21 de agosto de 2020

AHD081 - El Séptimo Mandamiento - ''No Cometerás Adulterio'' 01




La Fornicación 01

La relaciones sexuales ilícitas fuera del matrimonio instituido por Elohim. La palabra hebrea ZANÁH y otras formas afines transmiten la idea de prostitución, ayuntamiento o relación sexual inmoral y fornicación. La palabra griega que se traduce "fornicación" es PORNEIA (G4202), de donde deriva nuestra palabra pornografía y otras, que se refiere a la prostitución. También aparece la palabra MOIJÁO (G3429), que significa adulterar.


En la actualidad hacemos diferenciación entre adulterio y fornicación, estableciendo el adulterio como el acto sexual fuera del matrimonio realizado por personas casadas, mientras que la fornicación se aplica a personas que hacen lo mismo pero sin estar casadas. La diferencia es en sí el estado civil de la persona, pero el acto es el mismo: relación sexual extramatrimonial. Pero en las Escrituras, las expresiones parecen ser utilizadas como sinónimas, o como considerando que todo es PORNEIA, relaciones sexuales extramatrimoniales.

1. Bajo La Ley

Bajo la ley mosaica, el hombre que cometía fornicación con una muchacha que no estaba comprometida tenía que casarse con ella y pagar a su padre la dote estipulada para una novia (50 siclos de plata). No podía divorciarse de ella en toda su vida. Aunque el padre de ella rehusara dársela en matrimonio, el hombre tenía que pagarle el precio de compra prescrito.

Si un hombre seduce a una virgen por la cual no se haya pagado el precio de esposa, y se acuesta con ella, tiene que hacerla su esposa mediante el pago del precio de esposa. Si el padre de ella rehúsa dársela, aun así tiene que pesar plata de acuerdo al precio de esposa para vírgenes. Shemot 22:16-17

Si un hombre se encuentra con una muchacha que no está comprometida y la agarra y se acuesta con ella, y los descubren, el hombre que se acostó con ella pagará al padre de la muchacha cincuenta (shékels de) plata, y ella será su esposa. Por haberla violado nunca tendrá derecho a divorciarse de ella. Devarim 22:28-29

Sin embargo, si la muchacha estaba comprometida, el hombre tenía que morir lapidado. No se castigaba a la muchacha que gritaba cuando era atacada, pero si no lo hacía (indicando así que consentía), también se le daba muerte.

En el caso de una virgen que esté comprometida con un hombre, –si un hombre la encuentra en el campo y se acuesta con ella, los sacarás a los dos a la puerta de ese poblado y los apedrearás hasta morir: a la muchacha porque no pidió ayuda en el poblado, y al hombre porque violó a la esposa de otro hombre. Así eliminarás el mal de tu medio. Pero si el hombre se encuentra con la muchacha comprometida en el campo, y el hombre se acuesta con ella por la fuerza, solamente el hombre que se acostó con ella morirá, pero no le harás nada a la muchacha. La muchacha no incurrió en pena de muerte, porque ese caso es como el de un hombre que ataca a otro y lo asesina. Él la encontró en el campo abierto; aunque la muchacha comprometida pidiera ayuda no había nadie que la salvara. Devarim 22:23-27

La ley castigaba con la muerte a una muchacha que se casase fingiendo ser virgen, pero que hubiese cometido fornicación en secreto.

Pero si la acusación resulta cierta, se halló que la muchacha no era virgen, entonces llevarán a la muchacha a la entrada de la casa de su padre, y los hombres de su poblado la apedrearán hasta morir; porque ella hizo una cosa vergonzosa en Yisrael, cometiendo fornicación mientras estaba bajo la autoridad de su padre. Así eliminarás el mal de tu medio. Devarim 22:20-21

Pero si su marido la acusaba falsamente de tal delito, se consideraba que había acarreado gran vergüenza a la casa del padre de ella. Por tal difamación los jueces tenían que "disciplinar" a tal hombre (posiblemente azotarlo) y multarlo con 100 siclos de plata, dinero que se entregaba al padre de la esposa:

Un hombre se casa con una mujer y cohabita con ella. Después le pierde el cariño y le levanta una acusación y la difama, diciendo: "Yo me casé con esta mujer, pero cuando me allegué a ella encontré que no era virgen". En tal caso el padre y la madre de la muchacha presentarán la evidencia de la virginidad de la muchacha ante los ancianos del poblado, a la puerta. Y el padre de la muchacha dirá a los ancianos: "Yo le di a este hombre mi hija por esposa, pero él le ha perdido el cariño; por eso ha levantado acusaciones diciendo: "No hallé virgen a tu hija", ¡pero aquí está la evidencia de la virginidad de mi hija!". Y la desplegarán delante de los ancianos del poblado. Los ancianos de ese poblado tomarán entonces a ese hombre y lo azotarán, y lo multarán con cien (shékels de) plata y se los dará al padre de la muchacha, porque el hombre ha difamado a una virgen en Yisrael. Además, ella seguirá siendo su esposa; él nunca tendrá derecho a divorciarse de ella. Devarim 22:13-19

La prostitución de la hija de un sacerdote deshonraba el sagrado puesto de su padre. A ella debían quemarla como algo detestable.

Cuando la hija de un sacerdote se contamina por prostitución, es a su padre a quien contamina; la echarán al fuego. Vayikra 21:9

La fornicación entre personas casadas (adulterio) era una violación del séptimo mandamiento, y aquellos que cometían tal pecado merecían la pena de muerte, como veremos en breve. (Shemot 20:14; Devarim 5:18; 22:22).

Si un hombre cometía fornicación con una sierva designada para otro hombre pero que aún no había sido redimida o liberada, se les tenía que castigar a ambos, pero no debía dárseles muerte.

Si un hombre tiene relaciones carnales con una mujer que es esclava y se le ha asignado a otro hombre, pero no ha sido redimida ni se le ha dado libertad, debe haber una indemnización; sin embargo no se les debe dar muerte, ya que ella no ha sido libertada. Pero él debe traer a la entrada de la Carpa de Reunión, como su ofrenda de culpa para Yahweh, un carnero de ofrenda de culpa. Con el carnero de ofrenda de culpa el sacerdote hará expiación por él delante de Yahweh por el pecado que ha cometido; y se le perdonará el pecado que ha cometido. Vayikra 19:20-22

Esto era entonces la mujer todavía no era libre y no tenía completo control de sus acciones, como lo habría tenido una muchacha comprometida que estuviese en libertad. Aún no se había pagado el precio de redención, o al menos no en su totalidad, por lo que todavía era esclava de su amo.


En las Escrituras tenemos varios ejemplos de fornicación, tanto buenos como malos.

a) Bilam Y Las Mujeres De Moav


Cuando el avaricioso profeta Bilam vio que no podía maldecir a Yisrael por medio de artes adivinatorias, procuró hacerlos caer en la desaprobación de Yahweh, induciéndolos a tener relaciones sexuales ilícitas. Por medio de las mujeres moabitas, consiguió que participaran en el sucio culto fálico del Baal Peor, por lo que 24.000 yisraelitas perdieron la vida.

¿Qué contribuyó a ese terrible desenlace? La condición de corazón de muchos yisraelitas. Desarrollaron malas actitudes por haberse ido alejando de Yahweh, sin recordar todo lo que Él había hecho por ellos: liberarlos de Egipto, alimentarlos en el desierto y conducirlos sanos y salvos hasta la Tierra Prometida (Ivrim 3:12). El apóstol Shaúl tuvo presente esa catástrofe cuando escribió:

"Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un (solo) día" (Qorintiyim Alef 10:8).

Es probable que 1000 cabezas del pueblo fuesen ejecutados y colgados en maderos y los 23.000 restantes muriesen debido a la plaga.

