26 de mayo de 2020

AYS01-01 - La Importancia De La Autoridad




El Trono De Yahweh Está Establecido Sobre La Autoridad

La obra de Elohim se origina en Su trono; el trono de Elohim está establecido sobre la autoridad. Todo fue creado por medio de la autoridad de Elohim, y todas las leyes naturales mantienen su cohesión por medio de Su autoridad. Por tanto, las Escrituras dicen que Elohim sustenta todas las cosas por Su palabra, la cual es Su autoridad:

Él es el reflejo de Su gloria y la expresión exacta de Su ser, quien sustenta todas las cosas con su palabra poderosa. Ivrim 1:3a



El pasuk no dice que Elohim sustente todas las cosas por medio de Su poder, ya que la autoridad de Elohim lo representa a Él mismo, mientras que Su poder representa Sus acciones. Es fácil ser perdonados del pecado que está en contra del poder de Elohim, pero no es fácil ser perdonados del pecado que está en contra de la autoridad de Elohim, debido a que pecar contra la autoridad de Elohim es pecar contra Él mismo. Elohim es la única autoridad de todo el universo. Todas las autoridades son delegadas por Él. Él es la autoridad, de manera que toda persona que ejerza autoridad lo está representando, para bien o para mal. En todo el universo nada está por encima de Su autoridad; nada puede sobrepasarla. Por esta razón, si queremos servir a Elohim, debemos conocer Su autoridad.


HaSatán llegó a ser quien es debido a que fue más allá de la autoridad de Elohim. El quería competir con Elohim y oponérsele. Así que, la causa de su caída fue la rebelión contra la autoridad.

En YeshaYah 14:12-15 y Yahjezquel 28:13-17 se habla de la transgresión y la caída de HaSatán. YeshaYah 14 dice que HaSatán violó la autoridad de Elohim, mientras que Yahjezquel 28 afirma que violó la santidad de Elohim. Violar la autoridad de Elohim es rebelión, es una cosa que se sale de la regla, entonces también transgrede la justicia (se sale de la norma) y transgrede Su santidad. Su santidad es Su perfección. Toda desobediencia y rebeldía transgrede la esencia misma de Yahweh, en todos sus aspectos, porque se rompe la perfección.

Aunque no lo percibamos como tal, cualquier cosa que hacemos que se sale por un milímetro de la línea trazada del padre es "desviarnos a izquierda o a derecha". Para nosotros puede parecer irrelevante, pero si nos desviamos, nos salimos de Su camino, de Su línea, y eso es una transgresión. Por eso Él necesita corregir esas líneas torcidas, volver a enderezarlas y colocarlas en su lugar.

El pecado que se comete tiene que ver con la conducta y, por lo tanto, puede ser perdonado con relativa facilidad. Pero la rebelión se relaciona con la violación de principios y, por esa razón, es parte de la raíz de maldad que forma parte de nuestra naturaleza. Esto no se puede perdonar, debe ser erradicado. HaSatán trata de levantar su trono sobre el de Elohim y violar Su autoridad. El principio satánico consiste en exaltarse a sí mismo, y eso está contra la santidad de Yahweh. La causa de la caída de HaSatán fue su rebelión contra la autoridad de Elohim. Por eso, fue condenado por Elohim y, posteriormente, dio origen al pecado. Todo lo que toca queda contaminado, por eso Yahweh no puede volver a tocarlo, y por eso, para recuperar al hombre, debe hacerlo nacer de nuevo.


Por lo tanto, si queremos servir a Elohim, no podemos violar la autoridad, porque si lo hacemos estamos aplicando el principio de HaSatán. Existe la posibilidad de trabajar en la obra de Elohim aplicando el principio de HaSatán, aunque nos mantengamos en la doctrina de Mashiaj y pensemos que estamos haciendo la obra del Adón. Esto es terriblemente maligno, y profundamente sutil. HaSatán no teme que prediquemos la Palabra de Mashiaj, pero sí teme que nos sometamos a la autoridad de Mashiaj. Muchos dirían que es imposible: si alguien es salvo, hará la Obra, pero si no la hace, no es salvo. El asunto es mucho más complejo, y las divisiones, denominaciones y separaciones demuestran esto. Ya que no todos pueden tener la razón, evidentemente algunos están fallando en su predicación. Esto no es cuestión de salvación, como siempre confundida, sino del camino de la santificación y del servicio. Muchos desean servir a Yahweh porque agradecen el haber sido salvos, pero cuando van en su carne, en su comprensión mental, están en rebelión, aún sin darse cuenta. No podemos hacer NADA en la carne, porque nuestra carne mantiene al viejo hombre en su interior, y ese viejo hombre ha sido tocado por haSatán. Yahweh no puede acercarse siquiera, porque nos destruiría. Esta falta de comprensión nos aleja de Él, no porque esté enojado, sino porque nosotros no comprendemos que Él no puede aceptar nada que provenga de la carne.

