10 de septiembre de 2020

CLE03 02 - Introducción A Las Ofrendas



Definición General De Las Ofrendas

 

En este mensaje daremos una definición general de las ofrendas.

 

Las Ofrendas En Relación Con El Tabernáculo

 

Los libros de Shemot y Vayikra están estrechamente relacionados. Shemot concluye con el tabernáculo erigido, y Vayikra comienza con las ofrendas. Tanto el tabernáculo como las ofrendas son tipos de Mashiaj. El hecho de que Shemot concluya hablándonos del Mishkán y Vayikra comience con el tema de las ofrendas indica que hay una continuación directa. Pese a que Shemot y Vayikra son diferentes en naturaleza y en los puntos que abarcan, con todo, hay una relación directa entre ambos.

 

 

  • En Shemot el tabernáculo es edificado y erigido. El Mishkán no se erigió solamente para que Elohim morara en él, sino también para que nosotros moráramos en él. En Vayikra se establecen las ofrendas (caps. 1—7) con el sacerdocio (caps. 8—10).

 

 

  • Mashiaj como tabernáculo trae a Elohim al hombre, y Mashiaj como las ofrendas lleva al hombre a Elohim. Ya que nuestro Mashiaj es maravilloso y lo incluye todo, las palabras no bastan para revelarlo y describirlo; los tipos, que son cuadros descriptivos, también son necesarios. Tanto el Mishkán como las ofrendas son tipos de Mashiaj. Mashiaj como tabernáculo trae a Elohim al hombre, y Mashiaj como las ofrendas lleva al hombre a Elohim. Esto indica que hay un tráfico de doble sentido, un tráfico de ida y de venida. Mashiaj viene a nosotros como el Mishkán, y luego Él va a Elohim como las ofrendas.

 

El Mishkán es una señal, una figura, un tipo, de Mashiaj. En la encarnación Mashiaj vino como tabernáculo. "La Palabra, que era Elohim, se hizo carne y fijó tabernáculo entre nosotros" (Yahanan 1:1, 14). Mashiaj es Elohim mismo encarnado que se hizo hombre; por tanto, Él es el Elohim-hombre, y este Elohim-hombre es el tabernáculo. Como tabernáculo, Mashiaj trajo a Elohim al hombre. El Mashiaj que estaba en la tierra era Elohim mismo corporificado en un tabernáculo. Aquí tenemos uno de los aspectos de este tráfico de doble sentido: Elohim viene a nosotros en Mashiaj por medio de la encarnación.

 

Yahanan 1:29 dice que el Mashiaj, el Mishkán, es también el Cordero de Elohim: "¡He aquí el Cordero de Elohim, que quita el pecado del mundo!". Mashiaj, como Cordero de Elohim, es la totalidad, la suma, de todas las ofrendas.

 

Por una parte, Mashiaj es el tabernáculo; por otra, Él es las ofrendas. En calidad de Mishkán, Él trajo a Elohim a nosotros, y en calidad de ofrendas, Él ahora nos lleva a todos nosotros a Elohim. El hecho de que Mashiaj sea el tabernáculo guarda relación con la encarnación. El hecho de que Él sea las ofrendas guarda relación con la muerte en el madero y la resurrección. Mashiaj vino en la encarnación, y Él se fue por medio de la muerte en el madero y la resurrección. Éste es el tráfico de doble sentido que trae a Elohim a nosotros y que nos lleva a todos nosotros a Elohim, a fin de que Elohim sea uno con nosotros y nosotros seamos uno con Él.

 

 

  • El Mishkán tiene como finalidad que experimentemos a Elohim, que nos unamos a Él, y las ofrendas tienen como finalidad que disfrutemos a Elohim y nos mezclemos con Él. Experimentar a Elohim, unirse a Él, equivale a entrar en el tabernáculo. Cuando el Adón Yahshua estuvo en la tierra, las personas tuvieron contacto con Él. Finalmente, los discípulos fueron introducidos en Él, en el Elohim encarnado. Así pues, el tabernáculo trae a Elohim a nosotros para que experimentemos a Elohim, entremos en Él, nos unamos a Él.

