Por lo demás, fortalézcanse en el Adón y en el poder de su fuerza. Efesiyim 6:10
Ahora vamos a hablar más específicamente acerca de cómo fortalecernos en el
Adón.
La razón por la cual fracasamos o las cosas no nos salen bien, es por causa de cómo nos vestimos. Cuando no nos pagan, cuando no nos dejan hacer lo que queremos, cuando le está sucediendo algo a un familiar, cuando las cosas no van bien, el problema no es el jefe que no paga, aquella persona que me maltrata... No, nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y las huestes celestiales. Es allí donde tenemos que batallar, y no con la gente, no con nuestro entorno, no con nuestras circunstancias.
De manera que podemos ver que, para empezar, esta batalla no es
"Guerra Espiritual de Alto Rango", ni lucha de box contra haSatán,
sino que la batalla se da TODOS LOS DÍAS EN TODOS LOS ÁMBITOS DE NUESTRAS
VIDAS. Muchos tienen la idea de que debemos tomar la armadura cuando vamos a
levantar oraciones contra alguna entidad específica, y eso también es cierto,
pero la verdad es que se olvidan de que VIVIMOS en medio de una batalla
constante, las 24 hs del día. Sí, también cuando dormimos.
Debemos revestirnos de esta armadura cada mañana al levantarnos, para poder
hacer frente a todos los ataques diarios del enemigo, y no sólo repelerlos,
sino también contraatacarlos. Es nuestra ropa de todos los días, nuestro
uniforme.
Mishlei 20:18 dice:
"Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia".
Aunque no seamos nosotros los que empecemos la batalla, los demonios están
ahí para atacarnos. La guerra comenzó hace miles de años y hasta hoy no se ha detenido.
Nosotros somos soldados que debemos luchar por el Reino, pero además, estas
batallas son nuestra realidad de cada día. AÚN QUIENES NO PARTICIPAN DE
CAMPAÑAS DE ORACIÓN DEBERÍAN ENTENDER QUE, QUIERAN O NO, ESTÁN EN MEDIO DE ESTA
GUERRA. Por eso tantos andan golpeados y se preguntan por qué les va tan mal,
qué habrán hecho (ya sabemos que estas situaciones no son castigos sino
disciplina para que crezcamos y aprendamos); la verdad es que les va mal porque
no oran correctamente. La oración no es algo que se enseñe mucho en las
denominaciones, y normalmente es "cosa de viejas", o de mujeres;
difícilmente se vean hombres en los grupos de oración, porque en verdad esas
oraciones son mayormente oración muertas. Pero la batalla es real, y mejor enfrentarla
vestidos adecuadamente. En otras palabras, si queremos ganar, necesitamos
prepararnos para vencer y vestirnos apropiadamente para la batalla.
Es importante que sepamos que estas ropas no se ponen de afuera para
adentro, sino de adentro para afuera. No es algo externo, sino algo interno,
que se va produciendo en nuestros corazones, y que se manifestará en nuestro
día a día. En otras palabras, debemos dedicar un tiempo para fortalecernos en
el Adón y en el poder de Su fuerza.
En las próximas charlas vamos a aprender a vestirnos espiritualmente para
el éxito, usando la armadura de Elohim. Cuando digo "éxito" no me
refiero a "ser victoriosos", en el sentido en que los creyentes lo
dicen (aunque en verdad no sé bien a qué se refieren), sino a tener éxito en una
vida cotidiana en la cual avanzamos a través del terreno enemigo sin ser
afectados por ellos, fortaleciéndonos continuamente y creciendo siempre en la
mente de Mashíaj, sin caer en tentaciones ni siendo sacudidos por cualquier
viento de doctrina. Cuando usamos la armadura de Yahweh todos los días (y no
sólo en ocasiones especiales), descubriremos que estamos más firmes para
enfrentar las maquinaciones del Enemigo.
Fortaleciéndonos En El
Adón
De lo primero que tenemos que darnos cuenta, es que la vida no es un juego:
es una guerra. Esa es la razón por la cual muchas personas caen en depresión,
caen en derrota, caen en desánimo, porque viven sin darse cuenta que la vida es
una batalla. La mayoría está empeñada y decidida a vivir sus propias vidas (y
normalmente muy pero muy al margen de las cosas de Yahweh), y las mantienen
como su "derecho prioritario". Si no comprenden y no ven al que los
ataca, ciertamente pensarán que tienen mala suerte, que no son elegidos ni
predestinados a nada bueno.
