19 de agosto de 2020

OS-SI10 El Problema Del Orgullo Y La Soberbia



"Elohim resiste a los soberbios" Kefá Alef 5:5.

 

Este pasuk nos muestra el agudo veredicto de Elohim contra el soberbio, porque difícilmente podría haber algo peor que el hecho de que Yahweh no sólo retira su gracia, sino rotundamente se opone al soberbio.

 

Resistirse, hacer resistencia, significa: "no te acepto"; significa: "nada tengo que ver contigo, estoy apartado de ti", significa: "no tengo ningún tipo de comunicación contigo".

 

Tal vez nos quejamos de que estamos espiritualmente muertos, de que tenemos dificultades al orar, de que Elohim no contesta nuestras oraciones, de que como siempre estamos solos. La razón, puede ser la soberbia.

 

Por aquellos días Ezequías se enfermó gravemente y estuvo a punto de morir. Entonces oró al Adón, quien le respondió y le dio una señal extraordinaria. Pero Ezequías no correspondió al favor recibido, sino que se llenó de orgullo. Eso hizo que el Adón se encendiera en ira contra él, y contra Yahudá y Yahrushalayim. Luego Ezequías, junto con los habitantes de Yahrushalayim, se arrepintió de su orgullo, y mientras él vivió, el Adón no volvió a derramar su ira contra ellos. Dibrey ha Yamim Bet 32:24-26

 

Por causa de nuestro orgullo, Elohim se nos opone y rehúsa responder. O tal vez nos parezca que estamos llenos de maldición, que estamos malditos, que todo nos sale mal y no tenemos éxito en nada de lo que emprendemos, no importa cuánto esfuerzo hagamos... ¿y por qué? PORQUE ELOHIM NO PUEDE BENDECIRNOS: NUESTRO ORGULLO LE HA CERRADO LA PUERTA.

 

El enemigo va a hacer hasta lo imposible para que NO reconozcamos este pecado. La técnica más sucia que tiene él es evitar que conozcamos la verdad, evitar que sepamos por qué somos infelices, para así desviarnos definitivamente de los propósitos que Elohim tiene para nuestras vidas, y todo esto, por medio de la manipulación y lo oculto.

 

Al saber la verdad, quedaremos libres... por esto es que él trabaja tanto en lo oculto. Mientras no sepamos la verdad, estaremos atrapados en sus manos, por más espirituales que parezcamos. Él "oculta", y nos manipula para que siempre ese orgullo y esa soberbia estén disfrazados, tanto que ni nosotros lo sepamos y no lo podamos percibir.

 

Este orgullo escondido es el pecado más peligroso que un creyente puede tener.

 

 

El orgullo puede aparecer de muchas formas solapadas (ocultas) diferentes y sólo el Ruaj haKodesh puede darnos luz sobre estas cosas. El orgullo oculto puede acabar con nuestra vida espiritual y puede arruinarlo todo en nuestra vida. Tenemos que hacer todo lo posible por descubrir la soberbia en nuestras vidas.

 

El orgullo, la arrogancia y la soberbia, se definen en un sólo espíritu cuyo nombre es Leviatán.

 

Este espíritu es la raíz de todos los pecados, debido a que fue el pecado que llevó a HaSatán a rebelarse en contra de Elohim. Una persona que camina con orgullo, puede caer en cualquier pecado. Cada vez que una persona se enorgullece, le recuerda a Elohim la rebelión que ocurrió en el cielo. Hoy día, hay un sinnúmero de personas que han caído en pecado y no se han vuelto a levantar por causa del orgullo que anida en su corazón.

 

Otros sinónimos son: altivez, altanería, arrogancia, vanidad, etc. Como antónimos pueden citarse los siguientes: humildad, modestia, sencillez, etc. El principal matiz que las distingue está en que el orgullo es disimulable, e incluso apreciado, cuando surge de causas nobles o virtudes, mientras que a la soberbia se manifiesta a través del deseo de ser preferido por otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del yo o ego.

 

En términos negativos, la soberbia es una actitud orgullosa consistente en la percepción propia de la persona que se envanece a sí misma. Genéricamente se la define como la sobrevaloración del yo respecto de otros, para superar, alcanzar o superponerse a un obstáculo o situación, o bien en alcanzar una elevada desvalorización del contexto.

 

También se puede definir la soberbia como la creencia de que todo lo que se posee es superior, que se es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás, o de superar los prejuicios. El orgullo incita a la persona a sobrevalorarse, creyéndose capaz de hacer cualquier cosa por encima de los demás e incluso de sus propias capacidades, de las circunstancias o mejor dicho los contratiempos que se presenten.

 

Esta idea deriva directamente en que la persona orgullosa pone en segundo lugar a las demás personas, debido a que piensa que sus capacidades o que su valor no equiparan al suyo, lo que se considera arrogante.

 

La soberbia es vivir uno mismo creyéndose mejor que los demás. Una persona orgullosa, soberbia y arrogante, es aquella que tiene un exceso de autoestima y menosprecia a los demás. Alardea incluso de características que carece.

 

Generalmente es la gente que tiene más, es decir, posee un alto cargo en su trabajo, goza de una economía abundante y se les olvida que Yahweh les ha llevado a obtener todo eso, creen que lo logran por sí solos y no reconocen que algo superior, Elohim, es quien les ha concedido todo. En cierto modo, se creen dioses.

