Y yo, hermanos, no pude hablarles como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Mashíaj. Les di a beber leche y no alimento sólido, porque todavía no podían recibirlo, y ni aún ahora pueden; porque todavía son carnales. Porque mientras haya celos y contiendas entre ustedes, son carnales y se portan como humanos. Qorintiyim Alef 3:1-3
Los celos, las contiendas y las disensiones habían hecho a los creyentes de Corinto volver al estado natural, o carnal, en que estaban antes de haber nacido de nuevo. Esto había impedido el crecimiento espiritual de tal forma que no podían entender lo que el apóstol Shaúl quería enseñarles.
HaSatán ha enviado el mismo ruaj de disensión entre nosotros hoy, porque sabe que una casa dividida contra sí no permanecerá:
Si un reino se divide contra sí mismo, ese reino no puede permanecer. Si una familia se divide contra sí misma, esa familia no podrá permanecer. Mordejai 3:24-25
También sabe que si todos nos unimos en la fe, llegaremos a la estatura de la plenitud de Mashiaj Yahshua (Efesiyim 4:13). Por ese motivo él ha dispuesto un ruaj de disensión que opere en nuestra vida personal, en la vida de nuestras congregaciones, en nuestra vida social y en nuestros hogares. Él se propone hacer lo mismo que hizo en Corinto: despertar celos, contiendas y disensiones para impedir nuestro crecimiento espiritual.
Pero no tenemos que dejarnos llevar por ese ruaj. Al contrario, dice Shaúl:
"...sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Mashiaj". Efesiyim 4:15
Si comparamos "siguiendo la verdad en amor" con "celos, contiendas y disensiones", veremos que son diametralmente opuestos. No podemos hacer ambas cosas a la vez. Hablar la verdad en amor nos hará crecer; pero pelear, tener envidia y separarnos nos hará volver a la inmadurez. Las personas que no saben ENFRENTAR LAS CONTIENDAS EN MASHIAJ NO HAN CRECIDO. Separarnos, alejarnos, acusar a los demás de no estar de acuerdo con nuestras expectativas o ideales sólo demuestra que nuestro Mashíaj interior no ha crecido, y que estamos en la carne.
No obedezcamos al ruaj de disensión para que HaSatán no pueda impedir nuestro crecimiento espiritual, sino hablemos la verdad en amor y "crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Mashiaj".
Pleitos Y Enemistades
Shaúl enumera los pecados que él llama "obras de la carne", y nos dice terminantemente:
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: fornicación, impureza, desenfreno, idolatría, hechicería, ENEMISTADES, PLEITOS, celos, ira, CONTIENDAS, DISENSIONES, partidismos, envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Elohim. GalutYah 5:19-21
Las Escrituras toman este pecado tan en serio que Shaúl utiliza 4 diferentes expresiones para describirlo, por cuanto son comportamientos que nos pueden excluir del reino de Elohim: ENEMISTADES, PLEITOS, CONTIENDAS, DISENSIONES.
Esta es una poderosa advertencia de Elohim, que usualmente nos las arreglamos para pasarla por alto. Si la consideráramos seriamente, la congregación de Mashiaj no se dividiría en tantas facciones ni habría tantas enemistades.
No hubo ninguna petición que fuera más urgente en el corazón de Yahshua que aquella de que los suyos estuvieran unidos. Esa fue su plegaria.
"Yo les he dado la gloria que tú me has dado, para que sean uno, así como también nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que estén perfectamente unidos; para que el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado, como también me has amado a mí". Yahanan 17:22-23
El hecho de que casi nadie pone atención a esta plegaria indica que Yahshua no es el Adón de la congregación. En verdad, la mayoría de los creyentes NO CREEN QUE SUS MANDAMIENTOS SON OBLIGATORIOS PARA NOSOTROS. Eso demuestra que su congregación, y nosotros como miembros de ella, a menudo vivimos separados de Él.
Llevamos una vida de pecado, de contiendas, de enemistades, de competencia, de celos y envidias dentro del cuerpo de Mashiaj.
La mayoría de las veces queremos tener poder, nombre y autoridad en la congregación, y lastimosamente, esto muchas veces nos lleva a dar mal informe de los demás, para sacarnos de encima "la competencia".
Como Cuerpo de Mashiaj estamos desfigurando a la cabeza, que es Mashiaj, lo estamos desacreditando al y desacreditando su enseñanza de amor.
De este modo llegaremos a ser culpables para con incontables personas que por ese motivo se ofenden con las Escrituras, con el Hijo y con el Padre. Pero al mismo tiempo, sin que realmente estemos enterados de eso, llegamos a estar separados de Yahshua, la Cabeza, y a vivir bajo el dominio de aquel que incita toda enemistad, todo odio, toda contienda y disensión: haSatán en nuestra carne.
CON TODA LUCHA Y DESUNIÓN DESTRUIMOS EL REINO DE ELOHIM, QUE DEBE SER EDIFICADO SOBRE LA UNIDAD DEL AMOR.
Pues el siervo de Yahweh no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar y sufrido; corrigiendo con mansedumbre a los que se oponen, por si quizás Elohim les conceda que se arrepientan para comprender la verdad, y se escapen de la trampa del Acusador, quien los tiene cautivos a su voluntad. Timotio Bet 2:24-26
No hay palabra suficiente para expresar las serias consecuencias que las contiendas y la enemistad producen siempre en las familias, en las congregaciones y en otros grupos dentro de la congregación de Mashiaj. Las Escrituras dicen que todo lo que hay en nuestras vidas está escrito en un libro de memorias:
En este sentido han estado hablando unos con otros los que respetan a Yahweh. Yahweh ha escuchado y lo ha notado, y un rollo memorial se ha escrito por orden Suya concerniente a todos los que respetan a Yahweh y estiman Su nombre. MalajiYah 3:16
¿Qué hemos hecho para evitar tales contiendas y divisiones? Nos corresponde a nosotros ser los pacificadores de Mashiaj, pero, en vez de eso, a menudo ayudamos a animar la llama de la enemistad. La tendencias a animar las llamas cada vez que hay un poco de tensión, es algo que está profundamente metido en nuestros corazones. ¡Tenemos que reconocer que es algo que casi nos causa placer! Dar rienda suelta a la "indignación" es una cosa que nuestra carne ama.
