4. Yahweh Y El Hombre Oran Juntos
Ahora nos damos cuenta que la meta a alcanzar es superar el nivel en que Yahweh nos toca (que es de donde partimos cuando empezamos a orar en el ruaj, no en la carne) para alcanzar el nivel en que nosotros tocamos a Yahweh, en que nuestra oración es conforme a Su Ruaj. En ese momento somos una ejad, y oramos la oración del Padre. Esa es la meta del Pueblo-Amén, elevar únicamente las oraciones de Yahweh, no nuestras peticiones terrenales.
Entendamos que no estoy diciendo que nuestras peticiones sean incorrectas, pero existe una aparente contradicción entre dos afirmaciones de Mashíaj:
Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Yahanan 15:7
Por tanto, no sean como ellos, porque su Padre sabe qué cosas necesitan ustedes antes que le pidan. MattiYah 6:8
Sin embargo, como de costumbre, no hay contradicción porque los contextos son diferentes. En cuanto a pedir lo que queramos (que algunos han transformado en la lámpara de Aladino), la condición es PERMANECER EN ÉL Y ÉL EN NOSOTROS. Podemos ver exactamente la situación de la que estamos hablando. Él en nosotros y nosotros en Él implica una comunión perfecta, profunda y completa EN LA QUE HAY ABSOLUTA UNIDAD, porque estamos hablando del plano espiritual. En el plano material dos cosas pueden estar unidas Y NO SER LO MISMO, pero no es así en el plano espiritual. Cuando dos cosas espirituales están unidas, son ejad, una misma cosa.
En esa absoluta unidad, si pido algo, ES EL PROPIO MASHÍAJ QUIEN PIDE, de manera que sólo estaré pidiendo lo que Él mismo pueda pedir. Ciertamente no será un coche o una casa. Al contrario, Él manda que esas necesidades materiales, QUE SON SECUNDARIAS POR MUCHO QUE LAS PRIORICEMOS, dejen de ser levantadas PORQUE ÉL YA SABE QUÉ NECESITAMOS. Él nos creó, sabe que necesitamos comer, vestirnos, protección, etc., Y PROVEE PARA ESO DESDE EL DÍA EN QUE NACIMOS, de manera que nuestras oraciones deben concentrarse en obtener todo lo que necesitamos para crecer en Él a fin de alcanzar esa ejad perfecta en la que sólo oraremos de acuerdo a Su voluntad, y seremos un verdadero Pueblo-Amén. Cuando alcancemos esa unidad y consigamos mantenerla regularmente, las cosas materiales dejarán de preocuparnos PORQUE NUESTRO MASHÍAJ INTERIOR SABE QUE CADA DÍA TRAE SU PAN.
De manera que la oración es un asunto en el que Elohim y el hombre hacen algo juntos. Los cielos hablan y la tierra dice amén. Muy pocas personas practican esto, y sin embargo, vemos muchos ejemplos de este tipo de oración a lo largo de las Escrituras. Los patriarcas las hicieron en ocasiones, y en mayor medida los profetas, que no sólo profetizaron (es decir, hablaron Su Palabra), sino que también oraron para que se cumpliera porque sabían que esa era la Voluntad de Yahweh, y así Él mismo les ordenaba. También David muestra esta comunión en sus Tehilim, cuando oraba-hablaba las profecías que Yahweh le daba acerca de Mashíaj.
En otra charla, mencioné que una buena oración consiste en que el Mashiaj que está dentro de nosotros ore al Mashiaj que está en el trono. Ahora aprendemos que debemos dar un paso más allá, y hacer que el Mashíaj que está en nosotros y el que está en el trono SEAN UNA EJAD Y OREN EN CONFORMIDAD. Eso ciertamente siempre será de acuerdo a lo que el Padre desea.