Si no fuera así, no podríamos decir que hay tantas personas predicando cosas, tantos "expulsando demonios y haciendo milagros", a los cuales el Adón les dirá "Nunca los conocí". ¿Por qué no los conoció? PORQUE JAMÁS PUDO ACERCARSE A SUS OBRAS, HECHAS EN LA VIEJA CARNE. Si lo hiciera, los destruiría. La gente debe comprender que no es desprecio, sino misericordia y amor de parte del Padre ignorarnos mientras insistimos en nuestra "manera". Lo que Él llama perfección no es lo que nosotros llamamos perfección. Para nosotros es algo que está muy bien hecho, pero para Él es su misma esencia. Cualquier cosa que rompe la perfección lo mata, por así decir, por lo que debe ser corregida o destruida.

El servicio que rendimos a Elohim no puede conformarse al principio de HaSatán. Si trabajamos dentro del principio de Mashiaj, el principio de HaSatán se desvanece. Hasta el presente HaSatán es un usurpador en los aires y no será arrojado de allí hasta el final de Hitgalut. Sólo cuando seamos completamente limpios y estemos libres del principio de HaSatán podremos servir a Elohim.


En la oración que el Adón ofrece en MattiYah 6:9-13 se halla la cláusula: "no nos dejes caer en tentación". La tentación alude a la obra de HaSatán. También hallamos la frase: "líbranos del mal", que se refiere al propio haSatán, tanto dentro como fuera de nosotros. Luego el Adón añade: "Porque Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén". Parece fuera de lugar, después de haberle pedido el pan, el perdón, terminar diciendo que Él nos dará lo que pedimos "porque suyo es el reino, el poder y la gloria...". Pero esta es la declaración más importante. El reino pertenece a Elohim, Y TAMBIÉN LA AUTORIDAD Y LA GLORIA SON SUYAS. Todo es de Elohim. Comprender la realidad de que el reino es de Elohim nos hace completamente libres de HaSatán. Puesto que Elohim administra todo el universo, tenemos que aprender a someternos a la autoridad de Elohim. Nadie puede robar la gloria de Elohim.

HaSatán le mostró al Adón todos los reinos de la tierra, pero el Adón dijo que todos los reinos de los cielos son de Elohim. HaSatán ofreció PODER, pero Yahshua le respondió con AUTORIDAD. Vamos también a aprender a discernir entre estos dos conceptos, porque se mezclan y confunden. Necesitamos saber a quién pertenece indiscutiblemente la autoridad. Cuando predicamos la Besorah, conducimos las personas a someterse a la autoridad de Elohim. Si vamos a establecer la autoridad de Elohim sobre la tierra, tenemos que estar sometidos a esa autoridad. Si no lo hacemos, ¿cómo vamos a derrotar a HaSatán?

El centro de todas las disputas de todo el universo es la decisión de a quién pertenece la autoridad. Tenemos que enfrentarnos con HaSatán cuando afirmamos que la autoridad le pertenece a Elohim. También debemos someternos a la autoridad de Elohim y defenderla.

Así que sométanse a Elohim; opónganse al Acusador, y él huirá de ustedes. Yaakov 4:7

Necesitamos encontrarnos cara a cara con la autoridad de Elohim para darnos cuenta de lo que significa dicha autoridad.




La Mayor Exigencia De Las Escrituras: La Sujeción A La Voluntad De Yahweh

1. El Caso De Shaúl

Shaúl, respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Adón, fue donde el sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a llevarse detenidos a Yahrushalayim a todos los que encontrara que pertenecieran a este Camino, fueran hombres o mujeres. MaAseh 9:1-2

Antes de que Shaúl se diera cuenta de lo que significaba esta autoridad, quiso erradicar a la congregación de la tierra. Pero después de encontrarse con el Adón cuando iba hacia Damasco, comprendió que es difícil dar coces (utilizar la energía del hombre) contra el aguijón (la autoridad de Elohim).

Iba por el camino y se estaba acercando a Damasco, cuando de repente brilló a su alrededor una luz desde el cielo. Entonces cayó al suelo y oyó una voz que le decía: "Shaúl, Shaúl, ¿por qué me persigues?". Dura cosa te es dar patadas contra el aguijón. Y él preguntó: "¿Quién eres, Maestro?". Él respondió: "Yo soy Yahshúa, a quien tú persigues. Levántate, entra a la ciudad, allí se te dirá lo que debes hacer". MaAseh 9:3-6

Cayó en tierra, reconoció a Yahshua como Adón y se sometió a las instrucciones de Ananías/JananYah. Shaúl se encontró con la autoridad de Elohim. En su conversión, entendió no solamente el significado de la salvación sino también el de la autoridad de Elohim.

Había en Damasco un discípulo llamado JananYah, a quien el Maestro le dijo en visión: "JananYah". Y él respondió: "Aquí estoy, Adón". Y el Maestro le dijo: "Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en casa de Yahudah por un tarsita llamado Shaúl. Él está orando y ha visto a un hombre llamado JananYah que entra y le pone las manos encima para que vea". MaAseh 9:10-12

Shaúl era un hombre culto y versado, mientras que Ananías era un hermano insignificante. Las Escrituras solamente lo mencionan una vez. Pero si Shaúl no se hubiera encontrado con la autoridad de Elohim, no habría podido hacerle caso a Ananías. Si uno no se encuentra con la autoridad de Elohim "en camino a Damasco", NO PODRÁ SOMETERSE A UN HERMANO PEQUEÑO E INSIGNIFICANTE EN "DAMASCO". Esto nos muestra que todo aquel que se encuentra con la autoridad, se relacionará con ésta, y no con la persona que la tiene. Solamente debemos prestar atención a la autoridad, no a la persona, YA QUE NUESTRA SUMISIÓN NO ESTÁ DIRIGIDA A UNA PERSONA SINO A LA AUTORIDAD DE ELOHIM EN ESA PERSONA. Si ésta no es nuestra actitud, no sabremos lo que es la autoridad. Si nos sometemos primeramente a una persona, y no a la autoridad que inviste a esa persona, estamos completamente equivocados. Pero si tocamos primero la autoridad y luego nos sometemos a la persona independientemente de quién sea, vamos por el camino correcto.

La única meta de Elohim en la congregación es manifestar Su autoridad en el universo. ESO ES "VENGA TU REINO". Su Reino está donde dos o tres se reúnen en Su nombre y manifiestan Su autoridad sobre la tierra. Podemos ver la autoridad de Elohim en la coordinación que se tiene en la congregación. Es necesario aprender tanto a ejercer como a recibir la autoridad.

Elohim emplea una enorme fuerza para mantener Su autoridad, la cual es más fuerte que todo lo demás. Todos nosotros, los que tenemos tanta confianza en nosotros mismos y que en realidad estamos tan ciegos, necesitamos encontrarnos cara a cara con la autoridad de Elohim, por lo menos una vez en la vida. Sólo cuando somos quebrantados podemos ser sumisos y comenzamos a descubrir lo que es la autoridad de Elohim. Sólo cuando uno se encuentra con la autoridad de Elohim puede someterse a la autoridad que Él delega en otros.


La mayor exigencia que Elohim hace al hombre no es que lleve el madero, ni que dé ofrendas, ni que se consagre, ni que se niegue al yo, SINO QUE SE SOMETA A ÉL. El resto de las cosas serán realizadas siempre que nos sometamos en primer lugar, porque el que se somete, OBEDECE EN TODO.




2. El Caso Del Rey Saúl

Shemuel le dijo a Saúl: "Yo soy el que envió Yahweh para ungirte rey sobre su pueblo Yisrael. Por lo tanto, ¡escucha el mandato de Yahweh! Así dice Yahweh de los ejércitos: Estoy exigiendo el castigo por lo que le hizo Amaleq a Yisrael, por el asalto que les hizo en el camino, cuando subían de Mitsráyim. Ahora ve, ataca a Amaleq, y proscribe todo lo que le pertenezca. ¡No perdones a ninguno, sino mata por igual a hombres y mujeres, infantes y lactantes, bueyes y ovejas, camellos y asnos!". Shemuel Alef 15:1-3