 

 

Características

 

Para entender mejor, veamos algunas características de las personas soberbias, las cuales nos ayudarán a analizar cuáles tenemos en nuestro interior. Es inútil que las neguemos, porque junto con el pecado de la rebeldía, SON INHERENTES A NUESTRO CUERPO DE PECADO. Las recibimos al nacer, herencia de nuestros padres Adam y Javá. De manera que negarlo es llamar a Abba de mentiroso:

 

Pero si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Yahanan Alef 1:10

 

 

  • Autosuficiente. La persona autosuficiente pone su confianza en sus habilidades naturales. No le gusta trabajar en equipo, tiene un espíritu individualista. El autosuficiente considera que no necesita de los demás y siempre pone una excusa para no trabajar en grupo. En casos extremos, es un individuo que vive independientemente de Elohim.

 

  • Perfeccionista. El perfeccionismo es uno de los resultados de la soberbia, y refleja lo que hay en el corazón. Por ejemplo, la persona perfeccionista nunca está conforme consigo misma ni con lo que hace, y tampoco se pone de acuerdo con los demás. El perfeccionista se pone metas o normas de exigencia por encima de lo normal; si las consigue, se siente superior; si por el contrario, no las consigue, se frustra, se critica y se menosprecia a sí mismo y a los demás. Este perfeccionismo es exagerado, obviamente, ya que no es malo buscar hacer las cosas de la mejor manera posible, al contrario.

 

  • Egoísta. Es una persona que trata de satisfacerse a sí misma sin importarle los demás. Esto es un gran problema en el matrimonio y es la razón de muchos divorcios. El hombre orgulloso y soberbio llega a pensar que nada lo va a satisfacer en esta vida. Trata de llenar su ego con dinero, fama, sexo y cualquier cosa que crea que puede saciarlo. Busca la auto-gratificación a toda costa y siempre está pidiendo más; nunca logra estar satisfecho, porque su vacío es de Elohim.

 

  • Competitiva. Una persona a la que le gusta la competencia es soberbia, pues lucha por sobresalir y ser reconocida. Al competitivo le gusta llamar la atención y conseguir los aplausos. A veces se esfuerza simplemente para llamar la atención. Pero nuestra única competencia es contra nuestro viejo hombre, contra nuestra carne.

 

  • Rencorosa. La persona rencorosa tiene grandes dificultades para perdonar, no puede aceptar las ofensas porque hieren su ego. Es muy vengativa y siempre está preocupada por su reputación. Este tipo de persona prefiere razonar y complacer su orgullo antes que perdonar. Sin embargo, si cultiva la humildad, no le importará si la herida es grande o pequeña, conseguirá perdonar.

 

  • Voluntariosa y ambiciosa. Esta gente siempre quiere hacer su voluntad. Dice frases como: "eso debería hacerse así" o "yo lo haría diferente y mejor". Y si no lo dice, de cualquier manera lo piensa, e inclusive puede hacerlo sólo para mostrar que puede realmente hacerlo mejor. Es ambiciosa y siempre quiere tener una posición de alto rango en el trabajo, en la iglesia y en todo lugar. Cada vez que se le manda a hacer algo, lo hace a su manera. Le cuesta creer en la palabra de Elohim.

 

  • Contenciosa. "Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes está la sabiduría" (Mishlei 13.10). La persona es peleadora, porque para satisfacer las demandas de su orgullo, está siempre tratando de probar que está en lo correcto. Siempre se está justificando y discutiendo para demostrar que es mejor y superior que cualquier otra persona, a la que pueda estar viendo como una amenaza.

 

La incredulidad es el producto de la soberbia en un grado avanzado. La persona soberbia se caracteriza por ser y trabajar independientemente de Elohim; y también, por creer que en sus propias fuerzas, puede lograrlo todo y poseer las bendiciones de Yahweh por sí misma. Hay ocasiones en que nuestra fe no crece porque hay soberbia en nuestros corazones; porque dependemos mucho de lo que sabemos, y nos cuesta descansar en Elohim.

 

Yahweh no nos va a usar por lo buenos que seamos o porque conozcamos mucho la Biblia. Elohim nos va a usar por Su misericordia y por Su gracia, PORQUE ESTAMOS PERMITIENDO QUE ÉL QUEBRANTE NUESTRA CARNE PARA QUE NUESTRO YAHSHUA INTERIOR CREZCA. La soberbia es la raíz de todo pecado, la raíz de toda debilidad, la raíz de toda independencia de Elohim; por lo tanto, probemos nuestro corazón, para identificar si tenemos orgullo en algún área de nuestra vida.

 

 

Conductas

 

Algunas conductas que surgen del orgullo son las siguientes (cuanto más manifiestas sean, más deberá ser trabajado el punto):

 

1.    Deseo Compulsivo Por Recibir Alabanza De La Gente

Son personas que están buscando y desean con anhelo tener reconocimiento, distinción, alabanzas por parte de los demás. Se pasan buscando que los demás les admiren, y les hacen ver a todo el mundo lo que han logrado y todo lo que tienen, o lo que hacen, o lo que pueden hacer, o lo que sea el motivo de su orgullo.

 

Y acá muchas veces los demás caen el punto de querer obtener algún beneficio de esa persona, incluso hay quienes se prestan a alabar a alguien con tal de decirse su "amigo" porque eso les abre puertas. Una cosa es que tengamos el talento para algo y otra que los demás nos digan algo para congraciarse con nosotros.

 

Por lo general son personas que se auto-exaltan. Están buscando que los alaben y los aplaudan. Cualquier cosa que hacen la hacen pensando en "cómo se verá", y en "cómo la verán". Saborean de antemano la recepción de los demás.

 

2.    La Persona Está Siempre Hablando De Sus Logros Y Éxitos

Todos tenemos dones y talentos que nos fueron dados. Hay quienes los usan, mientras que otros ni se apuran por descubrirlos o no los trabajan, pero hay otros que les sacan selfies todo el tiempo. A veces de sí mismos, a veces de las cosas que han adquirido. "¿Viste lo que me compré?". Cuanto más la persona se centra en sí misma, en sus logros, adquisiciones, lo que es, lo que hace, lo que piensa, siente, compra, etc., etc., más cae en la soberbia. Pero lo que Abba nos da no es para competir con los demás, sino para agradecerle a Él, en privado.

