Tomen también el casco de la salvación... Efesiyim 6:17a
El casco de la salvación sirve para proteger nuestra mente contra los pensamientos negativos que el maligno nos dirige. Este casco, esta protección, es la salvación que Elohim nos provee. HaSatán inyecta en nuestra mente amenazas, preocupaciones, ansiedades y otros pensamientos debilitantes, pero la salvación que Elohim nos otorga es la protección que tomamos contra todo esto.
Esa salvación es el Mashiaj salvador a quien experimentamos en nuestra vida diaria (Yahanan 16:33).
Nuestro cuerpo tiene diferentes partes, y por eso la armadura las protege con diversas piezas. Así como un soldado puede ser herido en la cabeza o en el corazón, y morir de cualquiera de las dos heridas, así tenemos varias piezas que nos protegen. Los ataques de haSatán son siempre los mismos: sus dardos son ataques espirituales muchas veces lanzados por medios materiales (por ejemplo, problemas económicos, discusiones familiares, de trabajo, etc.) que apuntan a alejarnos de una u otra forma de nuestra comunión con Yahweh. Una flecha puede alcanzarnos en la cabeza o en el cuerpo y "matarnos" en cualquiera de los dos casos.
Los dardos de HaSatán llegan a nosotros por medio de la mente. Por eso, así como nuestra conciencia necesita la coraza de justicia, y nuestra voluntad, el escudo de la emunah, así también nuestra mente necesita el casco de la salvación. Necesitamos la verdad, la justicia, la paz, la emunah y la salvación. La justicia produce paz, y la paz nos da la base para tener emunah. Luego, la emunah nos trae la salvación. No debemos separar el casco de la salvación y el escudo de la emunah. El escudo protege la parte frontal de nuestro ser, la coraza protege nuestro corazón y pecho, y el casco protege nuestra cabeza. El escudo, la coraza y el casco trabajan juntos.
El escudo del soldado protege todo su cuerpo contra las flechas encendidas de sus enemigos; pero el casco de manera específica y particular protege su cabeza. Las flechas pueden alcanzar tanto la cabeza como el cuerpo, pero con un casco tenemos una PROTECCIÓN PERMANENTE. No necesitamos andar haciendo malabares con el escudo para proteger tanto el cuerpo como la cabeza. Si tenemos todas las piezas de la armadura correctamente colocadas, tendremos libertad de movimiento, porque cada parte esencial de nuestro cuerpo estará cubierta y protegida.
En al ámbito espiritual el casco tiene gran relevancia. Shaúl le llama el CASCO DE LA SALVACIÓN. ¿Por qué creemos que el apóstol lo llama así? Porque este casco protegerá nuestra mente de las fuertes dudas que el enemigo pone a diario acerca de la seguridad de nuestra salvación. Si ustedes han creído en Mashíaj y se ha rendido a Él, de continuo tendrán dudas acerca de su salvación, a menos que utilicen el casco. ¿De dónde provienen estas dudas? De nadie más y nadie menos que de nuestro gran enemigo haSatán.
Veamos algunas de las mentiras de haSatán en cuanto a la salvación del creyente.
1. "Creo Que Perdí Mi Salvación"
Algunos predicadores enseñan que se puede perder la salvación y por lo tanto no se puede estar seguro de ser salvo. Imaginemos a un padre diciéndole a su hijo: "Porque sacaste malas calificaciones en tus estudios, ya no serás mi hijo; desde ahora te quitaré mi apellido, ya no te alimentaré, ni te daré un techo para que vivas, así que busca a otro padre". Qué clase de padre sería este... Cuando un hijo se porta mal, aunque debe ser disciplinado, nunca deja de ser hijo. Lo mismo sucede con el Padre; puede ser que un hijo, debido a su pecado, pierda la comunión con el Padre, pero nunca perderá la relación con Él. Un ejemplo clarísimo en cuanto a esta afirmación lo constituye la parábola del hijo prodigo. Este joven fue un altanero y rebelde con su padre, se fue de la casa porque no quería someterse a las reglas, y como si fuera poco malgastó su herencia. Cuando este hijo recapacitó y tomó la decisión de volver a casa, sabía muy bien lo mal que había actuado, que no era digno de ser llamado hijo y que merecía el máximo desprecio de su padre, es más, estaba dispuesto a ser tratado como un empleado más. Pero para sorpresa suya, en vez de ser reprochado y expulsado, fue recibido con un gran abrazo y un amoroso beso de parte de su padre. Este hijo había perdido la comunión, pero nunca la relación con su padre.
