03 - El
Shabat Y La Libertad De La Esclavitud 07
Cómo Mantener El Jubileo
Las personas
son siempre personas. Somos los mismos que nuestros antepasados en
Yahrushalayim en los días de YirmeYah, quienes pudieron perdonar a sus deudores
un día, pero se volvieron atrás al día siguiente. Es muy fácil perdonar, y la
mayoría de las personas lo hacen, hasta la siguiente vez que su vecino los
ofende... o peor aún, hasta la siguiente vez en que recuerdan los hechos. De
repente, ¡todas las viejas ofensas vuelven a aparecer!
Muchos
perdonarán en la cara a alguien, pero luego chismorrean sobre la situación a
sus espaldas, asegurándose de que todos sepan lo mal que está esa persona y qué
inocentes son ellos, a modo de contraste. Mientras hagamos esto, no tenemos
derecho a condenar a la gente de los días de YirmeYah por recuperar su perdón y
traer a sus sirvientes a la esclavitud. Somos tan culpables como siempre lo
fueron. La naturaleza del hombre no ha cambiado en absoluto.
Lo siento,
¿dije que esto era fácil? NO, ES SIMPLE, PERO NO ES FÁCIL. Cualquiera puede
calificar, pero pocos lo harán. Algunos están ocupados disciplinando la carne
para calificar como vencedores. Su confianza en sí mismos puede ser
impresionante, incluso si es vana. Pero la gran mayoría termina desistiendo al
poco tiempo, poniéndose una careta de hipocresía para no ser condenado como un fracasado
(uno más, porque no sabe que todos a su alrededor usan las mismas caretas).
Pocos se dan cuenta de que sólo se trata de aprender el arte de la gracia, y
que Elohim está ocupado enseñándonos esto todos los días al darnos personas
para perdonar.
La gracia es
un arte. ¿Por qué Elohim envía problemas a nuestras vidas? ¿Por qué permite que
la gente nos ofenda? Para darnos la oportunidad de aprender el arte de la
gracia. Como creyentes, todos estamos inscritos en la escuela de Elohim, y el
primer curso de estudio es Gracia 1.1. La mayoría de nosotros suspendemos el
curso año tras año. En lugar de aprender la gracia, aprendemos amargura, lo que
nos hace tan profanos como Esaú, que sabía muy bien cómo guardar resentimientos
a lo largo de toda una vida y además pasarlos a generaciones venideras. Al
dejar de lado la gracia y el perdón, también dejamos de lado nuestro derecho de
nacimiento, vendiéndolo por un montón de potaje hecho de la raíz de la
amargura. Preferimos albergar pequeños resentimientos, en lugar de perdonar,
como lo hizo Elohim por nosotros. Las personas profanas no serán del grupo
remanente.
Probablemente
el problema más sutil en nuestra mente subconsciente es nuestra amargura y
resentimiento contra Yahshua por permitirnos pasar por problemas y pruebas.
Pensamos que merecemos algo mejor, especialmente si hemos "decidido seguir
a Yahshua" y estamos haciendo lo mejor que podemos. Creemos que Elohim nos
debe algo por nuestra decisión, como si fuéramos lo suficientemente amables
para convertirnos en siervos de Elohim.
En el
momento en que Yahweh me reveló estas cosas en YirmeYah 34, me mostró muchas
otras en mi interior. Salió a la luz que pensaba que Elohim me debía una vida
mejor, ya que me había quitado mi trabajo, y había permitido una enfermedad que
me impide ganarme la vida. Si bien Elohim siempre fue fiel en proveer lo
suficiente para pagar todas las cuentas, alimentarme y vestirme, siempre hay
extras que no puedo permitirme, como comprar una impresora para retomar la
traducción de las Escrituras, entre otras cosas. Cosas como recursos para mi
salud, que creía que eran necesidades. Cosas como libros de investigación para
el trabajo ministerial y herramientas educativas para compartir.
Me hizo ver
una actitud oculta que decía: "Yahshua
me debe esta vida, porque he dejado todo para seguirlo. Merezco algo mejor que
esto". En otras palabras, encontré un área donde no había perdonado a
Elohim, sino que estaba un poco amargada y resentida con Él. Y desde que me
hizo ver estas cosas, estamos trabajando juntos para que el arte de perdonar a
Elohim se convierta en más que un hábito: que se haga parte de mi naturaleza a
través de la comprensión de que Su amor me ha dado mucho más de lo que mi carne
mezquina cree que merece. No se trata de que yo deba perdonarlo, en sí, sino de
que debo eliminar esa parte de mi carne que lo condena y le echa la culpa.
