En este mensaje abarcaremos varios asuntos relacionados con la ofrenda por el pecado, de manera simple y básica, para que nos familiaricemos con esta importantísima ofrenda, ya que estudiaremos algunos aspectos de la misma más profundamente, para lo cual necesitamos tener las bases asentadas en primer lugar.
Características del Korbán Jatát 01
1. El Significado De La Ofrenda Por El Pecado
• Por El Pecado Cometido
Involuntariamente
Vayikra 4 habla varias veces del que peca involuntariamente (pasukim 1-2, 13, 22, 27). El pecado cometido involuntariamente se refiere a una falta, un error o un descuido; es decir, denota el hecho de pecar sin proponérnoslo. Si bien no tenemos la intención de pecar, pecamos involuntariamente.
El pecado cometido involuntariamente mencionado en Vayikra 4 representa el pecado en nuestra naturaleza caída, el pecado que mora en nosotros. El pecado que heredamos de Adam mora en nuestra carne. Muchas veces pecamos involuntariamente. Estos pecados proceden del pecado que mora en nosotros. El pecado entró por medio de la caída de Adam y se introdujo en el linaje humano (Romaniyim 5:12). Por eso, en todos los seres humanos hay algo que se llama raíz de pecado.
En Romaniyim 7, el pecado está personificado, porque puede morar en nosotros (pasuk 17), matarnos (pasuk 11) y hacer muchas cosas en nosotros. Por tanto, el pecado es una persona viva. No podemos encontrar ningún pasuk que diga que el pecado es HaSatán mismo. Sin embargo, las Escrituras indican que el pecado es la naturaleza de HaSatán. Puesto que el pecado es la naturaleza de HaSatán, el pecado es en realidad HaSatán mismo.
El pecado entró en el linaje humano cuando Adam cayó. Esto significa que la caída de Adam abrió la puerta para que el pecado —que es la naturaleza de HaSatán e incluso HaSatán mismo— entrara a nuestro ser. Romaniyim 7 dice claramente que el pecado mora en nuestra carne (pasukim 17, 20, 23). A menudo hemos tenido el deseo de hacer el bien, por ejemplo, honrar a nuestros padres o mostrar consideración por nuestro hermano, pero el resultado ha sido exactamente lo opuesto. Pecamos involuntariamente, haciendo algo que no teníamos ninguna intención de hacer. Shaúl tuvo esta experiencia, y fue por eso que dijo: "Ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí" (Romaniyim 7:20b).
En Romaniyim 7 vemos a dos personas. Una persona no desea pecar, y la otra es la que peca. Esto indica que Shaúl tenía dos vidas que correspondían a dos personas: la vida de sí mismo, Shaúl de Tarso, el viejo hombre, y la vida de algo que se llama pecado. Estas dos personas vivían juntas, pero no por voluntad propia. A veces eran buenos amigos, y otras veces, se peleaban la una con la otra.
Romaniyim 7 presenta un cuadro de la experiencia que tuvimos no sólo antes de ser salvos, sino también de nuestra experiencia hoy en día. ¿Acaso no han descubierto que se libra una guerra dentro de ustedes? Por una parte, podemos declarar: "Amo a la congregación"; por otra, hay algo dentro de nosotros que dice: "No me gusta la congregación". A veces decimos: "Amo a todos los santos. Todos ellos son queridos y preciosos". Sin embargo, quizás haya uno al cual no podemos amar. Así que, hay una lucha dentro de nosotros. Aspiramos a ser santos, pero el resultado no es la santidad. Todo el día pecamos involuntariamente.
Tal vez hayamos sido creyentes por muchos años, con todo, aún se libra una guerra dentro de nosotros. Quisiéramos ser perfectos, pero hacemos muchas cosas que son pecados cometidos involuntariamente. Así que, ya que el pecado mora en nosotros y cometemos pecados involuntariamente, no somos dignos de confianza.
