Minjá, La Humanidad De Mashíaj
Nos toca ahora examinar la Minjá en los aspectos en que representa, de una manera muy precisa, a "Yahshua ha Mashiaj Hombre" y lo que eso implica para nuestra experiencia. El holocausto representa a Mashiaj en su muerte obediente; la ofrenda de que nos ocupamos lo representa en su vida. Ni en una ni en otra es cuestión del acto de llevar el pecado.
En el holocausto, vemos la propiciación y la consagración, pero no vemos nada acerca de llevar el pecado, ni de la imputación del mismo, ni de la manifestación de la ira divina. Esto nos lo demuestra el hecho de que se consumía todo sobre el altar, porque si hubiera que expiar el pecado, la víctima tendría que ser quemada fuera del campamento:
Pero el cuero del toro, y toda su carne, así como su cabeza y sus patas, sus entrañas y su excremento – todo el resto del toro– lo llevará a un lugar limpio fuera del campamento, al montón de cenizas, y lo quemará en una fogata; se quemará en el montón de cenizas. Vayikra 4:11-12
Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre introduce el sumo sacerdote en el Santísimo como sacrificio por el pecado, los queman fuera del campamento. Ivrim 13:11
Pero en la Korbán Minjá no hay ni siquiera derramamiento de sangre, sino que en ella vemos simplemente un hermoso tipo de Mashiaj, viviendo, andando y sirviendo aquí en la tierra. La pura y perfecta humanidad de nuestro Adón es un tema que se impone al examen concienzudo de todo verdadero creyente. El problema es que muchos creyentes no tienen una idea bastante clara a respecto de Él. Las expresiones que se oyen, o que se leen algunas veces, bastan para probar que la doctrina fundamental de la encarnación no es comprendida o tenida en cuenta tal como la Palabra la presenta. Esas expresiones proceden probablemente de una inexacta apreciación de la naturaleza real de las relaciones de Mashiaj y del verdadero carácter de sus sufrimientos; pero cualquiera que sea su origen, deben juzgarse a la luz de las Escrituras, y por lo tanto desecharse. Sin duda muchos de los que repiten cosas que les han enseñado retrocederían indignados y horrorizados ante la doctrina que suponen o apoyan, si se les expusiera tal como es en realidad; de manera que guardémonos de acusar de infidelidad o herejía a otros, en los que probablemente sólo haya ignorancia e incomprensión, la misma en la que nosotros hemos estado en algún momento (y que en muchos aspectos, dado que todos los días nos revela nuevos errores, seguimos estando).
Hay, sin embargo, una consideración que debe pesar sobre las apreciaciones morales de todo creyente, y es la de conocer el carácter vital de la doctrina de la humanidad de Mashiaj; ESTA DOCTRINA PONE EL FUNDAMENTO MISMO DE LA MANERA EN QUE DEBEMOS VIVIRLO EN NUESTRO NUEVO HOMBRE, día a día, algo que los primeros creyentes alcanzaron y que, por supuesto, ha sido atacado por haSatán desde el principio. Casi todas las herejías capitales descubren la intención satánica de destruir la verdad en cuanto a la persona de Mashiaj. Sucede también con frecuencia, que algunos hombres piadosos, queriendo combatir estos errores, caen en errores opuestos. Esta es la levadura humana. Esto nos enseña la necesidad que tenemos de atenernos a los mismos términos que ha usado el Ruaj haKodesh, porque creo firmemente que, en todos los casos, la sumisión a la autoridad de las Escrituras y al poder del Ruaj haKodesh, son la mejor salvaguardia contra toda especie de error. Para que el alma pueda preservarse de error respecto a la doctrina de Mashiaj, no tiene necesidad de profundos conocimientos teológicos; basta que la palabra de Mashiaj habite abundantemente en nuestro ruaj y que el Ruaj de Mashiaj desarrolle en nosotros su eficacia, para que HaSatán no encuentre ningún lugar donde pueda introducir sus engañosas sugestiones. Si el corazón se complace en el Mashiaj que revelan las Escrituras, rechazará seguramente todos los falsos meshijim que HaSatán le presente. Si nos alimentamos de las realidades de Elohim, desecharemos sin vacilación las falsificaciones de Satán. Este es el mejor medio de escapar de los lazos del error bajo cualquier forma que se presente.