Un día, cuando estemos delante del trono de Elohim, caerá sobre nosotros el juicio de Elohim, contra todas las cosas terribles que nuestras contiendas y divisiones hayan podido causar al Reino. Él nos preguntará si ayudamos a lograr la paz por medio de palabras bondadosas y amables en las familias, en el trabajo y en las reuniones de los creyentes, o si nos entregamos a las luchas y divisiones, o aún más, si fuimos los que iniciamos las disputas. Las Escrituras hacen mucho hincapié en este pecado, lo mencionan 4 veces en el mismo pasuk y nos advierten que tal pecado puede excluirnos del reino de Elohim. Así de fácil. Por lo tanto tenemos que reaccionar en consecuencia, tomando este pecado en forma especialmente seria y no tolerándolo ni un momento más en nuestras vidas, ni en nuestro hogar, ni en nuestro matrimonio, ni con nuestros hijos. Pero sólo conseguiremos enfrentarlo y luchar contra él con toda seriedad, si primero lo llamamos precisamente por su nombre tal como lo llaman las Escrituras. No debemos embellecerlo con alguna pretensión falsamente piadosa de estar defendiendo la verdad; ni diciendo que esos son sólo "problemas inevitables en la familia", etc. Tampoco podemos entrar en pleitos aunque TENGAMOS LA RAZÓN. Tenemos que desechar TODA EXCUSA que nos lleve a un pleito o a una división.
Las contiendas, divisiones y pleitos siempre tienen relación con la carne. La raíz de estos pecados son el orgullo, la envidia, los celos, la competencia, el menospreciar a los demás... ¡Cuántos espíritus inmundos están detrás de las disensiones!
Los soberbios piensan que sólo sus opiniones son correctas. No pueden ver los puntos buenos que hay en las opiniones del otro, ni apreciar las demás opiniones, como lo hacen los humildes. Los envidiosos se molestan cuando a los otros les va mejor que a ellos. Los que compiten, siempre lo hacen motivados por un espíritu de soberbia y vanagloria, quieren sobresalir y ser reconocidos. Los celosos, por lo general son acomplejados e inseguros, llenos de temores. Y así sigue la lista. Esta es la razón por la cual hay tanto desacuerdo, luchas y disputas, y sin contar que falta la reconciliación en los matrimonios (¡y aún de pastores!), en las familias, parientes y otros grupos.
Las Escrituras no se muestran interesadas en cuanto a si tenemos la razón o no en los pleitos familiares, o en los pleitos dentro de la congregación... NO LE INTERESA SI TENEMOS O NO LA RAZÓN, ¿se entiende esto? MÁS BIEN AFIRMA CLARAMENTE QUE CADA VEZ QUE TENEMOS PLEITOS CON OTROS, ESTAMOS EN EL GRUPO DE LOS QUE NO PERTENECEN AL REINO DE ELOHIM.
Más aún, tenemos que arreglar las ofensas, aunque haya sido el otro el agresor.
En este aspecto, Elohim es implacable en sus demandas y tiene derecho de serlo, ¿y saben por qué? Porque NOSOTROS ÉRAMOS SUS ENEMIGOS... Sí, nosotros éramos sus enemigos y Él nos perdonó todo en Yahshua. Nosotros le causamos continuamente problemas con nuestros pecados y desobediencias, Y REALMENTE LE CAUSAMOS MUCHA MÁS AFLICCIÓN, PREOCUPACIÓN Y DOLOR NOSOTROS A ÉL, QUE LOS QUE CUALQUIER PERSONA PUDIERA CAUSARNOS A NOSOTROS.
Tenemos que dar el primer paso ahora y tratar la reconciliación en lo que nos sea posible.
Cuando sabemos que nuestro hermano está bajo otra denominación y piensa diferente a nosotros: NO IMPORTA. Sólo oremos por el hermano, para que sea bendecido. Y no oremos hipócritamente, para que sea conformado a NUESTRA imagen y semejanza, para que venga a pedirnos perdón y nos dé la razón. El trabajo es del Ruaj haKodesh, no nuestro. Y la imagen es la de Mashíaj, no nuestra carne.
¿Quién convence? El Ruaj haKodesh.
Cuando uno contiende y demanda sus propios derechos ya va por el camino equivocado.
Si pedimos a Abba que nos muestre ese pecado oculto de pleitos, contiendas, divisiones que hay en nuestro interior, Él nos mostrará. Responderá y mostrará el pecado. Y también nos dará las armas para vencerlo, si le permitimos y queremos ser libres de ese pecado.
Las Guerras Verbales: Las Heridas Que Provocan
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No surgen de sus mismas pasiones que combaten en sus miembros? Codician y no tienen; matan y arden de envidia, pero no pueden obtener. Combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden. Piden, y no reciben; porque piden mal, para gastarlo en sus placeres. Yaakov 4:1-3
Yaakov no dirigió esta pregunta a los soldados de las legiones romanas, quienes en ese tiempo libraban guerras de conquista; tampoco estaba sondeando los motivos tras las guerrillas de un grupo de judíos llamados sicarios (varones de puñal) del siglo primero de nuestra era. Más bien, se refería a disputas que podrían surgir incluso entre dos personas. ¿Por qué se expresó en estos términos? Porque, al igual que las guerras, tales peleas son destructivas. Veamos los siguientes relatos bíblicos.
Los hijos del patriarca Yaakov odiaban tanto a su hermano Yósef que lo vendieron como esclavo (Bereshit 37:4-28). Siglos después, Saúl, el rey de Yisrael, intentó matar a David. ¿Por qué? Porque lo dominaban los celos (Shemuel Alef 18:7-11; 23:14, 15). En el siglo primero, dos cristianas, Evodia y Síntique, perturbaron la paz de toda una congregación a causa de sus disputas (Filipiyim 4:2).
En tiempos más recientes, los hombres solían zanjar sus diferencias participando en duelos en los que se enfrentaban con espadas o pistolas. Muchas veces uno de los contendientes moría o quedaba lisiado de por vida. Actualmente, quienes están en enemistad limitan sus armas a palabras amargas e hirientes. Aunque no se derrame sangre, los ataques verbales lastiman los sentimientos y dañan reputaciones. A menudo hay gente inocente que sufre en estas "guerras".
Los Beneficios De Hacer Las Paces
Las diferencias personales con frecuencia hacen que los implicados se ofendan o se amarguen. Pensemos en alguien que haya perjudicado gravemente a un amigo. Sabiendo que su decisión ha perjudicado al otro, quizás viva con una conciencia culpable y un sentido de pérdida abrumador. Sin embargo, del otro lado tenemos también a la otra persona, profundamente ofendida por el maltrato recibido.
Quienes se identifican (por sus experiencias) con la segunda persona, se consideran la víctima inocente, y muy probablemente sientan profunda amargura y resentimiento.
