en el mundo, Él no puede hacer nada. Pero si
ellos están dispuestos a ser rescatados del mundo y se entregan a Elohim, Él
podrá llevar a cabo Su propósito en la tierra, es decir, obtendrá Su Tabernáculo.
Por lo tanto, Elohim tiene que intervenir para aniquilar al mundo usurpador y
educar a Su pueblo a fin de que éste pueda ver lo que realmente es el mundo,
para que puedan abandonarlo y no permanecer más en él.
Si vamos a ser el
Tabernáculo de Elohim en la tierra, debemos conocer realmente lo que es el
mundo, y el elemento del mundo debe ser extirpado de nuestro ser. Podemos ser el
Tabernáculo de Elohim solamente al ser separados del mundo. La redención
efectuada por Elohim no sólo nos salva del pecado y del juicio divino, sino
también nos separa del mundo. Según GalutYah 1:4, Mashiaj se dio a Sí mismo por
nuestros pecados a fin de rescatarnos del presente siglo maligno. Así que la
plena redención incluye tanto Pésaj/Pésaj como también el hecho de cruzar el
mar Rojo. Los yisraelitas no fueron salvados de la servicio para permanecer en
Mitzrayim. Yahweh no envió a Moshe a hacer una revolución y dar un golpe de
estado, para tomar Egipto para el pueblo. No, EGIPTO FUE ANIQUILADO BAJO LAS
PLAGAS Y EL PUEBLO FUE SACADO DE ÉL Y LLEVADO A LA BUENA TIERRA. Después de que
los hijos de Yisrael fueron redimidos y salieron de Mitzrayim, Elohim los llevó
al monte Horev, donde recibieron la revelación sobre el Tabernáculo de Elohim. Por
lo tanto, el libro de Shemot nos presenta una visión clara del mundo y del
Tabernáculo de Elohim.
Después, los enemigos de
Elohim se levantaron en un intento por obstaculizar la edificación del templo.
Estos enemigos incluían diferentes pueblos: los edomitas, los moabitas, los
filisteos y los kenaanitas.
Así como los hijos de
Yisrael fueron acosados por todos estos enemigos, también nosotros en la
restauración hemos sido atacados por los poderes malignos de las tinieblas. El
objetivo de todos estos ataques, oposición y difamaciones es impedir la
edificación del Tabernáculo de Elohim, la Novia de Mashíaj, la cual se lleva a
cabo para cumplir el propósito de Yahweh.
Ésta no sólo es la meta
de Elohim, sino también nuestra meta, o no podemos llamarnos Sus hijos. Sin
embargo, la intención del enemigo al atacarnos es impedir que el pueblo de
Elohim logre alcanzar esta meta. En cuanto a la edificación del Tabernáculo de
Elohim, existe un verdadero conflicto, un combate severo entre Elohim y Su
enemigo.
Al enemigo no le agrada
ver que avance la edificación del Tabernáculo de Elohim. Por lo tanto, él hace
todo lo posible por interrumpirla, interferir en ella, obstaculizarla, atacarla
y destruirla. Como los recursos del sistema les pertenecen, saben muy bien cómo
usarlos para presionar a los kadoshim, "quitándoles la paja, pero
exigiéndoles que fabriquen la misma cantidad de ladrillos que antes".
HaSatán es especialista en provocar problemas y frustraciones para distraer a
los creyentes de su verdadero camino. Sabemos que el enemigo es quien manda
ciertas cosas negativas con el propósito de perjudicar la obra de edificación.
Esas cosas no deberían suceder. No obstante, ocurrieron porque el enemigo las
causó. Necesitamos unirnos en oración para preservar la edificación de la
Novia, para derribar el poder de los que se oponen a la Voluntad de Yahweh.
Este "unirnos" es mucho más que juntarnos físicamente, implica ESTAR
EN UNIDAD, entre nosotros y con la Cabeza, que nos lleva a ejecutar la Voluntad
del Padre.
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