...la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todos. Efesiyim 1:23
El que descendió es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo... hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Elohim, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura plena del Mashíaj. Efesiyim 4:10,13
Primero debo pintar un escenario. El peor concepto que tienen los creyentes sobre la congregación es que la congregación es una capilla, para considerar que un edificio, una capilla, es la congregación. Todos sabemos que esto es un gran error. Sin embargo, aunque mucho lo saben, siguen manteniendo errores derivados de este concepto muy internamente. En griego la palabra ekklesia, transliterada como iglesia o mejor traducida como congregación, significa "la reunión de los llamados a salir". En la superficie, es correcto decir que la congregación no es un lugar o un salón, sino una reunión de los llamados por Elohim. Sí, esa reunión es la congregación.
Sin embargo, aquí hay un problema. Puedo describirlo mediante un ejemplo. Podemos ser un grupo de unas cien personas. Todos hemos sido llamados y tenemos la oportunidad de reunirnos en este momento. Por supuesto, según la carta, todos los reunidos somos la congregación. Sin embargo, supongamos que ninguno de nosotros vive en el ruaj, que los cien vivimos en cien mentes diferentes. Algunos son de Colombia con una mentalidad colombiana; algunos son de México con mentalidad mexicana; algunos son de España con mentalidad española; y algunos son de Alemania con mentalidad alemana. Ninguno de nosotros sabe lo que significa vivir en el ruaj. Todos tenemos nuestras propias opiniones, nuestros propios puntos de vista, nuestras propias circunstancias y nuestros propios antecedentes; lo único que tenemos en común es que todos hemos creído en el Adón Yahshua y nos hemos convertido en creyentes. Con respecto a que nuestros pecados hayan sido lavados por la sangre preciosa, todos somos iguales. Con respecto a que el Adón Yahshua es nuestro Salvador, también somos iguales. En cuanto a nuestra creencia en las Escrituras, todos llevamos la misma Biblia. Todos decimos que somos los que pertenecemos al Adón. Aparentemente, somos la congregación cuando nos reunimos, pero ¿qué pasa con la realidad de esto? Tres creyentes pueden ser totalmente franceses, otros tres son totalmente peruanos y otros ocho son totalmente centroamericanos. Todos sentimos que nuestros pecados han sido lavados y que hemos sido salvos; también sentimos que el Adón nos ama y le pertenecemos. Sin embargo, ninguno de nosotros vive en el ruaj o por el Ruaj. Por un lado, somos la congregación, pero por otro lado, no podemos decir que somos verdaderamente la congregación. No somos la congregación, porque todos estamos en nuestra mente carnal. Aunque tenemos a Mashiaj, nuestro Mashiaj está en el trono en los cielos, pero no está en nuestro ruaj ni en nuestro vivir. No vivimos por Mashiaj, y no podemos decir: "Ya no vivo yo, sino Mashiaj vive en mí". Además, cuando nos reunimos, no podemos decir que aquí no hay franceses, colombianos, mexicanos, filipinos, sino que todos somos uno en Mashiaj. Podemos ver que aparentemente somos la congregación, pero en realidad no somos la congregación en absoluto.
Es cierto que somos la asamblea de los llamados a salir, y en base a esto reconocemos que somos la congregación. En realidad, sin embargo, no somos el Cuerpo de Mashiaj. Esta palabra es dura pero es como tantas cosas en las que la gente no comprende que existe una parcialidad durante el desarrollo para alcanzar la plenitud. Ahora bien, en esa parcialidad, ciertamente no podemos decir que ya somos lo que seremos, pero sí sabemos que, ya que es Su Mano la que opera, ciertamente seremos lo que estamos siendo trabajados y tenemos en promesa. Entonces, ¿cómo podemos decir que somos la congregación pero no el Cuerpo de Mashiaj? Bien, según la realidad cronológica que nos toca vivir, este es el caso. Aparentemente, todos somos creyentes y somos la congregación cuando nos unimos; sin embargo, desde el punto de vista del Cuerpo, no somos aún el Cuerpo de Mashiaj, ni somos la plenitud de Mashiaj. Pero somos el Cuerpo en crecimiento. Somos los huesos secos que han sido revestidos de carne y están siendo levantados, Y ESTE PROCESO SEGUIRÁ. La pregunta es ¿seguiremos nosotros formando parte de Él en el Milenio, o seremos "lanzados a las tinieblas de afuera"?
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