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"No Calumniarás"
La palabra
DIÁBOLOS aparece en varios pasajes del texto original de las Escrituras
Griegas, pero no siempre con referencia a haSatán. Es que la palabra significa
calumniador o acusador, aunque ha pasado a ser una especie de nombre propio más
para este personaje tan controvertido como esquivo. Deriva de DIABÁLLO (G1225),
"acusar, calumniar". Literalmente significa" arrojar a
través" (de DIA, a través; BALLO, arrojar), y de ahí sugiere un ataque
verbal.
Por ejemplo,
dirigiéndose a los doce, Yahshua dijo con respecto a Judas:
"Uno de ustedes es un calumniador (diábolos)". Yahanan
6:70
A las mujeres de
la congregación se les advirtió que no se hicieran calumniadoras:
Las mujeres asistentes, asimismo, deben ser respetables, no
calumniadoras, sobrias, fieles en todo. Timotio Alef 3:11
Asimismo, que las mujeres mayores sean reverentes en conducta, no
calumniadoras ni esclavas del mucho vino, maestras de lo bueno. Tito 2:3
Y una de las
señales de "los últimos días", es que "los hombres serían
calumniadores".
También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán
tiempos difíciles. Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero.
Serán vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
envanecidos y amantes de los placeres más que de Elohim. Tendrán apariencia de
piedad, pero negarán su eficacia. A éstos evita. Timotio Bet 3:1-5
La ley que
Yahweh le dio a la nación de Yisrael prohibía la calumnia:
No andes chismeando entre tu pueblo. No desatiendas a tu prójimo
cuando está en peligro: Yo soy Yahweh. Vayikra 19:16
Y todo el
contexto bíblico está en contra de ese uso impropio de la lengua (Shemuel Bet
19:27; Mizmor 15:3; 101:5; Mishlei 11:13; 20:19; 30:10; YirmeYah 6:28; 9:4).
El Chisme Y La Calumnia
Chismear es
charlar ociosamente de cosas que conciernen a otros; también puede incluir
esparcir rumores infundados, con o sin malas intenciones. Calumniar es difamar,
por lo general con malicia, sea verbalmente o por escrito. Se puede calumniar
mintiendo, con malas intenciones, o simplemente repitiendo rumores sin haberlos
confirmado.
Aunque el
charlar ociosamente no siempre es malo ni perjudicial, puede llegar a serlo. A
veces puede tratarse de un elogio o sencillamente de referir algo que carece de
trascendencia y no es censurable sobre otros por considerarlo de interés. Se
puede hablar de una persona no presente para esclarecer una situación, pero
mientras permanezca entre las dos personas que están analizando el asunto, a
fin de determinar si existe o no un problema que se debe resolver, no se
transforma en chisme. En un análisis, mientras permanezca allí. Pero si el
hecho transciende ese límite y otros se enteran de lo que allí ha sido hablado,
ha nacido el chisme, y puede que llegue a calumnia.
Es fácil
deslizarse hacia el habla hiriente o importuna, sobre todo si estamos
implicados o si albergamos alguna antipatía por una de las partes. Las
Escrituras aconsejan que se evite el habla ociosa, pues indican que la lengua
es difícil de domar:
Y la lengua es un fuego; es un mundo de maldad. La lengua está
puesta entre nuestros miembros, y es la que contamina el cuerpo entero... Yaakov
3:6
El peligro de
hablar ociosamente o a la ligera se recalca muchas veces. Este tipo de habla se
relaciona con la estupidez o tontedad:
La lengua del sabio conoce lo bueno, pero la boca del necio escupe
cosas malditas. Mishlei 15:2
Aquel que guarda su boca preserva la vida, pero el que es
precipitado de labios traerá terror sobre sí mismo. Mishlei 13:3
Cuando las palabras son muchas, el pecado no falta; pero el que
controla sus labios es prudente. Mishlei 18:7
"De la abundancia del corazón habla la boca", dijo Yahshua ha Mashiaj (MattiYah 12:34). Por
consiguiente, EL TEMA HABITUAL DE LA CONVERSACIÓN DE UNA PERSONA INDICA AQUELLO
EN LO QUE TIENE PUESTO SU CORAZÓN. Las Escrituras nos instan a salvaguardar el
corazón y a pensar y hablar de aquello que es verdadero, serio, justo, casto,
amable, de buena reputación, virtuoso y digno de alabanza (Mishlei 4:23;
Filipiyim 4:8).