 

Tanto el Mishkán como las ofrendas representan a Mashiaj. El tabernáculo representa que Elohim está en Mashiaj para que nosotros tengamos contacto con Elohim, le toquemos, le experimentemos, entremos en Elohim, nos unamos a Elohim. Las ofrendas representan a Elohim en Mashiaj para que nosotros le disfrutemos. Al disfrutar a Mashiaj como las ofrendas, nos mezclamos con Elohim. Elohim en Mashiaj es el Tabernáculo, que podemos contactar, poseer y experimentar, y al cual podemos acercarnos y entrar. Elohim en Mashiaj es también todas las ofrendas, mediante las cuales podemos disfrutarle, ingerirle e incluso comerle, digerirle y asimilarle, al grado en que Él mismo se convierte en nuestro elemento constitutivo. Después de disfrutar las ofrendas y comer de ellas, entramos en el Mishkán, donde disfrutamos su contenido, a saber, todo lo que Elohim es en Mashiaj. El hecho de que el Adón sea tanto el tabernáculo como las ofrendas constituye una maravillosa revelación. Nosotros podemos entrar en Él y podemos disfrutarlo y mezclarnos con Él.

 

Mashiaj como las ofrendas tiene por finalidad nuestro deleite debido a que las ofrendas son comestibles. Elohim no es el único que puede comerlas, sino también nosotros. Nosotros podemos disfrutar y comer a Mashiaj juntamente con Él. Este deleite mutuo puede compararse al deleite que se experimenta en un banquete donde nos animamos unos a otros a disfrutar de los diferentes platillos. El deleite mutuo que experimentamos en un banquete es un cuadro descriptivo del deleite que tenemos de Mashiaj juntamente con Elohim.

 

Todo lo que comemos se convierte en lo que somos. Si comprendemos esto, veremos que no es sabio oponerse a la revelación divina respecto a la mezcla de la divinidad con la humanidad. Por medio de la obra redentora de Mashiaj y por Su Ruaj, el elemento divino de Mashiaj llega a ser nuestra comida. Después de ingerir esta comida, la digerimos y la asimilamos hasta que llega a ser nuestras fibras y nuestras células. Ciertamente esto guarda relación con una mezcla.

 

Estas ofrendas han llegado a ser nuestra comida. Esto significa que Elohim en Mashiaj es "comestible", porque es el alimento verdadero que nos nutre. Elohim se hizo comestible al llegar a ser las ofrendas. Al comer nosotros estas ofrendas, el elemento divino se mezcla con la humanidad. Por lo tanto, Mashiaj no es solamente nuestra morada, sino también nuestra comida mediante la cual disfrutamos a Elohim y nos mezclamos con Él. A esto se refería Yahshua cuando dijo:

 

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él. Yahanan 6:54-56

 

A diario podemos disfrutar no solamente la presencia de Elohim, sino también Su elemento, Su esencia, incluso Su sustancia comestible. Las epístolas de Shaúl indican que Mashiaj es comestible, pero no nos proporcionan detalles de cómo comer a Mashiaj. Para conocer estos detalles, debemos acudir al libro de Vayikra. El Mashiaj revelado en Vayikra es un Mashiaj al que se puede comer. Vayikra no sólo nos proporciona los "víveres", sino también la "receta" para "cocinar" a Mashiaj.

 

Las ofrendas nos permiten no sólo disfrutar a Elohim, sino también asimilarlo en nuestro ser. Esta asimilación redunda en una mezcla. Debemos comprender que estamos mezclándonos con Elohim y que Elohim está mezclándose con nosotros. El Adón Yahshua como Ruaj está en nuestro ruaj, y a diario Él se mezcla con nosotros. Pero dicha mezcla depende de que nosotros comamos a Mashiaj, digiramos a Mashiaj y asimilemos a Mashiaj. Además, tal vez nos sirvan una comida muy buena, pero si no la comemos como se debe, podría causarnos indigestión. De igual manera, si no comemos a Mashiaj como es debido, esto podría causarnos indigestión espiritual. En dado caso, no asimilaríamos a Mashiaj. Debemos aprender a comer a Mashiaj, digerir a Mashiaj y asimilar a Mashiaj. Entonces seremos nutridos, fortalecidos y nos mezclaremos con Elohim.

 

 

  • El Mishkán tiene como finalidad ser el Tabernáculo de Elohim; las ofrendas tienen como finalidad ser disfrutadas por Elohim en virtud de nuestro aprecio por ellas y al ser presentadas por nosotros. Esto es maravilloso, admirable y misterioso.

