16 de agosto de 2020

OS-CB16 - Las Fuerzas A Las Que Nos Enfrentamos 02



Hemos visto que nunca entenderemos lo que está ocurriendo en nuestro mundo a través de todos estos siglos hasta que aceptemos el diagnóstico bíblico de la vida. Shaúl hace su diagnóstico muy claro en Efesiyim 6:

 

Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales. Por esta razón, tomen toda la armadura de Elohim, para que puedan resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes. Efesiyim 6:12-13

 

Hemos notado ya que nuestra experiencia confirma la proposición de este pasaje: que la vida es básicamente una lucha. La vida nunca se ajusta al idealismo rosado de nuestros sueños, o al romanticismo de nuestras canciones. Vimos que la explicación de esta lucha yace más profundamente de lo que el mundo piensa ordinariamente, e inclusive de lo que muchos creyentes piensan. La visión común de nuestra lucha en la situación mundial presente, en todas las épocas, ha sido que estamos ocupados en conflicto en contra de carne y sangre; pero también vimos que el problema básico es que es una batalla entre el reino de Elohim y el reino de HaSatán, y que el hombre mismo es el campo de batalla. La batalla es visible no sólo en las guerras, las revoluciones y las oleadas de violencia que nos oprimen y llenan nuestros noticieros, sino que también se ve en las tensiones interiores y los temores de las vidas individuales, en los problemas neuróticos y las enfermedades mentales que nos afligen hoy, en las luchas de familia y las luchas en la congregación. Es incluso visible en la naturaleza, donde toda la vida compite en una lucha despiadada y mortal por la supervivencia, a través de una contaminación desenfrenada.

 

Vimos que toda la raza, de acuerdo a este pasaje, ha caído bajo el control de las fuerzas satánicas, a quienes Shaúl llama: "los gobernadores de las tinieblas de este mundo". Yahshua confirma esto en sus descripciones figurativas de HaSatán como el hombre fuerte quien, armado, reina en su propio palacio y mantiene sus posesiones en paz. La imagen de las Escrituras desde el principio al final es que todos los seres humanos, sin excepción, sin importar lo inteligentes o educados o cultos que puedan ser, SI ESTÁN SIN MASHIAJ, SON VÍCTIMAS SIN REMEDIO DEL CONTROL SATÁNICO. Bajo el control de las fuerzas satánicas los seres humanos están incómodos e infelices, pero también son completamente incapaces de escapar por cualquier sabiduría o poder en sí mismos.

 

Pero las buenas nuevas es que algunos han sido liberados, algunos han sido rescatados. A través de la venida de ese "hombre más fuerte", Yahshua mismo, quien vino, como Yahanan nos dijo, "para deshacer las obras de haSatán" (Yahanan Alef 3:8b), la liberación fue obtenida. Por medio del increíble misterio del madero y la resurrección, Yahshua ha roto el poder y el cautiverio de HaSatán sobre las vidas humanas. Aquellos que individualmente reciben y reconocen esto (o sea, aquellos que creen, ya que las Escrituras siempre se dirigen al creyente), son liberados para vivir en la libertad de los hijos de Elohim.

 

Pero no son liberados para vivir para sí mismos. Esa es una idea equivocada común del cristianismo. Muchos creen que Mashiaj ha venido a sus vidas por medio del madero, y que las cosas que los mantenían atados y que los condenaban y arruinaban han sido destruidas, y han sido liberados para hacer lo que quieran, para vivir como quieran vivir. Pero han sido liberados para poder batallar. Han sido liberados como los yisraelitas de Egipto: para ser santificados en el camino del desierto, conformados a imagen y semejanza de Yahshua en el Ojel Moed, recibir la ley de Yahweh, que es el propio Yahweh (externamente de momento) como sello de que la recibirían en su interior más adelante, y disciplinados como el ejército de Yahweh. Esa es la llamada que llega a todos los creyentes. No somos liberados para poder pasarlo bien. Somos liberados para dar batalla, para ocuparnos en la lucha, para vencer en nuestras propias vidas, y para volvernos canales mediante los cuales otros son liberados. Por lo tanto, esta llamada nos llega en este capítulo concluyente de la carta a los Efesiyim:

 

Por lo demás, fortalézcanse en el Adón y en el poder de su fuerza. Vístanse de toda la armadura de Elohim, para que puedan hacer frente a las intrigas del Acusador. Efesiyim 6:10-11a

 

 

Ahora debemos prestar a una atención más cercana a la conducta real de esta batalla. Si este conflicto es el problema básico de la vida humana, ¿cuánto se delega en nosotros al llevar a cabo o luchar esta batalla? ¿Cómo lo hacemos? La respuesta de Shaúl es una sola frase: "Vístanse de toda la armadura de Elohim". Esta es la plena provisión ha sido hecha para que podamos ganar esta batalla. Esta es la cosa increíble que debemos aprender. Es algo que raramente nos tomamos en serio. Elohim ha hecho plena provisión para nosotros para que podamos combatir estas grandes y poderosas fuerzas que mantienen al mundo en su sujeción. Pero sería un error el comenzar aquí, el comenzar con la armadura de Elohim. Si comenzamos ahí, encontramos que esta figura de la armadura a la gente le parece muy irreal. No suena real. Es como un juego que estamos jugando, y no hay ninguna sensación de importancia en esto. Debemos acabar hablando sobre la armadura de Elohim, y así lo haremos en esta serie, pero no podemos comenzar ahí.