Lo mismo sucede con cada persona que ha nacido de nuevo y se convertido en hijo de Elohim. Puede ser que en algún período de su vida se vaya lejos de la casa del Padre, pero pronto se dará cuenta que, teniendo todo, está comiendo alimento para cerdos y tomará la decisión de volver a casa arrepentido. ¡El que es hijo nunca dejará de ser hijo; porque su Padre nunca dejará de ser Padre! En este punto alguien podrá preguntarme: ¿Qué hay de aquel que en un período de su vida fue salvo y ahora no lo es? No existe algo como eso, nadie puede ser salvo sólo por un período de su vida y luego no serlo; hay dos opciones: 1) si alguien no es salvo ahora en el presente es porque en el pasado nunca lo fue, y 2) si era salvo y se ha alejado, nunca dejará de serlo y el Padre lo hará volver en su momento. Nosotros no conocemos los corazones, sólo el Padre los conoce.
Cuando HaSatán ataque con la duda acerca de nuestra salvación, coloquémonos el casco de la salvación para que sus mentiras no puedan penetrar en nuestra mente, y recordemos las palabras del apóstol Shaúl:
Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los mensajeros, ni los gobiernos, ni lo presente, ni lo porvenir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Elohim, demostrado mediante el Mashíaj Yahshúa, nuestro Adón. Romaniyim 8:38-39
El apóstol Shaúl no tenía ninguna duda acerca de su salvación, él estaba seguro que nada ni nadie le podría separar de Elohim; y aquella misma seguridad la debemos tener cada hijo de Elohim.
2. "Creo Que No Soy Salvo Porque Tengo Malos Deseos Y Pensamientos"
Debemos entender que toda persona sin excepción nace con una naturaleza pecaminosa, es decir, inclinada a hacer lo malo y no lo bueno. La carta a los GalutYah nos habla sobre los deseos de la carne, leamos por favor:
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: fornicación, impureza, desenfreno, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos, envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Elohim. GalutYah 5:19-21
Esta es una lista de los pensamientos y deseos que continuamente tiene todo hombre y mujer. Cuando en la vida de una persona no mora el Ruaj haKodesh, estos pensamientos y deseos se convierten en su amo y adón. De allí que se puede escuchar expresiones como: "Quiero dejar las drogas pero no puedo", "Quisiera dejar de ser un borracho, pero no puedo", "Ya no quiero serle infiel a mi esposo, pero no puedo dejar esta relación prohibida", "Lucho por dejar la pornografía, pero ella es más fuerte que yo", entre otras. Estas personas no pueden ejercer autoridad sobre los deseos de su carne porque se han convertido en esclavos de ellos.
Ahora bien, cuando una persona ha nacido de nuevo (se ha rendido a Mashiaj y le ha entregado su vida) el Ruaj de Elohim hace morada en ella. Es decir que esta persona ha adquirido una NUEVA NATURALEZA porque ha recibido su nuevo hombre. Pero esto no quiere decir que la naturaleza carnal (el viejo hombre) haya desaparecido. Leamos lo que se nos dice acerca de esto:
Porque la carne desea lo que es contrario al espíritu, y el espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran. GalutYah 5:17
Lo que nos dicen las Escrituras es que el creyente tiene una LUCHA entre los deseos de la carne y el ruaj. En otras palabras, los deseos de la carne no desparecen en la vida de una persona aun cuando ésta le haya entregado su vida a Mashiaj. Lo que sucede es que ahora el creyente ya no es un esclavo del pecado y de sus deseos, porque el Ruaj haKodesh le ha dado el poder para vencer en esta lucha diaria.
