11 de agosto de 2020

AYS01-11 - La Manifestación De La Rebelión 02 - Los Argumentos




Las Murmuraciones Provienen De Los Argumentos

La rebelión del hombre se manifiesta en sus palabras, sus argumentos y sus pensamientos. Si no conoce la autoridad, expresará murmuraciones, lo cual procede de sus argumentos. El hombre habla porque piensa que tiene la razón. Jam pensó que tenía una razón válida para rebelarse contra Nóaj. Las palabras de Miriam con respecto a la unión de Moshe con la mujer etíope describían un hecho; así que ella "tenía razón". 


Pero los que se someten a la autoridad, no viven encerrados en sus argumentos. El séquito de Qóraj y los 250 líderes dijeron que Moshe y Aharón no debían levantarse sobre ellos, porque toda la congregación era santa y porque Yahweh estaba en medio de ellos. Una vez más la rebelión de ellos tenía un argumento lógico como base. Las palabras de rebelión a menudo provienen de argumentos "razonables"... a los ojos de la carne. Datám y Aviram también aducían una razón. Ellos culparon a Moshe de no haberlos introducido en la tierra que manaba leche y miel y que no les había dado tierras ni viñas; por el contrario, todavía vagaban por el desierto. Ellos culparon a Moshe de que él les estaba tapando los ojos u ocultando algo a ellos, por lo cual dijeron: "¿Sacarás los ojos de estos hombres?". (Bamidbar 16:14). Con eso daban a entender que sus ojos veían claramente. Cuanto más pensaban, más argumentos tenían. Los que aducen argumentos nunca dejan de cavilar. Cuanto más piensan, más reflexiones surgen. En el mundo todos viven razonando. ¿Cuál sería entonces la diferencia entre nosotros y las personas mundanas, si nosotros también nos centramos en nuestros argumentos?


Debemos Ser Librados De Los Argumentos Para Seguir Al Adón

Ciertamente necesitamos sacarnos los ojos para seguir al Adón sin razonar. ¿Se basan nuestras vidas en la validez de nuestras razones o en la autoridad? Muchas personas quedan ciegas cuando se encuentran con la luz del Adón. Aunque ellos tienen ojos, es como si no los tuvieran. Una vez que la luz viene, todos los argumentos se desvanecen. Una vez Shaúl fue iluminado en el camino a Damasco y quedó ciego. De ahí en adelante no se volvió a preocupar por sus argumentos (MaAseh 9:3, 8). A Moshe no le habían sacado los ojos, pero era como si no los tuviera. No significaba que él no tuviera argumentos, porque él conocía muchos razonamientos lógicos, pero todos ellos estaban sujetos a él, porque él estaba sometido a Elohim. Quienes se someten a la autoridad no actúan por lo que ven. El siervo del Adón debe ser ciego y debe estar libre de razonamientos y argumentos. La rebelión surge cuando uno comienza a cavilar internamente. Por lo tanto, si no les hacemos frente con decisión a los argumentos, nos será imposible detener las palabras. Si no somos librados de los argumentos, éstos tarde o temprano producirán palabras de murmuración.

Cuán difícil es librarse de argumentar continuamente. Puesto que somos seres racionales, ¿cómo podremos dejar de argumentar con Elohim? Este es un paso muy difícil. Desde jóvenes razonamos constantemente. Desde antes de ser salvos hasta ahora, el principio básico de nuestra vida ha sido la utilización del raciocinio. ¿Qué podrá hacer que dejemos de cavilar? ¡Si nos piden que no razonemos, es como si llevaran nuestra vida carnal a su final!

