Si tenemos esta luz y la usamos para examinar cuidadosamente a los creyentes de hoy, no veremos el Cuerpo de Mashiaj en ninguna parte. Tal vez de forma nominal, pero ciertamente no como una realidad activa, visible, latente y viva. La razón es la condición de los creyentes actuales. Cuando se reúnen dos grupos de creyentes de diferentes denominaciones (y digo denominaciones porque esa es la forma "legal" que los creyentes han encontrado para justificar sus divisiones, pero bíblicamente sólo existen las congregaciones locales) están claramente divididos en dos grupos de personas.
Las dos partes discuten con frecuencia entre sí, a veces incluso de forma agresiva y violenta. ¿Es este el Cuerpo? No, esto no es el Cuerpo sino la carne. Por eso digo que aparentemente es la congregación, pero en realidad no lo es. Definitivamente esa no es la congregación, y aún así, mal que pese a muchos que sólo consiguen ver cuando todo ha concluido, ESTE CUERPO ESTÁ SIENDO LEVANTADO DE A POCO. Volvamos a usar la imagen que el Padre mismo utilizó: imaginemos esqueletos levantándose tambaleantes, la carne comenzando a cubrirlos, formándose músculos y tendones, creciendo sus órganos internos de a poco, cubriéndose de piel... puede parecer aterrador, pero es UN PROCESO EN DESARROLLO. A medida que el proceso avanza, más y más el Cuerpo va tomando forma humana. Antes eran huesos caídos, hoy ya están comenzando a ser erguidos en firmeza, para que este Cuerpo llegue A LA ESTATURA DE LA PLENITUD DE MASHÍAJ. ¿Para qué? Porque para que el Cuerpo reciba a su Cabeza, la Novia al Novio, se unan y sean uno en realidad para siempre. Estas serán las bodas del Cordero, cuando Él se una a Su Cuerpo y traiga su Reino, la Era de Sukot, la era del Reino. En este tiempo, los creyentes no podrán más ser carnales, porque estarán unidos a su Cabeza, tendrán la mente de Yahshua y serán trabajados en el crecimiento final.
¿Qué diremos entonces? ¿Que ya que hoy aún estamos en parcialidad, podemos seguir ocupándonos de nuestras casas? Ciertamente que no, a menos que ya hayamos decidido que no deseamos entrar en el Reino. Él pidió hace ya más de dos mil años que nos amemos los unos a los otros y que amemos al prójimo como a nosotros mismos, y esta es la base de fortalecimiento del Cuerpo. De manera que aunque nos resulte una tarea difícil, ciertamente avanzaremos cargando nuestro madero para clavar en él la carne cada día, a fin de levantar a la Novia.
Que si bien la situación entre nosotros se ha fortalecido al paso del tiempo, todavía tenemos que dar un paso más para preguntarnos si nuestro encuentro es según Mashiaj en nuestro ruaj o según nuestra carne. A veces los hermanos pueden ser muy civilizados en sus comportamientos, y aún así tener murmuraciones (inclusive mentales) los unos contra los otros. En lugar de permitir ser trabajados por el Ruaj unos con otros, no discutiendo sino aprendiendo a tratar sus diferencias en amor, hablan a espaldas de los demás, murmuran, crecen en resentimientos y egoísmos, no miran al interés del Cuerpo sino al propio, huyen, se esconden, se justifican, se refugian en sus actitudes carnales que han conseguido modelar... en su carne, creyendo que están en el ruaj. Si en lugar de ser según Mashiaj en nuestro ruaj, estamos de acuerdo con nuestra mansedumbre, nuestra forma de hablar, nuestras maniobras, nuestra diplomacia o nuestras respuestas inteligentes, entonces, esto sigue siendo la carne. Esta es simplemente una carne un poco más civilizada, una carne más refinada, pero es mona vestida de seda... mona queda. Y la prueba está en que NO CONSIGUEN SER EDIFICADOS JUNTO CON OTRAS PIEDRAS.