Elohim nos ha llamado a fortalecernos en el Adón; en otras palabras, a ser
fuertes. Ser fuertes en el servicio, ser fuertes en la familia, ser fuertes en
el sufrimiento, ser fuertes cuando las cosas no salen como queremos, pero
siempre, siempre, fuertes en el Adón, no en nosotros mismos. Vamos a tener que
luchar, sacar la espada de Ruaj, presionar, abrir paso, pero lo vamos a hacer y
por esto tenemos que estar fuertes. En el trabajo, en el estudio, en la familia,
en todos los ámbitos de este mundo realizamos esfuerzos, y los consideramos
lícitos. Pareciera que en el único ámbito en el que no queremos ser activos, es
en la Obra del Reino. O, por el contrario, hacemos demasiadas cosas... pero en
la carne. La verdad es que, desde el momento en que fuimos salvos, desde el
primer día, deberían habernos enseñado a vestir la armadura todas las mañanas,
para enfrentar nuestra vida cotidiana. No pensemos que está separada del ámbito
espiritual, de los ataques del enemigo.
Shaúl sabía esto y por esto escribe a los Efesiyim, para asegurarse que se
mantuvieran fuertes.
Hemos sido llamados a ganar, hemos nacido para vencer, NO POR NI PARA
NOSOTROS, SINO PARA AVERGONZAR A HASATÁN EN NOMBRE DE NUESTRO PADRE. HaSatán
robó al hombre de Yahweh, pero Él nos rescató (y continúa rescatando a muchos)
y nos ha restaurado para demostrarle a haSatán que Él no venció nunca.
Derrotarlo en todo tiempo es levantar el Nombre de Yahweh. Esa es la espada del
Ruaj, que es la Palabra.
Es importante saber que nuestras fuerzas están sólo en el Adón. Una y otra
vez, cuando más cansados y débiles estamos, después de haber estado con el Adón
seremos nuevamente fortalecidos.
Tiempos de oración fortalecen.
Tiempos de adoración fortalecen.
Tiempos de alabanza fortalecen.
Tiempos con la Palabra fortalecen.
El Poder De Su Fuerza
Uno de los problemas que tenemos es que para hacer cosas, conquistar y
alcanzar nuestros sueños, utilizamos generalmente lo que somos, lo que tenemos
y lo que sabemos. Por ejemplo: cuando necesitamos un préstamo bancario, nos
ponemos la mejor ropa, nos perfumamos, llevamos la mejor sonrisa y preparamos
el mejor discurso para convencer al gerente del banco que nos merecemos ese
dinero para cumplir alguno de nuestros sueños. Pero no podemos más continuar
actuando como hacíamos antes. Ahora hacemos todo en el poder de Su fuerza. En
otras palabras, nuestra medida de fuerza o capacidad, no se mide más por lo que
tenemos, somos o sabemos, sino por la medida de Mashíaj que cada uno tiene.
¿Por qué guerra? ¿Se han hecho alguna vez la pregunta de por qué las
Escrituras están tan llenas de guerras, armas, batallas y guerreros? Las
Escrituras enseñan estrategias y detrás de cada batalla está la bendición de
Elohim.
La vida creyente no es sólo recibir a Mashiaj, tener comunión con Elohim y
ser llenos del Ruaj haKodesh. Tenemos enemigos que vencer y batallas que
pelear. Cuando Yahshua dijo "no pido
que los saques del mundo", agregó "sino
que los libres del maligno". Esto significa que el Maligno iba a
atacarnos siempre, y que esa es nuestra lucha diaria. El pueblo de Yisrael, con
Yahoshúa, entró en la tierra de la promesa, pero pasaron años peleando para
vivir en la bendición de Elohim. Yisrael sabía que tenían derecho sobre la
tierra, pero antes tenían que poseerla, que conquistarla, Y LO MISMO ES PARA
NOSOTROS. ¿De dónde habrá surgido la falsísima idea de que el Milenio será un
tiempo idílico y perfecto? De haSatán sin duda, para mantener dormidos a todos.