Yahshua dijo:
Lo que entra en la boca no contamina al hombre; sino lo que sale
de la boca, eso es lo que contamina al hombre". MattiYah 15:11
Y agregó:
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios,
los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las
blasfemias. MattiYah 15:19
El chisme es
habla que revela algunos hechos o asuntos de otras personas. Puede ser un rumor
infundado, incluso una mentira, y la persona que lo extiende, aunque no sea
consciente de la falsedad del rumor, se hace responsable de propagar una
mentira. Puede que el chismoso hable de las faltas o errores de alguien, pero
incluso en el caso de que lo que diga sea verdadero, está haciendo lo que no
debe y demostrando falta de amor.
El apóstol Shaúl
asesoró con firmeza a Timotio con relación a la conducta de las viudas jóvenes
que no tenían una casa que cuidar y que no se mantenían ocupadas en ministrar a
otros. Dijo:
Pero no admitas a las viudas más jóvenes, porque cuando sus
pasiones las apartan del Mashíaj, quieren casarse, estando bajo juicio por
haber abandonado su primer compromiso. Y a la vez aprenden a ser ociosas,
andando de casa en casa. No sólo aprenden a ser ociosas, sino también chismosas
y entremetidas, hablando lo que no conviene. Timotio Alef 5:11-13
Dicha conducta
era escandalosa. El mismo apóstol dijo de algunos creyentes de la congregación
de Tesalónica:
"Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre
ustedes, sin trabajar en nada, sino entrometiéndose en lo ajeno".
Tesaloniyim Bet 3:11
El apóstol Kefá
menciona al "entremetido en asuntos
ajenos" junto a personas aparentemente mucho más reprobables:
Así que, ninguno de ustedes padezca como homicida, o ladrón, o
malhechor, o por entrometerse en asuntos ajenos. Kefá Alef 4:15
Por otra parte,
informar de situaciones que afectan a la congregación a los que tienen la
autoridad y responsabilidad de supervisar y corregir los asuntos no se
consideraría chismear ni calumniar, ni tampoco sería impropio (o estaríamos
diciendo que Shaúl aconsejaba el chisme cuando dijo que se llevara al hermano
transgresor a la presencia de varios primero y de la congregación toda
después). Un ejemplo es el registro bíblico sobre la congregación cristiana de
la antigua Corinto. Las disensiones y el rendir honra indebida a hombres
estaban creando actitudes sectarias y acabando con la unidad de la
congregación. Algunos miembros de la casa de Cloé, conscientes de esta
situación y preocupados por el bienestar espiritual de la congregación,
pusieron esto en conocimiento del apóstol Shaúl, quien actuó con rapidez desde
Éfeso escribiendo consejo correctivo a la congregación. (Qorintiyim Alef 1:11).
La calumnia
siempre constituye un tropiezo para otros, en particular para aquel a quien se
calumnia. Muchas veces el testimonio de testigos falsos ha conducido a la muerte
de personas inocentes. (Melajim Alef 21:8-13; MattiYah 26:59, 60).
En ocasiones, el
calumniador se deleita en revelar asuntos confidenciales a aquellos que no
tienen ningún derecho de conocerlos (Mishlei 11:13). El calumniador (recordemos
que es un diablo) deriva placer de revelar cosas que causan sensación, pero el
que le escucha también es culpable y se perjudica a sí mismo (Mishlei 20:19;
26:22). Un comentario difamatorio de un calumniador podría apartar a una
persona de sus amigos y provocar enemistades y divisiones (Mishlei 16:28).