5. La Oración Es La Expresión De La Intención De Yahweh
Entonces, cuando hemos avanzado en este camino, llegamos a un nivel en el cual en toda oración apropiada el hombre expresa la intención de Elohim. Sí, somos nosotros los que oramos, pero es Elohim quien expresa la intención de Su corazón. Las palabras de la persona que ora equivalen a la expresión de la intención de Elohim. Por ejemplo, uno puede orar: "Padre, perdona mis pecados", pero sólo oraremos eso DE VERDAD cuando el Ruaj coloque esa intención en nuestro corazón. Por eso existe arrepentimiento de la boca para afuera, que se hace desde la carne (a veces la carne tiene miedo porque está siendo castigada, y haría o diría cualquier cosa para terminar con esa situación), y arrepentimiento del ruaj, que es para vida. Esto es como la oración de Daniyel que ya mencionamos. Él pudo orar pidiendo perdón porque el Ruaj le había mostrado primero que ya era hora de hacer esa oración. Entonces, sus palabras expresaron el deseo de Elohim de perdonar sus pecados. Así que, las oraciones verdaderas no expresan nuestras propias ideas, sino que expresan la intención de Elohim por medio de nuestras palabras. Por eso, ESTAS ORACIONES OBTIENEN RESPUESTA Y LAS OTRAS NO.
Como dijimos anteriormente, toda oración que se conforme al estándar no es iniciada por el hombre, sino por Elohim. Cuando esto se convierte en una realidad práctica en nuestras vidas, vemos que el hecho de que Elohim la inicie implica que Él nos unge y así coloca Su intención en nosotros. Cuando digo que "nos unge" quiero decir que el Ruaj se manifiesta con fuerza en nosotros, depositando una carga. Una vez que el hombre recibe esta intención, la convierte en palabras y las expresa ante Elohim. En esto consiste la oración verdadera. En cambio, la oración de petición mayormente surge de la carne, ella hace la lista de pedidos y la presenta, sin importarse por nada más, mucho menos por el Padre. Tal vez agradezca cuando recibe, pero en verdad se sentirá muy feliz porque ha descubierto una "fuente" a la cual puede recurrir en caso de necesidad, y por eso también se sentirá muy frustrada cuando el Padre le niegue sus pedidos para exponerla.
Por lo tanto, a veces el Ruaj nos trae cargas por determinadas situaciones o personas, y las coloca en nuestro interior, y de esta forma nos está pidiendo que EXPRESEMOS EN LA TIERRA LA VOLUNTAD QUE ÉL ESTÁ EXPRESANDO EN LOS CIELOS, que digamos amén a Su deseo. Esa intención de Elohim nunca podría ser expresada ni llevada a cabo por Él solo, porque Él ha establecido la Ley del doble testimonio: la tierra debe decir amén al cielo. Esto es una ley. Elohim desea que todos los hombres sean salvos; ésta es Su intención. Pero si nadie ora por los hombres, entonces no podrán ser salvos.
Busqué entre ellos un hombre que levantara el muro y que se pusiera en la brecha delante de mí, intercediendo por la tierra para que yo no la destruyera; pero no lo hallé. Yahjezquel 22:30
Cuando en la tierra no hay nadie que concuerde con el cielo, la Voluntad del Padre de traer misericordia no puede ser efectuada, y el Juez sólo puede dictar la sentencia, sin piedad. Pero si alguien se coloca en la brecha y proclama la intención de Yahweh de dictar sentencia en justicia con misericordia, la tierra no sería destruida. Habría juicio, pero con clemencia, y esto traería sanidad y justicia a todos.
Por tanto, a menos que oremos por nuestros parientes, amigos, conocidos y toda persona que Yahweh nos coloca como carga (no, no podemos ni debemos orar por TODO el mundo, las oraciones necesitan intercesiones especializadas, no generales, para poder ser ejecutadas, y Él se ocupa de tener personas en cada lugar para eso, no debemos meternos en lo que no nos ha colocado, por así decir, aunque ciertamente orar que Su voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo es suficiente para abarcarlo todo), y así expresemos el deseo de Elohim, lo que Él propone hacer no podrá llevarse a cabo y todo demorará más. No decimos que Él no lo hará, porque siempre ejecutará lo que desea, pero no será a través de nosotros.
Por lo tanto, cuando nos presentemos ante Elohim para orar, no debemos empezar a orar según nuestras propias ideas, porque esta clase de oración generalmente es iniciada por nosotros mismos, nuestra carne, y no por Elohim. Cuando oremos, debemos primero permanecer reposadamente ante Elohim, tener comunión con Él, y permitir que Él nos unja de modo que deposite Su intención en nosotros; así nuestra oración expresará la intención de Elohim.