En Mashiaj podemos decir: "¡Ya no soy esclavo; ahora soy libre!". Recordemos, hermanos, que como creyentes siempre tendremos una gran lucha con nuestros deseos y pensamientos, pero ellos no se podrán enseñorear de nosotros porque el Ruaj de Elohim nos dará la victoria para vivir una vida en santidad, sometiendo la carne de nuestro viejo hombre y haciendo crecer a Mashíaj, nuestro nuevo hombre. Por favor no creamos que por el hecho de tener malos deseos y pensamientos (que como ya dijimos, muchas veces NO SON NUESTROS sino de haSatán) no somos salvos, más bien pidamos al Ruaj que santifique nuestra vida y nuestra mente cada día.
3. "Creo Que No Soy Salvo Porque Estoy Enfermo Y Por Más Que Oro No Soy Sano"
Esta es una de las muchas dudas que HaSatán pone en la mente de los hombres para que ellos duden de su salvación. En general, la discusión se desliza en un péndulo que va desde "si estás enfermo, no eres salvo" hasta el otro extremo: "si soy salvo, no puedo estar enfermo". El problema radica, como siempre, en el hecho de que el cristianismo ha rechazado las bases del Tanaj como que hubieran pertenecido a otro Elohim, no al mismo, y creen que porque somos salvos, nada nos va a suceder, aún si pecamos. Inclusive, muchos dicen que no podemos pecar, y citan:
Todo el que ha nacido de Elohim no practica el pecado, porque la simiente de Elohim permanece en él, y no puede seguir pecando, porque ha nacido de Elohim. Yahanan Alef 3:9
Sin embargo, esto no sólo NIEGA LA REALIDAD, sino que también debemos tener en cuenta otra frase de Yahanan:
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguno peca, tenemos un abogado delante del Padre, a Yahshúa el Mashíaj, el justo. Yahanan Alef 2:1
¿Se contradice Yahanan, o se contradicen los que explican parcialmente? Esto es lo que sucede cuando tiramos partes a la basura: AGUJEROS EN LA COMPRENSIÓN. No hay contrariedad alguna aquí: cuando dice "el que ha nacido de Elohim" se refiere a nuestro nuevo hombre. Nosotros estamos en parcialidad y tenemos tanto el viejo como el nuevo hombre en nosotros, de manera que, EN NUESTRO NUEVO HOMBRE NO PODEMOS PECAR, PERO SÍ EN NUESTRO VIEJO HOMBRE. Y cuando ahí pecamos, nuestro nuevo hombre nos lleva a arrepentimiento delante de nuestro abogado y salvador, Yahshua.
¿Un creyente puede enfermarse o es inmune a las enfermedades? Yo me pregunto de verdad si creemos que somos IGUALES O DIFERENTES al resto del mundo. Acá el problema reside en la mala comprensión acerca de las enfermedades. Como un creyente enfermo transmite una idea de "fracaso", y como no estamos nunca dispuestos a admitir que, en cuestión de fracaso, LA CULPA DEBE SER NUESTRA, se la echamos a Elohim, diciendo que "todos enferman" (esto viene a ser, supuestamente, una cuestión de la "madre naturaleza", al parecer, y no de las leyes de Yahweh) o que "Es Su Voluntad" que no nos curemos. Nada más falso e hipócrita.
Si fallas en observar fielmente todos los términos de esta Torah que está escrita en este libro, para reverenciar este honorable y respetable Nombre, Yahweh tu Elohim, Yahweh te infligirá plagas extraordinarias a ti y a tu linaje, plagas extrañas y duraderas, enfermedades malignas y crónicas. Devarim 28:58-59
¿Es la enfermedad una señal de que hay un pecado en la vida de una persona? CIERTAMENTE QUE SÍ, COMO YAHWEH (QUE NUNCA CAMBIA) ASEGURA.
¿Si un creyente está enfermo es porque no es salvo? CIERTAMENTE QUE NO. Tampoco era cuestión de salvación en el momento en que dijo estas palabras, en la época del Tanaj. El tema de las enfermedades lo hemos cubierto en otros posts, y no voy a extenderme en ese tema aquí y ahora, los remito a leer OS-LB03 - Oración Para Destruir Semillas De Iniquidad Y Enfermedad. Sin embargo, quiero dejar más que claro el hecho de que CUALQUIER DESOBEDIENCIA O TRANSGRESIÓN COMETIDA NO NOS QUITA LA SALVACIÓN QUE YA NOS FUE DADA. Podemos quedar en un estado de alejamiento del Padre, pero no perdidos. La salvación no se pierde.