Y cuando saca fuera a todas las suyas, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Pero al extraño jamás lo seguirán; más bien, huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. (...) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yahanan 10:4-5,27
No es necesario conocer la voz de los extraños para desviarse de ellos; basta, para esto, conocer la voz "del buen Pastor"; esto es lo que nos preservará de la influencia seductora de toda voz extraña.
Uno de los puntos más débiles es la falta de una más intensa y completa comunión con la perfecta humanidad de nuestro Adón Yahshua ha Mashiaj. Lo tenemos en Su divinidad, pero fallamos a la hora de conseguir mezclarnos con Él para las cosas pequeñas, del día-a-día. De aquí que experimentamos tanta esterilidad, tanta inquietud y extravío en nuestra marcha. Si nosotros tuviéramos la comprensión absoluta, firme, gracias a una fe más sencilla, que no requiere preguntas ni doctrinas, de la verdad de que el que está sentado a la diestra de la Majestad en los cielos ES UN HOMBRE REAL:
Porque hay un solo Elohim y un solo mediador entre Elohim y los hombres, Yahshúa el Mashíaj hombre. Timotio Alef 2:5
Un Hombre en quien la simpatía es perfecta, cuyo amor es incomprensible, en quien el poder es sin límites, en quien la sabiduría es infinita, cuyos recursos son inagotables, cuyas riquezas son insondables, cuyo oído está siempre abierto a todas nuestras peticiones, cuyo corazón está lleno para nosotros de una ternura infalible, seríamos a la vez más felices y nos elevaríamos más sobre las cosas visibles; seríamos más independientes de todo lo que procede de la criatura, fuese cual fuese el conducto que nos lo comunicase. Si comprendiéramos que todo lo que pedimos lo tenemos en nuestro interior, pronto para que lo desarrollemos y nos mezclemos, que Él no es una deidad alejada sino NUESTRA VIDA INTERIOR, que se hizo hombre justamente para aprender humanidad:
Porque no tenemos un sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado. Ivrim 4:15
Todas las religiones tienen dioses que son "sobrehumanos", pero el verdadero Creador ¡se hizo hombre!, y así puede compadecerse de todos los hombres en sus debilidades. Todo lo que el corazón puede desear, lo poseemos en Yahshua... ¡y Él se ha colocado en nuestro interior! Y seguramente, si hay en la persona de Mashiaj lo que puede satisfacer plenamente a Elohim, tiene que haber también lo que nos satisfaga a nosotros, y lo que nos moldee a su imagen y semejanza a medida que, por la gracia del Ruaj haKodesh, andamos en comunión con Elohim.
Nuestro Adón Yahshua ha Mashiaj ha sido el único hombre perfecto que ha pisado esta tierra; era perfecto en todo, perfecto en pensamientos, en palabras y en obras. En Él todas las cualidades morales se encontraban y armonizaban en divina y, por lo tanto, perfecta proporción. Ningún rasgo de su carácter predominaba a expensas de los demás; se unían en Él una majestad que inspiraba temor respetuoso, y una dulzura tal que su sola presencia llenaba el alma de dicha. Los escribas y los fariseos tuvieron que oír sus abrumadores reproches, mientras que la pobre samaritana, y "la mujer pecadora" se sentían, sin darse cuenta, irresistiblemente atraídas hacia Él. ¿Y por qué millones de personas han caído a sus pies, si no fuera porque todo Él es perfecto, todo Él es irresistible?
Esta humanidad perfecta es la que está representada en el Korbán Minjá. Es esta perfección la que debemos aprender a manifestar, y es por ese motivo que el minjá es alimento para los sacerdotes. Debemos alimentarnos diariamente de Mashíaj, no sólo con lecturas y oraciones, sino mucho más, mezclándonos con Él en nuestra vida cotidiana, "usándolo" en nuestras acciones y reacciones, transparentándolo en nuestros pensamientos y sentimientos, y esto no por imitación, sino por mezcla y ejad.