 

Debemos comenzar por ver qué es lo que se nos opone. La armadura está hecha para la defensa, y no veremos ningún valor en estas piezas diseñadas para nuestra defensa hasta que no veamos de qué nos estamos defendiendo. Démonos cuenta de algo de la inteligencia, la astuta voluntad de las fuerzas contra las cuales estamos batallando, y comenzaremos a apreciar la armadura que se nos ha suministrado. Por lo tanto, comenzaremos ahí. Hoy, quiero primeramente examinar esta frase de Shaúl: "las intrigas del Acusador". El primer paso para cualquier soldado en entrenamiento es ser introducido a la estrategia y las armas que el enemigo utilizará contra él. HaSatán es un estratega muy astuto.

 

Si leemos el Tanaj, veremos que cada santo, cada profeta, cada patriarca, cada uno de los grandes y gloriosos reyes de Yisrael fue derrotado en un momento u otro por haSatán. Los más sabios y los más grandes hombres son absolutamente incapaces de ser más inteligentes que haSatán por ellos mismos. Sin embargo, como ya hemos visto, las Escrituras indican que es bastante posible caminar en victoria.

 

Así que sométanse a Elohim; opónganse al Acusador, y él huirá de ustedes. Yaakov 4:7

 

Este inteligente, astuto estratega quien ha mantenido al mundo durante siglos en derrota, a quien ningún hombre puede superar en astucia, huirá de nosotros cuando aprendamos, como Shaúl, a no desconocer sus estrategias.

 

Ahora las preguntas que debemos hacer son: "¿Cuál es la estrategia general de haSatán? ¿Cómo planea hacer esto? ¿Cómo es que mantiene al mundo en tal cautiverio y tal indefensión?". El único en toda la historia que ha derrotado a haSatán consistente e ininterrumpidamente, no sólo en su vida sino también en su muerte, es el Adón Yahshua ha Mashiaj. Él apunta directamente a la estrategia y las tácticas de HaSatán cuando dice: "Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad" (Yahanan 8:44). La estrategia de haSatán es matar. La táctica mediante la cual lleva a cabo esto es mentir. Si consideramos estas frases con cuidado veremos cuán precisas son.

 

¿Cómo planea haSatán oponerse a la obra de Elohim en el mundo? Bueno, matando y destruyendo. Uno de los nombres dados a haSatán en el libro de Hitgalut es "Apollión", el "destructor". ¿Qué significa "destruir"? Es crear caos, hacer estragos, arruinar, desolar. Ahí tenemos la explicación de toda la tragedia de la historia humana: un destructor está operando entre los hombres. Nuestro Elohim es un Elohim de belleza, armonía, orden y perfección, de amor, de luz y gracia. Elohim es un Elohim de armonía y orden. El mundo fue creado ordenado, y el hombre junto con él.

 

Pero a esta escena vino un destructor. Es su delicia romper, destrozar, torcer, mutilar, desfigurar, oscurecer y derribar en cada manera que pueda. No hace ninguna diferencia si es a los cuerpos o a las almas, carne o ideas, materia o ruaj, el objetivo de haSatán es exactamente el mismo en cada caso: distorsionar, maldecir, retorcer, destruir. Por eso haSatán nunca puede ofrecer nada positivo a la vida humana. No puede hacer nada. Nunca ha hecho nada y nunca podrá hacer nada. Todo lo que puede hacer es destruir lo que Elohim ha hecho. Su poder es totalmente negativo, completamente destructivo en todos los sentidos.

 

Las Escrituras dejan claro que las tácticas de haSatán están divididas en dos partes, atacando a la raza humana de manera directa e indirecta. Es capaz de una confrontación directa con los seres humanos y también de una estrategia indirecta. La actividad de haSatán está en este ámbito de las realidades invisibles de la vida, las regiones celestes.

 

Por medio de sus huestes de espíritus malvados HaSatán es capaz de atacar la vida humana. Este ataque directo cubre lo que las Escrituras se refieren como "estar endemoniado", el control más o menos total y/o parcial de la personalidad humana por el poder de un ruaj malvado. También se extiende a tales actividades como la adivinación, el ocultismo, el espiritismo (o espiritualismo), y las artes mágicas negras, tales como la astrología, los horóscopos, el vudú, la clarividencia, etc.

 

Las Escrituras advierten consistentemente en contra de aventurarse en estos asuntos. En el Tanaj, al pueblo de Yisrael se le prohibía estrictamente tener nada que ver con los magos que "susurran hablando" (YeshaYah 8:19), aquellos que intentan contactar con los muertos, o aquellos que tratan con el mundo oculto. Estas prohibiciones eran en gran parte porque cualquier investigación en este ámbito inmediatamente deja a la persona abierta a poderes más allá del conocimiento del hombre, y hace posible el control y la influencia más allá de la voluntad del individuo que investiga. Las prohibiciones permanecen aún hoy, mal que pese a muchos que creen que han sido liberados para hacer lo que quieren. Este es un terreno peligroso, pero la soberbia humana hace que siempre crea que tiene el poder de controlar esas cosas.

