Así ha dicho Adonay Yahweh: "Aún me ha de buscar la casa de Yisrael para que les haga esto: Multiplicaré los hombres como los rebaños". Yahjezquel 36:37
Porque así ha dicho Yahweh: "Cuando se cumplan los setenta años para Bavel, tomaré nota de ustedes, y les cumpliré mi promesa de favorecerlos –para hacerlos regresar a este lugar. Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes –declara Yahweh– planes para su bienestar y no para desastre, para darles un futuro esperanzador. Cuando ustedes me invoquen, y vengan y oren a mí, yo les prestaré atención. Me buscarán y me hallarán, si me buscan con todo su corazón. Me dejaré hallar de ustedes –declara Yahweh– y les restauraré su suerte. Y los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares a donde los he desterrado –declara Yahweh– y los haré volver al lugar de donde los exilié". YirmeYah 29:10-14
Hemos visto el significado de la oración; ahora abordaremos el tema de los principios que rigen la oración. Precisaremos aprender los principios más importantes que rigen la oración. Una buena oración, una oración de valor, una oración que esté al nivel de la norma, debe conformarse a estos principios.
1.
La Oración Debe Ser Iniciada Por Yahweh Y No Por El Hombre
En cuanto a los principios que rigen la oración, primeramente tenemos que ver que la oración no debe ser iniciada por el hombre, sino por Elohim. Cualquier oración, incluso la confesión de pecados ante Elohim, debe ser el resultado de la operación de Elohim en nosotros. Cuando oramos confesando nuestros pecados ante Elohim, pareciera que estamos confesando nuestros pecados por nosotros mismos, pero de hecho es el Ruaj dentro de nosotros el que inicia tal oración. Si el Ruaj haKodesh no operara en nosotros, no podríamos acercarnos a Yahweh para confesar nuestros pecados. Cuando alguien se presenta ante Elohim para confesar sus pecados, es porque el Ruaj ha iniciado esto en él, instándolo, animándolo y haciendo que esté consciente de sus ofensas y de la necesidad de confesarlas. Entonces, toda oración que hagamos debe ser iniciada por el Ruaj de Elohim.
Si examinamos todas las experiencias en cuanto a la oración, descubriremos que cada experiencia digna de considerarse como una oración ante Yahweh nunca es iniciada por el hombre en sí mismo, sino por el Ruaj haKodesh dentro del hombre. Toda oración que sea iniciada por el hombre mismo no concuerda con este principio. Éste es un asunto muy serio. A menos que nuestras oraciones sean iniciadas por Elohim desde nuestro interior, ninguno de nosotros podremos ofrecer una oración que sea plenamente aceptable ante Él, ni una oración que pueda tocar Su intención e incluso Su trono. Por tanto, hablando en un sentido estricto, toda oración que no sea iniciada por Elohim desde el interior del hombre, sino que sea meramente iniciada por el hombre, ante Elohim no es digna de considerarse como una verdadera oración. Puede ser un pedido, pero no una oración. Si mantenemos presente este principio, seremos corregidos y adiestrados en cuanto a la oración.
2.
Yahweh Debe Pasar A Través Del Hombre Y De Su Oración Y Viceversa
La oración no sólo es iniciada por Elohim, sino que además Él PASA a través de ella. Cuando oramos, Elohim pasa a través de nosotros y a través de nuestra oración.
A veces aparentemente nos presentamos ante Él para orar, pero en realidad somos sólo nosotros los que estamos orando, es decir, Él no está pasando a través de nosotros. Pero también hay otras ocasiones en las que tenemos un sentir profundo de que Elohim está en cada frase que oramos; es decir, que Elohim realmente está pasando a través de nuestro ser. Esa es la acción del Ruaj, y cualquiera que la haya experimentado conoce la diferencia. Como todas las cosas del Ruaj, no se pueden explicar en palabras de la carne, son cosas que se experimentan. Normalmente, cuando estamos en tales condiciones, decimos que nuestra oración ha tocado a Elohim, o que ha llegado a Su presencia. A veces sentimos cuando Él coloca una carga en nuestro interior, a veces sentimos una gran paz que significa que nuestra oración ha sido atendida. Pero esto no describe con precisión tal experiencia. Sería más exacto decir que Elohim ha pasado a través de nuestra oración y a través de nuestro ser, inundándonos. Hermanos, por favor consideren sus experiencias anteriores. Verán que todas las oraciones que tuvieron verdadero valor ante Él fueron aquellas en las que Elohim pasó a través de ustedes: la esencia de Yahweh, Elohim mismo, estaba presente en tales oraciones, fluyendo a través de éstas, y a través de todo su ser.