Debemos aprender a equilibrar justicia y misericordia como Él lo hizo. Todo se encontraba en El en perfecta armonía; y esto se puede notar en todas las escenas de su vida sobre la tierra. Podía, por ejemplo, decir a sus discípulos en presencia de los cinco mil hombres hambrientos:
"No tienen necesidad de irse. Denles ustedes de comer". MattiYah 14:16
Pero también estaba en todos los detalles:
Cuando se saciaron, le dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos que han sobrado, para que no se pierda nada". Yahanan 6:12
La generosidad y la edificación son aquí perfectas, sin que una dañe a la otra; cada una brilla en su propia esfera. No podía despedir en ayunas a las multitudes hambrientas que le seguían, y por otro lado, no podía consentir que ni una pequeña parte se malgastase ("Porque todo lo que Elohim ha creado es bueno", Timotio Alef 4:4). La misma mano que está siempre abierta con generosidad para sostener a todas las necesidades del hombre, está estrictamente cerrada a todo despilfarro. Esta es una lección para todos, porque en nosotros, con frecuencia, la generosidad degenera en inexcusable exageración; y por otra parte, ¡cuán a menudo el Ruaj descubre un ruaj de avaricia! A veces también nuestros corazones rehúsan abrirse generosamente ante las necesidades que se ofrecen a nuestra vista, mientras que en otras ocasiones disipamos por vanidad y extravagancia lo que hubiera podido satisfacer a muchos de nuestros semejantes en su necesidad. Estudiemos cuidadosamente el modelo perfecto que nos ofrece la vida de "Yahshua ha Mashiaj Hombre", y hagámoslo crecer en nuestro interior. Es saludable y edificante para el "hombre interior", el ocuparse de Aquél que fue perfecto en todos sus caminos, y que "en todas las cosas debe ocupar el primer lugar".
Así siendo, la sombra o tipo de este hombre perfecto, se nos ofrece bajo la figura de la "flor de harina" que formaba la base principal de la Korbán Minjá. No había en ella nada áspero, nada desigual, nada tosco al tacto; cualquiera que fuese la presión exterior, la superficie estaba siempre unida, no había quebrantamiento. Así Mashiaj no estaba nunca turbado por las circunstancias; no estaba nunca inquieto, nunca vacilante o agitado, nunca perdía la serenidad. Cualesquiera que fuesen los acontecimientos que sobrevinieran, los afrontaba con esa perfecta igualdad tan notable, figurada por "la flor de la harina".
En todas estas cosas que vamos diciendo, se presenta a Mashiaj en señalado contraste con nosotros sus siervos, aun los más fieles y sumisos. Moshe, por ejemplo, era "muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra" (Bamidbar 12:3), sin embargo, en un momento de cólera, los rebeldes yisraelitas "hicieron rebelar a su espíritu, y habló precipitadamente con sus labios" (Mizmor 56:33). En Kefá vemos un celo y una energía que a veces rebasaban la medida; pero también vemos en otras ocasiones una cobardía que le hacía perder la ocasión de rendir testimonio, por temor al desprecio; estaba pronto a hacer protestas de una devoción que cuando llegaba el momento de la prueba, había desaparecido. Yahanan, que más que ningún otro respiraba la atmósfera de la presencia inmediata de Mashiaj, manifiesta más de una vez un ruaj sectario, intolerante y ambicioso (Luka 9:49, 52-55; Mordejai 10 35-37). En Shaúl descubrimos también grandes desigualdades; dirigió al sumo sacerdote palabras injuriosas que en seguida tuvo que rectificar (MaAseh 23). Escribe una carta a los corintios, y desde luego se arrepiente de haberlo hecho, pero después cambió de opinión y se ratificó en lo primero (Qorintiyim Bet 7:8). En todos vemos algún defecto, excepto en Aquél que es el verdadero tipo de la Korbán Minjá.
Mashiaj,
El Alimento Que Satisface A Yahweh Y A Sus Siervos
En los libros de Shemot y Vayikra vemos que los sacerdotes, quienes servían en el tabernáculo y en torno a él, comían los alimentos sacerdotales. ¿En qué consistían estos alimentos sacerdotales? Eran las distintas clases de ofrendas, tanto de la vida animal como de la vida vegetal. El objetivo de las ofrendas no era únicamente hacer propiciación por nuestro caso y agradar a Elohim para que estuviera contento con nosotros. Además de esto, las ofrendas tenían como finalidad satisfacer a Elohim y satisfacer, fortalecer y vigorizar a los siervos de Elohim.