 

Pero hay muchas personas que viven en plena competencia por lo que los demás poseen, logran, dicen o hacen. Y eso de andarse comparando es complicado, porque para poder lograrlo TODO EL TIEMPO, es necesario colocar a los demás por debajo de uno (aún cuando no sea verdad). Entonces comienzan a aparecer los espíritus de desprecio, menosprecio, desvalorización, ridicularización, etc.

 

3.    Siempre Desea Tener El Control

Esto abarca a todas las personas que desean controlar a los demás, que no aceptan que cada quien tenga su propia opinión o un gusto diferente. Quieren que la gente sea a su imagen y semejanza, que piensen como piensan, que hagan o diga lo que él haría o diría.

 

Son aquellas personas que deciden por los demás, casi son como dictadores porque no aceptan nada que no sea lo que ellos imponen: todo tiene que encajar con lo que piensan, o "se van". Siempre tienen la respuesta de cómo TODO EL MUNDO debe hacer las cosas (a su manera): cómo vestir, qué hacer, qué leer, qué opinar, etc.

 

4.    Regocijarse por el fracaso de otros y resentirse por el éxito de los demás

"Qué bien que le pasó eso", "Bien merecido que se lo tenía", "Algo habrá hecho para merecerse eso", "Se cosecha lo que se siembra", son algunas frases típicas para identificar a estas personas. Son aquellas personas que se regocijan cuando alguien fracasa y se alegran cuando a alguien le va mal, hacen leña del árbol caído.

 

Quien no ha caído en esto alguna vez, porque hasta la persona más buena en algún momento, aunque no lo haya dicho, de pensamiento ha juzgado a otro; somos seres humanos, pero para algunos eso es deporte.

 

5.    Deseo de defenderse de la crítica

La persona se excusa de todo, no reconoce sus errores, siempre trata de tener una explicación o de encontrar un culpable para cuando se equivoca, y buscaba la forma de convencer a los demás con justificaciones. No hay forma de exponer su carne porque o se ofende o rechaza.

 

No tiene la capacidad de analizar la crítica para al menos discernir por qué surge esa llamada de atención, si es algo que el Ruaj quiere que vea, y si puede sacar provecho de eso. No es capaz de recibir corrección. Esta persona es un soberbio endurecido. La incapacidad de recibir corrección puede ser defensiva (agresión o alejamiento, tanto da, pero es un paso directo de la carne), o pasiva, de una persona ya enceguecida a su propia realidad.

 

6.    No consigue pedir perdón

Una persona que ha permitido que la soberbia habite en su vida, no reconoce que se ha equivocado, y por eso a veces, las bendiciones se demoran porque ofende, se equivoca y no pide perdón, lastima corazones, destroza a otras personas con sus actos o palabras y no se arrepiente ni pide perdón, y por eso se colocan a sí mismos bajo juicio y condena.

 

 

Conociendo estas características que describen perfectamente a una persona soberbia, orgullosa, arrogante, ahora es necesario salir de esto. Al final de cuentas, el orgullo y la soberbia son dos de las condiciones básicas (junto con la rebeldía) que recibimos en nuestro ADN espiritual, de manera que desde el momento en que recibimos a Mashíaj y a nuestro nuevo hombre, en el momento en que el viejo hombre es clavado en el madero, YA TENEMOS CÓMO COMENZAR A CONFRONTAR NUESTRO CUERPO DE PECADO: HACIENDO CRECER NUESTRO NUEVO HOMBRE.

 

La soberbia y la vanidad no sirven de nada. Bien dijo Shlomó que "donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; pero donde hay humildad, habrá sabiduría".

 

 

¿Cuáles Son Los Síntomas De La Soberbia Y El Orgullo Entonces?

 

Hagamos una pequeña evaluación en este momento:

 

1.    Nos molestamos mucho cuando la gente nos presta poca atención.

2.    Nos molestamos cuando nos hacen esperar.

3.    Somos muy independientes: no nos gusta depender de nadie, somos autosuficientes.

4.    Si se olvidan de halagarnos por un logro, un premio, un ascenso o un reconocimiento, nos molestamos.

5.    Nos molestamos si los amigos se olvidan de nuestro aniversario o de una reunión marcada.

6.    Tendemos a cuestionar a los superiores y a pensar que nosotros deberíamos estar en su lugar; esto es lo que hizo haSatán cuando era querubín.

7.    Queremos que nos tengan en cuenta en todo, si nos dejan de lado por algún motivo nos ofendemos.

8.    Siempre queremos tener la razón en todo.

9.    La opinión de los demás es poca cosa.

10.  Nos cuesta mucho perdonar y pedir perdón.

11.  Somos arrogantes y altaneros, somos respondones, no permitimos que "nadie nos pase por encima".

12.  Nos cuesta reconocer ante la gente la belleza, capacidad, talento, de otra persona, o nunca lo hacemos.

13.  Nos resulta muy fácil poner en ridículo a los demás, burlarnos o ser irónicos.

14.  Fácilmente pensamos en la revancha: "El que la hace la paga".

15.  Creemos que separados de Mashiaj podremos enfrentar nuestro matrimonio, nuestro trabajo, nuestra vida.

16.  No reconocemos cuando hemos fallado; siempre nos justificamos (es decir, no reconocemos nuestros errores)

17.  No queremos recibir ayuda, ni favor de nadie: nosotros podemos SOLOS con todo.

18.  No recibimos consejo de nadie: nosotros ya lo sabemos todo. (No somos enseñables, no estamos abiertos)

19.  No aceptamos ninguna crítica, aunque sepamos que es para nuestro bien.

20.  No somos agradecidos con nadie. En el fondo pensamos que la gente tiene que sacrificarse por nosotros, o tiene que darnos lo que necesitamos, porque nos merecemos ese trato.