Elohim le ordenó a Saúl atacar a los amalequitas y destruirlos completamente junto con todo lo que ellos tenían. Pero cuando Saúl derrotó a los amalequitas, le perdonó la vida a Agag, el rey de ellos. También preservó las mejores ovejas, el ganado y todo lo bueno, y no quiso destruirlos para ofrecerlos a Elohim:

Shaúl destruyó a Amaleq desde Javilah por todo el camino hasta Shur, que queda cerca de Mitsráyim, y capturó vivo a Agag el rey de Amaleq. Proscribió a todo el pueblo, pasándolos a espada; pero Shaúl y las tropas perdonaron a Agag y lo mejor de las ovejas, los bueyes, los cebados, los corderos, y todo lo demás que era de valor. No quisieron proscribirlos, proscribieron solamente lo que era feo y sin valor. Shemuel Alef 15:7-9

Pero Shemuel le dijo:

¿Por qué desobedeciste a Yahweh y te abalanzaste sobre el botín en desafío a la voluntad de Yahweh?". Shaúl le dijo a Shemuel, "¡Pero yo obedecí a Yahweh! Yo realicé la misión a la que me envió Yahweh: Capturé al rey Agag de Amaleq, y proscribí a Amaleq, y las tropas tomaron del despojo algunas ovejas y bueyes lo mejor de lo que se había proscrito para sacrificarle a Yahweh tu Elohim en Guilgal". Pero Shemuel dijo: "¿Se deleita Yahweh en ofrendas quemadas y sacrificios tanto como en la obediencia al mandato de Yahweh? Ciertamente, la obediencia es mejor que el sacrificio, la docilidad que la grasa de los carneros. Porque la rebelión es como el pecado de adivinación, el desafío, como la maldad de los terafim. Por cuanto tú has rechazado el mandato de Yahweh, él te ha rechazado como rey". Shemuel Alef 15:19-23

El sacrificio del cual se habla aquí es el holocausto, el cual no tiene relación alguna con el pecado, sino que se ofrece para ser aceptado por Elohim y para traerle satisfacción. Sin embargo, Shemuel le dijo que prestar atención y obedecer es mejor que ese sacrificio. De aquí tenemos que entender que NADA RESULTA AGRADABLE A YAHWEH SI NO OBEDECEMOS EN PRIMER LUGAR. Muchos en el cristianismo dicen "El Adón conoce mi corazón", y se justifican con eso para dar a entender que la intención (supuestamente) es hacer cosas para Él. PERO YAHWEH NO QUIERE QUE HAGAMOS NADA EN DESOBEDIENCIA. Esto es hacer cosas en la carne. Shaúl estaba convencido de haber obedecido todo, y muchos creyentes también están convencidos de que "lo que vale es la intención", PERO YAHWEH DICE QUE OBEDECER ES MEJOR QUE SACRIFICAR (ofrecer holocaustos, pedir perdón después de hacer lo errado una y otra vez, etc.). Esto se debe a que aún al ofrecer este holocausto, el rey Saúl estaba desobedeciendo. Solamente prestar atención y obedecer honran de una manera absoluta a Elohim y exaltan su voluntad.

La obediencia es la otra parte de la autoridad. Sin obediencia, no hay autoridad. A fin de obedecer, es necesario quitarnos de en medio. Una persona no puede obedecer en su propio yo. Solamente se puede obedecer viviendo en el ruaj. La obediencia es la expresión más alta de nuestra respuesta a la voluntad de Elohim.




3. La Oración Que El Adón Hizo En El Huerto De Getsemaní

Algunos piensan que la oración que el Adón ofreció en el huerto de Getsemaní, donde sudó grandes gotas que caían como sangre a la tierra, es una señal de Su debilidad en la carne y de Su temor de beber la copa (Luka 22:44). Pero ése no es el caso. La oración hecha en Getsemaní se rige por el mismo principio al que se alude en Shemuel Alef 15:22. La oración que el Adón elevó en Getsemaní es la mejor expresión de la sumisión a la autoridad de Elohim. La sumisión de nuestro Adón a la autoridad de Elohim va mucho más allá de Su sacrificio en el madero. Él no pidió no beber la copa, sino que la copa no lo acusara. Este es el mismo caso que la copa de los celos, las aguas amargas.

