14 de septiembre de 2020

AHD-113 - El Décimo Mandamiento - ''No Codiciarás'' 02



01 - Codicia, La Raíz De Todo Pecado 02

 

Este mandamiento proviene singularmente de Yahweh, porque ningún hombre podría cumplirlo. Tal vez podríamos no caer en la tentación, pero los pensamientos de codicia son parte de nuestra carne en su naturaleza caída. De hecho, sólo Elohim mismo podría decir si estuviera siendo violado o no, ya que nosotros no vemos los corazones de nadie. Como lo hizo notar claramente un autor inglés del siglo XIX al hablar sobre ese mandamiento:

 

"Busque en todas las leyes del mundo y no encontrará uno que se le asemeje. Usted hallará el sexto, el séptimo, el octavo y el noveno en todos los códigos, aunque sólo como prohibición de crímenes sujetos a castigo judicial. El Décimo Mandamiento es el complemento de todos los demás. Muestra que Elohim no sólo requiere de nosotros virtud exterior, sino santidad interior... que las imaginaciones pecaminosas son un crimen contra Él tanto como los actos inicuos".

 

El hecho de que Elohim puede leer los corazones de los hombres lo muestra repetidas veces su Palabra. Elohim recalcó ese punto cuando envió al profeta Shemuel a escoger un sucesor para el rey Shaúl:

 

Pero Yahweh le dijo a Shemuel: "No prestes atención a su apariencia ni a su estatura, que lo he rechazado. Porque no es como mira el hombre que mira Yahweh; el hombre mira solamente lo que se ve, pero Yahweh mira el corazón". Shemuel Alef 16:7

 

Y dijo por medio de su profeta YirmeYah:

 

El corazón es lo más engañoso que hay, es perverso, ¿quién podrá conocerlo? Yo, Yahweh, escudriño el corazón, examino la mente –para dar a cada hombre según su camino y según el fruto de sus obras. YirmeYah 17:9-10

 

 

EL DÉCIMO MANDAMIENTO LE ACLARÓ A TODO EL PUEBLO DE ELOHIM QUE LE RESPONDÍAN A ÉL POR SUS MISMÍSIMOS PENSAMIENTOS, POR SUS MISMÍSIMOS DESEOS.

 

 

Por supuesto, este hecho no obraría como factor disuasivo para los que afirman que Elohim está muerto o que jamás ha existido. Pero para los yisraelitas no había duda de que su Elohim Yahweh estaba muy vivo. Como les recordaba el preámbulo del Decálogo, había sido su Yahweh quien "los había sacado de la tierra de Mitzrayim, de la casa de esclavos" (Shemot 20:2).

 

Además, ya que el deseo egoísta es para todo la fuerza motivadora entre los hombres de este mundo, ellos ni siquiera pensarían en poner una ley contra ese deseo en sus libros de derecho. Mucho menos en esta sociedad satánica, que se ha dedicado en los dos últimos siglos a promover (con todo lamentable éxito) el individualismo egoísta. Todo lo que vale para ellos es el éxito, sin importar los medios que se utilicen para conseguirlo.

 

"La codicia, que era un pecado mortal en los días de nuestros antepasados medievales, ahora es una de las virtudes cardinales". Aldous Huxley

 

 

Como en el caso de los demás de los Diez Mandamientos, las Escrituras nos dan ejemplos amonestadores. HaSatán codició la adoración que legítimamente sólo puede dirigirse a Yahweh Elohim. Esto se puede ver por el hecho de que hizo caer a Adam y Javá, y también cuando ofreció a Yahshua todos los reinos del mundo si efectuaba un acto de adoración delante de él. Por codiciar la adoración que sólo se debe a Yahweh Elohim, HaSatán fue destruido por Yahshua ha Mashíaj. HaSatán lo tentó en todo y Mashíaj no cayó, fue declarado justo por el mundo (por Pilatos) y finalmente, cuando fue condenado a muerte y clavado en el madero, HASATÁN COMETIÓ INJUSTICIA: CONDENÓ A UN JUSTO. Él es el Acusador, pero sólo puede acusar a los culpables, porque acusar (y condenar) a un inocente quebranta la Ley de Yahweh, A LA CUAL ÉL TAMBIÉN ESTÁ SUJETO. Esto lo hizo caer "como un rayo", como vio Mashíaj antes.

 

En el tiempo de Yahoshúa, el sucesor de Moshe, Akán, junto con toda su familia, sufrieron un fin penoso por haber codiciado él algunas de las riquezas de la ciudad de Yerijó que estaban dedicadas a Yahweh Elohim (Yahoshúa 7:16-26). Siglos más tarde, el inicuo rey Ajav selló su ruina en virtud de codiciar la viña que pertenecía a Navot. Navot había rehusado venderla, de modo que la esposa de Ajav, Jezabel, se la obtuvo haciendo que Navot fuera acusado falsamente y muerto violentamente (Melajim Alef 21:4-16). La inicua reina Atalía codició el trono del reino de dos tribus de Yahudá, aunque como mujer no tenía derecho a ello. Para lograr su meta cometió muchos asesinatos, pero al fin ella también pagó con su vida por su deseo egoísta (Melajim Bet 11:1-20).