 

 

Primeramente, siempre hay un elemento degradante en los casos bíblicos de posesión demoníaca, una impureza, una degradación moral. También en los relatos bíblicos de personas endemoniadas había un reconocimiento inmediato por el demonio dentro de la persona del carácter e identidad del Adón Yahshua ha Mashiaj. Cuando Mashiaj se acercaba a estos demonios, muchas veces clamaban y decían: "¿Qué tienes con nosotros, Yahshua, Hijo de Elohim?". (MattiYah 8:29, Luka 8:28). Le llamaban por Su nombre y utilizaban títulos para Él que la víctima que estaban poseyendo no conocía para nada. Hay a menudo este reconocimiento inmediato y extraño de la autoridad de Yahshua ha Mashiaj. Lo que es más, siempre hay la presencia de una personalidad involucrada totalmente diferente. En algunos casos muchas personalidades estaban involucradas, como en el incidente cuando Yahshua le preguntó el nombre a un demonio y la respuesta fue: "Me llamo Legión, porque somos muchos" (Mordejai 5:9).

 

Finalmente, está la habilidad por parte de Mashiaj de transferir demonios de un individuo a animales. ¿Cómo explicamos el caso de los cerdos gadarenos? Si la persona endemoniada simplemente sufriera de una enfermedad mental, si sólo fuera una alucinación, si tan sólo fuera algún tipo de esquizofrenia, entonces, ¿cómo explicamos los demonios dejando el hombre y metiéndose en los cerdos, haciéndolos correr por la colina y tirarse al mar? Estos casos simplemente no concuerdan con ningún patrón clínico de enfermedad mental conocida.

 

Un tercer factor es que Yahshua mismo invariablemente describió estos casos como de endemoniados. Esto es lo que dijo que eran, y los trató de esa forma. Trató con este tipo de cosa continuamente. Mandó a Sus discípulos y les dio autoridad para echar demonios. "Bueno", alguien puede decir, "tenemos una explicación para eso. Es simplemente el reconocimiento de que Yahshua se estaba acomodando a Sí mismo al pensamiento de los hombres de Su día. Ellos creían en los demonios y los diablos, y Él simplemente está hablando su lenguaje". Pero es imposible tomar esa posición y ser consistente con el resto del relato del ministerio de Mashiaj, ya que le vemos constantemente corrigiendo ideas equivocadas como esas. En una ocasión les dijo a Sus discípulos, en cuanto a otro asunto: "Si así no fuera, yo se los hubiera dicho" (Yahanan 14:2). Vino a revelar la verdad sobre las cosas, y en otras áreas estaba constantemente corrigiendo las ideas equivocadas que tenían.

 

Finalmente, una última sugerencia en esta línea: incluso la enseñanza secular que está basada en las Escrituras y los valores creyentes, y que es moral y edificante, tiene la habilidad de mantener a estas manifestaciones relativamente bajo control (pero tampoco es lo ideal). Pero cuando la educación se vuelve puramente secular y niega las Escrituras y niega a Elohim, entonces, incluso aunque el hombre y la mujer rechacen la superstición y profesen un grado de sofisticación en estos asuntos, esto no es suficiente para mantener estos poderes a raya. Al volverse nuestro mundo más y más ateo y más y más secularizado, encontraremos una marea creciente de manifestaciones demoníacas colándose sigilosamente en nuestra cultura e insinuándose en nuestra vida "civilizada". No hay ningún poder en el hombre para retenerlos o para oponerse a ellos.

 

 

La estrategia indirecta viene en gran parte por dos medios o canales. Uno es lo que las Escrituras llaman "el mundo", y el otro, "la carne". A menudo oímos la idea: "Los enemigos de los creyentes son el mundo, la carne y haSatán", como si estos fueran tres enemigos igualmente poderosos. Pero no hay tres. Sólo hay un enemigo, haSatán, como Shaúl saca a relucir aquí. Pero los canales de esta estrategia indirecta hacia los hombres son por medio del mundo y la carne. Si deseamos ver esto en las Escrituras un pasaje, sugiero que estudiemos Efesiyim. Escribiéndoles a los creyentes, el apóstol dice:

 

En cuanto a ustedes, estaban muertos en sus delitos y pecados, en los cuales anduvieron en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia. Efesiyim 2:1-2

 

Está diciendo que los creyentes no debemos olvidarnos que también estuvimos siguiendo esas cosas, obedeciendo a este príncipe del aire, es decir, que éramos también hijos de desobediencia. Lo que es más, agrega:

 

En otro tiempo todos nosotros vivíamos entre ellos en las pasiones de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza éramos hijos de ira, como los demás. Efesiyim 2:3

 

Muchos dirán: "No estábamos conscientes de ningún control de haSatán". No, ciertamente que no. Siempre hicieron lo que quisieron, los deseos naturales del cuerpo y la mente. Respondieron a estos llamados estímulos naturales, nunca los llamaron "haSatán", pero los obedecieron de cualquier modo.

 

Y porque estábamos haciendo estas cosas, siguiendo la corriente de este mundo bajo la dirección del príncipe de las potestades del aire, y obedeciendo los impulsos del cuerpo y la mente, éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

 

¿Vemos lo consistentemente que las Escrituras presentan esta imagen? Ahora, el más básico de estos dos canales de estrategia para subvertir la vida creyente es "la carne". Me gustaría decir una palabra sobre eso ahora: Cuando las Escrituras hablan sobre la carne, por supuesto, lo hacen en un sentido simbólico. Muchos de nosotros al aproximarnos a la edad mediana tenemos el problema de tener demasiada carne. Pero ese no es el sentido en el que las Escrituras utilizan el término. La carne, en este sentido, es simbólica. No son nuestros cuerpos, no es la carne, la sangre y los huesos de nuestra vida física. Es un término que describe el ansia del egocentrismo en nosotros, esa distorsión de la naturaleza humana que nos hacer querer ser nuestro propio dios, ese orgulloso ego, ese ser propio que no ha sido clavado en el madero, que es el centro del desafío obstinado y la rebelión en contra de la autoridad.