De manera que, si estamos enfermos, no permitamos que esa enfermedad sea motivo para que dudemos de nuestra salvación. Existen muchos motivos y causas espirituales para estar enfermos, y bastará que resolvamos la cuestión que Elohim nos muestra en cada enfermedad. Como con el resto de las situaciones por las que permite que atravesemos, no son para castigo sino para limpieza y purificación nuestra.
4. "Creo Que No Soy Salvo Porque Estoy Atravesando Por Grandes Adversidades En Mi Vida"
"Ven a Mashiaj y tus problemas se terminarán", "Ven a Mashiaj y tu crisis financiera finalizará", "Ven a Mashiaj y ya no estarás enfermo". Este es el ofrecimiento que de continuo se escucha de parte de algunos predicadores. ¿Acaso Yahshua ha Mashiaj prometió a sus seguidores ausencia de adversidades y aflicciones? ¡Claro que no! Estas no son promesas de Elohim, sino de los hombres, muchas veces con el objetivo de atraer o persuadir a las personas que busquen de Elohim. Pero esto es un gran error, porque en el momento en que estas personas no reciban lo que se les ofreció se sentirán defraudadas y dirán: "Me ofrecieron ausencia de problemas, pero estos continúan". Y como buscaron a Elohim por interés, lo que pronto harán es abandonar el ejército en el cual estuvieron pero del cual nunca fueron parte, esto fue lo que dijo Yahanan:
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. Yahanan Alef 2:19
Lo que nos debe llamar la atención en cuanto a este asunto, es que el Adón Yahshua nunca nos ofreció tal cosa, más bien él dijo: "El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su madero y sígame", "En el mundo tendrán aflicciones", "Cada día traerá su propio mal", "El que quiera seguirme piénselo bien, saque primero los cálculos del costo de seguirme, no vaya a ser que luego sean avergonzados por haber empezado y no poder terminar". Elohim nunca ha prometido a sus hijos ausencia de problemas y adversidades, sino más bien, victoria sobre ellos: "En el mundo tendrán aflicciones, pero confíen, yo he vencido al mundo".
Los hijos de Elohim debemos entender que las adversidades son parte de la vida y de este sistema caído, y mientras vivamos también atravesaremos momentos difíciles. Pero nosotros ahora hemos comprendido que no se trata de situaciones arbitrarias por las que debamos atravesar sino la forma en que Él nos lleva a pagar nuestras deudas para estar a cuenta en todo lo que de otra forma nos negaríamos a pagar, y al mismo tiempo, para cortar nuestra carne y edificar nuestro Mashíaj interior. Porque tenemos una certeza, y esta es que, a los que aman a Elohim, todas las cosas le ayudan para bien.
Tomando El Yelmo
Cuando Shaúl escribió a los Efesiyim acerca del yelmo de la salvación, es posible que a más de alguno tal analogía le haya parecido bastante familiar. En el libro de YeshaYah se nos describe cómo Elohim se vistió con la coraza de justicia y con el yelmo de la salvación:
Se vistió de justicia como una coraza, con un casco de salvación en su cabeza; se vistió con ropas de retribución, se envolvió de celo como con un manto. YeshaYah 59:17
Al referirse a esta escritura del Tanaj, Shaúl reitera que la armadura de Elohim es en todos los aspectos la misma armadura que él usa. Pero también nos hace considerar lo que significa la salvación, cuál es su relación con el yelmo y qué tiene que ver con nosotros.
¿Qué Es La Salvación?