En las Escrituras, todas las copas son referencias al juicio, por eso son comparadas con aguas amargas. Sin embargo, en el caso de la persona ser inocente, las aguas "pasarían" de ella sin tocarla:

Una vez que la haya hecho beber el agua –si ella se ha contaminado por haberle sido infiel a su esposo, el agua que trae maldición entrará en ella y le provocará amargura, de modo que se le hinchará el vientre y se le decaerá el muslo; y la mujer llegará a ser una maldición entre su pueblo. Pero si la mujer no se ha contaminado y es pura, no le pasará nada y podrá retener semen. Bamidbar 5:27-28 (leer el caso completo en Bamidbar 5:12-31).

Él sinceramente buscaba conocer la voluntad de Elohim. Él no dijo: "Tomaré el madero" ni "Debo beber la copa". Él solamente prestó atención y obedeció. Él dijo: "Si es posible, pase de Mí esta copa" (MattiYah 26:39b). Aquí no se ve Su preferencia, porque después añade: "Pero no sea como yo quiero, sino como Tú quieres" (pasuk 39c). La voluntad de Elohim es absoluta, mientras que la copa (en su caso, ir al madero) no lo es. Muchos creen que Él estaba pidiendo para no ir al madero, si Yahweh podía evitarlo, pero no se trata de eso. Yahshua se había despojado voluntariamente de su deidad, y únicamente el Padre podía ahora restaurarlo a su posición original, o mejor aún, a una mejor posición, por cuanto había cumplido su misión. Lo que Yahshua estaba haciendo era presentar su inocencia delante del Padre, de modo que las "aguas amargas" de la copa que debía beber no lo tocaran, ya que Él era perfectamente inocente. No hubo ninguna "debilidad humana", porque hasta eso habría bastado para descalificarlo, ya que siquiera sugerir que el Padre no haga algo que ya ha determinado desde antes de la creación del mundo sería desobediencia.

La voluntad es la representación, la manifestación de una autoridad. Por lo tanto, cuando la sumisión proviene de conocer la voluntad de Elohim, es una sumisión a Su autoridad. No hubo pedido de no beber la copa, sino de ser librado de la falsa acusación, y siendo inocentado por justicia, ser restaurado a la gloria que tenía antes con el Padre. Claro que en nuestro caso, nuestra comunión con el Padre es parcial y limitada, y necesitamos de mucha oración y de mucha firmeza para estar dispuestos no sólo a conocer la voluntad de Elohim, sino mucho más, aceptarla y sujetarnos a Su autoridad, pero el principio es el mismo, y para ayudarnos tenemos el ruaj de Mashíaj en nuestro interior.

El obedeció rápidamente. Puesto que el madero significaba el cumplimiento de la voluntad de Elohim, la muerte del Adón es la expresión más elevada de sumisión a la autoridad. Y aunque el madero es el centro para esta creación, no está por encima de la voluntad de Elohim. El Adón valora la autoridad de Yahweh más que ir al madero (el sacrificio). Nuestro servicio a Elohim no debe ser un sacrificio voluntario ni la negación de nuestro yo, sino el cumplimiento de Su voluntad. Si no conocemos Su voluntad, NO SABREMOS QUÉ OFRECER, de manera que eso significa "vale más la obediencia que los sacrificios". Tampoco es un asunto de llevar el madero, sino de someternos a la voluntad de Elohim. Este es el principio básico. Si el principio de la rebelión está presente, hasta un sacrificio es un deleite y una gloria para HaSatán. Saúl pudo ofrecer ovejas y ganado, pero Elohim no reconoció eso como un sacrificio porque estaba mezclado con el principio de HaSatán. Pasar por alto la autoridad de Elohim es pasar por alto a Elohim mismo. Por lo tanto, las Escrituras dicen que la rebelión es como el pecado de adivinación, y la obstinación como ídolos e idolatría (Shemuel Alef 15:23).


Quienes participamos en la obra del Adón somos siervos de Elohim. Por lo tanto, lo primero con lo que nos encontramos es la autoridad. Tocar la autoridad es tan práctico como tocar la salvación. Para nosotros ésta es una lección muy profunda. Debemos ser afectados y golpeados por la autoridad, lanzados por tierra, derribados y derrotados por lo menos una vez en la vida. Cuando hayamos tocado la autoridad, la veremos dondequiera que nos encontremos, y sólo entonces Elohim podrá restringirnos y comenzar a usarnos.