 

Reconocemos que todos nacemos con esto. Ninguno de nosotros tuvo que ir al colegio para aprender a hacer estas cosas. ¿Quién nos enseñó a mentir? ¿Quién nos enseñó a ser orgullosos, amargos, rebeldes, desafiantes y egocéntricos? Nunca tuvimos que tomar clases en esto, ¿no es cierto? Todos éramos expertos en eso para cuando estábamos listos para ir a la escuela. Todos nacimos con "la carne", y es su presencia la que nos hace pecadores. Yaakov llama a esto la sabiduría que es "terrenal, animal, diabólica" (Yaakov 3:15). ¡Diabólica! Es haSatán, atacando indirectamente, por medio del carácter esencial de la naturaleza humana, distorsionándola y retorciéndola, cambiándola de lo que Elohim la diseñó para ser. Podemos ver el origen de esto en el hecho de que es una distorsión de la belleza que Yahweh planeó que el hombre tuviera.

 

El mundo, por otro lado, es la expresión corporativa de todos los individuos centrados en la carne que forman la raza humana. Como la carne está en cada uno de ellos ―actuando satánica, sensual y terrenalmente―, consecuentemente las expresiones totales combinadas de tales seres constituyen el mundo y determinan la filosofía del mundo. Es esa tremenda presión de la mayoría sobre la minoría para adaptarse, ajustarse, mantenerse al día, no divagar o ser diferente. Cuando las Escrituras se dirigen a los creyentes, dicen: "No se conformen a este mundo" (Romaniyim 12:2a), o sea: "No dejen que el mundo a su alrededor los amolde en su molde". ¿Por qué? Porque el mundo está centrado en la carne, está gobernado por la carne, y, como Yahshua le dijo a Nicodemo:

 

Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: "Les es necesario nacer de nuevo". Yahanan 3:6-7

 

Así que éste es el mundo: esa sociedad humana que insiste en los juicios de valores satánicos, y es guiada por orgullo y la filosofía satánica. Es totalmente inconsciente de eso; sin embargo, está bajo el control de la filosofía satánica.

 

El batallar contra estas fuerzas de las tinieblas es lo que hace posible la vida humana en esta tierra. Si los creyentes, que son la sal de la tierra, no se están dando a sí mismos a una batalla inteligente con HaSatán y las fuerzas satánicas, luchando en la línea que Shaúl sugiere ―siendo "fortalecidos en el Adón y en su fuerza poderosa"―, sería absolutamente imposible que la vida humana existiera en este planeta. Es la presencia de los creyentes, y aquellos que son afectados por su testimonio y por sus enseñanzas, y la extensión de la Besorah a través del mundo lo que hace posible esos momentos de deleite de la vida, que incluso aquellos que no son creyentes pueden conocer. Es el ejército de Yahweh lo que mantiene una puerta abierta, una luz encendida, por la cual el mundo entero aún no ha sido consumido. Por ahora.

 

Pero muchos se están apartando del camino. Muchos están cayendo de nuevo bajo el control de las ideas satánicas y la filosofía satánica, y están negando la verdad esencial de Elohim. Pero estos son los días cuando, más que nunca antes, debemos responder a esta llamada poderosa:

 

Por lo demás, fortalézcanse en el Adón y en el poder de su fuerza. Vístanse de toda la armadura de Elohim, para que puedan hacer frente a las intrigas del Acusador; porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales. Por esta razón, tomen toda la armadura de Elohim, para que puedan resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes. Efesiyim 6:10-13

 

Si este diagnóstico es cierto, entonces es una locura intentar corregir los problemas del mundo sin tratar con este poder malvado que está tras ellos, estos principados y poderes de los que habla Shaúl, que él llama: "los gobernadores de las tinieblas de este mundo".

 

 

El ataque directo, implicando un control obvio y total de la personalidad humana, aunque es el más dramático, es la forma menos peligrosa que haSatán utiliza. Hay relativamente pocos en este mundo que estén poseídos por demonios, aunque hay algunos. Pero es por medio del ataque indirecto que se hace la mayoría del daño. Como vimos, es mayoritariamente por medio de los canales del mundo y la carne que haSatán hace su ataque sobre la vida humana. El mundo es la sociedad humana, ciega y que universalmente acepta los falsos valores, los conceptos superficiales y las percepciones e ideas engañosas de la realidad, así como insiste en la conformidad a estos estándares y percepciones, casi desesperadamente. La carne es ese deseo interno dentro de nosotros hacia la independencia total, hacia ser nuestros propios pequeños dioses y manejar nuestros mundos para complacernos a nosotros mismos. Es esa deriva continua dentro de nosotros hacia el egocentrismo y egoísmo.