 

Resultados: Si tenemos más de 5 respuestas positivas, entonces estamos con problemas de soberbia.

 

 

Si pedimos a Elohim que Él mismo trate con esta área de nuestra vida, Él, como Padre, lo va a hacer, pero tenemos que estar dispuestos a dejar ser tratados y el tratamiento puede ser durísimo:

 

  • Elohim puede poner en nuestro camino a alguien que no quiera perdonarnos.
  • Elohim puede hacernos bajar de ese alto lugar que ya tenemos en nuestro trabajo.
  • Elohim puede hacer que nos nieguen un reconocimiento justo.
  • Elohim puede hacer que quedemos parados en una recepción, y no nos den lugar.
  • Elohim puede hacer que tengamos que escuchar críticas hacia nosotros y no podamos defendernos.
  • Elohim puede hacer que tengamos que pedir favores o ayuda.
  • Elohim puede hacer que otro deba pagar una cuenta que nosotros no podemos pagar.
  • Elohim puede hacer que tengamos que ir a pedir perdón.
  • Elohim puede hacer que tengamos que ir a suplicar, implorar.
  • Elohim puede hacer que nos hagan esperar mucho.

 

Sea cual fuera el método de Elohim, tenemos que estar dispuestos a ser tratados por Él, si queremos salir de la vida miserable del orgullo. La verdad, no hay tratamiento "suave" para el orgullo, porque TODO LE AFECTA. Toda situación humillante que se presente en nuestra vida, trabajará para "matar" el orgullo.

 

Si estamos dispuestos a pagar el precio, nuestro orgullo comenzará a derrumbarse. Tenemos que quedarnos quietos y no estar tratando de llamar la atención hacia nosotros. Si todo esto hacemos por amor a Yahshua, El honrará nuestra decisión. Yahshua pudo decir que Él era humilde de corazón (MattiYah 11:29), pero sin embargo ¡Él tenía una majestad, una autoridad y una sabiduría que nadie tuvo jamás! El venció el pecado y el poder del orgullo, y si lo invocamos El vendrá en nuestra ayuda.

 

No podemos hablar con falsa humidad y decir que somos como cucarachas o gusanos, porque eso es ir contra la palabra de Elohim que dice que somos semejantes a ÉL, pero tampoco podemos pretender ser los primeros, ser los reconocidos, o ser siempre recordados: esto a Elohim NO AGRADA EN ABSOLUTO, nos hace demasiado parecidos con haSatán.

 

Que cada uno conozca sus limitaciones, sus capacidades y tenga mucha sencillez en su corazón, que el Ruaj haKodesh nos exponga por doloroso que resulte para nuestra carne, para que podamos ir clavándola en el madero cada día.

 


La Estrategia De haSatán

 

Ahora debemos analizar cómo haSatán actúa frente a esta condición y como aprovecha esta identificación. Primero que todo debemos revisar la estrategia de haSatán a nivel general, debemos tener en cuenta quien es cuáles son sus objetivos y cómo actúa.

 

Sabemos que haSatán es el enemigo declarado de Elohim y por tanto de Su misión, que es el príncipe del mundo por el momento. Por tanto haSatán buscará siempre hacernos caer y mantenernos bajo su control, alejándonos del Padre, y para ello usará toda herramienta, subterfugio, trampa o condición para lograrlo. Al fin y al cabo su astucia y experiencia excede la de cualquier mortal.

 

HaSatán nos conoce, nos ha estudiado por años, conoce nuestras flaquezas, nuestras debilidades y sabe en qué y dónde somos más vulnerables y siempre estará atento a sorprendernos en nuestra debilidad. Estamos en guerra, y luchamos cada batalla. Cada vez que estamos expuestos a una tentación, una batalla se inicia entre la legión angelical y la legión diabólica, el resultado dependerá de dónde nos encontremos y de qué lado nos ponemos. ESTO DEFINE EL RESULTADO FINAL, si nos inclinamos al mal estaremos del lado de haSatán y de su legión, NO podemos jugar en ambos bandos.

 

 

Ahora vamos a revisar la estrategia diabólica en el caso de la soberbia y cómo aprovecha cada identificación nuestra frente al mundo. Muchos de los conceptos que traemos arraigados dentro nuestro, obedecen a conceptos de separación, mientras más nos sintamos separado de los demás, más oportunidades tiene HaSatán de usar esa distancia en nuestra contra. Es allí donde empezamos a equivocarnos.

 

Para comenzar, nuestra identidad personal y cada "yo soy" que utilizamos inicia este proceso, es la forma como nos sentimos individuales y separados de los demás. El "yo soy" en todas sus variantes de la identidad personal. Ojo, no estoy acá refiriéndome al Yo Soy de Yahweh, evidentemente, sino a cada vez que nos creamos una etiqueta "yo soy" que define alguna característica propia. Esto incluye tanto las buenas como las malas, pero acá vamos a concentrarnos en las buenas... las excesivamente buenas sobre todo.

 

Cada etiqueta "yo soy" crea una identificación única y concreta de nuestro ser, pero a su vez NOS SEPARA DE LOS DEMÁS. Con cada "yo soy" que agregamos a la lista, más barreras colocamos entre nosotros y los demás, porque nosotros autodefinimos por las diferencias. Veamos cómo la identificación trabaja y como es aprovechada por haSatán.