Otros son
amargos porque Elohim no los sana. Después de todo, ¿no prometió sanar todas
nuestras enfermedades? Él debe proveer para todas nuestras necesidades, porque
somos creyentes, sus siervos, sus hijos. ¡Elohim nos debe! ¿Es verdad? ¿No es
esto lo que la mayoría de los trabajadores de milagros enseñan para
"construir tu fe?". Parece que piensan que Elohim está obligado a
curarnos, porque Él nos lo debe. Sin embargo, el simple hecho es que no todos
son sanados, y eso es debido a su desobediencia.
Y así, esto
deja a muchos creyentes amargados contra Elohim por no satisfacer todas sus
necesidades. Toman a Elohim ante la ley e insisten en la restitución. Ellos
ejercen sus "derechos legales", manteniéndolo como rehén de Su
Palabra... a la cual han tergiversado.
En realidad,
Elohim no ha provisto deliberadamente todo lo prometido en su Palabra, para
darnos la oportunidad de caminar por fe, en lugar de comprender de antemano.
Por eso en la Era de Pésaj el Ruaj estaba fuera del hombre, mientras que en la
de Shavuot tenemos únicamente un "adelanto". También es para darnos
la oportunidad de liberar a Elohim de sus "obligaciones", descansar
en Él, sabiendo que no importa lo que Yahweh haga, Él hace todas las cosas
bien. En otras palabras, ¡estamos llamados a declarar un Jubileo sobre Elohim!
Elohim crea
una "tensión" al prometer algo y luego no cumplirlo, al menos no en
el tiempo y la manera que habíamos esperado y deseado. De repente, reaccionamos
con ira y amargura contra Elohim. Estamos "heridos" de que Aquel que
nos ama nos esté tratando mal. Pero si Él no hubiera hecho esas cosas, nunca
podríamos aplicar el Principio de Jubileo al problema más básico de la naturaleza
humana: LA AMARGURA CONTRA ELOHIM.
Yahshua es
nuestro primer ejemplo. Él era totalmente inocente, pero fue llevado como un
cordero al matadero. ¡Qué terrible injusticia tuvo que soportar! Estamos
llamados a participar de Sus sufrimientos:
Antes bien,
gócense a medida que participan de las aflicciones del Mashíaj, para que
también cuando se revele su gloria se gocen grandemente. Cuando los insultan
por el nombre del Mashíaj, son felices; porque el glorioso espíritu de Elohim
reposa sobre ustedes. Kefá Alef 4:13
Si queremos
reinar con Él, primero debemos sufrir con Él:
Si
perseveramos, reinaremos con él. Si lo negamos, él también nos negará. Timotio
Bet 2:12.
El trabajo
es el patrón principal de sufrimiento del Tanaj. Lo que Iyov sufrió fue totalmente
injusto, desde el punto de vista del hombre. Pero para su crédito, Iyov no
atribuyó el pecado a Elohim. En cambio, él esperó y oró por comprensión. Cuando
se completó el tiempo de prueba, Elohim le dio entendimiento. Entonces Iyov se
regocijó, porque entonces conocía otro lado de Elohim que pocos habían visto.
Antes de que
comenzaran las pruebas de Iyov, él conocía la soberanía de Elohim como una
posición filosófica o doctrinal. Al final de su juicio, Él también lo sabía por
experiencia personal. Antes de las pruebas, Iyov confiaba en su propia
justicia, después de ellas, aprendió que la única justicia era la de Yahweh, y
también aprendió que en su auto-justicia, estaba esperando conseguir los bienes
y evitar los males, porque LO MERECÍA POR SU CONDUCTA. Esta verdad se expresa
mejor en Iyov 2:10:
¿Qué?
¿Recibiremos el bien de la mano de Elohim, y no recibiremos el mal? En todo
esto no Iyov pecó con sus labios.
Sin embargo,
a pesar de haber hablado correctamente, Yahweh LE MOSTRO QUE EN SU INTERIOR HABÍA
UNA RAÍZ QUE LO LLEVARÍA A RECLAMAR, como acabó sucediendo, porque todo lo que
Iyov hizo durante todo el tiempo fue RECLAMAR POR QUÉ. Por qué le sucedían esas
cosas a un justo. Él estaba convencido de que la obediencia a las leyes de
Elohim le ganarían su premio. Tantos hoy piensan lo mismo. Pero Elohim le
demostró que ÉL NO ERA COMPLETAMENTE JUSTO, YA QUE ACUSÓ INTERIORMENTE A YAHWEH
PARA CONFORTAR SU PROPIA CARNE, y cometió un error, un pecado. Finalmente,
conoció que el hombre, sin Elohim, nada puede.