 

Podemos ver inmediatamente lo universal que es esto. ¿Hay alguien que nunca haya tenido este problema? Obviamente, este es el campo de batalla principal donde luchamos en contra de esos gobernantes de las tinieblas. Esto no es algo alejado de nosotros, ni algo que ocasionalmente viene a ciertos pocos creyentes. Esta es una batalla en la cual todos estamos ocupados, cada momento de nuestras vidas. Nunca la ganaremos, a menos que entendamos eso y no lo veamos como algo reservado para los domingos, sino algo en lo que estamos envueltos de lunes a shabat también. La carne, ese campo de batalla interno, nos acompaña a todas partes a dónde vamos. No podemos escaparnos de él; no podemos volver a nuestra madre y dejarlo detrás de nosotros. Por lo tanto, debemos de comenzar nuestra batalla en este momento.

 

Pero alguien puede decir: "Pensaba que cuando uno se volvía creyente, Mashiaj te liberaba del reino de HaSatán. Que HaSatán ya no te puede tocar". ¿Es ese nuestro concepto de la vida creyente? ¡Nada podría ser más superficial, incompleto, y equivocado! Cuando nos convertimos en creyentes, la batalla apenas comienza. Es cierto que haSatán no puede nunca derrotar a un creyente totalmente. Aquellos que son genuinamente del Adón, que han nacido de nuevo, que han venido a una relación redentora con Yahshua ha Mashiaj, son librados de la derrota total. No vacilamos en enfatizar eso. HaSatán nunca puede volvernos a la posición de control inconsciente que una vez ejercitaba sobre nosotros, como lo hace sobre el resto del mundo incrédulo. Pero puede desmoralizar al creyente. Nos puede asustar; nos puede abatir; nos puede derrotar de muchas formas. Nos puede debilitar y, por tanto, hacernos estériles e improductivos en las cosas de Elohim. Es bastante posible ser más infeliz y desgraciado como creyente de lo que lo eras antes de convertirte en creyente, al menos durante algunos períodos de tiempo, si vamos a vivir superficialmente y teniendo lástima de nosotros, en vez de gloriarnos en el perfecto don recibido, la vida eterna en Mashíaj.

 

HaSatán está especialmente interesado en derrotar a los creyentes. Después de todo, los mundanos que no han sido redimidos no son un problema para haSatán. Como Yahshua lo dice:

 

"Mientras el hombre fuerte y armado guarda su palacio, en paz está lo que posee". Luka 11:21

 

Todos los esfuerzos sinceros pero bastante patéticos de los mundanos para resolver los problemas de sus vidas por medio de la legislación, la educación y el cambio de ambiente no molestan a haSatán en lo más mínimo. Está bastante contento dejándolos continuar reorganizando los pedazos del rompecabezas sin resolverlo nunca. Pero la presencia de cada creyente en este mundo molesta mucho a haSatán. ¿Por qué? Bueno, porque cada creyente es una amenaza potencial a la solidaridad del reino de haSatán, a su gobierno sobre el resto de la humanidad.

 

Si haSatán deja que el Ruaj de Elohim haga lo que quiera, cualquier creyente individual, sin excepción, puede ser una fuerza poderosa para destruir el reino de las tinieblas. Cada creyente sería para otros una puerta de escapatoria del control inconsciente de este mundo de los gobernantes de las tinieblas. Cada creyente sería un corredor de libertad, un centro de luz, dispersando las tinieblas y la ignorancia del mundo a su alrededor. HaSatán no puede dejar que eso ocurra si lo puede evitar. Así que ataca a los creyentes, especial y particularmente. Reúne todas sus fuerzas en contra de cada uno, viniendo a veces como un "león rugiente" (Kefá Alef 5:8), en algunas circunstancias catastróficas que parecen desequilibrarnos para que no podamos permanecer en pie, o viniendo como un "malaj de luz" (Qorintiyim Bet 11:14), seduciendo, atrayendo, ofreciendo algo que parece la cosa apropiada para el momento apropiado. HaSatán se queda a cargo en control directo de la vida humana cuando puede.

 

Otras veces nos ataca por medio del mundo, con su monstruosa presión para mantenernos en línea, para no ser diferentes, o enviar al exilio a aquellos que intentan nadar contra la corriente. Pero más a menudo haSatán viene en disfraz, por medio del canal de la carne, de nuestro ser interior, con artimañas suaves, sutiles, sugestivas. Contra eso particularmente es contra lo que el apóstol nos está advirtiendo: las artimañas de haSatán. Ahora debemos examinar más de cerca esta carne en nosotros:

 

De acuerdo a las Escrituras, la carne, en este sentido simbólico, es identificada con el cuerpo que muere al final. En Romaniyim 8 el apóstol dice: "el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado" (Romaniyim 8:10). Diríamos: "El cuerpo está muriendo a causa del pecado", pero el apóstol mira más allá hacia el final y dice que ya es como si estuviera muerto. Estamos de acuerdo con todo esto. Todos debemos morir, decimos. En este estado temporal antes de la resurrección, el cuerpo es la sede de pecado, o la carne, este principio malvado de egocentrismo en cada uno de nosotros. Por lo tanto, la carne va a estar con nosotros de por vida. Nunca nos escaparemos hasta ese maravilloso día de la resurrección de los muertos. El cuerpo está muerto a causa del pecado, y vivimos con eso, por lo tanto, de por vida.