Todo lo que hacemos impulsados por la carne es pecado. A los ojos de Elohim, aun nuestro amor procedente de la carne es pecado. No sólo las cosas malas son pecado, sino también las cosas buenas que proceden de la carne son pecado. Lo que cuenta es la fuente, no el producto o resultado. Ésta es la razón por la que GalutYah 5:24 dice: "Los que son de Yahshua ha Mashíaj han clavado en el madero la carne con sus pasiones y concupiscencias".
Según la perspectiva humana, la carne puede tener tanto una apariencia de bondad como de maldad. Pero independientemente de si somos buenos, malos o algo en el medio, mientras seamos carne, seremos pecado. La carne es completamente una con el pecado (Romaniyim 8:3), y el pecado es totalmente uno con HaSatán. De hecho, el pecado es HaSatán mismo. Además, HaSatán es uno con el mundo, y el mundo es uno con el príncipe del mundo (Yahanan 12:31). Estas cinco cosas constituyen una sola: la carne, el pecado, HaSatán, el mundo y el príncipe (la autoridad o poder) del mundo.
El mundo de hoy está relacionado con la carne, el pecado, HaSatán y el príncipe del mundo. Aquí la palabra príncipe implica autoridad o poder. El mundo es, de hecho, la lucha por alcanzar el poder. Toda persona y toda nación lucha por el poder. En todas partes se compite, se disputa, por el poder. En las universidades, tanto los profesores como los estudiantes luchan por el poder. Por ejemplo, tal vez un profesor diga que su intención es ayudar a la sociedad o que desea inventar algo que beneficie a la sociedad. Pero en realidad él, al igual que el resto de la gente, lucha por el poder. Esta lucha por el poder es el resultado, el fruto, de la carne, el pecado, HaSatán, el mundo y el príncipe del mundo.
Shaúl habla de la lucha entre la carne y el Ruaj:
Por eso digo: Anden en el espíritu, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne. Porque la carne desea lo que es contrario al espíritu, y el espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran. Pero si se dejan guiar por el espíritu, no están bajo la ley. Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: fornicación, impureza, desenfreno, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos, envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Elohim. Pero el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley, porque los que son del Mashíaj Yahshúa han ejecutado en el madero la carne con sus pasiones y deseos. Ahora que vivimos en el espíritu, andemos en el espíritu. No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros. GalutYah 5:16-26
En el último pasuk vemos la lucha por vanidad. Esto indica que aun en la vida de congregación podría haber lucha por vanagloria. Todos buscamos vanagloria. Si no fuera así, Shaúl no habría visto la necesidad de dirigirnos estas palabras. Tal vez pensemos que los asuntos mencionados aquí existían entre las congregaciones de Galacia, pero no entre nosotros hoy en día. Sin embargo, no debemos leer estos pasukim como si se aplicaran solamente a ellos; debemos incluirnos a nosotros mismos al leer estos pasukim, porque todos tenemos la misma raíz de pecado. Así como aplicamos Yahanan 3:16 a nosotros mismos, debemos hacer lo mismo con respecto a GalutYah 5:16-26.
La ofrenda por el pecado tiene una denotación muy amplia; no sólo tiene que ver con el pecado, sino también con nuestra carne, con HaSatán, el maligno que está en nuestra carne, con el mundo y con la lucha por el poder. Según las Escrituras, el pecado está relacionado con estas cuatro cosas.
HaSatán es el príncipe del mundo; HaSatán quizás se sienta orgulloso de ser tal príncipe. YeshaYah 14 revela que aunque él estaba cercano a Elohim, no estaba satisfecho. Él quería colocarse por encima de Elohim, o por lo menos, estar en posición para rivalizar con Él. Por esta razón, cuando las Escrituras condenan al pecado, condenan a HaSatán y también la carne, el mundo y la lucha por el poder. Todo lo que acontece hoy en la tierra está relacionado con la lucha por el poder. Todos los buenos discursos, los buenos sermones y las buenas explicaciones que ofrecen los hombres no son más que capas que encubren la lucha por el poder.