La salvación básicamente significa ser salvo o librado de algo (ver ejemplos en Shemot 14:13 y MijaYah 7:6-8). En el B'rit Hadashá se usa salvación principalmente para referirse a la liberación de la muerte y la entrada al Reino de Elohim. Sabemos que este problema ha sido resuelto:
Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Elohim es vida eterna en el Mashíaj Yahshúa, nuestro Adón. Romaniyim 6:23
Pero Elohim demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, el Mashíaj murió por nosotros. Así que, ya que nos ha declarado justos mediante su sangre, con mucha más razón por medio de él nos salvará de la ira. Pues si, cuando éramos enemigos, la muerte de su Hijo nos reconcilió con Elohim, con mucha más razón, ya reconciliados, nos salvará su vida. Romaniyim 5:8-10
Porque de tal manera amó Elohim al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Yahweh no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Yahanan 3:16-17
Esto es bueno y aceptable delante de Yahweh nuestro Salvador, quien quiere que todos los hombres se salven y que lleguen al conocimiento de la verdad. Timotio Alef 2:3-4
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo; porque irás delante de Elohim para preparar sus caminos; para darle a su pueblo conocimiento de salvación en el perdón de sus pecados... Luka 1:76-77
En todas estas cosas, debemos continuar reflexionando y profundizando acerca de la salvación. La cobertura espiritual de nuestra mente está fundada en la seguridad de que somos salvos. Y también en el poder que Elohim nos da cuando somos salvos.
¿Cómo Recibimos La Salvación?
Entonces Shimón les dijo: "Arrepiéntanse y sumérjase cada uno de ustedes en el nombre de Yahshúa el Mashíaj, para que se les perdonen sus pecados, y recibirán el don del espíritu de santidad". MaAseh 2:38
Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes, pues es don de Yahweh. No es por obras, para que nadie se jacte. Efesiyim 2:8-9
Cuando recibimos a Yahshua ha Mashiaj como nuestro Adón, estamos recibiendo todo lo que Elohim tenía preparado para darnos. ¿No es eso asombroso? El más débil de los creyentes tiene en su poder todo lo que posee el más poderoso de los santos de Elohim. Ya lo tenemos todo, porque tenemos a Mashiaj, y en él se hallan cada una de las bendiciones espirituales y todo lo relacionado con la vida y la santidad.
Por lo tanto, tenemos todo lo que precisamos para vivir la vida tal y como Elohim se propuso que fuese.
Peeero... y aquí tenemos que poner un "pero" del tamaño del mundo, NO HAY UN USO INSTANTÁNEO DE ESTOS DONES, SINO UN DESARROLLO. Es como el padre que regala un auto a su hijo cuando tiene 5 años: aunque el niño tenga las llaves y el vehículo esté legalmente a su nombre, él no puede dirigirlo porque no tiene la edad requerida ni sabe manejar. Tendrá que crecer, aprender a manejar, sacar el carnet de conductor, y tener la edad adecuada para poder hacer uso del auto. Y aún así, a partir del primer día sólo comenzará a poner en práctica lo que ha aprendido, en buena medida, en teoría.
Teniendo en cuenta entonces el hecho de que YA RECIBIMOS NUESTROS DONES (en semilla, para hacerlos crecer), cualquier fracaso no es debido a que carezcamos de algo, sino a que NO LO HEMOS DESARROLLADO COMO CORRESPONDE. Esto no tiene nada que ver con "apropiarnos" o "decretar" cosas a los gritos. Por más que yo decrete a los gritos que el fuego se encenderá, mi comida no se cocinará a menos que yo encienda el fósforo. Así también la armadura no saldrá de su "caja" por arte de magia, a menos que yo misma me la coloque en el ruaj. Debemos colocarnos la salvación recibida como un casco que nos protege, cerrándonos a escuchar cualquier cosa que niegue esa realidad.
¿De Qué Nos Protege El Casco?
En nuestras cabezas nacen ideas y pensamientos, captamos el mundo interior y el exterior, damos forma y sentido a nuestras sensaciones, etc. Es la "sede" de la mente. Ya vimos que el principal campo de batalla se encuentra allí. Por eso debemos afirmarnos en que "tenemos la mente de Mashiaj". Y para eso debemos crecer cada día, llevando cautivo todo pensamiento a Él, sometiendo nuestra carne y PRODUCIENDO FRUTO DEL RUAJ. Porque nuestros pensamientos son, por lo general, carnales, errados y confusos, y sólo podemos comprobar que hemos crecido cuando tenemos frutos.
Debemos proteger nuestra mente porque dice la escritura que "como es su pensamiento en su corazón, tal es él". Sometidos al Ruaj haKodesh nos dará una memoria sobrenatural, porque nos hará recordar todas las cosas que Yahshua ha dicho.
