03 - Perder La Vida Del Yo Por Causa De La Unidad
Si sus ojos han sido abiertos y ven el Cuerpo, si han encontrado el Cuerpo y se dan cuenta de que están en el Cuerpo, será necesario que renuncien a su yo, que pierdan la vida del yo. El yo es un verdadero problema. El yo es la verdadera división, el verdadero pecado y la verdadera secta. Si han visto el Cuerpo, esta visión les exigirá que pierdan la vida del yo, que renuncien al yo. Los creyentes están divididos porque están muy inmersos en su yo.
El yo causa división, pero el ruaj une. El problema humano es que hemos sido criados con la creencia de que somos individuos separados y que debemos mantener ese individualismo a toda costa, o nos perderemos. El mundo considera que el rebaño es una cosa estúpida, pero el rebaño no es la masa. El mundo ha educado a la gente para ser masa y tener comportamientos irracionales de grupo, mientras que las ovejas siempre siguen a Su Pastor.
Por tanto, si renunciamos al
yo, si perdemos el yo, y nos volvemos al ruaj, estaremos inmediatamente en la
realidad del Cuerpo. El individualismo es el resultado de que tenemos en
nuestro interior la semilla satánica. HaSatán es individualista. Él dio un
golpe de estado contra el Reino de Yahweh porque no quería someternos ni ser
"uno más", y ha transmitido esta idea a la humanidad, como si fuera
algo deseable, para únicamente traer infelicidad y vacío a todos los hombres
que lo han escuchado. Cuando estamos fuera del ruaj y nos encontramos en el yo,
estamos en el Reino de haSatán. Pero cuando estamos fuera del yo y nos
encontramos en el ruaj, estamos en la realidad del Cuerpo. Es necesario que
renunciemos al yo, que perdamos el yo, porque esa es la marca del
individualismo satánico. Los hijos de Yahweh somos un Cuerpo, no individuos
separados, aunque esto no implique que seamos iguales ni mucho menos.
No es suficiente sólo conocer
la doctrina de perder el yo; es necesario perder el yo de una manera práctica,
abandonar la vida del yo. Necesitamos más oración en cuanto a este punto. Necesitamos
orar: "Adón, ten misericordia de mí
para que pueda perder el yo, para que pueda abandonar la vida del yo y ser
verdaderamente activo/a en el Cuerpo".
Si tenemos la intención de
discutir con la congregación o con algunos santos acerca de cierto asunto, debemos
examinarnos a nosotros mismos para ver si nuestros argumentos tienen su origen
en el ruaj o en el yo. Quizás nuestro punto de vista esté correcto, pero el
motivo, el instrumento o el medio que usamos no lo esté. Lo correcto debe
proceder de la fuente correcta y debe llevarse a cabo con los medios correctos.
Un punto de vista correcto no es suficiente. Se necesitan la fuente correcta y
los medios correctos. El ruaj es la fuente correcta y el ruaj también es el
medio correcto. Si estamos discutiendo acerca de algún asunto que tiene su origen
en el ruaj y se lleva a cabo por medio del ruaj, no hay ningún problema con que
discutamos (que no es lo mismo que pelear, y que es una práctica que debemos
aprender a realizar de manera saludable, para crecimiento y no para distinción,
sin evitarla como si eso fuera el principio de todos los males. Evitar la
discusión puede ser tan malo como realizarla en contienda). Pero si nuestra
motivación no ha nacido del ruaj sino de nuestra carne, nuestro yo, debemos
dejar el asunto de lado. ¿Cómo distinguimos? Simplemente preguntándonos si el
asunto que nos ocupa, la forma en que lo presentamos y argumentamos, y el
resultado que buscamos obtener DAN GLORIA A YAHWEH Y EDIFICAN AL CUERPO. Si no
es así, no provienen del ruaj sino de nuestra carne, y debemos dejar el asunto
de lado. Al final de cuentas, tenemos que aprender que NO SOMOS LOS
RESPONSABLES POR OBTENER DETERMINADOS RESULTADOS O NO EN EL CUERPO. El Cuerpo y
su edificación es asunto del Padre y del Hijo, y cuando metemos nuestra nariz
donde no hemos sido llamados, AUNQUE TENGAMOS RAZÓN, no es más que actuar en
nuestra carne. En el Cuerpo todos tenemos que perder el yo. Mashíaj fue el que
tuvo el mayor derecho de discutir todas y cada una de las cosas que los hombres
hacían, PERO SE MANTUVO EN OBEDIENCIA PARA SER EL SACRIFICIO PERFECTO. A pesar
de tener la razón de manera absoluta, ÉL NO ABRIÓ LA BOCA PORQUE ESO ERA LO QUE
EL PADRE LE HABÍA ORDENADO. No siempre tener la razón es motivo de estar en el
ruaj. El Padre trabaja también a través de los errores, y quién puede decir que
Él no haya determinado hacerlo en el caso que nos ocupa. En estas cosas es
necesario un enorme discernimiento, pero donde hay dudas y disensión,
básicamente NO ESTÁ EL RUAJ.