• Elohim Condena Al Pecado
En La Carne De Mashiaj Sobre El Madero
La ofrenda por el pecado también significa que Elohim, al enviar a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y en cuanto al pecado, condenó al pecado en la carne sobre el madero de Mashiaj (Romaniyim 8:3). Mashiaj se hizo carne, esto es, Él vino en semejanza de carne de pecado (Yahanan 1:14). Además, Elohim hizo que Mashiaj, quien no conoció pecado, fuera hecho pecado por nosotros en el madero (Qorintiyim Bet 5:21). Mientras Mashiaj estaba en el madero, Él fue juzgado por nuestro pecado en la forma de una serpiente (Yahanan 3:14). De esta manera, Elohim condenó al pecado en la carne sobre el madero de Mashiaj.
2. La Eficacia De La Ofrenda Por El Pecado
Esta eficacia no radica únicamente en el hecho de que pone fin al pecado. El resultado tiene aun mayores consecuencias. En el Korbán Jatát, se le da muerte al hombre caído, al viejo hombre, que ha sido incluido en la carne de Mashiaj:
Y sabemos que nuestro viejo hombre quedó ejecutado en el madero con él, para que se destruya el cuerpo pecador, para que ya no seamos esclavos del pecado... Romaniyim 6:6
El pecado en la naturaleza del hombre caído es condenado:
Porque Elohim hizo lo que no podía hacer la ley por no tener poder sobre la naturaleza carnal: Envió a su propio Hijo con una naturaleza semejante a nuestra naturaleza pecaminosa a causa del pecado, y en su persona condenó el pecado. Romaniyim 8:3
HaSatán, el pecado mismo, es destruido:
Por eso, como los hijos han participado de una naturaleza mortal, de igual manera él participó también de eso mismo, para destruir por medio de su muerte al que tenía el dominio sobre la muerte (éste es el Acusador)... Ivrim 2:14
Finalmente, el mundo es juzgado, y el príncipe del mundo es echado fuera:
Ahora es el juicio de este mundo. Ahora echarán fuera el príncipe de este mundo. Yahanan 12:31
Ésta es la revelación contenida en la Palabra santa respecto a la eficacia de la ofrenda por el pecado.
Si recibimos esta revelación, veremos que tomar a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado no es simplemente cuestión de confesar nuestro pecado y que éste sea limpiado. Tomar a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado significa también que comprendemos y vivimos el hecho de que se le ha dado fin a nuestro viejo hombre, a HaSatán, al mundo y a la lucha por el poder. Ya que la eliminación de todas estas cosas está incluida en la ofrenda por el pecado, tomar a Mashiaj como nuestra Korbán Jatát no es un asunto sencillo, sino algo que guarda relación con el hombre caído, con el pecado que mora en la naturaleza del hombre caído, con HaSatán, con el mundo y con la lucha por el poder. Tenemos que asimilar estos conceptos en nuestro interior, porque serán la fuerza y el poder para resistir a las futuras tentaciones.
3. Las Diferentes Clases De Ganado Usadas Para La
Ofrenda Por El Pecado
En Vayikra 4 vemos que se usaban diferentes clases de ganado para la ofrenda por el pecado.
• Un Toro, Un Macho
Cabrío, Una Cabra O Una Cordera
El toro era ofrecido por el pecado del Sumo Sacerdote o de la congregación toda, el macho cabrío era la ofrenda de un jefe, y una cabra o una cordera era la ofrenda del individuo (Vayikra 4:3, 14, 23, 28, 32). Esto significa que Mashiaj como ofrenda por el pecado es experimentado por distintas personas en distintos grados, porque no todos los pecados afectan a muchos. Los pecados personales afectan a la propia persona, e inclusive sí pueden afectar a su familia, si es un cabeza de familia, pero continúan siendo individuales. Ya en el caso de aquellos que son autoridad delegada de Yahweh (tanto en el aspecto sacerdotal como en el aspecto gubernamental: los ancianos, los jefes de tribus, etc.), su pecado "contamina" también a quienes están bajo su autoridad, por eso tenemos diferentes "medidas" en este caso del asunto del pecado. Pero en Sí mismo, como ofrenda por el pecado, Mashiaj no difiere en tamaño. Él siempre es el mismo. En nuestra experiencia personal, existen diferencias de grado en nuestra comprensión, presentación y aplicación de Mashiaj como ofrenda por el pecado, pero cuando se trata de autoridades delegadas, su "ofrenda" (arrepentimiento en Mashíaj) debe ser "mayor" en cuanto a que la persona debe priorizar la tarea que le fue encomendada y para la cual recibió la autoridad por encima de otras cosas, porque bajo su cabeza hay otros que pueden salir comprometidos, aún sin saberlo.