 

El Mishkán no sólo tiene como finalidad que nosotros entremos en él, sino también que Elohim more en él. El tabernáculo es Elohim mismo que viene a nosotros en Mashiaj y por medio de Mashiaj. Este tabernáculo es el Mishkán de Elohim, en la cual Elohim mora en Mashiaj. Esto significa que la corporificación de Elohim es el Mishkán de Elohim. Elohim mora en Mashiaj, quien es Su corporificación.

 

El Mashiaj que es las ofrendas no sólo tiene como finalidad nuestro deleite, sino también el deleite de Elohim. El holocausto tiene como finalidad ser comido por Elohim, ser disfrutado por Él. El objetivo de las ofrendas no es únicamente que nosotros disfrutemos a Elohim y nos mezclemos con Él, sino también que Elohim las deleite. Por lo tanto, Elohim no solamente mora en Mashiaj, sino que también disfruta a Mashiaj.

 

La finalidad del tabernáculo es que Elohim more en él, y la finalidad de las ofrendas es que Elohim las deleite. ¿Significa esto que Elohim mora en Sí mismo y se disfruta a Sí mismo? El Adón Yahshua dijo: "Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Mí" (Yahanan 14:10). El libro de Ivrim revela que Mashiaj se presentó a Elohim para satisfacción de Yahweh. Allí vemos el misterio de que Elohim se hizo hombre para morir en el madero y que luego se levantó en resurrección por causa de Elohim y de nosotros.

 

Las ofrendas tienen como finalidad ser disfrutadas por Elohim juntamente con nosotros en virtud de nuestro aprecio por ellas y al ser presentadas por nosotros. Si nosotros no apreciamos al Mashiaj que es las ofrendas ni lo presentamos como tal, Elohim no obtendrá ningún deleite de las ofrendas. Por eso Él asegura que no le agradan los sacrificios sino la obediencia y la misericordia. Elohim vino a nosotros en Mashiaj y, de este modo, llegó a ser el tabernáculo, el Ojel Moed, en beneficio Suyo. Además, Él llegó a ser todas las ofrendas, en beneficio nuestro y Suyo. No obstante, si nosotros no apreciamos las ofrendas ni las presentamos a Elohim, si no apreciamos los dones y virtudes de Mashíaj, Elohim no obtendrá ningún deleite de ellas.

 

Tal como los yisraelitas debían trabajar en la buena tierra para luego ofrecer el producto a Elohim, de la misma manera nosotros debemos trabajar nuestra tierra interior a fin de que nuestro Mashiaj crezca y dé fruto, para ofrecérselo a Elohim. Trabajar en Mashiaj es esforzarnos por disfrutarlo y experimentarlo, y vivir a través de sus frutos, no de nuestra carne. Cuanto más disfrutemos y experimentemos a Mashiaj, más le apreciaremos. Luego debemos ofrecer Mashiaj a Elohim para Su deleite.

 

 

  • Las ofrendas no son sacrificios, sino dádivas entregadas a Elohim por quienes sienten aprecio por Mashiaj.

 

Háblale al pueblo yisraelita, y diles: Cuando alguno de ustedes presente una ofrenda de ganado para Yahweh, debe escoger su ofrenda de la manada o del rebaño. Vayikra 1:2

 

El verbo "presente" también se podría traducir "traiga" u "ofrende". La palabra hebrea traducida "ofrenda" es KORBÁN (H7133) y significa un presente o una dádiva. Las palabras hebreas que aquí significan "presentes" y "presentar" tienen la misma raíz. Las ofrendas, por tanto, son presentes dados a Elohim, algo que se ofrece. Los hijos de Yisrael debían trabajar en la buena tierra y después ofrendar a Elohim, como dádiva, el producto de la buena tierra disfrutado por ellos y por el cual sentían aprecio. Debían darle lo mejor, para que Yahweh "viera" lo que habían obtenido en esa tierra y trabajo. Esto era obvio símbolo de nuestra tierra interior.

 

Las cinco ofrendas principales tienen como objetivo que nosotros podamos tener comunión con Elohim. Los capítulos del 1 al 7 de Vayikra hablan de la comunión que los hijos de Elohim tienen con Elohim. Para que esta comunión pueda efectuarse son necesarias las dádivas.