Tal vez hablemos mucho de servir a Elohim, pero ¿qué debemos servirle? Debemos servirle a Mashiaj como alimento. Además, este alimento no se debe de servir de una sola forma, o plato. Cada una de las ofrendas constituye un plato diferente. Todas las ofrendas —el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda de paz, la ofrenda por las transgresiones, la ofrenda por el pecado, la libación y las ofrendas voluntarias, tanto las ofrendas mecidas como las ofrendas elevadas— son Mashiaj como distintos platos que podemos servirle a Elohim.
Mashiaj es la comida de Elohim, y también es nuestra comida. Ya que Él es nuestro alimento, es necesario que lo comamos. No obstante, algunos creyentes se sienten molestos cuando nos oyen hablar de comer a Yahshua. A ellos quisiéramos recordarles lo que el Adón dijo:
Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come también vivirá por mí. Yahanan 6:57
Mashiaj, nuestro alimento, nos fortalece y nos vigoriza.
Nosotros servimos a Elohim ministrándole Mashiaj como nuestro alimento. Aparte de Mashiaj, no tenemos nada que ofrecerle a Yahweh, nada con lo cual podamos agradarle y satisfacerle. Por lo tanto, no debemos presentarnos a Elohim con las manos vacías, sino con las manos llenas de Mashiaj a fin de ofrecerlo a Yahweh. La mejor porción de Mashiaj como las ofrendas es el alimento que Elohim "come" para Su deleite, y lo que resta es nuestro alimento para nuestro deleite. Por supuesto, Él no come literalmente, sino que se deleita con el Mashíaj que le ofrecemos, que sólo puede ser el que hemos "cocinado" (procesado a través de experimentarlo en nuestra vida). Con esto vemos que tanto Elohim como Sus siervos son satisfechos con Mashiaj y por Mashiaj como alimento.
Experimentar
Y Disfrutar A Mashiaj Según Se Revela En Vayikra
Cada uno de los cuatro Evangelios nos revela algo acerca de Mashiaj. En cierto sentido, Vayikra es también una Besorah que nos revela a Mashiaj. Mashiaj ciertamente es revelado en Vayikra, pero Él es revelado aquí en un "idioma" diferente al de los Evangelios. Podríamos decir que éste es el "idioma Vayikra". Un ejemplo de este idioma es la palabra hebrea traducida "holocausto" en el capítulo 1, Oláh, como ya estudiamos. Literalmente, esta palabra denota algo que asciende. Si conocemos el idioma de Vayikra, comprenderemos que esto que asciende se refiere a Mashiaj. NO PODRÍAMOS VER LOS ASPECTOS DE LA OBRA DE MASHÍAJ DESDE EL PUNTO DE VISTA DE YAHWEH, SI NO CONOCIÉRAMOS VAYIKRA. El Padre se agrada de dar las piezas separadas a Sus hijos, para que aprendan que NO HAY ALGUNO MÁS IMPORTANTE QUE OTRO, y que no podrán alcanzar nada A MENOS QUE COOPEREN TRABAJANDO EN EJAD, uniendo las piezas que cada uno ha separado.
En el libro de Vayikra podemos ver muchos detalles relacionados con el deleite que tenemos de Mashiaj. En la Besorah de Yahanan, el Adón Yahshua reveló que Él es el pan de vida, que Él es el pan que descendió del cielo y que lo podemos comer (6:48, 50-51). No obstante, aunque el Adón dijo esto claramente en Yahanan, los detalles de esto no se encuentran en Yahanan. Si queremos conocer los detalles respecto a comer a Mashiaj, debemos acudir a Vayikra.
Es crucial que encontremos la manera de experimentar y disfrutar a Mashiaj según se revela en Vayikra. Debemos experimentarlo y disfrutarlo diariamente y de forma práctica. Para eso, debemos conocer la verdad de todas las ofrendas.
