13 de junio de 2020

AHD012 - El Segundo Mandamiento - ''No Tendrás Otros Dioses Delante De Mí'' 05



Elohim Nos Hace Responsables

Esto nos trae a la última parte del segundo mandamiento:

"...porque yo soy el Eterno tu Elohim, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos..." Shemot 20:5b-6



El Eterno nos hace responsables por nuestras palabras y hechos. A los que no conocen el propósito del plan divino para el hombre, inclinarse ante un ídolo para rendirle homenaje a Elohim puede parecerles un acto de gran devoción. Pero Él espera que sus hijos crezcan, no que sean eternos bebés. Podemos decir que el Cuerpo de Mashíaj ha ido desarrollándose en etapas: la primera corresponde a la Era de Pésaj, que es la infancia, donde el bebé nace y crece a niño. Es una etapa de amor eros, un amor infantil, como dijimos, donde los creyentes se relacionan con Elohim porque eso les trae beneficios, y le obedecen porque temen las consecuencias. La segunda etapa corresponde a la Era de Shavuot, que es la juventud, el niño llega a ser un joven, y comienza a crecer y pasar por la adolescencia y la juventud. Es una etapa de amor phileo, donde los hermanos empiezan a aprender a convivir unos con otros pero dentro de "la justa medida", 50-50, como hermanos en una casa, "tu cuarto, mi cuarto, tus juguetes, mis juguetes, no mezclemos". No se realiza nada injusto, pero tampoco se va más allá de ese límite. Finalmente, el joven crece y llega a ser adulto, y a partir de entonces continúa madurando. Esta es la tercera etapa, la Era de Sukot. Podemos ver, como ya mostramos, el paralelo con las congregaciones de la historia: la congregación de Pésaj era eros, y la congregación de Shavuot es phileo. Pero todos debemos crecer al nivel de amor ágape, que es la plena representación del Padre: amar a los demás como a nosotros mismos; para dar un ejemplo humano, el amor de una madre o padre cuando es capaz de dejar de comer o hasta dar la vida por su hijo es este tipo de amor que antepone el bienestar del otro a uno mismo. Este es el amor con el cual fuimos amados, ¿amaremos menos de lo que fuimos amados? Terminaremos como el siervo injusto a quien le fue perdonada gran deuda pero no pudo perdonar una menor. Reemplacen "perdonar" por "amar" (que es la gasolina que mueve el motor espiritual), y entenderán que debemos amar a los demás por lo menos en la misma medida en que fuimos amados.

Cuando vemos esto en su correcta magnitud, comprenderemos que no se trata tan sólo de una frase bonita, sino de una obligación, porque Mashíaj nos dio la orden:

Un mandamiento nuevo les doy: que se amen unos a otros. COMO YO LOS HE AMADO, ÁMENSE TAMBIÉN USTEDES UNOS A OTROS. Yahanan 13:34

Esta no es una opción, es una orden. El perdonar está incluido en el amar, pero el amor es siempre superior, porque abarca muchas más cosas, como la tolerancia, la generosidad, el desinterés, etc., o sea, SER SIERVOS DE LOS DEMÁS. No hemos sido amados para amar con un amor de menor calidad, y si así lo hacemos, cuando lleguemos al Trono nos harán cuenta en la misma medida:

Porque con el juicio con que ustedes juzguen los juzgarán, y con la medida con que midan los medirán. MattiYah 7:2

Entonces ahora podemos comprender que en la primera etapa, en Pésaj, la ley fue dada de forma externa para que los niños la conocieran y aprendieran que no conseguían cumplirla por mucho que se esforzaran. Al terminar esa Era, Mashíaj vino a cumplir lo que faltaba y entregó la garantía del Ruaj, que nos da una comprensión más amplia de sus verdaderas intenciones, pero aún estamos en la carne. Esta vez, lo hizo en el Sermón del Monte. Él trajo la misma Ley, pero la elevó a su justo nivel espiritual, sorprendiendo a todos. En la última etapa, la Era de Sukot, vendrá y escribirá la ley en los corazones de los vencedores, dando así la "muestra cabal" de lo que se debe alcanzar. Él fue la primera muestra, pero ahora mostrará en otros seres humanos que TODOS PODEMOS ALCANZAR SU META, SI NOS ESFORZAMOS Y CORTAMOS CON NUESTRA CARNE. En cada etapa Él expuso la "meta", que era el cumplimiento de la Ley, y permitió que viéramos que no conseguíamos sin Él, mientras insistiéramos en los esfuerzos de nuestra carne. Muchos no han visto esto. Muchos aún están en la Era de Pésaj en su nivel espiritual. La humanidad, de hecho, no ha superado esa etapa de amor eros, por eso adora falsos dioses y falsos ídolos, e, insisto, no hablo únicamente de paganismos evidentes. Muchos que tienen apariencia de piedad, niegan la eficacia del Padre (Timotio Bet 3:5, ver también pasukim anteriores). Pero cuando Él entregue esta plenitud a los vencedores, el mundo verá cómo es que en verdad podemos cumplir Sus mandamientos NO POR OBLIGACIÓN, SINO POR AMOR.


De manera que, como podemos ver, la ausencia de Su amor en nosotros nos crea ídolos a los cuales recurrimos. Muchas veces ni nos damos cuenta, pero hasta nosotros mismos podemos ser nuestro propio ídolo. El movimiento humanista se basa en hacer del hombre su propio dios, y aunque todos conocemos que ese humanismo está en este mundo, raramente lo vemos en nosotros mismos. Cada vez que tratamos de hacer las cosas en nuestra fuerza, somos humanistas: estamos confiando en nosotros. Cada vez que vamos a buscar una solución a nuestros problemas, o cuando oramos por algo específico y al no obtenerlo, vamos a buscarlo por nosotros mismos, todo este tipo de actitudes demuestran que somos nuestros propios dioses. Cada vez que nos entusiasmamos con algo, INCLUSIVE COSAS ESPIRITUALES RELATIVAS AL REINO, y tratamos de implementarlas sin esperar Su confirmación (esto suele suceder cuando recibimos Su llamado a trabajar para Él, siempre creemos que nos llama "ahora para movernos ahora mismo", y buscamos hacer cosas que no pasan de obras de la carne), en todo esto estamos siendo humanistas e idólatras. Puede que no hayan escuchado muchos sermones o charlas que les dijeran estas cosas, pero es que la idolatría está en el corazón de nuestra carne.










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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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