Tal vez un hermano tome a Mashiaj como su ofrenda por el pecado únicamente para resolver el problema de su pecado personal, sin darse cuenta de que ha recibido cierta autoridad. En este caso, ya no corresponde únicamente la ofrenda personal sino la del jefe. Es decir, la comprensión, arrepentimiento y sacrificio deben ser mayores.
• Sin Defecto
Vayikra 4 dice que la ofrenda por el pecado debía ser sin defecto (pasukim 3, 23, 28, 32). Esto simboliza que Mashiaj no tiene pecado:
Al que no conoció pecado, por nosotros Elohim lo contó como pecador, para que en él se nos contara a nosotros como justos delante de Elohim. Qorintiyim Bet 5:21
Porque no tenemos un sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado. Ivrim 4:15
4. La Imposición De Manos Sobre La Cabeza De La
Ofrenda
Vayikra 4 habla de la imposición de manos sobre la cabeza de la ofrenda (pasukim 4, 15, 24, 29, 33). Esto representa la unión del oferente con la ofrenda. Era necesario que el oferente "traspasara" (simbólicamente en el plano material, realmente en el plano espiritual) sus pecados al animal. Así también nosotros necesitamos mezclarnos con Mashíaj e identificarnos con Él para ir en el nuevo hombre a entregar el viejo hombre.
5. La Ofrenda Es Degollada Delante De Yahweh
La ofrenda por el pecado era degollada delante de Yahweh (pasukim 4, 15, 24). Esto significa que Mashiaj, como ofrenda por el pecado, fue degollado delante de Elohim, o sea, que Mashiaj fue reconocido como esa ofrenda por Elohim:
Pero Yahweh escogió quebrantarlo por padecimiento, para que, SI SE PUSO COMO OFRENDA POR LA CULPA... YeshaYah 53:10a
Mashíaj mismo se ofreció y así fue "degollado", esto simbólicamente.
6. La Sangre De La Ofrenda Por El Pecado
La sangre de la ofrenda por el pecado tiene cuatro diferentes clases de efectos.
• Parte de la sangre es traída al Ojel Moed y rociada siete veces frente al velo del Lugar Santísimo
Parte de la sangre de la ofrenda por el pecado era traída a la Tienda de Reunión y rociada siete veces frente al velo del Lugar Santísimo (Vayikra 4:5-6, 16-17). Esto significa que la sangre de Mashiaj fue llevada al Lugar Santísimo en los cielos (el Tabernáculo celeste) para nuestra redención:
Él entró una vez para siempre en el Santísimo, logrando así eterna redención, ya no mediante sangre de machos cabríos ni de becerros, sino mediante su propia sangre. Ivrim 9:12
La sangre de Mashiaj se hace cargo de nuestra situación ante Elohim en el verdadero Lugar Santísimo. Como Él fue sacrificio y sacerdote al mismo tiempo, Él mismo entregó Su propia sangre (su vida) en las manos del Padre.
