Libertad Religiosa
En el Reino
de Elohim no hay derecho a servir a otros dioses ni a ninguna ley que contradiga
la ley de Yahweh tal como es interpretada y aplicada por Yahshua ha Mashiaj. Si
uno desea convertirse en ciudadano del Reino de Elohim, debe jurar lealtad a
Yahshua ha Mashiaj con el entendimiento de que Sus leyes deben ser obedecidas.
No alcanza aceptarlo como Salvador, si después vamos a desobedecerlo en todo.
Si bien este comportamiento no le quita la salvación a nadie, ciertamente le
impedirá su entrada al Reino hasta que la persona haya madurado y crecido, al
punto de haber resuelto sus deudas.
En esencia,
para obtener la ciudadanía en el Reino de Elohim, uno debe comprometerse como
lo hizo Ruth cuando dijo en Rut 1:16: "Tu
pueblo será mi pueblo y tu Elohim, mi Elohim". Esta es la clave, el
requisito básico para obtener la ciudadanía del Reino, y para mantener dicha
ciudadanía se debe cumplir con las leyes del Reino. La violación de la ley será
juzgada y corregida.
En ese
contexto, los hombres tienen libertad de conciencia. Pero uno no puede usar la
conciencia como una excusa para violar la ley. Tales violadores de la ley son
criminales del Reino. Debe haber una ley para toda la nación, y todos los
hombres están igualmente obligados a ser obedientes a la ley de Elohim. Y los
hombres tienen el derecho de estar equivocados en asuntos doctrinales, siempre
y cuando no violen el Primer Mandamiento.
El Reino de
Elohim nunca ha sido instituido entre las naciones, ni siquiera en el tiempo de
Moshe o Yahoshúa. Ninguna nación ha cumplido plenamente con las leyes de
Elohim. Yisrael bajo Moshe estuvo más cerca de alcanzar el estándar del Reino
de Elohim, pero incluso esa generación se encontraba en un estado de rebelión
constante. El problema es que la mente carnal del hombre está en un estado
subconsciente de guerra contra la ley de Elohim (Romaniyim 7:23). Por lo tanto,
aunque "la ley del Adón es
perfecta" (Mizmor 19:7), la tendencia del hombre caído es buscar su
propio camino y vivir de acuerdo con sus propias normas de conducta.
Mientras
tanto, como dijo Yahshua, el Reino de Elohim está dentro de nosotros (Luka
17:21), porque aún espera la manifestación externa entre las naciones
organizadas. Elohim obra dentro de los corazones de los hombres por medio de Su
Ruaj, para que cada uno pueda vivir según las leyes del Reino de Elohim tan
plenamente como lo permita su madurez espiritual.
En los
siglos pasados, los hombres han tratado de instituir leyes bíblicas como la
base de la sociedad, pero han tenido siempre éxito limitado. Las primeras leyes
de muchos países americanos a menudo incluían alguna referencia bíblica. Pero
para que una nación sea gobernada por tales leyes, la gente debe conocer y
estar de acuerdo con ellas. El problema siempre ha sido que la rebelión se
encuentra en el corazón del hombre, lo que lo tienta a violar esas leyes para
beneficiarse o satisfacer sus propios deseos carnales. Ese es el corazón del
problema, ya que nuestro Adam caído es la tendencia carnal del hombre a actuar
como si él fuera Elohim. Piensa que tiene el derecho de hacer sus propias
leyes, asumiendo así que es más sabio que Yahweh.
Otro
problema es que cuando se forma una nación, ya incluye a muchos no creyentes
entre ellos, como vemos en el caso del éxodo de Egipto y la "multitud
mixta". Incluso si uno pudiera reunir a una multitud de verdaderos
creyentes, cada uno deseando seguir al Rey Yahshua y sus leyes, invariablemente
engendrarán muchos niños que se rebelarán y no creerán que Elohim tenga el
derecho de ser obedecido, y se pelearían entre ellos, discutiendo acerca de la
posición de cada uno y reclamando "igualdad de derechos", como hizo
Qóraj cuando acusó a Moshe y Aharón diciendo: "toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos
está Yahweh, por qué ustedes se levantan sobre los demás?". (Bamidbar
16:3). Esto también se manifestó en la época de los apóstoles. Estos asuntos
muestran la falta de sumisión a Yahweh, porque sean "del lado bueno o del
lado malo", sabemos que todos son enviados por Él y si lo permite, es Su
voluntad. Si no fuera Su voluntad, nos basta con someternos y no levantar
disputas, porque Él mismo se encargará de hacer florecer la vara correcta. Pero
es este tipo de actitud el que ha creado divisiones y subdivisiones durante
siglos en el Cuerpo.
Incluso el
propio Yisrael, que vio todas las obras milagrosas de Elohim en el desierto, se
encontró con este problema, porque leemos:
Y toda
aquella generación se reunió también con sus padres. Después de ellos se
levantó otra generación que no conocía a Yahweh ni las obras que había
realizado por Yisrael. Y los yisraelitas hicieron lo que era ofensivo a Yahweh.
Adoraron a los Baalim y olvidaron a Yahweh, el Elohim de sus padres, quien los
había sacado de la tierra de Mitsráyim. Siguieron a otras deidades, de entre
las deidades de los pueblos a su alrededor, y se postraron ante ellas; provocaron
a Yahweh. Shoftim 2:10-12
Si el propio
Yisrael fue incapaz de establecer el Reino de Elohim, a pesar de que vieron de
primera mano los grandes milagros y fueron guiados por Moshe y Yahoshúa, ¿cómo
podría alguna otra nación hacerlo mejor? De hecho, ninguna otra nación lo ha
hecho mejor. Por lo tanto, el apóstol Shaúl mismo expuso una visión pesimista
del hombre carnal en los primeros capítulos de Romaniyim.
No obstante,
a pesar de la debilidad del hombre y su tendencia natural a la rebelión,
Mashiaj nos exhorta a mantener los principios del Reino en nuestros corazones.
Debemos aprender estas cosas, y cuando somos guiados por el Ruaj, las leyes de
Elohim están siendo escritas en nuestros corazones. Ese es el punto más
importante de todos: que no nos centremos en las discusiones y polémicas, sino
en someternos a Él a fin de que en toda situación Su ley sea escrita en
nosotros.
Aquellos que
son fieles, aunque sólo son un remanente, han sido extraídos de cada generación
y así continuará hasta el día de la primera resurrección, cuando recibirán el
Reino como su herencia. Entonces ellos gobernarán con Mashiaj (Hitgalut
20:4-6). Como parte de su gobierno, serán usados para entrenar a otros en los
caminos del Reino.
El Reino de
Elohim entonces surgirá de los corazones del remanente vencedor en la
comunidad, ahora sí, en plenitud. Elohim establecerá un gobierno perfecto con
gobernantes inmortales y leyes perfectas, aunque la gran mayoría de los
ciudadanos sean imperfectos y mortales. Al principio, unas pocas naciones
proporcionarán el ejemplo para el resto del mundo, y pronto muchas naciones
enviarán representantes para que aprendan los caminos de Yahweh, de modo que
puedan duplicarlo en sus propias naciones (YeshaYah 2:3).
Estas
naciones podrán aprender la mente de Elohim a través de esos líderes inmortales
e incorruptibles. Sabrán cómo interpretar la ley como Yahshua la interpretaría,
porque tienen "la mente de Mashíaj". Todos los demás desacuerdos
doctrinales se resolverán también con el tiempo.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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