Quizás hablemos acerca de la
unidad, pero todos tenemos que darnos cuenta de que la unidad genuina no es
nada menos que Mashiaj mismo como nuestra vida de una manera práctica. Mashiaj
es la unidad. Cuando estamos viviendo en Mashiaj como nuestra vida y no en nuestro
yo, tenemos la unidad y estamos en ella. Cuando todos estamos viviendo en
Mashiaj como nuestra vida, Mashiaj es la unidad. Si esa es nuestra condición,
entonces tenemos la realidad del Cuerpo, y entonces también estamos equipados
para el servicio. Romaniyim 12 recalca que sin el Cuerpo no podemos servir,
porque cada uno de nosotros es solamente un miembro, y un cuerpo desmembrado es
una aberración.
Kefá nos dice que el Cuerpo es
el edificio, la casa, y que nosotros somos las piedras vivas.
...para que también
se los use como piedras vivas para edificar una casa espiritual, para que sean
un sacerdocio santo, a fin de que ofrezcan sacrificios espirituales, agradables
al Elohim por medio de Yahshúa el Mashíaj. Kefá Alef 2:5
Sin la edificación, las
piedras vivas no pueden hacer nada, son inútiles. Las piedras que no son
edificadas son inútiles. Pueden haber sido trabajadas y tener una forma bonita,
PERO NO TIENEN LA FORMA ADECUADA PARA ENCAJAR EN EL EDIFICIO. Las piedras deben
ser trabajadas para ocupar el espacio que les corresponde entre las otras
piedras, no sobre una mesa para ser admiradas, o tiradas en el medio del campo.
Las piedras necesitan ser edificadas en una casa que le será útil a Elohim.
Esta utilidad es el servicio, y esta casa es el sacerdocio.
Dos palabras griegas
diferentes se traducen como sacerdocio. La palabra griega que se traduce como
sacerdocio en Kefá Alef 2:5 y 9 significa un cuerpo sacerdotal, un cuerpo de
sacerdotes, pero la palabra que se traduce como sacerdocio en Ivrim 7 significa
el oficio sacerdotal, la función sacerdotal. La casa espiritual mencionada en
Kefá Alef 2:5 es el sacerdocio, el cuerpo sacerdotal y no el oficio sacerdotal.
La Concordancia de Strong indica que el significado de esta palabra es
fraternidad sacerdotal. Existe la necesidad de un cuerpo sacerdotal, un grupo
sacerdotal, a fin de ofrecer los sacrificios espirituales. Si no somos
edificados como tal cuerpo sacerdotal, no reuniremos los requisitos para
ofrecerle nada a Elohim. Por tanto, si no somos edificados, no reuniremos los
requisitos para servir. Para el servicio, requerimos del Cuerpo.
04 - Ser Concertados Mutuamente
Ahora es
necesario entrar en más detalles. Los asuntos que estamos considerando no son
simples. No es suficiente decir que hemos visto el Cuerpo y que estamos
viviendo por Mashiaj como nuestra vida, y que por tanto tenemos la unidad y que
estamos unidos y estamos en el Cuerpo. Tenemos a Romaniyim 12 y a Kefá Alef 2,
pero necesitamos continuar para llegar a Qorintiyim Alef 12, especialmente para
fijarnos en una palabra del pasuk 24: "Elohim
concertó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba". Otras
traducciones utilizan la palabra "ordenar", pero la palabra griega SUNKERÁNNUMI
(G4786) significa literalmente ENTREMEZCLAR, combinando o asimilando.
Cuánto aprecio la
palabra "entremezclar". Elohim entremezcló el cuerpo. Debemos
comprobar en nosotros mismos cuánto hemos sido entremezclados. Estamos todos
aquí juntos, hemos visto el Cuerpo, estamos en el Cuerpo, estamos viviendo en
Mashiaj y por Mashiaj como nuestra vida, pero necesitamos comprobar en nosotros
mismos cuánto hemos sido entremezclados mutuamente.