La calumnia
causa contienda (Mishlei 16:28), y por esa razón produce ciertas "obras de
la carne" (como odios, contiendas y divisiones), obras que impiden que el
calumniador y los que se dejen llevar por él hereden el reino de Elohim
(GalutYah 5:19-21). Aunque el calumniador puede ser astuto y engañoso, su
maldad se descubrirá en la congregación (Mishlei 26:20-26).
El que practica
la calumnia merece ser cortado de la congregación, pues en las Escrituras se
juzga indignos de la vida a los injuriadores o caluminadores:
Pero ahora les escribo que no se asocien con ninguno que,
llamándose hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, calumniador, borracho o
estafador. Con tal persona ni siquiera coman. Qorintiyim Alef 5:11
La calumnia y la
injuria suelen estar relacionadas con la rebelión contra Elohim o contra
aquellos que Él ha constituido debidamente y nombrado para dirigir la
congregación de su pueblo. Este fue el caso de Qóraj y los que estaban con él,
que se rebelaron contra el orden teocrático y calumniaron a Moshe y Aharón.
(Bamidbar 16:1-3,12-14). Judas llama la atención hacia estos rebeldes y al
final que tuvieron:
Pero éstos maldicen lo que no conocen; y en lo que por instinto
comprenden, se corrompen como animales irracionales. ¡Ay de ellos! Porque han
seguido el camino de Qayin; por recompensa se lanzaron en el error de Bilam y
perecieron en la insurrección de Qóraj... Acerca de estos también profetizó
Janój, séptimo después de Adam, diciendo: "Miren, Yahweh vino con diez
millares de sus santos para hacer juicio contra todos y declarar convicta a
toda persona respecto a todas sus obras de impiedad que ellos han practicado
impíamente y respecto a todas las duras palabras que los pecadores impíos han
hablado contra él". Estos se quejan de todo y todo lo critican, andando
según sus propios malos deseos. Su boca habla arrogancias, adulando a las
personas para sacar provecho. Judas 1:10-11,14-16
La razón
principal para no dar oído al chisme ni participar en esparcirlos es que
queremos agradar a Yahweh, quien condena la calumnia. Si existe alguna
situación de chisme, es necesario buscar las partes implicadas y sacar el
asunto a la luz para aclararlo. Muchas veces eso resuelve las cosas. Otras
veces es necesario ir más a fondo, pero nunca debemos permitir que un cáncer
como la calumnia se arrastre dentro de la congregación. Entonces, si queremos
disfrutar del favor divino, no debemos calumniar a nadie a quien quizás
mencionemos en nuestras conversaciones.
Otra razón para
no participar en calumnias es que eso nos coloca en la vereda del padre de las
calumnias, el mayor calumniador. Cuando Javá escuchó el habla calumniosa de
HaSatán contra Elohim y obró como si aquello fuera verdad, la primera pareja
humana se separó de su mejor Amigo. Nunca sucumbamos a los designios de HaSatán
al participar en habla dañosa que merece la desaprobación de Elohim y que, por
lo tanto, puede separarnos de nuestro Padre. Todo chisme es una mentira, y aún
si las creemos, cuando las esparcimos estamos también mintiendo. Cuidemos
entonces de repetir cosas a la ligera. ¿No considera Elohim responsables por
las mentiras religiosas a los falsos maestros? Sí, y los calumniadores también
tendrán que rendirle cuentas. Yahshua advirtió:
"De toda palabra ociosa que hablaren los hombres habrán de
dar cuenta el día del juicio. Pues por tus palabras serás declarado justo o por
tus palabras serás condenado". MattiYah 12:36-37
El chisme y la
calumnia matan, porque pueden destruir la vida de una persona inocente. Hay
lenguas que son como "espadas agudas", y las palabras amargas, como
flechas disparadas en una emboscada contra alguien que no tiene de culpa. David
oró:
Escóndeme de la trama de los malvados, de la turba de los
malhechores, que afilan su lengua como espada, que arman como flechas sus
crueles palabras, para acribillar a escondidas al inocente, para herirlo por
sorpresa y sin riesgo. Mizmor 64:2-4
¿Quién querría
ser responsable de decir cosas tan malas de nuestro prójimo que éste se
sintiera impelido a orar a Elohim por alivio, como lo hizo David?
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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