Los creyentes en todas partes necesitan desechar sus fábulas mentirosas y comprender que no hemos sido salvos para ser arrebatados e ir al cielo, o para ser justos en nuestras obras, o para, si lo miramos bien desde afuera, SALVARSE MIENTRAS OTROS NO SE SALVAN. La mayoría de los creyentes busca su propia salvación, sin entender que YA LA TIENEN Y NADIE SE LAS QUITARÁ, pero que sin la santificación verdadera no entrarán al Reino. Nadie predica sobre estas cosas, ¿verdad? Tendrían pocos seguidores, pero estarían siendo verdaderos atalayas. Las congregaciones actuales, sean creyentes en lo que quieran (porque recuperar un par de verdades, SI NOS SEPARA PARA SIEMPRE, NO PASA DE MÁS SECTARISMO DEL MISMO), deben comprender que las congregaciones son para el Cuerpo, no el Cuerpo para las congregaciones. el objetivo final es el Cuerpo en perfección, no muchas congregaciones que sean llevadas a un cielo lejano para no hacer nada, sin haber hecho nada tampoco.
Los creyentes actuales están concentrándose en sus propios ministerios, sean del color que fueren, y buscan salvarse separándose unos de otros porque tienen miedo, no saben que su salvación ya está asegurada, porque les han enseñado mal las cosas. El trabajo que realizan de forma egoísta, lo que ellos llaman santificación, es basura a los ojos del Padre, quien sigue diciendo "misericordia quiero y no sacrificios". Sin ejad entre hermanos, sin amos los unos por los otros, AMOS ÁGAPE, no amor de sonrisitas civilizadas en reuniones, amor del que coloca al hermano por encima de nuestros intereses mezquinos, NO SE LEVANTA CUERPO. Estamos siendo más obstáculos que colaboradores. Las congregaciones están para edificar la parte que les corresponde del Cuerpo, y hacerlo de manera tal que en su momento, todas las partes puedan ser correctamente ensambladas. Pero hoy, todos creen que son el Cuerpo en sí mismos, el Cuerpo en su totalidad, y a veces, hasta que son la Cabeza. Este no es el Cuerpo de Mashíaj, es el cuerpo de los hombres. Cuidado, porque se parece con el Cuerpo que el enemigo levanta también desde el comienzo: la Gran Ramera en que se hace lo que se quiere, no lo que el Ruaj manda. Esa es la parte que sufrirá castigo.
Mi punto es que cuando estamos reunidos, ninguno es salvaje, no hay groserías ni maltrato; hemos superado situaciones de contiendas por la gloria del Padre, aprendiendo de ellas a fortalecernos en ejad. Sin embargo, aún podemos ser refinados en nuestra carne. Podemos tratarnos bien unos a otros y realmente amarnos, pero ese amor puede estar aún en la carne. Entonces, nos amamos entre nosotros, porque sabemos que recibimos "retorno", pero en verdad debemos trabajar más a fondo. No queremos carne refinada, queremos AMOR ÁGAPE. Si nos sometemos al Padre, y permitimos que Él nos trabaje diligentemente, alcanzaremos Su objetivo; de lo contrario, tal vez alcancemos el nuestro: pasarla bien... por un tiempo. Ciertamente es bueno y deseable, y es una de las bendiciones, que los hermanos se amen los unos a los otros... PERO EN EL RUAJ. De esta manera, siempre se colocará por encima de todo, el Cuerpo, y los hermanos por encima de nosotros mismos. Lo que no edifica es carne y debe ser recortado. Si vamos a discutir por algo y vemos que no edifica, eso ciertamente nos está siendo mostrado para que nosotros lo cortemos, no para que lo reivindiquemos. Y recordemos: el crecimiento del Cuerpo es en el Ruaj en nuestros rujot, no en doctrinas, enseñanzas, formas y rituales. ES VIDA DANDO FORMA A UN CUERPO HUMANO CORPORATIVO. No son las células las que importan en sí mismas, sino únicamente en la medida en la que forman parte del Cuerpo y lo hacen funcionar como es debido.
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