 

Pero el cuerpo, alma y ruaj del hombre están inextricablemente atados juntos. Nadie puede entender esto. ¿Dónde vive el ruaj en nuestro cuerpo? ¿Lo sabemos? No, pero sabemos que tenemos un alma, aunque nadie puede localizarla en el cuerpo. La relación entre el cuerpo, alma y ruaj está más allá de nuestra comprensión. Pero porque están tan inextricablemente atadas juntas, la carne, conectada al cuerpo, toca al hombre completo. Es importante ver esto. Esto significa que haSatán nos puede influenciar en el cuerpo, en el alma y en el ruaj. Tiene acceso al hombre completo por medio del canal de la carne. Para decirlo de otra forma, somos sometidos a la influencia de estos gobernantes de las tinieblas de este mundo por medio de nuestra mente, nuestros sentimientos y nuestras acciones, por medio de nuestra inteligencia, nuestras emociones y nuestra voluntad ―aquello que elegimos hacer o decir― lo cual, por supuesto, es otra forma de describir nuestras acciones.

 

Necesitamos entender cómo funciona esto: Por medio del canal de la mente, la inteligencia, haSatán hace su apelación al orgullo humano. Consideramos nuestra razón como el mayor regalo que Elohim le ha dado al hombre, y no sin justificación. Obviamente es nuestra habilidad de razonar, el resaltar conceptos abstractos y relacionarlos los unos a los otros, lo que nos hace superiores a los animales y nos separa del resto de la creación menor. Estamos orgullosos de nuestra habilidad de razonar. Es por medio de la apelación a nuestro orgullo que el demonio nos influencia a través del canal de la mente.

 

Por medio de los sentimientos, él obra sobre nuestros temores. La emoción es realmente nuestra característica más humana. No es cierto que básicamente seamos seres que nos gobernamos racionalmente. Nos gusta pensar que es por medio de nuestra lógica y razón que nos gobernamos a nosotros mismos, pero puede ser demostrado fácilmente que eso no es cierto. Realmente somos gobernados por nuestras emociones, nuestras ansias, nuestros deseos, por las cosas que queremos subconscientemente y que están profundamente arraigadas: nuestros instintos, si quieres llamarlo así. Es por medio de estos que haSatán nos influye, al alimentar nuestros temores. Tememos mucho perdernos la vida de alguna forma, o que seamos heridos por algún sacrificio por la causa de Elohim.

 

En el ámbito de los hechos, o los asuntos prácticos, haSatán hace su llamada al placer, ya que el cuerpo es esencialmente sensual, o sea, está diseñado por Elohim para responder al estímulo. Aprendemos temprano en la vida que hay ciertos estímulos que son muy placenteros, mientras que otros son desagradables. Aprendemos a buscar lo placentero y rechazar lo desagradable. Así que el cuerpo está constantemente buscando aquello que emociona o excita o agrada de alguna forma y apartándose de aquello que hace daño o hiere o causa algún tipo de reacción desagradable.

 

Podemos ver lo preciso que ilustra esto la historia de Javá en el huerto del Edén. Se nos dice que cuando vio que la fruta era buena para comer, es decir, ofrecía las placenteras sensaciones de comer (la apelación al cuerpo), y era agradable a los ojos, o sea, despertaba en ella un sentido de belleza (la seducción de las emociones), y cuando vio que era deseable para alcanzar la sabiduría (he ahí la apelación al orgullo de la mente, a la inteligencia y al amor por la sabiduría), la tomó y comió. Estos son simples canales por los cuales los hombres son movidos, sea por Elohim o haSatán, no hay ninguna diferencia. Así es el hombre.

 

Esto es lo increíble de las Escrituras y la gran prueba de que es más que un libro humano. Es claramente el libro que entiende al hombre. Nos ayuda a entender cómo somos, y cuando lo aplicamos a la vida vemos que es exactamente correcto, que describe exactamente la forma en que funcionamos. Es importante notar que ambas fuerzas fuera del hombre, que obran sobre él ―Elohim y haSatán― le mueven por medio de estos canales: las emociones, es decir, el corazón; la mente, o sea, la inteligencia; y la voluntad, el poder de elegir. "Bueno", alguien dirá, "si ese es el caso, si haSatán y Elohim ambos nos mueven por los mismos canales, entonces, ¿cuál es la diferencia?". La diferencia es simplemente esta: HaSatán se mueve para crear desequilibrio, una excentricidad, hacia un extremismo. HaSatán es el extremista original. ¡Que todos los grupos extremos tomen nota de eso! Elohim se mueve, sin embargo, hacia el equilibrio, la armonía y la belleza. La diferencia no es cómo funcionan, sino la dirección en la que se mueven.

 

He aquí la grandeza de la Besorah. Aquí la Besorah se ve en su llamamiento al hombre completo, a una vida completa. Por eso es obvio que es una dádiva divina. No habla a una parte de la vida sólo, sino que habla a la vida completa. La Besorah toca y explica toda la historia. Es una visión del mundo. Toma en cuenta cada aspecto de los problemas del hombre y la historia. La Besorah no se contenta simplemente con ajustar unos pocos problemas en el hombre. Es para eso para lo que estamos viniendo continuamente a Mashiaj. Queremos que Él resuelva esta inmediata situación difícil en la cual nos encontramos. Pero nunca se detiene ahí. Él nos conoce, y sabe que si soluciona este pequeño problema aquí, o aquel pequeño problema allá, ha tocado sólo una parte de nuestra vida, y el resto permanecerá fuera de equilibrio, descentrado. Así que la Besorah hace su apelación al hombre completo. Toca cada parte de su vida.