 

Cuando asistimos a las reuniones de la congregación, no debemos venir con sacrificios, sino con dádivas para Elohim. Los sacrificios son para redención, para propiciación, mientras que las ofrendas son regalos que fomentan una íntima comunión entre nosotros y Elohim. Las ofrendas que traemos para esta comunión deben ser el propio Mashiaj que hemos experimentado. Este Mashiaj por el cual sentimos tanto aprecio es el que debemos ofrecer a Elohim como dádiva. Incluso la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones pueden ser dádivas que traemos a Elohim, si vividas con el corazón adecuado.

 

Ofrecer un sacrificio por el pecado es un acto solemne, judicial. Pero traer una dádiva a un amigo íntimo no es un acto solemne, sino algo dulce. Cada vez que asistamos a una reunión, debemos tener la dulce sensación de que venimos a presentarle a Elohim preciosas e inestimables dádivas a fin de disfrutarlas con Él. Debemos ofrecer Mashiaj a Elohim no meramente como sacrificios por nuestros problemas, sino también como dádivas para que Él las deleite y para que nosotros las disfrutemos juntamente con Él.

 

 

  • Las ordenanzas en cuanto a las ofrendas son una receta de la cocina divina. Mashiaj es los víveres, nosotros somos los cocineros, y Elohim y nosotros somos los comensales que disfrutan a Mashiaj como nuestra satisfacción. Esto es lo sobresaliente en el libro de Vayikra. En términos espirituales, no hay nada más elevado que el deleite que tenemos de Elohim en Mashiaj.

 

¿Se habían dado cuenta alguna vez de que las reuniones de la congregación son reuniones en las que se cocina, reuniones donde se come? En ocasiones pasadas hemos hablado de venir a las reuniones a comer. Sin embargo, es posible que nunca nos haya cruzado por la mente el pensamiento de que también debemos cocinar. Los sacerdotes no comían nada crudo y sin preparar. Cuando ofrecían los sacrificios y ofrendas, acomodaban todo para después también comer ellos en presencia de Elohim. Los víveres están listos, y los comensales también, pero ¿quiénes son los cocineros? Puedo afirmarles con toda certeza que Elohim y el Ruaj no son los cocineros, sino que los cocineros somos nosotros. Por tanto, todos debemos aprender a cocinar.

 

Si examinamos los tipos contenidos en Vayikra, podremos ver que Elohim ciertamente desea disfrutar a Mashiaj. Él desea disfrutar al Mashiaj que nosotros apreciamos y le ofrecemos. Sin embargo, hasta ahora seguimos siendo demasiado viejos, tradicionales, superficiales y religiosos. Que todos veamos que nuestro Elohim desea disfrutar a Mashiaj. Mashiaj no sólo debe ser nuestra comida, sino también la comida de Elohim, la cual nosotros le cocinamos al apreciar a Mashiaj y presentárselo. Todos debemos cocinar a Mashiaj para que podamos alimentar a Elohim con Mashiaj.

 

 

Las Categorías De Las Ofrendas

 

Ahora veremos las categorías de las ofrendas. Según Vayikra, hay seis clases principales de ofrendas, cinco clases principales de dádivas:

 

  • OLÁH (Ofrenda de Holocausto)
  • MINJÁ (Ofrenda de alimento)
  • JATÁT (Ofrenda por el pecado)
  • ASHAM (Ofrenda por la culpa)
  • MILÚ (Ofrenda de consagración)
  • SHELAMIM (Ofrenda de paces)

 

Esta es la ley para la ofrenda quemada, la ofrenda de grano, la ofrenda de pecado, la ofrenda de culpa, la ofrenda de la dedicación como Kadosh y el sacrificio de ofrendas de Shalom. Vayikra 7:37

 

Debemos permitir que los cuadros de las ofrendas halladas en Vayikra revolucionen nuestros conceptos con respecto al servicio, la adoración y la experiencia que tenemos de Mashiaj.

 

1. OLÁH (holocausto)

El holocausto es el Mashiaj que satisface a Elohim (Vayikra 1:1-17; 6:8-13). El holocausto es el alimento de Elohim que le trae deleite y satisfacción. Esta ofrenda debía ser ofrecida diariamente, en la mañana y en la noche.