Muchas veces, cuando hay un desacuerdo entre dos personas, ambas están convencidas de que ellas tienen toda la razón y de que la otra tiene toda la culpa. Otras veces, la que ha actuado mal puede arrepentirse y pedir perdón, pero la víctima no perdona, y así decide mantenerse prisionera de su rencor y resentimiento. Como resultado, dos anteriores amigos se encuentran en guerra, por así decirlo.
Pelean con armas silenciosas: uno vuelve la espalda cuando el otro pasa, y si están en un grupo, no se dirigen la palabra. De lejos, se miran de reojo o con frialdad y rencor. Cuando se hablan, lo hacen con brusquedad o se insultan con palabras que hieren como cuchillos.
No obstante, aunque parezcan tener posiciones irreconciliables, es probable que concuerden en algunos puntos. Quizás reconozcan que tienen problemas graves y que es triste que una estrecha amistad (o matrimonio) termine así. Es posible que ambos sientan el dolor de la herida abierta y sepan que deberían hacer algo para sanarla. Pero ¿quién dará el primer paso para restablecer la relación y hacer las paces? A veces ninguno está dispuesto a darlo. A veces, una de las partes no quiere, y es lo mismo que si ambas se negaran, porque no hay avance en la reconciliación.
Hace dos mil años, hubo ocasiones en las que los apóstoles de Yahshua ha Mashíaj se enzarzaron en acaloradas discusiones (Mordejai 10:35-41; Luka 9:46; 22:24). Después de una de esas disputas, Yahshua les preguntó: "¿Qué discutían en el camino?". Avergonzados, ninguno de ellos le respondió (Mordejai 9:33-34). Las enseñanzas de Yahshua los ayudaron a reconciliarse. Pues bien, los consejos del Adón, así como los de varios de sus discípulos, continúan ayudando a las personas a resolver conflictos y a reparar amistades rotas. Veamos cómo.
Esforcémonos Por Hacer Las Paces
"No quiero hablar con esa persona ni quiero volver a verla". Si alguna vez han dicho esas palabras acerca de alguien, deberían tomar medidas, como lo indican los siguientes pasajes bíblicos.
Yahshua enseñó:
De modo que si llevas tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve a reconciliarte primero con tu hermano, y después vuelve y presenta tu ofrenda. MattiYah 5:23-24
También dijo:
Por tanto, si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo –pero privadamente, sólo entre tú y él. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano. MattiYah 18:15
Sea que nosotros hayamos ofendido a alguien o que alguien nos haya ofendido, las palabras de Yahshua recalcan que es necesario que hablemos del asunto sin demora con la otra persona. Y debemos hacerlo "con espíritu de apacibilidad" (GalutYah 6:1). El objetivo de esa conversación no es proteger nuestra imagen justificando nuestras acciones, ni obligar a nuestro adversario a disculparse, sino hacer las paces.
No obstante, con frecuencia hay obstáculos que obstruyen el camino que conduce a la paz. ¿Alguna vez se han preguntado por qué deberíamos ser nosotros en tomar la iniciativa para hacer las paces, si fue la otra persona la que causó el problema? ¿O han abordado a alguien para arreglar una situación y lo único que les ha contestado es que no tiene nada que hablar? Hay quienes reaccionan así debido al dolor emocional que han sufrido.
Un hermano ofendido es más formidable que una fortaleza; semejante contienda es como las barras de un castillo. Mishlei 18:19
Por eso, TOMEMOS EN CUENTA LOS SENTIMIENTOS DE LA OTRA PERSONA, toda vez que sea posible, ANTES de ofender o pecar contra el hermano/a. Es cierto que a veces es necesario ser directo al decir las cosas, pero sólo si eso es para edificación de otra persona. Por ejemplo, no podemos tratar a todos nuestros hijos de la misma forma, ya que cada uno tiene un carácter diferente. Esto no implica hacer acepción de personas, como muchos no distinguen. No tratamos de la misma forma a un niño de 3 años que a uno de 12, aún cuando cada uno haya roto un vaso. Las edades establecen un razonamiento y responsabilidad diferentes, y cada uno debe ser abordado PARA SU PROVECHO en el momento exacto de la vida por el cual están atravesando. Si bien es fácil establecer esto para el ejemplo que estoy mencionando, no siempre resulta tan simple cuando tratamos con adultos, a los que tendemos a nivelar y dar el mismo tratamiento. No debería ser así, con todo. Si tenemos la posibilidad de conocernos, sobre todo entre hermanos, saber algo acerca de nuestras historias, de nuestros sentimientos, pensamientos y en general, nuestra forma de ser, podemos llegar a descubrir a veces que existen situaciones o condiciones que modificarían nuestra reacción. Por ejemplo, podemos pensar que las dos personas que están sentadas en el sillón de una sala son exactamente iguales porque tienen la misma edad y sexo, de manera que no debería priorizarse a una sobre la otra, por lo que podemos pedirle a ambas que se levanten y den su asiento a personas más ancianas que aparecen en la sala. Sin embargo, si descubrimos que una de ellas es lisiada, ESO CIERTAMENTE ES VÁLIDO PARA LIBERARLA (a menos que desee lo contrario, y tenga la posibilidad física de hacerlo). A veces, muchos hermanos y hermanas son "lisiados" espiritual, emocional y hasta mentalmente, y necesitamos pedir discernimiento al Ruaj para tratar a cada uno COMO NECESITA, no con igualdades "democráticas", en las que se trata a cada uno como un número y no como a un ser individual. De esta manera vemos que el tratamiento debe ser siempre APLICADO EN DISCERNIMIENTO, no con un manual de reglas.
Otro obstáculo para la paz tiene que ver con el amor propio. Algunos consideran una humillación pedir disculpas o siquiera hablar con un adversario. ¿Será que detrás de ese sentimiento se esconde el orgullo?
El apóstol Yaakov muestra que el espíritu belicoso está vinculado al orgullo. Tras denunciar "las guerras" y "las peleas" que existían entre algunos creyentes, pasa a decir:
Pero la gracia que nos da es aún mayor; por eso dice: "Yahweh se opone a los arrogantes, pero da gracia a los humildes". Así que sométanse a Elohim; opónganse al Acusador, y él huirá de ustedes. Yaakov 4:6
¿Cómo impide la altivez que hagamos las paces?