El creyente
simplista promedio de hoy piensa que Elohim sólo hace el bien, y que el diablo
sólo hace el mal. Cada vez que sucede algo malo o se enferma: "El diablo me persigue de nuevo".
Si somos verdaderamente los hijos e hijas de Elohim, deberíamos conocer mejor a
nuestro Padre y Su carácter que esa visión simplista. Necesitamos entender que
Elohim también tiene una "mano izquierda".
Yósef
aprendió esta lección en sus años de sufrimiento en el calabozo después de que
sus hermanos lo vendieron como esclavo en Egipto. Años después, cuando sus
hermanos temían que tomara represalias contra ellos, les dijo en Bereshit
50:19-20:
Pero Yosef
les dijo: "No tengan miedo. ¿Acaso estoy yo en lugar de Elohim? Además,
aunque ustedes se propusieron hacerme mal, Elohim se propuso convertirlo en
bien, para producir el resultado presente –la supervivencia de mucha gente.
Yósef fue un
vencedor. Vio que Elohim tenía un propósito en todas esas pruebas, y era un
buen propósito. Elohim pudo haberlo salvado en cualquier momento, pero no lo
hizo. Le tomó años a Yósef trabajar a través de su amargura y llegar a un
verdadero conocimiento de Elohim y su carácter. Pero este pasuk muestra que
Yósef no era un hombre amargo. Él había vencido. No sólo había aprendido a
perdonar; había aprendido que sus hermanos sólo habían sido parte de un gran
Plan maestro de Elohim que resultaría en salvar a muchas personas vivas.
Si podemos
aprender a liberar a Elohim de sus "injusticias" (temporales) hacia
nosotros, podemos liberar la deuda de pecado que cualquier hombre nos debe.
Este es el verdadero secreto del Jubileo. Quien no entiende esto, nunca ha
entendido realmente el significado de la gracia.
Yahshua nos
dijo cuál debería ser nuestra actitud cuando Elohim parece maltratarnos.
"¿Y quién
de ustedes, teniendo un siervo que ara o apacienta, al volver éste del campo,
le dirá: "Pasa, siéntate a la mesa"? Más bien, le dirá:
"Prepárame algo de comer. Ponte el delantal y sírveme hasta que yo acabe
de comer y beber. Después de eso, come y bebe tú". ¿Le da gracias al
siervo por hacer lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho
todo lo que se les ha mandado, digan: "Siervos inútiles somos; porque sólo
hicimos lo que teníamos que hacer". Luka 17:7-10
Debemos
tener esta actitud de humildad si esperamos ser parte del pueblo remanente de
Elohim. Sólo con tal actitud podemos evitar culpar a Elohim por no proporcionar
lo que Él prometió en Su Palabra, o por lo que consideramos que son necesidades
legítimas. SI NO PODEMOS PERDONAR A ELOHIM, ¿CÓMO PODEMOS PERDONAR A NUESTRO
PRÓJIMO? Y SI NO PERDONAMOS A NUESTRO PRÓJIMO, ¿CÓMO PODEMOS CELEBRAR
VERDADERAMENTE EL JUBILEO DE ELOHIM?
Todo
comienza con nuestra actitud hacia Elohim. No seamos hijos de Esaú, que hacen
sus obras pero sin misericordia, sino seamos hijos de Elohim, bien sazonados
con gracia y perdón hacia todos, como Él nos manda.
Así que,
cualquiera que se haga humilde como este niño, ése es el más importante en el
reino del Cielo. Y cualquiera que en mi nombre reciba a un niño como éste, a mí
me recibe. Y a cualquiera que ofenda a uno de estos pequeños que creen en mí,
mejor le fuera que le ataran al cuello una piedra grande de molino y que lo
hundieran en lo profundo del mar. "¡Pobre del mundo por las ofensas! Es
inevitable que haya ofensas, pero ¡ay del hombre que las ocasione! Por tanto,
si tu mano o tu pie te hace ofender, córtalo y échalo de ti. Te conviene más
entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ir a parar al
fuego eterno. Y si tu ojo te hace ofender, sácalo y échalo de ti. Te conviene
más entrar en la vida con un solo ojo que, teniendo dos ojos, ir a parar al
fuego de la Gehena. MattiYah 18:4-9
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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