 

La nacionalidad. El creernos "argentinos, mexicanos, chilenos, colombianos, españoles", etc. Esta identificación, que inicia desde muy pequeños, crea en nosotros una separación con relación a los que pertenecen a otras nacionalidades, lo cual es utilizada para hacernos actuar de tal o cual modo, de acuerdo con la conveniencia. Esto se maneja a nivel social cuando hay problemas fronterizos, guerras, etc., y se mantiene "activado" creando separaciones constantes en las que el pueblo es adoctrinado a fomentar esa separación, caso más evidente, A TRAVÉS DEL FÚTBOL. Este mismo concepto es aplicable al apreciar, despreciar o menospreciar a los que nacen en otras regiones, lugares, sean o no de un mismo país.

 

Lamentablemente, esto es ampliamente aceptado por la mente borrega de las masas, que aceptan cumplir su papel de odio y división cada vez que se encuentran con el "enemigo" (que evidentemente NO LO ES). HaSatán consigue así mantener separados a los que naturalmente estaríamos unidos. Dividir para reinar.

 

La soberbia sale a flote cuando nos sentimos "ofendidos" debido a que nuestra "soberanía" está siendo afectada y es cuando sentimos como propia la ofensa. Igualmente, si nos sentimos separados por otros conceptos como sexo, raza, posición social y económica, estudios, edad, etc. Nosotros somos los "pobres latinos" de América, detrás de los yankies, pero peor están los "africanitos" o los "chinitos", etc. Siempre es despreciativo y comparativo.

 

La religión. También nos dividimos por cualquier diferencia de interpretación o por doctrinas, sin comprender que somos seres humanos limitados que no podemos sino recibir las cosas parcialmente y de forma incompleta, en estos cuerpos caídos, y sólo demostramos lo que tenemos en nuestro interior cada vez que provocamos disensiones y divisiones.

 

Hermanos, les ruego por el nombre de nuestro Adón Yahshúa el Mashíaj, que se pongan de acuerdo y que no haya más disensiones entre ustedes, sino que estén completamente unidos en el mismo pensar y en el mismo parecer. Porque acerca de ustedes, hermanos míos, me han informado los de Cloé que entre ustedes hay contiendas. Me refiero a que uno de ustedes está diciendo: "Yo soy de Shaúl", otro "yo de Apolo", otro "yo de Kefá" y otro "yo del Mashíaj". ¿Está dividido el Mashíaj? ¿Acaso fue Shaúl ejecutado en un madero por ustedes? ¿O se han sumergido en el nombre de Shaúl? Qorintiyim Alef 1:10-13

 

Shaúl nos habla de la humildad así:

 

Hermanos, todo esto lo he aplicado a mí y a Apolo como ejemplo por causa de ustedes, para que aprendan por medio de nosotros a no pasar más allá de lo que está escrito, y para que no se envanezcan, favoreciendo al uno contra el otro. Pues, ¿quién te concede alguna distinción? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido? Qorintiyim Alef 4:6-7

 

 

Estamos propensos a sentirnos ofendidos por estas diferencias y allí nacen radicalizaciones como el feminismo o el machismo (fomentadas por el sistema satánico para causar más y más divisiones internas), el sentirnos superiores o inferiores a los demás en lo económico, lo social o lo profesional, en el racismo y sus derivados al separarnos por color o alguna otra característica, no olvidemos que la Segunda Guerra Mundial se fundamentó en la diferencia racial entre los Arios y los Judíos. Y la tercera parece que será entre Árabes y Sionistas. En general cada cosa que nos separa de otro ser humano, puede inclinar la balanza y hacernos llenar de soberbia.

 

Así nos separamos porque "no tienes la misma religión que yo", o "los mismos linajes que yo", porque pertenecemos a diferentes grupos dentro de la comunidad, o somos hinchas de distintos equipos de fútbol, y tantas otras cosas.

 

Las posesiones y el sentirnos propietarios de algo o alguien, en igual forma nos separa de los demás, por ejemplo los celos: es un acto en el cual nos sentimos ofendidos debido a que alguien a "osado" mirar o tocar nuestra posesión, somos capaces hasta de matar a otro ser humano por dicha ofensa, la cual puede ser el mirar a "MI mujer", intentar apoderarse de un objeto de mi propiedad, etc.

 

La soberbia nos hace creernos superiores a los demás ya que pensamos que nuestro valor está asociado al poder, la fama, nuestro prestigio, nuestros títulos y estudios, nuestra dignidad o gobierno y muchas otras cosas, y cuando alguien que consideremos inferior nos desafía reaccionamos airadamente llenándonos de soberbia. Interesantemente, cuidamos nuestras reacciones cuando el otro es más "fuerte" (o poderoso, o lo que sea considerado superior).

 

Basta pensar en que alguien de una posición social inferior no nos mire con la dignidad que deben tener según nuestro criterio para reaccionar negativamente. Este sentimiento de superioridad nos hace creernos únicos, indispensables, de mayor valor, y de poseer derechos a los cuales a otros no se les concede, y es cuando la intolerancia, la vanagloria, el orgullo, los celos, la vanidad, el egocentrismo, la elevada autoestima, la hipocresía, la prepotencia y el rencor echan raíces en nuestro corazón.

 

Los derechos que consideramos adquiridos también causan estragos similares en nuestro corazón, muchas de las reglas establecidas en nuestra sociedad que sirven para regular un servicio por ejemplo, se pueden convertir en actos de soberbia cuando sentimos que estos derechos han sido violados.