El orgullo nos engaña haciéndonos creer que somos mejores que los demás (Ver OS-SI10 El Problema Del Orgullo Y La Soberbia). Los altivos piensan que tienen la autoridad de juzgar el valor moral de su semejante (Ver OS-SI13 - El Problema De La Hipocresía). ¿En qué sentido? Cuando surgen desacuerdos, suelen ver a sus adversarios como casos perdidos, que no tienen remedio. El orgullo los impulsa a concluir que quienes no piensan como ellos no merecen su atención, y mucho menos una disculpa sincera. Por eso, los que se dejan dominar por el orgullo no suelen resolver los conflictos, sino más bien permiten que perduren. Inclusive pueden mantener una actitud hipócrita en su trato con la otra persona, fingiendo que no hay nada de malo, cuando internamente tienen controversia. De esta forma ellos no están amando al prójimo como a sí mismos, o por lo menos están diciendo que para ellos es bueno ser tratados hipócritamente.
Tal como una barrera que obstruye el tráfico en una autopista, el orgullo obstruye los pasos que conducen a la paz. Por lo tanto, si nos resistimos a hacer las paces con alguien, quizás tengamos un problema de orgullo. ¿Cómo podemos vencerlo? Cultivando la cualidad contraria: la humildad.
Las Escrituras recomiendan encarecidamente la humildad.
"El resultado de la humildad y del temor de Yahweh es riquezas y gloria y vida". Mishlei 22:4
En el Mizmor 138 vemos el punto de vista de Elohim sobre los humildes y los orgullosos:
"Yahweh es alto, y, no obstante, Él ve al humilde; pero al altanero lo conoce sólo a la distancia". Mizmor 138:6
Muchas personas equiparan la humildad a la humillación. Los gobernantes del mundo parecen verlo así. El sistema lo ve así. Películas, videogames, comics, libros, videos, todo tipo de medio que manipule y condicione a las masas, sobre todos a los más jóvenes, transmite la idea de que la humildad es flaqueza, debilidad (por eso los satanistas desprecian a Yahshua y lo llaman de débil, perdedor, fracaso). Aunque naciones enteras se someten a su voluntad, los líderes políticos no tienen el valor de admitir humildemente sus errores, y el sistema transmite la noción de que quien se humilla es pisoteado, de que cada uno debe hacer "valer sus derechos", reivindicarse, luchar por sí mismos. Pero el Padre nos dice que Suya es la venganza, y que lancemos sobre Él todas nuestras preocupaciones.
"Busca La Paz Y Síguela"
(Mizmor 34:14).
En cuanto sea posible, hasta donde dependa de ustedes, vivan en paz con todas las personas. Romaniyim 12:18
La paz que se origina en este mundo es como una casa vieja que siempre está en peligro de derrumbarse. Se sustenta en una base débil, a saber: las promesas y estrategias del hombre ("a quien no pertenece salvación alguna", Mizmor 146:3). La historia es una larga sucesión de conflictos entre naciones, razas y tribus. Es verdad que ha habido breves períodos de paz, pero ¿de qué tipo? ¿Qué clase de paz es la que hacen dos países que están en guerra y que llegan a un alto el fuego tras la derrota de uno de ellos o porque ninguno ve ventajoso continuar la lucha? Los odios, desconfianzas y celos que hicieron estallar la contienda no han desaparecido. Cuando la paz no es más que una fachada que oculta la hostilidad, no es duradera:
Por tanto, porque han extraviado a mi pueblo diciendo: "¡Todo está bien!", cuando nada está bien, recubriendo con cal el débil muro que el pueblo edificaba, di a los que lo recubren con cal, que caerá; vendrá una lluvia torrencial, caerán piedras de granizo y lo destrozará un viento huracanado. Entonces, cuando caiga el muro, se les preguntará a ustedes: ¿Dónde está la cal con que lo recubrieron?". Yahjezquel 13:10-12
No obstante, en este mundo devastado por la guerra existe la paz verdadera. ¿Dónde? Entre quienes siguen los pasos de Yahshua ha Mashiaj, los auténticos creyentes, que prestan atención a Sus palabras y tratan de imitar su vida, haciéndolo crecer en su interior.
Sean imitadores de mí, así como yo lo soy de Mashíaj. Qorintiyim Alef 11:1
Pues para eso los llamaron, porque también el Mashíaj sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo para que sigan sus pisadas... Cuando lo maldecían, él no respondía con maldición. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba al que juzga con justicia. Kefá Alef 2:21,23
La paz que reina entre los creyentes verdaderos de distinta raza, posición social y nacionalidad es real porque es producto de la unidad que tienen en el Cuerpo de Mashíaj, a través de la conexión con el Ruaj haKodesh. Su paz es un don divino, es su misma presencia, no la invención de los seres humanos:
Que el Elohim de la paz esté con todos ustedes. Amén. Romaniyim 15:33
La paz les dejo, mi paz les doy. Yo no se la doy como el mundo la da. No se turbe su corazón, ni tenga miedo. Efesiyim 6:23-24
Esa paz es la consecuencia de su conexión con el "Príncipe de Paz", Yahshua ha Mashiaj, y su adoración a Yahweh, "el Elohim de amor y de paz" (YeshaYah 9:6; Qorintiyim Bet 13:11). La shalom es una de las características de Elohim, tanto del Padre como del Hijo.
Las personas imperfectas no consiguen la paz de manera automática, por lo que Kefá dijo que el que quiera el bien debería:
Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígala. Kefá Alef 3:11
¿Cómo lo hacemos? Encontramos la respuesta en una profecía antigua. Yahweh dijo mediante YeshaYah:
Y todos tus hijos serán discípulos de Yahweh, y grande será la felicidad de tus hijos. YeshaYah 54:13
Lo que aprendieron, recibieron, oyeron, y vieron en mí, esto hagan; y el Elohim de paz estará con ustedes. Filipiyim 4:9
En efecto, es desarrollando nuestro Mashíaj interior a través de ser disciplinados para que la Ley de Yahweh vaya siendo grabada en nuestros corazones, como obtenemos la paz auténtica. Además, ésta, junto con "el amor, el gozo, la gran paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la apacibilidad y el autodominio", constituye el fruto del Ruaj haKodesh de Elohim (GalutYah 5:22-23). No disfruta de shalom quien no es amoroso, no tiene gozo, es impaciente, poco amable, malvado, no tiene fe, es violento o carece de autodominio.
"Sean Pacíficos Con Todos Los Hombres"
Se ha definido la paz como el "estado de tranquilidad y sosiego". Esta definición es aplicable a muchas situaciones en las que no hay conflictos. Hasta se dice que quien está muerto descansa en paz. Ahora bien, para disfrutar de verdadera paz, hay que fomentarla. Yahshua dijo en el Sermón del Monte:
Felices los pacificadores, porque a ellos los llamarán hijos de Elohim. MattiYah 5:9
La palabra griega para "pacíficos" significa literalmente "pacificadores". Por tanto, en el sentido bíblico, ser pacífico implica promover activamente la paz; en ocasiones, poner la paz donde no la había.