 

 

El hombre completo está totalmente comprometido. ¡Esa es la forma en la que Elohim obra! ¿Pero qué hace haSatán? Bueno, intenta crear desequilibrio, construir un elemento de la naturaleza del hombre a expensa de otros, empujarnos a un extremo, volvernos personas que se caracterizan por tan sólo una cosa. En vez de personas completas, son grotescas caricaturas de hombres. Hay muchos que tienen orgullo en enfatizar una parte de su ser sobre todo lo demás. Hay intelectuales; los llamamos "mentes pensantes", "cerebros". Dicen que no hay nada más importante en la vida que la mente, la habilidad de razonar, y se dan a sí mismos al desarrollo de esta área de su vida. ¡Como resultado, son distraídos, tan poco prácticos que apenas podemos vivir con ellos! Porque están desequilibrados.

 

Luego está la gente emocional, aquellos que dicen: "Oh, no me hables de cosas intelectuales. No tengo paciencia para esas cosas. Quiero experimentar la vida, sentirla y participar de las cosas". Estas personas están siempre viviendo en sus sentimientos, sus emociones. A veces los llamamos "cabezas huecas", porque nunca parecen utilizar lo que hay en sus cabezas. Estas son personas quienes, cuando les preguntas qué piensan, dicen: "¿Cómo puedo saber lo que pienso hasta que no haya oído lo que tengo que decir?". O están preocupados sobre sus sentimientos internos, siempre sintiendo en su interior, examinándose a sí mismos sin fin. No hay nada malo con el examen propio. Es gran parte de la vida creyente. Pero estas son personas que nunca hacen nada más. Están constantemente mirándose a sí mismas, examinándose a sí mismas, retorciendo sus manos, expresando melancolía y morbosidad sobre lo que encuentran.

 

Y, por supuesto, hay aquellos que dicen: "No tengo paciencia con el pensador, o con el que siente. Soy un hombre práctico". "Cabeza dura", los llamamos, envueltos sólo en acciones, preocupados sólo con asuntos prácticos.

 

Los tres extremos están mal. Están desequilibrados; no son lo que Elohim planeó que fuera el hombre. Es haSatán quien nos empuja a ellos. Es haSatán quien toma cada uno de estos elementos e intenta desequilibrarnos con ellos.

 

Tomemos el ámbito de la mente, por ejemplo. Son las artimañas de haSatán que buscan exaltar la razón con exclusión de la fe. La fe es una función de las emociones, el alma. Por eso la fe es la característica más humana del hombre, porque es una función del alma, ese elemento del hombre que es nuestro motivador básico. Por eso todo el mundo puede ejercitar la fe. No eres humano, ni siquiera estás vivo, si no podemos ejercitar la fe. HaSatán trata de moverse desde un equilibrio en esta área a una exaltación de la razón, al apelar a nuestro orgullo. Nos encanta pensar de nosotros mismos como lógicos, que nos movemos de un pensamiento a otro lógicamente. Justificamos todo lo que hacemos en base a que es un desarrollo lógico de una cierta suposición que hemos tomado. Pero esta exaltación de la razón abre la puerta al error y el engaño.

 

 

En este ámbito de la mente, haSatán está constantemente intentando crear duda. Es aquí donde planta sus herejías e incita las falsas enseñanzas. Las falsas enseñanzas son siempre una posición extrema, una exageración de un aspecto particular de la verdad. Puedes tomar todas las falsas enseñanzas que están presentes en el mundo hoy, compararlas con las Escrituras, y verás que es simplemente tomar algún aspecto de la verdad y exagerarla grandemente: el extremismo. Esa es siempre la maniobra de haSatán, su método favorito de obrar: el empujar a un extremo.

 

Hace esto incluso sobre sí mismo. Intenta hacer que la gente crea que no hay un haSatán. Obra astutamente de esa forma. HaSatán se oculta. Convence a la gente que no hay tal cosa como haSatán. Entonces es perfectamente libre de hacer exactamente lo que quiere hacer con la humanidad. Pero si alguien se despierta y se niega a tomar esa posición, entonces, ¿qué hace? Bueno, viene y dice: "¡Estás en lo correcto! Por supuesto que hay un Satán. Tú lo sabes y yo lo sé. ¡Pero mi poder, mi astucia y mi estrategia son tan grandes que más vale que des todo tu tiempo y pensamiento a los esfuerzos para derrotarme!". Por lo tanto, empuja al otro extremo, que llevará a la superstición, el ocultismo y todas las demás posiciones extremas en esa dirección.

 

Con los creyentes, haSatán obra de esta forma en el ámbito de la mente. Consigue que nos preocupemos demasiado con ciertos puntos de teología. Hay creyentes que se enorgullecen de ser estudiantes de las Escrituras y que conocen profundamente la teología. Para ellos, todos los asuntos son doctrina. O quizás es profecía, o códigos numéricos de las Escrituras, o sea, los números de las Escrituras. Se involucran tanto en estudiar los números de las Escrituras que acaban usando una computadora para poder estudiar su Biblia. ¡Extremismo! Esa es la acción de haSatán; eso es lo que hace.

 

Veamos el ámbito de los sentimientos. He aquí un área fructífera para el ataque satánico. Estamos tan acostumbrados a creer nuestros sentimientos. Desde que somos bebés hemos estado reaccionando a la forma en la que nos sentimos, y aceptamos la forma en la que nos sentimos como una descripción legitima y precisa de la forma que son las cosas. Nada puede ser más ingenuo. No hay nada que sea más incierto y más exagerado que nuestros sentimientos. La mayoría del tiempo no se relacionan con la realidad de todo porque están sometidos a muchas influencias.