Pero la oración no consiste solamente en que Elohim pase a través de nosotros; más bien, ha sido nuestra experiencia que cada vez que hemos hecho una oración eficaz que tocó a Yahweh y llegó a Su trono, también percibimos que en tal oración estábamos caminando en Él, y que incluso las palabras de nuestra oración habían sido habladas en Elohim. Tanto nosotros los que oramos como las palabras de nuestra oración habían pasado a través de Elohim. Debido a estos dos aspectos, a saber: que Elohim pasa a través de nosotros y de nuestra oración y que nosotros y nuestra oración pasa a través Suyo, cuando oramos frecuentemente percibimos la presencia de Elohim más fuerte que en cualquier otro momento. En nuestro diario vivir, la presencia de Yahweh está con nosotros de la manera más cercana, más profunda, más fuerte y más dulce cuando hemos tenido una oración realmente buena, porque esto implica una PROFUNDA COMUNIÓN. Yahweh pasando por nosotros y nosotros por Él es una comunión espiritual que no se puede explicar con palabras, pero que quienes la hemos experimentado sabemos que es diferente a cualquier otra cosa, inclusive a cuando Él nos "atraviesa". La oración puede tener este "paso", este pasar, de forma unilateral, Él pasando por nosotros, y así es como comienza PORQUE SU RUAJ ESTÁ EN NUESTRO INTERIOR. De manera que, cuando oramos en el Ruaj, Yahweh pasa a través de nosotros. Pero cuando oramos CONFORME al Ruaj, nosotros pasamos a través de Yahweh, somos ejad con Él como Yahshua pidió. Mientras oramos, por una parte es Elohim quien pasa a través de nuestro ser y, por otra, cuando oramos las oraciones de Ruaj, somos nosotros, esto es, nuestro ser, que pasa a través de Elohim. Por lo tanto, al tener tales oraciones, detectamos un sabor muy fuerte de la presencia de Elohim. Permítanme repetir estas simples palabras: la oración consiste en que Elohim camine en nosotros y en que nosotros realicemos todas nuestras actividades en Él, por un lado, pero mucho más elevado, que ESTEMOS EN CONFORMIDAD, EN ACUERDO CON ÉL. Cuando oramos SU ORACIÓN, estaremos atravesando a Elohim, nuestra oración estará pasando a través de Él, y seremos uno con Él, ejad.
3.
La Oración No Es Para El Hombre Sino Para Yahweh
Una oración que se halla al nivel de la norma es aquella en la cual el hombre no ora por sí mismo ni por otras personas, sino por Elohim. Incluso cuando oramos para que los pecadores sean salvos o para que los hermanos y las hermanas sean avivados, debemos estar orando por amor a Elohim, para Su gloria. En las Escrituras hay muchos ejemplos de tal oración. Por ejemplo, en Daniyel capítulo 9, él oró pidiendo que Elohim le oyera y les concediera gracia, tanto a Daniyel como al pueblo, no por amor a ellos, sino: "Por amor de Ti mismo" (pasuk 19).
Hermanos, entonces, ¿qué es la oración? El significado más elevado de la oración la define como UN MEDIO POR EL CUAL ELOHIM PUEDE OBTENER SU AUTORIDAD Y SU BENEFICIO, y no un arma para que nosotros obtengamos cosas. Aparentemente, podemos estar orando por otras personas, por ciertas cosas o por nosotros mismos, pero debemos ir a la raíz misma del asunto, y decir: "Padre, todas estas oraciones son por amor a Ti. No importa si hay una respuesta a mis oraciones o no, pero Tu autoridad y Tu beneficio en estos asuntos son de suma importancia. Por tanto, aunque estoy orando por estas personas, acontecimientos y asuntos, lo que deseo pedir es que tu Voluntad sea hecha por sobre todas las cosas, porque sé que si tu Voluntad se realiza, TODOS SEREMOS BENEFICIADOS, y estos hermanos también lo serán".
Al comienzo, todos oramos oraciones de petición, tanto para nosotros como para otros. Sin embargo, son pedidos externos, inclusive cuando pedimos por un crecimiento personal. Pero si perseveramos en la oración, llegaremos al momento en que el Ruaj nos mostrará cada vez más la Voluntad del Padre, y oraremos únicamente conforme a ella. Esa Voluntad nos viene en parte por la Palabra, porque en ella ha sido revelada Su Voluntad (este es nuestro maná) y en parte por revelación, a través del Ruaj (el agua de vida). Necesitamos alimentarnos y beber diariamente para aumentar nuestra comprensión espiritual y alcanzar nuestra meta de ser ejad con el Padre en Mashíaj. Entonces oraremos por el cumplimiento de la meta del Padre (no sólo de forma general sino que comenzaremos a comprender las metas parciales y también los tiempos proféticos) PORQUE ESA META INCLUYE TODO BENEFICIO PARA TODOS LOS HOMBRES, como Él asegura:
Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes –declara Yahweh– planes para su bienestar y no para desastre, para darles un futuro esperanzador. YirmeYah 29:11
Hermanos, doy por hecho que si oramos conforme a estos principios, ciertamente nuestra oración será un medio por el cual Elohim pueda obtener Su autoridad y beneficio, será el medio de que Su Voluntad sea hecha en la tierra como en los cielos. Es evidente que, si esto sucede, la congregación experimentará un avivamiento.
