Para Qué Son Las Reuniones Del Pueblo De Yahweh
04 - Para
Hacer La Voluntad De Elohim Y Cumplir Su Propósito
En tu amor guiaste al pueblo que
redimiste; en tu fuerza LOS CONDUCES A TU SANTA MORADA... Tú los llevarás y los
plantarás en tu propio monte, en el lugar que hiciste para morar, oh Yahweh, EL
SANTUARIO, Yahweh, que tus manos establecieron. Shemot 15:13,17
¿Han notado alguna vez que el destino
de la conducción de Elohim es Su santa morada? Él nos guía a este destino.
Él conduce a su pueblo redimido y lo guía a ese destino, es decir, a su santa
morada. Sabemos que esta morada es el Mishkán de Elohim. Primero, fue la tienda
o el tabernáculo. Finalmente, se convirtió en el templo, para demostrar que este
Mishkán tendría crecimiento. Pero claro, este Tabernáculo y este templo fueron
construidos por manos humanas, porque eran simplemente cuadros, sombras de la
realidad espiritual que Yahweh levanta en su "templo no hecho por manos
humanas". Este es un templo estable, que persistirá para siempre jamás. Pero
en estas eras históricas, ya fuera el tabernáculo o el templo, era el
Tabernáculo de Elohim, Su santa morada. Este es el destino de la dirección de
Elohim. Elohim nos conduce y nos guía a este destino, Su santa morada.
¿Podemos darnos cuenta entonces, QUE
LA HABITACIÓN DE ELOHIM ES EL ENCUENTRO DE SU PUEBLO REDIMIDO? Esto no es
algo estático ni material, evidentemente, sino algo espiritual. Entonces tenemos
un término que combina estas dos cosas juntas: LA TIENDA DE
REUNIÓN. La tienda se refiere al Tabernáculo de Elohim,
y la reunión, sin duda, se refiere a las reuniones del pueblo de Elohim con Él:
Porque ahí (la Tienda de Reunión) me reuniré contigo, y ahí hablaré contigo y ahí me reuniré con los yisraelitas, y quedará santificada por mi Presencia. (...) Yo moraré entre los yisraelitas, y seré su Elohim. Shemot 29:42b-43,45
Esto indica que las reuniones del
pueblo de Elohim son el Tabernáculo de Elohim.
En el Tanaj, la imagen no era tan
clara porque era realmente difícil describir cómo el pueblo de Elohim reunido
era el Tabernáculo de Elohim. En el tipo del Tanaj tenemos el Mishkán de Elohim
tipificado por la tienda, el tabernáculo, como el centro del pueblo reunido de
Elohim. Al mismo tiempo, tenemos una reunión del pueblo de Elohim alrededor de
la tienda.
En el B'rit Hadashá debemos darnos
cuenta de que la habitación de Elohim es la congregación. Y la congregación,
según la palabra griega ekklesia, es una especie de reunión. La palabra
ekklesia (de la cual deriva iglesia, como transliteración de la misma), es
utilizada en la Septuaginta como sinónimo de asamblea, de la palabra CAJÁL. Es
una reunión o una asamblea de los llamados. CUANDO LOS LLAMADOS DE ELOHIM SE
REÚNEN, ESTA ES LA CONGREGACIÓN. La congregación es la de reunión un pueblo
colectivo, una reunión de los creyentes. La congregación es mucho más que una
kehila actual (por cierto, esta es una transliteración de una forma de la
palabra CAJÁL), aunque podemos también llamarla de congregación, porque ya
sabemos que todo es fractal (copias menores o mayores de lo mismo). Sin
embargo, la congregación local debe ser la suma de todas las kehilás de una
localidad, pero también subsiste el hecho de que todas ellas deben predicar las
Escrituras puras. El problema actual es que hay mucha confusión, además de
mucho cacique y poco indio, y no todos los caciques han sido enviados por
Yahweh. No basta que el Ruaj nos revele algunas cosas para abrir una sinagoga
nueva, es necesario comprender que Abba no piensa en pequeño.
Según la enseñanza del B'rit Hadashá,
¿podemos creer que los santos de una localidad no necesiten reunirse, no
necesitan ninguna reunión, pero aún así podrían ser "la congregación"? Debemos
darnos cuenta de que sin las reuniones de los creyentes en una localidad (sea
esto físico o virtual), NO HAY VIDA DE CONGREGACIÓN PRÁCTICA. La carne no gusta
de estas reuniones, por eso se aleja, pero el ruaj las ama, porque está en su
medio. La vida práctica de la congregación es la reunión de los santos en una
determinada localidad.
La congregación se vuelve real y
práctica cuando todos se unen. Eso es una ekklesia.
La ekklesia es
la reuniónde todos los santos. Y esta reunión de todos los santos es un encuentro.
Debemos darnos cuenta de que esta reunión es la habitación de Elohim. Entonces
la congregación es la "Tienda de reunión". La tienda significa
Tabernáculo de Elohim; la reunión significa las reuniones, las reuniones de
todos los santos. Shemot 15:13 habla del encuentro del pueblo redimido de
Elohim. Fueron redimidos, pero ¿qué deben hacer después de ser
redimidos? Elohim los condujo a las reuniones. Elohim los guió a las
reuniones.
¿Han notado que en Shemot 15:13 se
usan dos predicados?
En tu amor guiaste al pueblo que redimiste; en tu fuerza LOS CONDUCES A TU SANTA MORADA...
En primer lugar, dice que el Adón guió
a Su pueblo redimido. Luego dice que el Adón los conduce. Las traducciones
variarán grandemente, a gusto de los traductores, pero el primer verbo es NAJÁ
(H5148), con varios significados: encaminar, guía, guiar, llevar, conducir,
pastorear, poner, traer. Y el segundo es NAJÁL (H5095), que tiene los mismos
significados, pero que literalmente significa "correr por una
chispa", como un reguero de pólvora encendido corre por un camino bien
definido. Entonces tenemos que Yahweh condujo, pastoreó, lideró al pueblo
redimido, y también lo guió por Su camino para que el pueblo entrara en Su
Morada.
¿Cuál es la diferencia entre liderar
y guiar? Cuando los hijos de Yisrael viajaban por el desierto, la columna
de nube o de fuego siempre estaba a la cabeza. Ese fue el protagonista. Si la
columna de nube o de fuego se detenía, eso no se movían. Al mismo tiempo que el
Adón estaba tomando la iniciativa, también los estaba guiando. El que lidera,
también guía, no son dos acciones separadas. Él estaba con ellos y estaba entre
ellos guiándolos. En nuestra peregrinación creyente, en nuestro camino, el Adón
siempre está tomando la iniciativa y, al mismo tiempo, nos guía, por eso es el
Buen Pastor, que siempre va al frente de sus ovejas. Hoy el Adón toma la
iniciativa de una manera general dándonos una dirección general. Luego, en ciertos
momentos, viene a nosotros para ser nuestro guía y explicarnos en detalle.
Finalmente, fue por Su guía que Él
llevó a Su pueblo redimido con Su fuerza a Su santa morada. La conducción sólo
llevó a la gente en el camino, pero la guía los llevó a un punto en particular,
es decir, a la santa morada de Elohim. Esa morada es sólo la reunión. Esa es la reunión. Entonces, después de Su redención, la dirección
y la guía de Elohim debe llevar a Su pueblo a las reuniones.
Déjenme preguntarles acerca de su propia
experiencia. Inmediatamente después de ser salvos, fue maravilloso. Fue
excelente. Pero no tenían aun la sensación de estar en casa. No habían llegado
a su destino hasta el momento en que llegaron a una reunión donde estaba Él. Cuando
llegamos a esa reunión, enseguida tuvimos la sensación de estar en casa. Nadie tiene
que decírnoslo. Esa es la habitación de Elohim y nuestro encuentro con Él y con
los demás.
Para Qué Son Las Reuniones Del Pueblo De Yahweh
05 - Para Entrar En La Habitación De Elohim
La mayoría de los creyentes no se dan
cuenta del asunto de reunirse de esta manera. En su mayoría, consideran las
reuniones como una especie de servicio de adoración, siempre según ciertos
conceptos previamente adquiridos. No se dan cuenta de que el verdadero encuentro
de la congregación es UN DESTINO AL QUE TIENEN QUE LLEGAR. Y con su llegada,
este destino se convierte en el Tabernáculo de Elohim. Debo decir que cuando
Elohim no tiene hogar, también nosotros somos vagabundos. Cuando Elohim no
tiene un hogar, nosotros tampoco tenemos un hogar. Pero cuando Él tiene un
hogar para vivir, ese hogar se convierte en nuestro. El hogar de Elohim es
nuestro hogar, Él es nuestro hogar, y nosotros somos Su hogar. Muchas veces
cuando venimos a las reuniones, tenemos la sensación de estar en casa. Si nos
mantenemos alejados de las reuniones durante dos meses, tendremos la sensación
de que nos hemos quedado sin hogar, a menos que estemos endurecidos y nos
alejemos por completo. Si es así, entonces nos habremos convertido en
vagabundos. Pero cuando regresamos a las reuniones, sentimos que estamos en
casa. Esto prueba que nuestro encuentro es el Tabernáculo de Elohim.
Cuando Elohim habita correctamente,
nosotros también. Esta morada es nuestro encuentro. Menciono esto para mostrar
la importancia de nuestro encuentro. No es sólo una especie de servicio o una
especie de adoración o una especie de reunión para tener un estudio bíblico o
un tiempo de oración. No es sólo eso. CUANDO NOS REUNIMOS, LEVANTAMOS EL OJEL
MOED PARA QUE YAHWEH VENGA Y SE REÚNA CON NOSOTROS, SU PUEBLO. Es tener el
Tabernáculo de Elohim en esta tierra. Cuando nos reunimos, constituimos el
Tabernáculo de Elohim. En este lugar de morada estamos en casa con Elohim;
estamos en casa con nuestro Padre. Cada reunión es una reunión familiar.
El pasuk 17 dice:
Tú los llevarás y los plantarás en tu propio monte, en el lugar que hiciste para morar, oh Yahweh, el santuario, Yahweh, que tus manos establecieron. Shemot 15:17
El monte Tsiyón es el monte de la Tierra
Santa. Y la Tierra Prometida es la herencia de Elohim. Así que el monte de la
herencia de Elohim es el monte Tsiyón. Según este pasuk, Elohim quería plantar
a todos los hijos de Yisrael en el monte Tsiyón. Podemos pensar que
geográficamente hablando, es imposible plantar a todos los hijos de Yisrael en
el monte Tsiyón. Este es nuestro entendimiento natural. De acuerdo con el
entendimiento y la visión de Elohim, todos los hijos de Yisrael fueron
plantados en esa montaña. Al menos tres veces al año, en el momento de Pésaj,
en el momento de Shavuot, y en el momento de Sukot, todos los varones se reunían
para quedarse en esa montaña. Entonces, a los ojos de Elohim, todos los hijos
de Yisrael fueron plantados en ese monte.
Tenemos que darnos cuenta que esta
plantación fue el recogimiento y la habitación de Elohim. Durante esos días de
las fiestas, todos los hijos de Yisrael se quedaron allí en el monte día y
noche. Si su fiesta duraba siete días, se quedaban en el monte siete días.
Cuando Elohim miraba al monte Tsiyón veía a
todo su pueblo escogido y redimido quedándose allí, estaba muy feliz. Esa
reunión fue el Tabernáculo de Elohim en esta tierra. Todo su pueblo escogido y
redimido se quedaba con él en esa montaña. Eso fue una plantación, eso fue una
reunión, y eso fue una habitación. Y ese era un hogar mutuo para Elohim y su
pueblo elegido. Ese era un cuadro en el Tanaj, y hoy nuestras reuniones son el
cumplimiento de ese tipo.
¿No nos damos cuenta de que toda la
gente de hoy en esta tierra es miserable? Ya sea que estén bailando,
surfeando, jugando a la pelota, comiendo, bebiendo, jugando o robando, son
miserables. Ya sean fuertes o débiles, son miserables. Ya sea que estén bien o
enfermos, son miserables. ¿Y nosotros? ¿Somos también miserables? Si
no venimos a las reuniones, ¿nos sentimos miserables o nos sentimos agradables? ¿Manifestamos
nuestra miseria, o manifestamos a Yahshua? Puedo testificar que soy feliz todos
los días en mi casa, pero a veces no soy tan feliz. Pero tengo la garantía de
ser feliz cuando vengo a las reuniones, cuando tenemos los estudios, cuando me
reúno a orar con mis hermanos/as. Puedo no venir feliz, PERO SÉ QUE SALDRÉ
FELIZ. Así debe ser, y de ninguna otra manera, si nuestras reuniones son en el
ruaj.
¿Por qué nos sentimos tan agradables
en las reuniones? A veces he tenido la sensación de que la reunión fue
demasiado larga. A veces estoy realmente cansada de estar sentada allí durante dos
o tres horas. Pero debo decir que no me siento miserable. Puedo estar cansada,
pero todavía es agradable. En cierto sentido quiero irme a casa, mi cuerpo
físico pide descanso, pero en otro sentido quiero quedarme allí. Mientras esté
en las reuniones, sé que me sentiré bien, pero cuando regrese a casa, puede que
me sienta miserable. Pero tengo la seguridad y la garantía de que me sentiré bien
mientras esté en las reuniones.
Necesitamos dedicar algo de tiempo a
volver a estudiar nuestra vida de reunión para poder ver algo más. En cierto
sentido, no los estoy animando a que vengan a las reuniones en sí, pero me
gustaría decir claramente cuál es la diferencia entre asistir o no asistir a las
reuniones. Tenemos dos opciones, como siempre: la vida o la muerte. Es nuestra
decisión. Si nos gusta morir, quedémonos en casa. Si nos gusta vivir, vayamos a
las reuniones. Fuera de las reuniones estamos bajo la muerte, porque estamos en
desobediencia y necesidad. Pero si vamos a las reuniones, tenemos la garantía
de vivir.
A veces, debido a los problemas
personales subjetivos, llevamos nuestra miserable situación desde nuestro hogar
a las reuniones. Pero no debemos contristar las reuniones. Deberíamos dejar
esas problemáticas antes de entrar en las reuniones, e ir sin ellas.
Según la vida humana, el único momento
agradable y el único lugar agradable es el encuentro. Algunos dirán que su boda
fue el momento más feliz y el lugar más feliz. Puede ser. Pero incluso si fue
realmente un momento y un lugar felices, eso fue sólo una vez en toda tu vida. Es
como comparar la salvación (una única vez) con la santificación (todos los días
del resto de nuestras vidas). Pero en las reuniones podemos experimentar el
tiempo de encuentro y el lugar de encuentro una y otra vez.
Los incrédulos no tienen este tipo de
encuentro, por lo que nunca han probado un lugar tan agradable. ¡Pero nosotros
lo tenemos! Si me preguntaran según mi experiencia de vida humana cuál es
el momento más agradable y cuál es el lugar más agradable, diría que es el
encuentro con los hermanos y con Elohim.
¿Cómo puedo decir que la montaña en el
pasuk 17 se refiere al monte Tsiyón? Es porque es el Tabernáculo de
Elohim. El santuario en el que Elohim habita es el templo. Primero, Elohim hizo
el monte Tsiyón, edificado sobre la Roca. Entonces Elohim construyó y
estableció el templo en el monte Tsiyón. El monte Tsiyón con el templo como
santuario de Elohim era el lugar de reunión de todos los hijos de Yisrael. Tres
veces al año, todos tenían que ir allí, no sólo para hacer una visita, sino
incluso para quedarse, para vivir. Vivieron allí no sólo por sí mismos, sino
con Elohim durante ocho días. Siete días en las Escrituras indican un curso de
tiempo completo, con un nuevo comienzo. Esto significa que durante el curso
completo de nuestra vida humana debemos permanecer reunidos con Elohim. Debemos
permanecer en el Tabernáculo de Elohim. Debemos permanecer en las reuniones.
Entonces deben traer todo lo que les
ordene al lugar donde Yahweh su Elohim escoja establecer Su nombre: sus
ofrendas quemadas y otros sacrificios, sus diezmos y ofrendas elevadas, y todas
las ofrendas votivas selectas que le prometan a Yahweh. Devarim 12.11
Este pasuk se refiere a un lugar.
Elohim mandó a los hijos de Yisrael que después de entrar en la buena tierra,
no debían reunirse en cualquier lugar. Sólo había un lugar que era legítimo
para que se reunieran. Ese era el monte Tsiyón, donde estaba el templo de
Elohim. Tres veces al año tenían que traer todos sus mejores productos de la
tierra a ese lugar para la recolección. Allí permanecieron junto con Elohim.
Ese fue su momento de reunión. Allí se reunían todos los años. Sabemos que
estos son aspectos diferentes de una cosa, es decir, nuestra reunión de hoy.
Nuestra reunión de hoy debería ser así.
Para Qué Son Las Reuniones
Del Pueblo De Yahweh 06 - Para Hacer La Voluntad De Elohim Y Cumplir Su Propósito
¿Cómo podemos probar que encontrarnos
es hacer la voluntad de Elohim y cumplir el propósito de Elohim?
Meditaba yo para entender esto, pero me
resultaba muy difícil, hasta que entré en el Santuario de Elohim y entendí el
paradero de ellos. Mizmor 73:16-17
Cuando el salmista pensaba en ciertos
asuntos, era doloroso para él, PERO CUANDO ENTRÓ AL SANTUARIO DE ELOHIM,
COMENZÓ A COMPRENDER.
Creo que en el pasado muchos de
nosotros buscábamos la voluntad del Adón con respecto a nuestras familias,
nuestro matrimonio, nuestro trabajo, nuestra escuela, tantas cosas. Muchas
veces fue doloroso, PORQUE NO COMPRENDÍAMOS. Buscábamos conocer la voluntad de
Elohim con respecto a estas cosas, pero era doloroso, PORQUE ESTÁBAMOS FUERA
DEL TEMPLO. Pero cuando simplemente llegamos a las reuniones, lo que queríamos
saber se nos hizo muy claro. El mensaje no cubrió necesariamente cada tema en
particular. Ningún testimonio se refirió a cada punto. Simplemente vinimos a las
reuniones y nos sentamos allí, y la claridad vino. Por supuesto, muchas veces
los testimonios nos ayudaron a ser claros, y muchas más veces el mensaje nos
ayudó a ser claros. Pero de todos modos, todos podemos testificar que asistir a
las reuniones es el mejor lugar y el mejor momento para conocer la voluntad de
Elohim.
Raramente podemos llegar a conocer la
voluntad del Adón fuera de las reuniones, que es donde "revolotea" el
Ruaj haKodesh, pero ciertamente muchos
han llegado a conocer la voluntad del Adón en las reuniones. Demasiadas veces
oramos por cosas una y otra vez, buscando conocer la voluntad del Adón, pero no
logramos aclararlo. Sin embargo, cuando llegamos a las reuniones, queda todo
muy claro. Hacer la voluntad del Adón depende primero del conocimiento. Si pudiéramos
conocer la voluntad del Adón, la mayor parte ya estaría cumplida.
Cuando nos reunimos, nuestra intención
puede ser orar, adorar, servir, escuchar un mensaje, ser enseñados, exhortados,
fortalecidos, consolados y animados. Este es nuestro entendimiento. Pero el
hecho real es que en nuestras reuniones hay tantas cosas maravillosas debajo de
la superficie, en el nivel del ruaj. Obtenemos muchos más beneficios y
ganancias de los que no nos damos cuenta participando en las reuniones.
Entonces esto significa que no valoramos las reuniones como deberíamos. No
apreciamos las reuniones como deberíamos.
Tenemos que darnos cuenta de que hoy
en la tierra, además de nuestra vida interior, ninguna otra cosa es tan
crucial, tan importante, tan provechosa como la cuestión del encuentro.
¡Créame! Los yisraelitas salían a recoger el maná, PERO LO COCINABAN Y
COMÍAN TODOS JUNTOS. Y los pueblos semitas son pueblos de costumbres muy
gregarias, que aman compartir entre todos las cosas. No son cerrados y egoístas
como nuestra sociedad actual. Algún día, todos testificaremos que perder nuestro
trabajo no es tan importante como perder una reunión. YO TESTIFICO DE ESTA
VERDAD, aunque en su momento no la vi, sólo tiempo después. Hoy, AGRADEZCO QUE
EL PADRE ME HAYA TIRADO DE ESE TRABAJO. Perderse una reunión no significa
necesariamente que me quede sin maná (aunque lo normal es que quienes dejan una
cosa, dejen todo), sino que significa la pérdida real de no comer los panes de
la proposición con los hermanos y en la presencia de Yahweh. Perder nuestro
trabajo no significa una pérdida real. No quiero asegurarles en forma de
superstición, pero diría que si se reúnen adecuadamente, el Adón probablemente
los mantendrá en un trabajo. Entonces podrían decir "Si es así, dejemos
todos nuestros trabajos. Tomaríamos esta reunión como el Monte Tsiyón, nos
reuniríamos aquí todos los días y nos quedaríamos aquí todos los días".
Eso es superstición. No se trata de no trabajar, ni siquiera de no trabajar en
el mundo, sino de que nuestro verdadero trabajo, al cual debemos lo mejor de lo
mejor, es la Obra del Padre.
Pero debemos recordar que en
Qorintiyim Bet 8 Shaúl considera que nuestro trabajo regular es la recolección
del maná. Conocemos la historia de la recolección del maná. Algunos codiciosos
recogieron más, pero luego la medida fue la misma. A muchos de nosotros nos gusta
recolectar más, pero eventualmente resulta lo mismo. Aquellos que reciben más o
recogen más no tienen exceso. Y a los que recogen menos no les falta. Saldrá
igual. A pesar de que reúnen tanto con toda su energía y esfuerzo,
eventualmente lo que obtienen es lo mismo.
Nosotros, que somos las personas que
conocemos, vivimos del maná. NO VIVAMOS DE NUESTRO TRABAJO. VAYAMOS A HACER UN
TRABAJO, PERO NO VIVAMOS DE ESE TRABAJO. Vivamos del maná. Existe una notable
diferencia entre "trabajar" y "vivir de". El trabajo debe
dejar de ser nuestra vida, y volver a su
lugar correcto: un medio de subsistencia, como para los yisraelitas pudiera
haber sido recoger el maná o trabajar la buena tierra, tareas que PROPORCIONAN
los medios, PERO NO SON ese medio. No podemos dar más importancia a la recogida
del maná que a comerlo, ni a la siega del trigo que a nutrirnos de los panes.
El trabajo es sólo un medio, no el fin, y ciertamente tampoco es lo principal.
La palabra del Adón es digna de
confianza. Dice que no nos preocupemos por el mañana. Dice que no tengamos
ansiedad por el mañana. El mañana no está en nuestras manos. No vivamos la vida
de "mañana". Vivamos una vida de "hoy". Busquemos primero Su
Reino, ES UNA ORDEN, no una mera sugerencia. Entonces lo que necesitemos para
comer, beber y vestirnos, nuestro Padre lo añadirá. Él dará el Reino que buscamos
primero, agregando además la respuesta para todas las necesidades. Este es el
maná de hoy. Perder un trabajo no debería preocuparnos, porque eso es
reemplazable, pero perder una reunión debería incomodarnos.
He estado sirviendo al Adón durante muchos
años, pero no perdí mi trabajo al comienzo de esos años; más bien, él me lo
quitó porque yo estaba renuente a dejarlo. Como muchos, yo también creía que YO
ERA MI PROPIA PROVEEDORA. Sí, agradecía al Padre por el trabajo, y demás, pero
en el fondo mi pensamiento era "SI YO NO TRABAJO, NO TENDRÉ CON QUÉ VIVIR".
Entonces, Él me quitó eso. Y me desesperé y me lamenté, creyendo que también
debería dejar de trabajar para Él, pero para mi sorpresa, fue ese el comienzo
real de mi ministerio (no que antes no hubiera habido trabajo de preparación).
Y desde entonces, ÉL HA ESTADO PROVEYENDO SIEMPRE. La palabra del Adón es digna
de confianza. Seguramente no tenemos que preocuparnos por nuestra vida. No
necesitamos sentir ansiedad por nuestras necesidades mientras lo busquemos a Él
y a Su Reino.
Entonces, tenemos que darnos cuenta de
que la vida práctica del reino es el encuentro. Si decimos que buscamos Su
Reino, pero no nos reunimos, ¿qué clase de reino es este? El reino
práctico es la vida de encuentro. No hay reino donde no hay ciudadanos que se
reúnen entre sí. ENCONTRARSE ES "BUSCAR EL REINO PRIMERO". Asistir a las
reuniones es buscar el reino primero.
Ahora volvamos al asunto de hacer la
voluntad de Elohim. Vivimos en esta tierra y nuestra meta, nuestro propósito,
es hacer la voluntad de nuestro Padre. ¿Cómo podríamos conocer Su voluntad? No
hay otra forma que no sea asistiendo a las reuniones. Puedo asegurarles que sin
asistir a las reuniones sería más que difícil para cualquiera conocer la
voluntad de Elohim. La forma de conocer la voluntad de Elohim es acudir a las
reuniones, DONDE ÉL HABLA CON SU PUEBLO. Cuando comenzamos a perdernos las
reuniones, comienza a perderse la voluntad de Elohim. Entonces comenzaría a
regresar a esa vida miserable bajo la tiranía de HaSatán de la que ya habíamos
sido liberados.
Por eso debemos hacer todo lo posible
para no perdernos ninguna reunión. Si esto pusiera en peligro nuestro trabajo, QUE
LO PONGA EN PELIGRO. Insistir en decir que eso es lo que nos da la vida es
colocarnos como proveedores, cosa que no somos. Si hacemos eso, somos
usurpadores, una vez más, de un trono que no nos pertenece. Participar de las
reuniones debe ser lo primero, y si estamos decididos, EL PADRE AJUSTARÁ LAS
COSAS PARA QUE CONSIGAMOS ESE DESEO, QUE ES TAMBIÉN EL SUYO. Pero nosotros
somos los que PRIMERO debemos dar el paso firme, o el mar no se abrirá. Nunca
he visto a un santo que finalmente sufriera por haber venido a las reuniones (y
viviendo conforme al crecimiento, claro). El Adón es fiel y su promesa es
confiable.
Hermanos, anímense y estén seguros.
Esta no es sólo la forma correcta; esta es también LA FORMA ÚNICA. No tenemos
opción. Para ser un ser humano, tenemos que ser creyentes. Para ser creyentes,
tenemos que asistir a las reuniones, no sólo a las de aprendizaje, sino también
a las de edificación y las de oración. No hay elección. Este es nuestro
destino. Nuestro Padre nos predestinó de esta manera. Unirnos es nuestro
destino. Si seguimos la predestinación de Elohim, seguramente estaremos bajo Su
bendición. Si no, estamos pateando contra el aguijón, y sufriremos.
Algunos podrían considerar que
sacrifican demasiado tiempo para asistir a las reuniones. Podrían considerar
que si usaran todo su tiempo para hacer negocios, ganarían más dinero. O que
podrían aprovecharlo para su merecido descanso. Dejémoslos probar cuatro o
cinco años, y verán el sufrimiento. He visto demasiados casos como este que
menciono. Este pensamiento es bastante engañoso, como el corazón que lo provoca
y se aferra a él. Tenemos que apoyarnos en la palabra confiable de las Sagradas
Escrituras de Elohim, no en las opiniones de nuestra carne. Tenemos que confiar
en Su promesa y tenemos que obedecer Su mandamiento de asistir a las reuniones.
Los yisraelitas no se reunían únicamente tres veces al año, para las fiestas.
Estas eran santas convocaciones, pero ellos se reunían entre sí continuamente.
Si vamos a las reuniones, estaremos guardando Su predestinación y el destino de
la bendición vendrá a nosotros. No sólo nos llegará a nosotros, una generación,
sino también incluso a las siguientes generaciones, según Su promesa. Tanto
nosotros como nuestros hijos estaremos bajo la bendición de Elohim. Si decimos
que trabajamos por ellos, ENTONCES DÉMOSLE LO MEJOR DE LO MEJOR: LA BENDICIÓN
DE YAHWEH.
Este es nuestro destino, queridos hermanos
y hermanas. Reunirnos no es poca cosa. Es nuestro destino. No podemos tener
otra opción, si en verdad decimos que tenemos el Ruaj de Mashíaj en nuestro
interior. Porque éste es el Ruaj que nos empuja al Cuerpo, a la congregación.
Aquí conocemos la voluntad de Elohim, aquí hacemos la voluntad de Elohim y,
finalmente, cumpliremos Su propósito.
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