• Parte de la sangre es puesta sobre los cuernos del altar del incienso
Parte de la sangre era puesta sobre los cuernos del altar del incienso (Vayikra 4:7a, 18a). Esto significa que la redención efectuada por la sangre de Mashiaj es eficaz para que tengamos contacto con Elohim en oración (Ivrim 10:19). Es por eso que debemos orar mediante la sangre, teniendo contacto con Elohim en nuestra oración mediante la sangre. Esta sangre aplicada a los cuernos simboliza que el canal de conexión con el Padre está abierto, y que hoy nuestras oraciones pueden subir al Trono con poder, porque nuestro Kohen Gadol es ese poder.
• Parte De La Sangre Es Puesta Sobre Los Cuernos Del Altar Del Holocausto
Parte de la sangre era puesta sobre los cuernos del altar del holocausto (Vayikra 4:25a, 30, 34a). Esto representa la eficacia de la sangre de Mashiaj para efectuar nuestra redención. La sangre de Mashiaj como ofrenda por el pecado nos introduce en la presencia de Elohim, esto es, nos abre el camino al Lugar Santísimo; nos da la posición y el derecho de tener contacto con Elohim, y de recibir nuevamente la autoridad una vez dada a Adam y por él perdida.
• El Resto De La Sangre Se Derrama Al Pie Del Altar Del Holocausto
El resto de la sangre se derramaba al pie del altar del holocausto (4:7b, 18b, 25b, 30b, 34b). Esto significa que la sangre de Mashiaj fue derramada en el madero para que tengamos paz en nuestra conciencia, dándonos la certeza de haber sido redimidos y aceptados por Elohim.
7. Las Partes Internas Son Quemadas Sobre El Altar Del
Holocausto
Toda la grosura que cubría las partes internas y que estaba sobre ellas, los dos riñones y la grosura que estaba sobre ellos, y el lóbulo del hígado eran quemados sobre el altar del holocausto (Vayikra 4:8-10, 19, 26, 31, 35). Esto significa que las partes internas de Mashiaj, lo tierno y dulce, son ofrecidas a Elohim para Su satisfacción a fin de que Él esté dispuesto a perdonarnos. En todos los sacrificios, las partes internas y la gordura que las recubría pertenecían únicamente a Yahweh. Comer de esa gordura era pecado con pena de karet (corte):
Si alguien come grasa de animales con los que se hace ofrenda encendida a Yahweh, la persona que la coma será cortada de su parentela. Vayikra 7:25
Estas partes de la ofrenda por el pecado eran quemadas sobre el altar del holocausto. Esto significa que Elohim acepta la ofrenda por el pecado sobre la base del holocausto. Sin el holocausto como base, Elohim no puede aceptar la ofrenda por el pecado.
8. El Resto De La Ofrenda Es Quemada Fuera Del
Campamento
Toda la ofrenda, incluyendo su piel, toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus partes internas y su estiércol, era quemada fuera del campamento (pasukim 11-12, 21). Esto significa que Mashiaj como ofrenda por el pecado sufrió vituperio al mantenerse fuera de la religión judía como organización humana (Ivrim 13:11-13). Mashiaj fue clavado en el madero fuera de Yahrushalayim, la cual era considerada un campamento que representaba la organización religiosa judaica.
Las cenizas hacen que el oferente tenga certeza y paz en su corazón con respecto a la redención que Elohim efectuó por su pecado. Las cenizas son una señal que nos asegura que Elohim ha aceptado la ofrenda por el pecado ofrecida por la redención de nuestro pecado.
9. La Asamblea De Yisrael Es Representada Por Los
Ancianos
Si toda la asamblea de Yisrael pecaba errando, los ancianos debían representar a la asamblea al ofrecer la ofrenda por el pecado (pasukim 13-15). Esto significa que los ancianos (los jefes) de la congregación pueden representar a la congregación al ofrecer a Mashiaj como su ofrenda por el pecado. Este es el sentido de la ministración actual de los sacerdotes de la orden de Melki-Tsedeq. Pero cuidado, porque ser un sacerdote es una cosa PARA SIEMPRE, Y A TIEMPO COMPLETO. Muchos aseguran que son sacerdotes pero tienen los dos pies bien plantados en el mundo.
