AYS01-13 - El Límite De La Sumisión

La Sumisión Es Absoluta, Pero La Obediencia Es Relativa

 

La sumisión es una actitud, mientras que la obediencia se expresa en la conducta.

Pero Kefá y Yahanan les dijeron en respuesta: "Juzguen ustedes si es correcto delante de Yahweh que les hagamos caso a ustedes en vez de a él". MaAseh 4:19

Los apóstoles no fueron rebeldes en su ruaj; ellos estaban sometidos a todas las autoridades, y la prueba es que aceptaron las consecuencias de los latigazos sin discutir ni rebelarse. Pero ellos NO OBEDECIERON. La obediencia no es absoluta, y la sumisión sí. Algunas veces debemos obedecer, pero otras veces no podemos hacerlo, como en casos que atentan contra los asuntos básicos de nuestra fe, como por ejemplo, creer en el Adón y predicar la Besorah. Nuestra sumisión siempre debe ser absoluta. En algunos asuntos no podemos obedecer, pero debemos permanecer en sumisión. Todo esto es un asunto de actitud, y esa actitud PROVIENE DE NUESTRO MASHÍAJ INTERIOR, NUESTRO NUEVO RUAJ. La actitud de sumisión completa y obediencia correcta sólo la podemos tener en nuestro ruaj. En la carne no tenemos el discernimiento necesario. De manera que si nos estamos preguntando, NO ESTAMOS EN NUESTRO RUAJ SINO EN NUESTRA CARNE.

Hasta Dónde Se Debe Obedecer A La Autoridad Delegada

 

Si hay padres que les impiden a sus hijos asistir a las reuniones, éstos deben mantener una actitud sumisos, pero no tienen que obedecerles. Como en el caso de los apóstoles, que de todos modos predicaron la Besorah. El asunto queda claro, ¿verdad? No debemos confundir obediencia con sumisión, aunque vayan juntas. Siempre debemos PRIORIZAR a Yahweh en el discernimiento. Si la orden de la autoridad delegada va contra la orden de Yahweh, NO ESTAMOS OBLIGADOS A OBEDECER, PERO SÍ A SOMETERNOS. Debemos comprender bien que esto implica que ACEPTAMOS LAS CONSECUENCIAS. Si nuestros padres no castigan, no discutiremos, pero obedeceremos en primer lugar a Yahweh, que, al final de cuentas, es quien les dio a ellos la autoridad que ahora ejercen de mala manera.

Cuando los judíos de la sinagoga les prohibieron predicar, ellos fueron sumisos, pero dejaron bien claro que seguirían predicando conforme a la comisión del Adón. Ellos escogieron predicar la Besorah y no dejarse restringir por los líderes judíos. Esto no fue un desafío con peleas ni gritos, sino que fue un desacato con calma. Nunca debe haber una actitud obstinada ni palabras de oposición en contra de los que están en autoridad. Cuando el hombre tiene un encuentro con la autoridad, llega a ser suave y dócil. La sumisión de una persona en su corazón, en actitud y en palabra, debe ser absoluta; no debe haber ninguna obstinación ni rebeldía. Mashíaj no abrió su boca; así también nosotros también debemos ser como Él.

Cuando la autoridad delegada (aquellos que representan la autoridad de Elohim) se opone a la autoridad directa (a Elohim), debemos ser sumisos a la autoridad delegada, pero no obedientes. No podemos alegar "obediencia debida", una figura militar  por la cual el soldado es excusado de toda responsabilidad porque "obedecía órdenes". Al contrario, Yahweh nos responsabiliza por todos nuestros actos, tanto la sumisión como la obediencia. Resumamos este asunto en tres puntos:

1. La obediencia es un asunto de conducta y, por lo tanto, es relativa. La sumisión es un asunto de actitud y es incondicional.

2. Sólo Elohim es digno de una sumisión ilimitada. El hombre, que es inferior, debe recibir una sumisión limitada.

3. Si la autoridad delegada da una orden que contradice con total evidencia la orden de Elohim, debemos someternos a esa autoridad, pero no tenemos que obedecerle. Sólo debemos someternos incondicionalmente a la autoridad de Elohim, aún cuando a nuestra mente de carne le parezco locura. No es obligación obedecer las órdenes que sean contrarias a Elohim.

Si los padres les piden a sus hijos que vayan a un lugar que a éstos no les gusta, pero no es pecaminoso, si los padres insisten, los hijos no tienen otra opción sino ir. Si todos los hijos tienen esta actitud, Elohim los sustentará en esas circunstancias.

Ejemplos De Las Escrituras

 

1. Las parteras egipcias y la madre de Moshe desobedecieron la orden del faraón, por lo cual se pudo preservar la vida de Moshe. Las Escrituras las llama mujeres de fe.

2. Los tres amigos de Daniyel no adoraron la imagen del rey Nabucodonosor, desobedeciendo al rey; sin embargo, se sometieron al rey al estar dispuestos a ser quemados.

3. Daniyel desafió el decreto del rey al orar a Elohim; sin embargo se sometió al juicio del rey de ser echado al foso de los leones.

4. Yósef (el padre de Yahshua) huyó a Egipto con el Adón Yahshua para evitar la matanza que el rey Herodes había decretado.