En la cabeza también están nuestros ojos y la boca, que deben ser muy vigilados. En cuanto a los ojos, sabemos que influyen tanto en la formación de ideas y pensamientos, que Yahshua dijo que podría ser mejor sacarlos para entrar en el reino de Elohim y Yaakov habló claramente sobre la lengua. Solamente teniendo nuestra mente en orden, no sufriendo ninguna de las clásicas "invasiones" que el enemigo acostumbra intentar, es que tomamos conciencia de la autoridad que tenemos en Yahshua ha Mashíaj.
Los "agujeros" en el casco tienen que ver fundamentalmente con el no conocer las Escrituras. No conocerla por no leerla, por no estudiarla y por no escudriñarla, permitiendo así que el enemigo ponga en nuestra mente pensamientos que nos induzcan a error y confusión.
Otros agujeros tienen que ver con permitir que nuestros ojos y oídos jugueteen con el pecado: películas de terror, películas cargadas de obscenidad, revistas o folletos poco edificantes, programas televisivos con lenguaje soez y, además, no ejercer control alguno sobre nuestra propia lengua son algunas de las formas más conocidas.
Pero nosotros que somos del día seamos sobrios, vestidos de la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación. Tesaloniyim Alef 5:8
Una esperanza en la salvación, bien fundada y edificada, purifica el alma y la mantendrá protegida de HaSatán; cuidará la puerta al alma de ser atormentada por haSatán.
¿Cuál Es La Relación Entre La Salvación Y El Yelmo?
Pero nosotros que somos del día seamos sobrios, vestidos de la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación. Porque no nos ha puesto Elohim para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Adón Yahshúa el Mashíaj, quien murió por nosotros para que, ya sea que velemos o sea que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, anímense unos a otros y edifíquense unos a otros, así como ya lo están haciendo. Tesaloniyim Alef 5:8-11
Podemos recibir gran consuelo y esperanza si nos enfocamos en el sacrificio que hizo Yahshua ha Mashiaj por nosotros y en aquel Reino que nos espera, la meta de nuestra salvación. Esta esperanza hace las veces de un yelmo, protegiendo nuestra mente del desaliento y la desesperanza de este mundo.
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Yahanan 17:15-16
Los creyentes han sido llamados para salir de este mundo. Aunque estamos aquí, no pertenecemos a él y debemos permanecer apartados. Nuestra forma de vida, e incluso nuestra forma de pensar, deben ser diferentes. Debemos desarrollar la mente de Mashiaj (Filipiyim 2:5) y, como hemos visto, esto significa tener la ley de Elohim escrita en nuestros corazones y mentes para que nunca olvidemos obedecer al Eterno.
Sean sobrios y manténgase alerta. Su adversario, el Acusador, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar. Opóngansele, firmes en la fe, sabiendo que los mismos sufrimientos se van cumpliendo entre sus hermanos en todo el mundo. Kefá Alef 5:8-9
Nuestro enemigo detesta que hayamos escogido este camino y buscará destruirnos a como dé lugar. Tal como el casco protege la cabeza de un golpe letal, la esperanza de la salvación puede proteger nuestros pensamientos de los ataques enemigos y las tentaciones de querer desobedecer a Elohim. Saber que somos salvos y que nada ni nadie nos puede quitar esa salvación nos será de protección:
Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre. Yahanan 10:28-29
Sin el yelmo de salvación, estaremos desprotegidos de los "ataques de este mundo" que bombardean nuestros pensamientos y sentimientos. Imaginemos como sería no saber lo que depara el futuro. Estas preocupaciones, y los problemas propios de vivir en este mundo, nos agobiarían, y así sucede con todos los incrédulos que nos rodean. Ellos no tienen esperanza de una vida mejor, por lo que se aferran a los males de este mundo como si fueran lo mejor que existe.
Y el que se sembró en espinos, éste es el que oye el mensaje, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan el mensaje, y queda sin fruto. MattiYah 13:22
Lamentablemente, muchos creyentes tienen la misma actitud de miedo y depresión, como si no tuvieran promesas. Es necesario usar el casco de la salvación.
