7 de octubre de 2020

AYS02-05 - La Base De La Autoridad Delegada: La Resurrección

 


La Base De La Autoridad De Yahweh Es La Resurrección

 

El propósito de Bamidbar 17 es mostrarnos cómo juzga Elohim la rebelión de Yisrael. En el capítulo 16 de Bamidbar surgió una rebelión como nunca antes, de la cual ya hablamos antes, pero en el capítulo 17 se relata la forma en que se le puso fin; también nos muestra cómo apartarnos de la rebelión y de la muerte. ¿Qué hizo Elohim? 


Él vindicó a cada uno de los que Él había escogido como Su autoridad delegada. También mostró a los yisraelitas la base sobre la cual Él escoge a Sus autoridades delegadas y la razón por la cual lo hace. Tal base es indispensable en cada una de las autoridades delegadas por Elohim, y la ausencia de la misma incapacita a alguien como autoridad delegada.

 

Yahweh le habló a Mosheh y le dijo: "Háblale al pueblo yisraelita y toma de ellos –entre los capitanes de sus casas ancestrales– una vara por cada capitán de casa ancestral: doce varas en total. Escribe el nombre de cada hombre en su vara, porque hay una vara por cada cabeza de casa ancestral; también escribe el nombre de Aharón sobre la vara de Leví. Deposítalas en la Carpa de Reunión delante de la Alianza, donde yo me reúno contigo. La vara del hombre que yo escojo reverdecerá, y yo me desharé de las incesantes murmuraciones de los yisraelitas contra ustedes". Mosheh les habló así a los yisraelitas. Los capitanes le dieron una vara por cada capitán de casa ancestral, doce varas en total; entre esas varas estaba la de Aharón. Bamidbar 17:1-6

 

Una vara es un pedazo de madera; es una rama a la que se le arrancaron las hojas y se le cortó la raíz. Estuvo viva, pero ahora está muerta. Antes recibía la savia del árbol y florecía y llevaba fruto, pero ahora está muerta. Las doce varas carecían de hojas y de raíz, y estaban secas y muertas. La vara que floreciera sería la que Elohim había escogido. Vemos con esto que la resurrección es la base de la elección que Elohim hace, y también la base de la autoridad.

 

El capítulo 16 habla de la rebelión del hombre contra la autoridad delegada por Elohim y de la manera en que el hombre se opone a esa autoridad. El capítulo 17 muestra que Elohim respalda Su autoridad delegada, y que la base sobre la cual Elohim vindica Su autoridad es la resurrección. Por medio de ésta Elohim detuvo la murmuración del hombre. Es obvio que el hombre no tiene derecho a cuestionar a Elohim, pero Él fue condescendiente y le dijo cuál era la razón y la base de Su autoridad delegada. La base de dicha autoridad es la resurrección. Esto silenció a los yisraelitas.

 

Tanto Aharón como los yisraelitas eran descendientes de Adam y eran carnales. Debido a su naturaleza y a su carácter natural tanto el uno como los otros eran hijos de ira; por lo cual no había diferencia entre ellos. Las doce varas eran iguales; ninguna de ellas tenía hojas ni raíz; todas estaban muertas y secas. Esto nos muestra que la base del servicio no puede ser nuestra vida natural; lo que nos da la autoridad es la vida de resurrección que recibimos de Elohim. La autoridad no está relacionada con el hombre sino con la resurrección que se manifiesta por medio de éste. Aharón no era diferente a las demás personas, excepto que Elohim lo había escogido y le había dado la vida de resurrección. Vemos, por lo tanto, que la base de la autoridad es la resurrección.

 

 

El Florecimiento De La Vara Es Una Experiencia Que Nos Hace Humildes

 

Las doce varas estuvieron toda la noche frente al arca. Elohim permitió que la vara de Aharón floreciera, echara botones y diera almendras maduras. Era una vara muerta, pero Elohim infundió en ella el poder de la vida. Moshe sacó todas las varas que habían sido puestas delante del arca y las trajo a los yisraelitas. ¿Qué significaba el hecho de que la vara de Aharón reverdeciera? En primer lugar, hace que su dueño se humille; segundo, silencia a los dueños de las demás varas. Si tomamos una vara seca y muerta como la de Aharón, la cual sabemos que jamás debe florecer y para nuestra sorpresa encontramos que ha reverdecido, florecido y echado fruto en una sola noche, ¿cuál sería nuestra reacción? Confesaríamos a Elohim con lágrimas, que Él hizo esto y que aquello está muy por encima de nosotros. Ésta será Su gloria y no la nuestra. Espontáneamente nos humillaremos delante de Elohim. Esto es lo que Shaúl quiso decir cuando dijo:

 

"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Elohim y no de nosotros". Qorintiyim Bet 4:7

 

Sólo los necios se enorgullecen. Una persona que ha recibido gracia de parte de Elohim caerá postrado delante de Él, diciendo: "Elohim hizo esto; no tengo nada de qué gloriarme porque todo depende de la misericordia de Elohim y no del deseo ni del afán del hombre. No hay nada que no hayamos recibido. Todo lo que tenemos lo debemos a la elección de Elohim".

 

Aquí vemos que la base de la autoridad no depende del hombre ni tiene que ver con él. Cuando Aharón sirvió al Adón nuevamente con su autoridad, él pudo decirle al Adón: "Mi vara estaba tan muerta como las otras; sin embargo, yo puedo servir, pero ellos no; yo tengo autoridad espiritual y ellos no. Mi vara estaba tan seca como las demás. Ninguna de nuestras varas se puede tomar en cuenta. Lo único que cuenta es la misericordia de Elohim. Fue Elohim quien me escogió, toda la gloria es Suya". De aquel día en adelante, él no sirvió valiéndose de su vara, sino de la vara que reverdeció.

 

 

La Señal Del Ministerio: La Resurrección

 

La vara significa la posición humana, mientras que el florecimiento manifiesta la vida de resurrección. En cuanto a posición, los doce líderes de las doce tribus estaban en el liderazgo. Aharón era el representante de la tribu de Leví, la cual no era diferente a las demás, salvo por el hecho de que Yahweh los había separado para sí mismo cuando el caso del becerro de oro. Aun así, humanamente no era diferente de los demás. Aharón no podía servir a Elohim basado en su posición, porque su posición era igual a la de los demás: todos eran pecadores, todos estaban muertos. De hecho, ésa fue la razón por la cual las otras tribus se opusieron a su liderazgo. ¿Pero qué hizo Elohim? Él ordenó que se pusieran doce varas delante del arca en el tabernáculo de reunión, toda una noche. La vara de aquel a quien Elohim escogiera, reverdecería, lo cual se refiere a la resurrección. La resurrección es la única señal que Elohim reconoce. Él sólo reconoce como siervos Suyos a aquellos que han pasado por la muerte y la resurrección. Por lo tanto, la señal del ministerio es la resurrección. El hombre no puede basar su servicio a Elohim en su propia posición, sino en la elección de Elohim. Después de que Elohim permitió que la vara de Aharón reverdeciera, floreciera y llevara fruto, las tribus lo vieron y no tuvieron nada que decir.

 

La autoridad no es algo por lo cual uno puede pelear, ya que es establecida por Elohim. No tiene nada que ver con nuestra posición como líderes. La autoridad que uno tenga depende de si ha pasado por la muerte y la resurrección. No hay nada en nosotros mismos que nos establezca como autoridad espiritual. Todo depende de la gracia, la elección y la resurrección. Para uno caer en el orgullo tiene que degradarse y sumirse en profundas tinieblas y ceguera. Si dependiera de nosotros mismos, ninguna vara florecerá, ni aun si tuviera años para hacerlo. Lo difícil hoy es encontrar una persona que se postre y reconozca que es igual a los demás, y al mismo tiempo, que acepte cargar con el peso de esa autoridad.

 

Cuando Aharón vio que su vara había reverdecido, debió ser el primero en sorprenderse, y debió postrarse con lágrimas en adoración al Adón. Él acababa de salir de una rebelión, pero aún así el Padre lo estaba confirmando en su puesto, porque Aharón había sido el que Yahweh había escogido. Lo que es de la carne siempre será carne. Aharón era igual al resto del pueblo de Elohim, la única diferencia era la elección de Yahweh. Después de esta experiencia, otros podrían engañarse, pero Aharón no. Él comprendió que toda autoridad espiritual proviene de Elohim. Hoy debemos darnos cuenta de que no hay motivo alguno de jactancia. Tener la autoridad no es cosa de jactarse ni es cosa de envidiar, porque es una posición muy delicada y peligrosa para la persona misma. Tenemos misericordia porque a Elohim le agradó darnos Su misericordia. No somos competentes en nosotros mismos para emprender este ministerio, sino que nuestra competencia viene de Elohim:

 

...no que seamos suficientes en nosotros mismos, como para pensar que algo proviene de nosotros, sino que nuestra suficiencia proviene de Elohim. Qorintiyim Bet 3:5

 

Es contradictorio que alguien afirme que vive delante del Adón y no sea humilde. ¡Qué osadía y necedad tan extrema habría tenido el burro si hubiera pensado que, al entrar Yahshua en Yahrushalayim sobre él, las alabanzas estaban dirigidas hacia él! Vendrá el día cuando veremos cuán vergonzoso es esto. Aun si anhelamos esta gloria, debemos tener presente que nuestra gloria está en el futuro y no en el presente:

 

Yahshúa le dijo: "En verdad les digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa mía y de la Buena Noticia, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, aunque con persecuciones; y en la era venidera, la vida eterna". Mordejai 10:29-30

 

Todos los hermanos y hermanas jóvenes deben aprender a ser humildes, a no pretender dar el paso más largo que la pierna, y a someterse siempre a Su voluntad en todo. La excusa de "¿no es todo el pueblo santo?". es una falacia. Todo el pueblo había sido separado, PERO YAHWEH CLARAMENTE HABÍA SEPARADO A LOS LEVITAS EN CARGOS ESPECIALES, Y A AHARÓN Y SU FAMILIA PARA EL SACERDOCIO. Los rebeldes eran levitas, pero usaron torcidamente la situación. No todo el pueblo había sido separado por Yahweh. El problema radicaba en que Yahweh sólo hablaba por Moshe, Y LA GENTE NO CREÍA QUE ESO FUERA ASÍ, por eso se atrevieron a poner en duda sus palabras, y aseguraron lo que no era verdad: "todo el pueblo es santo". Y la verdad era que no todo el pueblo lo era, y por eso habían perdido el derecho de la primogenitura. En la actualidad el caso es diferente. Todo el pueblo es santo, PERO NO TODOS ESTÁN DANDO FRUTOS, y cuando hay rebeliones y divisiones, mentes separadas, no estamos actuando en el Ruaj. Sometámonos a Él en todo, tanto los que ejercen autoridad como los que deben ejercer sumisión, porque eso es lo que Él desea, y es lo que haremos, si estamos en resurrección y no en nuestro viejo hombre.

 

Recordemos que no podemos seguir adelante sin el arca. No pensemos que por haber aprendido algunas lecciones espirituales, somos diferentes a los demás. Todo depende de la gracia de Elohim y todo proviene de Elohim. No podemos hacer nada por nuestra cuenta. Aharón sabía que Elohim hizo que su vara reverdeciera; porque tal obra sólo pudo efectuarla un poder sobrenatural. Debido a esto Elohim habló a los yisraelitas y también habló a Aharón. De ahí en adelante, Aharón supo que su servicio se cimentaba en que la vara había reverdecido y no en él mismo. Si queremos servir a Elohim hoy, debemos darnos cuenta de que nuestro servicio está basado en la resurrección, la cual se basa en Elohim, y no en nosotros.

 

 

¿Qué Es La Resurrección?

 

La resurrección es todo aquello que no proviene de nuestro ser natural (nuestro viejo hombre) ni de nosotros mismos, ni se basa en nuestra capacidad. Sobre todas las cosas, NO SE BASA EN NADA DE LO QUE YA SABEMOS, de lo que hayamos aprendido naturalmente. La resurrección se refiere a lo que está más allá de nuestro alcance, lo que no podemos hacer nosotros, y que sucede en nuestro nuevo hombre. A cualquier vara se le pueden tallar algunas flores o pintar de colores, pero nadie puede hacerla florecer. Nunca hemos escuchado que una vara pueda reverdecer y florecer, después de haber sido usada por décadas como vara. Esta es la obra de Elohim. Ninguna mujer puede dar a luz después que se ha cerrado su matriz, pero Sarah tuvo un hijo después de cerrarse su matriz (Romaniyim 4:19). Esta fue la obra de Elohim. Por lo tanto, Sarah tipifica la resurrección.

 

La resurrección manifiesta que nadie puede hacer nada por su propio esfuerzo sino por medio de Elohim. No tiene importancia alguna si uno es más inteligente o más elocuente que otros. Si uno tiene alguna espiritualidad, esta espiritualidad no proviene de nosotros mismos, sino de la obra de Elohim. Supongamos que Aharón hubiera sido lo suficientemente necio como para decirles a los demás: "Mi vara es diferente a las de ustedes, es más fina, más dura y más derecha; por eso reverdeció". ¡Cuán insensato habría sido! Si pensamos que somos diferentes a los demás, eso sería una terrible necedad. Incluso si hay algo diferente en uno, es el resultado de la obra de Elohim. La resurrección indica que todo proviene de Elohim.

 

El nombre Yitzjak significa "risa". ¿Por qué llamó Avraham a su hijo "risa"? Lo hizo por dos razones. Primero, Elohim le prometió a Avraham que Sarah daría a luz un hijo. Cuando ella escuchó esto se rió, lo cual era apenas natural. Cuando se miró a sí misma, no pudo hacer otra cosa que reírse. El tiempo de concebir había pasado, y su matriz estaba cerrada. ¿Cómo podría ella dar a luz? Pensó que era imposible. Por eso se rió cuando Elohim le dijo a Avraham que ella tendría un hijo. En segundo lugar, un año después, cuando Sarah dio a luz a un hijo ella se reía de alegría. Por eso Elohim le puso por nombre Yitzjak (Bereshit 18:10-15; 21:1-3, 6-7), que significa "risa". La primera vez que ella se rió, lo hizo pensando en lo imposible que le parecía la promesa. La segunda vez, se rió porque descubrió que había sido posible. Si uno nunca ha experimentado la primera risa, no podrá experimentar la segunda. Si no nos hemos percatado de nuestra propia incapacidad, no podremos experimentar el poder de Elohim. Sarah se conocía a sí misma muy bien y estaba consciente de que no podía concebir, pero tan pronto vio la obra de Elohim, pudo reírse, pero de alegría. Así que la resurrección significa que Elohim nos da algo que no tenemos en nosotros mismos, ¡HalleluYah! Las Escrituras testifican una y otra vez que el hombre no puede hacer nada por su cuenta. Pero muchas personas piensan que pueden. En lo relativo al servicio, si algunos se ríen de sí mismos reconociendo que no pueden llevar a cabo la tarea que les es propuesta, se reirán nuevamente diciendo: "Yo no lo hice, pero he visto con mis ojos que el Adón lo hizo por mí". Si hay alguna manifestación de la autoridad en nosotros, debemos decirle al Adón: "Adón Tú hiciste esto; no fui yo". La resurrección indica que uno no puede hacerlo y que Elohim lo hace todo. Y los que se oponen a Él, serán silenciados porque la OBRA DE YAHWEH SIEMPRE DARÁ FRUTO. Él es el que lo hace crecer, no sus autoridades delegadas, así que no debemos oponernos a Él a través de los que Él coloca.

 

 

La Resurrección Es El Principio Eterno Del Servicio

 

El principio de todo servicio yace en la vara que reverdeció. Elohim devolvió las once varas a los líderes, pero guardó la vara de Aharón dentro del arca como un memorial eterno. Esto significa que la resurrección es un principio eterno en nuestro servicio a Elohim. El siervo del Adón debe haber muerto y resucitado, y esa no es obra nuestra. Elohim da testimonio a Su pueblo reiteradas veces de que la autoridad para servirlo se basa en la resurrección, y no en el hombre. Todos los servicios ofrecidos al Adón deben pasar por la muerte y la resurrección a fin de que sean aceptables delante de Elohim. La resurrección significa que todo es de Elohim y no de nosotros; significa que todo es hecho por Él y no por nosotros. Los que tienen un alto concepto de sí mismos, no conocen el significado de la resurrección. Nadie debe equivocarse al pensar que puede hacerlo todo por sí mismo. Si un hombre continúa pensando que tiene capacidad, que puede hacer algo y que es útil, no sabe lo que es la resurrección. Tal vez sepa de la doctrina, la razón o el resultado de la resurrección, pero no conoce la resurrección, NI LA HA EXPERIMENTADO. Todos los que conocen la resurrección perdieron toda esperanza en sí mismos, y saben que no pueden hacer nada. Mientras permanezca la fuerza natural, no habrá lugar para que el poder de la resurrección se manifieste. Mientras Sarah podía tener un hijo, Yitzjak no vino. Todo lo que podamos hacer nosotros pertenece a la esfera natural, pero lo que es imposible para nosotros, pertenece a la esfera de la resurrección, porque es como Yahshua afirmó:

 

"Para los hombres eso es imposible, pero para Elohim todo es posible". MattiYah 19:26

 

El poder de Elohim no se manifiesta en la creación ni por medio de ella, sino en la resurrección y por medio de la misma. Cuando el poder de Elohim se manifiesta en la creación, no necesita ser precedido por la muerte. Lo creado no necesita nada que lo preceda, pero todo lo que provenga de la resurrección, necesita algo que lo preceda. Si un hombre puede sobrevivir por lo que posee, no ha experimentado la resurrección. Si la capacidad de un hombre radica en lo que tenía anteriormente o si es lo que era antes, no tiene la resurrección. Debemos reconocer que no podemos hacer nada ni ser nada ni tener nada. Somos como un perro muerto. Si reconocemos esto, y hallamos que hay todavía algo vivo en nosotros, eso es la resurrección. La creación no necesita haber pasado por la muerte, pero la resurrección requiere que caigamos postrados delante de Elohim y confesemos: "No puedo hacer nada; no soy nada y no tengo nada. Esto es lo que soy. Si puedo dar algo a otros es porque Tú me lo diste primero. Si puedo hacer algo, es porque Tú lo haces por medio de mí". ESO ES MORIR A LA CARNE. Una vez que nos postramos delante del Adón, todo lo que tenemos vendrá a ser la obra de Elohim en nosotros. En lo sucesivo, no estaremos equivocados, ya que reconoceremos que todo lo que está muerto es nuestro y que todo lo vivo pertenece a Elohim. Debemos distinguir claramente entre el Adón y nosotros; todo lo que tenga que ver con la muerte pertenece a nosotros, y todo lo que se relacione con la vida pertenece al Adón. El Adón nunca se confunde, pero nosotros sí nos confundimos a menudo. Uno debe llegar al final de sí mismo para convencerse de su total inutilidad. Después de que Sarah dio a luz a Yitzjak, no fue tan necia como para pensar que ese hijo era producto de su fuerza. El burro no debía equivocarse al pensar que la proclamación de hosanna estaba dirigida hacia él. Elohim tiene que llevarnos al punto donde no confundamos lo que procede de Él con lo que sale de nosotros. PARA ESO SOMOS EXPUESTOS.

 

Todo aquel que está en una posición de autoridad debe tener esto presente y no debe equivocarse jamás al respecto. No debe haber ningún malentendido acerca de la autoridad, porque ésta procede de Elohim y no de nosotros; somos solamente guardianes de ella. Sólo quienes han visto esto, son aptos para recibir la autoridad delegada. Hermanos y hermanas, cuando nos preparamos para la obra, no debemos ser necios pensando que tenemos alguna autoridad innata. Tan pronto como violemos el principio de la resurrección, perderemos la autoridad; y cuando tratemos de exhibir la autoridad, la perderemos. Una vara seca sólo puede exhibir muerte; pero cuando uno está en resurrección, tiene autoridad, ya que ésta descansa en la resurrección y no en la vida natural. Todo lo nuestro es natural. Por lo tanto, la autoridad no reposa sobre nosotros, sino sobre el Adón.

 

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea que la excelencia de este poder viene de Elohim, y no de nosotros. Qorintiyim Bet 4:7

 

Lo que Shaúl presenta aquí concuerda con esta enseñanza. He pensado muchas veces que Shaúl describe un hermoso cuadro en este capítulo. Él se compara con un vaso de barro, y compara con un tesoro el poder de la resurrección que está en él. Es como el ungüento precioso contenido en el frasco de alabastro. Él sabía perfectamente que él era como un vaso de barro y que el tesoro que tenía dentro era la excelencia del poder. Hay una gran diferencia entre estas dos cosas. Shaúl dijo que el poder de la resurrección es un tesoro y que es sobremanera grande. Estas son palabras francas de un hombre sincero, el cual lo describe muy bien con la expresión "la excelencia del poder". Luego añade que él estaba atribulado, pero no angustiado, debido a la eficacia del tesoro. En sí mismo no tenía salida, pero con el tesoro sí. Él era perseguido, pero por el tesoro no estaba abandonado. Estaba derribado, pero por el tesoro no estaba destruido. Él era oprimido en todo aspecto, pero por el tesoro no estaba angustiado. Por un lado, actuaba la muerte y, por otro, la vida. Aunque la muerte nos asedia constantemente, la vida es producida en nosotros. A medida que la muerte opera, se manifiesta la vida. En Qorintiyim Bet 4 y 5 se revela el centro del ministerio de Shaúl. Lo único que allí encontramos es el principio de la muerte y la resurrección. Todo lo que hay en nosotros es muerte, y todo lo que está en el Adón es resurrección.

 

 

Toda la autoridad que se vea en nosotros proviene de Elohim, no de nosotros. No debemos equivocarnos; necesitamos ver claramente que toda autoridad viene del Adón, y entonces, debemos respetarla y ejercerla correctamente. Estamos aquí en la tierra con el único fin de mantener Su autoridad, no para ejercer la nuestra, ya que la autoridad no nos pertenece. Cada vez que confiamos en el Adón, se despliega la autoridad. Pero cuando expresamos la vida natural, somos iguales a cualquier otra persona y carecemos por completo de autoridad. Sólo lo que procede de la resurrección puede ejercer la autoridad, ya que ésta se basa en aquella, y no en el hombre. Ninguna vara común puede ser puesta delante de Elohim; sólo una vara que esté en resurrección puede ser puesta delante de Él. Además, la resurrección se encuentra en la vara que haya reverdecido. No nos referimos a una resurrección superficial sino a una resurrección completa. No se trata solamente de una expresión de la vida de resurrección que luego se desvanece, sino una vida que ha reverdecido, florecido y dado frutos. Esta es la vida de resurrección madura. Sólo quienes son maduros en la vida de resurrección, pueden actuar en calidad de autoridad delegada por Elohim. Cuanto más se exprese en nosotros la vida de resurrección, más autoridad tendremos.

 



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¿Están preparados espiritualmente? ¿Están listas sus familias? ¿Están protegiendo adecuadamente a sus seres queridos? Esta es la razón de este ministerio, hacerles comprender los peligros inminentes y ayudarlos a salir de los paganismos QUE NO ESTÁN EN LAS ESCRITURAS, salir de todas esas cosas que "nunca se pasaron por la mente de Yahweh pedirlas", para volvernos a Su Servicio y también para crear estrategias para advertir y proteger a nuestros seres queridos. Vuelvan a las raíces (NO ES SER JUDAIZANTE, el judaísmo es una religión humana más y no es ninguna "raíz", sino una rama más). Una vez que estén bien capacitados, ustedes también podrán usar su conocimiento como una forma de abrir la puerta a la discusión con una persona que aún no conoce el Plan de Yahweh, que es mucho más rico y amplio que únicamente la salvación. Estos tiempos difíciles en los que vivimos son también tiempos en los que podemos anunciar las Buenas Nuevas de la Reconciliación a muchas personas.


Si han recibido a Yahshua ha Mashiaj como su Salvador personal, pero viven una vida espiritual tibia, necesitan pedir perdón y renovar sus compromisos DE MANERA REAL Y CONCRETA. Inmediatamente Él los perdonará y llenará sus corazones con el gozo del Ruaj de Elohim. A continuación, deben unirse al Cuerpo, comenzar una vida diaria de unidad con la congregación, con oración y estudio de las Escrituras.

 

Si nunca han depositado su confianza en Yahshua ha Mashiaj como su Salvador, pero están comprendiendo que Él es real y que el fin de los tiempos está cerca, y desean recibir el regalo gratuito de la vida eterna, pueden hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Pueden entrar en contacto enviando mensaje por los siguientes medios, si desean apoyo para dar este gran paso (AQUÍ - AQUÍ), simplemente colocando el mensaje "Necesito apoyo para recibir a Yahshua como mi Salvador". Entraremos en contacto y los ayudaremos de manera privada.

 

Después de confiar en Yahshua ha Mashiaj como su Salvador, nacerán de nuevo espiritualmente y tendrán la seguridad de la vida eterna, que no, no es en el cielo, sino que será en la nueva tierra, al final del milenio, según está escrito. El ser humano fue creado para dominar la tierra en representación de Yahweh (no por su propia cuenta), y el Plan de Yahweh está enfocado en recuperar todo lo que fue perdido, incluidos sus objetivos iniciales. Luego de ser salvos, comienza EL VERDADERO CAMINO DEL CREYENTE, el camino de la santificación, en el cual vamos avanzando en el crecimiento personal y la edificación corporativa (el Cuerpo de Yahshua, la Novia), a fin de estar preparados en Su venida y recibir la gracia de la primera resurrección, convirtiéndonos en verdaderos reyes, sacerdotes y soldados de Yahweh de hecho, no de mera palabra, avanzando de victoria en victoria y no de fracaso en fracaso.

 

Así que pueden estar seguros de que el Reino del Anticristo no los tocará espiritualmente. Esperamos que este ministerio sea una bendición en su vida. Nuestro propósito es educar y advertir a la gente, para que vean el Nuevo Orden Mundial venidero, el Reino del Anticristo, en las noticias diarias y en la vida cotidiana que siempre hemos llamado "normal" pero que pertenece al Reino de las Tinieblas.




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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