Repito, la plenitud es el Cuerpo de Mashiaj. Un cuerpo tiene una estatura, y una estatura tiene su medida; este cuerpo necesita crecer. Es muy posible que mientras nos reunimos en cierto momento, Mashiaj esté siendo experimentado desde dentro de nosotros, y este Mashiaj experimentado desde dentro es el Cuerpo de Mashiaj, ya no es únicamente nuestro propio Mashíaj interior. Este Mashíaj, cuando nos reunimos con los hermanos y realmente lo manifestamos, ya no es sólo nuestro Mashíaj interior: Él crece, y se convierte en la Cabeza del Cuerpo. Nosotros también crecemos, ya no somos sólo hermanos separados, aún uniéndonos para orar o tener comunión, sino que somos el Cuerpo de Mashíaj siendo levantado.
Sin embargo, vean bien: el Cuerpo necesita crecer.
Efesiyim 4:13 dice: "Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Elohim, en un hombre adulto, a la medida de la estatura de la plenitud de Mashiaj".
Debemos llevar la restauración del Adón a todas partes, no como imposición, ni como nueva moda, ni siquiera como nueva revelación, aunque lo sea, sino como el Mashíaj mismo que puede también manifestarse en otros hermanos y hermanas, si ellos lo permiten. Porque hoy ya no predicamos a Mashíaj clavado en el madero ni resucitado ni ascendido, ya que no hablamos de ir a los incrédulos, sino a los creyentes, que ya conocen esa parte del mensaje pero no saben qué hacer con ella, para que descubran el deseo de Yahweh de edificar Cuerpo para Su Hijo.
En todas partes donde en verdad permitamos que Mashíaj se manifieste a través de nosotros (y esto no es emocionalismo como tantos practican en la carne), estará levantándose el Cuerpo, la Novia.
La pregunta entonces es: ¿ha crecido este Cuerpo y ha llegado a la medida de la estatura? La verdad, sabemos bien que la respuesta es NO. No son aún los tiempos de su plenitud, y el Cuerpo de creyentes en verdad está terriblemente enfermo y sin crecimiento, debido a que insisten en reivindicar sus propios puntos de vista. Por lo tanto, todavía debemos crecer. Gracias al Adón que hoy el Padre levanta a los que enviará para "regar" estas semillas que ya fueron plantadas, pero escasamente cultivadas, a fin de que todos podamos estar listos, con nuestras lámparas levantadas, a Su venida. Aún es necesario que este Cuerpo crezca, pero este crecimiento no es una cuestión de aumento de conocimiento o doctrina; se trata del aumento diario de la experiencia y el deleite de Mashiaj. Si nosotros disfrutamos más y más de Mashiaj diariamente, tendremos un notable crecimiento no sólo del Cuerpo, sino también de nuestro Mashíaj interior, y eso no dejará de ser percibido por otros y deseado. Crezcamos en Mashíaj cada día, a fin de poder ser siervos que ayudan a nuestros hermanos a alcanzar la plenitud de Yahshua, como tantos lo han hecho a lo largo de la historia.
Esto no es algo que pueda suceder en un año, ni siquiera tiene fecha de vencimiento, ya que en el Cuerpo, no hay límite; más bien, se trata de crecer continuamente hasta llegar a la medida de la estatura que debe tener la plenitud de Mashiaj, para que todos seamos plenamente conformados de Él en nuestra naturaleza y en nuestra unidad corporativa.
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