 

Para librarnos del deseo egoísta, ¿por dónde tenemos que comenzar? Con el corazón, tal como declaró Yahshua en Mordejai 7:20-23, como ya citamos antes. Del corazón de los hombres proceden todos los males, todo lo que contamina al hombre. NO HAY NADA QUE PROVENGA DE AFUERA. ¡No podemos echarle la culpa a HaSatán sólo porque él nos tienta en lo que sabe que YA EXISTE! El mal YA ESTÁ en nuestro interior. Él sólo necesita insinuar algo para que brote, por ese motivo SÓLO CAYÓ CUANDO COMETIÓ UNA INJUSTICIA Y QUEBRANTÓ LA LEY. Él no nos obliga, sólo nos "manipula". Como a marionetas predecibles que somos. Por eso debemos SOMETERNOS A YAHWEH Y RESISTIR A HASATÁN, para que huya y nosotros no caigamos en sus tentaciones.

 

¿Y por qué tiene el corazón esta tendencia a degenerar? Debido al pecado heredado, lo que nos lleva a caer continuamente en las garras de HaSatán y sus demonios.

 

Entonces Yahweh olió el agradable aroma, y se dijo Yahweh: "Nunca más volveré a degradar la tierra por culpa del hombre, porque las tramas de la mente del hombre son malvadas desde su juventud; tampoco volveré a destruir jamás a todo ser viviente, como lo he hecho. Bereshit 8:21

 

Mira que en maldad nací, pecador me concibió mi madre. Mizmor 51:5

 

...porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales. Efesiyim 6:12

 

¿Qué nos ayudará a combatir este deseo egoísta innato de desear cosas ajenas? El razonar sobre este asunto debería resultar provechoso. Como lo expresó Yahshua:

 

"Así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, hagan de igual manera a ellos". Luka 6:31

 

No quisiéramos que otra persona deseara nuestras propias posesiones, nuestra esposa, nuestra casa, nuestro auto o nuestro puesto en los negocios o en la congregación creyente, ¿verdad? Por eso, consistentemente, no deberíamos desear las cosas que pertenecen a otro.

 

El verdadero mensaje final del Décimo Mandamiento (por eso es el último) es que TODO SE RESUME EN AMAR, Amar como Yahweh ama. Lo que combate el egoísmo es el amor, el dar antes que recibir, el pensar primero en los demás antes que en nosotros.

 

El estar uno verdaderamente inclinado a lo espiritual, siempre conscientes de nuestra necesidad del Ruaj haKodesh y de su fruto, también nos ayudará a combatir la codicia innata, a amortiguar el deseo egoísta que hay en el corazón y a impedir que ese deseo se apodere de nosotros. El "buscar primero el reino de Elohim y su justicia" (MattiYah 6:33) impedirá que deseemos lo que pertenece a otros. Si hacemos eso no tendremos escasez de bendiciones espirituales. Es como bien lo expresó el apóstol Shaúl:

 

"El que ni aún a su propio Hijo perdonó, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará bondadosamente también junto con él todas las otras cosas que necesitamos?". Romaniyim 8:32.

 

Otra ayuda para combatir la codicia que hay en nuestra naturaleza caída es aprender la lección del contentamiento, de bastarnos con lo que tenemos. El apóstol Shaúl había aprendido esta lección, porque pudo escribir:

 

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé vivir en la pobreza, y sé vivir en la abundancia. En todo lugar y en todas las circunstancias, he aprendido el secreto de hacer frente tanto a la hartura como al hambre, tanto a la abundancia como a la necesidad. Filipiyim 4:11-12

 

El estar inclinado a lo espiritual lo ayudó a estar contento. Y que el estar contento es sumamente razonable, Shaúl lo muestra en una de sus cartas a su amigo Timotio:

 

Sin embargo, grande ganancia es la piedad con contentamiento. Porque nada trajimos a este mundo, y es evidente que nada podremos sacar. Así que, teniendo el sustento y con qué cubrirnos, estemos contentos con esto. Timotio Alef 6:6-8

 

Pero ante todo el amor ágape, el amor altruista, basado en principios, ayudará a los creyentes a combatir el deseo egoísta. Esta es la clase de amor que "no es celoso,... no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses" (Qorintiyim Alef 13:4-5). Si ni siquiera busca sus propios intereses, ¡qué lejos está de desear egoístamente lo que pertenece a otros! Este es el amor desinteresado del Padre, el cual debe ser nuestra meta, alcanzar ese nivel de amor y aplicarlo en nuestras relaciones entre hermanos y también con el mundo.

 

El amor no le hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la Torah. Romaniyim 13:10

 

Ese amor escucha el consejo del apóstol y busca, no la riqueza de otro, sino la ventaja de la otra persona:

 

Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona. Qorintiyim Alef 10:24

 

Realmente, aunque la codicia o deseo egoísta quizás esté profundamente arraigado y esté en la base de toda suerte de iniquidad, hay muchas ayudas para que lo combatamos los que verdaderamente deseemos hacerlo.

 











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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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