5. Kefá desobedeció la orden de los principales de la sinagoga y predicó la Besorah, y les dijo que era necesario obedecer a Elohim antes que a los hombres. Sin embargo se sometió a las cadenas y al encarcelamiento por parte de los líderes religiosos.

Evidencias De Sumisión A La Autoridad

 

¿Cómo sabemos si una persona se somete a la autoridad? He aquí algunas señales:

1. Tan pronto como una persona conoce la autoridad, busca la autoridad dondequiera que vaya. La congregación es el lugar donde los creyentes aprenden a someterse a la autoridad, tanto de forma agradable como desagradable. Aunque no hay sumisión en todo el mundo, el creyente debe aprender a someterse; además, debe hacerlo de corazón y no de una manera externa. Si uno llega a conocer la sumisión, buscará la autoridad a dondequiera que vaya.

2. Si el hombre tiene un encuentro con la autoridad de Elohim, será ablandado, debilitado y quebrantado, porque temerá cometer errores, y llegará a ser una persona dócil.

3. Aquellos que han tenido un encuentro con la autoridad no querrán ser autoridad; no se complacen en dar opiniones ni en controlar a los demás. Quienes se someten a la autoridad siempre temen cometer errores. Pero hay muchos que quieren ser consejeros de Elohim. Sólo a los que no conocen la autoridad les agrada ser la autoridad, tanto propia como ajena.

Aquellos que han tenido un encuentro con la autoridad, mantendrán sus bocas cerradas y serán restringidos. No se atreverán a hablar descuidadamente, porque están conscientes de la autoridad que está dentro de ellos.

Si un hombre ha tenido un encuentro con la autoridad, detectará inmediatamente toda transgresión a la misma y podrá ver claramente mucha iniquidad y rebelión. También reconocerá el principio de la iniquidad que abunda en todo lugar, tanto en el mundo como también en la congregación. Sólo quienes han tenido un encuentro con la autoridad pueden guiar a otros a sumisión, y únicamente cuando los hermanos y hermanas son sumisos a la autoridad, la congregación tendrá un testimonio y avanzará en la tierra.

Para Mantener El Orden De Autoridad Es Necesario Conocer La Autoridad

 

Si uno no ha tenido un encuentro con la autoridad y no conoce el principio de la sumisión, no podrá guiar a otros por este camino. Cuando uno tiene un encuentro con la autoridad, todo estará resuelto. De ahí en adelante, si no se sujeta a la autoridad, se dará cuenta de que ha desobedecido a Elohim mismo. Si una persona no ha visto la autoridad, es inútil hacerle ver sus errores. Cuando se presente esa situación, debemos contenernos para no caer en la misma rebelión.

Era correcto que Martín Lutero se levantara y hablara del principio de la justificación por medio de la fe. Bajo el mismo principio, también está bien que nosotros salgamos de las denominaciones para mantenernos en el testimonio de la verdad de las Escrituras en la Congregación. Debemos recuperar LA VERDAD DE LAS ESCRITURAS COMO EN ELLAS APARECE, NO A TRAVÉS DE LAS LENTES DE COLORES DE LOS HOMBRES. Necesitamos que el Ruaj nos conduzca a través de Su Palabra para hacernos recuperar la esencia que fue perdida detrás de los argumentos y puntos de vista de los hombres, dejar de defender lo indefendible (y eso incluye nuestra carne), y volvernos al Padre con un ruaj de sumisión y obediencia absoluto.

La Congregación es sustentada por dos cosas: la vida y la autoridad. La vida se relaciona con nuestra sujeción a la autoridad. Las dificultades que surgen en la congregación rara vez se deben a la desobediencia. Por lo general, surgen por la falta de sumisión. La falta de sumisión puede engendrar la desobediencia, pero también puede engendrar murmuraciones, disidencias y otros males divisivos, que en vez de edificar, destruyen, y en vez de juntar, desparraman. El principio fundamental de la vida en nosotros hace que nos sometamos, de la misma manera en que el principio de la vida de un ave la hace volar y en que la vida de un pez le hace nadar. Si no lo hacemos, ese principio de la vida de Yahshua no está en nosotros.

El camino a la unidad descrito en Efesiyim 4 parece estar lejos de nuestra realidad actual. Pero si el hombre tiene un encuentro con la autoridad, el camino no estará lejos. De hecho, podemos ver cómo el Padre está moviendo las cosas para que Sus hijos todos tengamos ese encuentro, cada uno de la manera en que Él determine. Todos los santos podrán tener diferentes opiniones pero no habrá rebelión. Si la sumisión proviene del corazón, todos llegaremos a la unidad de la fe. Nosotros tenemos la vida, y el principio de la vida está abierto para nosotros. Si el Adón tiene misericordia de nosotros, podremos tomar este camino rápidamente. La vida no solamente elimina el pecado, sino que también produce sumisión en nosotros, lo cual es más crucial. Una vez que el ruaj de rebelión sale de nosotros, el ruaj de sumisión es restaurado, y lo descrito en Efesiyim 4 se manifiesta ante nuestros ojos. Si todas las congregaciones toman el camino de la sumisión, estos hechos gloriosos se abrirán delante de nosotros.

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Publicado por: Anunciadora de Sión

SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.

Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.

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