Que el Adón me cubra y me permita compartir algo de mi propia experiencia. Muchas veces sufrí por la escasez de cosas y necesidades materiales. En el momento que oré por estas cosas, inmediatamente fui puesta a prueba. Una vez tras otra, Él respondía, yo me alegraba, agradecía, pero todo el ciclo volvía a comenzar. De hecho, la situación en la que me ha colocado hace que esa situación sea una constante, ya que no tengo los medios para sustentarme ni me ha permitido encontrarlos cada vez que busqué. Entonces, mi pregunta era por qué estaba atravesando una y otra vez por las mismas necesidades. ¿Acaso no era Él quien me había sacado del trabajo y determinado que ya era hora de levantar el ministerio? Por decirlo de manera carnal, yo estaba bien antes, tenía dos trabajos y me sustentaba suficientemente; no era rica pero no es cosa que me interese mayormente, mi interés siempre estuvo centrado en Sus cosas, desde que lo conocí, entonces, ¿POR QUÉ ÉL NO PROVEÍA? Esa era mi pregunta, mi inquietud interior. ¿Qué era lo que yo necesitaba aprender, cuál actitud debía eliminar y cuál debía incorporar? Sinceramente, no lo veía del todo claro.
Finalmente, en estos últimos tiempos en que está enseñándonos todas estas cosas, y acerca de la oración, el Ruaj hizo una pregunta dentro de mí: "¿Estás orando por ti misma o por el beneficio de Elohim?". Entonces comprendí que aunque sí oraba por el ministerio, mi carne estaba mucho más preocupada por sí misma, por mi propio sustento. De manera que estaba orando por Él en un aspecto, PERO EN OTRO, SÓLO PARA MÍ. Todas estas cosas me han sido mostradas para colocarme en la correcta posición: no debo pedir para mí sino para Él, PORQUE MÁS BIENAVENTURADO ES DAR QUE RECIBIR, y eso también lo incluye a Él. Y en primer lugar debería ser así, primero Él en todo, inclusive en nuestro "dar". Pero pensamos "¿Qué puedo darle yo a Él, que no tengo nada? Él tiene todo, debería ser al revés". Y sin embargo, NOSOTROS TENEMOS LA ÚNICA COSA QUE ÉL NO TIENE: NUESTRO AMOR, NUESTRA OBEDIENCIA, NOSOTROS MISMOS. Eso es lo que Él ha perdido, eso es lo que está tratando de recuperar, y no por la fuerza bruta, sino por la fuerza de Su Amor. ¿Cómo no darle todo mi ser a quien dejó lo más elevado para venir a buscarme al fondo del pozo más hediondo? ¿Cómo puedo estar pensando en mis mezquindades cuando Él abandonó Su grandeza y se hizo pequeño para salvarme, pequeño para alimentarme y llevarme de regreso a casa?
Cuando me mostró todas estas cosas, mi ruaj saltó de alegría, se regocijó, alabó y lloró, y mi carne... mi carne continuó siendo mezquina. No nos deprimamos porque sus pensamientos son siempre egoístas y corruptos. Recordemos que nuestra carne ya fue clavada en el madero, de manera que un día ya no estará más allí. Pero nuestro ruaj continuará con nosotros fortaleciéndonos, si es que le permitimos crecer, y si renunciamos a nosotros mismos nos mostrará la oración del Padre. Así que dejemos de escuchar esa voz rezongona como dejaríamos de escuchar a una vecina molesta, y concentrémonos en la suave voz del ruaj que nos guía a través del Ruaj de Mashíaj.
Entonces, debemos aplicar este principio tan grande y profundo y medir nuestras oraciones con él. De esta manera descubriremos que aún en un asunto tan "espiritual" como es la oración, estamos tan llenos de nosotros mismos y hemos experimentado tan poco la purificación de Elohim. Así sea en la intención, el motivo o la expectativa de nuestra oración, hay una mezcla dentro de nosotros, porque la carne aún habla fuerte. Ciertamente estamos orando a Elohim, pero en nuestro corazón estamos orando completamente por nosotros mismos y por nuestro propio beneficio. Por tanto, es necesario que Elohim trate con nuestro ser de modo que un día seamos capaces de orar lo que el Padre desea, y entonces nos habremos convertido en un Pueblo-Amén.
Entonces, si aprendiéramos tal lección, no
habría ninguna necesidad de implorarle a Elohim ni de rogarle por Su compasión;
más bien, podríamos orar de una manera valiente y fuerte, porque no estaríamos
orando por nosotros mismos, sino por el beneficio de Elohim. Yahweh nos está
enseñando estas cosas, porque son la preparación para aprender la oración de
autoridad, que son el nivel siguiente de oración. Pero para ella se requiere
haber incorporado este nivel previo. Entonces, primero aprendemos a orar en el
nivel más básico de petición, pero debemos crecer y comenzar a trabajar en ser
ejad con el Padre, para avanzar al siguiente nivel, cuando comenzamos a orar en
comunión con Él, hasta que finalmente este comportamiento pasa a formar parte
de nuestra naturaleza y oramos en total conformidad con Él. Y si me dicen que
esto parece ser muy difícil porque hoy no ven más allá del horizonte, recuerden
que la gota de agua horada la piedra, no desistan.
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