Los que saben
cocinar, saben cómo entremezclar a los diferentes ingredientes cuando cocinan. Entremezclar
va más allá que mezclarnos o combinarse. En la aplicación práctica, el ser entremezclados
significa que una persona rápida necesita ser puesta junto con una persona
lenta para que la rapidez de aquélla se pueda entremezclar con la lentitud de
la otra. Entonces en el Cuerpo no habrá nadie ni muy rápido ni muy lento.
¿PUEDEN COMPRENDER AHORA POR QUÉ SOMOS COLOCADOS UNA Y OTRA VEZ JUNTO CON
DETERMINADAS PERSONAS O SITUACIONES?
En la
congregación tanto el orgullo como la humildad necesitan ser entremezclarnos hasta
que sólo quede Mashiaj. Un hermano puede sentir que él es muy humilde y que los
demás son muy orgullosos. Cuando su humildad se haya entremezclado con el
orgullo de ellos, no habrá nada humilde ni nada orgulloso en la congregación.
Para algunos de los hermanos y hermanas, es muy fácil ponerse de pie y
funcionar en la reunión, y para otros es fácil quedarse sentados y permanecer
callados. Estos santos también necesitan ser entremezclados mutuamente. En
estos días tengo muy presente que necesito ser más entremezclada con todos los
santos. No importa cuál sea la característica distintiva de cada uno, necesitamos
ser entremezclados con los hermanos/as en cuanto a eso. Todos necesitamos ser entremezclados
mutuamente.
Si no somos entremezclados
mutuamente, no hay posibilidad de que seamos edificados juntos. Si no somos entremezclados,
una persona rápida nunca podrá llevarse bien con una persona lenta, y nunca
podría haber edificación entre ellas. La persona rápida será impaciente con la
lenta, y se alejará de ella. Así no podrán intercambiar dones, ni edificarse
mutuamente. Por experiencia he aprendido que no importa si me agradan o no las
características de otros hermanos/as, SIEMPRE PUEDO OBTENER BENEFICIO DE LA
EDIFICACIÓN MUTUA. No he conocido persona a la cual el mundo no califique como
"ignorante" según lo que ellos llaman "conocimiento", que
no tengo en su interior grandes riquezas para compartir, siempre que tenga a
Mashíaj. Si no somos entremezclados, no podríamos coordinar con otros. Un
hermano es demasiado orgulloso, pero otro es demasiado humilde. Estos dos nunca
podrían coordinar juntos a menos que ambos estén dispuestos a ser entremezclados.
Elohim no sólo ha colocado a los miembros en el Cuerpo, Él ha entremezclado el
Cuerpo.
Cuando se cocina,
no es suficiente simplemente mezclar ciertos ingredientes para preparar un
platillo que tenga un buen sabor. Al preparar ciertos platillos, es necesario entremezclar
los ingredientes para darles un sabor delicioso. Todos hemos sido colocados juntos
aquí en la congregación, pero no habrá ese sabor delicioso si no somos entremezclados
mutuamente. Nuestra necesidad actual no es simplemente ser introducidos y
colocados aquí en la congregación, sino que también necesitamos ser entremezclados
mutuamente con aquellos que el Adón haya escogido y cuya manera de ser sea
bastante diferente a la nuestra. Una y otra vez el Adón nos coloca con la
persona adecuada a fin de que seamos entremezclados en el Cuerpo.
05 - Las Virtudes De Mashiaj Para La Vida Del
Cuerpo
Ahora llegamos a
una frase especial. Leí Qolasiyim 3 por muchos años sin darme cuenta que todas
las virtudes mencionadas ahí son para la vida del Cuerpo, aunque deban ser
desarrolladas de forma individual:
Así que, como
escogidos de Elohim, consagrados y amados, revístanse de tierna compasión, de
bondad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Sobrellévense unos a otros
y perdónense unos a otros, en caso de que alguien tenga una queja del otro. De
la manera que Yahweh los perdonó, así también háganlo ustedes. Pero sobre todas
estas cosas, revístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Y que la paz del
Mashíaj gobierne en sus corazones, pues a ella fueron llamados en un solo Cuerpo;
y sean agradecidos. Qolasiyim 3:12-15
Compasión,
bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad o perseverancia, comprensión,
perdón, amor y paz. La frase "fueron
llamados en un solo Cuerpo" indica claramente que todos estos asuntos
son para el único Cuerpo, para la vida del Cuerpo. Son desarrollados
individualmente, para ser aplicados corporativamente. ¿De qué me sirve creer
que desarrollo amor y mansedumbre, SI NO ME JUNTO CON OTROS NI APLICO A LOS
DEMÁS ESTAS COSAS? Nosotros los creyentes, tenemos el concepto natural según el
cual debemos ser humildes en nuestro vivir humano. Sin embargo, según las
Escrituras, la humildad no es para la vida humana, sino para la vida del Cuerpo.