Elohim nos ha abierto la puerta a una tierra llena de bendiciones que debemos
alcanzar. Esas bendiciones no son, como muchos creen, cosas materiales (aunque
esas acompañan también, siguen siendo secundarias), sino que son los frutos del
Ruaj. No es sin esfuerzo que los alcanzaremos, tenemos que luchar y no sucede
en el mundo natural, sino en el espiritual. Y para lograrlo, debemos en primer
lugar estar fuertes y apoyados en la fuerza del poder de Mashiaj.
En Devarim 32:8 dice que desde el principio Elohim separó las tierras que
le corresponden a su pueblo y lo mismo ha hecho con nosotros, tenemos una gran
pelea por delante.
El enemigo está convencido de que no lo conseguiremos, tenemos que
demostrarle que Elohim nos lo ha dado ya. Tenemos que ser los heraldos
constantes de su derrota, pregonándola a los 4 vientos.
El enemigo peleará por mantener nuestra familia en la perdición, por
mantener nuestras vidas en constante derrota, por mantener nuestros sueños
congelados y que nuestras bendiciones sean meras ilusiones y contra esto
debemos pelear.
Conozcamos Las Artimañas
Del Enemigo
Todos nosotros comenzamos nuestro caminar como creyentes desde el momento
en que recibimos a Mashiaj. Comenzamos con una posición de victoria, pero poco
a poco nos desanimamos o nos desesperamos, porque nos damos cuenta que las
cosas no están funcionando como nos han hablado o enseñado en la congregación,
y es entonces cuando comenzamos a culpar a Elohim de nuestras derrotas,
fracasos, desánimos, etc. Comenzamos a preguntarnos: "Si el Adón es mi Pastor, ¿por qué no cuida de nosotros?";
"Si Él es nuestro Rey, ¿por qué no prosperamos?", etc.
El problema no es de Yahweh, sino de nosotros. Nos hemos olvidado el traje
espiritual para el éxito en el armario de nuestras vidas y estamos desarmados
delante de un enemigo convencido de nuestra derrota, CUANDO YA HEMOS RECIBIDO
LA VICTORIA. Es una paradoja.
Es bueno que nuestra relación sea vertical, orando a nuestro Elohim, pero
en esta relación debemos SER UNO CON ÉL. Cuando crecemos y comprendemos que ya
no nos pertenecemos de verdad, que ya no podemos encarar al mundo como lo
hicimos siempre, y que el mundo que antes nos toleraba (porque nos usaba) hoy
nos odia y trata por todos los medios de hacernos desistir de nuestra fe en el
Padre, comprendemos que NO ES MÁS AQUEL "VIEJO MUNDO", sino que hemos
despertado a la realidad de esta "matrix", y estamos en una guerra.
Así que debemos vestirnos para la guerra.
Cuando nos ponemos las ropas espirituales, nos estamos vistiendo de
Mashiaj, de todos los dones que Él nos dio: Su salvación, Su justicia, Su
Verdad, Su Mensaje, Su Palabra, Su Emunah. Y muchas cosas más, como ya veremos.
El Ruaj haKodesh nos está empujando a vestirnos con la armadura de Elohim
para poder estar firmes contra las asechanzas del enemigo.
¿Qué son las asechanzas del enemigo? Muy sencillo, son trucos, métodos,
artimañas y engaños, formas en las cuales haSatán intenta hacernos tropezar,
como ya vimos. Muchas de estas cosas nos llevan a fracasos, derrotas, no
alcanzar las metas, nos lleva al desánimo, enfriamiento espiritual, a la
desobediencia y al consecuente bloqueo de la bendición de Elohim sobre nuestras
vidas. Si no estamos bien y bendecidos (y esto no se refiere a ser prósperos,
sino a estar firmes y en shalom aún en los momentos difíciles), es que nosotros
estamos alejándonos, enfriándonos, lo más probable: ENFOCÁNDONOS EN NOSOTROS
MISMOS. Volvernos a nosotros, escuchar a nuestra carne suele ser el motivo más
básico de nuestra "sensación de alejamiento". Basta volvernos al ruaj
Y NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS, y esto no de palabra. Hablemos menos y
obedezcamos más. Abba no quiere que volvamos a Sus pies con toda nuestra
palabrería y justificativas; ÉL YA SABE POR QUÉ NOS ALEJAMOS, y todo lo que
digamos, SOBRA. Es más probable que continúe manteniéndonos alejados, porque no
estamos regresando en verdad. Seguimos en la carne.