 

El que alguien pase un semáforo en rojo cuando nosotros tenemos derecho a la vía, nos "habilita" aparentemente para llenar de insultos y ofensas al infractor, o el no respetar el derecho que adquirimos al hacer una fila en un banco causa que hagamos un gran alboroto y nos sintamos ofendidos. La soberbia aparece cada vez que dejamos aflorar y damos cabida a cualquiera de estas circunstancias que obedecen a "tentaciones" de haSatán y nos rendimos a su poder.

 

El tener "la razón en algo" puede generar conflictos cuando existen diferencias de opinión, allí la soberbia aparece levantando la voz y ofendiendo al interlocutor. En esta forma haSatán siempre está pronto para aprovechar esta identificación, para hacer que nosotros inclinemos la balanza a su favor y caigamos en pecado.

 

 

La Respuesta De Yahshua

 

Al igual que haSatán tiene una estrategia general que busca nuestra condenación, el Adón Yahshua nos dejó una hermosa enseñanza antes de su muerte. En MattiYah 26:40ss, estando el Adón en Getsemaní, invitó a tres de sus discípulos a velar con él, y mientras se apartó, sus discípulos se durmieron y al encontrarlos así les dijo:

 

Manténganse alerta y oren, para que no caigan en tentación. El espíritu, en verdad, está bien dispuesto; pero la carne es débil. MattiYah 26:41

 

Esta enseñanza nos muestra una de las fórmulas más extraordinarias que el Adón nos regala para el momento que nos encontremos frente a la tentación. Recordemos que en la oración del Padre Nuestro oramos siempre "No nos dejes caer en tentación", lo cual significa que la tentación SIEMPRE ESTARÁ PRESENTE como una constante en nuestra vida, pero pedimos que ante ella, el Adón nos ayude a pasar la prueba.

 

Adicionalmente declara que aunque tengamos la voluntad de cumplir con los mandatos de Elohim, nuestra carne tiende a pecar. Al ordenarnos mantenernos despiertos o velar, nos muestra cómo debemos permanecer: ALERTA, siempre atentos a la presencia de HaSatán y a detectar las señales que nos indican la posible presencia de una tentación.

 

Estas señales generalmente aparecen como una sensación de molestia o incomodidad o a través de pensamientos relacionados, un ejemplo podría ser algún pensamiento en el cual nos sentimos superiores a otro en cualquier orden, termina llevándonos a una tentación y es aprovechado por HaSatán para iniciar el ataque. El Ruaj siempre nos alertará de estos síntomas a través de nuestro ruaj, si es que estamos en verdad conectados con Él y lo escuchamos, si no somos creyentes carnales, de esos que aún siendo salvos CONTINÚAN PECANDO EN SU CARNE.

 

Para hacer frente a esto, el Adón nos invita a ORAR. En la oración siempre encontraremos las fuerzas para evitar el pecado. En MattiYah 21:22 el Adón nos dice:

 

Todo lo que pidan en oración, si tienen fe, lo recibirán.

 

El poder de la oración con fe es una las más grandes herramientas para combatir el pecado.

 

Por eso les digo que todo lo que pidan en oración, crean que lo han recibido, y lo obtendrán. Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que su Padre que está en los cielos también les perdone a ustedes sus ofensas. Mordejai 11:24-25

 

Aquí nuevamente el Adón nos muestra el poder de la oración unida al perdón y cómo, cuando se realiza con fe, se obtendrá el beneficio solicitado.

 

Había un hombre en Cesarea llamado Cornelio, oficial militar de la compañía llamada la Italiana. Era devoto y respetuoso de Yahweh con toda su familia; hacía muchas obras de caridad para el pueblo y oraba regularmente a Yahweh. Como a la hora novena* vio claramente en visión a un mensajero de Yahweh que entró a donde él estaba y le dijo: "Cornelio". Él se le quedó mirando fijamente y, lleno de miedo, le preguntó: "¿Qué es, Adón?". Y él le dijo: "Tus oraciones y tus obras de caridad han subido como memorial delante de Yahweh. MaAseh 10:1-4

 

Cornelio, centurión de la corte, es premiado por el Adón y nos muestra cómo nuestras oraciones van directamente a la presencia de Elohim.


Él nos ha dicho:

 

"Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Yahanan 14:6

 

POR ESO LA UNIÓN EN MASHIAJ NOS PERMITE SALVAR TODOS LOS OBSTÁCULOS QUE NOS CREAN LOS CONCEPTOS DE IDENTIFICACIÓN Y DE SEPARACIÓN DEL PRÓJIMO.

 

Comencemos con:

 

...así nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en el Mashíaj, y como miembros, todos nos pertenecemos unos a otros. Romaniyim 12:5

 

El que haya un solo pan significa que nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues todos participamos de un solo pan. Qorintiyim Alef 10:17

 

Una y otra vez la Biblia nos muestra cómo somos UNO SOLO en Mashiaj (es decir, somos SU CUERPO) y que nuestro concepto de separación obedece a una estrategia demoníaca, en donde desde la misma creación del mundo, con la caída de Adam y Javá por haSatán, se inició el proceso de la separación del Creador.

 

Por tanto debemos empezar a NO CREAR EXCUSAS PARA SENTIRNOS SEPARADOS DE LOS DEMÁS, POR EL CONTRARIO DEBEMOS ESTIMULAR NUESTRA MENTE A ENCONTRAR SIMILITUDES CON LOS HERMANOS PARA SENTIRNOS MÁS UNIDOS A ELLOS. Nuestro sentido de superioridad también es tratado por el Adón en muchas ocasiones gracias a nuestros hermanos. Si no permitimos eso, ABBA SÓLO PODRÁ TRATARNOS POR MEDIO DE LOS HOMBRES DEL MUNDO. No será nada agradable.

 

La única forma de evitar la soberbia es practicando asiduamente la humildad, la tolerancia, el amor fraterno y la unidad EN MASHIAJ.