El Eterno es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Eterno es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Mizmor 27:1
Con el yelmo firmemente colocado, podemos tener la misma confianza que Shaúl tenía en que "las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros debe manifestarse" (Romaniyim 8:18). Entendemos que no importa lo que nos pase ahora, ni las pruebas que enfrentemos, porque tenemos la certeza de que al final del camino nos espera el Reino de Elohim y toda una eternidad bajo su gobierno perfecto. ¿Qué podría ser mejor que esto?
¿Cómo Evitamos Que El Casco Se Caiga?
La salvación es del Eterno; sobre tu pueblo sea tu bendición. Mizmor 3:8
Recordando siempre que la salvación viene de Elohim y que Elohim está de nuestro lado, si nos comprometemos a seguirlo y obedecerle de corazón, es imposible que perdamos la batalla por nuestra salvación.
Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: "Esta es la Morada de Yahweh con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Yahweh mismo estará con ellos como su Elohim. Y Elohim enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron". Hitgalut 21:1-4
Esta es la salvación por la que estamos luchando, porque queremos entrar a ese glorioso Reino. Nunca olvidemos esto, porque por eso luchamos y batallamos, por eso nos esforzamos y nos sacrificamos, para ser dignos de entrar en el Reino. Este Reino venidero vale cualquier precio que se deba pagar en esta vida. No importa lo que nos depare el futuro ni cuán brutales puedan ser los ataques de nuestro enemigo —sabemos que mientras permanezcamos con Elohim, nos moveremos lenta, pero inexorablemente hacia la victoria eterna. ¿Qué no daríamos por algo así?
Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Adón, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Timotio Bet 4:6-8
Shaúl tuvo esa visión. Él valoró mucho su salvación y diligentemente peleó la buena batalla. A medida que se acercaba al final de su vida, pudo afirmar con total confianza que recibiría la corona. Cuando Shaúl despierte en la primera resurrección, cambiará su yelmo de soldado por una corona de justicia más gloriosa, imperecedera y eterna: la corona de victoria de un soldado de Mashiaj. Nosotros también podemos asegurar nuestra victoria si, al igual que Shaúl, seguimos fielmente a Elohim y sus mandamientos con nuestra mente y corazón.
Aplicaciones Prácticas
Filipiyim 2:12 dice: "ocúpense en su salvación con temor y temblor". Cada uno es responsable por su propia decisión de aceptar o rechazar la invitación que Elohim le ha hecho para entrar en su Reino y con su ayuda permanecer en el camino de la obediencia.
Una lista muy buena que podemos usar para registrar nuestro progreso, es la que Shaúl escribió acerca de los frutos del Ruaj (GalutYah 5:22-23). Usemos las siguientes preguntas:
- ¿Qué tan bien estoy comunicando, viviendo y expresando el amor de Elohim? (Ver Qorintiyim Alef 13:4-7).
- ¿Estoy viviendo mi vida con una actitud de alegría, o de pesimismo?
- ¿Soy alguien que busca la paz, o que busca crear problemas?
- ¿Soy paciente, incluso en situaciones estresantes?
- ¿Demuestro amabilidad hacia otros a través de actos de servicio?
- ¿Qué tipo de entretenimiento permito en mi vida? ¿Está el tipo de entretenimiento que disfruto a la par con los estándares de Elohim?
- ¿Cumplo con mis compromisos, incluso cuando se hace difícil cumplirlos?
- Cuando debo resolver disputas con otros, ¿es mi actitud verbalmente abusiva, o manejo las cosas de manera gentil y respetuosa?
Después de responder estas preguntas (y las más que nos agregue el Ruaj), analicemos cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Después veamos lo que aún debemos trabajar. Tomémonos el tiempo necesario para meditar en el ruaj sobre cuáles son nuestras mayores debilidades, y comencemos a atacar la carne, sometiéndola al madero cada vez que surja la oportunidad. Las situaciones en las cuales el Padre nos coloca no son para castigarnos, sino para que confrontemos nuestras debilidades y las trabajemos. No son castigos, son oportunidades de crecer en Mashíaj.
Trabajando de esta manera, nos colocaremos el casco de la salvación de forma firme, y nunca nos lo quitaremos.
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