Muchos afirman que la realidad de las ofrendas es Mashiaj. Esto, por supuesto, es correcto. El Adón Yahshua nos dijo incluso que Él es la verdad:
"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida". Yahanan 14:6
En otro pasuk del mismo capítulo, Él habla del Ruaj de la verdad:
Y yo rogaré al Padre que les dé otro defensor, para que esté con ustedes para siempre: el espíritu de la verdad. Yahanan 14:16-17
No obstante, Mashiaj no puede ser realidad para nosotros si Él simplemente es la verdad. La verdad es una cosa externa a nosotros, una cosa objetiva, por lo que, para ser una cosa subjetiva, Él también es la realidad de esa verdad para nosotros, en nuestro interior. Él, en Sí mismo, es la verdad, pero todavía no es la verdad para nosotros, subjetivamente hablando. A fin de que Mashiaj sea realidad para nosotros, necesitamos al Ruaj de la verdad.
Cuando la gente habla del "Ruaj de la verdad", tienen generalmente la idea de un espíritu que nos lleva a la verdad, como oposición a la mentira, pero esto no es exactamente así. A lo que se refiere es a que el ruaj de la verdad nos revela la verdad de las sombras. La mentira es lo opuesto a la verdad, pero negativamente. En cambio las sombras, los misterios ocultos, son lo opuesto a la verdad aunque positivamente, como algo que debe ser revelado y hacerse realidad, es decir, hacerse verdad abierta.
"La ley por medio de Moshe fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Yahshua ha Mashiaj". Yahanan 1:17
Esto indica que cuando el Adón Yahshua vino, también vino la verdad. Mashiaj mismo es la verdad, Él trajo el significado (la verdad) de las sombras del Tanaj. Es como si en el Tanaj Yahweh hubiera presentado una serie de acertijos, y Mashíaj fuera la respuesta de todos ellos. Cuando Él llegó, trajo la verdad de todas las sombras. Así que, por un lado, el Adón Yahshua nos dice que Él es la verdad; pero, por otro, Él nos habla del Ruaj de la verdad que quiere que recibamos, justamente para poder comprender todas las cosas que a Él se refieren, para que entendamos la anchura, la altura y la profundidad de Su Obra.
Según la revelación hallada en el B'rit Hadashá, el Ruaj de la verdad es la transfiguración de Mashiaj. Cuando Mashiaj estuvo en la tierra como hombre en la carne, Él aún no era el Ruaj de la verdad. Pero después de haber sido clavado en el madero para efectuar una redención que lo incluye todo y de haber entrado en resurrección, Él llegó a ser Ruaj vivificante (Qorintiyim Alef 15:45). El Mashiaj que anteriormente estaba en la carne llegó a ser el Ruaj que da vida. Este Ruaj es la consumación de Elohim procesado. Lo que el Padre es y lo que el Hijo es ha llegado a su consumación en el Ruaj que lo incluye todo. Ésta es la razón por la que Hitgalut 22:17 dice: "El Ruaj y la novia dicen: Ven".
El Ruaj no sólo es poder, fuerza y vigor: Él es Mashíaj. Sin embargo, quizás no nos demos cuenta de que esta persona vive en nosotros y camina con nosotros. No estamos solos; hay otra persona —Mashiaj como Ruaj de la verdad— quien está en nosotros y con nosotros. Esto significa que cuando ingerimos a Mashiaj y lo disfrutamos, Él crece en nuestro interior, en nuestra buena tierra.
El Adón Yahshua dijo:
"...he aquí yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo". Amén. MattiYah 28:20
¿Se dan cuenta de que tenemos un Elohim procesado y que este Elohim procesado llegó a ser el Ruaj consumado? Yo puedo testificar que tengo la profunda sensación de que esta persona está en mí y conmigo, ayudándome, fortaleciéndome, vigorizándome y cuidando de mí, y sé que muchos de los que me escuchan y leen también. Shaúl tenía esta convicción, y por eso pudo decir:
"Todo lo puedo en Aquel que me fortalece". Filipiyim 4:13
Las Escrituras revelan entonces que Mashiaj es una persona maravillosa y que esta persona maravillosa es ahora el Ruaj vivificante. Él es Elohim consumado que, como Ruaj compuesto, está siempre con nosotros para ser nuestro deleite.