 

 

Estrategias Personales

 

Ya que tenemos una tendencia natural a la separación podemos empezar a pensar en forma diferente. Como respuesta al "yo soy" que nos identifica con el mundo, podemos utilizarlo cambiando de la identificación al mundo a una identificación creyente, por ejemplo: "Yo soy un/a hijo/a de Elohim y me llaman XXX. Yo nací en Yahshua, en el Reino de los Cielos". Así rompemos el esquema mundano de pensamiento y nos reconocemos primero en el Adón. Nuestra posición mundana ya no tiene la menor importancia, excepto para fines del sistema y siempre que no se oponga al Reino de los Cielos. De esta manera evitamos hacer afirmaciones como "yo soy Fulano/a" o "yo soy mexicano/a, argentino/a", etc.

 

Los sentimientos de superioridad pueden ser aplacados, con los pensamientos y el ejemplo de humildad que Yahshua nos da, en donde la humildad inicia desde su nacimiento en un pobre establo, naciendo sobre la paja y termina en un madero, blasfemado, insultado y asesinado.

 

Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus vidas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. MattiYah 11:29-30

 

Debemos tomar conciencia que tal como HaSatán nos ha estudiado y conoce cuándo y dónde tentarnos, así también nosotros debemos prepararnos para la batalla, aprendiendo de cada caída, analizando cada vez que caemos en tentación, analizando los "porqués", cuándo, dónde, cómo, qué pensamientos y sentimientos precedieron al pecado.

 

Debemos aprender a cargar el madero y con cada caída, estudiar cómo haSatán actuó y nos llevó a pecar; este análisis nos permitirá determinar si la soberbia sucedió por nuestro sentimiento de superioridad, de posesión, por creernos con la razón, etc. y realizar los correctivos necesarios para corregir el error: destruir lo malo de nuestra carne y desarrollar lo bueno de Mashíaj que se opone a haSatán.

 

 

 


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Oración De Liberación Del Espíritu De Orgullo Y Soberbia



EL MANÁ

 

Miradas arrogantes, un corazón orgulloso —la labranza del malvado es pecaminosa. Mishlei 21:4

 

Toda persona arrogante es abominación a Yahweh; ciertamente, no quedará sin castigo. Mishlei 16:5

 

Seis cosas detesta Yahweh; siete son una abominación para él: una actitud altiva... Mishlei 6:16-17a

 

No seas sabio en tu propia opinión; respeta a Yahweh y evita el mal. Mishlei 3:7

 

El orgullo de un hombre lo humillará, pero el humilde obtendrá honor. Mishlei 29:23

 

No hablen más con altanero orgullo, que ninguna arrogancia cruce sus labios. Porque Yahweh es un Elohim omnisapiente; él mide las acciones. Shemuel Alef 2:3

 

Así ha dicho Yahweh: "No se enorgullezca el sabio de su sabiduría, ni se enorgullezca el valiente de su valentía, ni se enorgullezca el rico en sus riquezas. Solamente en esto debe uno enorgullecerse, en ferviente devoción a mí. Porque yo Yahweh actúo con bondad, justicia y equidad en el mundo; porque en estas cosas me deleito –declara Yahweh. YirmeYah 9:23-24

 

Feliz el hombre que ha puesto en Yahweh su confianza, y no acude a los insolentes que se desvían tras la mentira. Mizmor 40:4

 

¡Ay de los que son sabios –en su propia opinión; de los que son prudentes –en su propio juicio. YeshaYah 5:21

 

Vivan en armonía unos con otros; no piensen en grandezas; que los atraiga lo humilde; no se tengan por sabios en su propia opinión. Romaniyim 12:16

 

Asimismo ustedes, jóvenes, estén sujetos a los ancianos; y revístanse todos de humildad unos para con otros, porque: "Yahweh se opone a los arrogantes pero da gracia a los humildes". Kefá Alef 5:5

 

A unos que confiaban en sí mismos como que eran justos y menospreciaban a los demás, les dijo esta parábola: "Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo; y el otro, publicano. El fariseo se puso de pie y empezó a orar en silencio de esta manera: "Elohim, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni siquiera como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo". Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "Elohim, ten piedad de mí, que soy pecador". Les digo que éste bajó a su casa justificado, y el primero no. Porque a todo el que se ensalza lo humillarán, y al que se humilla lo ensalzarán". Luka 18:9-14

 

Pues observen, hermanos, a quiénes han llamado: No hay muchos sabios según lo humano, ni muchos pudientes, ni muchos nobles. Más bien, Elohim ha elegido a los necios del mundo para avergonzar a los sabios, y a los débiles del mundo Elohim los ha elegido para avergonzar a los fuertes. Elohim ha elegido a los viles del mundo y a los menospreciados; a los que no son, para deshacer a los que son, para que nadie se jacte delante de Elohim. Por él están ustedes en el Mashíaj Yahshúa, a quien Elohim hizo para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: "El que se gloría, gloríese en Yahweh". Qorintiyim Alef 1:26-31

 

Respetar a Yahweh es odiar el mal; yo odio el orgullo, la arrogancia, el camino malo, y la duplicidad en el habla. Mishlei 8:13

 

Canción de las subidas. Oh Yahweh, mi corazón no es orgulloso ni mi mirada altiva; no aspiro a grandes cosas ni a lo que está fuera de mi alcance; sino que he aprendido a estar contento como un niño destetado con su madre; como un niño destetado soy en mi mente. Oh Yisrael, espera en Yahweh ahora y siempre. Mizmor 131:1-3

 

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es celoso. El amor no es jactancioso, ni es arrogante. No es grosero, ni es egoísta. No se irrita, ni lleva cuentas del mal. No se alegra de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Qorintiyim Alef 13:4-7

 

 

LA ARMADURA

 

Ahora me fortalezco con el gran poder de Yahshua Ha Mashiaj y me coloco toda la armadura de nuestro Elohim, para hacer frente a todas las artimañas de haSatán.