Con estas ideas presentes, analicemos el consejo que dio el apóstol Shaúl a los romanos:
"Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres". Romaniyim 12:18
No les quería decir simplemente que tuvieran un temperamento tranquilo, aunque eso sería de ayuda para comienzo; más bien, los animaba a hacer la paz. ¿Con quién? Con "todos los hombres": familiares, hermanos creyentes e incluso quienes no tenían sus mismas creencias. Shaúl los estimulaba a hacer la paz con su semejante "en cuanto dependiera de ellos". ¿Es lo que vemos que se practica en el mundo creyente hoy? No es que quisiera que renunciaran a sus creencias en interés de la paz, sino que abordaran a los demás con intenciones pacíficas en lugar de suscitar innecesariamente su antagonismo. Los creyentes debían tratar así tanto a los miembros de la congregación como a los de fuera:
Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. GalutYah 6:10
En armonía con eso, también escribió:
Miren que nadie devuelva a otro mal por mal; en cambio, procuren siempre lo bueno los unos para los otros y para con todos. Tesaloniyim Alef 5:15
De manera que, si debemos aprender a tener paz con los gentiles con los que convivimos (Y ESO NO SIGNIFICA RESPETAR LAS FALSAS CREENCIAS DE OTROS), ¿no deberíamos en mayor medida procurar la unidad entre los seguidores de Yahshua ha Mashíaj? Con todo, las divisiones aumentan día a día.
¿Cómo es posible ser pacíficos con quienes no tienen nuestras mismas creencias y quizá hasta se oponen a ellas? En primer lugar, no dándonos aires de superioridad. Por ejemplo, no seríamos precisamente pacíficos si nos refiriéramos a ciertas personas en términos despectivos. Yahweh ha revelado su sentencia contra determinadas organizaciones y clases de personas, pero nosotros no tenemos ningún derecho a hablar de nadie como si ya estuviera condenado. En realidad, no juzgamos a los demás, ni siquiera a los opositores. Después de decir a Tito que aconsejara a los creyentes de Creta sobre su relación con las autoridades humanas, Shaúl le indicó que les recordara:
...que se sujeten a los gobernantes y a las autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos para toda buena obra; que no hablen mal de nadie, que no sean contenciosos sino amables, demostrando toda consideración por todos los hombres. Tito 3:1-2
Ser pacíficos con quienes no comparten nuestras creencias contribuye en gran medida a que les recomendemos la verdad. Huelga decir que no cultivamos amistades que "echen a perder los hábitos útiles":
No se dejen engañar: "Las malas compañías corrompen las buenas costumbres". Qorintiyim Alef 15:33
No obstante, podemos ser corteses, y debemos tratar a todo el mundo con dignidad y bondad.
Tengan una conducta ejemplar entre los gentiles, para que en lo que ellos los calumnian como a malhechores, al ver sus buenas obras, glorifiquen al Elohim en el día en que los juzgue. Kefá Alef 2:12
"Felices Los Pacificadores"
Cuando Yahshua envió a los setenta evangelizadores, les dio instrucciones:
"En cualquier casa donde entren, primeramente digan: "¡Shalom!" a los de la casa. Luka 10:5
Qué apropiado, por lo tanto, que Yahshua, en sus "bienaventuranzas", declarara felices a los pacificadores, es decir, a los que trabajan por la paz.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Elohim. MattiYah 5:9
Puesto que a los pacificadores se les recompensará llamándoseles "hijos de Elohim", se desprende como cosa lógica que el Padre de ellos, Yahweh Elohim, también debe ser un pacificador. ¡No sólo es un pacificador; es el Pacificador por excelencia! Muchos creen que esto se refiere a que no es un Elohim de guerra, y que se debe buscar la paz a toda costa, PERO NO ES ESTO LO QUE DICEN LAS ESCRITURAS. SI Yahweh no fuera un Elohim de guerra, no habría ordenado tantas contra el ejército de las tinieblas. Su nombre no sería Yahweh Tzevaot, Adón de los Ejércitos. No, la paz que Él vino a hacer fue RECONCILIAR CONSIGO MISMO TODAS LAS COSAS, re-unir el cielo y la tierra que se había perdido. Esa es la paz por la que somos llamados a trabajar. No es una paz ecuménica, es una paz que regresa al hombre a su posición inicial: vasos de Yahweh, moradas, templos Suyos. La paz es CON Yahweh, no con los demás. La paz que debemos tener con los demás es la paz con todos LOS QUE AMAN A YAHWEH. Pero concluir que esa paz es con todos y entonces debemos aceptar las abominaciones del mundo, ES ENGAÑO SATÁNICO. Shaúl dijo:
En cuanto sea posible, hasta donde dependa de ustedes, vivan en paz con todas las personas. Romaniyim 12:18
Pero ese "sea posible" y ese "hasta donde dependa de ustedes" ESTÁN ESTABLECIENDO LÍMITES. Y esos límites no son que el otro lado insista en pelear, sino que el otro lado INSISTA EN QUE CONCORDEMOS CON MENTIRAS. Hasta ese límite, somos pacificadores, es decir, BUSCAMOS QUE TODOS ALCANCEN LA PAZ DE LA RECONCILIACIÓN. Como consecuencia (y no como comportamiento) de buscar esto, somos pacíficos, calmos, enemigos de pleitos y discusiones. Porque todas estas cosas son tropiezos para la Obra del Reino, la Besorah que predicamos, que es el ministerio de la reconciliación.
Yahweh Elohim participa en la guerra sólo para librarse de los perturbadores de la paz a fin de que la paz pueda gobernar en su universo. No es un "dios de la guerra", como podría ser Marte o tantos otros de diferentes civilizaciones. Su meta es la paz, pero esa paz necesita brillar absoluta. Donde hay dos opiniones OPUESTAS, no hay paz. Cuidado que digo opiniones, y no interpretaciones, o gustos. Hay cosas en las que podemos oponernos con libertad, decidir unos ser agricultores y otros pastores no es oponerse, a pesar de las diferencias; tener gustos e intereses y hasta caracteres diferentes, no es perder la paz. Yahweh nos ha creado en diversidad, y debemos aprender a convivir con eso. En lo que no puede haber oposición es acerca de LA VERDAD. La verdad no es relativa, es absoluta y tiene nombre: Yahshua es la Verdad. Si alguien pretende insistir en mentiras, como que existen otros dioses, MIENTE, Y NO TIENE LA VERDAD. Con eso, NO PODEMOS CONCORDAR. Un pacificador del Reino no busca la paz, busca la reconciliación. La paz es una consecuencia que brota del corazón de quien ha creído y ha sido reconciliado, y por lo tanto, ha lanzado fuera todas las mentiras.