Existen dos clases de creyentes: los que viven en el nivel de los razonamientos, y los que viven en el nivel de la autoridad. Debemos someternos tan pronto como se nos dé una orden. ¿En cuál nivel vivimos? Cuando Elohim nos da una orden ¿la examinamos y nos sometemos si la orden tiene lógica, y no nos sometemos si nos parece descabellada? Esta es la expresión del árbol del conocimiento del bien y del mal. El fruto de este árbol no sólo nos hace razonar sobre nuestros propios asuntos, sino también sobre los asuntos establecidos por Elohim. Todo debe pasar a través de nuestro razonamiento y nuestro juicio. En vez de dejar que Elohim razone y juzgue, lo hacemos nosotros, pero éste es el principio de HaSatán, el cual desea que nosotros queramos ser iguales a Elohim. Sólo quienes conocen a Elohim pueden someterse sin argumentar, porque nunca mezclarán estas dos cosas.

Si uno quiere aprender a someterse, debe arrojar lejos sus argumentos. Uno puede vivir por la autoridad de Elohim o por sus propios razonamientos, pero no por ambos. El Adón Yahshua vivió en la tierra muy por encima de todo razonamiento. ¿Qué razonamiento formuló Él frente a los insultos, las torturas y la muerte en el madero misma? Él se sometió en todo a la autoridad de Elohim; no se preocupó por hallarle sentido lógico a Sus circunstancias. Su única responsabilidad era someterse, y no pidió nada más. ¡Cuán sencillo es el hombre que vive bajo la autoridad! ¡Pero qué complicado es el hombre cuya vida gira en torno a sus razonamientos! Las aves de los cielos y los lirios del campo llevan una vida de simplicidad. Cuanto más viva uno bajo autoridad, más simple será su vida.


Elohim Nunca Argumenta

No es que haya fallado la palabra de Elohim; es que no todos los nacidos de Yisrael son de Yisrael, ni por ser descendientes de Avraham son todos hijos suyos, sino que: "En Yitzjak se te contará tu descendencia". Esto quiere decir que no son los hijos naturales los que se cuentan como hijos de Elohim; más bien, los que son hijos como resultado de la promesa son los que se cuentan como descendencia. Porque lo que se dijo en la promesa fue esto: "Por este tiempo vendré, y Sarah tendrá un hijo". Y no sólo esto, sino que también cuando Rivkah concibió de un hombre, de Yitzjak nuestro padre, y aunque todavía no habían nacido sus hijos ni habían hecho bien ni mal –para que el propósito de Yahweh dependiera de su elección, no de las obras sino del que llama– a ella se le dijo: "El mayor servirá al menor". Por eso está escrito: "Amé a Yaakov más que a Esaú". ¿Qué podemos decir, entonces? ¿Que hay injusticia en Elohim? ¡De ninguna manera! Romaniyim 9:6-14

En Romaniyim 9 Shaúl intentó demostrarles a los judíos que Elohim también llamó a los gentiles. Él dijo que no todos los descendientes de Avraham eran escogidos; porque sólo Yitzjak fue escogido. Y no todos los descendientes de éste fueron escogidos, ya que Elohim escogió solamente a Yaakov. Debido a que todo se basa en la elección de Elohim, ¿no podía Él escoger a los gentiles también? Elohim tendrá misericordia de quien tenga misericordia y se compadecerá de quien se compadezca. Desde la perspectiva humana, Elohim amó a Yaakov, quien era un engañador, y aborreció a Esaú. Él también endureció el corazón de Faraón. ¿Será Él injusto? Debemos entender que Elohim está sentado en Su trono de gloria, y el hombre está bajo Su autoridad. Nosotros no somos más que simples mortales y nada más que polvo de la tierra. ¿Cómo podremos argumentar con Elohim? Sobre todo si nuestros argumentos están siempre apoyados en el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal...

Él es Elohim y tiene la autoridad para obrar según le parezca. No podemos seguir a Elohim y, al mismo tiempo, forzarlo a que haga caso a nuestros argumentos. Si queremos servirle debemos renunciar a nuestros argumentos, porque nosotros, en nuestra carne, sólo sabemos llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno... Toda persona que se ha encontrado con el Adón debe dejar a un lado todos sus argumentos y permanecer en sumisión. No podemos actuar como consejeros de Elohim. Él dice:

"Tendré misericordia de quien yo quiera tener misericordia, y me compadeceré de quien yo quiera compadecerme". Romaniyim 9:15

Shaúl añade:

Así que no depende de que uno quiera, ni de que se esfuerce, sino de que Elohim tenga misericordia. Por ejemplo, en la Escritura se le dice al Paroh: "Precisamente para esto te levanté, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre se proclame por toda la tierra". De manera que él tiene misericordia de quien quiera; pero endurece a quien quiera. Romaniyim 9:16-18

Elohim dice que "al que quiere endurecer, endurece" (pasuk 18). Endurecer no significa hacer pecar. SIGNIFICA ENTREGARLOS A SÍ MISMOS, como dice:

Por esa razón, Elohim los dejó a merced de pasiones vergonzosas; pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones antinaturales. Romaniyim 1:26

En este momento Shaúl anticipa los razonamientos que algunos formularán, como "¿por qué todavía inculpa? porque ¿quién resiste a Su voluntad?". (9:19). Estos interrogantes son válidos a los ojos de la carne, y muchos estarán de acuerdo con ellos. Pero aunque sabía que eran bastante lógicos, Shaúl responde:

Entonces me dirás: "¿Y por qué le echa la culpa a alguien, si uno no puede resistirse a su voluntad?". ¡Hombre, antes que nada!: ¿Quién eres tú para cuestionar a Elohim? ¿Le dirá la vasija formada al que la formó: "¿Por qué me hiciste así?"? Romaniyim 9:19-20

El no preguntó qué clase de palabras eran ésas; sino qué clase de persona se atrevería a hablar contra Elohim. Cuando Elohim ejerce Su autoridad, no tiene que consultarnos porque no necesita nuestro consentimiento. Lo único que El pide es nuestra sumisión. Tan pronto digamos: "Esto es lo que Elohim hizo", todo estará bien.


El hombre continuamente busca razones lógicas, pero... ¿nos conviene buscar la racionalización de todo? Examinemos si nuestra salvación tuvo una base lógica o no. No existe ninguna razón válida por la cual hayamos sido salvos. No lo quisimos ni tampoco lo buscamos; sin embargo, fuimos salvos. Esto es lo más ilógico que a uno se le pueda ocurrir. PERO ELOHIM TENDRÁ MISERICORDIA DE QUIEN EL TENGA MISERICORDIA, Y SE COMPADECERÁ DE QUIEN EL SE COMPADEZCA. Independientemente de la opinión del barro, el alfarero puede hacer vasos de honra y vasos de deshonra. Esto es un asunto de autoridad y no de raciocinio. El problema básico del hombre hoy es que él todavía se basa en el principio del conocimiento del bien y del mal, el principio del razonamiento. Si las Escrituras le dieran una razón lógica a todo, nosotros tendríamos justificación para argumentar. Pero en Romaniyim 9, Elohim abre una ventana desde los cielos para brillar sobre nosotros. Él no discute con nosotros; sólo pregunta: "¿Quién eres tú para argumentar conmigo?".


La Visión De La Gloria De Elohim Nos Libra De Los Razonamientos

Al hombre no le es fácil librarse de sus propias palabras malignas, pero sí de sus argumentos. Cuando yo era joven, me molestaba la manera "irrazonable" en la que Elohim actúa. Más tarde, cuando tuve un encuentro con la autoridad de Elohim por primera vez, comencé a ver quién era yo. Yo soy creación Suya. Mis palabras más razonables son necedades delante de Él. El Elohim que habita muy por encima de todos, es inalcanzable en Su gloria. Si viéramos una millonésima parte de su gloria, nos inclinaríamos, cerraríamos la boca, y todos nuestros razonamientos se disiparían. Sólo los que viven lejos de Él pueden ser orgullosos, y sólo aquellos que viven en tinieblas pueden ser fértiles en múltiples razonamientos. En todo el mundo nadie puede ver ninguna luz por su propio esfuerzo. Solamente cuando Elohim nos concede una pequeña luz y nos revela algo de Su gloria, caemos en tierra, tal como el apóstol Yahanan (Hitgalut 1:16-17).