 

El holocausto provee la base para la ofrenda por el pecado

El holocausto es quemado por completo, lo que significa que todo de este sacrificio es aceptable ante Yahweh. No hay nada que quede fuera, es completamente para Yahweh. Mashiaj, como holocausto, estaba absolutamente entregado a Elohim. Si Mashiaj no hubiera llevado una vida de absoluta entrega a Elohim, no habría sido apto para ser nuestra ofrenda por el pecado. Adam cayó porque no estaba absolutamente entregado a Elohim. Si él hubiera llevado una vida de absoluta entrega a Elohim, no habría sido engañado. Adam fue engañado porque no estaba absolutamente entregado a Elohim. Finalmente, Mashiaj vino, y Él sí llevó una vida de absoluta entrega a Elohim y nunca fue engañado. Esta Persona absoluta era perfecta y apta para ser nuestra ofrenda por el pecado a fin de hacerse cargo del pecado en nuestra naturaleza. La entrega absoluta de Mashiaj a Elohim lo hizo apto para ser la ofrenda por el pecado.

 

2. JATÁT (ofrenda por el pecado)

La ofrenda por el pecado es el Mashiaj ofrecido por el pecado del pueblo de Elohim (4:1-35; 6:24-30). La intención de Elohim es que el deleite sea mutuo, que tanto Él como nosotros disfrutemos. Su intención es que tengamos paz con Él para que disfrutemos a Mashiaj juntamente con Él en comunión. Sin embargo, debemos recordar que el pecado todavía reside en nuestra naturaleza y que todavía cometemos transgresiones en nuestra conducta. Tanto nuestro pecado como nuestras transgresiones son condenados por Elohim. Por lo tanto, necesitamos la ofrenda por el pecado, la cual es el Mashiaj ofrecido por el pecado que reside en nuestra naturaleza. Al respecto, Mashiaj hizo propiciación.

 

3. MINJÁ (ofrenda de harina)

La ofrenda de harina es el Mashiaj que satisface al pueblo de Elohim y que éste disfruta juntamente con Elohim (Vayikra 2:1-16; 6:14-23). El holocausto es el alimento de Elohim, y la ofrenda de harina es nuestro alimento. Sin embargo, comemos la ofrenda de harina juntamente con Elohim. Mashiaj primero debe ser disfrutado absolutamente por Elohim, y luego debe ser disfrutado por nosotros a fin de que disfrutemos a Mashiaj juntamente con Elohim. Según Vayikra 2, una parte de la ofrenda de harina es ofrecida a Elohim, pero la parte principal de esta ofrenda es para nosotros. Esto indica que Mashiaj es dado para nuestro deleite a fin de que lo disfrutemos juntamente con Elohim.

 

La ofrenda de harina provee la base para la ofrenda por las transgresiones

Si Mashiaj no hubiese sido perfecto en Su humanidad, sino que hubiese tenido muchos defectos, faltas y errores, Él mismo habría necesitado una ofrenda por las transgresiones y, por lo tanto, no habría podido ser nuestra ofrenda por las transgresiones. Sin embargo, en Su humanidad Mashiaj era fino, perfecto y equilibrado; en Él no había ningún defecto, falta, deficiencia ni culpa. Su perfección lo hizo apto para ser nuestra ofrenda por las transgresiones.

 

El holocausto tiene como finalidad la ofrenda por el pecado. Ésta es la relación que existe entre estas dos ofrendas. Así también la ofrenda de harina tiene como finalidad la ofrenda por las transgresiones. Ésta es la relación que existe entre estas dos ofrendas. Si Mashiaj no hubiera llevado una vida de absoluta entrega a Elohim, no habría podido ser nuestra ofrenda por el pecado para hacerse cargo del pecado en nuestra naturaleza. Y si Él no hubiera sido perfecto en Su humanidad, no habría podido ser nuestra ofrenda por las transgresiones para quitar nuestras transgresiones. Mashiaj llevó una vida de absoluta entrega a Elohim y fue perfecto en Su humanidad. Por tanto, Él era apto para poner fin a nuestro pecado y quitar nuestras transgresiones.

 

4. ASHAM (ofrenda por la culpa)

La ofrenda por las transgresiones es el Mashiaj ofrecido por los pecados del pueblo de Elohim (5:1—6:7; 7:1-10). Mashiaj hizo propiciación por nuestros pecados, nuestras transgresiones, así como por nuestro pecado. Debido a que Mashiaj es la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones, no tenemos más problemas con Elohim. Ahora podemos estar en paz, y en esta paz disfrutamos a Mashiaj juntamente con Elohim.