La Palabra de Elohim dice que debemos estar firmes; eso quiere decir que
debemos estar ESTABLES, no dejándonos llevar por ninguna de estas cosas que nos
rodean, esas circunstancias, para que el Enemigo "no tenga nada en
nosotros" para acusarnos y hacernos caer. Para esto, lo único es
retirarnos de nuestra carne e ir al ruaj. ¿Cómo es eso? Simple: EN LA CARNE
ESTÁN LOS MIEDOS, LAS PREOCUPACIONES, LOS PENSAMIENTOS DOBLES, LAS ANSIEDADES Y
DEMÁS SENTIMIENTOS Y PENSAMIENTOS. Cuando vamos al ruaj, TODOS DESAPARECEN Y
SÓLO QUEDA MASHÍAJ. Entonces es simple: ¿Estamos preocupados? ¿Enojados,
ansiosos, irritados, molestos, llorisqueros? ESTAMOS EN LA CARNE. El que quiera
puede seguir reclamando, quejándose de lo mal que le va, lo mal que lo trata la
gente, lo mal que se siente... Y SEGUIR ESTANDO EN LA CARNE. Así puede
continuar indefinidamente, y la mayoría está siempre en ese lugar. O pueden
salir de su ombligo, ir al ruaj y OCUPARSE DEL PADRE, dejar de pensar en sí
mismos y ocuparse de Su Obra COMO ÉL INDICA. Y normalmente en esos casos Él
indicará una forma que será SERVIR A OTROS Y SOMETERNOS, porque esa persona aún
no ha aprendido a someter su carne al madero por sí misma. No ha sido suficientemente
quebrantado/a. esa persona es una hoja al viento en las manos de haSatán.
Así que, vamos a aprender algunas de estas artimañas engañosas que haSatán
usa para nuestra derrota.
1. Lo que vemos
Una de las cosas que haSatán usa es aquello que vemos. Trabaja
estratégicamente para que deseemos aquello que vemos. Muchas veces pone cosas
delante de nuestros ojos para distraernos de nuestro propósito. Para que
convirtamos simples deseos visuales en "necesidades indispensables"
para la vida. La palabra de Elohim enseña que la "lámpara del cuerpo"
es el ojo. Y el ojo nos da ocasiones de caer. No sólo está diciendo que hay
cosas que miramos que son pecaminosas, sino que más allá de la propia imagen
que vemos, el deseo de nuestro corazón da ocasión al pecado mismo, y podemos
ser derrotados. Mirar fotos de muebles ciertamente no es pecaminoso como mirar
fotos pornográficas, pero si el deseo del corazón por los muebles crece, será
tan pecaminoso como lo otro. Estos son los deseos de la carne, debemos aprender
a andar más y más en nuestro nuevo ruaj. Revestirnos con la armadura de Yahweh
es "revestirnos del nuevo hombre". Y arrancarnos el ojo, si nos es
ocasión de tropiezo.
El enemigo usa la televisión, publicidad, imágenes en las calles, revistas,
vidrieras, no sólo para exhibir cosas ante nuestros ojos, sino para exponer lo
que otros tienen, aún las riquezas pomposas de otros, para incitar nuestro
deseo, nuestra envidia, para desviarnos de nuestro propósito. Todo aquello con
lo que el sistema nos tienta, es producido por haSatán para que no veamos a
Elohim en nuestro diario vivir. Recordemos siempre que tenemos que mantenernos
firmes, y aprendiendo a ver las cosas desde el ruaj. Al ruaj no le interesan ni
le atraen esas trampas satánicas, por eso debemos salir de nuestra carne.
Aprendamos a vivir por fe y no por vista.
2. Lo que creemos
Lo que yo creo, es lo que resulta de la fe que tengo. Lo único que alimenta
positivamente nuestra creencia es la Palabra de Elohim. Una de las estrategias
de haSatán es que seamos tambaleados en nuestra creencia, para que no
permanezcamos firmes. El enemigo usa tácticas estratégicas, para dañar aquello
que creemos. Insisto, lo único que nos va a dar poder para creer es la Palabra
de Elohim, porque "la fe viene del oír la Palabra", parafraseando a
Shaúl en Romaniyim 10:17. El mundo está lleno de filosofías, creencias, teorías
e ideologías, aparentemente muy interesantes, pero que desestabilizan nuestra
firmeza en el Adón.
