Elohim Nos Hace
Responsables
Esto nos trae a la última parte del segundo mandamiento:
"...porque yo soy el Eterno tu Elohim, fuerte, celoso, que visito
la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de
los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y
guardan mis mandamientos..." Shemot 20:5b-6
El Eterno nos hace responsables por nuestras palabras y hechos. A los
que no conocen el propósito del plan divino para el hombre, inclinarse ante un
ídolo para rendirle homenaje a Elohim puede parecerles un acto de gran
devoción. Pero Él espera que sus hijos crezcan, no que sean eternos bebés.
Podemos decir que el Cuerpo de Mashíaj ha ido desarrollándose en etapas: la
primera corresponde a la Era de Pésaj, que es la infancia, donde el bebé nace y
crece a niño. Es una etapa de amor eros, un amor infantil, como dijimos, donde
los creyentes se relacionan con Elohim porque eso les trae beneficios, y le
obedecen porque temen las consecuencias. La segunda etapa corresponde a la Era
de Shavuot, que es la juventud, el niño llega a ser un joven, y comienza a
crecer y pasar por la adolescencia y la juventud. Es una etapa de amor phileo,
donde los hermanos empiezan a aprender a convivir unos con otros pero dentro de
"la justa medida", 50-50, como hermanos en una casa, "tu cuarto,
mi cuarto, tus juguetes, mis juguetes, no mezclemos". No se realiza nada
injusto, pero tampoco se va más allá de ese límite. Finalmente, el joven crece
y llega a ser adulto, y a partir de entonces continúa madurando. Esta es la
tercera etapa, la Era de Sukot. Podemos ver, como ya mostramos, el paralelo con
las congregaciones de la historia: la congregación de Pésaj era eros, y la
congregación de Shavuot es phileo. Pero todos debemos crecer al nivel de amor
ágape, que es la plena representación del Padre: amar a los demás como a nosotros
mismos; para dar un ejemplo humano, el amor de una madre o padre cuando es
capaz de dejar de comer o hasta dar la vida por su hijo es este tipo de amor
que antepone el bienestar del otro a uno mismo. Este es el amor con el cual
fuimos amados, ¿amaremos menos de lo que fuimos amados? Terminaremos como el
siervo injusto a quien le fue perdonada gran deuda pero no pudo perdonar una
menor. Reemplacen "perdonar" por "amar" (que es la gasolina
que mueve el motor espiritual), y entenderán que debemos amar a los demás por
lo menos en la misma medida en que fuimos amados.
Cuando vemos esto en su correcta magnitud, comprenderemos que no se
trata tan sólo de una frase bonita, sino de una obligación, porque Mashíaj nos
dio la orden:
Un mandamiento nuevo les doy: que se amen unos a otros. COMO YO LOS HE
AMADO, ÁMENSE TAMBIÉN USTEDES UNOS A OTROS. Yahanan 13:34
Esta no es una opción, es una orden. El perdonar está incluido en el
amar, pero el amor es siempre superior, porque abarca muchas más cosas, como la
tolerancia, la generosidad, el desinterés, etc., o sea, SER SIERVOS DE LOS
DEMÁS. No hemos sido amados para amar con un amor de menor calidad, y si así lo
hacemos, cuando lleguemos al Trono nos harán cuenta en la misma medida:
Porque con el juicio con que ustedes juzguen los juzgarán, y con la
medida con que midan los medirán. MattiYah 7:2
Entonces ahora podemos comprender que en la primera etapa, en Pésaj, la
ley fue dada de forma externa para que los niños la conocieran y aprendieran
que no conseguían cumplirla por mucho que se esforzaran. Al terminar esa Era,
Mashíaj vino a cumplir lo que faltaba y entregó la garantía del Ruaj, que nos
da una comprensión más amplia de sus verdaderas intenciones, pero aún estamos
en la carne. Esta vez, lo hizo en el Sermón del Monte. Él trajo la misma Ley,
pero la elevó a su justo nivel espiritual, sorprendiendo a todos. En la última
etapa, la Era de Sukot, vendrá y escribirá la ley en los corazones de los
vencedores, dando así la "muestra cabal" de lo que se debe alcanzar.
Él fue la primera muestra, pero ahora mostrará en otros seres humanos que TODOS
PODEMOS ALCANZAR SU META, SI NOS ESFORZAMOS Y CORTAMOS CON NUESTRA CARNE. En
cada etapa Él expuso la "meta", que era el cumplimiento de la Ley, y
permitió que viéramos que no conseguíamos sin Él, mientras insistiéramos en los
esfuerzos de nuestra carne. Muchos no han visto esto. Muchos aún están en la
Era de Pésaj en su nivel espiritual. La humanidad, de hecho, no ha superado esa
etapa de amor eros, por eso adora falsos dioses y falsos ídolos, e, insisto, no
hablo únicamente de paganismos evidentes. Muchos que tienen apariencia de
piedad, niegan la eficacia del Padre (Timotio Bet 3:5, ver también pasukim
anteriores). Pero cuando Él entregue esta plenitud a los vencedores, el mundo verá
cómo es que en verdad podemos cumplir Sus mandamientos NO POR OBLIGACIÓN, SINO
POR AMOR.
De manera que, como podemos ver, la ausencia de Su amor en nosotros nos
crea ídolos a los cuales recurrimos. Muchas veces ni nos damos cuenta, pero
hasta nosotros mismos podemos ser nuestro propio ídolo. El movimiento humanista
se basa en hacer del hombre su propio dios, y aunque todos conocemos que ese
humanismo está en este mundo, raramente lo vemos en nosotros mismos. Cada vez
que tratamos de hacer las cosas en nuestra fuerza, somos humanistas: estamos
confiando en nosotros. Cada vez que vamos a buscar una solución a nuestros
problemas, o cuando oramos por algo específico y al no obtenerlo, vamos a
buscarlo por nosotros mismos, todo este tipo de actitudes demuestran que somos
nuestros propios dioses. Cada vez que nos entusiasmamos con algo, INCLUSIVE
COSAS ESPIRITUALES RELATIVAS AL REINO, y tratamos de implementarlas sin esperar
Su confirmación (esto suele suceder cuando recibimos Su llamado a trabajar para
Él, siempre creemos que nos llama "ahora para movernos ahora mismo",
y buscamos hacer cosas que no pasan de obras de la carne), en todo esto estamos
siendo humanistas e idólatras. Puede que no hayan escuchado muchos sermones o
charlas que les dijeran estas cosas, pero es que la idolatría está en el
corazón de nuestra carne.
_________________________________________________________________________
Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
________________________________________________________________________
Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
_________________________________________________________________________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario