15 de octubre de 2020

CLE03 12 - Oláh, El Holocausto 04

 


El Oláh: El Mashiaj Que Satisface A Yahweh

 

Como ya dijimos, el holocausto es el Mashiaj que lleva una vida de absoluta entrega a Elohim para Su satisfacción. En esta parte, basándonos en el texto de Vayikra 1, veremos cómo ofrecer a Mashiaj en calidad de holocausto.

 

Vayikra 1—7 no sólo nos proporciona detalles respecto a lo que Mashiaj es como las ofrendas; además, estos capítulos nos muestran la manera en que podemos ofrecer a Mashiaj. Aunque Vayikra 1—7 nos dicen que Mashiaj es el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda de paz, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones, por un lado nos hablan tipologicamente acerca de cómo Mashiaj es dichas ofrendas, y en segundo lugar presentan cómo ofrecer a Mashiaj en calidad de ofrenda. Todos los libros del Tanaj presentan un "doble mensaje": una sombra que apunta a la realidad de Mashíaj, y la instrucción para que los sacerdotes (los creyentes) las apliquen (en su aspecto espiritual).

 

Vayikra 1—7 no habla de todo lo que Mashiaj es como las ofrendas. Por ejemplo, Vayikra 1 no presenta todo lo que Mashiaj es como holocausto, sino que presenta la manera de ofrecer a Mashiaj como holocausto. Por supuesto, de los detalles inferimos lo que Mashíaj es y lo que cada sacrificio representa como parte de su Obra completa. Son capítulos "prácticos" para los sacerdotes, pero también lo son para los sacerdotes actuales. Si estos capítulos únicamente nos hablaran de todo lo que Mashiaj es como las ofrendas, entonces sólo nos enseñarían doctrinas objetivas. Sin embargo, estos capítulos no contienen meras enseñanzas objetivas, sino que nos revelan las experiencias subjetivas que podemos tener de Mashiaj. El capítulo 1 no nos enseña todo lo que Mashiaj es como holocausto, sino cómo podemos experimentar a Mashiaj y cómo podemos presentar a Elohim nuestra experiencia de Mashiaj. Esto guarda relación por completo no con la doctrina, sino con la experiencia.

 

Si no comprendemos este asunto, nos producirán desconcierto algunas de las cosas que se mencionan en Vayikra 1, como por ejemplo, el lavamiento del holocausto. ¿Qué significa el hecho de que Mashiaj como holocausto sea lavado? Un asunto como éste queda claro cuando comprendemos que dicho capítulo no nos habla de Mashiaj en Su totalidad como holocausto, sino que nos muestra la manera en que podemos ofrecer a Mashiaj. Lo que ofrecemos no es el propio Mashiaj en Su totalidad, sino el Mashiaj que hemos experimentado.

 

En Vayikra 1 vemos a Mashiaj en calidad de holocausto primero como un novillo (pasuk 5), en segundo lugar, como una oveja o una cabra (pasuk 10), y finalmente, como una tórtola o un palomino (pasuk 14). Cuando yo era joven, esto me inquietaba mucho, porque me preguntaba cómo podíamos tener a un Mashiaj de distintos tamaños. Por supuesto, en Sí mismo y en Su totalidad Mashiaj tiene un sólo tamaño. El tamaño de Mashiaj es universal; Sus dimensiones son la anchura, la longitud, la altura y la profundidad (Efesiyim 3:18). Ni siquiera un novillo puede representar a Mashiaj en Su grandeza universal, en Sus dimensiones.

 

Aunque en Sí mismo Mashiaj tiene un sólo tamaño, en términos de nuestra experiencia Él puede tener varios tamaños. Por ejemplo, un nuevo creyente a quien se le ha ayudado a conocer a Mashiaj en cierta medida, puede ofrecer Mashiaj a Elohim en la mesa de Adón. A los ojos de Elohim, lo que él ofrece de Mashiaj tal vez sea como un palomino. Pero supongamos que el apóstol Shaúl estuviera presente en la reunión y también ofreciera Mashiaj a Elohim como holocausto. A los ojos de Elohim, la ofrenda de Shaúl tal vez sería comparable a un novillo. Luego, supongamos que en la misma reunión otro creyente, quien ha estado en el Adón durante quince años y ha tenido muchas experiencias con el Adón, ofrece a Mashiaj como su holocausto. Quizás a los ojos de Elohim esa ofrenda sería semejante a un cordero. Así pues, en la misma reunión veríamos a Mashiaj como holocausto en tres tamaños. Por supuesto, esto no significa que Mashiaj en realidad sea de diferentes tamaños. En Sí mismo Mashiaj tiene un sólo tamaño. La diferencia, por tanto, no radica en lo que Él es, sino en lo que nosotros experimentamos.

 

Al leer Vayikra 1 debemos tener presente que este capítulo no nos enseña respecto al verdadero tamaño de Mashiaj en Su totalidad; más bien, este capítulo nos enseña acerca del Mashiaj que nosotros experimentamos. Mashiaj es eternamente grande, pero en términos de nuestra experiencia, Él quizás sea del tamaño de un palomino. Después de algunos años, tal vez podríamos ofrecer a Mashiaj como cordero; y si continuamos creciendo, con el tiempo podríamos ofrecer como holocausto a un Mashiaj semejante al que ofreció Shaúl: un novillo. Esto guarda relación con la experiencia, no con la doctrina. El hecho de que en Vayikra 1 el holocausto sea de distintos tamaños indica que este capítulo no enseña algo relacionado con la doctrina, sino con la experiencia.

 

 

Al venir a la Tienda de Reunión, no debemos venir con las manos vacías, sino que debemos traer algo de Mashiaj. En Vayikra 1:2, la palabra hebrea traducida "presentar" significa "acercar, traer algo a la presencia de alguien"; además, esta palabra implica traer, ofrecer.

 

Supongamos que un yisraelita que ha heredado una porción de la buena tierra es una persona indisciplinada y perezosa, que no labra la tierra, ni siembra semilla en ella ni la riega. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, esa persona no tendrá nada que segar. Como resultado, no tendría nada que llevar a la fiesta; él se presentaría con las manos vacías. Al igual que las vírgenes insensatas de MattiYah 25, las cuales quisieron que las vírgenes prudentes les prestaran de su aceite, este yisraelita perezoso procuraría pedir algo prestado o comprar algo de otros para ofrecerlo a Elohim.

 

Hoy en día muchos santos son así. Son indisciplinados y perezosos y no trabajan sobre Mashiaj, en Mashiaj, con Mashiaj y para Mashiaj. Sin embargo, Shaúl era diferente. Él declaró que luchaba y trabajaba:

 

Por esto mismo yo trabajo, esforzándome con la energía del Mashíaj que actúa poderosamente en mí. Qolasiyim 1:29

 

Al contrario, he trabajado con afán más que todos ellos; aunque no yo, sino el favor de Elohim que me acompaña. Qorintiyim Alef 15:10.

 

Shaúl era una persona muy activa; él trabajó más que todos los demás apóstoles, pero no él, sino la gracia de Elohim que estaba con él. ¿Podemos decir lo mismo que Shaúl? Al igual que él, debemos trabajar en Mashiaj a fin de obtener algo de Mashiaj que presentarle a Elohim.

 

Por supuesto, en nosotros mismos y por nosotros mismos no somos nada ni podemos hacer nada. Ciertamente tenemos que depender de la lluvia del cielo. Supongamos que los cielos enviaran lluvia, pero que nosotros no trabajáramos. ¿Qué sucedería? No segaríamos nada de Mashiaj y, por lo tanto, no tendríamos nada de Mashiaj que presentarle a Elohim. Debemos trabajar en Mashiaj para poder presentarle algo de Mashiaj a Elohim. Esto no guarda relación con la doctrina de Mashiaj como holocausto, sino con la experiencia de presentarle Mashiaj a Elohim.

 

Ya vimos que la palabra hebrea traducida "ofrenda" en Vayikra 1:2 es la palabra korbán, que significa "una dádiva o un regalo". Lo que traemos a la presencia de Elohim se convierte en un regalo. Si quisiéramos traerle una dádiva a Elohim, tendríamos que trabajar en Mashiaj y trabajar, luchar y combatir por Mashiaj. Trabajar en Mashiaj, nuestra buena tierra, significa labrar la tierra, sembrar la semilla, regar la semilla y, finalmente, recoger la cosecha. Esto equivale a trabajar diligentemente como labrador. En Timotio Bet 2:6 se nos indica que somos labradores, la gente más diligente y trabajadora. Como labradores que somos, debemos trabajar en Mashiaj. Si trabajamos en Mashiaj, tendremos algo de Mashiaj como holocausto que presentarle a Elohim.

 


El Oláh, El Mashiaj Que Nos Satisface Como Becerro

 

"Háblale al pueblo yisraelita, y diles: Cuando alguno de ustedes presente una ofrenda de ganado para Yahweh, debe escoger su ofrenda de la manada o del rebaño. Si su ofrenda es una ofrenda quemada de la manada, hará su ofrenda de un macho sin tacha. Lo traerá a la entrada de la Carpa de Reunión, para que se acepte en favor suyo delante de Yahweh. Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda quemada, para que sea aceptable en su favor, en expiación por él. El toro será sacrificado delante de Yahweh; y los hijos de Aharón, los sacerdotes, ofrecerán la sangre, rociando la sangre contra todos los costados del altar que está a la entrada de la Carpa de Reunión. La ofrenda quemada se desollará y se cortará en secciones. Los hijos de Aharón el sacerdote pondrán fuego en el altar y le echarán leña al fuego; y los hijos de Aharón, los sacerdotes, colocarán las secciones, con la cabeza y la grasa, sobre la leña que haya en el fuego sobre el altar. Sus entrañas y sus patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo convertirá todo en humo sobre el altar como ofrenda quemada, ofrenda encendida, de olor grato a Yahweh". Vayikra 1:2-9

 

Lo más crucial que debemos interpretar y entender acerca del holocausto es la diferencia que existe en la manera en que éste era ofrecido. Por muchos años los maestros de las Escrituras han resaltado la diferencia que había en el tamaño de la ofrenda: el novillo era la ofrenda más grande; el cordero o la cabra le seguía en tamaño; y un par de aves era la ofrenda más pequeña. Es fácil ver que hay una diferencia en tamaño, pero no es fácil percatarnos de la diferencia en la manera en que estas ofrendas eran ofrecidas, pese a que eso se describe claramente en Vayikra 1. Aun si viéramos las diferentes maneras en que se ofrecía el holocausto, probablemente nos resultaría difícil comprender la importancia de esta diferencia.

 

Para entender el significado del holocausto debemos comprender que cada vez que presentamos un holocausto, repasamos la experiencia que hemos tenido en nuestra vida cotidiana. Ya que el holocausto, en un sentido subjetivo, está totalmente relacionado con nuestra vida diaria, con nuestro andar diario, presentar el holocausto equivale a hacer una demostración, una exhibición, de nuestra experiencia cotidiana. Equivale a tomar lo mejor de lo mejor de lo que hemos producido, y presentarlo a Yahweh. Si a diario y a cada hora llevamos una vida en la que experimentamos a Mashiaj, tendremos entonces a Mashiaj como nuestro holocausto, el cual podremos ofrecer a Elohim. Sin embargo, si no experimentamos a Mashiaj en nuestro andar diario, no podremos tenerlo a Él como nuestro Oláh y, en tal caso, únicamente podremos ofrecerlo como ofrenda por las transgresiones. El punto aquí es que no podremos ofrecer a Mashiaj como holocausto si no vivimos a Mashiaj ni lo experimentamos en nuestro andar diario.

 

Consideremos las experiencias de tres hermanos. El primer hermano experimenta a Mashiaj como novillo; el segundo experimenta a Mashiaj como cordero o cabra; y el tercero experimenta a Mashiaj como un par de aves.

 

El hermano que experimenta a Mashiaj como novillo vive a Mashiaj en todo momento, en todo aspecto y en su relación con todos. Al vivir a Mashiaj, él primeramente experimenta la muerte en el madero de Mashiaj; él experimenta el degüelle de Mashiaj en el madero. Esto es experimentar verdaderamente la muerte de Mashiaj, la verdadera experiencia de ser conformados a la muerte de Mashiaj (Filipiyim 3:10). Este hermano experimenta la muerte de Mashiaj en la relación con sus padres, con su esposa y con sus hijos. En su vida diaria, él es verdaderamente conformado a la muerte de Mashiaj.

 

Al experimentar la muerte de Mashiaj de esta manera, este hermano también experimentará el hecho de que Mashiaj fue despojado de Su carne. En los cuatro Evangelios vemos que mientras nuestro Adón vivió en la tierra, Él tuvo la experiencia de ser despojado de Su carne. Esto significa que Él fue despojado de la expresión externa de Sus virtudes humanas, algo que está muy relacionado con Su muerte, y se mantuvo siempre sumiso al Ruaj. Por lo tanto, a medida que este hermano experimenta el ser conformado a la muerte de Mashiaj, espontáneamente experimenta el hecho de que Mashiaj fue despojado de Su carne. Esta experiencia en realidad equivale a la experiencia de Shaúl:

 

Al contrario, en todo nos presentamos como servidores de Yahweh: soportando con perseverancia las tribulaciones, las necesidades, las angustias, los azotes, las cárceles, los tumultos, los duros trabajos, los desvelos, y los ayunos. También por la pureza, el conocimiento, la tolerancia, la bondad, el ruaj de santidad, el amor no fingido, por la palabra de verdad, el poder de Elohim; por medio de la armadura de la rectitud, a diestra y siniestra; por honra y deshonra, por mala fama y buena fama; como engañadores, pero siendo hombres de verdad; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, ¡pero vivimos!; como castigados, pero no muertos; como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo. Les hemos hablado con franqueza a ustedes, corintios; les hemos abierto nuestro corazón. Qorintiyim Bet 6:4-11

 

El Adón Yahshua fue objeto de mala fama muchas veces, y todas estas calumnias lo trabajaron en Su carne. Por supuesto, Él no necesitaba ser trabajado, pero esas fueron justamente las tentaciones que Él superó a cada día. Siendo todo el tiempo sometido a desprecio, Él sólo obedeció al Padre en sumisión absoluta.

 

Además, a medida que este hermano sea conformado a la muerte de Mashiaj, también será cortado en trozos. Esto significa que él experimentará lo mismo que Mashiaj experimentó cuando fue cortado en trozos. Este tipo de experiencia quizás sea lo contrario de lo que esperamos. Tal vez pensemos que cuanto más amemos al Adón y temamos a Elohim, más bendiciones recibiremos. Consideremos el caso de Yahanan el Inmersor, el precursor del Adón Yahshua. En lugar de recibir bendiciones, Yahanan fue encarcelado y decapitado. Consideremos también el caso del propio Adón Yahshua. ¿Cuánta bendición recibió Él? ¿Acaso no fue cortado en trozos? Los Evangelios revelan que, en lo referente a Su humanidad, el Adón Yahshua fue cortado en trozos en todo sentido. Ni un sólo aspecto de Su vida humana quedó entero; al contrario, todo aspecto de Su vida humana fue cortado en trozos. Por tanto, el Adón Yahshua es el ejemplo único de uno que fue cortado en trozos en todo sentido.

 

Ser cortado en trozos también será la experiencia de los que siguen al Adón Yahshua hoy en día. Por eso Shaúl dice:

 

"A fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la comunión en Sus padecimientos, configurándome a Su muerte". Filipiyim 3:10

 

Llevar una vida en la que somos conformados a la muerte de Mashiaj requiere el poder de Su resurrección, porque a medida que experimentemos ser conformados a la muerte de Mashiaj, seremos cortados en trozos. Todo nuestro ser y toda nuestra vida serán cortados en trozos. El hermano que experimenta a Mashiaj como novillo tiene la experiencia de ser cortado en trozos.

 

A medida que ese hermano lleve una vida en la que es conformado a la muerte de Mashiaj y es cortado en trozos, comprenderá que ciertamente necesita sabiduría. Una persona insensata no puede llevar una vida que concuerde con la experiencia de la vida de Mashiaj. Para llevar esa vida se requiere la sabiduría más elevada, la mente de Mashíaj. La sabiduría humana no es lo suficientemente adecuada; de nada sirve, en verdad. Esta clase de vida requiere la misma sabiduría con la cual se condujo Mashiaj cuando vivió en la tierra. Los cuatro Evangelios revelan que el Adón Yahshua es la persona más sabia que jamás ha vivido. Todo lo que Él hizo estaba bien y fue hecho en el momento preciso. Él nunca desperdició ninguna palabra, ni jamás hizo algo que fuera vano, imprudente o sin sentido. Él fue alguien que llevó una vida sabia en todo sentido.

 

Esta sabiduría es tipificada por la cabeza del novillo usado para el holocausto. El hermano que experimenta la misma vida que Mashiaj llevó en la tierra experimentará también la cabeza de Mashiaj; esto es, experimentará la sabiduría de Mashiaj. Supongamos que, conforme a la soberanía de Elohim, la familia de este hermano, incluyendo a sus padres, su esposa y sus hijos, fuese una familia difícil. Al vivir en esta clase de entorno, él comprende que necesita la sabiduría de Mashiaj. Al relacionarse con los miembros de su familia, él experimenta espontáneamente la cabeza, la sabiduría, de Mashiaj. De este modo, la sabiduría con la cual se condujo Mashiaj en relación con Su familia, vendrá a ser la experiencia de este hermano en su vida diaria.

 

Así también, el hermano que ofrece a Mashiaj como novillo experimentará el lavamiento de las piernas y las partes internas del holocausto. Esto significa que el lavamiento continuo efectuado por el Ruaj haKodesh, que es el agua, no permitirá que este hermano se contamine externa ni internamente. A medida que él lleva una vida en la que es conformado a la muerte de Mashiaj, experimentará al Ruaj haKodesh, el cual lo guardará, protegerá y resguardará de toda contaminación. El lavamiento del Ruaj haKodesh lo guardará de contaminarse externamente, y este lavamiento también anulará el factor contaminante de cualquier cosa que pueda entrar en él.

 

Cuando este hermano venga a la reunión de la congregación para presentar a Mashiaj, él presentará a Mashiaj como holocausto. Al presentar su holocausto, este hermano lo degollará, lo desollará, lo cortará en trozos y lavará sus piernas y sus partes internas. Tal degüelle del holocausto será un repaso de las experiencias que él ha tenido de la muerte de Mashiaj. La acción de desollar la ofrenda y cortarla en trozos será una demostración, una exhibición, de las experiencias diarias que él ha tenido de los sufrimientos de Mashiaj. Así también, la acción de lavar la ofrenda será un repaso de las experiencias en las cuales el Ruaj haKodesh lo lavó interna y externamente, esto es, su experiencia del lavamiento que Mashiaj experimentó cuando estuvo en la tierra. Por lo tanto, la manera en que este hermano presente el holocausto será una demostración de su experiencia; será un repaso de su experiencia diaria. Sin esta experiencia diaria no habría nada que repasar, por lo cual no habría nada que exhibir o demostrar. Todo lo que el hermano hace al presentar el holocausto constituye un repaso, una exhibición y una demostración de las experiencias diarias que él ha tenido de Mashiaj. Sin embargo, lo que le ofrece a Elohim no son sus experiencias, sino al Mashiaj que ha experimentado.

 

 

Vayikra 1:4 dice que la ofrenda del ganado vacuno será aceptada a favor del oferente "para hacer expiación por él". El pasuk 5 continúa diciendo que después que el oferente degollaba la ofrenda, los sacerdotes "presentarán la sangre, y la rociarán sobre el altar y alrededor del mismo, el cual está a la entrada de la Tienda de Reunión". Rociar la sangre tenía como finalidad hacer expiación, propiciación, lo cual todo oferente necesita. Ya que a los ojos de Elohim todavía tenemos deficiencias, todos necesitamos que se haga propiciación por nosotros. Por lo tanto, lo primero que hace el holocausto por el oferente es hacer propiciación, a fin de que Elohim esté complacido y satisfecho con él.

 

La idea detrás de la palabra hebrea para expiación (KAFÁR, H3722) es "cubrir". La idea es que cada pecado individualmente es cubierto por la sangre de la víctima del sacrificio. Vayikra es un libro totalmente acerca de la expiación. La palabra "kafár" (el realizar una expiación) es utilizada casi 90 veces.

 

Pero existe una diferencia en la idea de la Expiación del Tanaj a la del B'rit Hadashá. En el Tanaj el pecado es "cubierto" hasta que la redención fue hecha completa por Yahshua ha Mashíaj en el madero. En el B'rit Hadashá el pecado es quitado y realmente la "expiación" fue cumplida por el sacrificio de Yahshua.

 

 

El Oláh, El Mashiaj Que Nos Satisface Como Carnero o Tórtola

 

Si su ofrenda para ofrenda quemada es del rebaño, de ovejas o de cabras, hará su ofrenda de un macho sin tacha. Se sacrificará delante de Yahweh al lado norte del altar, y los hijos de Aharón, los sacerdotes, rociarán su sangre contra todos los lados del altar. Cuando la hayan cortado en secciones, el sacerdote las colocará, con la cabeza y la grasa, sobre la leña que haya en el fuego sobre el altar. Las entrañas y las patas se lavarán con agua; y el sacerdote lo ofrecerá y lo convertirá todo en humo sobre el altar. Es una ofrenda quemada, ofrenda encendida, de olor grato a Yahweh. Levítico 1:10-13

 

Un hermano que ofrece a Mashiaj en calidad de cordero o cabra no es tan experimentado como el hermano que ofrece a Mashiaj en calidad de novillo, pero su ofrenda sigue siendo muy buena. El hecho de que él degüelle la ofrenda indica que también ha experimentado la muerte en el madero de Mashiaj. Sin embargo, esta ofrenda no es desollada. El procedimiento era esencialmente el mismo para ofrendar un becerro, excepto que la oveja y la cabra no eran desolladas. Ya que la acción de desollar representa el ser despojado de la expresión externa de las virtudes humanas, el hecho de que no desuelle la ofrenda indica que este hermano no ha tenido la experiencia que Mashiaj tuvo al ser despojado de Su belleza externa, esto es, ser despojado de la expresión externa de Sus virtudes humanas; al respecto, este hermano no tiene nada que repasar ni exhibir cuando presenta su holocausto. No obstante, la ofrenda de este hermano es cortada en trozos, lo cual significa que, en alguna medida, él ha tenido la experiencia de ser cortado en trozos. Además, él ha experimentado de algún modo la cabeza de Mashiaj, la sabiduría de Mashiaj. Su acción de presentar a Mashiaj es, por tanto, un repaso, una exhibición y una demostración de las experiencias diarias que él ha tenido de Mashiaj.

 

Consideremos ahora el caso de un hermano que ofrece a Mashiaj como holocausto tipificado por las tórtolas o palominos. Éste es un hermano que quizás fue salvo recientemente. Él es muy ferviente y asiste a todas las reuniones de la congregación. Sin embargo, en su vida cotidiana aún no comprende y no aprecia el hecho de que, por causa de él, Mashiaj llevó una vida de absoluta entrega a Elohim. Con el tiempo, él comienza a conocer a Mashiaj como Aquel que llevó tal vida, y empieza a apreciarlo en este aspecto. Ya que, en cierta medida, siente aprecio por el Mashiaj que llevó una vida de absoluta entrega a Elohim, él ahora trae una ofrenda a las reuniones, pero su ofrenda es un par de aves. Todos hemos pasado por este "crecimiento sacrificial", comenzando siempre por la ofrenda de palominos, pero por Su gracia, avanzamos y podemos ofrecer animales cada vez mayores, es decir, podemos ofrecer experiencias más profundas de Mashíaj. Luego, los sacerdotes que sirven desnucan el ave, le quitan el buche y las plumas y la hienden por sus alas. Esto indica que cuando este hermano ofrece a Mashiaj como su holocausto, él no tiene nada que repasar o exhibir.

 

En la reunión de la mesa del Adón, raras veces oímos a alguien orar de tal modo que ofrezca a Mashiaj como holocausto, haciendo un rico repaso, exhibición y demostración de las experiencias diarias que haya tenido de Mashiaj. Esta carencia se debe a que no muchos entre nosotros tienen una experiencia rica de Mashiaj en Su muerte en el madero así como en el hecho de que Él fue despojado y cortado en trozos. Ya que nuestra experiencia de Mashiaj no es completa, no tenemos mucho que repasar, exhibir y demostrar. En contraste con esto, a menudo la alabanza que se ofrece en la casa del Adón consiste de oraciones que elevan algunos jóvenes fervientes al ofrecer a Mashiaj como un par de aves, sin que haya ningún repaso del proceso que consiste en degollar, desollar y cortar la ofrenda en trozos.

 

Los que presentan el holocausto en las reuniones de la congregación no se ofrecen a sí mismos ni tampoco ofrecen su propia experiencia. Shaúl, por ejemplo, no se ofreció a sí mismo ni tampoco ofreció sus propias experiencias del holocausto; más bien, él presentó al Mashiaj que había experimentado. Cuando ofrecemos el holocausto, no debemos ofrecer a Elohim lo que somos ni tampoco nuestras propias experiencias; más bien, debemos ofrecerle a Elohim el Mashiaj que es nuestro holocausto, pero dicha ofrenda no debe ser simplemente Mashiaj, sino el Mashiaj que hemos experimentado. No podemos ofrecerle a Elohim como holocausto un Mashiaj que no hayamos experimentado. Por una parte, no debemos ofrecernos nosotros mismos ni nuestras experiencias; por otra, no debemos ofrecer simplemente a Mashiaj. Lo que debemos ofrecerle a Elohim es el Mashiaj que hemos experimentado como holocausto en nuestra vida diaria, que se ha mezclado con nosotros.

 

Hemos señalado que la acción de degollar, desollar, cortar el holocausto en trozos y lavarlo denota las experiencias que el oferente tiene de lo que Mashiaj padeció y experimentó durante Su vida en la tierra y durante Su muerte en el madero. Cuando el oferente presenta a Mashiaj como holocausto, él repasa su experiencia. Lo que él repase corresponderá a lo que ha experimentado de Mashiaj. Él ha experimentado a Mashiaj hasta cierto grado, y el repaso de sus experiencias equivaldrá a ese grado. Sin embargo, su repaso no es en sí la ofrenda; más bien, el repaso de su experiencia determina el tamaño de su ofrenda así como también la manera en que él la presenta.

 

 

El ofrecimiento del holocausto requería la participación de dos personas distintas; el oferente toma el primer paso, y el sacerdote toma el segundo paso. El oferente siempre actúa primero al traer la ofrenda a la Tienda de Reunión y, en el caso de las ofrendas del ganado y del rebaño, también cumple con lo requerido para preparar la ofrenda. Sin embargo, el oferente no tiene derecho a rociar la sangre, ni tampoco tiene derecho a presentar la ofrenda. Este servicio le corresponde al sacerdote que sirve, quien coloca la ofrenda sobre el fuego para que ésta sea consumida.

 


La Ley Del Holocausto

 

Yahweh le habló a Mosheh, diciendo: Ordena a Aharón y a sus hijos de esta manera: Esta es la ley de la ofrenda quemada: La ofrenda quemada misma permanecerá donde se queme sobre el altar toda la noche hasta la mañana, mientras el fuego del altar sigue ardiendo en ella. El sacerdote se vestirá con ropas de lino, con calzones de lino pegados al cuerpo; y tomará las cenizas a las que el fuego haya reducido la ofrenda quemada sobre el altar y las pondrá al lado del altar. Se quitará sus vestiduras y se pondrá otras vestiduras, y llevará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio. El fuego del altar se mantendrá ardiendo, sin que se apague: cada mañana el sacerdote le echará leña, pondrá sobre él la ofrenda quemada, y convertirá en humo las partes grasosas de la ofrenda de bienestar. Un fuego perpetuo se mantendrá ardiendo sobre el altar, sin que se apague. Vayikra 6:8-13

 

 

1. El Holocausto Se Coloca Encima De La Leña Encendida Del Altar

 

Esto significa que todo lo que es ofrecido como holocausto tiene que ser puesto allí donde las ofrendas son incineradas. Esto es algo que las personas del mundo no pueden entender, por cuanto son criadas y educadas para llegar a ser alguien en el mundo. Los padres de familias mundanas ciertamente no les enseñan a sus hijos a ofrecerse a Elohim para ser incinerados.

 

Por la misericordia y gracia del Adón, nuestro corazón es diferente del corazón de los incrédulos. Sabemos que el holocausto indica que nuestro corazón está entregado a Elohim en esta era. No buscamos nada más, ni tenemos ningún otro interés, esa debe ser nuestra postura y debe ser en totalidad. Aunque alentamos a los jóvenes a que obtengan la mejor educación (lo que no implica amar la ciencia del sistema), la educación no es aquello que amamos. Los jóvenes tal vez obtengan la más alta educación, pero es preciso que comprendan que en esta tierra, al final no seremos más que cenizas. Éste será el resultado de ofrecernos a Elohim como holocausto y de ser consumidos por el fuego.todas las cosas son secundarias (aunque puedan ser útiles y no necesariamente "malas") y vienen detrás de Elohim.

 

Quisiera dirigir unas palabras a todos los que tienen el corazón de servir al Adón de tiempo completo. Debo decirles que les esperan penurias y que no hay futuro para ustedes en la tierra. No tendrán nada terrenal de lo cual puedan depender para su seguridad y subsistencia. Tal vez sientan que le serán muy útiles a Elohim, pero al final, serán cenizas. La consagración es completa, y aunque recibamos mucho, siempre será con tribulaciones:

 

Yahshúa le dijo: "En verdad les digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa mía y de la Buena Noticia, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, aunque con persecuciones; y en la era venidera, la vida aionios. Marcos 10:29-30

 

Todo el mundo tiene el deseo de ser alguien, pero si ustedes sirven al Adón Yahshua de tiempo completo, deben prepararse para ser un don nadie, incluso para ser cenizas. ¿Están dispuestos a ser incinerados? Ser incinerados hasta convertirse en cenizas no es un deleite, sino un sufrimiento, como el que Yahshua mismo pasó. Él se entregó por amor al Padre, pero atravesó sufrimiento. El destino de uno que sirve de tiempo completo (un sacerdote) es una vida de sufrimientos. Lo que se ofrece a Elohim en holocausto debe permanecer sobre el lugar de incineración, no sobre un lugar glorioso o exaltado. Finalmente, el resultado de esa vida, una vida de sufrimiento, una vida sin futuro y sin seguridad, será un montón de cenizas.

 

No obstante, aunque no tengamos ninguna seguridad terrenal, puedo testificarles que tenemos al Adón Yahshua como nuestra seguridad. Mashiaj es mi seguridad, aunque Él a veces se esconde para probarme. Como fruto de mi experiencia y aprendizaje, puedo decirles que los mejores momentos para disfrutar al Adón Yahshua son cuando Él se esconde de nosotros.

 

 

2. El Holocausto Está En El Altar Toda La Noche Y Hasta La Mañana

 

El hecho de que el holocausto deba estar encima de la lumbre (la leña encendida) del altar toda la noche y hasta la mañana significa también que lo que se ofrece deberá permanecer en el lugar de incineración a lo largo de la noche oscura hasta la mañana. La frase toda la noche significa durante toda esta era oscura. La era en la que estamos es una noche oscura. El holocausto debe arder continuamente durante toda la noche y hasta la mañana.

 

Por muy larga que sea la noche, finalmente habrá una mañana, un amanecer. El verdadero amanecer será la venida del Adón, y esto es lo que estamos esperando. Debemos estar preparados para llevar una vida que no es fácil y estar dispuestos a tomar un camino que no es llano, sino escabroso. Debemos permanecer en el lugar de incineración y ser consumidos por el fuego a lo largo de toda la noche oscura hasta la mañana.

 

 

3. El Fuego Sobre El Altar Se Mantiene Encendido Continuamente

 

Esto significa que Elohim, el fuego kadosh del universo, está siempre dispuesto a recibir (incinerar) lo que le es ofrecido como alimento. TODO LO QUE HACEMOS PASA POR EL FUEGO.

 

La prueba de que Elohim nos recibe es que Él nos incinera, consume toda la ofrenda. Una vez que seamos incinerados por Elohim, debemos sentirnos contentos, ya que eso significa que Él nos ha recibido.

 

Significa también que el deseo de Elohim de aceptar lo que se le ofrece no cesa jamás. Yahweh desea aceptarnos, y Él nos acepta incinerándonos, pasándonos por fuego. Cuanto más Elohim nos incinera, más nos acepta, porque así son eliminadas las partes inservibles de nuestra carne y alma.

 

 

4. El Sacerdote Quema Leña Sobre El Altar Cada Mañana

 

El sacerdote quemaba leña sobre el altar cada mañana (pasuk 12b). Esto representa la necesidad de que los servidores cooperen con el deseo de Elohim. Esta cooperación consiste en añadir combustible al fuego santo para hacer más fuerte este fuego mediante el cual el holocausto es recibido como alimento de Elohim. A medida que somos incinerados, debemos añadir más leña para que seamos incinerados nosotros mismos y también para que sean incinerados aquellos que sirven juntamente con nosotros. En lugar de apagar el fuego, debemos añadir más leña para que el fuego continúe ardiendo. EL FUEGO DE YAHWEH ES ÉL MISMO, NO PODEMOS DEJAR QUE SE APAGUE.

 

Si sólo hubiera un servidor, el combustible se acabaría rápidamente. Por tanto, necesitamos más servidores, más compañeros con quienes podamos ser incinerados. Cuantos más servidores haya, más combustible habrá para que seamos incinerados nosotros mismos y también para que sean incinerados los demás.

 

 

5. El Sacerdote Se Viste De Lino

 

"El sacerdote se pondrá su vestidura de lino y vestirá calzoncillos de lino sobre su carne" (pasuk 10a). El lino es fino, puro y limpio, son las vestiduras de justicia que Yahweh nos ha proporcionado en Mashíaj. Que el sacerdote se pusiera su vestidura de lino y vistiera calzoncillos de lino significa que se requiere finura, pureza y limpieza también para encargarse de las cenizas (el resultado) del holocausto. El sacerdote se vestía de lino para oficiar todos los sacrificios, era su vestimenta cuando ministraba y entraba en el Mishkán. Pero una vez que nuestra carne ha sido consumida a cenizas, tomamos "otras vestiduras" y salimos fuera del campamento. No debemos pensar que las cenizas son un desperdicio que se puede manejar de cualquier manera. Por el contrario, las cenizas son lo que resulta del holocausto, y debejos sacarlas afuera para que el Tabernáculo sea purificado. En todo lo que se refiere a la presentacion del Oláh, el sacerdote debe estar revestido de Mashíaj.

 

 

6. El Sacerdote Se Pone Otras Vestiduras Y Lleva Las Cenizas Fuera Del Campamento

 

"Después se quitará sus vestiduras, se pondrá otras vestiduras y llevará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio" (pasuk 11). Esto significa que debían encargarse de las cenizas del holocausto con toda solemnidad. Una vez revestido para tratar con las cenizas, juntadas todas ellas, debía cambiarse de ropa para salir del campamento. Esto simboliza el cambio de ropas "de lana y lino" que se observa en Yahjezkel 44, cuando los "hijos de Tsadoq" (los hijos del Justo) salen de la presencia de Yahweh para ir a ministrar afuera del Ojel Moed Celestial (el verdadero Tabernáculo):

 

Cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana. Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que los haga sudar. Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo. Yahjezquel 44:17-19

 

Estas cosas las hemos estudiado en CTU01 - Las Fiestas De Yahweh Y Las Cosechas De Almas 01.

 

Servir de tiempo completo significa ofrecernos a Elohim como holocausto. Mucha gente tiene la idea de que ese "servicio a tiempo completo" es cosa "para pastores y llamados", pero en verdad es ASUNTO DE CADA CREYENTE. Si pretendemos ser sacerdotes, hemos sido llamados a una VIDA DE SACERDOCIO. Esa vida es completa, aunque pueda ser expresada de muy diversas formas, sin necesariamente tener que subirse a un púlpito. Para esto es nuestra consagración. El resultado de ser un holocausto será algo que llevará a cabo la edificación de Elohim. Lo que hacemos como servidores no es simplemente predicar la Besorah a fin de salvar pecadores, buscar establecer congregaciones, enseñar las Escrituras o ayudar a las personas a crecer en la vida divina y en la verdad. Lo que hagamos debe redundar en la edificación del Cuerpo de Mashiaj, que es una miniatura de la Nueva Yahrushalayim venidera.

 

 

7. El Sacerdote Pone En Orden El Oláh Y Quema Sobre Él La Grosura De Las Ofrendas De Paz

 

"El sacerdote (...) pondrá en orden sobre él el holocausto y quemará sobre él la grosura de las ofrendas de paz" (6:12b). Esto indica que hacer arder el holocausto establecía el fundamento para percibir la dulzura de la ofrenda de paz. Así siendo, el holocausto tiene como finalidad el deleite de la ofrenda de paz. En su significado espiritual, la ofrenda de paz implica tener comunión con Elohim e incluye el deleite que tenemos de Él. El holocausto era incinerado, pero esto tenía como finalidad la ofrenda de paz.

 

Significa que la incineración de nuestro holocausto debe ser establecida como el fundamento de nuestra comunión con Elohim. Por mucho que sintamos que disfrutamos a Mashiaj, si no tenemos la verdadera experiencia de ofrecer el oláh, nuestro deleite será un engaño. El verdadero deleite que tenemos del Adón se basa en que nos ofrezcamos a Elohim como holocausto. Si estamos en serio con Elohim y nos ofrecemos a Él y llevamos una vida de absoluta entrega a Él, nuestro deleite de Mashiaj será verdadero y no imaginario, y eso será una ofrenda de shalom.

 

No debemos engañarnos a nosotros mismos; más bien, debemos considerar si tenemos el fundamento requerido para disfrutar a Elohim. Esto no es cuestión de cómo nos sintamos; más bien, es cuestión de si verdaderamente tenemos el fundamento apropiado para disfrutar a Mashiaj. Este fundamento lo ponemos al ofrecernos al Adón en calidad de holocausto, y es por eso que podemos estar dispuestos a llevar una vida de absoluta entrega a Él y, de hecho, vivimos absolutamente entregados a Él. Si tenemos este fundamento, disfrutaremos al Adón en verdad, ya sea que lo sintamos o no. No obstante, si día tras día llevamos una vida indisciplinada, y aun así "sentimos" que disfrutamos al Adón, nos engañamos a nosotros mismos, ya que nuestro deleite carece de fundamento. Nuestra necesidad de tener un fundamento a fin de disfrutar a Mashiaj se ve claramente en este tipo.

 

 

En este mensaje hemos visto las normas relacionadas con el holocausto. Si deseamos ofrecer a Mashiaj como nuestro holocausto, tomándole como nuestro oláh y disfrutándole como Aquel que nos capacita para entregarnos absolutamente a Elohim, debemos seguir todas estas normas.








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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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