Ministrar
Mashiaj A Los Demás
Si a diario disfrutamos a Mashiaj al liberar nuestro ruaj por medio de la palabra y al tocar el Ruaj, seremos llenos de Mashiaj. Entonces ministraremos Mashiaj a todo aquel con quien nos relacionemos. Aun cuando no mencionemos a Mashiaj, lo ministraremos a los demás al tener comunión con ellos.
Disfrutar a Mashiaj como las ofrendas consiste en comer a Mashiaj para poder servir a Elohim. Cuanto más comamos a Mashiaj, más seremos llenos de Él y más estaremos satisfechos con Él. Esto nos capacitará para servir a Elohim y adorarlo.
Para adorar a Elohim no es necesario arrodillarse ni postrarse. Podemos adorar a Elohim aun mientras ministramos Mashiaj a los demás. Esta manera de ministrar Mashiaj a los demás constituye una verdadera adoración a Elohim con Mashiaj.
En primer lugar, nosotros mismos debemos estar satisfechos con Mashiaj como las ofrendas. Luego, una vez que disfrutemos al Mashiaj que nos capacita para amar a los demás, podremos ministrarles a Mashiaj. Por ejemplo, por un lado, debemos tomar a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado, disfrutando de Su propiciación; por otro, debemos ministrar a los demás el Mashiaj que hemos disfrutado, especialmente a los más débiles que aún viven en pecado. Si les ministramos a Mashiaj de esta manera, ellos serán abastecidos y alumbrados para confesar sus pecados. Finalmente, obtendrán la victoria sobre su pecado y lo vencerán completamente.
Mi carga en este mensaje es que los santos en la restauración del Adón sepan cómo disfrutar a Mashiaj de una manera práctica y concreta, y que comprendan que Él, una persona viva y maravillosa, es nuestras ofrendas. Mashiaj, como Ruaj consumado de Elohim procesado, lo es todo. Él es el Padre, el Hijo y el Ruaj; Él es el Elohim procesado; Él es un hombre mezclado con Elohim. Él es también nuestro alimento santo. Esto significa que Él es las ofrendas que llegan a ser nuestro alimento. Él es incluso la adoración misma que rendimos a Elohim y Aquel dentro de nosotros que agrada a Elohim. Nuestra necesidad hoy en día es disfrutar a este Mashiaj a fin de que lo prediquemos y lo ministremos a los demás.
Disfrutar A Mashíaj Como Nuestro Minjá
¿Cómo podemos disfrutarlo? Simple, podemos disfrutarlo en calidad de todas las ofrendas.
El pensamiento de que podemos disfrutar a Mashiaj como las ofrendas está escondido en el libro de Vayikra. Por ejemplo, podemos disfrutar a Mashiaj como holocausto. Nosotros no podemos llevar una vida de absoluta entrega a Elohim, pero Mashiaj como holocausto vive absolutamente entregado a Elohim. Por lo tanto, debemos tomar a Mashiaj como holocausto y disfrutarlo en calidad de holocausto.
También podemos disfrutar a Mashiaj como nuestra ofrenda de harina. Como ofrenda de harina, Mashiaj sirve de alimento a Elohim y también a nosotros. En este alimento tenemos olíbano y sal, pero no levadura ni miel. La sal se refiere a la muerte de Mashiaj, y el olíbano, a la resurrección de Mashiaj. La ofrenda de harina, por tanto, está repleta de la muerte y resurrección de Mashiaj. Este disfrute los tendremos en la medida en que experimentamos ese aspecto de Mashíaj en nuestra vida real. Cuando, en lugar de defendernos ante lo que consideramos una injusticia, decidimos callarnos la boca, perdonar y entregar la situación en las manos del Padre, nuestro vindicador, estamos experimentando la sumisión de Mashíaj.
Cuanto más experimentemos y oremos acerca del Mashiaj que es las ofrendas, con la comprensión de que Él es el Ruaj vivificante que está en nosotros a fin de que lo utilicemos, más lo disfrutaremos y tendremos así frutos que entregar como ofrendas. La manera en que disfrutamos a Mashiaj consiste en tener contacto con Él y poseerlo como Ruaj de la verdad.