Que Elohim tenga misericordia de nosotros para que veamos cuán indignos y pequeños somos. ¿Cómo nos atreveremos a altercar con Él? Cuando la reina de Sabah visitó a Shlomó y él le reveló un poco de su gloria, no quedó espíritu en ella. Pero en nosotros hay uno que es mayor que Shlomó. ¿Habrá algún razonamiento al cual no podamos renunciar? Adam pecó porque comió del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Pero si Elohim nos revela tan sólo un poco de Su gloria, veremos que no somos más que un perro muerto y polvo de la tierra. Todos nuestros razonamientos se desvanecerán delante de Su gloria. Cuanto más vive una persona delante de Su gloria, menos argumenta. Y cuando uno ve a una persona argumentadora, notará que ella no ha visto la gloria de Elohim.

Durante estos años he descubierto que Elohim nunca obra de acuerdo a nuestros razonamientos. Aunque yo no entienda lo que Él hace, tendré que adorarlo porque soy Su sierva. Si yo entendiera y comprendiera todo lo que Él hace, debería ser yo la que esté sentada en el trono. Pero cuando descubra que Él está muy por encima de mí, que El es el único y supremo y que debo postrarme en tierra, todos mis razonamientos desaparecerán. De ahí en adelante, la autoridad tendrá la preeminencia y no mis razonamientos, ni lo que esté correcto ni lo que esté equivocado a mis ojos. Los que conocen a Elohim, se conocerán a sí mismos y, una vez que se conozcan a sí mismos, todos sus argumentos desaparecerán.

Uno llega a conocer a Elohim por medio de la sumisión. Todo aquel que vive centrado en sus argumentos desconoce a Elohim. Los que voluntariamente se someten a la autoridad, pueden verdaderamente conocer a Elohim. Todo el conocimiento del bien y del mal que heredamos de Adam debe ser erradicado de nosotros. Sólo así nos someteremos fácilmente.


La Razón Es "Yo Soy Yahweh"

Después de cada precepto que el Adón da a los yisraelitas en Vayikra 18 al 22, El añade: "Yo soy Yahweh". No incluye la palabra "porque". "Yo hablo de esta manera, y yo soy Yahweh". No se necesita otra explicación. La razón es "Yo soy Yahweh". No hay "porqués", porque NO HAY EXPLICACIONES, HAY UN HECHO INCONTESTABLE. Si comprendemos esto, no viviremos de acuerdo con los razonamientos. Debemos decirle a Elohim: "Yo antes vivía según mis pensamientos y razonamientos, pero hoy me inclino ante Ti y te adoro. Si está bien para Ti, eso me basta. Yo solamente te adoro, y a partir de hoy, Tú será para mí todo mi razonamiento". Cuando Shaúl fue derribado por la luz en el camino a Damasco, todos los razonamientos se desvanecieron. Una vez que la luz brilla, quedamos postrados. La primera expresión que salió de la boca de Shaúl fue: "¿Qué haré, Adón?" (MaAseh 22:10). Inmediatamente obedeció. Aquellos que conocen a Elohim no argumentan. Cuando la luz juzga, los razonamientos desaparecen.

Cuando el hombre argumenta con Elohim, da a entender que la obra de Elohim necesita nuestro consentimiento. Este es el pensamiento de una persona sumamente necia. Elohim no tiene que explicarnos todo lo que hace. Los caminos de Elohim son más elevados que los nuestros. Si pudiéramos bajar a Elohim al nivel de la razón, El dejaría de ser Elohim, porque no sería diferente a nosotros. Si argumentamos, cesaremos la alabanza. Cuando la sumisión se va, se esfuma la alabanza. Cuando esto sucede, el yo viene a ser el juez de Elohim y hasta toma la posición de Él. ¿Cuál es entonces la diferencia entre el barro y el alfarero? ¿Tendrá el alfarero que pedirle permiso al barro para moldearlo? Que el Elohim de gloria se nos revele, para que todos nuestros argumentos se acaben.








_________________________________________________________________________

Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

________________________________________________________________________

Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
_________________________________________________________________________



No hay comentarios.:

Publicar un comentario