30 de agosto de 2020

AHD090 - El Séptimo Mandamiento - ''No Cometerás Adulterio'' 10




Honremos El Matrimonio Incluso Cuando Haya Problemas Graves

Una de las grandes bendiciones de un matrimonio amoroso y estable es el compañerismo. Elohim reconoció esto cuando nos creó: "Dijo el Eterno Elohim: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él" (Bereshit 2:18).


La mayoría de nosotros necesitamos el apoyo y el compañerismo de un cónyuge amoroso. Necesitamos alguien especial que pueda compartir nuestras altas y bajas, nuestros triunfos y fracasos, y nadie puede hacerlo como un cónyuge que comparta con nosotros un amor y un compromiso profundos.

"Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante" Eclesiastés 4:9-10

La sociedad sufre porque nos hemos apartado del propósito que Elohim ha tenido para el matrimonio desde el principio. El matrimonio no es un requisito para servir y agradar a Elohim, pero es una gran bendición para las parejas que se tratan como Elohim lo propuso desde el principio. Además, la familia bien establecida es también la base de una sociedad saludable.

La mayoría de los seres humanos desean y necesitan los beneficios que provienen de un matrimonio estable y amoroso.

Para volver al propósito de Elohim, tenemos que darle al matrimonio el respeto que merece. Debemos obedecer fielmente el mandamiento de nuestro Creador: "No cometerás adulterio". Porque, ¿es el adulterio un pecado imperdonable? NO. En las Escrituras leemos que Elohim perdonó a hombres y mujeres, entre ellos adúlteros, que se arrepintieron de sus pecados y abandonaron su vida inmoral (MaAseh 3:19; GalutYah 5:19-21). Estas personas llegaron a ser amigas de Elohim (Qorintiyim Alef 6:9-11).

Un ejemplo fue el rey David. Él era un hombre casado y se acostó con la esposa de un oficial de su ejército (Shemuel Bet 11:2-4). Las Escrituras dicen que esta acción de David "pareció mala a los ojos de Yahweh" (Shemuel Bet 11:27). Después de ser reprendido, David se arrepintió y Elohim lo perdonó.

David le dijo a Natán: "¡Soy culpable delante de Yahweh!". Y Natán le respondió a David: "Yahweh ha perdonado tu pecado; no morirás. Shemuel Bet 12:13

Aun así, no pudo evitar las amargas consecuencias de sus errores (Shemuel Bet 12:14).

Es significativo que Yahshua no dijo que en caso de inmoralidad (PORNEIA) el cónyuge inocente esté obligado a divorciarse. Por ejemplo, una esposa podría decidir conservar el matrimonio aunque su esposo le haya sido infiel. Quizás siga amándolo y esté dispuesta a perdonarlo y a hacer un esfuerzo junto con él por mejorar el matrimonio. Y, si tienen hijos, ¿dificultará el divorcio criarlos en la verdad? Está claro que el cónyuge inocente que se divorcia enfrentará dificultades. Sin embargo, todo dependerá de la situación, obviamente.

Como hemos visto, si un creyente comete inmoralidad sexual, su cónyuge tendrá que tomar una decisión. Yahshua dijo que el inocente tendría un motivo para divorciarse y estaría libre para casarse de nuevo (aunque hoy el caradurismo es tal que el adúltero/a son los que piden el divorcio para seguir adulterando libremente). Pero también podría perdonar. Hacerlo no tendría nada de malo. Las Escrituras dicen que Hoshea volvió a llevar a Gómer a su casa. A partir de entonces, ella ya no debía tener relaciones sexuales con ningún otro hombre. Hoshea no mantuvo relaciones con ella durante un tiempo (Hoshea 3:3). Pero después seguro que las reanudó. Esto representó la disposición de Yahweh a aceptar de nuevo a su pueblo y tener tratos con él (Hoshea 1:11; 3:3-5). La lección que aprendemos es que, si el cónyuge inocente decide conservar su matrimonio, al reanudar las relaciones sexuales demuestra que ha perdonado al cónyuge infiel. Entonces, ya no tiene base para divorciarse. A partir de ese momento, los dos deben esforzarse por ver el matrimonio tal como lo ve Yahweh, dejar atrás el pasado y los errores, y construir el futuro, más fortalecidos que antes. Es una gloria cuando el Padre restaura de esta forma los hogares quebrantados.

Si alguien ha cometido adulterio, tiene que pedirle perdón a Elohim y a su cónyuge (Mizmor 51:1-5). Odien el adulterio, tal como lo odia Elohim (Mizmor 97:10). Huyan de la pornografía, de las fantasías sexuales, del coqueteo y de cualquier cosa que pudiera llevarlo a sentirse atraído a otra persona (MattiYah 5:27, 28; Yaakov 1:14, 15).

¿Qué hacer si se presenta el problema de que el cónyuge de uno es infiel? Ciertamente la infidelidad marital crea una crisis grave. El cónyuge adúltero ha causado mucho dolor y sufrimiento al inocente, y éste tiene el derecho bíblico de divorciarse del culpable y volver a casarse. Pero ¿tiene que haber un divorcio? ¿Es eso lo único que se puede hacer?

Hay que tener presente que aunque Yahweh Elohim ha suministrado una base justa para el divorcio, de Elohim las Escrituras también dicen: "Porque yo detesto el divorcio" (MalajiYah 2:16). En vez de apresurarse a concluir que el divorcio es la única solución, se pudiera considerar la posibilidad de extender misericordia y perdón. ¿Por qué?

El divorcio no necesariamente elimina el dolor ni la amargura, pero sí lo hacen la misericordia y el perdón, especialmente cuando al ofensor en verdad le pesa el mal que ha cometido. El amor que se muestre en un tiempo crítico como este puede de hecho fortalecer el matrimonio. El ver así la situación ayudará al cónyuge inocente a ver lo que llevará al mejor resultado, mientras recuerda las palabras de Yahshua: "Felices son los misericordiosos, ya que a ellos se les mostrará misericordia". (MattiYah 5:7; compárese con Hoshea 3:1-5).

También deben considerarse los problemas del efecto que pudiera tener en los hijos un hogar donde faltara uno de los padres.

Mientras vivamos en este sistema de cosas imperfecto podemos esperar problemas matrimoniales. Sin embargo, el consejo sabio de las Escrituras nos ayuda a minimizarlos o resolverlos eficazmente.

Cuando entremos en la Era de Sukot, sea como miembros de la compañía de la cebada o de la del trigo, la humanidad se librará de los estragos y muchas de las tristes consecuencias del pecado y la imperfección, y haSatán no estará allí para ser un azote. La humanidad sólo deberá luchar contra su propia carne. Entonces, los vencedores ayudarán a todos y enseñarán justicia, y cómo aplicar las justas leyes de Yahweh a la vida del Reino.









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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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