Esto, para que ya no
seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de
enseñanza, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia las
artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo
hacia aquel que es la cabeza: el Mashíaj. Efesiyim 4:14-15.
3. Lo que hablamos
Otra de las cosas que el enemigo ataca es lo que hablamos. Toda agua que
sale por una fuente será previamente depurada. La tierra a través de las rocas
y los elementos naturales depura el agua para que podamos beberla y ser
beneficiados por ella. Lo mismo pasa con la boca. Lo que hablamos desestabiliza
nuestras vidas debilitándonos espiritualmente. ¿Nunca les ha sucedido que
después de hablar, se sintieron mal por lo que habían dicho, y se desalentaron?
A todos nos ha pasado. Nuestras bocas son influenciadas por el lenguaje, la
cultura y la posición social. De hecho, hay palabras que se ponen de moda y las
usamos, sin darnos cuenta, y hay formas de hablar que son en sí negativas,
manipuladoras, sensibilizadoras, etc. Hablamos lo que pensamos, en manera más
rápida o menos, pero nuestras bocas declaran lo que hay en nuestros corazones.
...derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Elohim, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Mashiaj. Qorintiyim Bet
10:5
Necesitamos depurar lo que hablamos llevando todo pensamiento cautivo en
obediencia a Mashiaj. En otras palabras, buscar la aprobación de Mashiaj, a
través del Ruaj haKodesh, de aquello que voy a hablar o voy a decir. De esta
manera no nos desestabilizaremos, cada vez que caigamos en la trampa del
enemigo y hablemos cosas que nos desequilibren. A veces haSatán usa gente, para
llevarnos a decir lo que el Ruaj haKodesh no aprobó...
Cuidado con lo que hablamos, porque puede dañar lo que creemos. Hablemos la
verdad.
4. Lo que sentimos
Otra de las artimañas del enemigo tiene que ver con los sentimientos. Somos
emocionales hasta la médula. Un escritor dijo: "No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos
con ellas". Así es. El mundo de hoy se mueve por emociones. A nadie le
interesa saber, quieren sentir; más aún quieren sentir-SE. Sentirse bien,
sentirse felices, sentirse llenos... La gente se mueve por lo que siente.
Ahora, la verdad no se puede sentir, lo correcto no se siente, la obediencia no
se siente... por eso nos cuesta seguir tanto estos valores, porque no podemos
sentirlos. Son cosas que pasan por el ruaj, pero la mayoría anda en la carne.
Es tan fácil confundir al ruaj con la carne, porque la carne se disfraza.
Muchas veces la carne disfraza nuestros propios deseos bajo un aspecto de
espiritualidad, y muchos creen que están obedeciendo al Ruaj, cuando en verdad
están disfrazando los deseos de su carne. Hay mucho disfraz de espiritualidad.
Nuestras vidas no pueden ser guiadas por nuestros sentimientos, tienen que
ser guiadas por el Ruaj haKodesh. Muchos de nosotros seguimos haciendo,
hablando, lo que sentimos. Muchos caen en la trampa de orar si lo sienten y no
hacerlo si no lo sienten. Ir a la congregación si lo sienten y no hacerlo si no
lo sienten, dar si lo sienten y no hacerlo si no lo sienten. Pero Yahshua ha
Mashíaj renunció a sus sentimientos en su camino al madero del calvario,
sencillamente hizo lo que tenía que hacer, y fue obediente, AÚN CUANDO SU CARNE
NO LO DESEABA. La carne nunca nos va a apoyar, porque la carne se opone a todo
lo espiritual, y no puede entenderlo. Y si la carne no puede acompañarnos, HARÁ
DE TODO PARA DESVIARNOS.
Las hazañas emocionales son buenas para el momento, pero las hazañas de
obediencia, perduran toda la vida.
No caigamos en trampas de emociones, sino movámonos por obediencia.
Vistámonos de Él
en todo momento:
En cuanto a ustedes, estaban muertos en sus delitos y pecados, en los cuales anduvieron en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.
En otro tiempo todos nosotros vivíamos entre ellos en las pasiones de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza éramos hijos de ira, como los demás. Pero Elohim, que es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con el Mashíaj. ¡Por gracia somos salvos!