Ciertamente que esto también aplica a la paz, en cuanto a evitar buscar pleitos y contiendas, no lo negamos. Pero esta implicación es secundaria, tan secundaria al punto de que Yahweh no vacila a la hora de declarar la guerra a grupos y naciones rebeldes. Sus hijos no podemos actuar diferentemente, ni considerarnos más misericordiosos que el Padre. Cuando Él dice "guerrea", es hora de tomar las armas. Cuando Él dice "Levántate, mata y come", no podemos creer que nos esté pidiendo algo malo. "Lo que Yahweh ha limpiado no lo llames tú contaminado". Cómo osamos creernos mejor que Él. Sólo por nuestra innata desobediencia.
Pero Él también es Elohim de paz. Por eso leemos:
Vengan a ver las obras de Yahweh, los prodigios que hace en la tierra: hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra, quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. Mizmor 46:8-9
Es por eso que se le describe como "el Elohim que da paz", y como el "Elohim de paz".
Que el Elohim de la paz esté con todos ustedes. Amén. Romaniyim 15:33
Lo que aprendieron, recibieron, oyeron, y vieron en mí, esto hagan; y el Elohim de paz estará con ustedes. Filipiyim 4:9
Y el mismo Elohim de paz los santifique por completo; que toda su persona –espíritu, vida y cuerpo– se conserven irreprensibles para la venida de nuestro Maestro Yahshúa el Mashíaj. Tesaloniyim Alef 5:23
Siendo Yahweh
Elohim el gran Pacificador, es de esperarse que su Hijo unigénito, Yahshua ha
Mashiaj, que dijo que hacía todo lo que veía que su Padre hacía, también sea un
pacificador (Yahanan 5:19). Y vemos que eso es. Se le dan títulos como "Príncipe
de Paz" y "Adón de paz" (YeshaYah 9:6; Tesaloniyim Bet 3:16). En
cuanto a su régimen leemos que "de
la abundancia del gobierno y de la paz no habrá fin" (YeshaYah 9:7).
Cuando él gobierne indisputablemente sobre la Tierra, habrá "abundancia de paz hasta que la luna ya no sea" (Mizmor
72:7).
Porque él es nuestra paz, que de ambos nos hizo uno. Él derribó en su carne la barrera de división, es decir, la hostilidad; y abolió la ley de los preceptos en forma de ritos, para crear en sí mismo de los dos hombres un solo hombre nuevo, haciendo así la paz. También reconcilió con Elohim a ambos en un solo cuerpo, por medio del madero, dando muerte en éste a la enemistad. Y vino y anunció la Buena Noticia: PAZ PARA USTEDES QUE ESTABAN LEJOS Y PAZ PARA LOS QUE ESTABAN CERCA, YA QUE POR MEDIO DE ÉL, AMBOS TENEMOS ACCESO AL PADRE EN UN SOLO ESPÍRITU. Efesiyim 2:14-18
Entre los que afirman ser creyentes hoy existen algunos que quisieran ser pacificadores, como los que pertenecen a la "Conferencia Cristiana de la Paz", y otros que trabajan conjuntamente con otras denominaciones para la unificación y el ecumenismo. Sin embargo, esta no es la paz que somos llamados a buscar. No buscamos intermediar ENTRE HOMBRES, para que se pongan de acuerdo entre ellos, SINO BUSCAMOS QUE SE RECONCILIEN CON SU CREADOR. Esa es la paz de los verdaderos pacificadores, y donde hay paz con Yahweh, hay shalom entre los hombres.
¿Cómo deberían ser pacificadores los verdaderos seguidores de Mashiaj? No envolviéndose en la política ni adelantando los proyectos políticos de los hombres, pues Yahshua dijo que sus seguidores no habían de ser parte del mundo. Lamentablemente, existe en todas partes una gran ignorancia, y por eso Su pueblo ha estado pereciendo. Ignorancia acerca del yugo de hierro bajo el cual todos los creyentes han sido colocados
Más bien, hacen esto ante todo haciendo la paz con Elohim, la paz más importante. Consiguen esta paz con Elohim ejerciendo fe en el sacrificio de Mashiaj, dedicándose a hacer la voluntad de Elohim y a seguir en los pasos de Yahshua, y entonces se santifican, son disciplinados hasta que brillan, es decir, hasta que dan frutos y pueden ser en verdad llamados pacificadores, aquellos que van calzados con las sandalias de la Besorah de la Paz. Siempre me pregunté qué significaba esa frase, y por qué a la Besorah le había tocado ser las sandalias, siendo que es el mismo mensaje que debemos llevar, parecía como rebajarlo en su importancia, pero ahora comprendo que la Besorah de la Paz es el ministerio de reconciliación del HOMBRE CON YAHWEH, que es lo único que logrará la paz entre los hombres. Por eso, esas sandalias indican que nuestros pies AVANZAN POR SU CAMINO, y que no se desvían ni a izquierda ni a derecha. Las cosas espirituales son difíciles de comprender, porque FLUYEN, mientras que nuestro mundo material (y nuestras mentes) son estáticos, rígidos, fijos. Por eso nos resulta difícil a veces dejar de interpretar las cosas espirituales con nuestras mentes carnales. La paz de la que hablan las Escrituras no es una "buena convivencia" (aunque ésta sea una de sus consecuencias). Esa paz es LA RECONCILIACIÓN CON YAHWEH. A eso vino Yahshua, con el mismísimo propósito de que la humanidad pudiera entrar en relaciones pacíficas con Elohim. Y a eso somos nosotros enviados.
Sólo después de haber llegado a estar en relaciones pacíficas con Yahweh pueden los creyentes conseguir y mantener relaciones pacíficas con sus compañeros creyentes y también con los incrédulos. Es cuando se manifiestan los frutos del espíritu de Elohim en sus vidas que pueden obedecer este mandato:
...con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor; procurando con diligencia guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz. Efesiyim 4:2-3
Estos también desempeñan su papel de pacificadores llevando un mensaje de paz a los de "afuera". Como lo hizo el apóstol Shaúl, así ellos son:
...embajadores en nombre del Mashíaj; y como Elohim les exhorta por medio nuestro, rogamos en nombre del Mashíaj: "¡Reconcíliense con Elohim!". Qorintiyim Bet 5:20
Más que eso, muestran que son pacificadores prestando atención al consejo que ya mencionamos: "Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres" (Romaniyim 12:18), porque MIENTRAS NO SE VIOLE NINGÚN PRINCIPIO AL HACERLO, están dispuestos a ceder en los intereses de la paz. Se esfuerzan por evitar que surjan cuestiones de disputa innecesarias, se esfuerzan por ser prudentes, agradables, prontos a complacer; sabiendo que por ese proceder no sólo serán pacificadores eficaces, sino que también estarán preparando el corazón y la mente de otras personas para que se reconcilien con Elohim.