Vamos a verlo a través de algunos aspectos de esta Korbán Minjá.
Una Humanidad Sin Defecto
1. Una Vida Humana Exenta De Levadura
La humanidad y el vivir humano del Adón Yahshua no tenían defecto alguno. El Adón fue llevado ante Pilatos para ser juzgado por la autoridad romana, pero Pilatos declaró que no había hallado delito alguno en Él (Luka 23:14). El Adón Yahshua no tenía pecado. En Él no había levadura alguna.
2. Una Vida Humana Exenta De Miel
En el caso del Adón Yahshua, no estaba presente la miel. Un día, mientras hablaba a las multitudes:
"Su madre y Sus hermanos estaban afuera, y procuraban hablar con Él. Y alguien le dijo: He aquí Tu madre y Tus hermanos están afuera, y te quieren hablar". MattiYah 12:46-47
Al oír esto, El dijo al que le había hablado:
"¿Quién es Mi madre, y quiénes son Mis hermanos? Y extendiendo Su mano hacia Sus discípulos, dijo: ¡He aquí Mi madre y Mis hermanos! Porque todo aquel que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos, ése es Mi hermano, y hermana, y madre". MattiYah 12:48-50
Esto nos muestra que en Él no hay miel, que Él se negó a la vida natural. Se negó a escuchar la voz de sus afectos naturales (la familia), cuando pretendía "rescatarlo" de la "locura" de su ministerio.
MaAseh 15:36-39 narra un problema que se suscitó entre Shaúl y Bernabé. Este problema fue causado por la miel de la vida natural. Bernabé quería que llevasen consigo a Mordejai en sus viajes, pero:
"...a Shaúl no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra". MaAseh 15:38
Como resultado de eso, "hubo un agudo conflicto entre ellos, hasta el punto que se separaron el uno del otro" (pasuk 39a). Mordejai era primo de Bernabé (Qolasiyim 4:10), y es muy probable que el problema entre Shaúl y Bernabé se debiera a la relación natural que había entre Bernabé y Mordejai. Shaúl, quien fue vindicado por la crónica divina (MaAseh 15:39b-40), no estuvo de acuerdo con esta miel.
En nuestra vida creyente, debemos aprender del Adón Yahshua a alejarnos de la vida natural lo más que podamos. Como creyentes, ciertamente debemos amar a los demás, pero debemos tener cuidado de no amar de una manera natural. ¡Cuán fácil es amar a los demás de una manera humana y natural! Aun en la vida de congregación a veces amamos a los que son parecidos a nosotros en un sentido natural. A veces amamos a cierto hermano/a simplemente porque su manera de ser es similar a la nuestra. Esta clase de amor es miel; es amor natural.
En Filipiyim 2:2, Shaúl habla de tener "el mismo amor". Tener el mismo amor significa amar a todos los santos por igual. En nosotros mismos no podemos amar de esta forma, debido a que nuestra tendencia natural es tener distintos niveles de amor. Nuestro amor por ciertos santos se encuentra en un nivel más elevado que el amor que sentimos por otros santos. Esto es miel. El amor del Adón Yahshua no es así.
3. Una Vida Humana Siempre Sazonada Con Sal
Mordejai 10:38 y Yahanan 12:24 indican que el Adón Yahshua siempre llevó una vida sazonada con sal, una vida bajo la operación del madero. Incluso antes de ser clavado en el madero, Él vivió diariamente una vida clavada en el madero.
El Adón Yahshua les preguntó a Yaakov y a Yahanan:
"¿Pueden beber la copa que yo bebo, o sumergirse con la inmersión con que me voy a sumergir?". Mordejai 10:38
Cuando ellos dijeron que sí podían, Él añadió:
"Beberán la copa que yo bebo, y se sumergirán con la inmersión con que me voy a sumergir". Mordejai 10:39
Tanto la copa como el bautismo se refieren a la muerte de Mashiaj:
Entonces Yahshúa le dijo a Kefá: "Mete tu espada en la vaina. Esta es la copa que me ha dado el Padre, ¿y no la habré de beber?". Yahanan 18:11
Pero tengo un bautismo por el cual pasar, ¡y cómo me angustio hasta que se cumpla! Luka 12:50
Por tanto, beber la copa del Adón y ser bautizados con el bautismo con que Él fue bautizado equivalen a experimentar Su muerte, esto es, que se nos aplique Su muerte en nuestra experiencia.