10. La Ofrenda Por El Pecado Es Degollada Donde Se
Degüella El Holocausto
La ofrenda por el pecado debía ser degollada en el lugar donde se degollaba el holocausto (Vayikra 6:25). Esto indica que la ofrenda por el pecado se basaba en el holocausto, lo cual significa que Mashiaj es nuestra ofrenda por el pecado con base en el hecho de que Él es el holocausto. Mashiaj primero debe ser el holocausto que satisface a Elohim a fin de ser apto para ser nuestra ofrenda por el pecado.
Si nunca hemos disfrutado a Mashiaj como oláh, no podremos darnos cuenta de cuán pecaminosos somos. Cuando oímos la Besorah y nos arrepentimos, nos dimos cuenta de que éramos pecaminosos. Sin embargo, no podremos comprender cuán pecaminosos somos hasta que disfrutemos a Mashiaj como nuestro holocausto. El holocausto significa que la humanidad, que fue creada por Elohim con el propósito de expresarlo y representarlo, debe darse exclusivamente a Elohim y vivir absolutamente entregada a Él. Sin embargo, no vivimos absolutamente entregados a Elohim. Por tanto, debemos comprender esto y tomar a Mashiaj como nuestro holocausto. Únicamente cuando disfrutemos a Mashiaj como nuestro holocausto nos daremos cuenta de cuán pecaminosos somos.
Si vemos cuán pecaminosos somos, nos daremos cuenta de que tanto nuestro amor como nuestro odio son pecaminosos. Éticamente, es malo aborrecer a los demás y es bueno amarlos. Tal vez pensemos que a los ojos de Elohim, amar a los demás es aceptable y que aborrecerlos es inaceptable. Pero a los ojos de Elohim, aborrecemos a las personas y las amamos por causa de nosotros mismos, y no por causa de Elohim. Desde esta perspectiva, amar a los demás es tan pecaminoso como aborrecerlos. Todo cuanto hagamos por causa de nosotros mismos y no de Elohim —ya sea moral o inmoral, bueno o malo, cuestión de amar o aborrecer—, es pecaminoso a los ojos de Elohim. Mientras hagamos algo por causa de nosotros mismos, eso será pecaminoso.
Elohim nos creó exclusivamente para Él. Él nos creó para que fuésemos Su expresión y Su representación. Él no nos creó para nosotros mismos; sin embargo, vivimos independientemente de Él. Cuando aborrecemos a los demás, actuamos independientemente de Elohim, y cuando los amamos, también actuamos independientemente de Elohim. Esto significa que ante Elohim, nuestro odio y nuestro amor son iguales: naturales. Esto es porque ni nuestro odio ni nuestro amor provienen de nuestro ruaj; en vez de eso, nuestro odio y nuestro amor provienen de nuestra carne, y ambos proceden del árbol del conocimiento del bien y del mal. El árbol del conocimiento del bien y del mal representa a HaSatán. No debemos pensar que únicamente el hacer el mal proviene de HaSatán y no el hacer el bien. Tanto el hecho de hacer el bien como el mal podrían provenir de HaSatán. Debemos percatarnos de que todo cuanto hagamos por nosotros mismos, sea bueno o malo, lo hacemos a favor de nosotros mismos y, por lo tanto, es pecado.
Quisiera hacerles notar una vez más que el pecado implica la lucha por el poder. Tal vez amemos a los demás, pero hagamos esto a favor de nosotros mismos, esto es: por causa de nuestro nombre, de nuestra posición, de nuestro beneficio y de nuestro orgullo. Esta clase de amor forma parte de la lucha que sostenemos contra Elohim por el poder. Debemos orar pidiendo que seamos salvados de hacer cosas por causa de nuestro orgullo, nuestra reputación, para lograr un ascenso o un beneficio, o por causa de nuestros intereses. Debemos abstenernos de mantener esa lucha por el poder con Elohim mismo, aún cuando generalmente NO NOS DAMOS CUENTA. Por eso es tan difícil de hacer ver esto a muchos. Cuando amamos a los demás por causa de nuestra reputación o para lograr un ascenso, no vivimos entregados a Elohim. Esta clase de amor procede de HaSatán; se halla en la carne, y es pecado. Todo lo que esté en la carne es pecado, todo lo que sea el pecado en nuestra carne es HaSatán, y todo lo que HaSatán haga constituye una lucha por el poder.