Yahshua dijo que los pacificadores son "bienaventurados" porque que "ellos serán llamados "hijos de Elohim" (MattiYah 5:9). Sin embargo, debemos reconocer que el término "hijos de Elohim" se usa en las Escrituras en más de un sentido. Así, pues, leemos que Adam fue hijo de Elohim (Luka 3:38). Por otra parte, los ángeles que dejaron su condición celestial para unirse con las hijas de los hombres en la Tierra fueron llamados "hijos del Elohim verdadero" (Bereshit 6:2). Y vez tras vez Yahshua se refirió a sí mismo como el "Hijo de Elohim" (Yahanan 3:18; 5:25; 10:36).
Como podemos deducir, las palabras de Yahshua en MattiYah 5:9 aplican primero a todos los que HAN SIDO ENGENDRADOS POR EL RUAJ HAKODESH. Los caídos y el mismo Adam TAMBIÉN COMPARTIERON ESA CONDICIÓN, y por eso recibieron ese nombre. Sin embargo, perdieron la bienaventuranza que implica cuando cayeron. Aún así, Yahweh vino a reconciliarlo todo, y por eso hoy, después de la obra consumada de Mashíaj, tenemos la esperanza de llegar a ser hijos espirituales de Elohim en la tierra, EN PLENITUD, como ya lo somos en las regiones celestiales. De estos pacificadores está escrito:
El Ruaj mismo le da testimonio a nuestro ruaj de que somos hijos de Elohim. Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Elohim y coherederos con el Mashíaj; y si padecemos con él, con él seremos también glorificados. Romaniyim 8:16-17
Estos serán los hijos espirituales gloriosos de Elohim, disfrutando de la naturaleza divina, teniendo cuerpos incorruptibles y poseyendo vida inmortal.
¿Somos Pacíficos?
Los creyentes pacíficos se dan cuenta de que alejados de Yahweh dejan de tener la habilidad de ser pacificadores. La carne humana es débil. Necesita ser reforzada por el Ruaj de Elohim. Shaúl recordó a los creyentes:
"...sírvanse unos a otros por medio del amor...". GalutYah 5:13
Entonces añadió:
...porque toda la Torah se ha resumido en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si se muerden y se comen unos a otros, miren que no se consuman unos a otros. Por eso digo: Anden en el espíritu, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne. Porque la carne desea lo que es contrario al espíritu, y el espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran. GalutYah 5:14-17
Cuando una persona se enfrenta a una oposición, sus "deseos carnales" quizás le engañen y le hagan creer que tiene la razón, cuando, de hecho, está equivocada. Se encubren los rasgos horribles del egoísmo, la envidia y la competencia descontrolada, que lamentablemente TODOS tenemos, en mayor o menor medida. En la mente de la persona, estos toman la apariencia de agresividad y celo, los cuales son para ella la clave para convertirse en ganadora. Esto fue lo que sucedió a algunos creyentes del primer siglo que vivían en la provincia de Galacia. Permitieron que sus "deseos carnales" arruinaran la belleza de la paz no sólo en su propia vida, sino también en la congregación. Las "enemistades, contiendas, celos, enojos, altercaciones" mancharon la esencia espiritual de su congregación, y ellos tuvieron que quitar esas manchas a fin de restablecer la paz (GalutYah 5:20,22).
Hoy, características no bíblicas pueden de igual manera resultar en que no haya paz en la Novia, y también en nuestro entorno. En los negocios, el trabajo, la escuela, las actividades sociales y en la congregación surgen circunstancias que ponen a prueba si tenemos firmemente asido el fruto de la paz, o no. Para asegurarse de que somos pacificadores antes que destructores de la paz, hagámonos las siguientes preguntas, para ver si aplican a nosotros, pero también TENGAMOS en cuenta que este sentimiento puede estar bien escondido y disimulado, necesitamos CONFRONTARNOS CON HONESTIDAD EN TODAS LAS COSAS, si queremos vernos como realmente somos, como el Padre nos ve.
- ¿Tengo el deseo interno de que se me atribuya importancia y se me dé reconocimiento, o soy humilde y modesto?
- ¿Tengo un fuerte deseo de adquisiciones materiales, o estoy contento con tener sustento y abrigo? ¿Sueño con un "futuro"?
- ¿Muestro favoritismo a los que son prominentes o ricos en sentido material (o inclusive espiritual), o doy la bienvenida a todos los que están en la fe?
Reemplacemos La Sabiduría Humana Con La Sabiduría
Divina
El espíritu siniestro que impele a los destructores habituales de la paz proviene de deseos egoístas. Notemos cómo señala esto Yaakov:
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No surgen de sus mismas pasiones que combaten en sus miembros? Yaakov 4:1
Los que perturban la armonía de la congregación se resisten a ser pacíficos porque permiten que los deseos egoístas se enseñoreen de ellos. Permiten que un espíritu belicoso resida en su cuerpo. Por lo tanto, sus deseos egoístas, como un ejército invasor, se ponen en pie de guerra y hacen campaña para ganar importancia, mayor influencia, posesiones, y así por el estilo, mientras roban la paz de su relación con Elohim y con sus hermanos.
Es probable que todos los días nos enfrentemos a alguna situación, o a alguien, que nos parezca desagradable. ¿Cómo tratamos el asunto? Algunos tal vez protesten en voz alta y airadamente, pues esperan que así lograrán hacer que el problema retroceda y cambie. Estas acciones destruyen la paz. Impiden el progreso y los logros en nuestro crecimiento, y por supuesto, no producen fruto.
En cambio, la sabiduría que procede de lo alto es primeramente pura; luego es PACÍFICA, tolerante, complaciente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y no hipócrita. Yaakov 3:17
El obrar de manera pacífica une a las personas unas con otras, y con Elohim (Efesiyim 4:3).