 

Me ciño con el Cinturón de la Verdad, me protejo con la Coraza de Justicia, y calzo mis pies con el ánimo de proclamar la Besorah de la Paz. Tomo el Escudo de la Fe con el que apagaré todos los dardos de fuego del maligno. Tomo también el Casco de Salvación y la Espada del Ruaj, que es la Palabra de Elohim. Como guerrero enfrentaré las huestes del maligno recuperar todo lo que perdí yo, y mis antepasados, para cortar con estas maldiciones que se arrastran en mi familia, para que mis hijos no las sufran y sirvan plenamente a Yahweh.

 

 

LA ORACIÓN

 

Padre Santo Altísimo: Confieso y pido perdón por todo pecado de soberbia, orgullo, autosuficiencia, vanagloria que haya en mi vida. Pido liberación de estos pecados. Pido perdón por cada vez que manifesté conductas de orgullo, soberbia, vanidad, toda vez que me sentí superior a los demás, toda vez que pretendí hacer "valer mis derechos", haciéndome imitador de haSatán en vez de mi amado Yahshua ha Mashíaj.

 

Pido perdón por toda la soberbia que mora en mi carne, la cual aborrezco y odio, pero más aún me avergüenzo en polvo y cenizas por haber cedido a esas actitudes, teniendo conductas altivas, abominables a tus ojos, e inclusive simples pensamientos ocultos de superioridad.

 

No deseo estar escuchando las voces de mi carne, de mi alma unida a mi viejo hombre, te ruego que me mantengas firme en mi ruaj, unido a Tu Ruaj, para que mis actitudes sean siempre de humildad y servicio a los demás. Deseo ser una persona tratada por ti, moldeada por ti, quebrantada por ti.

 

Someto mi ruaj a Ti por completo, y renuncio ahora con todas las fuerzas de mi ser al orgullo, a la vanagloria, a la soberbia, a la autosuficiencia. Los ato a todos ellos y los echo fuera de mi vida en el poderoso nombre de Yahshua.

 

Ruaj HaKodesh: Toma todo mi ser interior, toda mi casa interior, ocupa ahora Tú esos lugares donde antes estaban estos espíritus inmundos y nunca más los dejes pasar. Ayúdame en esta lucha de hacer crecer mi nuevo hombre de acuerdo a TUS NUEVAS PAUTAS DE CONDUCTA, no imitando las antiguas, provenientes de la carne caída y del fruto del árbol satánico.

 

Te pido que me muestres todas las veces en las que actué con soberbia, orgullo, en las que fui despreciativo con los demás, para poder pedir Tu perdón por ellas, y también te pido que me muestres todas esas ocasiones que hice esas cosas EN LAS CUALES PUEDO IR A PEDIR PERDÓN AHORA. He sido soberbio/a toda mi vida, y sé que muchas de ellas no tengo la forma de pedir perdón, por eso te lo pido a Ti, te pido que actúes como Goel de todos aquellos a los que menosprecié, que aceptes por ellos mi perdón, que me limpies de toda culpa y que los limpies a ellos también de todo el daño que mi actitud pueda haberles provocado.

 

Límpiame, Abba Kadosh, y seré limpio como la nieve. Perdóname, y podré estar de pie en tu presencia. Purifícame, y seré librado/a de todas esas conductas abominables y sentimientos malvados que llenaron mi viejo hombre.

 

Te invoco ahora, Yahshua ha Mashíaj, para que Tu Ruaj haKodesh me tome por completo, que me llene en todos esos lugares donde mi viejo orgullo no lo dejaba entrar, te pido que te apoderes totalmente de mi ser y me ayudes, te abro las puertas de par en par para que tu luz brille en todos mis rincones oscuros, para que podamos limpiarlos juntos y reemplazarlos con mi nuevo hombre, en cual Tú habitas. Te pido seas mi consejero, mi compañero y mi consuelo por el resto de mis días.

 

Te pido que desates los dones que he mantenido amarrados por orgullo: que desates la humildad, la paciencia, la misericordia, el amor por mis hermanos, el servicio, para que en verdad pueda decir que estoy siendo conformado/a a Tu imagen y semejanza, y no a la de haSatán. Sé que tus dones no son instantáneos sino que es mi deber desarrollarlos, hacerlos crecer en mi nuevo hombre, y sé también que para eso Tú me colocarás en situaciones donde deba aprender a manifestarlos. Por eso te ruego que me fortalezcas en esa hora, que retraigas mi cuerpo de reaccionar como antiguamente, y que me reemplacen en el momento más crítico, para ir grabando en mi corazón Tu Ley, porque Tu Ley es Amor, y sólo a través de Tu Amor podré amar de verdad a los demás.

 

Padre Santo: te encomiendo ahora esta oración, confío plenamente en Ti y sé que lo harás. Gracias porque por fe yo recibo tu liberación de estos espíritus malignos, y también recibo en plenitud los dones que había enterrado. Quiero desarrollarlos para Ti, a través de Mashíaj en mi interior.

 

Padre estoy en tus manos ahora, ayúdame, sáname.

 

 

Nota: todos los procesos de liberación requieren de mucha perseverancia en la oración.

 

Esta oración de liberación debe hacerse muchas veces, hasta que comience a dar los frutos. Un avance seguro y un crecimiento espiritual es cuando se nota que "algo" cambio en ti, que ya no se tiene "eso" que estaba antes, ese es el indicio más claro de que estamos creciendo en Mashíaj.

 











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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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