La manifestación de la humildad al mundo es el resultado de que la hayamos
desarrollado en la naturaleza individual A TRAVÉS DE LA DISCIPLINA ADQUIRIDA EN
EL CUERPO. Nuestra humildad no es para el mundo, ES PARA EL CUERPO. Lo mismo
con cualquier virtud adquirida en el ruaj. En el Cuerpo VIVIMOS, para el mundo
BRILLAMOS. Los que en verdad disfrutan de los dones son los miembros del
Cuerpo, los que están afuera sólo pueden ver el brillo y desear ser parte.
Claramente, esto
no implica que debamos ser humildes con los hermanos y soberbios con los
incrédulos. Al contrario, esa humildad, siendo el resultado del trabajo de cada
piedra en la edificación del Cuerpo, es parte de la naturaleza interior del
nuevo hombre, y por lo tanto, SE MANIFIESTA DE IGUAL MANERA CON TODOS, porque
tenemos el Ruaj de nuestro Adón, que no hace acepción de personas.
La compasión no
es para la vida humana, sino para la vida del Cuerpo. En el Cuerpo necesitamos
la compasión. En el Cuerpo necesitamos la bondad, la humildad, la mansedumbre,
la longanimidad y la comprensión. No debemos pensar que es imposible soportar a
un hermano o una hermana. Incluso si sentimos que quedarnos con ese santo en
particular es como si entráramos en la muerte, no intentemos escaparnos de esa
situación. Lo que el Adón requiere ES QUE HAGAMOS MORIR NUESTRA VIDA NATURAL. Aceptar
únicamente las situaciones agradables es cosa de la carne, pero el ruaj atiende
a las órdenes del Padre, tanto si nos resultan agradables como si no. Debemos
permanecer en donde estamos para soportar e incluso ser comprensivos, a fin de
tomar la copa que el Padre nos ha dado. Pareciera una copa amarga, pero llega a
ser muy dulce. Pareciera una copa de maldición, pero llega a ser una copa de
bendición. De esta manera veremos la vida del Cuerpo.
No debemos pensar
que a las personas se les hace fácil estar juntas. No importa cuánto nos
amemos, cuanto más tiempo pasemos juntos, más nos daremos cuenta de que no sólo
necesitamos longanimidad, sino también comprensión, paciencia y perdón para la
vida del Cuerpo. Si permanecemos juntos para llevar una vida de reunión por un
período de tiempo, ciertamente nos ofenderemos mutuamente una y otra vez.
Ninguno de nosotros es tan santo, tan perfecto que no puede ofender a otros.
Cuando se presenten las ofensas, debemos perdonarnos unos a otros. En vez de
quejarnos, debemos perdonar una y otra vez.
La compasión es
muy tierna. Después de la compasión, el pasuk 12 menciona la bondad, la
humildad, la mansedumbre y la longanimidad. El pasuk 13 continúa con la
comprensión y después con el perdón. Después está el amor y le sigue la paz. Si
no perdonamos a los demás, nunca tendremos shalom. En vez de paz, estaremos
molestos todo el tiempo. Nos molestarán las ofensas de los demás y no tendremos
la paz como árbitro dentro de nosotros. Pero si perdonamos a otros y nos olvidamos
de sus ofensas, si los amamos sin importar cuánto ellos nos hayan ofendido, tendremos
shalom. Simplemente recibirán todo lo que los demás nos hagan como si fuera
algo que proviene del Adón para ustedes, algo que necesitamos. No nos
importarán las ofensas, pero sí nos preocuparemos por todos los queridos
hermanos y hermanas. Cuando tengamos ese amor, entonces vendrá la shalom.
Todos los asuntos
mencionados en Qolasiyim 3 son expresiones precisas de la vida de Mashiaj en
nosotros. Con tal expresión de Mashiaj en la práctica, llevamos la vida del
Cuerpo. Entonces seremos edificados juntos y reuniremos los requisitos para
servir al Adón. Sin la edificación adecuada, todo esfuerzo por alcanzar a
otros, por predicar la Besorah, o por ayudar a otros creyentes, será en vano.
Solamente cuando reunamos los requisitos, al ser edificados juntos, nos
resultará fácil guiar a alguien al Adón o ayudar a otros miembros. Para llevar
a cabo el servicio, es necesario que estemos en la realidad del Cuerpo, que
seamos edificados, que reunamos los requisitos y que seamos equipados. Por
experiencia propia sabemos que estar realmente equipados para pelear la batalla
como un servicio para el Adón consiste en ser edificados en el Cuerpo.
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