La vida que Mashiaj llevó fue una vida en la que continuamente fue sazonado con sal. Para nosotros hoy en día, experimentar el madero equivale a ser sazonados con sal. Debemos recibir la sal en nuestra vida cotidiana. Si hacemos esto, seremos la flor de harina apta para la ofrenda de harina. La sal también se refiere a que lo que experimentamos es bajo el nuevo pacto, y es nuestra "marca", visible en el mundo espiritual, de que pertenecemos al Adón.
En Yahanan 12 vemos que cuando el Adón Yahshua entró en Yahrushalayim, las multitudes le dieron la bienvenida. En términos humanos, ése fue Su tiempo dorado. Sin embargo, cuando Él oyó que el pueblo lo buscaba, dijo:
"Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto". Yahanan 12:24
Estas palabras indican que en lugar de dejarse exaltar, el Adón Yahshua fue sazonado con sal. Es como si Él dijera: "Yo soy un grano de trigo. No necesito que la gente me dé la bienvenida, me glorifique ni me exalte. Lo que necesito es caer en la tierra y morir".
Debemos aprender del Adón Yahshua a ser sazonados con sal. Cuando otros nos dan la bienvenida, nos exaltan y nos glorifican, nos resulta muy fácil preferir la miel en lugar de la sal. Cada vez que los demás nos dan la bienvenida o nos exaltan, debemos aplicarnos la sal y ser personas que no desean ser exaltadas, sino morir. Esto significa que debemos aprender a aplicar el madero de Mashiaj.
4. Una Vida Humana En Resurrección
Ya que el Adón Yahshua siempre llevó una vida en la que fue sazonado con sal, una vida bajo la operación del madero, Él siempre estuvo en resurrección. La vida que Él vivió fue una vida en resurrección.
Con respecto al Adón Yahshua, vivir en resurrección significaba negarse a Sí mismo y a Su vida natural, y no vivir Su propia vida sino la vida del Padre. Esto podemos verlo claramente:
Yahshúa les dijo: "Mi momento todavía no ha llegado, pero para ustedes cualquier momento es correcto". Yahanan 7:6
Mientras los demás tenían la libertad de ir a cualquier parte en el momento que quisiesen, Él estaba limitado, porque no vivía en la vida natural. Él añadió:
"Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. Si alguien quiere hacer Su voluntad, conocerá si mi enseñanza proviene de Elohim o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, ése es verdadero, y en él no hay injusticia". Yahanan 7:16-18
Aquí vemos que el Adón Yahshua no habló Sus propias palabras, sino las palabras del Padre. La fuente de donde provenían Sus palabras no era Él mismo, sino el Padre. Esto indica que Él rechazó Su vida natural y vivió por la vida del Padre. En esto consiste la resurrección. Por lo tanto, aun antes de ser clavado en el madero, el Adón Yahshua llevó una vida en resurrección al negarse a la vida natural y al vivir la vida del Padre.
Debemos vivir en resurrección en nuestra vida matrimonial y en nuestra vida familiar, y también en nuestro ámbito de trabajo, de estudio, de amistad y sobre todo, en la congregación. Supongamos que algo sucede en nuestra vida matrimonial que nos produce descontento. Si en ese momento nos expresáramos a nosotros mismos y viviéramos por nuestra propia vida, ciertamente perderíamos los estribos. No obstante, en lugar de vivir por nuestra propia vida, podemos vivir la clase de vida revelada por Shaúl:
Con el Mashíaj fui ejecutado en el madero; y ya no vivo yo, sino que el Mashíaj vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Elohim, que me amó y se entregó a sí mismo por mí. GalutYah 2:20
Esto guarda relación con experimentar la sal, ser inmolado, ser clavado en el madero. Luego Shaúl añade: "Ya no vivo yo, mas vive Mashiaj en mí". Esto es la resurrección.
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