14 de septiembre de 2020

AHD-116 - El Décimo Mandamiento - ''No Codiciarás'' 05



01 - Codicia, La Raíz De Todo Pecado 05


¿Cómo Considera El Creyente Equilibrado El Problema De Ganarse La Vida?

 

Yahshua aconsejó en cierta ocasión:

 

Por tanto, no se afanen diciendo: "¿Qué comeremos?". o "¿Qué beberemos?". o "¿Con qué nos cubriremos?". Porque los gentiles buscan todas esas cosas, pero su Padre que está en el cielo sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Más bien, busquen primeramente el reino de Elohim y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura. MattiYah 6:31-32

 

Es cierto que todos nos enfrentamos a los mismos problemas a los que se enfrentan las naciones. La mayoría de nosotros tiene que trabajar duro para ganarse la vida, a fin de comprar las cosas necesarias para comer, beber y vestir (Tesaloniyim Bet 3:10-12). Pero no dejamos que tales preocupaciones sean más importantes que el que seamos "ricos para con Elohim".

 

Yahweh es la fuente de toda riqueza (MaAseh 14:15-17). Él ha prometido que cuidará a sus hijos de manera especial. Yahshua dijo que nuestro Padre se ocuparía de nuestras necesidades cuando nosotros nos ocupáramos de Su Obra.

 

¿Creemos en esta promesa? ¿Confiamos en que Yahweh la cumplirá? ¿Estamos satisfechos con las provisiones que Yahweh hace? Si es así, podremos evitar el lazo de la avaricia. Nuestro servicio a Yahweh y nuestra relación con Él ocuparán siempre el primer lugar, y nuestro entero modo de vivir será una demostración de la fe que tenemos en Él.

 

 

La Era De La Codicia

 

La codicia humana en el nivel personal es bastante común y dañina, pero la codicia de lucro en el campo nacional o internacional perjudica a millones de personas. Por ejemplo, consideremos el tráfico internacional de drogas. Algunos afirman que éste es el negocio más lucrativo del mundo, un negocio de millones al año. Otro negocio es el de las armas. Otro, el del aborto. Estas cosas arruinan millones de vidas y causa incontables muertes prematuras. ¿Qué base tiene el alarmante aumento en el tráfico de drogas, venta de armas, abortos y otros? No hay duda: es la codicia. Vivimos en la Era de la Codicia.

 

Una revista afirma que los países donde se producen drogas reciben apenas entre un 10% y un 20% de todas las ganancias de la venta de drogas, que otro 10% entra de nuevo en la red del tráfico de drogas mediante la reinversión en laboratorios, vehículos y armas, y que el resto va a parar a los países consumidores y llega a estar bajo las protecciones fiscales del sistema bancario del mundo.

 

Esto contradice la opinión de que la necesidad es el impulso tras la codicia, y de que sólo hay codicia entre los pobres o los desvalidos. Es obvio que la codicia es una falta humana muy difundida que afecta a toda la sociedad, incluso a personas que en realidad no se hallan en necesidad. Una extraña característica de la codicia es lo engañosa que es... hasta personas que normalmente están satisfechas con lo que tienen en la vida manifiestan codicia si se les presenta de momento la oportunidad para ello.

 

 

La Naturaleza Humana Es Egoísta

 

Pensar primeramente en nosotros mismos es siempre lo más natural.

 

Estamos mucho más interesados en lo que podemos obtener que en lo que podemos dar, y el décimo mandamiento tiene que ver precisamente con este concepto. Por medio de tal mandamiento se nos dice que dejemos de pensar sólo en nosotros mismos y que no nos preocupemos sólo por nuestros propios intereses. La codicia es una perspectiva egoísta de la vida, y el egoísmo es la raíz del quebrantamiento de las leyes de Elohim.

 

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No surgen de sus mismas pasiones que combaten en sus miembros? Codician y no tienen; matan y arden de envidia, pero no pueden obtener. Combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden. Yaakov 4:1-2

 

Como podemos ver, la codicia puede ser la raíz de muchos pecados, entre ellos el homicidio y la guerra. Si no se controla, lo que empezó como un pensamiento se convierte en una obsesión que lleva a la acción. Todos hemos vivido "en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos" (Efesiyim 2:3). Hemos dejado que nuestros deseos gobiernen nuestra conducta. Así, todos hemos pecado (parafraseando Romaniyim 3:10,23).

 

La advertencia profética que el apóstol Shaúl hizo a uno de sus discípulos resulta muy instructiva, particularmente en el tiempo presente:

 

También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán tiempos difíciles. Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero. Serán vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos y amantes de los placeres más que de Elohim. Tendrán apariencia de piedad, pero negarán su eficacia. A éstos evita. Timotio Bet 3:1-5

 

Este pasaje describe vívidamente nuestro mundo actual.

 

Nuestra sociedad no es única en la historia; la codicia siempre ha sido una maldición universal. Refiriéndose a uno de los últimos reyes de Yahudá, Elohim dijo:

 

"Tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio" YirmeYah 22:17

 

Pero el problema no se limitaba a los reyes:

 

"...porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores" YirmeYah 6:13

 

Elohim mostró su aborrecimiento hacia la codicia de los yisraelitas y les anunció lo que habría de sobrevenirles:

 

Codician los campos y se los roban; las casas, y las cogen. Defraudan a los hombres de sus casas, y a la gente de sus tierras. Ciertamente, así dice Yahweh: Estoy planeando tal infortunio contra este clan que ustedes no podrán librar de él su cuello. No podrán andar derechos; pues será un tiempo de gran desastre. MijaYah 2:2-3

 

Un ejemplo evidente del poder de la codicia es la creciente popularidad de las loterías. Millones de personas invierten parte de sus salarios cada semana con la esperanza de lograr una vida fácil y llena de lujos. Asimismo, los casinos internacionales, que se especializan en despertar nuestros instintos más bajos, son lugares de gran atracción para el turismo.

 

Fomentar la codicia es un gran negocio. Las agencias de publicidad y de mercadeo han hecho una ciencia del manejo de los apetitos egoístas de los consumidores. Al igual que el antiguo Yisrael, nosotros formamos una sociedad codiciosa, desde el más chico hasta el más grande.

 

Hoy día la codicia se ve dondequiera que hay gente reunida... en los empleos, en las escuelas y en la comunidad en general. Su influencia corruptora se ha infiltrado en el comercio, la política y hasta en las religiones principales del mundo.

 

En la mayoría de los casos la codicia lleva a actos ilegales de corrupción, fraudes, estafas, etc.

 

No es difícil, pues, comprender por qué tantas personas se mofan de la idea de que algún día se elimine la codicia. De hecho, muchos piensan que siempre existirá y que un mundo sin codicia es sólo una ilusión irrealizable. Pero la codicia será desarraigada.

 

¿Podemos imaginar un mundo en que exista cooperación entre la gente, en vez de competencia? ¿Un mundo en que los humanos se traten unos a otros como cada uno quisiera que el otro lo tratara? Así sería un mundo sin codicia. ¡Qué maravilloso! ¿Se realizará alguna vez? Sí; será realidad. Pero ¿cómo puede ser eliminada la codicia, cuando tan arraigada está en la humanidad?

 











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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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