Yahweh le dijo a Mosheh: "Toma a todos los líderes principales y haz que los empalen públicamente delante de Yahweh, para que la ira de Yahweh se aparte de Yisrael". Bamidbar 25:4

b) La Mala Decisión De Dina

Las amistades ejercen una gran influencia, sea para bien o para mal (Mishlei 13:20; Qorintiyim Alef 15:33). Así lo muestra el ejemplo de Dina, hija del patriarca Yaakov. Aunque había recibido una buena crianza, cometió la imprudencia de buscar amigas entre las jóvenes de Kenaán, pueblo que, como Moav, era famoso por su inmoralidad (Vayikra 18:6-25). Por eso, ¿qué pensaría cualquier hombre de la zona al ver a Dina? Que era una presa fácil para ellos. Y Shejém, "el más honorable de toda la casa de su padre", no fue la excepción (Bereshit 34:18-19).

Probablemente, ella no pretendía tener relaciones sexuales. Pero Shejém sí. Por eso actuó como lo hubieran hecho la mayoría de los kenaanitas: sin importarle que la joven se resistiera, "la tomó" y "la violó". Más tarde "se enamoró" de ella, pero eso no cambió en nada el abuso cometido (Bereshit 34:1-4). Y Dina no fue la única perjudicada, porque su mala elección de compañías desencadenó una serie de sucesos que sumió a toda su familia en problemas (Bereshit 34:7, 25-31; GalutYah 6:7, 8).

Puede que Dina extrajera una importante lección, pero a las malas. Ahora bien, nosotros no tenemos que aprender así. Amamos a Yahweh, y por eso hacemos caso de sus consejos, entre ellos, el de "andar con personas sabias" (Mishlei 13:20a). Este es un consejo para los más jóvenes, que son naturalmente más osados y atrevidos, creyendo que nunca nada de malo les sucederá. Hasta que sucede.

c) Yósef Huyó De La Fornicación

Pero también contamos con el excelente ejemplo de un joven que amaba a Elohim y supo huir de la fornicación. Yósef, hermano de Dina por parte de padre (Bereshit 30:20-24). De pequeño, había visto los terribles resultados de la imprudencia de su hermana. Tal vez esos recuerdos, así como el firme deseo de mantenerse en el amor de Elohim, lo protegieron años después, cuando era esclavo en Egipto y la esposa de su amo intentaba "día tras día" seducirlo. Siendo un esclavo, no podía renunciar a su cargo e irse. No tenía más remedio que armarse de valor y afrontar con sabiduría la situación. Y así lo hizo, negándose vez tras vez a acceder a los deseos de aquella mujer y, finalmente, huyendo de su presencia (Bereshit 39:7-12).

Reflexionemos por un momento: ¿cuántos habrían logrado mantenerse firme si se hubiera pasado los días pensando en la señora, o entregándose con la imaginación a fantasías sexuales? Nadie, probablemente. Pero además de negarse a abrigar pensamientos impuros, Yósef daba gran valor a su relación con Yahweh. Así lo indicó cuando dijo a la mujer de Potifar: "Mi amo (...) no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Elohim?". (Bereshit 39:8, 9).

Qué honra para Yahweh tener un hijo como Yósef. Pese a vivir lejos de su familia y haber sufrido tantas injusticias, seguía fiel día tras día. Eso es lo que los creyentes, jóvenes, adultos o maduros, mujeres u hombres, deben hacer cuando la tentación golpea la puerta: huir de ella.


Los hijos de Elohim de la actualidad nos encontramos en una situación muy semejante a la que se describe en Bamidbar. Para empezar, nos hallamos a las puertas de una Tierra Prometida, sólo que muchísimo mayor. Nos enfrentamos a un mundo cuya obsesión por el sexo es como la de los moabitas, pero a mayor escala. Además, el lazo principal en que cayeron los yisraelitas, la inmoralidad, es el mismo que atrapa todos los años a miles de creyentes. Y a imitación de Zimrí, quien tuvo la desfachatez de pasearse con una midianita por el campamento de Yisrael e introducirla en su propia tienda, algunos han sido una influencia corruptora en la congregación creyente (Bamidbar 25:6,14; Judas 4).













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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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