4. El Juicio Del Adón Y El De Pablo

En MattiYah 26 y 27 el Adón pasó por dos clases de juicios: el de la religión, ante el sumo sacerdote (26:57-66), y el del gobierno civil, ante Pilatos (27:11-14). Cuando Pilatos lo interrogó, el Adón podía guardar silencio, porque Él no estaba atado a las leyes terrenales. Pero cuando el sumo sacerdote le conjuró por el Elohim viviente, el Adón tuvo que contestar, PORQUE EL ASUNTO SE RELACIONABA CON LA SUMISIÓN A LA AUTORIDAD. También en MaAseh 23 cuando Shaúl fue juzgado, al darse cuenta de que Ananías era el sumo sacerdote de Elohim, se le sujetó. Los obreros del Adón debemos encontrarnos cara a cara con la autoridad. De lo contrario, nuestra obra no se regirá por el principio de la voluntad de Elohim, que es la sumisión a la autoridad, sino que nos encontraremos en el principio de la rebelión de HaSatán, que consiste en obrar fuera de la voluntad de Elohim. Este asunto requiere en verdad una revelación profunda.

En MattiYah 7:21-23 el Adón reprendió a los que profetizaron, echaron fuera demonios e hicieron milagros en Su nombre. ¿Que había de malo en las obras realizadas en nombre del Adón? El problema radicaba en que el hombre era la fuente de todas esas obras. Externamente se veía al hombre trabajar en nombre del Adón, pero en realidad era la actividad de la carne. Por esta razón, el Adón los consideró OBREROS SIN-LEY. No les dijo: "Están confundidos, pero sé que tienen buenas intenciones, pasen igual". No, los acusó de RENEGAR DE LA TORAH, y los echó a las "tinieblas de afuera". Muchos hoy como ayer continúan creyendo que les bastará con seguir una serie de reglas y rituales, o comprar pasaportes para arrebatamientos, pero la verdad es que Abba quiere más obediencia que sacrificios. Más adelante el Adón dice que sólo quienes hacen la voluntad de Elohim pueden entrar en el Reino de los Cielos.

Esto nos muestra que todas las acciones deben originarse en la sumisión a la voluntad de Elohim. Él tiene que ser la fuente y el que designa todas las obras. No debemos buscar ninguna obra en el hombre. Sólo cuando el hombre entiende la voluntad de Elohim en la obra que se le ha asignado, puede experimentar la realidad de la autoridad del Reino de los Cielos.




Conocer La Autoridad Es Una Gran Revelación

En el universo existen dos grandes acciones: creer para ser salvo, y someterse a la autoridad para santificación y servicio. En otras palabras, confiar y obedecer. Las Escrituras nos muestran que el pecado es la infracción de la ley (Yahanan Alef 3:4). En Romaniyim 2:12 la expresión "sin ley" equivale a "infringir la ley". Vivir sin ley significa hacer a un lado la autoridad de Elohim, lo cual es pecado. La transgresión se relaciona con la conducta, mientras que vivir sin ley tiene que ver con la actitud y con los motivos del corazón. La edad presente es una edad rebelde; el mundo está lleno de pecados de rebelión. Inclusive, el inicuo está a punto de manifestarse. Al mismo tiempo, la autoridad va siendo cada vez más desplazada en el mundo. Al final, toda la autoridad será desechada, y lo único que quedará será un reino de rebeldía.

Por lo tanto, existen dos principios en el universo: la autoridad de Elohim y la rebelión de HaSatán. No podemos servir a Elohim y, al mismo tiempo, tomar el camino de la rebelión, adoptando un ruaj de rebelión. Aunque una persona rebelde puede predicar la Besorah, HaSatán se ríe de ella, porque el principio de él está presente en esa predicación. El servicio siempre debe ir a la par de la autoridad. ¿Queremos someternos a la voluntad de Elohim o no? Los que servimos a Elohim debemos llegar a comprender este hecho. Es como tocar la electricidad. Una vez que uno la toca, jamás la vuelve a tratar descuidadamente; del mismo modo, cuando el hombre se encuentra con la autoridad de Elohim y es azotado por ella, sus ojos serán iluminados. Podrá discernir no sólo lo que hay en sí mismo sino en otros también. Él sabrá quién es rebelde y quién no lo es.

Que Elohim tenga misericordia de nosotros para que seamos liberados de la rebelión. Entonces, al conocer Su autoridad y haber aprendido las lecciones necesarias acerca de la sumisión, podremos guiar a los hijos de Elohim por la debida senda.










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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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