Y juntamente con el Mashíaj Yahshúa, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales, para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia, por su bondad hacia nosotros en el Mashíaj Yahshúa. Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes, pues es don de Yahweh. No es por obras, para que nadie se jacte.
Porque somos hechura de Elohim, creados en el Mashíaj Yahshúa para hacer las buenas obras que Elohim preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Por tanto, recuerden que en otro tiempo a ustedes, los gentiles en la carne, los llamaban incircuncisión los de la llamada circuncisión que se hace con mano en la carne. Y acuérdense de que en aquel tiempo estaban sin el Mashíaj, apartados de la ciudadanía de Yisrael y ajenos a las alianzas de la promesa, estando sin esperanza y sin Elohim en el mundo. Pero ahora en el Mashíaj Yahshúa, ustedes que en otro tiempo estaban lejos se han acercado por la sangre del Mashíaj.
Porque él es nuestra paz, que de ambos nos hizo uno. Él derribó en su carne la barrera de división, es decir, la hostilidad; y abolió la ley de los preceptos en forma de ritos, para crear en sí mismo de los dos hombres un sólo hombre nuevo, haciendo así la paz. También reconcilió con Elohim a ambos en un solo cuerpo, por medio del madero, dando muerte en éste a la enemistad.
Y vino y anunció la Buena Noticia: paz para ustedes que estaban lejos y paz para los que estaban cerca, ya que por medio de él, ambos tenemos acceso al Padre en un solo espíritu. Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los consagrados y miembros de la familia de Yahweh. Han sido edificados sobre el fundamento de los Enviados y de los profetas, siendo Yahshúa el Mashíaj mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en unión al Adón. En él también a ustedes se los edifica juntamente para morada de Yahweh en el espíritu. Efesiyim 2:1-22
Vean todo lo que
debemos "vestir":
- Dar gracias porque fuimos esclavos del príncipe de este mundo, el espíritu de desobediencia
- Dar gracias porque antes obedecíamos a las pasiones de nuestra carne y mente
- Dar gracias porque antes éramos, como todos, hijos de la ira y reservados para justicia de muerte
- Dar gracias porque Yahweh, en Su infinita misericordia y amor, NOS DIO VIDA EN MASHÍAJ
- Dar gracias porque Yahweh nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales junto con Mashíaj
- Dar gracias porque Yahweh nos utiliza para mostrar Su gracia en las edades venideras (somos parte de Sus cuadros, gloria!!!), así que debemos SER ESA MUESTRA
- Dar gracias porque todo lo hemos recibido por gracia, para no jactarnos y caer en el orgullo
- Dar gracias porque ahora hemos sido creados en el Mashíaj Yahshúa para hacer las buenas obras que Elohim preparó de antemano para que anduviésemos en ellas, así que HAGÁMOSLAS
- Dar gracias porque antes éramos gentiles incircuncisos y estábamos sin Mashíaj, éramos parte de las naciones del mundo y no teníamos promesa, ni esperanza, ni Elohim...
PERO AHORA MASHÍAJ NOS HA DADO TODO
- Dar gracias porque Mashíaj nos reconcilió con el Padre, derribando la barrera que nos mantenía separados de Él, y nos dio la paz
- Dar gracias porque Él abolió la ley de los ritos sin vida y creó en Él mismo un nuevo hombre que es la vida de los ritos muertos
- Dar gracias porque Mashíaj dio muerte a nuestro viejo hombre junto con Él, en su muerte en el madero
- Dar gracias porque hoy, por medio de Él, tenemos acceso al Padre en un solo ruaj
- Dar gracias porque ya no somos extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los consagrados y miembros de la familia de Yahweh
- Dar gracias porque Él mismo vino a anunciarnos las Buenas Nuevas a los de cerca y a los de lejos
- Dar gracias porque hemos sido edificados sobre el fundamento de los Enviados y de los profetas, es decir, somos edificados en la Nueva Yahrushalayim
- Dar gracias porque somos edificados en el edificio del que Mashíaj es la piedra angular, no hay otra
- Dar gracias porque formamos parte de un edificio que va creciendo hasta ser un templo santo en unión al Adón.
- Dar gracias porque en Él también somos edificados juntamente para morada de Yahweh en el espíritu
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