Algunos quizá se pregunten acerca del amor que como padres creyentes sentimos por nuestros hijos. Es posible que una buena parte del amor por nuestros hijos esté en la carne. El B'rit Hadashá nos exhorta a criar a nuestros hijos en el Adón. Sin embargo, es posible que los criemos para el beneficio de nosotros mismos y de nuestro futuro, y el suyo, de forma egoísta. Eso es pecado.
Inclusive en la vida de congregación es posible que hagamos cosas no para Elohim, sino para nosotros mismos. Quizás hagamos algo que se considere muy bueno, pero en lo profundo de nuestro ser tengamos la intención oculta de hacerlo en beneficio nuestro. Esto es pecaminoso, y lamentablemente muy típico de nuestra carne, que es engañosa. Debemos estar siempre alerta contra nosotros mismos en este sentido. Por ejemplo, al dar un testimonio o al orar, tal vez deseemos que todos nos digan "amén". Quizás ofrezcamos una oración muy espiritual y elevada, pero con el propósito de recibir muchos "amenes". Esa oración es pecaminosa por cuanto no se ofrece absolutamente para Elohim. Con esto podemos ver que aun en nuestra oración sostenemos una lucha contra Elohim por el poder. Lo que deseamos es una posición, y no a Elohim mismo.
Puesto que es posible tener motivos ocultos al realizar cosas espirituales, el Adón Yahshua habló de aquellos que aparentemente hacen cosas para Elohim, pero que en realidad las hacen con el propósito de sobresalir. Por tanto, Él dijo:
"Cuídense de practicar su justicia delante de la gente con el fin de que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa de su Padre que está en el cielo". MattiYah 6:1
En cuanto a dar limosnas, dijo:
"Pero cuando tú hagas obras de misericordia, que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha...". MattiYah 6:3
En cuanto a la oración, añadió:
"Cuando oren, no sea como los hipócritas, que les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea. En verdad les digo que ya tienen su recompensa". MattiYah 6:5
En cuanto al ayuno, Él dijo:
"Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, que cambian de semblante para demostrar a los hombres que están ayunando. En verdad les digo que ya tienen su recompensa". MattiYah 6:16
Aun en asuntos tales como hacer justicia, dar limosnas, orar y ayunar podría librarse la lucha contra Elohim por el poder. Hacer estas cosas en beneficio propio y no de Elohim, es pecaminoso ante Él. Los que hacen tales cosas en beneficio propio no le dan ningún lugar a Elohim; antes bien, se toman todo el lugar para ellos mismos. En esto consiste, también, nuestro pecado oculto.
Tomar a Mashiaj como ofrenda por el pecado es algo muy profundo. La experiencia que tenemos de la ofrenda por el pecado está totalmente relacionada con nuestro deleite del Adón Yahshua como holocausto. Cuanto más amemos al Adón y lo disfrutemos, cuanto más lo hagamos crecer, cediéndole TODO nuestro terreno interior (consagración absoluta), más descubriremos cuán malignos somos. A veces, cuando amamos al Adón al máximo, sentimos que no hay ningún lugar donde podamos escondernos. Shaúl tuvo tal comprensión con respecto a sí mismo. Mientras buscaba al Adón, él vio que en sí mismo no había nada bueno.
11. El Holocausto Es Presentado Después De La Ofrenda
Por El Pecado
Con relación al servicio de los sacerdotes, el holocausto era presentado después de la ofrenda por el pecado (Vayikra 16:3, 5). Esto significa que después de disfrutar a Mashiaj como ofrenda por el pecado, nosotros —como sacerdotes de Elohim— debemos tomarlo como holocausto a fin de vivirlo a Él para satisfacción de Elohim.