 

5. SHELAMIM (ofrenda de paz)

La ofrenda de paz es Mashiaj en calidad de paz entre Elohim y el pueblo de Elohim, del cual ambos disfrutan mutuamente en comunión (Vayikra 3:1-17; 7:11-38). El holocausto es el Mashiaj que Elohim disfruta, la ofrenda de harina es el Mashiaj que nosotros disfrutamos juntamente con Elohim, y la ofrenda de paz es Mashiaj en calidad de paz entre Elohim y Su pueblo. Mashiaj, como tal ofrenda, llega a ser el deleite mutuo que comparten Elohim y Su pueblo. En este deleite hay comunión.

 

Esto significa que la ofrenda de paz es la totalidad de las otras cuatro ofrendas. El hecho de que Mashiaj sea estas cuatro ofrendas redunda en que haya paz entre Elohim y el pueblo de Elohim, y esta paz es simplemente Mashiaj mismo. Mashiaj, como ofrenda de paz, es el alimento que disfrutamos juntamente con Elohim y el alimento que Elohim disfruta con nosotros. En Mashiaj, nuestra ofrenda de paz, tenemos un deleite mutuo en comunión.

 

Los tipos contenidos en los capítulos del 1 al 7 de Vayikra nos muestran cuánto Mashiaj es para nosotros. Estos capítulos nos muestran muchos puntos detallados acerca de Mashiaj. Debemos aprender a ser precisos al experimentar a Mashiaj en relación con todos estos detalles.

 

Debemos aplicar a nuestra vida de congregación todos estos puntos referentes a Mashiaj como las ofrendas, y cocinar a Mashiaj y presentárselo a Elohim en las reuniones de la congregación. Todos debemos aprender a cocinar a Mashiaj detalladamente, comerlo detalladamente y presentarlo detalladamente. Ésta es la manera en que debemos estudiar el libro de Vayikra. No sólo debemos poseer un conocimiento doctrinal de los puntos detallados con respecto a Mashiaj, sino que también debemos aprender a cocinar a Mashiaj, presentar Mashiaj a Elohim y disfrutar a Mashiaj juntamente con Elohim en calidad de holocausto, ofrenda de harina, ofrenda de paz, ofrenda por el pecado y ofrenda por las transgresiones. Si hacemos esto, seremos plenamente constituidos en personas que desean entrar al tabernáculo y moran allí para disfrutar todo el contenido que Elohim nos ofrece.

 


Una Comparación Entre Shemot Y Vayikra

 

Comparemos ahora algunos aspectos que se presentan en Shemot y en Vayikra.

 

1. Elohim Habla Sobre El Monte Sinay, Y Elohim Habla En El Tabernáculo

 

Existen algunas diferencias significativas entre Shemot y Vayikra. La primera diferencia que quisiéramos hacer notar tiene que ver con el lugar donde Elohim habla. En Shemot, Elohim habló sobre el monte Sinay, un monte desolado; en Vayikra Elohim habla en el tabernáculo, el cual es un edificio.

 

A estas alturas debemos preguntarnos: ¿dónde está Elohim en el libro de Vayikra? En Bereshit, en un sentido general, Elohim estaba en los cielos. En ocasiones Él venía a la tierra para hacer alguna visita, pero después regresaba a los cielos. En Shemot, Elohim descendió al monte Sinay y permaneció allí para realizar la obra de edificar Su morada en la tierra. Luego, en el último capítulo de Shemot, vemos que el tabernáculo fue erigido y que el mobiliario fue colocado dentro de él; finalmente, Elohim entró en el tabernáculo para habitar en él. Ahora en Vayikra vemos que Elohim está en el Mishkán, que es la Tienda de Reunión, y Él habla en la Tienda de Reunión.

 

El primer y el último pasuk de Vayikra indican que el libro entero es una crónica del hablar de Elohim. El hablar iniciado en 1:1 tuvo lugar no en los cielos ni en el monte Sinay, sino en el tabernáculo. Hoy en día Elohim también habla en Su Mishkán, y este tabernáculo es la congregación. Según el principio que establece la tipología aquí, Elohim habla en la congregación, Su tabernáculo, la Tienda de Reunión. Esta Tienda de Reunión es el oráculo, el lugar donde Elohim habla. Individualmente, todos somos tabernáculos (recordemos la fractalidad), así como Mashíaj lo es de manera también individual, pero el edificio completo, la Casa de Yahweh, es el Cuerpo, la congregación, de la cual Mashíaj es la Cabeza.