6. La Oración Es El Deseo De Yahweh Que Pasa A Través Del Hombre Y Vuelve A Él
La oración apropiada no consiste en expresar palabras concebidas en la mente del hombre, sino palabras producidas a partir de una carga interior, como acabamos de comprender. ¿De dónde proviene esta carga? De la intención de Elohim que ha sido ungida en nosotros mediante el Ruaj, la cual se convierte en nuestra propia intención. Como ya vimos, a veces Él coloca el deseo en nuestro corazón MUCHO ANTES de que haya llegado el momento de responder a eso, porque Él también así nos enseña fe y paciencia. Entonces, con base en esta intención y en esta carga que percibimos dentro de nosotros, nos presentamos ante Elohim para orar. Por tanto, podemos decir que nuestra oración es la intención de Elohim, que se origina en Él mismo, pasa a través de nosotros y finalmente regresa a Él.
De esta manera, si nos colocamos en una correcta posición delante de Yahweh, todos los días estaremos depositando en Su presencia nuestras peticiones, dejándolas a Sus pies para que Él les determine la respuesta y el tiempo. Luego pasaremos a ocuparnos de la carga que el Ruaj nos coloca en ese momento, sea una vieja o una nueva.
En una oración apropiada, uno siempre se debe sentir muy cargado al principio, pero se debe sentir cierta ligereza al final, cuando llega la respuesta. Si al principio de nuestra oración estamos indiferentes y al final seguimos estando indiferentes, si no sentimos ninguna carga ni nos sentimos esa ligereza, si nos pareciera que no hay ninguna diferencia si oramos o no, debemos saber que nuestra oración no se conforma al estándar, y deberemos revisar los puntos para ver dónde estamos fallando. Recordemos, esa carga DEBE SER EXPERIMENTADA EN EL RUAJ Y NO EN LA CARNE. A la carne, como ya dijimos, le encanta disfrazarse de espiritual y hacer imitaciones, y puede hacernos creer que estamos muy "cargados" por algo que no proviene del Trono. Preguntémonos siempre si eso proviene de Él, y si le traerá gloria a Él o si estamos pidiendo para obtener algún beneficio "a escondidas", una intención oculta de nuestra carne, que a veces puede ser algo material pero muchas otras puede ser una intención oculta, el deseo de sentirnos poderosos, espirituales, mostrar a otros que "tenemos la razón" y que estamos en el camino correcto, muchas sutilezas semejantes.
Una oración que se conforma al estándar, entonces, tiene que ser una oración en la que primero nos acercamos a Elohim. Al acercarnos a Él, Su intención entra en nosotros y se convierte en nuestra carga, lo que nos lleva a sentir la necesidad de ir ante Elohim a desahogar nuestro corazón descargando esa carga. Si hemos estado practicando estos pasos, llegará el momento en que los realizaremos de forma mecánica, y sobre todo, en shalom, porque habremos aprendido a descargar nuestras cargas a Sus pies y en tomar las Suyas, que siempre son mucho más leves que las nuestras, PORQUE VIENEN ACOMPAÑADAS YA DE SU SOLUCIÓN. Sus cargas son el decreto emitido desde el Trono, que sólo nos llega para que la tierra confirme declarando su amén. Entonces, una vez que hemos orado adecuadamente, inmediatamente nos sentimos interiormente cierta ligereza, porque la carga ya ha sido liberada. Recuerdo a todos que no todas las cargas tienen el mismo peso, y aunque al principio Él nos trae cargas leves, con soluciones inmediatas, de a poco nos irá colocando cargas más pesadas, que requieren mayor perseverancia, como explicó Yahshua a sus discípulos:
Luego, los discípulos se acercaron en privado a Yahshúa y le preguntaron: "¿Por qué no pudimos nosotros expulsarlo?". Yahshúa les dijo: "Por su poca fe. Porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirían a este monte: "Pásate de aquí para allá", y se pasaría. Nada les sería imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno". MattiYah 17:19-21
Ya veremos la oración de autoridad, pero vayamos comprendiendo que no todas las cargas se superan fácilmente. Esto no sólo incluye nuestra perseverancia personal (podemos necesitar orar hasta varias semanas en la misma carga, porque en los cielos la batalla es dura), sino mucho más la oración de la Novia, orar con la congregación en su conjunto, como un verdadero ejército.
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