Por una parte, la ofrenda por el pecado se basaba en el holocausto; por otra, el holocausto sigue a la ofrenda por el pecado. Cuanto más disfrutamos al Adón Yahshua como nuestro holocausto, más nos damos cuenta de que somos pecaminosos. Entonces lo tomamos como nuestra ofrenda por el pecado de una manera más profunda que antes, lo cual a su vez nos permite disfrutarlo más como holocausto. Por lo tanto, participamos del holocausto antes de disfrutar la ofrenda por el pecado, y también después.
La única forma de poder conocernos a nosotros mismos cabalmente consiste en disfrutar a Mashiaj como holocausto. Al disfrutar a Mashiaj como nuestro holocausto, nos daremos cuenta de que no vivimos absolutamente entregados a Elohim. Tal vez vivamos entregados a Elohim en cierta medida, incluso en gran medida, pero todavía nos reservamos algo para nosotros mismos.
Cada vez que tengamos contacto con las cosas santas, las cosas espirituales, y con el servicio que rendimos a Elohim en la vida de congregación, debemos traer con nosotros la ofrenda por el pecado. Esto se revela claramente en la tipología del Tanaj. Cada vez que el pueblo de Elohim hacía algo con relación a Elohim, aun con relación a las cosas más santas, ellos tenían que ofrecer la ofrenda por el pecado. Hoy en día también necesitamos la ofrenda por el pecado porque no estamos limpios ni somos puros, ni vivimos absolutamente entregados a Elohim.
Pero en la segunda [parte del Tabernáculo], una vez al año, entraba solamente el sumo sacerdote, no sin llevar sangre que ofrecía por sí mismo y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia. Ivrim 9:7
¿Quién de entre nosotros puede afirmar que lleva una vida de absoluta entrega a Elohim? Nadie puede afirmar esto. Por lo tanto, en todo lo que hagamos para el Adón, necesitamos la ofrenda por el pecado. Incluso cuando hablamos por el Adón, necesitamos tomar a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado, escondiéndonos en Él y pidiéndole que nos cubra con Su sangre preciosa.
Repito una vez más para que se grabe: en primer lugar, el Adón nos salva, y después nos atrae para que lo amemos, lo recibamos y lo disfrutemos. Cuando lo recibimos y disfrutamos como holocausto, nuestra pecaminosidad queda al descubierto, y vemos que no vivimos absolutamente entregados a Elohim tal como el Adón vivió. Quizás en la vida de congregación otros nos aprecien, pero en lo profundo de nuestro ser sabemos que no somos buenos, que no vivimos absolutamente entregados a Elohim. Tal vez amemos a la congregación y aparentemente lo hayamos dado todo por la congregación; pero no vivimos absolutamente entregados a Elohim. Todavía nos reservamos algo en nuestro ser.
Cuando disfrutamos al Adón como holocausto y como ofrenda de harina, nos damos cuenta de que somos pecaminosos. Entonces lo tomamos como ofrenda por el pecado, y después como ofrenda por las transgresiones. Esto es lo que vemos en Yahanan Alef 1. Mientras disfrutamos a Elohim en la comunión divina, nos damos cuenta de que en nuestro interior todavía tenemos el pecado y que externamente hemos cometido pecados. Entonces recibimos la limpieza de la sangre preciosa. Esto se convierte en un ciclo. Cuanto más somos limpiados, más profunda se hace nuestra comunión con Elohim; luego, cuanto más disfrutamos de esta comunión, más somos iluminados; y cuanto más somos iluminados, más nos percatamos de que somos pecaminosos, e incluso el pecado mismo. Es mediante este ciclo que somos liberados y salvos de nuestro yo. De hecho, somos liberados y salvos del pecado, de la carne, de HaSatán, del mundo, del príncipe del mundo y de la lucha por el poder. Cuanto más disfrutemos a Mashiaj, menos contenderemos con Elohim por el poder. Finalmente, le cederemos a Él todas las áreas de nuestro ser.
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