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EL MANÁ
Yo soy todo paz; pero cuando hablo, ellos quieren guerra. Mizmor 120:7
Es honorable para un hombre desistir de la contienda, pero todo necio se enreda. Mishlei 20:3
Ten piedad de mí, oh Elohim, conforme a tu amor; por tu inmensa compasión, borra mis transgresiones. Lávame completamente de mi maldad, límpiame de mi pecado; pues yo reconozco mis transgresiones, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo ante tus ojos; (lo confieso) para que te reconozcan como justo en tu sentencia y exento de culpa en tu juicio. Mira que en maldad nací, pecador me concibió mi madre. Mira que tú te deleitas en la sinceridad del corazón, y en mi interior me inculcas sabiduría. Purifícame con hisopo para que quede limpio; lávame hasta que quede más blanco que la nieve. Hazme oír noticias de gozo y alegría; que se regocijen los huesos que has quebrado. Aparta tu vista de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Elohim, una mente pura, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no me quites tu espíritu de santidad. Restáurame el gozo de tu auxilio, susténtame con tu espíritu vigoroso; y yo enseñaré a los transgresores tus caminos, para que los pecadores se vuelvan a ti. Líbrame del delito de sangre, oh Elohim, Elohim, mi libertador; para que cante mi lengua tu beneficencia. Yahweh, abre mis labios, para que mi boca publique tu alabanza. Porque tú no quieres sacrificio; si no yo te lo daría; pero no te complaces en ofrendas quemadas. El verdadero sacrificio para Elohim es un espíritu arrepentido; tú no desprecias, oh Elohim, un corazón arrepentido y humillado. Que te complazca hacer prosperar a Tsiyón; reedifica los muros de Yahrushalayim. Entonces te agradarán los sacrificios requeridos, la ofrenda quemada y la ofrenda entera; entonces ofrecerán novillos sobre tu altar. Mizmor 51
Miren cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos vivan en armonía. Es como aceite fino sobre la cabeza que descendía hasta la barba, la barba de Aharón, que descendía hasta el ruedo de su vestidura; como el rocío del Jermón que desciende sobre las montañas de Tsiyón. Allí ordenó Yahweh la bendición, la vida eterna. Mizmor 133:1-3
Hermanos, les ruego por el nombre de nuestro Maestro Yahshúa el Mashíaj, que se pongan de acuerdo y que no haya más disensiones entre ustedes, sino que estén completamente unidos en el mismo pensar y en el mismo parecer. Porque acerca de ustedes, hermanos míos, me han informado los de Cloé que entre ustedes hay contiendas. Me refiero a que uno de ustedes está diciendo: "Yo soy de Shaúl", otro "yo de Apolo", otro "yo de Kefá" y otro "yo del Mashíaj". ¿Está dividido el Mashíaj? ¿Acaso fue Shaúl ejecutado en un madero por ustedes? ¿O se han sumergido en el nombre de Shaúl? Doy gracias a Elohim que no sumergí a ninguno de ustedes, sino a Crispo y a Gayo, para que nadie diga que se ha sumergido en mi nombre (aunque también sumergí a los de la casa de Estéfanas; en cuanto a los demás, no sé si sumergí a algún otro). Porque el Mashíaj no me envió a sumergir, sino a proclamar la Buena Noticia; no con sabiduría de palabras, para que no se haga inefectivo el madero del Mashíaj. Qorintiyim Alef 1:10-17
Ahora les ruego, hermanos, que se fijen en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que ustedes han aprendido, y que se aparten de ellos. Porque tales personas no le sirven al Mashíaj nuestro Maestro, sino a sus propios vientres, y con palabras melosas y adulaciones engañan los corazones de los ingenuos. Romaniyim 16:17-18
LA ARMADURA
Ahora me fortalezco con el gran
poder de Yahshua Ha Mashiaj y me coloco toda la armadura de nuestro Elohim,
para hacer frente a todas las artimañas de haSatán.
Me ciño con el Cinturón de la
Verdad, me protejo con la Coraza de Justicia, y calzo mis pies con el ánimo de
proclamar la Besorah de la Paz. Tomo el Escudo de la Fe con el que apagaré
todos los dardos de fuego del maligno. Tomo también el Casco de Salvación y la
Espada del Ruaj, que es la Palabra de Elohim. Como guerrero enfrentaré las
huestes del maligno recuperar todo lo que perdí yo, y mis antepasados, para
cortar con estas maldiciones que se arrastran en mi familia, para que mis hijos
no las sufran y sirvan plenamente a Yahweh.
LA ORACIÓN
Padre Santo Altísimo: Vengo
ante ti y reconozco que soy pecador.
Confieso y pido perdón por
todo pecado de ira, pleito, disensión, impaciencia, intolerancia que tengo.
Pido y suplico, ahora, liberación de este pecado.
Me someto ahora, totalmente
al Ruaj del Elohim Viviente y entro en tu trato divino, para ser una persona
tratada por ti, moldeada por ti, enseñada por ti.
Renuncio y me opongo ahora
a toda gritería, maledicencia, descontrol, impaciencia, intolerancia, ira y
violencia. Padre Santo, quiero entender que puedo ser una nueva persona, una
nueva criatura, y que Tú puedes darme nuevos comienzos. Quiero dejar todo el
pasado atrás y desde ahora avanzar contigo por la vida. Quede mi pasado atrás y
se borre de mi mente todo mal recuerdo y su memoria. Que cuando lo recuerde ya
no me duela.
Quiero aprender a esperar
sólo en Ti, a esperar de tu ayuda, sin desesperar, sin desanimar, sin
irritarme.
Quiero entender y
comprender que Tú nunca llegas tarde y que todos tus propósitos y planes que
tienes para mí se van a cumplir porque nada, ni nadie podrá frustrarlos.
Ato, sujeto y me opongo
ahora a toda gritería, maledicencia, descontrol, ira, impaciencia, intolerancia
y violencia y los echo fuera de mi vida en el poderoso nombre de Yahshua.
Fuera, ahora!
Ruaj haKodesh, clamo ahora
tu ayuda, estoy en tus manos ahora, ayúdame, sáname. Ruaj haKodesh ven ahora,
entra en mi casa interior y ayúdame a dejar de sentir ira, falta de dominio
propio, intolerancia, impaciencia, enojo, descontrol.
Ruaj haKodesh desaloja
ahora todo sentimiento de ira, falta de dominio propio, intolerancia,
impaciencia, enojo, que hay en mí, y que yo pueda perdonar total y
completamente, olvidar y dejar atrás mi pasado. Que pueda tolerar a los demás
con sus defectos, que no son peores que los míos, que comprenda que todos
estamos siendo tratados y que todos somos Tus Hijos, que pueda aceptarlos y
procurar convivencia pacífica con todos. Te ruego que pueda dar este fruto de
shalom para ser un verdadero pacificador que lleva al mundo la Besorah de Tu
paz, que es la reconciliación de los perdidos contigo. Te encomiendo a Ti, con
todo mi corazón esta sanidad y confío en Ti y Tú lo harás.
Gracias por esta liberación. Amén y amén.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO
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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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