 

HaSatán mueve a algunos creyentes a vivir en un plano de euforia, de júbilo constante. Cuando se juntan, sus reuniones son una revuelta de palmas, gritos y júbilo religioso, o quizás más precisamente, una juerga religiosa. A otros los empuja al extremo opuesto. Piensan que expresar la felicidad como un creyente es una marca de pecado. Están siempre en melancolía e introspección, morbosidad. O le pide a la gente que se desplacen de uno a otro; una vez están en lo alto y la siguiente, están deprimidos, un día están en las cimas de la felicidad y el siguiente día, a causa de sus sentimientos, están en las profundidades de la depresión. Viven en un balancín.

 

Esto es lo que haSatán quiere que hagamos, esto es lo que nos mantiene derrotados. Consigue que algunos estén preocupados y que muestren compasión hasta el punto de que están intensamente ansiosos todo el tiempo, llenos de preocupación y fastidiosa queja. Pero cuando ven que eso está mal, entonces haSatán busca empujarlos al otro lado, y se vuelven insensibles y cínicos; no les importa nadie. HaSatán se dirige en este ámbito a nuestros temores, mientras que Elohim apela a la fe. De la fe viene la esperanza y el amor, pero haSatán empuja al contrario. Quiere que demos lugar a nuestros temores. La cosa que Yahshua dijo una y otra vez a Sus discípulos fue: "No teman. No estén temerosos; no estén ansiosos; no estén preocupados". ¿Por qué? Porque "Yo estoy con ustedes", dijo. El temor viene de la desesperación, el opuesto de la esperanza, y el odio, lo opuesto al amor. Eso es lo que busca haSatán. Si damos lugar al temor, pronto estaremos desanimados y derrotados. Si damos lugar a la derrota, comenzaremos a odiar, y entonces haSatán habrá llevado a cabo su propósito. Ha destruido, ha arruinado, ha desolado aquello que Elohim ama y desea bendecir.

 

Vayamos ahora al ámbito de las acciones. Aquí de nuevo haSatán está constantemente trabajando, buscando involucrarnos en hacer cosas. Ah, pero queremos divertirnos cuando hacemos cosas, queremos cosas placenteras, y así consigue que algunos busquen una continua ronda de algo nuevo, algo emocionante. Tenemos que estar continuamente satisfechos con alguna actividad excitante. HaSatán empuja a otros en otra dirección. Todo lo que quieren es la misma cosa, una y otra vez. Están siempre con el mismo rollo. El tradicionalismo, lo llaman, y lo defienden. Dicen: "¡Esta gente está siempre corriendo tras cosas nuevas! Eso no es para mí. Yo quiero lo mismo para el desayuno cada mañana, para la comida todos los días, para la cena cada noche. Vengo a casa a la misma hora, leo la misma página del mismo periódico a la misma hora del día".

 

Elohim nunca planeó que la vida fuera vivida de esa forma, o de la otra forma. La voluntad de Elohim para el hombre representa una gran carretera a través del centro de la vida donde el hombre completo es ministrado. Es por ahí por donde el Adón Yahshua caminó, y es ahí donde nos llevan las Escrituras, si caminamos por ellas. Este es el sondeo mínimo de este tema hoy.

 

No puedo cubrir toda la variedad desconcertante de formas en las que haSatán nos puede influenciar y atacarnos. No he dicho casi nada sobre su ataque por medio del mundo, con sus ilusiones, sus atracciones y sus presiones para amoldarse: "Todo el mundo lo hace, sabes. Esta es la cosa "de moda, y no hay nada de malo en eso". HaSatán nos consigue de esa forma. Pero es por eso que tenemos las Escrituras, es por eso que se nos da la Palabra de Elohim, para que nos pueda instruir en todas las formas de la maldad. No es de extrañar que no escapemos si no nos dedicamos a entenderlas.

 

Pero quizás he dicho bastante para incitarlos a preguntarse a sí mismos: "¿Quién es capaz de enfrentar estas cosas? ¿Cómo podemos entender todo esto? ¿Quién puede esperar ganar contra tal variedad de formas de ataque que ni siquiera reconocemos que están mal? ¿Quién puede ni siquiera comprender, mucho menos contestar, estos sutiles y poderosos ataques contra la vida humana?". Y la respuesta ya la leímos antes:

 

Por lo demás, fortalézcanse en el Adón y en el poder de su fuerza. Vístanse de toda la armadura de Elohim, para que puedan hacer frente a las intrigas del Acusador... Efesiyim 6:10-11

 

Se ha hecho una provisión. Quizás la actitud más saludable que podríamos tener ante esta revelación es el ser abrumadoramente conscientes de nuestra debilidad. Es cuando reconocemos que somos débiles que estamos listos para "fortalecernos en el Adón y en su fuerza poderosa", y estamos listos para dar consideración inteligente a lo que es eso y cómo hacerlo. Es ahí donde comenzaremos la próxima vez: "Vístanse de toda la armadura de Elohim". Examinaremos los recursos que Elohim ha provisto, mediante los cuales podemos permanecer en pie en medio de esta dificultad, estas tinieblas, este ataque sobre nosotros, y derrotarlo y vivir en victoria, indiferentes e invictos. Entonces, y sólo entonces, podremos ser capaces de tomar cualquier cosa que la vida nos presente.

 









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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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