 

En la congregación, Elohim habla continuamente. La medida en que una asamblea es la congregación —en términos reales y concretos— depende de cuánto Elohim habla allí. Si el hablar de Elohim no está presente en cierto grupo, es difícil que se le considere una congregación, será tal vez una reunión.

 

Según la tipología, donde estaba la Tienda de Reunión, allí estaba el hablar de Elohim. Los hijos de Yisrael acampaban en miles de tiendas, pero Elohim hablaba únicamente en una sola tienda, una tienda única: el Ojel Moed.

 

La única señal que distinguía a la Tienda de Reunión era que allí Elohim hablaba. La tienda y todo su mobiliario era algo que se podía copiar o reproducir, pero no el hablar de Elohim. El hablar de Elohim no puede ser imitado, copiado ni reproducido. Este mismo principio se aplica hoy en día. En la congregación hay muchas cosas que pueden ser imitadas, copiadas o reproducidas, pero hay una sola cosa que no se puede imitar: el hablar de Elohim. El hablar de Elohim es único; dicho hablar depende exclusivamente de Elohim y no del hombre.

 

Supongamos que un día Aharón se molestara con Moshe, quien tomaba la delantera en la Tienda de Reunión, y que, con la ayuda de un grupo de yisraelitas, hiciera otro tabernáculo. En todo sentido el tabernáculo de Aharón sería una réplica del original; los dos tabernáculos serían idénticos en color, materiales, diseño y confección. Si hubieran estado allí, ¿a cuál tabernáculo habrían acudido: al que erigió Moshe o al que erigió Aharón? Tal vez ustedes aseguren que jamás irían al tabernáculo de Aharón, sino únicamente al tabernáculo de Moshe. Esta respuesta no sería la correcta. La forma correcta de contestar esta pregunta es decir: "Yo nunca iría a un tabernáculo donde no esté presente el hablar de Elohim; únicamente iría al tabernáculo donde Elohim habla. De hecho, no acudiría a un tabernáculo, sino a recibir el hablar de Elohim. Sin el hablar de Elohim, el tabernáculo carecería de todo valor".

 

El tabernáculo era precioso no por el oro que contenía. Lo que hacía al tabernáculo precioso era el hablar de Elohim. Esto mismo se aplica a la congregación hoy. La preciosidad de la congregación es el hablar de Elohim o, dicho de mejor manera, el Elohim que habla. ¡Alabado sea el Adón porque en la congregación se encuentra el hablar de Elohim! Este hablar es un tesoro para nosotros.

 

 

2. Las Llamas De Fuego En Shemot Y La Gracia Infinita En Vayikra

 

En Shemot encontramos las llamas de fuego, las cuales se basan en la ley que expresa la justicia de Elohim. En Vayikra encontramos la gracia infinita, la cual se basa en la obra redentora de Mashiaj que expresa la justicia de Elohim. En Shemot, el fuego echaba llamas, la ley fue promulgada y la justicia de Elohim se hizo manifiesta. Lo que se revela en Vayikra no es la ley de Elohim, sino la redención efectuada por Mashiaj, representada por las ofrendas. En Shemot vemos la ley que condenaba, pero en Vayikra vemos al Mashiaj redentor. Por tanto, en Vayikra la justicia de Elohim no se expresa por medio de llamas de fuego, sino mediante la gracia infinita.

 

En Shemot vemos que Elohim habló desde el fuego, pero en Vayikra Él habla en Su gracia. Lo que encontramos en Vayikra no son las llamas de fuego de la justicia, sino la presencia de Elohim como gracia única dada a Su pueblo redimido.

 

 

3. En Shemot, Elohim Es Temible, En Vayikra, Elohim Es Accesible

 

En Shemot, las llamas de fuego hacían que Elohim fuese temible; en Vayikra, la redención efectuada por Mashiaj hace que Elohim sea accesible. En Shemot Elohim era un Elohim temible, y nadie se atrevía acercarse a Él. En Vayikra, la redención efectuada por Mashiaj ha hecho posible que las personas no sólo se aproximen y se acerquen a Elohim, sino también que coman juntamente con Él, es decir, que tengan comunión e intimidad con Él. Hoy en la congregación Elohim es accesible. Podemos tener contacto con Él, tener intimidad con Él y tener comunión con Él al disfrutar a Mashiaj con Él. Ésta es la revelación hallada en el libro de Vayikra.

 


 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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