14 de septiembre de 2020

AHD-117 - El Décimo Mandamiento - ''No Codiciarás'' 06



01 - Codicia, La Raíz De Todo Pecado 06


Eliminación De La Codicia Por Medio De La Educación

 

Tal como ha habido aumento de la codicia entre los humanos, lo contrario también es posible. Se puede vencer la codicia. Sin embargo, para que eso suceda es necesario recibir educación y adiestramiento apropiados, y seguir pautas o normas de conducta estrictas. Esto quizás parezca razonable, pero ¿quién podría proveer esa clase de educación y asegurarse de que lo que se aprendiera se pusiera en práctica... hasta imponerlo, si fuera necesario?

 

Esa educación tiene que venir de una fuente en la que no haya codicia. Esta fuente no debe tener intenciones ocultas ni esperar pago alguno por la instrucción que da. Además, tiene que enseñar y mostrar el valor de la generosidad y lo práctica que es. El alumno no sólo tiene que estar convencido de que ese modo de vivir es posible, sino de que es el camino preferido, porque lo beneficia a él y beneficia a los que lo rodean.

 

Sólo Yahweh puede suministrar tal educación, porque ¿qué hombre u organización terrestre tendría las cualidades y la experiencia que le permitirían hacer eso? Ningún hombre es apto para ello según la siguiente verdad bíblica:

 

"Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Elohim". Romaniyim 3:23

 

Felizmente, Yahweh, provee esa educación en su Manual de Vida, las Escrituras. Yahshua ha Mashiaj abogó por tal enseñanza cuando vivió como hombre en la tierra. A mitad de su famoso Sermón del Monte, Yahshua habló sobre un estilo de vida que era raro para la mayoría de sus oyentes, porque abarcaba generosidad hasta con los mismos enemigos u opositores de uno. Yahshua dijo:

 

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por los que los persiguen; para que sean hijos de su Padre que está en el cielo; porque él hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? MattiYah 5:44-46

 

Parte de la misión de Yahshua en la TIERRA fue adiestrar a vencedores para que ellos, a su vez, enseñaran a otros a llevar una vida en que no dominara la codicia. Algún tiempo después de la muerte y resurrección de Yahshua el apóstol Shaúl llegó a ser uno de aquellos instructores. En varias de sus cartas inspiradas Shaúl instó a que se eliminara la avidez codiciosa.

 

De manera similar, los creyentes hoy día debemos convertirnos en vencedores, hombres y mujeres que enseñamos a otros lo que Yahweh nos va grabando en los corazones.

 

El último de los diez mandamientos apunta directamente al corazón y a la mente de cada ser humano. Al prohibir la codicia, no se refiere tanto a lo que debemos hacer sino a cómo debemos pensar. De hecho, nos exige que miremos muy dentro de nosotros mismos para que podamos ver cómo somos realmente.

 

Este precepto, lo mismo que los otros nueve, tiene que ver con la forma en que nos relacionamos con otras personas. Pero muy específicamente, tiene que ver con los pensamientos que amenazan esas relaciones y que pueden hacernos gran daño tanto a nosotros como a nuestros semejantes.

 

Nuestra motivación define y controla la forma en que reaccionamos a las personas con quienes tenemos contacto. Tal como Mashiaj lo aseveró en Mordejai 7:21-23, el quebrantamiento de las leyes de Elohim empieza en el corazón, de donde salen todos los males y pecados.

 

Por tanto, resulta muy apropiado que la lista formal de estos 10 preceptos que definen el amor de Elohim terminara haciendo resaltar que nuestros corazones son la fuente de los problemas en nuestras relaciones interpersonales. De nuestro interior vienen los deseos que nos tientan y nos llevan a pecar.

 

Lo opuesto a la codicia es un deseo positivo de ayudar a otros a conservar y proteger las bendiciones que ellos han recibido de Elohim.

 

Debemos regocijarnos cuando otros son bendecidos. Nuestro deseo debe ser el de colaborar para el bienestar de otros, hacer que nuestra presencia en sus vidas sea una bendición para ellos.

 

Seguir el camino de Elohim, que es el camino del amor, significa practicar esta clase de preocupación por otros:

 

Porque lo de "no cometerás adulterio, no cometerás asesinato, no robarás, no codiciarás", y cualquier otro mandamiento, se resume en esta frase: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". El amor no le hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la Torah. Romaniyim 13:9-10

 

Para combatir la codicia, debemos tener fe en que Elohim proporcionará alguna forma para que podamos tener lo que en verdad necesitamos.

 

Sin la ayuda de Elohim no podemos vencer la codicia. Nuestros apetitos carnales son tan fuertes que nosotros solos sencillamente no podemos vencerlos.

 

Querer superarnos en nuestro trabajo u ocupación puede ser un deseo apropiado, siempre que lo hagamos en Mashíaj y no en nuestras propias fuerzas. Cuando nuestro propósito principal es servir a nuestros semejantes, Elohim se agrada de que tratemos de adquirir las habilidades necesarias que nos brindan progreso y favor en esta vida. Como escribió un sabio siervo de Elohim:

 

"¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de los de baja condición" Mishlei 22:29

 

Elohim quiere que la preocupación por otros sea lo que motive nuestros deseos. En ocasiones, nuestro servicio a los demás dará como resultado maravillosas recompensas para nosotros. Pero nuestros deseos estarán encaminados en el sentido correcto sólo cuando nuestro propósito principal sea más bien dar que recibir. Debemos reemplazar la codicia con la actitud de servir y amar a los demás.

 

En la Epístola a los Ivrim se nos dice:

 

No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Elohim. Ivrim 13:16

 

Debemos seguir el ejemplo del apóstol Shaúl, quien dijo:

 

No he codiciado ni la plata ni el oro ni la ropa de nadie. Ustedes saben que estas manos proveyeron para mis necesidades y las de mis compañeros. En todo les he demostrado que trabajando así es necesario apoyar a los débiles, y tener presente las palabras del Adón Yahshúa, que dijo: "Hay más felicidad en dar que en recibir". MaAseh 20:33-35

 

 

 











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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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